Atrapo tus labios en un beso hambriento, gimes entre mi boca cuando mi lengua acaricia la tuya; explorando cada rincón. Él sensual modo en el cual mis manos recorren tu pálida piel, hace que de tus suaves labios broten pequeños suspiros de placer.
Mi bronceada piel contrasta perfectamente, bajo los tenues rayos de luna que inundan la habitación con tu pálido cuerpo. Mis orbes doradas te contemplan con un brillo lujurioso...Tu cabello castaño de tonalidades rojizas igual que el mío y tus ojos dorados idénticos a los míos; con la única pequeña diferencia de que los tuyos se muestran más dulces...Acaricio tus labios y rostro que guarda cierto parecido conmigo, aunque el tuyo sea ligeramente casi aniñado y un poco más delicado; mezclando armoniosamente las facciones masculinas, añadiéndote hermosura...Sería imposible que no tuvieses éste parecido conmigo, después de todo y aunque lo ignores soy tu padre lo ignores...y no sólo eso...también soy un Íncubo...
Sí, soy un íncubo. Utilizo el sexo para alimentarme de la energía de mis víctimas, pero con tu madre tuve otro propósito...La curiosidad de saber cómo sería procrear un hijo me gano. Decidí plantar mi semilla en ella, y esperar a ver cual sería el fruto de mi simiente...Al observarte me siento complacido. Eres absolutamente hermoso...heredaste mis ojos y mi cabello, pero el color de piel y la delicadeza de tu madre; haciendo de ti un ser tentadoramente divino...Te observe crecer en la distancia, durante dieciséis años pero no pude resistir mis deseos de tomarte durante más tiempo...
Finalmente serás mío mi pequeño hermoso...gracias a mí existes en este mundo... Aunque te enteres de todo y desees negarte a mí jamás podrás. Quieras o no el vínculo que poseemos nos unirá por siempre... Sólo yo tendré el placer de poseerte.
Mordisqueo tu hombro y cuello, a la vez que pellizco tus tetillas; escuchandote emitir pequeños y hermosos gemidos. Mis manos acarician lascivamente tus glúteos mientras tus ojos dorados comienzan a ser nublados por la lujuria.
Introduzco un primer dígito en tu interior, ante lo cual dejas escapar un ligero gestos de cierto dolor e incomodidad; nuevamente devoro tus labios de forma deliciosa, intentando distraerte de la intromisión. Un segundo dedo se une al primero, intentando ensanchar aquella estrecha entrada mientras beso y muerdo tu cuello marcándote. Introduzco un tercer dígito, buscando aquel punto dentro de ti en el cual sé que perderás la razón y te dejaras embriagar por el placer, cuando gimes sonoramente y tus caderas comienzan a buscar más contacto con mis dedos sé que finalmente he dado con él... En tu rostro puedo ver tu excitación y tus ansias...
Sin resistirlo más me adentro en ti, acallando el pequeño quejido de dolor que profieres por mi brusca intromisión en medio de un beso hambriento, iniciando con un vaiven lento. Mi mano serpentea hasta tu hombría, bombeandola al ritmo de mis embestidas y poco a poco tu dolor da paso a sonoros jadeos y gemidos de placer. Enredas tus piernas alrededor de mi cadera, deseando que llegué más profundo, lo cual hago gustoso; sintiendo como tu interior comienza a apretar de forma deliciosa mi miembro. Mis estocadas aumentan la velocidad, hasta que finalmente te siento entremecer; dejando escapar un fuerte gemido a la vez que te arqueas de supremo placer. Unas cuantas embestidas más y logro llegar al climax; corriendome dentro de ti, llenándote con mi semilla.
Tus parpados comienzan a cerrarse exhausto. Salgo de tu interior viendo como tu rostro se muestra apacible y atrayéndote hacia mí acaricio tu mejilla...Finalmente eres mío y aunque cuando te enteres de nuestro verdadero vínculo intentes alejarte de mí jamás lo permitire... Naciste con un propósito y quieras o no por siempre me pertenecerás...