EXO’s Show Time
POV Kai
¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Tenía que salir Sehun de preguntón. No, más bien fue culpa de Suho hyung por inventarse una excusa tan estúpida. “Haremos un intercambio de regalos”, a mí se me hubiese ocurrido algo mejor. Y lo peor de todo, Chanyeol diciendo esas cosas en frente de mí, y en frente de las cámaras, sin vergüenza…
…
-¿Qué vamos a hacer para el cumpleaños de Chanyeol? – Ese había sido Tao, el que siempre recordaba los cumpleaños.
-Deberíamos hacerle una fiesta sorpresa o algo así. – Sugirió Suho hyung. Nos encontrábamos todos reunidos en la gran sala de la casa, aprovechando que Channie estaba dormido.
-Pero primero hay que comprarle un regalo. – Intervino Luhan. – Agh, Chanyeol no va a querer quedarse solo en casa. Hay que inventarnos algo para poder…
-¡Un intercambio de regalos! – Gritó Suho emocionado, todos lo vimos con cara de no entender, pues hasta se había levantado de golpe y tenía el dedo índice levantado como si se le hubiese ocurrido la mejor idea del siglo. Al ver nuestras expresiones procedió a explicarse. – Le diremos que vamos a hacer un intercambio de regalos por navidad y que vamos a comprar regalos para quien queramos. Y así lo engañaremos.
-Es buena idea. – Estuvieron todos de acuerdo, menos yo, pues veía muchas fallas en ese plan. La primera es que si le decíamos eso, él iba a comprar un regalo para alguien, y estoy casi seguro de que ese alguien soy yo…
…
POV Chanyeol
Entonces estoy en la tienda de gorras con Sehun y Kai, se supone que compraremos regalos para un intercambio o algo así, aunque sospechaba que esto tenía otro propósito, así que solo me dispuse a seguir la corriente. Estábamos viendo algunas cosas, pero sinceramente mi atención estaba centrada completamente en Jong In, hoy se ve más hermoso de lo normal, y tan adorable… Sacudí mi cabeza intentando pensar en otra cosa, no podía comportarme así frente a las cámaras. Vi un hermoso gorrito de lobo y quise probármelo pero no me quedó, al parecer mi cabeza es muy grande o el gorrito es muy pequeño. Jugueteamos un rato hasta que no sabíamos que hacer y nos quedamos mirando los tres.
-No se que le gusta a los miembros. – Dije algo frustrado. ¿Cómo iba a comprarle un regalo a alguien si no sé que le gusta? Sehun me miró con los brazos cruzados.
-¿A quién quieres regalarle? – Wow, esa era una pregunta difícil, en realidad no lo había pensado.
-¿Yo? – Lo pensé por un momento y se me ocurrió algo, tener un detalle con la persona que ocupaba el 95% de mis pensamientos. – Kai. – Respondí simple. Lo miré a los ojos y vi como su sonrisa se iba abriendo paso entre sus hermosos labios. Solo pude mirarlo y sonreír por igual. Sus ojos se encontraron con los míos y me puse nervioso inmediatamente, no sabía que decir. Así que empecé a decir un montón de estupideces para disimular, aunque no sirvió de mucho. – Admito que soy fan de Kai. – Mi corazón latía muy rápido, parecía que me estuviese confesando, solo espero que se lo tome como un juego.
-Hyung, ¡Eres mi fan! – Me dijo divertido, y esa sonrisa se ensanchó más.
-Últimamente me gusta mucho Kai. – Admití algo sonrojado. Hacía como si estuviese hablando con Sehun pero mis palabras iban directo al chico moreno que estaba frente a mí.
-Es verdad. – Le dijo Sehun a las cámaras.
-Todo lo que Kai haga lo alabaré. – Continué con mi cursi discurso a modo de “broma” – Creo que también le gusto a Kai, ya que compartimos cuarto de hotel y me gusta perseguirlo. – Los chicos rieron con mis bromas, aunque esa no era la reacción que esperaba de Jong In, me alivió que no se enojara conmigo. Ya que ni siquiera sé si a mi amigo le gustan los hombres.
-Creo que voy a vomitar. – Dijo él, aunque esa respuesta me confundió. ¿Eso era bueno o malo?
-Bueno, ¿puedo irme? – Sehun habló, pero pensé que sería muy incómodo si él se iba y me dejaba solo con Kai, enfrentando mis sentimientos.
-No espera, si te vas me sentiré incómodo con Kai porque es la persona que me gusta. – Eso último debió haberse quedado en mis pensamientos, pero tontamente lo dije. Me quedé estático detallando su rostro, si había asco en su mirada o aprobación. Pero no, solo volteó a otro lado. Noté el ambiente tenso y rápidamente cambié el tema preguntándole a Kai que le gustaría de regalo.
Al rato los chicos de alguna manera me engañaron y se fueron dejándome solo. Lo que fue un alivio para mí pues no aguantaría estar tan cerca de Jong In sin lanzarme a besarlo. Desde hace ya casi un año empecé a verlo con otros ojos, ya no era amistad lo que reflejaba mi trato hacia él, y puedo decir que su manera de verme también cambió. No puedo asegurar que me ame como lo amo yo, pero talvez pueda existir una pequeña atracción física. O solo es mi imaginación. Lo que si es seguro es que me encanta estar a su lado, dormir con él en las noches que hace frío, o cuando nos quedamos a solas ensayando alguna canción. Cualquier momento en que podamos estar juntos es perfecto para mí.
Luego de ese largo día, nos fuimos a casa. Yo había decidido comprar el regalo para Kai, y se lo daría en el intercambio en dos días. Pero, ahora que lo pienso en dos días es mi cumpleaños…
Y ese día llegó, a las doce de la noche sentí unos gritos y luego como me arrojaban un montón de cosas pesadas, eran los chicos que se me habían lanzado encima, imagínense como fue tener once chicos sobre mí, haciéndome cosquillas y gritándome ¡Feliz Cumpleaños!
Ese día se suponía que teníamos una entrevista, así que todos se bajaron de mí rápidamente y fueron a sus cuartos a seguir durmiendo, menos Jong In, ya que él y yo compartíamos habitación. Me senté en la cama y arreglé un poco mi cabello. Él me miraba con una sonrisa sentado también en su cama. De pronto se levantó, tomó mi rostro con una mano y dejó un beso largo en mi mejilla. La sensación de sus labios sobre mi piel, su aroma sus pestañas haciéndome cosquillas en los pómulos y su mano acariciando suavemente mi otra mejilla… Todo era perfecto.
-Feliz cumpleaños Channie. –Dijo separándose apenas unos milímetros.
-Gracias… - Respondí nervioso y con el pecho hecho un caos.
-Bueno, hay que ir a dormir – Se apartó y fue a su cama, yo iba a acostarme pero Jong In dejó su manta abierta y me veía fijamente. - ¿Vienes? – Sonreí como tonto y sin responder me metí en su cama abrazándolo. Sus manos rodearon mi cintura y su rostro quedó apoyado en mi pecho, y así me quedé dormido de nuevo.
Me desperté de nuevo con una llamada de mi mamá y de mi hermana felicitándome y diciéndome cuanto me extrañaba, tanto o más de lo que yo las extrañaba a ellas; luego fui a arreglarme junto a los demás para empezar un nuevo día lleno de trabajo. Estábamos todos sentados esperando instrucciones cuando una chica del staff se cercó a nosotros.
-Los entrevistaremos uno por uno empezando por Chanyeol. – Los chicos me miraron sonriendo y de inmediato supe que algo andaba mal. Y resultó que así era. Me mandaron a otra habitación en donde había un montón de regalos sobre una mesa.
-Si adivinas quién te los dio te los quedas, si no, los pierdes. – Me avisó otra noona.
-Eso es muy cruel. – Dije causando las risas de todos.
Estuve en eso un buen rato, frustrándome al perder varias gorras, eso no era justo. Al final pude quedarme con varios regalos, menos de los que quería, pero peor hubiese sido haberme quedado sin ninguno. Admito que me entristecí un poco al ver el regalo de Kai y Sehun, esperaba algo así de ellos pero me decepcionó que Jong In no se esforzara tanto en mi regalo como los demás.
De la nada aparecieron los chicos cantando cumpleaños y me emocioné mucho. De verdad estaba agradecido con ellos, porque aunque teníamos una agenda apretada, se tomaron el tiempo para organizarme todo esto. Después de la conocida canción, tenía que pedir un deseo, y realmente no sabía que pedir. Así que me decidí por lo clásico. Cerré los ojos y junté mis manos. “Espero que todos sigamos estando unidos y que seamos mejores… Y que Jong In siga siendo mi amigo, pase lo que pase…” Soplé las velas esperando que mis deseos se cumplieran. Varios me abrazaron y otros aplaudían, entonces recordé algo.
-Compre algo en la mañana. – Dije con una sonrisa buscando el regalito detrás de mí.
-Veamos que compró chanyeol. – Dijo D.O hyung a mi lado. De inmediato mis ojos fueron a los de Kai.
-¡Wow una taza de Michael Jackson! Es tu ídolo de siempre Kai. – Dijo emocionado Jong Dae, y supuse que ya todos sabrían para quien era. Pero decidí darle algo de suspenso.
-¿No es para Kai? – Ese fue Lay hyung, y me estaba riendo internamente porque sé que Jong In debía estar impaciente.
-¿Para quien es? – Y mi sexy chico moreno preguntaba, esperando la respuesta.
-“Hola Kai… - Comencé a leer la carta que le había hecho con tanto amor y dedicación.
- ¡Aahh! – Kai soltó un grito emocionado, y ensanché mi sonrisa. Me gustaba hacerledetalles y verlo sonreír.
-…”es chanyeol hyung” – Proseguí, pero fui interrumpido.
-Fui el escogido. – Claro que era el escogido, lo elegiría a él antes que a cualquiera. Pero debía guardarme esas palabras y seguir leyendo…
-…”A pesar de que te dije que iba a hacerte un regalo, no esperabas que yo realmente te diera uno ¿verdad? Debido a que bailas tú siempre trabajas más duro que nosotros y sufres más. Gracias por siempre mostrarnos tu lado bueno y siempre pensar en nosotros. Es realmente precioso. Trabajemos duro este año nuevo y seamos mejor EXO que ahora. También trabajare duro en el baile. Hace frío así que usa esta cálida bufanda. La taza tiene la imagen de un cachorro y de Jackson hyung que te gusta. Kai, te quiero.” – Finalicé con una melancólica sonrisa. Sus oscuros y profundos ojos no se apartaban de los míos. Las comisuras de sus labios se levantaban apenas en una sonrisa nerviosa. Y todo a nuestro alrededor desapareció, podía quedarme ahí viendo sus ojos, podía quedarme ahí toda la noche deseando sus labios. Solo escuchaba el eco de las voces de los chicos gritando ¡Beso! ¡Beso! Y yo… quería ese beso…
-Esperen un momento, ni siquiera es mi cumpleaños. Estoy muy emocionado. – Dijo él con su suave voz. Iba a decir algo pero el irrespetuoso de Sehun habló primero.
-Ahora bésalo de una vez. – Jong In soltó una risa y se acercó a mí, pero todo lo que obtuve fue un abrazo, rodeé su cintura con mis brazos y él mi espalda, dejó su mentón en mi hombro y solo pude suspirar. Aquel abrazo duró más de lo normal, sentía mi corazón latiendo con fuerza, y seguro Kai podría escucharlo.
-¡Cásense! ¡Cásense! – Siguieron gritando todos, al momento de separarnos vi sus mejillas sonrojadas. Pero prefiero atribuirlo a la vergüenza que nos estaban haciendo pasar los demás con sus comentarios.
Más tarde, después de hacer un par de cosas más para el programa, nos fuimos a casa. Mañana la compañía haría una fiesta en mi honor, una de sus extravagantes y ruidosas fiestas. Así que debía descansar bien hoy para poder soportar a mis hyungs borrachos mañana. Poco a poco fuimos entrando a casa, algunos se acomodaron para ver televisión, otros buscaban comida en el refrigerador y otros comían lo que quedo del pastel de chocolate. Iba a mi cuarto, e incluso ya había dicho buenas noches y ya le había dado un beso en la mejilla a Suho hyung (Porque nos obligaba a todos a hacerlo, como toda madre sobreprotectora), pero sentí una mano detenerme por el brazo.
-Channie, ¿podemos hablar? – Era Jong In, que me miraba entre nervioso y suplicante.
-Claro – le respondí rápido. Me soltó y nos dirigimos a la azotea del edificio. Ahí era más tranquilo, lejos de los gritos de Baekhyun y las peleas de Xiumin con Luhan porque este no lo dejaba comer más pastel. Nos sentamos en posición de indio, uno frente al otro, en uno de los enormes sillones blancos, eran tan grandes que parecían camas. Miré a Jong In para que me dijera lo que pasaba, pero él solo observaba la ciudad, los edificios y el tráfico de Seúl. - ¿Qué pasa Kai? – Le pregunté con voz suave. Suspiró largo y tendido mirándome por fin.
-¿Yo te gusto? – Me quedé helado y no precisamente del frío que hacía. ¿A que venía eso? Solo guardé silencio, no sabía si admitirlo o seguir callando mi amor por él. Seguro pasaron minutos, pero yo ya no era consiente, viajaba en mi mente, sin saber que decir. – Yeol, dime, responde por favor. – Su voz sonó como si fuese a llorar, y entonces me atreví a mirarlo. En efecto, tenía los ojos cristalinos, con las lágrimas rebeldes esperando salir. Y de nuevo, me quedé mudo. – Llevas… Llevas casi un año tratándome diferente, haciéndome regalos, mirándome raro… ¿Sabes lo mucho que me afecta cuando me das besos en la mejilla? – Oh, con que era eso, le molestaba que actuara de esa manera…
-Lo siento. – Fue lo único que pude decir. Si lo incomodaba tanto dejaría de hacerlo…
-¿Por qué lo sientes? Chanyeol. – Tomó mi rostro por las mejillas y me dedicó una de esas sonrisas que me enamoraban cada día más. – Me gusta que lo hagas. – Mis ojos se abrieron más de lo normal y mi sorpresa fue mayor cuando sentí sus suaves labios pegados a los míos.
Comenzó como un simple contacto, solo estaba ahí, sin moverse, sosteniéndome de las mejillas. No se a dónde fueron a parar mis manos, creo que a su rostro también, no lo se, solo sabía que estaba besando a Kai, y eso era todo lo que quería saber. Se separó solo un poco, y entreabrí mis ojos que no recordaba haber cerrado.
-Me gustas. – Le dije por fin. Su sonrisa apareció de inmediato, y enrolló sus brazos en mi cuello lanzándose sobre mí. Su risa llegó a mis oídos contagiándome de ella.
-Tu también me gustas Yeol. – Lo tomé de la cintura viéndolo desde abajo. Su flequillo caía en mi rostro haciéndome cosquillas, y ese momento fui el hombre más feliz sobre la tierra, porque tenía a Jong In, porque lo había besado y porque lo amo. – Desde hace mucho. – Agregó sonrojado, y vaya que era extraño ver a Kai sonrojado.
-¿Sabes? Pudiste habérmelo dicho antes – Le di un beso en la punta de la nariz que lo hizo sonreír aun más.
-¿Qué? ¡Tú debiste decírmelo primero! – Me dijo de forma juguetona.
-¡Omo! ¡Ni que fueses una chica! – Ambos estallamos en risas que se fueron apagando poco a poco, hasta que solo nos quedamos mirando a los ojos con una sonrisa.
-Quiero volver a besarte. – Sus palabras me hicieron sentir algo cálido en el pecho y obviamente no pude negarme a ese pedido.
Sin decir más, juntamos nuestros labios, esta vez buscando más que un simple contacto. Atrapé su labio inferior entre los míos, succionándolo para después soltarlo y repetir la acción. Su deliciosa boca buscaba la mía como si fuese el aire que necesitaba, igual yo lo buscaba a él, y solo seguimos besándonos hasta quedarnos dormidos, abrazándonos como siempre que dormíamos juntos.