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El salvador que necesita ser salvado. por christalchii268

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Notas del capitulo:

Tras una serie de dias en que todo ha sido una montaña rusa de emociones, no todas agradables, aqui estoy .-.

Espero les guste este capitulo. Es largo con un sexy lemon y un final a mi gusto hermoso *-*

Adelante~

Capítulo 16: “Debe entender que es nuestro querido Inoue…”

El fantasma de una mirada brillosa y con sufrimiento lo siguió incluso cuando Inoue abrió los ojos algo agitado.

Esta vez fue muy claro y él estaba seguro de haber visto a una linda chica de largo cabello blanco con Mitsu. Ella era muy parecida a su amigo, y aunque el sueño seguía teniendo aquel sentimiento de desesperación y tristeza, fue un poco más diferente… Casi era agradable y tranquilo.

-¿Una pesadilla?- le susurro una voz suave en su oído. Inoue se tensó un segundo antes de sentir unas suaves manos tocar con gentileza su piel desnuda debajo de las sabanas.

-Dai… -suspiro relajado, tranquilizándose entre los fuertes brazos que lo rodeaban. –Lo siento…

-¿Por qué?

-Te desperté… -susurro avergonzado. Sus planes inmediatos al despertar no habían sido eso.

-No en realidad, pero sentí tus sentimientos alterados…

Inoue exhalo un poco molesto. Si bien él no podía controlar sus sueños, se incomodaba que alguien aparte de Miyagi supiera acerca de ellos. Sentía el conocimiento muy íntimo.

-No importa… -musito Inoue ausente.

-¿Quieres hablar de ello?

Inoue visualizo una vez más a esa chica. Era la primera vez que la veía, podía jurarlo, pero sus ojos azules tan idénticos a los suyos y esa manera de sonreír tan triste le eran familiares. Ella era él…

Él ya había mantenido ese tipo de sueños desde que era un niño. Nunca era claro, pero siempre se veía a sí mismo en dos replicas idénticas separadas por una pared invisible. Inoue desesperadamente quería llegar hacia su gemelo de imagen que lloraba, suplicándolo que lo salvara.

Años atrás la imagen cambio hasta que se transformó en Mitsu, que ya no lloraba, solo lo miraba detrás del vidrio y ponía su mano justo donde lo hacia Inoue. Casi tocándolo, pero siempre separados. Ambos ya estaban tranquilos, aunque la desesperación por estar cerca del otro nunca desaparecía.

Ahora era una chica que los veía con melancolía. Ella estaba al lado de Mitsu en el otro lado del cristal, pero aun así tenía la sensación que ella tampoco podía acercarse a ambos.

Ella también lucia desesperada por acercarse a Mitsu e Inoue que estaban ya tan cerca de estar juntos ahí, en ese fondo negro profundo que traía ráfagas de sonidos que muchas veces gritaba cosas sin entenderse. Cantos que Inoue sabía decía quien eran ambos para él…

-¿Inoue?- llamo Sakurai agitándolo suavemente. Él se sobresaltó y lo miro sorprendido.

-¿Qué pasa?- jadeo sin darse cuenta que apretaba la mano de Sakurai que reposaba en su cadera.

-Estas muy distraído esta mañana, amor. ¿Qué sucede?

Inoue suspiro y negó, llevándose con el movimiento el sueño que solo en un par de décadas acudía a él. Solo la recién relación entablada con Mitsu lo había traído de regreso. He incluso después del juicio no lo había tenido.

-Nada, nada. Solo tengo sueño… -contesto rápidamente Inoue, concentrándose mejor en Sakurai, que lo miraba escéptico.

Sus palabras no eran del todo mentira. El vampiro robo toda su energía el día anterior al poseerlo varias veces en la noche, siempre convirtiendo en gelatina su cuerpo.

Oh, vaya… Gelatina. Eso sonaba delicioso. Inoue estaba muerto de hambre ahora que ponía atención a su estómago.

-Tengo hambre- le comunico en un pequeño puchero a Sakurai que solo rio y lo beso.

-Yo también. ¿Qué deseas comer, chéri?

-No a ti… -se quejó sintiendo los pequeños húmedos besos que bajaban por todo su sentible cuello.

-Soy un vampiro. Me alimento de sangre… -dijo como única explicación a los suaves movimientos que hacía en su cuerpo con sus manos.

-P-pero no has comido de verdad en días. ¿Esta bien e-eso?- logro decir Inoue. Él sin darse cuenta ya se revolvía, sintiendo en su trasero la prueba de la excitación del hombre. La había sentido desde que despertó, aunque pensó que podría divertirse solo despertando al vampiro de esa sensual forma.

Como siempre, sin importar sus planes, Sakurai iba un paso delante de él, tomándolo, guiándolo, sin dejar que Inoue lo sorprendiera. O al menos eso pensaba él.

Olvidándose de pesadillas, enigmas y desayuno, Inoue volteo el rostro y se encontró con el beso que rápidamente Sakurai le dio. Gimiendo en el, enredando su interesada lengua con la contraria que lo probaba de la manera más sensual y erótica que Inoue podía soportar. Solo un par de caricias y un beso y ya lo tenía derretido por completo.

Sintiéndolo plenamente a su merced, Sakurai se aprovechó para moverlo a voluntad. Recorriendo con lentitud todo el contorno sonrojado de su rostro, sus ojos húmedos y seductores fijos en los suyos. Los labios entre abiertos provocándolo a besarlo, cosa que efectivamente hizo.

Inoue era su droga a esas alturas, una adicción que no planeaba dejar nunca.

Sus manos descendieron y tomaron con firmeza la erección del hombre, masajeándola firmemente, bebiendo de los dulces quejidos sexuales que Inoue dejaba escapar. Su cuerpo curvándose en busca de más placer y sus manos sujetándose con fuerza a los hombros de Sakurai, meneando descaradamente sus caderas.

Sin perder detalle lo vio envolverse en goce producido por sus actos. Se veía libre, sin preocupaciones, entregado a los más primitivos y animales sentimientos. Su ser completo exclamaba gusto por la situación en la que se encontraba, eso encendía increíblemente a Sakurai, acostumbrado a satisfacer a sus amantes, pero con la novedad preciosa de que esta vez mantenía consigo al elegido. Su último compañero que lo complementaria.

Cada caricia y movimiento parecía mágico y único mientras le hacia el amor con entrega y ternura. Su cuerpo repleto de diversos sentimientos que solo lo obligaban a tocarlo más, besarlo, marcarlo como suyo. Entregarle su liberación al recordarle que en la vida de Inoue no habría ya nadie más.

El profesor grito al techo cuando Sakurai mordió con fuerza su cuello. El caliente líquido de su eyaculación cubrió la mano de Sakurai, sin embargo él no dejo de acariciarlo, alargando más su orgasmo, dejando de beber de él.

Nadie nunca más. Inoue era suyo incluso si aún no se le permitía reclamarlo. Desde el momento en que lo conoció, en el instante en que nació… Inoue no fue creado para Miyagi You, si no para Sakurai. Solo suyo, para toda la vida. Debía convencer de eso a Inoue para no ser separados.

Un desconocido sentimiento se hizo cargo de las acciones de Sakurai y con brusquedad le dio media vuelta en la cama a Inoue. El hombre abrumado por su culminación si apenas se quejó, encontrándose repentinamente de cara con las sabanas. Inoue solo alcanzo a sostenerse precariamente de la cabecera antes de ser puesto sobre manos y rodillas, sus piernas separadas y Sakurai en medio de ellas, atrás de él, sobando la hinchada cabeza de su pene en su temblorosa entrada.

Con vergüenza y ansias él solo agacho la cabeza, cerrando los ojos. No quería en realidad reaccionar a tan bruscas maneras, pero no podía evitarlo. Solo podía estremecerse, gemir en voz baja mientras el hombre solo lo provocaba y no hacía más que jugar. Y cuando por fin entro, lo hizo de un violento empuje.

-¡Daisuke!- grito sorprendido Inoue, su voz solo sonando complacida incluso a su entendimiento. El feroz comienzo de constantes embestidas lo tomo de tal sorpresa que cayó sin energía en el colchón, solo sostenido por su cadera en un firme agarre.

Inoue fue repetidamente empujado hacia delante, gritando su satisfacción en desvergonzados sonidos. Su interior tan estrecho y caliente solo provoco que Sakurai aumentara el ritmo y gruñera de una peculiar forma que excito más a Inoue.

Él no sabía que demonios había pasado, pero no iba a quejarse.

Totalmente perdido se encontró con cada empuje como pudo, quedándose sin aliento cada vez que Sakurai se incrustaba más en él. Su piel estallaba en sudor y su cabello era un lio revuelto impidiéndole ver más que lo que sus lágrimas de disfrute le permitían.

Sakurai gruño de nuevo e inesperadamente le dio una recia nalgada, sobresaltándolo inmediatamente, pero sin poder impedirlo, también gritando y derritiéndose, perdiendo toda fuerza que pudiera tener.

Su compañero gimió bajo al sentirse rodeado insoportablemente por calor, sus movimientos perdiendo algo de ritmo por la sorpresa de la reacción honesta de Inoue.

Él había sabido que el profesor disfrutaba del dolor, pero nunca considero hasta que nivel. ¿Le encendían las nalgadas y el sexo rudo? Sakurai jadeo. ¿Cuán excitante era eso?

Mareado por tanto placer y sensaciones él solo pudo continuar con sus embestidas castigadoras, dejando caer de vez en cuando su mano con la fuerza suficiente para marcar su huella en la nívea piel. Inoue parecía no oponerse mientras sollozaba entregado, quieto y recibiendo todo lo que Sakurai ejercía en él.

Su lindo y redondo trasero se tiño de rojo cuando Inoue por fin se dejó ir, justo cuando Sakurai sabía que no duraría más. Incluso cuando lo lleno de su liberación y cayó a la cama, encima del agitado y tembloroso hombre, Sakurai no dejo de masajear la maltratada carne y entrar en él suavemente, besando con delicadeza su cuello, sus hombros, su mojado y pegado cabello.

Siendo muy consciente de que era bastante más pesado que su compañero no tardó en darse la vuelta llevándose consigo al atolondrado Inoue. Sin queja ni reconocimiento lo acomodo entre sus brazos y espero que la respiración de ambos se tranquilizara, su vista se aclarara y su mente bajara de la nube de dicha. Sus cuerpos sin fuerza y cansados era una batalla perdida.

Ellos permanecieron en silencio por un largo tiempo. Sakurai estuvo bastante seducido a dormir por el intenso ejercicio, sin embargo sintió claramente como poco a poco Inoue se recuperaba y se ponía tenso, nervioso, incluso incomodo revolviéndose suavemente. Él solo suspiro apretándolo a su cuerpo ligeramente.

-¿Te hice algún daño?- le susurro sin verlo. Inoue paro repentinamente sus inconscientes movimientos y negó, bajando su rostro parcialmente oculto en el pecho de Sakurai. -¿Seguro?- insistió, solo por el deseo de escuchar su afirmación.

-Si…

-¿Si te hice daño, o si estas seguro?- bromeo, pero Inoue no aprecio el gesto y solo bufo.

-No es momento, Daisuke…

-Para ahí, amor. Ambos disfrutamos, ¿cierto? Mientras no te extralimites todo está bien…

-No digas más… -gimió Inoue, deshaciéndose de sus brazos para sentarse libre en la cama. Sakurai acostado de lado solo vio su atractiva espalda cubierta por su largo y revuelto cabello.

-¿Qué pasa, Inoue? ¿Crees que te juzgare o pensare menos de ti porque te gusta rudo, amor? Me excita, a ti también, fin. Es entre nosotros solamente, y ciertamente no espero tener a un sumiso ante mí. No quiero que me llames señor o que gatees por el suelo. Ni siquiera quiero que lleves un collar, y sé que tú tampoco. Me hubiera dado cuenta si tus gustos fueran tan entregados…

-Calla… -suplico en voz baja Inoue, pero Sakurai solo sonrió levemente cerrando los ojos.

-Nunca te hare daño que no me pidas, Inoue. Entre nosotros es más fácil esto porque fácilmente puedo leerte. Sé cuándo parar y tú tienes la opción de pedirme que me detenga. No es lo mismo que en el pasado…

La referencia inevitable hizo que Inoue llegara a su límite y quisiera escapar. Sakurai haciendo uso de su rapidez como vampiro llego a él y lo rodeo con sus brazos, impidiéndole irse. El profesor lucho un poco antes de hacerse en su custodia, sollozando levemente, esta vez no de placer.

-Lo se… Usabas esto como castigo, ¿cierto? Un método para hacerte daño y a la vez olvidar todo por un momento… -susurro Sakurai en su oído, asegurándose de que su tono no fuera incriminatorio.

Inoue jadeo y esa fue su confirmación. Lo que sabía sobre su pasado y los términos básicos y fundamentales de las relaciones *BDSM solo decían lo evidente. Inoue en el pasado era un sumiso manejable otorgando el poder para él no tenerlo, solo permitiendo que pensara el dominante, que fuera su dueño.

Sakurai aguanto su enojo y solo acaricio gentilmente la punta de su nariz en el cuello descubierto de Inoue, relajándolo.

-Prefiero darte un beso antes que un golpe, chéri. Puedo llegar a enojarme, pero es muy raro que me desquite con el culpable de mi enojo. Mucho menos con un inocente. ¿Quieres un castigo y dañarte? En ese caso yo no te puedo ayudar en ese sentido, sin embargo te escuchare, besare y te hare el amor suavemente hasta que olvides todo este auto desprecio que posees. Y cuando quieras algo intenso, solo disfrutando del momento que podemos compartir juntos, entonces solo comunícamelo. Soy tu Kypher od mi Sjol, Inoue, no tu dueño.

 

 

Estando en la cocina y viendo de reojo a Inoue, Sakurai se alegró de verlo sonreír ensoñado y perdido en el tranquilo momento que compartían antes de comer comida de verdad.

-Secreto, odio el té. Verdad… Estoy pensando en ser socio activo de Kanou Somuku… -sonrió Sakurai cuando Inoue expreso sorpresa.

-¿Cómo puedes odiar el té? Sabe bien con leche… -rio Inoue, evidentemente siendo travieso al sacar eso a colaboración en cambio de lo otro. Sakurai le siguió el juego.

-Puedo fingir en cosas diplomáticas, pero no pediré una segunda taza… -hizo una mueca. Inoue sonrió.

-Ah, por cierto. Si desea de verdad involucrarte con Kanou, tendrás que estar dispuesto a muchas cosas con referencia a su relación de trabajo. Aunque es un conocido, aun no logro comprenderlo del todo. De hecho dudo que alguien lo haga, incluso si tiene a su Chaton… -negó Inoue viéndose solemne. Eso solo hizo reír a Sakurai.

-Lo tendré en cuenta, mon ame. Anda, sigues… -le dijo haciéndole una seña para que siguiera su serie de juegos. Inoue hizo una mueca pensativa mientras balanceaba los pies de adelante hacia atrás como un niño pequeño sentado en la encimera.

-Mmm… Regresando al tema del té… Verdad, solo después de Mitsu me encanto el té. Secreto… suelo tener alumnos favoritos escasos… -susurro avergonzado. Sakurai no pudo evitar reír.

-Tu secreto está a salvo conmigo, solo ten cuidado de no ser despedido- se burló. Inoue solo desvió la mirada.

-Tu turno…

Sakurai fue por la comida que llegaba para ambos en el Microt y la llevo a Inoue, en un salto acompañándolo en el alto lugar del mueble, comiendo después a su lado.

-Secreto, tome clases en privado de arpa para que mi hermano mayor no me molestara por mi falta de talento…

-¿Sabes tocar el arpa?- interrumpió Inoue, mirándolo fascinado.

-Solo después de tres horas diarias ensayando muy entrada la noche- rio Sakurai, vagamente recordando esos años de adolescencia en donde Azelleb era inmenso y nunca dejaba de sorprender su joven mente.

-Sería un honor escucharte algún día… -susurro Inoue mirándolo de tal manera cálida que Sakurai se sintió avergonzado.

-Verdad, soy un desastre con el ajedrez. No tengo paciencia para esperar a mi contrincante.

Inoue rio un poco y bebió del vino que sirvió para ambos en una copa. Días atrás le había prometido a Sakurai no terminarse dos botellas en un solo día como anteriormente sucedió. Sakurai no quería saber nada de que él ayudo a que se acabara.

-Verdad… Una vez vencí al mayor general del Reino Oscuro en una partida de ajedrez. Secreto… hice trampa…

Fue el turno de ambos de reírse. Sakurai estaba por confesar hacer algo similar con uno de sus hermanos cuando el dispositivo que anunciaba una video-llamada sonó en su departamento, sobresaltando a Inoue.

-¿Y eso? Desde que llegue no te han buscado… ¿Algo grave?- pregunto preocupado. Sakurai dejo su plato y rápidamente se levantó de su lugar.

-Es probable. Puse un filtro para que solo urgencias fueran admitidas.

Mientras lo decía, Sakurai llego ante el pizarrón electrónico que tenia cerca de su sala enfrente de un cómodo sillón. Básicamente lo tenia de adorno, pues casi nunca lo usaba. Él solía manejar la mayoría de las cosas tecnológicas de su departamento por su brazalete.

Abriendo la pantalla solo vio un mensaje de texto. Extrañado lo leyó.

 

Te vigilan. Ten mucho cuidado. Piensa bien y por favor, no pienses en ti, si no en él.

Una sola acción cambiara el rumbo de sus destinos.

 

-¿Dai? ¿Está todo bien?- llamo desde la cocina Inoue. Sakurai se apresuró a borrar el mensaje y la sensación de pánico que se arremolinaba en su interior.

La firma clara al final de la hoja carmesí electrónica le dio un escalofrió. Su padre.

-¿Qué pasa?- llego Inoue agitado, llevando casi naturalmente una gentil mano a su rostro pálido. -¿Debemos irnos? ¿Necesitas ayuda? Habla, Daisuke. Me estas preocupando…

Sakurai no dijo nada y solo lo tomo entre sus brazos y beso. Su desesperación seguro aturdió a Inoue, pero el hombre no dijo nada solo abrazándolo con suavidad, acariciando lentamente su espalda, tranquilizándolo.

-Prométeme que te cuidaras, Inoue… Júralo, amor.

-Por supuesto- contesto Inoue seriamente, sus ojos decididos. –No permitiré que nadie más me dañe.

-Genial… -suspiro él más tranquilo.

-¿Me dirás que está sucediendo?

¿Debía? Sakurai conocía lo suficiente a su padre y reconocía cuando el hombre se encontraba atado de manos ante una situación determinante para un destino. Sakurai sospechaba que el Rey vio el desenlace asociado a ellos, Inoue y Sakurai, como pareja destinada.

-Por favor, Daisuke… Puedes confiar en mí…

-No tengo certeza, amor. Solo sé que nuestro destino esta próximo a sellarse… -logro susurrar. Inoue jadeo y se aferró fuerte a él, temblando.

Y por supuesto el profesor temía. Toda su vida adulta vivió temiendo que una profecía dicha a temprana edad se realizara, marcando su final y el de su familia de la peor manera.

El destino no podía ser tan cruel al probarlo dos veces así… ¿cierto?

-No lo permitiré… -gruño Inoue repentinamente enojado. La temperatura bajo unos cuantos grados. –Estoy cansado de que otros digan que puedo hacer. Esto es entre tú y yo, Daisuke. Solo nosotros podemos decidir. No aceptare intervenciones que decidan el final por nosotros.

Sakurai sabía muy bien que eso no era una confesión de amor, pero su corazón lo sintió como tal. Sus inseguridades acerca de dónde iba el enlace con Inoue se fueron mientras tomaba su rostro y lo besaba sutilmente, solo acariciando sus labios y probando la calidez del beso, de su corazón.

-Yo tampoco lo permitiré, Kypher od mi Sjol.

-Genial… -rio Inoue nerviosamente. Sakurai apoyo su frente en el cabello de su dulce, inundándose de la pasajera tranquilidad que traía esa tarde de verano en el perfecto Celes.

-Vamos, terminemos de comer para que pueda hacerte el amor.

-Podemos hacer ambos, ya sabes… -provoco Inoue volviendo a ser él mismo. Sakurai negó y tomo su mano, guiándolo a la cocina y ayudándolo a subir de nuevo a la encimera al tomarlo por la cintura.

-Secreto… tu sonrisa se lleva todas mis preocupaciones, chéri.

 

 

Inoue gruño molesto dándose la vuelta y dejándose abrazar por el fuerte brazo que rodeaba su cintura. Volviendo al limbo de los sueños abrigado por el cálido cuerpo apoyado en su espalda, Inoue se relajó unos segundos antes de que la molesta voz en el interior de su mente volviera a despertarlo.

>>¡¡¡Inoue!!! ¡No seas infantil y contesta, maldición!<<

>>¿Qué te he dicho acerca de gritar en mi cabeza, Miyagi?<< suspiro Inoue por fin rendido. Abriendo sus ojos siguió el fuerte enlace hasta conectar en su totalidad con su mejor amigo.

>>Oh, pues disculpa. De alguna maldita manera tenia que contactarme contigo después de toda una semana<<

Inoue giro los ojos por el dramatismo de su ofendido amigo. Muy en lo profundo él sabía que lo había extrañado, pero eso no quitaba el resentimiento porque simplemente interviniera en la burbuja perfecta que en ese tiempo fabrico al lado de Sakurai.

>>Bien, ya. Me despertaste… ¿Qué deseas?<<

>>¿Estas dormido a las cinco de la tarde?<< Pregunto Miyagi con un sutil rastro de humor. Inoue gruño.

>>Miyagi…<<

>>Bien, bien…<< dijo el hombre con rapidez. >>En primer lugar. ¿Estás bien? Desde que te fuiste cerraste toda comunicación con nosotros y tus sentimientos. Aquí todos están preocupados…<<

Inoue se giró en la cama y puso una mano encima del pecho desnudo de Sakurai. El vampiro en su sueño lo atajo más por su cintura y murmuro algo. Inoue rio divertido y apoyo su frente en la caliente pared de carne.

>>Estoy en el mejor de los estados. Un poco adolorido y aturdido, no te lo negare<<

>>Sin detalles, Inoue<< intervino Miyagi en un gruñido. Inoue sonrió nostálgico sin recordar a tiempo que el enlace de nuevo estaba abierto y Miyagi podía leer sus sentimientos. Inmediatamente lo pensó, Miyagi jadeo en su mente.

>>Lo se… Es extraño de mi parte, ¿no?<< suspiro Inoue antes de que su amigo dijera nada. Solo a él por el momento le permitiría el saber sobre sus pensamientos.

>>Si, es inusual… Aunque me hubiese gustado que sonaras tan feliz y tranquilo antes de la llegada de él…<< cedió el profesor casi en berrinche.

>>Sakurai, Miyagi. ¿Puedes hacer mínimo el intento por mí?<<

>>¿Tú lo estás haciendo, Inoue? Desapareciendo por toda una semana con él, quien básicamente es un extraño, cortando toda comunicación con nosotros… ¿Has pensado siquiera en lo preocupados que estaban todos? Shinobu y Risako incluso estuvieron por aparecer con Poder en donde estuvieras para saber que había ocurrido. Ellos casi me matan por dejar que solo te fueras sin más… y en las peores circunstancias, Inoue<<

>>Basta…<< pidió Inoue en un cortado gemido. Al momento Sakurai despertó y lo separo un poco de él, mirándolo preocupado. Inoue solo negó y volvió a su lugar en su pecho, sintiendo con agradecimiento al vampiro abrazarlo, apoyándolo en silencio.

>>Mira… No entiendo nada, Inoue. ¿De acuerdo? Ese día solo supe que ese bastardo los estaba atacando, hirieron al vampiro y tú casi entras en crisis. Vi como nunca antes como poco a poco te perdías… Después ese hombre nos amenazó a Kazamiya y a mí y desapareció contigo. Ponte en mi lugar Protector y dime si tú no estarías muerto de la preocupación por saber cualquier cosa y no solo un “Estoy bien, pero por un tiempo no apareceré. No se preocupen”<<

>>Lo siento…<< Sollozo Inoue aferrando a Sakurai mas cerca de sí.

>>¡No lo hagas!<< replico exasperado Miyagi, sus sentimientos confusos incluso para Inoue. >>Si, estamos preocupados; si, lo que hiciste esta mal, pero… << Miyagi suspiro y de la nada su tono fue más dulce, amoroso, agradecido. >>Si hubiéramos sabido que estabas en peligro habríamos actuado, Inoue. Lo único que percibo de ti es que estas feliz, halagado… permitiéndote ser cuidado. Eso solo lo hemos logrado a medias nosotros, y eso ya dice mucho a mí de ese hombre. No te puedo prometer que lo perdonare por ponerte en tan grave y constante peligro con su decisión, pero si tu estas dispuesto a aceptar… Bueno, solo me tomara mi tiempo, lo siento…<<

Inoue rio un poco, apretando sus labios juntos. Lo que ofrecía Miyagi era mejor de lo que había esperado.

>>Gracias, Miyagi… Es… muy importante y preciado para mí. Quiero… darle una oportunidad a esto. ¿Me apoyaran? Sin ustedes no lograre sentirme completamente feliz y a salvo, lo sabes…<<

Miyagi suspiro y mando por el íntimo lazo su preocupación y deseos por lo mejor para Inoue. Él sollozo más.

>>Siempre, Inoue. Solo si eso te hace feliz, amigo…<<

>>¡Y-ya, tonto! Me estás haciendo quedar como un niño pequeño enfrente del Tercer Príncipe Vampiro…<<

Inoue sintió como Miyagi y él sonreían. La realidad e intensidad de su relación que sobrevivía intacta a pesar de los siglos juntos regreso con toda claridad después de estar separados por tanto tiempo después de décadas de no hacerlo.

>>¿Y segunda? ¿Por qué más me invocas?<< rio Inoue mentalmente.

>>Vera, mi Sir… después de su abrupta partida y dejar sin palabras su hueco a que su preciada familia lo llenara momentáneamente, varias personas han estado muy preocupados por usted. Cabe resaltar a un muy pequeño y poderoso brujo, un Chaton con poderosas fuentes y un hijo apegado a vos, y una serie más de individuos que estuvieron a punto de poner una notificación de desaparecido en la Policía Especial de Celes…<<

Miyagi sarcástico, frio y resentido… Las cosas tras su partida fueron graves.

>>¿Y tercera?<< pregunto muy quedito Inoue.

>>Las Vacaciones Medias están por llegar. El rector entiende tu situación, pero no te olvides del maldito proyecto que tan amablemente te llevaste contigo en el brazalete y no me dejaste para terminarlo por ti. Desde hace días nos lo piden. Es una investigación importante y tú la pediste, Inoue. La quieren de ti y una charla para el último día de clases. Después si deseas desaparecer los tres meses de vacaciones que tenemos, adelante…<< bufo Miyagi. Inoue sabía que tenía un infierno de posibilidades de hacer eso de nuevo.

>>Entiendo… Mira, te enviare el trabajo. Ya está terminado, dale una hojeada y me dices tus conclusiones<<

>>¿Y la reunión?<<

Inoue suspiro en debate. Levantando la mirada vio los ojos más intensos y rubí que alguna vez observo.

Ante la curiosa mirada de Sakurai, Inoue lo beso intensamente, adueñándose de su boca mientras se pegaba a él. Su compañero inmediatamente le correspondió y bajo una atrevida mano a su maltratado trasero.

>>¿Inoue?<< llamo Miyagi.

Inoue consiente bloqueaba esos sentimientos de ser leídos. Él rio un poco y miro a Sakurai devolverle la sonrisa traviesa.

-El exterior nos alcanzó, Mon amour… -le dijo al vampiro, contestándole al mismo tiempo a Miyagi. >>Iré…<<

 

 

Sakurai no estaba nervioso. Era un vampiro real, criado con los mejores lujos, educación y amor. Un solo gesto distraído y podía obtener lo que deseara en capricho. Su trabajo en iguales de condiciones, llenando sus cuentas bancarias con millones cada minuto. Era considerado de los hombres más ricos, influyentes y guapos del poderoso Celes. Él no estaba nervioso.

Claro que no sabía que desenlace tendría después de entrar con Inoue por esa puerta, pero por su honor él no se echaría para atrás ya estando enfrente de la entrada del departamento del Protegido, mejor amigo, familia de Inoue y profesor universalmente reconocido, Miyagi You.

¡¡Sakurai no estaba nervioso, maldita sea!!

-¿Dai? Si quieres no tienes que entrar. No tienes que verlos, cariño… -llamo Inoue preocupado, acercándose un poco a él para poner una mano en su hombro.

Sakurai logro sonreír por la manera tan dulce en como actuaba Inoue con él últimamente.

Lo había descubierto tiempo atrás. Fue muy duro para Inoue al final decirte absolutamente toda su vida, secretos y sentimientos, pero cuando por fin lo hizo, el profesor no estaba inquieto y a la espera de que Sakurai lo traicionara, él parecía más cercano, confiado y tranquilo alrededor suyo. Casi parecían la pareja formal que no eran.

Él no dijo nada acerca de eso y se agacho a besarlo en su frente, retirando un mecho de suave cabello.

-Esta bien, chéri. Vamos, te han esperado por mucho tiempo.

-Ahora yo soy el nervioso por entrar aquí… -susurro Inoue mordiéndose su labio inferior.

-Yo no estaba nervioso… -devolvió infantilmente, inclinándose para tocar el timbre. Inoue rio, giro los ojos y tomo con una mano a Sakurai y con otra acerco su brazalete a la puerta, esta inmediatamente abriéndose ante él.

Por supuesto, que tonto de parte de Sakurai olvidar que Inoue podía entrar como si nada. Él también, teniendo en cuenta que anteriormente Miyagi le había dado permiso de pasar.

Ambos entraron al silencioso pasillo detrás de la cerrada puerta y avanzaron aun tomados de la mano. El agarre no sirvió de nada cuando llegaron a la abarrotada sala y tres personas se abalanzaron hacia Inoue, abrazándolo y tirándolo al suelo.

-¡Inoue!

-¡Nii-san!

Sakurai sonrió aliviado del susto y miro a los dos Chaton de la familia y a la única mujer abrazar al aturdido y tirado Inoue. Su rostro demostraba escepticismo y agradecimiento en grandes oleadas que incluso Sakurai, sin el peculiar enlace que disfrutaba la familia, percibía.

-Ya, ya… ¡Me están ahogando, chicos!- se quejó Inoue debajo de todos. Risako y Johnny rieron mientras Shinobu se sentaba en sus tobillos y le daba un fuerte golpe atrás de la cabeza a Inoue.

-¡Desapareciste por una semana, bastardo!- le grito colérico, fulminándolo con sus ojos grises. Asombrosamente Inoue solo rio y se sobo como pudo el lugar golpeado.

-También te extrañe, Shinobu-chan. Sí, me encuentro bien. Lamento preocuparte.

-Pues lo último lo hiciste, Kazuhiko… -intervino una voz masculina. Sakurai levanto la mirada y vio al esposo de la chica sonreírle al profesor. –Bienvenido a casa. Nos alegramos que estés bien.

-Siempre tan formal… -rio Inoue un poco anonado.

-Bienvenido… -susurraron tensos Miyagi y Sumi a la vez. Sus idénticas miradas de recelo dirigidas brevemente a Sakurai. Él los saludo de una leve inclinación de cabeza.

-Bien, estoy en casa… -sonrió Inoue y después dio una palmada suave a los chicos que aún estaban parcialmente encima de él. –Déjenme levantarme antes de que el feroz vampiro se ponga a la defensiva… -apremio.

El comentario hizo que Sakurai se sobresaltara mentalmente con brusquedad. Quizás sus instintos estaban más calmados por el tiempo a solas que pasó con Inoue después del importante descubrimiento o por saber quiénes eran todos los de la habitación, pero Sakurai se vio relajado y en calma mientras los veía tocar a su destinado. Eso prometía una buena ruta inmediata.

Saliendo de pensamientos Sakurai se estiro para ayudar a Inoue a levantarse, pero antes su sorpresa lo hizo mejor el Chaton copropietario del departamento. Este lo miraba de reojo con amenaza.

-El vampiro me toca y le corto las pelotas…

-Un gusto volver a verlo, Shinobu-kun… -sonrió Sakurai divertido. El Chaton bufo soltando la mano de Inoue que se levantó igual sonriendo. –Igualmente, un gusto… Risako-san, Jonathan-kun… -saludo a los restantes chicos de pie. El Chaton palideció ante su mirada.

-Johnny- corrigieron rápidamente todos por el chico.

Sakurai miro a Inoue y recordó lo que el hombre le había dicho del Chaton. Él quiso tanto golpearse contra la pared…

-Perdón… Johnny-kun… -susurro Sakurai dándole una inclinación al chico. Este sonrió tensamente y miro a Inoue, abrazándolo después.

-Bienvenido, Nii-san… Nos tenías preocupados… -susurro siendo correspondido.

-Lamento eso, Johnny-chan. ¿Cómo ha ido todo?

-Bien ahora que estas de regreso… -sonrió el chico y se separó de él para que la antes Princesa tomara su lugar.

-Después Shinobu y yo nos tomaremos venganza por esto, ¿entendiste?- le gruño ella, pero aun así su caricia gentil en el rostro de Inoue desmintió su enojo.

-Lo estaré esperando impaciente… -rio Inoue y después cayó de rodillas ante la consternación de Sakurai. -¿Cómo esta mi hermoso y pequeño sobrino?- pregunto depositando una suave caricia al vientre de la mujer.

-Nervioso. El único ser poderoso y capaz de traerlo al mundo en su momento desapareció sin dejar casi huella… -respondió ruborizada por el íntimo gesto. Inoue en su posición la observo ceñudo.

-Hablo en serio, Risako. ¿Te has estado cuidando adecuadamente este tiempo?

-Claro que si, Nii-san. Gaby-san tiene varios consejos que he adaptado para mí. Estará bien… -sonrió nerviosa, impidiendo que Inoue alejara su mano de su vientre.

Viendo de pasada las miradas preocupadas y nerviosas de la familia, Sakurai no se pudo abstener de intervenir.

-¿Sucede algo apremiante con vuestra criatura, Risako-san?- susurro tratando de ser gentil como solo lo había logrado en Inoue. Ella hermosamente le sonrió con un tinte triste.

-Soy de Imi-nashi. Mi esposo igual. La tasa de embarazos interrumpidos en mi original mundo y en mis genes es peligrosamente alta. Un ochenta por ciento de que mi bebé no lo logre… -confeso con voz temblorosa. Inoue exhalo y deposito un suave beso en el vientre con vida de la chica.

-Es solo una estadística, Risako. Eres, a pesar de todo, una Princesa, con el poder que conlleva. Stravros un poderoso Protector con genes eficaces en entregar descendientes fuertes.

-El hijo de un Señor y un Protector, Sir… -susurro amargo el mencionado. Inoue lo fulmino aun de rodillas.

-¿Disculpa? Que no fuera mencionado no quiere decir que no haya existido. ¡Por los dioses, Miyagi! ¿Recuerdas a esa mujer de cabello negro y poder de Fuego que leímos en las listas de ejecución enterradas en aquel deposito? Tú y yo sospechamos que ella era producto de una relación así y fue eliminada antes de que descubriera su poder. Un Poder tal vez incluso mayor que el de sus padres al ser producto de las dos personas más poderosas del Reino. ¡Vamos! Tú dijiste que por la fecha y la de tu bisabuelo, ella era la Heredera…

-Inoue… -susurro Miyagi haciendo un gesto vago con la mano.

-Independiente de eso, nada malo sucederá, Risako– intervino Shinobu casi enfadado. –Sé que Imi tenía a sus curanderos y Poder, pero no los recursos sanitarios, ¿cierto? Incluso por la guerra eso empeoro en las mujeres en encargo por las secuelas. Celes es diferente. Todos haremos lo posible porque ese niño nazca y lo protegeremos.

Sakurai se estremeció solo un poco por la decisión que vio de todos. En especial la de los Chaton.

-A Gaby-san también le dieron poca probabilidad, Nee-san. Su situación era peor porque literalmente no sabían que sucedería. Nosotros tenemos ventaja en que sabemos que evitar y que hacer. Si te cuidamos como a él, todo estará bien…

-Hide nació con problemas, Johnny… -recordó Risako abatida.

-¡Y un demonio!- gruño Sakurai en su límite. Todos le miraron sorprendidos. –Mujer, para tus malos pensamientos. Eso afecta a tu hijo. Él en este momento es vulnerable, está en peligro, pero aun lucha por vivir. Te necesita fuerte. Requiere que sus propios padres lo amen, esperen y cuiden. ¡Que luchen porque todo salga bien! Lo demás solo se dará…

>>¡Además!- levanto la voz para evitar ser interrumpido por ella. –Shinobu-kun tiene razón. Celes no puede entender del todo situaciones como las suyas, o incluso las del mundo paranormal, pero he visto a dignos doctores ayudar y tener éxito en nacimientos malditos en mi hogar de origen. Ayúdelos y ellos la ayudaran. ¿Precisa más ayuda? ¡Pídala! Los Sanadores de mi reino manejan cientos de remedios ante cualquier situación en el parto. Unas palabras y obtendré ayuda de Elfos. Ellos tienen…

-Magia desconocida y antigua… -susurraron Inoue, Miyagi y Stravros. El primero se apresuró a levantarse y se reunió con la curiosa mirada de Sakurai.

-¿Puedes en realidad ponerte en contacto con ellos? Sabemos de muy buena fuente que nuestra gente en Imi no se extinguió por su intervención en nuestras mujeres del reino. ¡Fue la prohibición a esa cura lo que llevo tan alto la tasa de mortalidad fetal! Por favor, Dai…

-C-claro, chéri… -contesto descolocado Sakurai, apartando el rebelde cabello de Inoue que tapaba su rostro suplicante. –La raza suele ser aislada y recelosa, pero unos cuantos me deben un favor. Ustedes díganme cuando y hare que vengan desde Azelleb.

-Nii-san… -susurro inquieta la mujer, pero Inoue no quiso saber nada de eso al cerrar sus ojos y dejar caer su cabeza.

-¡Calla, Risako! Ese precioso ser nos acompañara en nuestra familia incluso si debo ponerme al total servicio del Rey Elfo más cercano. Así que cállate y por el momento cuídalo. Será nuestra mayor esperanza si las cosas van mal…

El hombre que ahora sabia se llamaba Stravros corrió a abrazar a su conmovida esposa. Ante sus ojos el amor más puro e intenso se mostró en su esplendor mientras ella le devolvía el abrazo agradecida con su compañero y familia, que en ondas abrumadoras para los agudos sentidos de Sakurai, entregaban apoyo y decisión.  

Ellos en verdad eran una familia incluso si nacieron y desarrollaron en diferentes lugares y familias de sangre.

El hermoso momento se interrumpió por el brazalete de Inoue que vibro continuamente, haciendo reír al hombre.

-Ni dejan que pase unos minutos. Inmediatamente activo el trasto me bombardean… -se lamentó, retirándose un poco para revisar toda su correspondencia y contactos.

-¿Quieres manejar todo en el pizarrón? Puedes tener una conferencia con todos y acabar más pronto… -propuso Shinobu, moviendo suavemente atrás de él su larga colita.

-Genial, sí. Eso hare… -Inoue vago su mirada por la sala, buscando algo. -¿Y dónde está?- pregunto, seguro refiriéndose al objeto tecnológico.

-Lo cambiamos a la recamara.

-¿Dónde?- levanto una ceja Inoue travieso por alguna razón.

-Por aquí… -gruño el Chaton irritado, guiándolo más adentro del departamento.

-Espera, Inoue. ¿Y el proyecto?- los alcanzo Miyagi, caminando con ellos.

-Lo traigo conmigo. De camino lo revise… -dijo el profesor antes de desaparecer en un pasillo y que su voz se apagara.

Sakurai se encontró de pie solo con el resto de la familia que al mismo tiempo dieron con ese hecho. Risako aun apoyada en su esposa soltó una risita por la incomodidad de Sakurai y dio un gesto vago con su mano, muy parecido al que hacia Inoue.

-No te atacaremos ni nada parecido. Nii-san se enojaría… -dijo divertida. Sakurai giro los ojos mentalmente.

Stravros acostumbrado a la actitud de la mujer la guio con tranquilidad a la sala, pidiéndole que los siguiera. Con medidos pasos se sentó solo en un sillón de dos plazas mientras las otras dos parejas se acomodaban tranquilos en otro sillón al lado del suyo.

-¿Quiere algo de beber, Sakurai-san?- ofreció nervioso el Chaton rubio, moviendo rápidamente su colita larga.

-Sí, gracias. Lo que sea esta bien…

El editor Sumi evito que su amante se levantara y le robo un sutil beso, retirándose por los refrigerios por él. El chico ruborizado bajo su mirada junto con sus orejitas y un educado silencio por los demás prosiguió.

Sakurai dejo vagar su mirada por el departamento. No era tan lujoso y privado como el de Inoue y Sakurai, pero se notaba caro y acogedor. Un gran ventanal atrás de la sala que tenía varios sillones extra. La habitación contaba con chimenea un poco apartada y dos mesas juntas de café al centro.

Los acabados eran simples y la decoración igual. Bien iluminado y limpio. Un lindo hogar…

-¿Así que ya sabes todo sobre Inoue y nosotros?- hablo la chica, sacando a Sakurai de pensamientos. Tras sus palabras inconscientemente Sakurai se preguntó si eso molestaba a los chicos. Todos sonrieron casi pareciendo conocer sus pensamientos y descartarlos.

-Nos preocupó mucho que Kazuhiko desapareciera, pero parece que nada grave sucedió, ¿cierto?- intervino Stravros. Sakurai negó sin saber que añadir.

-Ellos básicamente quieren preguntar sobre la unión Kypher od mi Sjol- llego diciendo el editor, colocando una charola de servicio en la mesa enfrente de todos. –Están demasiados nerviosos para preguntarte si te enlazaste con Kazuhiko… -sonrió petulante, tomando un vaso y entregándoselo a su pareja.

-¡Kei!- le reclamo sus palabras este, pero el hombre solo rio.

-¿Para que darle vueltas, mi niño? Conozco a los vampiros. Son todo etiquetas y diplomacia… Seguro Sakurai-san agradecería un poco de honestidad.

-¿Conoce a los vampiros?- susurro tenso Sakurai, viéndolo fijamente. El editor sonrió superior ante su amenaza.

-Tuve como autor a varios vampiros. Conozco su estilo de vida. Si cree que lo tratare inferior o superior, se equivoca. Solo ante ellos y mis amigos puedo cambiar algo… -señalo a su familia. Sakurai no pudo evitar ladear su cabeza.

-Sumi Keiichi, conocido editor considerado por muchos el mejor. Un gran rumor dice que cualquier manuscrito que toque se convierte en éxito. Sarcástico, eficaz y de personalidad misteriosa. Muchas veces sobresale por encima de sus autores y nunca permanece mucho tiempo con ninguno. Actualmente vive en Moonless, no destacando demasiado… -susurro rápidamente lo que sabía del hombre, sorprendido por como en realidad era.

-Perteneciente a esta familia, amante del Chaton Johnny y con una enorme deuda con Kazuhiko por varias cosas- añadió. -Si lo daña a él o a cualquiera… Conozco vampiros que me deben favores…

Sakurai rio con ganas ante eso. Solo otro vampiro tenía mayor posibilidad de matarlo, y al parecer el editor lo sabía. Inmediatamente le cayó bien su actitud fiera por demostrar que solo ante sus seres queridos relajaba, pero Sakurai al ser parcialmente un extraño no tenía esa ventaja.

-Lo tomare en cuenta… -sonrió, bebiendo de la bebida que le dio. Su mirada desviándose ante la risa de la mujer.

-Me pregunto cómo reaccionaría Nii-san si se entera que es tan celoso de él, Sumi- molesto, mirándolo de reojo. El editor levanto una ceja y tomo la mano de su Chaton.

-¿Y lo dice usted, Risako? Solo minutos antes vociferaba venganza contra Sakurai…

La chica se sonrojo furiosamente y golpeo suavemente al risueño editor.

-¡No se supone lo digas! Ahora no tendré ventaja sobre él- le reclamo, su expresión bromista. -¿No lo entiendes? Él sabe sobre nosotros, pero nosotros no. Solo tenía esa carta conmigo… -termino haciendo un puchero. Su marido al lado giro los ojos y llamo su atención ofreciéndole su correspondiente bebida a la chica.

-Sakurai-san no hará algo malo con la información, ¿cierto?- llamo el Chaton, tan tranquilo que lo sorprendió.

-No lo hare… -aseguro él mirándolo un poco curioso. La pregunta en su mente la formulo el compañero del chico.

-¿Por qué tanta fe en él, cariño?- pregunto irritado.

-Porque es la alma gemela de Nii-san- explico, sonriendo intensamente. –Miyagi-san me lo aclaro. El destino escribió que ambos debían permanecer juntos. El enlace se creó y depende de ambos si lo aceptan, pero están hechos el uno para el otro. Se puede decir que fueron creados en el Cielo para encontrarse en vida y convivir en perfecta armonía juntos… -El chico cerro brevemente los ojos y miro a Sakurai intensamente. –Sé que el destino solo haría lo mejor para Nii-san, así que sé que Sakurai-san es una buena persona.

-Buen vampiro… -corrigió su amante tranquilo, besando su sien.

-¿Todos piensan eso?- pregunto en impulso Sakurai, increíblemente abrumado por las palabras. Todos manifestaron sus sonrisas divertidas y tranquilas.

-Por supuesto. Podemos leer claramente los sentimientos de Nii-san y él está sumergido en paz y alegría. Hace mucho que algo así no le sucedía. Él siempre está inmerso en tantas cosas por nosotros u otros, pero esta vez es algo personal, algo que solo lo beneficiara a él. Por fin toma su derecho a ser egoísta… -susurro Risako pensativa.

-Claro que nos hubiese gustado que las cosas nos sucedieran tan desordenadamente, pero al final el resultado es feliz para él. Eso es lo que cuenta- asintió Stravros, una suave sonrisa en sus labios.

-¿Te sorprende, qué Kazuhiko sea tan protegido por nosotros?- intervino Sumi ante la curiosidad de Sakurai. Él negó.

-Inoue me hablo mucho acerca de él y su vida, de ustedes y sus pensamientos. No me sorprende que a la larga se ganara el respeto y cuidado de ustedes…

-Te dijo sobre él… -bufo Risako triste, apretando su largo vaso entre sus manos. –¿Te dijo que es terriblemente cretino en ciertas cosas, superior por su aguda mente? ¿Qué es muy raro se enoje sin control y que cuando lo hace es imparable? ¿Qué aunque muchas veces luce melancólico, en realidad es dulce, amable, juguetón y alegre? ¿Te menciono que no deja que casi nadie diga su nombre a secas? Incluso si yo lo digo. Solo lo acepta de Miyagi, Shinobu y Mitsu-san…

-También que tiene un enlace especial con Mitsu-san y que cuando él esta triste, Kazuhiko también lo esta- agrego su esposo.

-Que casi no habla de si y es más inclinado a observar que a involucrarse… -añadió Sumi.

-Nii-san esta acostumbrado a no ver por él y solo por los demás. No cree merecer eso después de lo que vivió… -suspiro Johnny mirando su regazo. –Sabemos que el deber y exigencias que le hacemos son muy pesadas, Sakurai-san, pero debe entender que es nuestro querido Inoue. Es nuestro enlace, el que hace que funcione nuestra familia. Siempre que es feliz, nosotros igual. Incluso en las más oscuras y preocupantes situaciones…

-¿Y él lo sabe? ¿Le han dicho cuan indispensable es?- pregunto Sakurai algo tenso. Todos le miraron.

-Tiene razón… Quizás nos acostumbramos a que él casi nunca pide o necesita nada. Él siempre está ahí, pero nunca pide que nosotros lo estemos. Somos familia, pero muy rara vez expone sus problemas. Casi es como si temiera molestarnos o no confiara en nosotros- negó Stravros abatido.

-No es eso… -dijo Sakurai, mirando al frente. –Él sabe que lo aman, pero de creer a saber es muy diferente. Les pregunte si le han dicho a la totalidad sus sentimientos porque él sabe que lo quieren y protegen, pero aun es inseguro sobre si ustedes lo aceptan y merece eso. Inoue es el tipo de persona que necesita que alguien tome el control por un momento. Al parecer toda su vida estuvo al mando… Necesita un respiro, no tener esa obligación muchas veces de vida o muerte en sus manos. Literalmente necesita ser mimado y protegido.

-Te golpeara si lo pones al nivel de un delicado gatito… -rio Sumi, pareciendo aturdido por la opinión de Sakurai.

-Los gatos arañan, son capaces de valerse por sí mismos, pero aun así vendrán por atención. No estoy diciendo que Inoue sea igual. Siento que es momento de que dejen de solo decirlo y pongan en acciones su decisión de devolverle todo lo que ha hecho por ustedes.

Las parejas se vieron y a un mismo tiempo se tomaron de la mano. Sakurai sabía claramente que de no haber sido por Inoue ellos no estarían juntos.

-Un semana y él lo conoce mejor que nosotros… -suspiro dramático Sumi mirando de reojo a Sakurai. Una complicidad desconocida se veía en sus ojos mientras sonreía burlón. –Quizás tomes venganza de Kazuhiko por lo que hizo, Nee-san. ¿Tienes algo que él no contaría?

-De eso vario- rio ella evidentemente más tranquila.

No abundaron, pero la mujer le contó a Sakurai historias divertidas de Inoue siendo inexperto y atolondrado. Avergonzándose ante alguna cosa o participando en alguna travesura digna de la personalidad de su destinado.

Todos participaron cuando el relato llevo al tiempo presente en Celes, mencionando las recientes citas de Inoue con mujeres que parecía divertir a todos por igual. Sakurai no encontraba la gracia ignorando sus celos, pero nunca obtuvo respuesta cuando los desaparecidos regresaron, a la cabeza un divertido Inoue.

-Continúen, continúen… -alentó a los callados chicos. –Sigan poniéndome en evidencia. Mínimo así estaré presente…

-Oh, vamos, Nii-san. Hasta tú sabes que es divertido- dijo la chica sin pena. Inoue la fulmino.

-Por tu bien mental, Dai, no te pegues mucho a este dúo- señalo al Chaton a su lado y a la chica en el sillón. Shinobu le frunció el ceño mientras Risako se carcajeaba.

-¿Y yo que vengo a hacer ahí? ¿Por qué me pones en el mismo saco?- bufo. Su sonrisa desmintiendo su actitud.

Inoue negó divertido y se reunió con Sakurai, quien rápidamente le hizo espacio a su lado. El profesor tomo de la bebida de Sakurai mientras ignoraba la discusión del dúo problemático, que discutía quien daba más problemas.

-¿Terminaste tu trabajo?- pregunto Sakurai al tranquilo Inoue.

-Lo hice. Mañana regreso a clases, aunque sea el último día. Tengo que tranquilizar también a mi alumnado- rio Inoue, dejando el vaso vacío en la mesa. -¿Estas bien? ¿No te acosaron o amenazaron?

-No mucho más que tortura con fuego y persecución con agua bendita- bromeo. Inoue rio un poco, llamando la atención de todos en la sala.

Sakurai los ignoro y siguió preguntando a Inoue sobre la universidad. El matrimonio que continuaba de pie se reunió con ellos en la sala y escucharon a Inoue explicar su trabajo y el de Miyagi. Su orgullo por los graduados y los logros que obtenían fuera de las aulas.

Inoue casi parecía un feliz padre cuando hablaba de sus estudiantes.

Tras una serie de risitas de Inoue provocadas por Sakurai, Sumi pareció no aguantas las ganas de molestar al enfurruñado Miyagi que permanecía casi al margen de la conversación.

-Y pensar que todos creían que en este tiempo Kazuhiko fue torturado y herido sin que nadie se enterara. ¿Aun así quiere distanciarlos, Miyagi? ¿Cuándo Kazuhiko luce tan tranquilo?

El profesor le dio una fría mirada y un poco de calor se apodero de la habitación. Inoue al lado de Sakurai rio.

-Ahora veras al profesional hombre perder los modales… -le susurro con diversión en el oído.

Y efectivamente una fuerte discusión empezó, manteniendo como protagonistas a Inoue y Sakurai, incluso cuando ellos no intervinieron y dejaron que ambos hombres discutieran.

Aunque Sakurai noto que sin importar lo que se dijeran, ellos parecían apreciarse y respetarse fielmente. Eso le hizo extrañar las discusiones tontas similares con sus hermanos en Azelleb. Cuando llevara a Inoue a su mundo de origen el hombre se sentiría en casa con situaciones parecidas.

-¡Ya basta!- exploto en determinado momento Miyagi, consiguiendo la atención de Sakurai. –De cualquier forma puedo actuar de la maldita manera que desee. Soy el amigo de Inoue y desde pequeño se me encargo probar, juzgar y aprobar a cualquiera que pretendiera algo serio con Inoue, y con el demonio si este tipo no quiere eso- señalo distraído al entretenido Sakurai.

-Cierto, había algo como eso… -susurro por lo bajo pensativo el Chaton esposo del profesor. Inoue hizo un ruidito atónito y se inclinó hacia delante rápidamente.

-Paren ahí. ¿De qué demonios estas hablando, Miyagi? ¿Se te encargo que?

-Mi profecía de mayoría de edad. Tengo un rol bastante importante en esto… -los señalo a ambos juntos esta vez.

-Espera, no entiendo. ¿Desde el principio?- pidió de mal humor el chico, el calor en la habitación cambiando a frio.

Sakurai se deslindó de la pelea viendo que no llevaría a ningún lado. Desde el principio Sakurai había sabido que el profesor amigo de su destinado sería una presencia permanente y poderosa en su ciclo de cortejo, así que una “profecía” le diera el “permiso” para actuar no cambiaba nada, en realidad.

Vagando su mirada observo a toda la interesada familia. Tal parecía que la noticia no era nueva solo para Inoue.

Dado su recorrido, Sakurai dio en la lejana barra de la cocina con varias cosas encima… entre ellas algo que él reconocía y que era producto de una compra días atrás.

-Espere un momento. ¿Eso no es...?- pregunto Sakurai interrumpiendo a Miyagi e Inoue. Todos voltearon extrañados a la dirección que apuntaba.

-Oh... si. Es de Inoue, ¿no?- dijo Miyagi, caminando para recuperar una maltratada bolsa negra. Llegando enfrente del curioso Inoue se la entrego. -Te lo dejaste la última vez... -gruño el profesor justo cuando Inoue jadeaba, sacando una hermosa liga para cabello con una rosa petrificada por tecnología de un intenso azul como accesorio.

-Esto es... ¡Daisuke!- rio Inoue abrazando fuertemente al sorprendido Sakurai, que lo atrapo por puro instinto. La habitación quedo en silencio mientras miraban al feliz Inoue agradecerle el presente y la evidente mirada amorosa del vampiro, que depositaba un dulce beso en la sien del hombre, devolviendo el abrazo con suavidad.

Inoue poco después se sujetó el cabello en una baja coleta con el bello presente.

 

 

-Entonces...

-Entonces... -repitió Sakurai igual de perdido. Ambos mirando a todos lados sin poder despedirse.

Era extraño después de todo. Ellos habían pasado cada minuto de su retiro obligado, haciendo el amor, platicando o simplemente abrazados en la cama. Que ahora la realidad regresara con toda su fuerza obligándolos a separarse, cada quien a su rutinaria vida, era algo muy duro.

Sin palabras y con mucho anhelo a no dejarlo ir, Sakurai atrajo a Inoue y lo abrazo fuerte, tratando de demostrar todo lo que no se podía permitir decir. Inoue se tensó un segundo antes de enterrar su ardiente rostro en el perfumado cuello, dejando que el hombre lo sostuviera, retrasando el horrible momento.

-Esto solo empeorara cuando nos enlacemos... -musito Inoue sin esperar respuesta. El hombre solo se aferró con fuerza a su camisa.

-Lo hará, chéri...

Ellos permanecieron largos minutos abrazados en la entrada del edificio de Inoue, sin importarles el frio de la noche o el lugar, solo deseando no separarse después del especial momento que compartieron. Aun así la lógica regreso a Inoue con renuencia.

-Tengo que irme... Mañana regreso a clases...

-Lo sé... -solo dijo Sakurai sin soltarlo, enterrando su nariz en el suave cabello, emborrachándose del aroma único de su hombre, sabiendo que en el futuro necesitaría del recuerdo de su esencia.

-¡En serio!- añadió Inoue más alto, pero seguía sin separarse o querer hacerlo.

-Y aun así sigues aquí, hermoso... -rio Sakurai diciendo lo evidente, besando la cima de su cabeza.

-¡Daisuke!- se quejó dulcemente Inoue, logrando que Sakurai suspirara sin darse cuenta. Rápidamente acabando con la distancia y susurrando con voz ronca a Inoue.

-¿Te mencione lo mucho que amo como suena mi nombre en tus labios, amor?

Inoue gimió.

-D-debo...

-Lo sé, y lo odio- gruño Sakurai. Con su mano alzo el hermoso rostro y lo beso lo más apasionadamente que pudo, dándole un erótico recordatorio a Inoue hasta que pudieran volver a encontrarse sin morir por la necesidad natural de su condición de Kypher od mi Sjol.

-Piensa en mí, chéri... -pidió excitado Sakurai soltándolo antes de perderse y no separarse de él.

Cuando Inoue encontró energía mental para abrir los ojos, Sakurai ya no estaba y su corazón se sintió pesado y vacío, extrañando desesperadamente ya a Sakurai.

Continuara…

 

 

 

Notas finales:

*BDSM: Es la denominación usualmente empleada para designar una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema no-convencional. Mas informacion ---> http://es.wikipedia.org/wiki/BDSM#Conceptos_b.C3.A1sicos


Se que deseaban que profundizara mas en el tema importante del lemon, pero Inoue aun no esta listo para eso. Él se siente todavia sucio por sentir placer a traves del dolor, asi que Sakurai y yo lo dejamos por un momento. Prometo que pronto volvera esto y de mejor manera ;)

Tambien aclaro que la relacion de Sakurai e Inoue no sera propiamente BDSM, si no simplemente S&M. A Inoue le gusta el dolor solo en el sexo, y Sakurai esta dispuesto a complacerlo. A Sakurai particularmente no le gusta infligir dolor, pero si a Inoue y solo en el sexo. No se si me explique bien xD
Vamos, que ellos no seran "Maestro/Mascota" y asi .-.

 

 

Me disculpo enormemente por mi ausencia. En mi vida personal en esta semana en especifico todo se me junto y me llevo al hospital. Nada grave, no se preocupen.

Supongo que su servidora no entiende la recomendacion de: "NO TE PRESIONES".

Me siento Inoue, joder xDD

Cual sea, mi estado es mejor. No prometo que no volvere a desaparecer, pues mi personalidad terca me inclina a hacer todo perfecto hasta que colapso. Tengo que trabajar en eso.

Sin embargo continuare, lo prometo. Solo espero y ustedes tengan paciencia para eso.

Cualquier comentario ya saben donde va ;)

Cuidense mucho .w./

Christa PM.

 

PD: Si soy subnormal. Olvide ponerles una imagen de Inoue que mi dulce amiga me enseño. ¡Gracias!

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