EL PROMETIDO DE ALBUS
Cuando Albus le dijo a Harry que se casaría este no podía más de la alegría y es que el segundo de sus hijos siempre había sido un tanto solitario y desafortunado en el amor por lo cual no le importo que la dichosa novia no lo fuera.
Aquella noche tanto Ginny como él se habían esmerado por tener una velada perfecta, después de todo iban a conocer a su futuro hijo político, además por ser quien era no deseaban que se hiciera una idea equivocada sobre ellos o les mirara en menos para provocar con ello la ira iracunda del mayor de sus hijos que apenas escuchara la noticia había comenzado a despotricar en contra de la decisión de su hermano menor.
Cuando Harry supo que se trataba de un ex compañero de colegio rogo por que se tratara de un Griffindor pero cuando su hijo le comunico que se trataba de uno de la casa de las serpientes no pudo más que morderse la lengua, cosa que por supuesto no hizo su esposa criticando todas las falencias de las serpientes sin tregua alguna.
No estaban nerviosos por el chico, pues sabían que Albus era una persona sensata y que no se dejaría llevar por una cara bonita, ni mucho menos por la lujuria del momento, y si lo estaban era por el hecho de soportar como familia política aquellos con los cuales tanto los Wesley como el mismo Harry siempre se habían llevado mal.
Por eso cuando el primero en arribar fue Draco Malfoy no dudaron en saludarlo cortésmente, recibiéndolo tal como se lo merecía, porque por nada del mundo su hijo les culparía de haber arruinado su felicidad, más si estaban seguros que tanto el como ellos no deseaban esa unión y de seguro este les ahorraría la molestia de intervenir en ello.
Cuando Harry pregunto cuando llegaría el novio noto como Malfoy se removía incómodo y aquello no le gusto, al igual que cuando su hijo le sonrió de oreja a oreja al que se suponia padre de su novio, mucho menos cuando sin recato alguno le beso en los labios provocando la furia iracunda de su progenitor.
Estaba a punto de lanzarle un hechizo al muy desgraciado cuando su hijo se interpuso y Ginny apareció gritando que era lo que le sucedía y si era asi la forma madura con la cual le había increpado que se comportarían con la futura familia política de su hijo. Pero cuando ella se enteró de las nuevas buenas o en este caso malas, por boca de su propio hijo el motivo por el cual su padre los había intentado de hechizar, ella no dudo ni un momento en alzar su propia varita y en amenazar al rubio con un cruciatus si no se marchaba de su hogar.
Cuando Harry se enteró días más tarde que aun sin su consentimiento su hijo se casaría con aquel canalla de Malfoy no pudo más que sentir ira hacia su antiguo némesis de colegio y en idear un plan desesperado para ahuyentar al muy infeliz, sin esperarse que Albus fuera testigo de aquello.
Cuando Harry se enteró que la familia aumentaría no pudo más que sentir desazón, ya que siempre se imaginó algún dia tener a sus nietos a su lado y sobre todo al primero, más nunca se imaginó que este llevara la sangre de un ex mortifago, y menos la de ese.
Cuando Ginny le conto en medio de lágrimas que les había visto en el callejón Diagon y como la gente les insultaba por creer que habían hechizado a su hijo, no pudo más que sentir satisfacción, ya que todos estaban conscientes de que aquello no se trataba más que de una nueva treta de los Malfoy para subir al poder gracias a su buen nombre, más cuando su esposa le dijo como tanto Albus como Draco debieron hacer frente a la turba protegiéndose mutuamente aquello no le gusto, porque ellos no debían ir contra su hijo, sino contra Malfoy.
Cuando Scorpius les llamo por vía Flue avisándoles que estaban a punto de ser abuelos algo dentro de Harry se removió y sin saber cómo, tanto el cómo Ginny fueron a parar en un plop a San Mungo con el corazón en la palma de su mano.
Solo hasta ese momento Harry se dio cuenta cuan cálidos eran los abrazos de Albus y cuanto le había extrañado.
Y entre lágrimas todos ellos se reconciliaron en espera del nuevo miembro de la familia.
Cuando Harry recordó todo lo vivido no dudo en dejarlo en el olvido, después de todo la familia siempre era lo primero y él no estaba dispuesto a borrar de un tapete inexistente a uno de sus hijos solo porque no le agradaba su esposo, mucho menos si este le había dado un hermoso nieto que a simple vista era un Potter de tomo y lomo….entonces algo se le cruzo por la mente y con un poco de recelo le pregunto a su hijo.
-Albus, mi nieto que apellido llevara-
-Veras papa, tanto Draco como yo decidimos que…-
Fin