Vacío, voces, silencio, vacío otra vez, blanco, negro, voces, silencio, recuerdos, imágenes borrosas, ¿Llantos?
Jonghyun tenía demasiado y nada en su cabeza en esos momentos, sentía que flotaba, como si no estuviese realmente en el ahora. ¿Qué le pasaba?
Sintió como de repente su cuerpo pesaba y además de eso, dolía, todo era dolor, intentaba moverse, pero no podía, era como si un refrigerador estuviese arriba de él. Los sonidos comenzaron a agudizarse más, se sentía ya en el presente, pero le costaba un poco abrir los ojos. ¿Qué sentía ahora? ¿Qué pasaba? ¿Quién era?
Lentamente sus ojos se abrían, dejando pasar luz, mucha luz.
—¡Despertó! —Una voz de una mujer conocida fue escuchada, la palabra salió entrecortada, como si estuviese llorando.
Jonghyun volteó su rostro, cosa que le dolió demasiado, hacia donde escuchó aquella voz… ¿Mamá?, pensó. Se veía diferente. Quería hablar pero las palabras aún no salían fácilmente de su boca.
Su mamá se acercó a él, aún con lágrimas en los ojos mientras le acariciaba los cabellos, ¿Qué había pasado? No tenía idea, pero suponía que debía decir algo, aunque le costara muchísimo trabajo.
—Odo etaá ién —Intentó decir “Todo está bien” pero aún sentía como si su cuerpo no le perteneciera.
—Ahora sí lo está, hijo —Su madre lo entendió a la perfección y lo abrazó, un abrazo realmente doloroso.
Otra mujer lloraba a un lado de su mamá y le acariciaba la pierna, Jonghyun se sintió avergonzado y por instinto la apartó ¿Qué hacía una extraña tocándolo?
—¿Ella quién es? —Su voz ya pudo salir como él deseaba.
—Como que “¿Quién es? —Su mamá se mostraba entre asustada y sorprendida —Es tu hermana, SoDam…
SoDam bajó su rostro aún con lágrimas en los ojos, pero diferentes a las de antes, estas eran de tristeza y decepción. Jonghyun se dirigió a observar más a su supuesta hermana y se sintió tonto al no haberla reconocido, se veía diferente, un poco más grande de como la recordaba, pero asumió que tal vez era porque había llorado mucho y no tenía maquillaje.
—Lo siento, se ve diferente —Se atrevió a decir ahora un poco más consciente de su alrededor—Noona ¿Cuándo es que tu cara se volvió tan vieja? —Intentó bromear para romper el ambiente tenso —¿No eras tú la que me decía que no lloré porque quedaría viejo pronto? Deja de llorar, ya estoy bien, ahora dame un abrazo.
A pesar de que sabía que le dolería un abrazo, no dudó en pedirlo, siempre había amado a su hermana de una manera que no podría explicar, ella siempre estuvo con él cuando lo necesitó y verla triste nunca fue algo que le gustara.
El abrazo entre ambos fue interrumpido cuando un hombre de una estatura media y maso menos de la edad de su mamá entro a la habitación saludando a los presentes, traía lentes redondos de marco grueso negro y un traje. Jonghyun ya se había incorporado en la cama y estaba prácticamente “bien”.
—¿Quién es él? —Jonghyun miró a su madre de una manera desaprobatoria
No pudo leer la expresión que pusieron todos los de la habitación, incluyendo a las dos enfermeras que estaban monitoreando su avance y arreglando sus catetes. Al parecer era alguien importante y Jonghyun había actuado de manera agresiva, pero no le gustaba ver a su mamá con otros hombres.
—Mamá ¿Por qué pones esa cara? ¿Quién es él?
—Hijo, míralo bien —La expresión de su mamá aún seguía en shock.
El señor de traje se acercó hacia él con una sonrisa amable y alentadora, una sonrisa que Jonghyun notó era falsa, no sabía la razón por la que hacía eso pero no le agradaba en absoluto. Lo observó, de pies a cabeza, pero nada le indicara que lo conocía.
—Ya puedes quitarte de mí vista —La agresividad del chico volvió a salir —Ni idea de quién eres.
—¿No te das cuenta que es mayor? Kim Jonghyun puedes estar en cama y lastimado, pero el ser respetuoso nunca se debe perder —Su madre lo reprendió, intentando ponerse seria pero su expresión desconcertada no cambiaba.
—Hijo —Le dijo el hombre a Jonghyun, que al escuchar esa palabra hizo una mueca de disgusto —El nombre, Lee Soo Man ¿Se te hace familiar?
—¿Lee Soo Man? —Preguntó Jonghyun despreocupado —El nombre, se me hace conocido… —Su cabeza empezó a rebuscar información y después de unos segundos hizo click —¡Ah, ya sé! —En ese momento los que estaban en el cuarto sonrieron con aire de victoria, Jonghyun no tenía idea porque se les veía felices —Es el dueño de una empresa de música ¿No? Algo así había escuchado, pero no me interesa mucho saber de la gente rica en realidad.
La sonrisa de todos se desvaneció. ¿Había dicho algo malo? ¿Aquel tipo era Lee SooMan? Era lo que Jonghyun tenía en su cabeza en esos momentos.
—¿Por qué me preguntas?
El hombre del chaleco, también conocido como Lee SooMan, suspiró desganado y cada rastro de felicidad, desapareció de su rostro y lo que venía ahora era confusión.
—No tiene importancia ahora —Le respondió —Señora… —SooMan le habló a la mamá del chico en la cama —Le sugiero que pida un chequeo para el joven Kim.
Y con la misma el señor de traje y lentes salió de la habitación.
◊ ◊ ◊
—¿Amnesia disociativa? —La mamá de Jonghyun estaba al borde de las lágrimas —¿Qué es eso? ¿Se cura? ¿Me va a olvidar? Dígame doctor.
—Primero señora, le recomiendo que se tranquilice —El doctor hablo de manera tranquila —No estamos totalmente seguros que sea una “Amnesia disociativa” Pues aún no sabemos que es lo que su hijo realmente recuerda o que no, pero eso es lo que parece. Este tipo de amnesia se da cuando la persona no puede recordar eventos pasados que le han causado mucho estrés o dolor, no sabemos, el cerebro del joven Kim se dañó de manera no uniforme y tal vez su mismo inconsciente está intentando “protegerse” de algo que no sabemos qué es —Intentaba explicar de la manera más sencilla posible, pero aún no tenía certeza del caso— Debemos hacerle una prueba a su hijo, pero antes sería bueno que trajera a gente cercana a él, para saber que tanto recuerda.
◊ ◊ ◊
Jonghyun había estado viendo tele desde hace dos horas, esperaba a que su mamá regresara, pues después de hablar con ese señor, se veía alterada y dijo que necesitaba aire fresco, pero se había tomado demasiado tiempo.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que dirigiera su mirada hacia allí, su mamá llegó con una sonrisa, pero los ojos rojos.
—Hijo, disculpa la tardanza, pero fui a buscar a unas personas.
—¿Quiénes? —Preguntó curioso.
Unos 3 chicos entraron a la habitación con rostros nerviosos, pero aun así haciendo lo mejor para esbozar una sonrisa. Jonghyun tardó un poco en reconocerlos pero al final pudo hacerlo; eran, Hyesung, Joohyuk y Gaeson, sus amigos de la secundaria. Pero de alguna manera se veían distintos a cómo él los recordaba.
—¡Hola todos! —Dijo con emoción y una amplia sonrisa en su rostro.
—¿Nos reconoces? —Preguntó uno de ellos.
—¿Por qué la pregunta? ¿Acaso son idiotas? ¿Cómo podría olvidarlos?
Sus pláticas parecían no coincidir, Jonghyun sentía como si sus amigos hablaran de las cosas como recuerdos lejanos, y para él no eran para nada así, todo lo sentía muy cercano y empezó a pensar que posiblemente haya algo raro en él; decidió ignorar aquello, pero eso no duró mucho, pues, 4 chicos que él no conocía entraron a su habitación, sus expresiones eran de nervios y al mismo tiempo expectación, Jonghyun los miró a los 4. Un chico era muy alto y castaño, tanto, que tuvo un poco de envidia al verlo, sin mencionar que era realmente guapo y masculino, sus ojos eran más grandes que los de un coreano promedio. A un lado de él y tomándolo del brazo como un animalito temeroso, estaba un chico, más bajo que el anterior, pero más alto que él, eso estaba seguro; Era pelinegro, tenía ojos gatunos y también era bastante atractivo, pues sus facciones eran muy finas. El siguiente chico, también era tenía cabello negro pero era realmente delgado y un poco más bajo que el otro, sus rasgos no eran para nada finos como los del anterior, pero, de alguna manera podría confundirse con una chica. Él último chico fue quién le hizo sentirse realmente extraño, de alguna manera, al ver su cabello rubio, sus ojos muy rasgados y una sonrisa en su rostro, le hizo sentir, algo. No sabía si el algo se debía a que era el único que no tenía una expresión confundida y temerosa, si no, sonreía; y vaya que era una sonrisa muy linda, que lo hacían lucir como un conejito. Tampoco sabía si el algo era bueno o malo.
Jonghyun estaba tan perdido inspeccionándolos que no se dio cuenta cuando empezaron a hablarle y hacerle preguntas, hasta que la voz de su mamá lo trajo de vuelta al mundo.
—Kim Jonghyun —Sonaba desconcertada —¿Sabes quienes…?
No dudó un segundo en interrumpir a su mamá, pues sabía cómo terminaría la pregunta.
—No… no sé quiénes son —Su voz salió ahogada, no sabía porque, pero sentía como si le hubiesen dado un golpe en el pecho… Y los 4 chicos no sintieron nada diferente al escuchar aquella respuesta.
Todo en ese momento pareció congelarse, su mamá, sus amigos de la secundaria y los 4 chicos que estaban junto a la puerta. Jonghyun no sabía qué hacer, al parecer ellos eran importantes, pero no tenía idea de quienes eran, veía a sus amigos cambiados, se veían mayores, igual su mamá y ni que decir de su hermana. Algo estaba mal en su cabeza, de eso estaba seguro.
—En verdad, tú… —Su mamá, desconcertada, empezó a hablar pero fue interrumpida.
—Hyung, somos nosotros, no, ¿En verdad no…? —El chico de rostro femenino dirigió sus palabras hacia él, sólo palabras, pues no concretaban en nada.
—Mamá —Jonghyun ya no podía más, tal vez no “conocía” en ese momento a esos extraños, pero ellos parecían dolidos por toda esa situación y ese tipo de situaciones tendían a incomodarlo. —Explícame que está pasando…
◊ ◊ ◊
El doctor llegó a la habitación, haciendo que sus amigos y los otros chicos que eran prácticamente desconocidos para él, salieran de ahí. Le explicó sobre su amnesia y prosiguió a hacerle unas preguntas.
La memoria de Jonghyun, se había quedado en la secundaria, no sabía nada más de ahí en fuera. No recordaba que había pasado años entrenando en una de las empresas de idols más importante de corea, que había debutado hace 6 años en un grupo llamado SHINee que era realmente famoso. Y no se lo dijeron.
El doctor prosiguió a hablar con los miembros, para tener teorías de por qué sus recuerdos habían sido cortados, al hacer eso, pudo dar una explicación, a todos los cercanos, menos a Jonghyun, el aún no debía saber, mucha información podían llevarlo a la depresión y su recuperación sería más lenta.
La explicación iba así: La amnesia disociativa, podía entenderse como una pérdida de recuerdos de un cierto momento o cierta etapa en la vida que tuvo emociones bastante fuertes, la mayoría negativas, la mente decide deshacerse de esos momentos como un tipo de “escudo” para no volver a generar sufrimiento. A pesar de que Jonghyun había tenido una vida feliz siendo artista, había estado muy estresado, había tenido momentos muy muy tristes, bajones y hasta ganas de suicidarse, durante el proceso de convertirse en artista y hasta después.
Onew, Key, Minho y Taemin estaban totalmente desconcertados, tanto que ninguno de ellos pudo evitar llorar, les dolía mucho el hecho de ser olvidados por alguien que querían, además de que estaban en su mejor momento y Jonghyun ya era realmente feliz; les animaba un poco la idea de que era posible que el recuperara sus recuerdos, pero así como era posible, tampoco lo era.
—¿Estás bien? —Preguntó Key, no dijo nombres, pero todos sabían a quién iba dirigido.
—Ah… ¿Yo? —Onew se mordió el labio haciendo su mayor esfuerzo para no seguir llorando. —No sé… tengo miedo.
—Tranquilo, hyung —Minho se acercó a él, envolviéndolo en un abrazo —Sólo hay que hacer lo que dijo el doctor y ver si poco a poco recupera su memoria.
—Sí… —Onew no sonaba convencido —Es que… —En ese momento su voz no pudo más y se quebró, sus lágrimas salieron sin control y aferraba más su cuerpo al del más alto, entre sollozos habló: —Éramos felices, todos, él y yo…
—Hyung… —Esta vez Taemin se unió al abrazo de los dos.
—Jinki, hyung —Key le habló por su nombre real, sonando decidido —No te atrevas a rendirte, Jjong se enamorará de ti otra vez, tenlo por seguro.
Key se acercó a los tres chicos y le dio palmaditas a Onew en la espalda.
—Ese idiota ha estado enamorado de ti desde hace mucho y hasta ahora han podido estar estables entre ustedes dos, esto no puede terminarse así de fácil y estúpido, yo sé que en su interior sabrá que eres especial, podemos ayudarlo a recordar hyung… —La voz del pelinegro empezó a cortarse —Tú puedes hacerlo... Solo tú.
La indicación del doctor había sido ‘fácil’: “Actúen normal, ustedes no son famosos, usen sus nombres reales, acérquense a él, hablen de sus gustos, recuperen su confianza y puede que poco a poco recuerde algo, si hacen eso y él aún no recuerda nada, díganle todo y esperemos lo mejor.”
Habían pasado ya 3 días desde que no veía a Jonghyun y los 4 habían decidido que era momento de hacerlo, Jinki eligió ser el último en hablar con él, los demás chicos pasaron uno por uno y al salir el resultado era el mismo, pero no era razón para desanimarse ¿Cierto? Apenas era el primer día.
Tocó la puerta de la habitación y no recibió respuesta, al abrir pudo darse cuenta por qué, Jonghyun leía “The Black Cat” y cuando ese chico leía nada podía entrar en sus pensamientos, sólo el libro o novela que estuviese leyendo. Respiró muy hondo y se aclaró la garganta antes de interrumpir al contrario.
—Uhm… ¿Jonghyun? —Se sentó en la camilla y le tocó la rodilla, cosa por la que Jonghyun se sobresaltó y le dio una mirada no muy agradable. Fue ahí cuando Jinki cayó en cuenta de que en verdad no lo reconocía. —Perdón —Quitó la mano de la rodilla ajena y la puso sobre la suya.
—¿Vienes a darme todo un introductorio de cómo tú y yo somos amigos que no se conocieron en la secundaria, si no, en alguna carrera que vas a inventar? —Como siempre, Jonghyun tan testarudo en su manera de hablar.
—Jjong… —Jinki intento calmarlo, pero el recordó que en realidad ninguno se había puesto de acuerdo en que le dirían y seguro cada uno tuvo una historia diferente.
—¿Jjong? —El nombrado ladeó su rostro y entrecerró los ojos haciendo una expresión de disgusto —¿Tan cercanos éramos?
—Soy Lee Jinki —Él ignoró su pregunta, pues no quería sentirse lastimado de alguna manera; prefería mejor inventar algo más creíble, pero no quería mentirle tampoco—Nos conocimos… Ehm..
Jonghyun se cruzó de brazos esperando por una tonta historia inventada, porque aunque lo pareciera él no era tonto y podía notar que esos cuatro escondían algo, aunque no quería presionarlos porque sentía que tenían una razón para esconderlo, no podía evitar sentirse molesto.
—No te lo diré —Por fin dijo Jinki dándole una muy amplia y sincera sonrisa.
—¿Eh?
—Haré que lo recuerdes… Y no me importa si eso significa que seas indiferente —El ambiente en la habitación se sentía pesado, de alguna manera Jinki había dejado que sus emociones tomaran control y se portara solemne, aunque no tardó mucho, pues, Jonghyun soltó una risita —¿Qué?
—Nada, nada —Escondía su dentadura con el dorso de la mano mientras seguía sonriendo —Sólo que te pusiste muy serio de repente y se sintió extraño… Aunque, no sé por qué —Sus ojos miraron a todas las direcciones, en su corazón había latidos alborotados, no sabía exactamente a qué se debía aquello, pero tal vez Jinki era en parte… ¿Culpable?; Ni siquiera sabía si eso era negativo.
—Lo siento, lo siento —Jinki se disculpó torpemente haciendo ligeras venias con la cabeza; dio un largo suspiro y volvió a sonreír, de una manera, que hizo que Jonghyun sonriera automáticamente al verlo —Cuéntame de ti…
—¿Ah…? —Jonghyun parecía un cachorro confundido —Seguro tú sabes más de mí que yo mismo —Frunció tanto sus labios como su entrecejo y se encogió de hombros.
—Tú dime, podrías sorprenderme, siempre lo hacías.
—¿Siem...?
—Además de qué, podría ayudarnos a saber el límite de tu memoria ¿No crees? —Jinki le interrumpió haciendo caso omiso de la pregunta.
—Umm… —Jonghyun se encogió de hombros frunciendo los labios.
Jonghyun le contó muchas cosas a Jinki, cómo había sido crecido en Seúl, que tiene una hermana mayor y que vive con ambos padres, igual le platicó anécdotas de su escuela, lo tanto que odia las matemáticas, etc., cosas que Jinki ya sabía, pero dejo que aquel siguiera hablando, pues sabía que no le gustaban las interrupciones, le contó que hasta dónde él recordaba, está en secundaria y toca el bajo en una banda llamada “Zion”, se emocionó bastante al hablar sobre eso y se le podía notar en el rostro.
—No le digas a mi mamá, pero… —El castaño le susurró al mayor —Le digo que mi banda es de la iglesia, pero en realidad yo soy ateo.
Jinki pudo presenciar otra vez la sonrisa típica de Jonghyun, esa sonrisa traviesa que daba cuando hacía algo malo para los demás, pero él lo disfrutaba. El rubio seguía escuchando atentamente lo que decía el otro y asentía varias veces con la cabeza, a veces fingía que se sorprendía y eso Jonghyun lo sabía porque de alguna manera, podía percibirlo, pero lo que nunca fue fingido, era la sonrisa que le daba al mirarlo, esa sonrisa que hacía que Jonghyun se sienta en infinita confianza para poder dejar que sus palabras sigan fluyendo.