— Papá, despedí al mayordomo que me contrataste— le dije furioso— es él más inservible de todos los que he tenido. ¿Sabes que me dijo?, aunque le pagaran un millón de wons al mes no seria mi mayordomo. ¡Puedes creerlo!—.Estaba mas que furioso, lo único que quería era arruinarle la vida a ese inútil.
— ¿Sabes cuantos mayordomos has tenido durante este mes?, diez, doce, ya perdí la cuenta Kim Kibum, que quieres que haga…— me dijo suspirando.
— pues contrata a otro… o tal vez debo escogerlo yo—.
— Definitivamente no— contesto mi padre— mañana llegara un nuevo mayordomo para ti—.
—Gracias papá, no sabes cuanto te quiero—
— ¿Que hice para merecer un hijo como tú? Ah dime…— dijo con una tierna sonrisa y me lancé a sus brazos.
Cuando me levante la mañana siguiente, la mucama dijo que me esperaba mi nuevo mayordomo, bueno, veré a quien le hare la vida imposible a partir de hoy.
Cuando baje, vi a un chico de espalda, un poco más alto que yo, vestido de traje, muy elegante, pensé que seria un socio de mi padre, pero cuando se volteo y me observo con una sonrisa, pensé que moriría, era simplemente hermoso, el hombre más hermoso que yo había visto.
—Hola— comencé a decir—supongo que eres el nuevo mayordomo— hizo una reverencia, con lo que me quedé asombrado, ningún mayordomo lo había echo—
— Buenos días mi amo, estoy aquí solo para servirle a usted— ¿que le pasa a este tipo?, ¿de que película lo habían sacado?
— Se puede saber tu nombre o solo te llamo sirviente— le dije en un tono sarcástico, pero el respondió.
— Si usted lo desea, pues así será, mi nombre es sirviente— espera… ¿este tipo es un masoquista o que?
— ¡TU NOMBRE! — grite
— Minho, Choi Minho… Amo— guau, con este mi padre se había pasado…
—Bien… entonces mi desayuno, luego a la universidad, y después, ya veré— dije para avisarle de mi itinerario.
-muy bien… amo—.
Desayune y el permaneció junto a mi, solo observándome comer, me tenía nervioso, pero que digo, ¿nervioso yo? El gran key… ja! ni pensarlo.
—Vamos, no me justa llegar tarde— nos dirigimos al estacionamiento de la mansión y escogí el mercedes guardian para hoy. Le lance las llaves, y antes de subirme me abrió la puerta de atrás, haciendo una reverencia, que le pasa a este chico, tendrá mi edad, tal vez un año más, por lo alto creo.
Cuando estoy arriba cierra la puerta, el subió, nos marchamos y me dejó en la entrada de mi universidad… esperen… de mi universidad, ¿como lo sabia si recién comenzaba hoy?
—Oye— me observo mientras abría la puerta para que me bajara.
— Si… amo—
— ¿Como sabías donde se encontraba mi universidad? —
—Un mayordomo no es un mayordomo si no sabe todo sobre su amo— me quede en shock, ¿como que sabia todo de mi? ¡¡¡De mí!!
— ¿¡Que es lo que sabes de mi?!— pregunte alterado y con un poco de miedo, se acercó a mi, mucho más de lo que yo esperaba, podía ver sus ojos, esos ojos que cuando me observaban, sentía que estaba desnudo frente a él, sentía que conocía hasta mis más oscuros secretos.
—Solo lo necesario para ser un buen mayordomo… Amo— me separe nervioso y el me mostro su mas amplia sonrisa. — Espero que tenga un buen día hoy… amo ¿a que hora debo venir por usted? —
—A las 5 y no te retrases— le ordene y el me hizo una reverencia en respuesta.
Que ocurría con él, durante toda la clase no podía hacer más que pensar en mi nuevo mayordomo.
— ¿Quien era ese modelo con el que venias? — me dijo Eunji, mi mejor “amiga”, es que yo no tengo amigas/os solo ellos me consideran así.
—Es mi nuevo mayordomo y no te le acerques, él es solamente mío— espera, ¿porqué le dije eso?, no es que me gustara, lo conocí recién hoy. ¡Ashhh! que esta pasándome.
Eran las cinco de la tarde y él estaba esperándome, con una sonrisa en su rostro, como si me hubiera echado de menos.
—Buenas tardes amo, como estuvo su día— se acercó a mi — no sabe cuanto lo extrañe—que le ocurre, me aleje de él, aunque no es que me molestara su cercanía, mas bien me hacia sentir… bien. Pero eso no iba conmigo, te hare sufrir cuando lleguemos a casa… o espera por que a casa… me apetecía ir de compras, a ninguno de los mayordomos aguanto una tarde de compras conmigo, sería la primera prueba.
—Vamos al centro comercial, quiero comprar ropa—
—Como ordene mi amo—
Pasamos toda la tarde ahí, compre, compre, y compre de todo, pero él no se quejo, solo me miraba con una sonrisa tonta en la cara.
— Volvamos a casa, estoy cansado— y eso que él llevaba todas mis bolsas, las cuáles eran más de 10.
— Si… amo—
Estaba cenando cuando mi padre llego.
— Muy buenas noches señor Kim— mi mayordomo le hizo una reverencia a mi padre.
—Buenas noches Minho, ¿que tal que ha portado mi dolor de cabeza?—
— Excelente señor— le contesto con una sonrisa en la cara.
— Papá, y ese milagro que estás en casa tan temprano, ¿cenarás conmigo?—
— Claro, por eso estoy aquí…— le mire boquiabierto no lo podía creer, hace aproximadamente dos años que no cenábamos juntos.
— Minho, después de dejarte en la universidad, fue a mi oficina hoy y me recomendó que cenara contigo, eso me recordó que hacia mucho que no cenábamos juntos—mire a mi mayordomo, me hubiera gustado darle las gracias, pero no lo haría.
— Puedes retirarte, déjame solo con mi padre—le dije
— Si… amo, con su permiso señor Kim— cuando se había retirado mire a mi padre.
—De donde lo sacaste, ¿de una película antigua?…— él solo rio
— ¿es que no te gusta?, ¿ha hecho algo mal?, ¿te insulto? — Dijo mi padre en tono burlón.
— Ese es el problema, no ha cometido ningún error, y eso que lo lleve de compras conmigo—
— ¡Si resistió una tarde de compras contigo quiere decir que no me equivoque al escogerlo!- reía emocionado.
—mmm… ya veremos—
Terminamos de cenar entre risas y conversaciones que hace mucho no teníamos. Cuando me dirigí a mi habitación el me esperaba.
—Me tome la libertad de prepararle el baño… amo, espero que descanse. —
— Espera, por que le dijiste eso a mi padre—
— lo creí necesario… amo—.
— ¡NO TE METAS EN LO QUE NO TE CORRESPONDE!- le grite y le di un golpe en su mejilla, dejándola roja al instante. Solo me observo un rato me hizo una reverencia.
— Lo lamento demasiado, no lo volveré hacer… amo, que tenga dulces sueños. —
Tome el baño que me había preparado, fue tan relajante, olía tan bien, fue una mezcla perfecta de sales de baño, que no me resistí y me dormí en la tina. Cuando desperté me sentía mareado, y con mucho frío, intente salir pero caí en la tina nuevamente, me dolió bastante, pero en vez de un quejido, lo único que salió de mis labios fue el nombre de mi mayordomo, sin darme cuenta, él estaba en el baño de mi habitación, tomo una toalla, me ayudo a levantarme y me envolvió con esta.
Me cogió en brazos y me llevo a mi cama, yo solo lo observaba, además no tenia fuerzas para moverme, ni reclamarle que me tomo en brazos estando yo desnudo, quien era él para ver mi perfecta anatomía, pero hizo algo que me sorprendió, comenzó a secarme, sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo, como describir las sensaciones que me provocaba, se sentía tan bien, era como si el toque de sus manos quemara mi piel, yo creía que seguiría, lo pedía a gritos desde el fondo de mi mente pero… tomo el pijama de mi closet, y delicadamente me vistió.
Fruncí el ceño y me observo con una sonrisa en su rostro.
—Yo no hare nada que usted no quiera…amo— me hubiera gustado decirle que me siguiera acariciando, que me besara… esperen yo pensé eso… es imposible, es un inútil mayordomo y yo un… mmm… príncipe, creo, uno que no se rebajaría a enamorarse de un mayordomo. Pero quien en su sano juicio no le gustaría que este sexy mayordomo te cumpla tus sueños… aaaaaah… ahí voy otra vez que me pasa… no es que me guste, ¿o si?…
—amo… ¿se encuentra bien?— toco mi frente, luego la beso—tiene fiebre, espere que voy por el médico—.
—no te vayas— susurre— no es tan grave, tráeme una analgésico o algo así, estaré bien.
—como ordene mi amo…—
Salió de la habitación para volver con el analgésico y un vaso con agua. Algo se me hacia familiar en el… no sé que, pero me parecía conocido. Observó que lo miraba fijamente.
—¿Ocurre algo mi amo? — se sentó a mi lado en la cama
— solo que creo conocerte— su mirada se ilumino, me sonrió como nunca antes lo había echo.
— gracias por salvarme la vida— contestó y ahí todo regreso a mi mente, hace aproximadamente, unos 4 años atrás estaba saliendo de mi instituto cuando vi a un grupo de personas golpeando a un chico, estaba muy mal, así que decidí defenderlo. Lo recuerdo bien…
—¡oigan gorilas!, ¡métanse con alguien de su tamaño!— les grite sin perder el estilo.
— miren una diva!, oye preciosa, ¿porqué no vienes a pasear con nosotros un ratito?, te prometo que lo pasaras bien—estallaron en carcajadas.
— mmm… saben me tienta la idea… pero primero debo romperle el culo a unos gorilas que escaparon del zoo— ahí fue cuando se abalanzaron sobre mi. Menos mal que por pertenecer a una familia de tanto renombre (como la mía), me obligaron a tomar clases de defensa personal, pero yo les dije que si no era karate, no las tomaría, así que por 5 años practique karate, hasta hacerme cinturón negro y vencer a mi maestro, que aún visito una vez al mes para no perder la practica.
No me demore mucho, los tenía a todos en el piso de mi instituto, otros escaparon, cuando me dirigí al muchacho que estaba en el suelo, lo que más me llamo la atención fueron sus grandes ojos, que, aunque los tenía morados, los encontré hermosos.
— ¿Estás bien?, llamare a la clínica de mi padre, te atenderán bien— no sabía si su cara quedaría normal después de tanto golpe, parecía una rana, una rana con cara roja e hinchada.
— Gracias… siempre te agradeceré lo que hiciste por mí, pide lo que sea— lo observe atónito, y en tono de broma le dije:
— Debes ser mi sirviente por siempre, y tratarme de amo…— reí mientras se lo llevaba la ambulancia, el solo asintió, hice un par de llamadas a la clínica para que no tuviera inconvenientes con el pago de todo lo que le tendrían que hacer, por que por lo bajo creo que tendría un par de costillas rotas.
— Le dije que cumplo mis promesas, nunca lo olvide, me fui a estudiar al extranjero para ser el mejor mayordomo para usted, yo solo le pertenezco a mi amo—
No lo podía creer, ese era el chico al que salve, por eso sus ojos se me hacían familiares, en ese momento solo le dije una estupidez, aunque no podía creer que mientras yo estaba solo “disfrutando de la vida” mejor dicho de mis caprichos, él estudiaba, me buscaba ya que no le había dicho mi nombre, creo que me enamore, de verdad, nadie se había sacrificado tanto por mi, claro mis antiguos novios solo estaban conmigo por el dinero.
— Se que mi amo es una buena persona, por eso estoy aquí— dijo mientras se acercaba a mi lentamente— además desde aquella vez, quede perdidamente enamorado de usted— susurro sobre mis labios— pero yo no hare nada que mi amo no desee— agrego
— Bésame— ordene. Dios como podía hacerme sentir así, no era yo el que estaba hablando en ese momento. El solo sonrió y me dio el beso mas dulce que me habían dado en la vida, luego me acurruco sobre su pecho, comenzó a tatarear una canción mientras yo me dormía plácidamente.
Han pasado 6 meses desde que conocí a mi mayordomo, ese que me vuelve loco, el que cumple todos mis caprichos y fantasías, pero cuando llega la noche y se cierra la puerta de mi habitación, ya no existe amo y mayordomo, solo dos personas que se aman demasiado, donde él dejo todo por mi, mientras yo estoy aprendiendo a dejar todo por él.