Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El salvador que necesita ser salvado. por christalchii268

[Reviews - 92]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola despues de tanto tiempo ._./

Ah, como me dio de problemas este capitulo ;_;

Estuve preguntando entre algunas de mis lectoras y todas quedaron en que querian capitulos mas largos. En mi computadora son de aproximadamente 10-16 paginas ._.

Asi que los que no deseen tan larga lectura, les recomiendo lo dividan en dos o algo asi xD

Esto es solo para abarcar la largaaaa estadia de la pareja en Azelleb. Cuando regresen a Celes no seran tan largos... creo .-.

Por lo mientras, les dejo el primero de los inmensos capitulos de la pareja recien "casada" c:

En lo personal me encanto escribir de todo un poco, de tantos personajes, y en especial del amado Rey Christian, que es una delicia de personaje seductor, apuesto y completamente asdasdasd *-* (?)

 

Ah, y por supuesto!~

Capitulo completamente dedicado a la dulce y bella y asdfghjklñasdfghjklñ por 2, de Rocio-chan >w< (??)

Le propondria matrimonio sino estuviera ya comprometida, creanme

La sensual mujer hizo unos sensuales dibujos de Inoue y Mitsu antes, y ahora me hace feliz con uno de Daisuke/Inoue tan... ¡Kya!

Al final se los muestro ;D

Mientras, por favor lean~

Capítulo 19: “Si, entiendo que solo entre ustedes se entienden…”

-Inoue, no te dejes hechizar… -gruño una voz molesta antes de que fuera arrebatado del Rey, Sakurai colocándose enfrente de él mirando de malos modos a su padre.

-¿No cree que esta siendo algo brusco, Tercer Príncipe?- rio el regente, ladeando un poco su cabeza.

-Creo tener el derecho a serlo cuando mi padre ante mi presencia quiere seducir a mi compañero…

-¡Espera, espera, espera, espera!- intervino rápidamente Inoue, sujetando el brazo de Sakurai para llamar su atención. -¿Él es tu padre?- pregunto anonado, viendo de nuevo esos hermosos ojos. El encanto de nueva cuenta hizo efecto, Inoue sin poder evitar apreciar la hermosura y poder del hombre, sonrojándose y sintiéndose culpable a la vez.

-Príncipe Consorte, no es necesaria su sorpresa o arrepentimiento. Yo solo le estaba dando la bienvenida…

Sakurai evidentemente no se tragó la explicación y comenzó a gruñir, claramente enojado mientras el Rey permanecía tranquilo, sonriendo, imponiéndose sin decir más palabra. Inoue comenzó a temer lo que su amante podría hacer por la pequeña provocación del vampiro maestro.

-¡Sakurai, baja tus defensas ahora mismo! ¡¡Es tu padre y Rey a quien amenazas!!- regaño Muldor levantándose y luciendo más que dispuesto a poner orden. –Rey, por su parte le ruego no provoque a su hijo, quien acaba de encontrar a su Kypher od mi Sjol…

-Si, se sobre eso. Bastante interesante, por su parte… -susurro el Rey, desapareciendo su sonrisa y luciendo amenazador en cambio. Todos los vampiros retrocedieron con miedo, incluso Sakurai. Inoue le iba a seguir, pero simplemente no podía dejar que el hombre castigara a su compañero cuando él había tenido también que ver en todo.

-Rey Christian, me presento. Mi nombre es Kazuhiko Inoue Maximilien de Béthune, Protector Real del ex Príncipe Heredero, Miyagi You, y su pareja de vida, Miyagi Shinobu. Actualmente desempeño mi trabajo como profesor asistente de Letras Universales en la Universidad Central, y… -Inoue dudo, nervioso. Tomando valor y sujetando con fuerza el brazo de Sakurai, levanto el rostro ante el neutral Rey. –Soy el Destinado del Tercer Príncipe. Un honor y gusto, mi señor… -reverencio con su cabeza.

El regente pareció genuinamente sorprendido por la valentía de Inoue al enfrentarlo, poniéndose directamente al lado de su pareja. Era claro el vampiro detecto su determinación de ser el caso castigados, los dos lo tomarían juntos.

Cuando Christian sonrió, Inoue se vio inundado de paz y tranquilidad. El Rey no los lastimaría.

-Bienvenido a mi reino y familia, Kazuhiko-sama… -dijo con una aterciopelada y seductora voz baja. Inoue logro volver a sonrojarse, bajando un poco su cabeza. Sakurai volvió a gruñir, colocándose enfrente de él, mirando a su padre.

-Ahora, hijo… -rio el Rey divertido, tranquilizando al hombre, sin embargo Inoue se desvió. Los Príncipes y ayudantes del Rey miraban asombrados al regente, casi como si acabara de volverse loco.

¿De que se estaba perdiendo Inoue?

-¡Bueno, basta, Sakurai! Tu compañero luce desconcertado. Lo más apropiado creo yo es que todos tomemos asiento y conversemos un momento…

Sakurai miro sin expresión a su padre antes de asentir. Tomando muy seguro al nervioso Inoue, lo escolto de la mano al sillón de dos plazas más cercano, sentándolo a su lado y sin soltar su agarre. Inoue noto que estaban considerablemente lejos de los demás. Él no pudo evitar girar sus ojos.

>>¿Tan malo es?<< Pregunto Inoue íntimamente, viendo de soslayo al Rey despedirse de su escolta y acomodarse a la cabeza de los demás nerviosos Príncipes.

>>No, pero no quiero arriesgar nada… << Respondió misteriosamente Sakurai antes de que el Rey mirara a todos.

-Bienvenidos, y gracias por venir. Entiendo que todos estén ocupados y aun así se hicieran del tiempo para acudir a la cita… -sonrió a sus hijos y yernos. Todos le respondieron con una sonrisa.

-¡Por supuesto que acudiríamos, Padre! Nuestro querido hermano se ha comprometido por fin… -exclamo feliz una de las Princesas, entrelazando las manos enfrente de su pecho, luciendo feliz y emocionada.

-¿Qué quiere decir eso, Taki-chan?- pregunto Sakurai aparentando ofensa mientras hacia lo mejor por ocultar su sonrisa. –Lo que has dicho suena como si hubiese tardado la eternidad en lograr encontrarlo. Que no soy Muldor… -susurro burlón, mirando apenas a su hermano que bebía de su copa, parando para verlo enojado.

-¡Oye, que estoy aquí!

-Basta, basta. Dejemos que Padre continúe… -intervino Haruka levantando levemente una mano. Todos le obedecieron mientras esperaban que el Rey dejara de reír para que prosiguiera.

-Bueno, como todos sabrán, y habrán escuchado, nuestro querido Daisuke ha sido bendecido con encontrar a su Kypher od mi Sjol… Kazuhiko, ¿cierto?

Todas las miradas se centraron en Inoue. Él incomodo asintió pretendiendo serenidad, sobre todo cuando ellos le miraban divertidos, claramente entretenidos con su nerviosismo. Tenia que esforzarse por no pensar de más y darle una oportunidad a todo.

-Kazuhiko… ¿De dónde he escuchado vuestro nombre, Lord?- intervino lentamente uno de los Príncipes Consortes.

-Inoue fue uno de los abogados en el caso por la liberación de los Chaton… -aclaro rápido y sin mas Sakurai, viendo la indecisión de Inoue. El ambiente en la habitación cambio completamente, y no para bien.

-¿Ese Kazuhiko?… Vaya… -silbo bajo el esposo de la chica que antes Sakurai nombro como Taki.

-Basta, chicos. Hacen sentir incomodo al Príncipe Consorte… -sonrió el Rey, cruzando despreocupado las piernas.

-¡Pero vamos! Lamento esto, pero lo que usted hizo… Fue simplemente asombroso… -negó el primero en hablar.

-No tienes que tratarme de usted… -rio nervioso Inoue, negando con su mano. –Ninguno tiene… -agrego rápidamente a todos en general. Lamentablemente todos negaron.

-Es una ley, amor… -susurro Sakurai, inclinándose un poco para hablarle.

-Ya se eso, pero ahora… somos familia, ¿no? Entre ustedes no se hablan con tanto respeto… ¿O sí?- devolvió Inoue, inseguro con lo último. Miro a todos y noto que sonreían, claramente escuchando y respondiendo a su pregunta. -¡Oh, por favor! ¿Tendré que soportar tanta educación incluso aquí?

-William-san habla a casi todos por su apellido, ¿cierto? Tú también llamas así a Sumi-san, Miyagi-san e incluso al mismo William-san… -recordó divertido Sakurai, olvidándose de todos los que lo miraban.

-¡Eso es diferente! Nosotros ya hemos cruzado esa línea desde incluso antes de haberla trazado- Inoue suspiro y se acomodó en el asiento para mirar a Sakurai, también olvidándose de los demás. –Mira, yo llamo así a Miyagi por simple costumbre. Es raro cambiar tu manera de dirigirte a alguien cuando por más de dos milenios le has hablado de esa manera. Con William-kun… es más un mote, la verdad. Y Sumi es nuevo en nuestra familia. Él se siente aun incomodo por la cercanía, y le tomo toda una lucha que Johnny-chan le dijera por su nombre. Aparte, yo puedo llamar a todos sin más por su nombre, pero es la manera en que nos dirigimos entre nosotros lo que lo hace especial. Shinobu puede llamar a Miyagi por su apellido incluso si ya están casados, pero eso no quita el lazo eterno que tienen. Ellos y tú pueden llamarme por mi nombre, y yo solo lo permito en ustedes. Risako solo le permite a Johnny y a Sumi decirle “Nee-san”, en otros ella los ha golpeado… ¿Ya me entiendes?

-Si, entiendo que solo entre ustedes se entienden… -asintió sonriente Sakurai, inclinándose y besando su sien. –El punto es, amor, que básicamente nosotros nos guiamos igual. Dales tiempo…

Inoue por primera vez miro a todos y noto que ellos sonreían con cariño, casi como si lo conocieran y supieran lo importante que era para él el tema. Todos parecían darle calma y su disposición a intentarlo, por lo menos con él. Eso lo hizo asentir y tranquilizarse.

-Bueno, ya establecimos un punto sobre eso, pero… ¿No cree Kazuhiko que deba primero conocer los nombres de todos nosotros antes de llegar a algún lado?- sonrió de lado el Heredero, logrando un resoplido de Inoue.

-¿Por quién me tomas, principito?- refunfuño, reincorporándose en el sillón para mirarlo y dirigirse a él. –Ya te conozco a ti. Minzhe Muldor, Príncipe Heredero y el brabucón con poder para serlo… -asintió Inoue aguantando su diversión ante la mirada insultada y levemente alegre del hombre.

Volteándose ante los demás Príncipes y Princesas asentía y señalaba gentilmente con su mano.

-Segundo Príncipe, Haruka Asagi. Cuarto Príncipe, Rio Tomoya. Quinta Princesa, Hokuto Jolie. Sexta Princesa, Taki Nami. Séptima Princesa, Remi Laurent. Octavo Príncipe, Keigo Tristán. Y los Príncipes Consortes por orden, Aarón Ucker, Edgar Toll y Sebastián Cruz…

El silencio por primera vez no lo molesto, haciéndole sentir por fin que estaba en su elemento. Sakurai a su lado solo reía entretenido por el desplante pretencioso de Inoue mientras levantaba ambas manos a modo de rendición ante sus sorprendidos hermanos.

-Y yo no le dije nada. Él solo indago en mi mente esta mañana para no llegar aquí sin un poco de información básica…

-¿Indago en tu mente?- pregunto curiosa Hokuto. Según Inoue recordaba, Sakurai la consideraba tranquila, callada y muy inteligente. Casi no destacaba porque la atención la ponía nerviosa.

-Aclárales tú, chéri… -sonrió Sakurai, haciendo un gesto a su hermana. Él giro los ojos y sonrió a la Princesa.

-En mi familia, la mayoría integrantes de mi mundo de procedencia, Imi-nashi, tenemos algo similar a ustedes, con respecto a poder hablar con la mente… -Inoue espero a que todos asintieran y sonrió divertido. –Bueno, en nuestro caso depende de la concentración y Poder para, además, poder saber que siente ese integrante de nuestra familia. Con el tiempo también sabemos que piensa, aunque solo la experiencia y cercanía logra eso.

-¿Esa costumbre, tu Poder y Mitsu-san serian lo que te abrieron tan fácilmente el camino a mi mente?- pregunto curioso Sakurai con la nueva idea que tuvo. Inoue asintió feliz.

-Mitsu-chan y Risako me han ayudado mucho en ese aspecto, sobre todo cuando yo era tutor de Johnny y tenia muchas veces que recurrir a algo similar para cuidar su salud…

-Espere, por favor. Esta enredando las cosas hasta el punto donde solo el conocimiento previo de su vida se entendería- señalo Edgar. Inoue dio una risita y reverencio con su cabeza, sin desaparecer su sonrisa.

-Lo lamento. Para empezar, yo no puedo leer la mente, pero dos personas muy importantes para mí sí, así que ellos me han enseñado lo básico. Mi Poder, magia o conocimiento, según lo vean, me permite, a base de ciertas circunstancias variables, lograr lo que hice con Dai… -término sonriéndole a su pareja.

-Puedo verlo ahora… -susurro Rio pensativo. –Con esas habilidades, añadido a que el enlace de una pareja enlazada es más fuerte, literalmente leyendo la mente y sentimientos de su otra mitad, el Príncipe Consorte pudo fácilmente navegar por las barreras mentales de Sakurai y acceder por cuenta propia a la información que quisiera.

-¡Pero es mutua y con límites establecidos!- replicaron al mismo tiempo Sakurai e Inoue, llamando la atención de todos. Inoue se sonrojo un poco por lo sincronizado de ambos y dejo que su vampiro continuara.

-Bueno, Inoue y yo anoche casi no dormimos por…

-¿Dormir? Pero si tú no necesitas dormir- se burló Haruka, solo recibiendo el ceño fruncido de su hermano. -¡Ya entendí! Te acostumbras al horario de tu Destinado. Lo siento, continua con tu explicación…

-Como iba diciendo… -murmuro aun mirando a su sonriente hermano. –Ambos pusimos términos. Tanto él como yo manejamos información muy… delicada. No cualquiera puede saberla… -susurro, viendo de soslayo a Inoue. Seguro haciendo referencia a su conocimiento acerca de los Chaton.

-Él puede ver lo que desee de mi mente… -intervino Inoue con calma, mas recordándole ese hecho a su pareja. –Yo puedo ver lo que quiera, lo único que prometimos es no decir nada. Aunque ambos simplemente entendemos que aunque somos en efectos prácticos un libro abierto para el otro, no leeremos toda la información. Tanto es demasiada para procesarla en unos simples minutos, no la necesitamos toda. Es mejor ir lentamente…

-Y tenemos que tener cuidado. Que ninguno diga nada no quiere decir que alguien externo vaya a respetar el mismo compromiso.

-Es mejor no poner toda la información en un mismo lugar- terminaron de nuevo al mismo tiempo. Inoue al final agachando la cabeza completamente avergonzado, escuchando a Sakurai reír.

-Demonios, dos días enlazados y ya hablan igual… -molesto Haruka, haciendo reír a todos.

-Gracias por eso, Segundo Príncipe. Ahora me has dado la retribución de molestarte cuando encuentres a tu Mitad… -devolvió tranquilo Sakurai, aunque después se arrepintió. La mención trajo amargura y añoranza a los Príncipes que no estaban enlazados, recordándoles que seguían ellos cuatro sin pareja.

-Háblenos un poco de usted, Kazuhiko-sama… -llamo el Rey, sobresaltando a Inoue. ¿Cómo pudo olvidar que el hombre estaba ahí, escuchando sus balbuceos?

-Mmm… ¿Co-como que desea escuchar, Rey?

-Te he mencionado que no necesitas ponerte nervioso… -sonrió Christian paternalmente.

-Sí. Incluso si la cagas, ya estas en la familia. Nada cambiara eso.

-Séptima Princesa, ese lenguaje… -susurro el Rey en advertencia por encima de las risitas generales.

-Lo siento, Rey… -sonrió ella, guiñándole a Inoue. Él inmediatamente se relajó.

-Bueno, puedo comenzar por lo básico acerca de mí, supongo… -rio un poco, diciendo en línea cronológica parte de su vida, evidentemente saltándose varias cosas, aclarando otras y abreviando mucho. Después de todo, más de doscientos años convertidos en Celes eran mucho.

Todos quedaron sorprendidos por lo que Inoue les contaba. Los Consortes le pidieron un poco mas de detalles sobre el juicio que los tres habían seguido mucho por el contacto directo con Celes, mientras que los Príncipes le suplicaron mostrara un poco de su Poder de Hielo. En cambio, las Princesas quedaron mas intrigadas por su trabajo como profesor, pidiéndole que aclarara algo sobre sus labores.

En conclusión, Inoue agrado a todos por igual. Todos, excepto el Rey que solo lo miraba pensativo y atento a cada palabra, sin reaccionar tan abiertamente como sus hijos por las anécdotas de Inoue.

En poco tiempo los Príncipes y Princesas lo tuvieron con una copa de vino caro y exquisito, contando historias sobre cómo era la realeza de Imi. Él trato de desviar el tema y ellos entendieron, al igual que tratar sobre otras tantas cosas. Inoue agradeció que fueran tan considerados y tomaran alternativas para hacerlo sentir bienvenido y cómodo.

Solo una hora más tarde ellos ya le caían mejor e Inoue ya tenía una idea sobre la personalidad de todos, sabiendo cómo tratarlos y como ellos lo tratarían. En general eran buenos chicos, con muchos parecidos en general con Sakurai, notándose como hermanos y de la realeza, con mentes propias y un amor y dedicación por su raza.

-Le tengo envidia, Profesor… -suspiro Taki tiempo después, refiriéndose al nuevo termino que Inoue gano por su profesión.

-Sí, yo también. Me encantaría conocer a tantos Chaton como usted. Yo solo conozco a los que viven aquí… -se lamentó Remi.

-¿Cuántos habitan?- pregunto Inoue curioso. Sakurai bebió su trago y le sonrió.

-Siete. Solo tres conviven libremente con nosotros, los demás tienen obligaciones diversas, dentro y fuera del Castillo.

-¿Aprendices?- cuestiono Inoue, refiriéndose a la poca información que manejaba sobre la forma de vivir de ellos.

-Existen varios tipos de aprendices que practican y se educan aquí. La mayoría de los Chaton residentes lo son, aunque esos cuatro de diferente ámbito… -dijo Muldor.

-¿En Celes que hacen, Príncipe?- intervino nerviosamente Keigo, el tímido de la familia.

-Se esparcieron como la hierba- rio Inoue divertido. –Ellos están por todos lados en lo que respecta a trabajos y actividades, aunque un gran porcentaje o está estudiando o ya tiene una relación estable sin necesidad de trabajar…

-Menciono a dos familiares Chaton… -llamo el Rey con calma y un tono misterioso. -¿Ellos que desempeñan?

Inoue se removió incomodo antes de sonreír, tratando de calmarse.

-Shinobu inmediatamente entro a la universidad… Mi universidad. Soy su maestro- sonrió, de nuevo divertido por la verdad. –Johnny también estudia la universidad, solo que en Moonless.

-¿Y sus demás integrantes?- pregunto Sebastián con educación. Claramente no quería presionar a Inoue.

-Miyagi es mi colega y teóricamente jefe… -empezó, tranquilo y relajado. –William es entrenador privado de varias artes marciales y defensa personal en general. Risako es la directora de una gran organización para la ayuda de los Chaton, en la cual también ayuda Johnny y Shinobu en sus tiempos libres. Y Sumi sigue como editor de varios escritores privados en una editorial cerrada…

-¿Escritores privados?- cuestiono Edgar con curiosidad.

-Solo escriben para una editorial y son fieles a ella hasta que se retiran. Ellos no exportan sus trabajos. En términos prácticos solo trabajan para una sección particular en Moonless.

-¿Y Sumi-sama esta feliz con eso?- se sorprendió Aarón, mirando a todos uno por uno. –Quiero decir, incluso en Azelleb su talento profesional ha sido apreciado. Cambiar tan drásticamente de universales y famosas editoriales y escritores sonadísimos, a tratar con algo tan pequeño y sencillo… ¡N-no es que menosprecie el cambio!- se apuró a añadir al ver a Inoue ladear su cabeza.

-Ah, no te preocupes. Incluso él sabe que el cambio fue bastante radical. Sumi… -Inoue paro y en un segundo pensó en todo lo que el editor paso, antes y después de llegar a la vida de su familia y Johnny en especial.

La masacre a su familia de origen, el viaje sin rumbo entre mundos, el fiasco y heridas con sus primeros verdaderos amigos, su corazón roto y reconciliación consigo mismo y los demás. Fue en ese tiempo en que dio prioridad y conoció lo que de verdad le hacia feliz. Entonces vino el rencuentro y perdón con sus amigos, conocer y acercarse a Johnny y ganarse a los demás… Las peleas, crisis y lágrimas. Aquel desafortunado altercado en Celes que provoco que tanto él como Johnny se fueran.

-…Sumi es especial y necesitaba el cambio. Su segunda oportunidad, su nuevo inicio… -susurro Inoue la verdad de su corazón.

Inoue permaneció gran rato en pensamientos, sin dar en la dulce mirada que el Rey le otorgaba antes de volver a cuestionarlo con aquel especial tono de voz ronco.

-¿Y esa persona que antes menciono? Mitsu, según recuerdo…

-¿Mitsu-chan?- susurro Inoue sorprendido. Su mirada inevitablemente atraída por la bolsa que permanecía en el suelo, al lado de sus pies. –Es un gran amigo. Tenemos mucho en común y por ende mucha comunicación…

-Acéptalo, Inoue. ¡Él es prácticamente tu gemelo!- rio Sakurai, carcajeándose libremente cuando Inoue le golpeo de broma su brazo con un pequeño sonrojo.

-¿Gemelo?- repitió el Rey, pareciendo más interesado. Él incluso se inclinó hacia delante, mirando a Inoue.

-Debería de verlos juntos, Padre. ¡Son idénticos!- sonrió Sakurai. –Aunque Inoue sigue diciendo que no son nada.

-Ya te lo dije. Mitsu era de Nibiru, tenia a sus dos padres biológicos y convivio con ellos hasta un conflicto hace años. Yo por mi parte soy de Imi, conviví con mi madre biológica y nunca tuve hermanos. Nuestro único lazo es el de amigos al coincidir en Celes… -rio Inoue.

El ambiente alrededor del Rey pareció cambiar, incomodando a todos por igual.

-¿Pero no conociste a tu padre?- susurro el hombre, mirándolo intensamente. Inoue aparto la mirada rápidamente.

-No lo hice, pero… ¿Qué supone, Rey? ¿Qué el padre que no conocí, por capricho y castigo del Destino es el mismo que el de Mitsu-chan? ¿Somos hermanos separados y por ser escrito coincidimos, entre tantos lugares, en Celes?- rio Inoue nerviosamente, pero nadie le siguió en la risa histérica.

-Todo es posible cuando se trata del caprichoso Destino… -solo dijo el Rey antes de sonreírle de nuevo de esa curiosa manera que lo tranquilizaba de inmediato.

Mientras él lo miraba, Inoue no podía evitar preguntarse que estaría pensando el poderoso hombre sobre él y Mitsu. ¿Qué habría visto o sabría con sus habilidades únicas? ¿Estaría bien no preguntar, o simplemente confiar en él? ¿Alguna vez sabría algo de los propios labios del Rey?

-Pero ignorando suposiciones y pensamientos, cuéntenos mas acerca de ese ser. Personalmente encuentro interesante cualquier detalle sobre alguien que usted considere amigo…

Sakurai le sonrió tranquilizándolo, entrelazando sus manos juntas y dándole un apretón de manos.

-Es un famoso escritor de novelas y poesía… -respondió el vampiro por él. –También es un muy poderoso mago que posee el don de la lectura y manipulación de la mente. Es prácticamente una Veela, salvo que es un hombre… -molesto Sakurai, mirando traviesamente a Inoue para distraerlo. Funciono.

-Te diría algo, pero en eso tienes razón… -rio Inoue, recordando lo que Sakurai le había dicho sobre esas criaturas poderosas y bellas en exceso, con largo cabello siempre iluminado tenuemente por un brillo azulado, como Mitsu.

-Él menciono que le gustaría visitar Azelleb y conocerlo, Rey. Si no le molesta, le he extendido una invitación… -susurro inseguro Sakurai ahora mirando a su padre. El hombre volvió a sonreír misteriosamente, en esa ocasión mostrando de manera provocativa y traviesa sus colmillos.

-Para nada… Me… intriga conocerlo. Es más que bienvenido- sonrió el Rey. Sakurai levanto una ceja.

-Esta casado, Padre- advirtió divertido Sakurai, bebiendo de su copa para ocultar su sonrisa.

-Y Kaoru es muy celoso… -agrego Inoue sonriendo plenamente.

-Oh, sobre todo eso- negó Sakurai con una mirada neutral, recordando el desplante del editor al conocerlo. Poco después solo sonrió, divertido por toda la situación.

-Ahora, yo tengo aun mas curiosidad… -rio suave el Rey ocultando su sonrisa con educación, sus hijos siguiendo en su risa, cada uno viéndose también curiosos.

-Por cierto, Rey… -llamo muy tímidamente Inoue, agachándose para tomar la bolsa que le diera Mitsu. –Mi amigo le mando un regalo, que si gusta aceptar…

-¿A mí? ¿Sin conocerme?- cuestiono Christian sorprendido.

-¡Lo conoce!- exclamaron una vez más a la vez Inoue y Sakurai.

-Solo uno, por favor… -susurro Muldor juguetón. Inoue le dio una fea mirada mientras Sakurai reía divertido.

-Mitsu-san dijo que sabía de usted, Padre… -sonrió el vampiro, ignorando el intercambio de miradas. –Le comente que es un mago extraordinario. Es de mi conocimiento que aunque ya no requiere expresamente de su magia en su vida cotidiana, y de hecho ya no la utiliza casi en lo absoluto, él aun se educa sobre temas relacionados. Menciono a nuestra partida que ha investigado sobre las razas en Azelleb…

-Y por consiguiente de mí… -asintió el Rey terminando por su hijo.

-Algo así… -susurro Inoue, extendiéndole la caja roja que había adentro de la bolsa de mediano tamaño. El Rey hizo un movimiento suave con su mano y el regalo se elevó en el aire, moviéndose solo en el espacio hasta llegar a su lugar. Inoue quedo en maravillado.

¿Cuántos años habían pasado desde la última vez que vio una muestra tan simple de magia?

En pensamientos tontos Inoue no se fijó en que el Rey abría la caja y soltaba una pequeña exclamación de sorpresa, alzando sus cejas y sonrisa. Sus ojos brillaban dándole una imagen muy diferente a la oscura presencia que influía naturalmente por su posición y raza.

-¿Qué es, mi Rey?- pregunto intrigado de buena manera Rio.

-¡Una *Poción Única!- devolvió feliz el líder, volteando la caja para que todos vieran el contenido. En el interior de la elegante y cara caja roja, un suave y lindo fondo blanco acomodaba perfectamente una pequeña botella con líquido dorado, brillante y lindo.

-¿Se refiere a que es única la poción o que así se llama?- rio Remi nerviosamente.

-Así se nombra, hija- sonrió Christian, mirando la botella con alegría apenas contenida. –Es una poción muy complicada de hacer. Solo alguien con mucho poder y talento puede lograrla. ¡Solo uno de los pasos consiste en dejarla reposar durante años enteros! Exactamente siete años con siete meses y siete días. Ni un segundo debe pasarse de ese tiempo. Justo cuando se cumple ese lapso debe continuar con su elaboración o se tendrá que repetir todo el proceso desde el principio…

Todos en la sala expresaron sorpresa, incluidos Inoue y Sakurai, que poco después se miraron divertidos.

-¿Y que causa, Mi Señor?- cuestiono Edgar emocionado.

-Seria mas fácil darles una corta lista de lo que no logra, Príncipe Consorte… -negó el Rey aun mirando el presente. –Es una poción peligrosa en manos inadecuadas. Su uso te permite hacer, casi literalmente, todo lo que desees. Cualquier acción que hagas, y quieras consiente o distraídamente que tenga éxito, lo lograras. Ganar guerras, dominar gente, conquistar una persona, hacerse de bienes materiales… Todo…

-¿Por qué le mandarían algo así?- susurro para si Rio, luciendo un poco asustado. Inoue se aclaró la garganta y miro directamente al Príncipe.

-No pienses que es algún plan escondido, por favor. Conozco a Mitsu, y tanto te puedo decir esa poción es buena y perfecta para usar, también puedo comunicarte que se la manda al Rey por buenas razones. –Inoue miro a todos  y tomo una respiración profunda necesaria, sincerándose. –Él menciono que usted era, y cito, “el más fuerte vampiro en siglos y merecedor del puesto al gobernar con fuerza, sabiduría y cariño…”. Si le mando tal valiosa poción, es porque confía en que la utilizara sabiamente…

Todos los Príncipes miraron sorprendidos a Inoue, viéndolo convertirse en un serio y educado hombre, con muchas de sus singularidades al ejercer como profesor.

Los únicos que lucieron tranquilos y sonrientes con el cambio fueron Sakurai y el Rey mismo, el ultimo cerrando la caja y poniéndola al lado de su asiento para ponerse en pie. Caminado con elegancia, soltura y una hermosa sonrisa, se arrodillo enfrente de Inoue, para sorpresa de todos.

-No dudo de aquel ser en absoluto, dado que es su alma gemela, Kazuhiko-sama… -susurro en un idioma extraño que nadie entendió. Lo único que Inoue pudo hacer fue sonrojarse cuando el Rey volvió a besar su mano, mirándole cariñosamente, casi como si fuera otro de sus hijos. –No dudo… -sonrió ya en un lenguaje que todos entendieron. –Le ruego de mis agradecimientos a ese ser, y mis ganas de conocerlo. Utilizare muy bien su presente…

-Cla-claro… -gimió Inoue nervioso y abochornado. El hombre volvió a sonreír y regreso a su asiento, cruzando una vez más sus piernas y poniendo encima de su regazo el presente que cuidaba con sus manos en un gesto simple.

-¿Usted también sabe elaborar pociones mágicas, Príncipe Consorte?- pregunto Haruka para cambiar de tema. Inoue sonrió un poco tenso antes de contestar que sabía lo básico.

El resto de la noche se fue en pláticas, anécdotas de los Príncipes y una que otra de Inoue sobre su pasado. En todo momento sintiéndose querido y valorado, aunque al final él dejo de sentirse incomodo por la sensación y solo logro tranquilizarse y actuar normalmente.

Dado que Azelleb no tenía una luna en específico que anunciara la hora como en Celes o un mundo parecido, Inoue no supo cuan avanzada la “noche” él comenzó a sentirse cansado. Los vampiros lucían normales, pues no necesitaban del sueño, pero él tuvo que decirle a Sakurai, mentalmente, sobre su cansancio. No quería sonar que no disfrutaba de la reunión, así que dejo que su amante se encargara de eso.

-¡Por supuesto!- alego apenada Taki cuando ambos se levantaron para irse. –No debemos olvidar que el nuevo integrante de la familia necesita dormir. ¡Discúlpanos, Príncipe! Debes estar exhausto. Descansa mucho, por favor. Mañana continuaremos, si lo desea…

-Claro, Princesa… -sonrío Inoue amablemente con la energética chica. Todos susurraron cosas similares, recibiendo la misma reacción de Inoue.

-Tercer Príncipe… -llamo Aarón antes de que Sakurai tomara la mano de Inoue. Luciendo tan serio e inseguro el chico, Inoue no se extrañó que todos lucieran preocupados y miraran a ambos observarse intensamente.

Ambos hombres se miraron en silencio por tensos largos minutos, evidentemente hablando por el enlace mental como familia. Inoue se sujetó su brazo mirando y sintiendo el enojo de Sakurai conforme pasaba el tiempo, hasta que tomo casi bruscamente a Inoue por su hombro y siseo al Príncipe Consorte, mostrándole sus colmillos.

-¡¡He dicho que no, y es mi última palabra, Ucker!!- le grito en voz bastante alta, sobresaltando a todos.

-¡Sabe exactamente porque lo menciono, Príncipe!- se defendió acaloradamente el hombre, extendiendo un brazo a su lado para detener a su Destinada, Hokuto, de que reaccionara por la actitud de Sakurai.

-¡No almacenare sangre de Inoue para mi beneficio!- devolvió Sakurai enfurecido. -¡Si en primera instancia no quiero en estos felices momentos pensar en una futura separación de nosotros, también agregue que si el Destino decide que Inoue muera, yo también lo hare de inanición! 

-¡Controla tu manera de hablar con mi Kypher od mi Sjol, Sakurai!- salto por fin Hokuto, luciendo sus alargadas uñas, viéndose terroríficamente como una peligrosa vampiresa.

Inoue entendía perfectamente el argumento del Príncipe Consorte y el desplante de Sakurai, pero eso no evito que él también se pusiera delante de Sakurai, defendiéndolo de la evidente amenaza de la Princesa. Su cabello cambiando de color y enviándole una fuerte advertencia a la chica con sus ojos.

Si daba un paso hacia Sakurai, él con pesar respondería.

-Basta todos ustedes en este preciso momento- hablo firmemente el Rey, su tono autoritario. Inoue y Hokuto se relajaron inmediatamente y sus respectivos poderes desaparecieron, casi contrario a sus deseos.

-Lo lamento… -susurro Sakurai cerrando los ojos. –Aarón… -gimió viendo a su cuñado, pero este negó también triste.

-No, Daisuke… Lo siento yo… No debí presionar en algo tan íntimo entre ustedes… Es vuestra elección…

-¡No! Eres mi familia, tienes derecho a estar preocupado por mi bienestar… solo… -Sakurai suspiro y abrazo a Inoue, rodeando su cuello con un solo brazo, aun con Inoue enfrente de él. –Te ruego entiendas. Lo acabo de encontrar, pensar que algún día nos separaremos… Hablaba en serio… No quiero vivir a base de su sangre almacenada y sin él.

Inoue se tensó y se deshizo de Sakurai enfrente de todos los incomodos Príncipes y Princesas. Él tembloroso y aun aturdido, solo atino a reír nerviosamente, acomodándose su cabello solo por tener algo en que enfocarse y evitar a su sorprendido vampiro.

-¿De que estas hablando, Daisuke?- gimió agudamente, parando un poco para calmarse y no sonar tan incómodo. –Soy de Imi-nashi, ¿recuerdas? Me guio por lo que aprendí de allí y mi naturaleza. Mi gente al encontrar a su Destinado enlazaban su hilo de vida con esa persona especial, todo a través de un conjuro que provocaba la muerte en el otro si alguno moría. Te lo mencione, tonto. Solo falta volver con mi familia para que ellos sean Testigos en el Pacto Sagrado. Morirás inmediatamente si yo lo hago y viceversa. Fin de la historia. Ahora, si no les molesta, de verdad estoy cansado. Con su permiso… -susurro Inoue temblorosamente, caminado como pudo sin tambalearse hacia la salida, evitando a todos.

-¡Espera, chéri!- llamo risueño y halagado Sakurai, corriendo para alcanzarlo cuando él ya estaba saliendo por las puertas dobles que de alguna manera los soldados afuera abrieron para Inoue justo cuando él llegaba ahí.

La habitación tras la partida de la recién pareja quedo en shock, solo detenido el ambiente por el Rey que reía a carcajadas plenas, casi cayendo a su silla. Sus hijos y yernos tan sorprendidos por la declaración de Inoue que no pusieron completa atención de la inusual actitud del gobernante.

-Y muchos se preguntaban porque me gusta tanto Kazuhiko-sama… -negó Christian aun con risitas. –Es una persona muy particular, especial y digna. Nuestro Sakurai no pudo ser mas bendecido…

-¿Aun así debe llamarlo con tanto respeto, Padre?- pregunto levantando una ceja Muldor. Christian sonrió tranquilamente.

-¿Y por qué no lo haría, Heredero? ¡Ustedes lo han visto! Hijos… Kazuhiko Inoue merece el respeto y amor de todos nosotros en recompensa por lo que se le fue negado. Él debe ser mimado y cuidado por su nueva familia. No espero inmediata reacción de ustedes, pero les pido se den el tiempo de conocerlo. Verán como yo que lo merece…

-¿Ya lo conocía, Rey?- pregunto sorprendida Remi. El regente rio y negó.

-¡Sus ojos! No solo Poder absoluto rival del mío posee, también un magnifico corazón y dolor. Daría mi posición porque Sakurai lo cuide de todo mal.

Los Príncipes se miraron entre ellos sin palabras. Las Princesas poco después sonrieron en acuerdo, asintiéndose entre sí, formulando en silencio planes para precisamente conocer y mimar al nuevo Príncipe. Todos seguros de que el Tercer Príncipe cuidaría y amaría completamente al Profesor.

El Rey Christian en silencio mirando por donde se fue la pareja, sonrió. En su mente futuras bromas y provocaciones para molestar a su hijo y sonrojar a su yerno. Ambos necesitaban relajarse, Kazuhiko sentirse en casa y seguro, tratarlo no como el Rey o suegro, solo como un padre que nunca tuvo.

Además… ¡el Príncipe Consorte se veía tan comestible cuando era provocado con coqueteos descarados!    

 

 

-¡¡Inoue, te estoy hablando!!- rio Sakurai caminando atrás de su abochornado amante.

En el camino que no llevaba a ningún lado precisamente, los muchos sirvientes y aprendices los miraban con sorpresa antes de apresurarse a mostrar respeto, pero para ese momento ellos ya los habían pasado. Inoue caminaba muy rápido sin ver a nadie.

Solo cuando él se vio en un pasillo sin salida, a ambos lados dos puertas que llevaban a diferentes pasillos aparte, él paro y recargo su frente en la pared, exhalando y luciendo tan vulnerable y lindo.

-¿Feliz? Te has desviado bastante de nuestros cuartos, amor.

-Cállate…

-Oh, y también la mitad del personal ya te conoce de vista. Eso es bueno, supongo.

-Cállate…

-Y mi familia ciertamente ya presencio lo mejor de ti.

-¡Que calles!- gimió Inoue volteándose y sujetando sus solapas. Sakurai aprovecho y los apareció sin más en su habitual habitación, aventando a su amante hacia la enorme cama siempre limpia y atendida.

-¿Disculpa? Hoy ya has hablado mucho, chéri, creo que es momento de que cierres tu boca y yo tome relevo… -sonrió, asegurándose de lucir sus colmillos mientras se acercaba peligrosa y lentamente a Inoue.

Él ya no podía beber de Inoue. Su cuerpo estaba repleto de energía y poder. También debía pensar en Inoue y no drenarlo tan seguido, pero la siempre amenaza seductora sabía, tenia a su compañero excitado y atento, jadeando mientras besaba suavemente y con cariño el fresco cuello perfumado.

De verdad necesitaba la cercanía, así que comenzó lentamente a desnudarlo, acariciando su cuerpo lentamente. Quería hacerlo especial. Por fin estaban en casa y quería enseñarle a Inoue como las cosas se desarrollarían ahí… O lo habría hecho de no ser porque el apuesto hombre sucumbió al sueño y se encontraba profundamente dormido para cuando Sakurai se reincorporo encima de él.

-Claro, duerme… -susurro divertido Sakurai, despejando su linda frente para besarlo. Mínimo podía verlo dormir.

Sonriendo, Sakurai se levantó y termino de desnudar a su pareja, metiéndolo en la cama y tapándolo perfectamente. Azelleb era un mundo frio por la falta de sol, y aunque Inoue había asegurado que no podía enfermarse, no quería correr riesgo con su foráneo compañero.

Él permaneció gran parte de la noche sentado al lado de Inoue en la cama, revisando el trabajo que había traído y no podía ignorar. Era demasiado, le tomaría días enteros ponerse al corriente, pero él no necesitaba dormir en las noches, solo acompañar y cuidar a su indefenso amante.

Inoue muy avanzado su sueño por fin se movió. Sakurai paro sus dedos en el teclado de su computadora física y lo miro, pensando que había despertado, pero este solo tanteo a su lado hasta encontrarlo.

-¿Qué haces? Ven… -susurro adormilado, jalando débilmente su ropa aun con los ojos cerrados.

-¿Te sientes solo?- sonrió Sakurai agachándose y besándolo.

-Solo ven… por favor…

Ahora, ¿cómo negarse a tal petición tan dulce?

Mientras lo escuchaba volver a dormir, Sakurai se desvistió y miro por los amplios ventanales de su cuarto la luna bajar. Pronto aclararía y la rutina diaria de su gente se desarrollaría en todo su esplendor, saliendo de casa y haciendo ruido, continuando con sus vidas.

Pero por el momento, Sakurai protegería el sueño de su amante acompañándole en la cama, abrazándolo y dejándose llevar en un sueño inducido para no incomodarlo al estar despierto a su lado.

 

 

Inoue despertó sobresaltado, faltándole el aire y gimiendo fuertemente. Él estaba tan alarmado que ni siquiera le importaba haber despertado a su compañero y que este le llamara preocupado.

Lo había visto tan claro como el agua. La gente gritando y corriendo de un lado a otro, enormes arboles consumidos por el fuego, personas atrapadas en casas en esos árboles mientras sus alaridos lo hacían estremecerse de miedo, escuchándolos morir quemados, suplicando ayuda que nunca llegaba.

Pero Inoue se encontraba ahí, mirando simplemente una capa brillosa verde esmeralda, pisada por los seres desesperados que huían del fuego. Él se sentía satisfecho de ver la capa y no hacía nada más, hasta muy tarde, demasiado… Entonces todo era consumido por las llamas, ramas cayendo encima de los pocos sobrevivientes que morían inmediatamente enfrente de él. E Inoue no hacia absolutamente nada al simplemente desaparecer.

-Tranquilo, amor… Fue solo un sueño… Estas a salvo… -susurro una dulce voz llegando lentamente a él. Inoue parpadeo deshaciéndose de la horrible visión para ver los más lindos y amables ojos rojos que había visto alguna vez.

-Dai… -sollozo Inoue asustado, abrazándolo fuertemente.

-Esta bien. Todo está bien. Tranquilo…

Inoue hizo todo lo posible por inundarse de la afirmación, sosteniendo a Sakurai cerca, convenciéndose de que estaba a salvo y que él lo protegería… Que no permitiría que Inoue fuera indiferente a una masacre de ese tipo.

-Inoue, escucha. Debes tranquilizarte. Aquí habitan muchos seres con habilidades extraordinarias, y si sienten tu Poder descontrolado pensaran en una amenaza externa.

Él se separó rápidamente de Sakurai y le miro sorprendido antes de ver su alrededor. Vagamente recordaba estar en Azelleb, conocer a su nueva familia política y correr por los pasillos hasta que Sakurai le tuvo acorralado y el sueño pudo más con él.

Estaba muy seguro que a donde fuera que Sakurai lo llevo, no estaría cubierto de hielo brillante y haría tanto frio congelante. ¡Eso era por culpa de su Poder!

-L-lo siento… -susurro Inoue culpable, cerrando los ojos y concentrándose en desaparecer todo.

-No te preocupes por eso. Es normal algunas veces perder el control cuando duermes…

-No conmigo… -susurro entre dientes Inoue, incomodo de hablar sobre eso.

Sakurai le miro largo rato antes de asentir sin más, volteándose en la cama para sentarse a la orilla.

-Lo lamento. No me gusta perder el control de esta manera, por eso me pongo irritable… -musito Inoue alcanzando a Sakurai, abrazándolo por la espalda y escondido su rostro en la amplia y fuerte espalda.

-Entiendo que actúes así, Inoue. ¿Cuánto tiempo llevamos de frecuentarnos? Hace solo un par de semanas no sabíamos que estábamos destinados a estar juntos. Todo ha pasado muy rápido y aun no desarrollamos una fuerte confianza. Lo comprendo…

-Me gustaría que dejaras de hacer eso…

-¿Qué? ¿Ser racional?- sonrió Sakurai. Inoue bufo, golpeándolo suavemente.

-Tenerme tanta paciencia y comprensión, tonto. No soy perfecto y no me quiero esforzar por serlo. Si vamos a seguir con esto, necesitas prometerme de que no me perdonaras todo. ¿Estamos? Venimos aquí porque es nuestra prueba. Tú mismo dijiste que este tiempo nos serviría para ver cómo desarrollarnos juntos…

-Lo dije, Inoue… sin embargo… Lo que dices, amor, suena como que quieres que te reprenda o me enoje por cosas que son perfectamente comprensibles. Tu nerviosismo convertido en desesperadas acciones, como ayer con mi familia…

-Rayos, no me lo recuerdes… -se quejó Inoue por lo bajo.

-O tu falta de descontrol por una pesadilla que incluso a mí me dio escalofríos…

-¿También la viste?- se asombró Inoue, separándose definitivamente de él para mirarlo a los ojos.

-Compartimos todo por la mente, chéri. Sueños, pensamientos, memorias y sentimientos. Todo…

-Eso suena un poco atemorizante… -molesto Inoue traviesamente.

-Oh, y faltan aun varias cosas… ¿Recuerdas que bebiste mi sangre? Cuanta más consumas, mas habilidades especiales desarrollaras.

-¿Me convertiré en vampiro?- ladeo la cabeza Inoue, más curioso que asustado.

-Para nada, amor. Se nace vampiro, no se hace. Eso solo son mitos…

-Oh, creo entender. Es como mi Enlace Couple, ¿no? Se comparten habilidades y almas para proteger al otro y a la familia que se esta por formar.

-Básicamente. Tendrás mas velocidad, inteligencia, tus sentidos, como la vista y el oído se desarrollaran mejor. También recibirás poder y energía de la sangre que te otorgue, y tu cuerpo se adaptara para darme alimento y poder.

-Ahora entiendo porque Shinobu-chan se molestó cuando lo llame “Nuestra propia Fuente Sagrada”- murmuro por lo bajo Inoue, confundiendo a Sakurai pero sin aclararle nada. –Bueno, genial, entiendo. ¿Ahora qué? ¿Me enseñaran a ser un Príncipe Consorte vampiro?

-Pues aunque lo digas con ese tono, amor. Aun hay varias cosas que tienes que aprender al estar aquí…

-Háblame de esas coronas y capas. Ayer las vi en todos y fue una reunión medianamente informal, ¿cierto? ¿Por qué siento que me dirás que eso es reglamentario, Mon amour?

Sakurai abrió la boca, seguro para responder, pero él se detuvo y sonrió con un brillo singular en sus ojos, mirándolo largamente hasta hacerlo sentir abochornado.

-¿Q-que?

-Me gusta que me llames así… -susurro Sakurai un poco apenado. Inoue gimió un poco apartando la mirada.

-N-no te desvíes. Dime…

-Si, bueno. Tienes razón. Es reglamentario. Todo ser perteneciente a la realeza, o de algún modo relacionado, lleva una capa, y los estrictamente pertenecientes, coronas y tiaras. El Rey puede rechazar la corona porque es muy pesada y estorbosa, pero no la capa, guardia, doncellas, etcétera, etcétera…

-¿Guardia? ¿Doncellas?- jadeo Inoue lentamente perdiendo las ganas de levantarse de la cama.

-Ahora eres un Príncipe Consorte, Inoue. Sabes cómo va todo esto…

-¿Cuántos?

-No lo sé muy bien. Se supone ayer debimos ser presentados con tu guardia, doncellas y otros tantos encargados para que los conocieras y te facilitara la estadía, pero supongo Padre no quiso abrumarte con eso.

-¡Y se lo agradezco!- gimió Inoue en conflicto.

-Mmm, ¿chéri? Aun hay más…

-Solo dilo de una vez… -susurro Inoue preparándose.

-Bueno… Ayer viste a los Príncipes Consortes, ¿cierto?- empezó lentamente Sakurai, viéndose nervioso.

-Lo hice. ¿Por qué?

-Bueno… las leyes establecen… cierta vestimenta…

-¿Aparte de la corona y capa? ¿Qué es?

Sakurai susurro algo como “mejor dejar que lo vea de una vez por todas” en su mente y se levantó, suspirando mientras cruzaba toda la enorme habitación plenamente iluminada por velas, de colores oscuros y techo alto. Muchas pinturas, ventanas y libros.

Su compañero saco de un modesto armario una caja, un conjunto colocado en algo parecido a un gancho de ropa y una linda caja de cristal no más grande que la mano del vampiro.

-Aun falta algo, pero no esta aquí. Te la entregare lo más pronto posible, pero debo pedírselo al Rey.

-¿Qué es?

-No comas ansias- sonrió Sakurai y le extendió primeramente el conjunto. Inoue solo cerró los ojos tragando sus palabras.

-¿Un vestido con corsé?

-Es una túnica especial…

-¡Es un jodido vestido!- exclamo insultado, sacando de su protección las ropas.

De tela ligera, blanca y con muchos pliegues. Un corte dejaría que parte de sus piernas se vieran. Las mangas eran amplias y caían mucho más allá que sus manos, que por cierto, añadido, llevaría guantes de encaje. La reglamentaria y pesada capa negra que Inoue podía ver que tenía varios compartimientos, y los zapatos tenían tacones. ¡Tacones!

-¿Y qué es esto?- pregunto, tomando la caja de cristal que Sakurai había dejado en la cama. Adentro había un par de listones finos y elegantes, varios prendedores y otros tantos objetos que Inoue no identifico.

-Eran de mi madre… -susurro Sakurai, efectivamente callando a Inoue. –En Azelleb ninguna persona puede tener el cabello suelto más largo que la mitad de sus brazos. Ciertas razas muestran su poder, magia, habilidad por su cabello. Sujetarlo muestra educación y respeto a los líderes.

-¿Tengo que amarrar mi cabello?- gimió Inoue tristemente, llevando una mano a su largo cabello desordenado por recién levantarse. –Daisuke… No me gusta que me toquen mi cabello. ¿Cómo quieres que pase por esto?

-Las doncellas te ayudaran, chéri. Habla con ellas y…

-¡Ya entendí!- callo Inoue con un gesto desesperado de sus manos. -¿Sabes qué? Te prometí apegarme a toda esta mierda y lo hare. No estoy feliz, sin en cambio… ¡Pero no esperes logre todo perfectamente, ¿me escuchaste?!

Sakurai solo abrió sus ojos fuertemente cuando el profesor se levantó refunfuñando, llevándose todo con él hacia el baño. Podría haber jurado que Inoue lo golpearía por toda la etiqueta que le dejo caer y pidió cumpliera.

Levantándose él también, camino hacia el armario. Su traje militar tardaría aun en llegar, pues tendría modificaciones especiales que señalarían su estado comprometido, así que tendría que vestirse con un traje como siempre. Aunque sería divertido aguantar las miradas y comentarios de sus hermanos por eso…

Sakurai paro sus pensamientos cuando escucho a Inoue gritar. Él por un momento comenzó a correr para auxiliarlo hasta que escucho voces alteradas y apenadas de mujeres y a Inoue gruñir en su mente.

Sabiendo que había causado el altercado, Sakurai solo cerró los ojos y espero que Inoue reaccionara a la inesperada visita de las doncellas en el baño, esperando ayudarlo a bañarse.

-¿Sakurai?- gruño Inoue sacando solo la cabeza por la puerta. –No tendrás sexo en mucho, mucho tiempo… -solo dijo rechinando dientes antes de desaparecer de nuevo. Sakurai solo gimió derrotado.

 

 

Inoue caminando lentamente solo suspiro. El desayuno en un enorme y vacío comedor, con media docena de sirvientes solo atendiéndolo a él había sido tan incómodo como lo recordaba años atrás en el Palacio Principal. Ninguno de los Príncipes necesitaban comer, y Sakurai había estado ocupado poniéndose al corriente en todo lo que paso en su ausencia. Todo era tan complicado para Inoue, más ahora que estaba solo por primera vez sin su amante.

Olvidando sus pensamientos él paro de golpe a mitad de un solitario pasillo. Enfrente de él se deslizaba hermosamente algo parecido a una serpiente dorada, solo que cubierta de pelo y más pequeña de lo que esos animales median en promedio.

Él ladeo curioso y sonriente su cabeza mirando a la “Cosa” parar su camino cerca de él y elevar la mitad de su cuerpo, como lo haría una serpiente. Su “cabeza” triangular terminando en dos puntillas, semejantes a dos orejitas, miraba a Inoue fijamente con dos diminutos puntitos.

Inoue dio un paso atrás sorprendido cuando la cosa hizo un extraño ruido y se levo de un salto, formando en el aire un perfecto y cerrado círculo, moviéndose consecutivamente y brillando con un dorado con forme pasaba el tiempo, más brillante y cegador hasta que inundo con su color todo el lugar.

Parpadeando para acostumbrarse, Inoue no se dio cuenta del fenómeno cuando la luz paro. Enfrente de él una hermosa chica apareció, hipnotizando a Inoue por su belleza impresionante. Ojos y cabello dorado brillante, piel tenuemente bronceada, curvas llamativas al igual que sus abundantes pechos. Toda ella desnuda y luciendo hermosamente joven.

Sin embargo a Inoue lo único que le impresiono tanto para quedarse a mirarla fueron las puntiagudas orejas en forma de triángulo encima de su largo cabello hasta la cintura. Las pupilas de sus ojos dorados eran casi idénticas a las de un felino, en su sonrisa traviesa y seductora cuatro colmillos visibles, dos inferiores y dos superiores, acomodados perfectamente para no molestarle.

Su estupor se desvaneció cuando un movimiento lo distrajo. Atrás de ella se movió algo del mismo hermoso color dorado.

Inoue la descarto como una Chaton cuando siete colas grandes, de abundante pelaje dorado, se extendieron casi como lo haría un pavo real. Líneas recorrieron desde su espalda hasta todo su cuerpo, formando diversos trazos de color azul, parando en su frente donde se extendió una tipo corona.

Un *Kitsune, sospechaba Inoue.

Le preciosa chica profundizo su mirada casi terroríficamente antes de saltar hacia Inoue en un ágil movimiento rápido, tan brusco que Inoue no pudo retroceder. Cuando menos lo pensó, ella ya estaba en sus rodillas y manos, a sus pies, restregando parte de su rostro y cabello en su pierna derecha, como un gato común.

Un calor anormal y delicioso lo recorrió embriagándolo. Sonriendo estúpidamente, Inoue acaricio a la lindura en su cabello y orejitas, escuchando como ella hacia seductores y complacidos sonidos de disfrute, aumentando su fricción, sus muchas colitas moviéndose, provocándole más de aquel sentimiento extraño y placentero a Inoue.

Ella levanto su hechizante mirada y volvió a sonreír de esa curiosa manera perversa que le dio escalofríos a Inoue.

Separando sus sensuales labios rojos una pequeña lengua también roja salió, lamiendo eróticamente su mano. Él solo permaneció quieto, mirando extasiado sus actos… hasta que un grito despertó a Inoue.

-¡Chéri, reacciona!

La chica gimió aterrorizada y corrió rápidamente aun en cuatro. Inoue sobresaltado respiro desesperadamente, mareado, la realidad golpeándolo bruscamente mientras lo-que-sea que ella influyera en él desaparecía.

-¡¡Kitsune!!- siseo Sakurai colérico, encarando a la miedosa chica que se recluyo en uno de los pilares, haciéndose casi bolita protegida por sus colitas. -¡Te vuelvo a ver tratando de hechizar a mi Kypher od mi Sjol y te provoco la muerte! ¡¡¿He sido lo suficientemente claro?!! ¡¡Robas su energía vital y te matare!!

-¡A.B. no sabía, amo!- gimió agudamente una voz en el ambiente. Inoue sabía que era de la chica, pero esta no había movido la boca, tampoco hablaba por la mente.

-¡¡No me importa!! ¡Te hemos prohibido que ataques a cualquiera con poderes superiores! ¡¡La falta aumenta cuando pretendes despojar de su energía a mi Destinado!!

-¡A.B. no lo volverá a hacer! ¡A.B. lo promete! ¡A.B. no será una mala Kitsune de nuevo! ¡A.B. debe lealtad y obediencia a los amos por cuidarla y protegerla! ¡¡A.B debe respeto al nuevo integrante de los amos!!

-¡Solo recuérdalo!- gruño Sakurai viéndose exasperado, moviendo sus manos bruscamente. -¡No ataques a Inoue otra vez! ¡¡No ataques a nadie en lo absoluto si no es por defensa propia!!

-¡A.B. lo recordara! ¡A.B. le esta muy agradecida al amo por ser comprensible con A.B! ¡A.B. no será mala de nuevo!

-¡Ya! ¡Solo…! Vete, ¿quieres?- jadeo Sakurai señalando el pasillo. La chica asintió desesperadamente y en un brillo cegador volvió a convertirse en aquella cosa parecida a una serpiente pequeña y peluda, deslizándose rápidamente para irse al lado opuesto donde ellos estaban.

-No debiste ser tan duro con ella… No sabía… -susurro Inoue, preocupado por la pequeña loca. Sakurai le miro sorprendido y enojado, gruñendo enseñándole sus colmillos.

-¡Casi te mata, Inoue! ¡Los Kitsune roban la energía vital, la magia, el Poder! ¡¡Mierda, Inoue!! ¡Un poco más y ella…!

-Pero no lo hizo… -interrumpió rápidamente Inoue, levantando una mano y poniéndola enfrente de él para detener al alterado vampiro.

-¡¡Inoue…!!

-No. Me. Grites. –susurro Inoue lentamente, entre dientes. –Te escucho perfectamente con tu tono de voz normal. Si tienes un desacuerdo conmigo, o te encuentras enojado, te escuchare solo si te tranquilizas. De lo contrario… Ve y enfríate, mi amor… -dijo Inoue sarcásticamente con la palabra dulce. Negando le dio la espalda y continuo con el camino que antes había tomado.

Casi con eco escucho a Sakurai balbucear y gruñir alterado en su mente, pero Inoue simplemente lo dejo estar. Él no iba a tolerar una pareja, y mucho menos una Pareja Couple que le gritara y desquitara su coraje con él. Era mejor dejar claro eso desde el principio, tanto como que Sakurai debía aprender a controlar su carácter.

Que fuera un Príncipe vampiro y un poderoso empresario exitoso no quería decir que podía actuar como quisiera con Inoue. Había muchos límites que Inoue tenia y si Sakurai quería pasar su eternidad con él, tendría que respetar.

>>Si sabes que yo solo quiero protegerte, Inoue, ¿verdad?<< Susurrominutos después el hombre en su cabeza, sonando aun irritado pero más tranquilo. Inoue suspiro, apoyado en un barandal, mirando a los sirvientes trabajando.

>>Lo sé, y quede en aceptar bajo ciertos términos que me cuides, Dai. Pero simplemente no puedes gritarme. Nunca. << Recalco firme, cerrando los ojos y exhalando triste. >>Gritar en una pelea nunca trae nada bueno. La mayoría de las veces solo empeora las cosas hasta lo irremediable. Las palabras duelen, y gritadas son peor… << Gimió Inoue, tragando, recordando muy vagamente las discusiones que en el pasado entablo con personas que valoraba.

Sakurai a través de su enlace mostro arrepentimiento y dolor. Inoue casi lo podía escuchar suspirar y pasar nervioso su mano por su cabello.

>>Mira, entiendo lo que paso, ¿vale?<< Suspiro Inoue. >>Ella hizo mal, y sí, merece reprimenda por eso, pero tampoco era para que te alteraras tanto, Daisuke. No puedes ir por ahí amenazando y gritando a quien desees. Menos actuando así conmigo. Soy tu pareja, ¿recuerdas? Se supone mi papel es cuidarte y apoyarte, ayudarte a tranquilizarte y entender las cosas. ¿Cómo lograre hacer eso si no me dejas hablar y te alteras así?<<

-Lo siento… -susurro Sakurai, en un parpadeo estando a su lado. Inoue se sobresaltó un segundo antes de sonreír levemente, mirando los arrepentidos ojos rojos. –No volverá a suceder, amor. Tratare de controlarme mejor…

-Mientras lo trates todo estará bien… -sonrió Inoue y lo abrazo, inhalando su rico olor, devolviendo el seductor beso que Sakurai le dio en forma de cerrar su promesa.

-Marchen a sus aposentos si están en ese estado… -rio una vocecilla dulce ajena a ellos. Ambos se separaron avergonzados, mas no se dejaron de abrazar al mirar al sonriente Octavo Príncipe. La sonrisa desapareciendo de Inoue y Sakurai cuando dieron con el hombre que estaba al lado del chico.

De altura elevada, cabello y ojos negros, figura elegante y ropa cara, un vampiro miraba a Inoue fijamente con lujuria contenida en sus ojos. En estos, muy bien escondida estaba la maldad y avaricia que Inoue aprendió a identificar de su antiguo rey, y en general de la mayoría de su anterior gente en Imi-nashi.

El vampiro era apuesto, pero aquella aura macabra puso nervioso a Inoue hasta que Sakurai lo puso atrás de él, seguro identificando lo mismo que Inoue. O era la mirada descarada que le daba el otro a Inoue, sin desaparecer siquiera cuando Sakurai le siseo suavemente, al contrario, aumentando su sonrisa burlona, desestimando arrogantemente al Príncipe.

Keigo miro repetidamente a su hermano y al vampiro extraño. Sus lindos y grandes ojos rojos lucían preocupados, sin alcanzar a ver al extraño por estar levemente atrás del hombre… ¡que tomaba de la mano!

¡El imbécil vampiro era pareja del Príncipe y aun así desnudaba con la mirada a Inoue!

-Mmm… De-déjenme presentarlos… -susurro nervioso el Príncipe, mal entendiendo las reacciones por ser todos desconocidos. –Hermano, él es Saúl Black, mi novio… Saúl, él es mi hermano mayor, el Tercer Príncipe a la Corona, Sakurai Daisuke, y su Kypher od mi Sjol, Kazuhiko Inoue… Ambos están de visita para que el Príncipe Consorte conozca y lo conozcan aquí en Azelleb. Ellos actualmente viven en Celes…

-Un gusto… Kazuhiko… -susurro el vampiro con voz empalagosa y repugnantemente lujuriosa. Keigo bajo la mirada rápidamente, pareciendo herido pero sin decir nada. Sakurai gruño viendo a su hermano mientras Inoue endurecía su mirada en el extraño.

-“Príncipe Consorte” para ti… -gruño Inoue, cubriendo de desprecio su tono y mirada al verlo. Él tuvo la satisfacción de ver el miedo y duda en los ojos oscuros cuando Inoue trasformo sus ojos a blanco. –Nos retiramos… Cuídese, Octavo Príncipe… -susurro Inoue preocupado, jalando a Sakurai para que se fueran.

-Que tengáis buena ruta… -respondió débilmente Keigo mientras ellos pasaban a su lado, en ningún momento viéndolos.

Sakurai estaba inundado en enojo que Inoue compartía con él. Lejos quedo su discusión momentos antes cuando ambos sin pensar se metieron a una de las caballerizas en el jardín trasero.

-¡¿Por qué demonios Kei-chan esta con alguien tan repugnante como él?!- pregunto Inoue sorprendido. Sakurai elevo sus manos en un gesto enojado, haciendo un sonido extraño de desprecio.

-¡No lo sé! Ni siquiera sabía que estaba en una relación. Él es el más joven de todos nosotros. Hace solo un par de años regreso de su incursión educativa con los Elfos de la Luz. ¡¿Por qué mis hermanos y Padre permitirían que alguien tan inferior siquiera trate a mi hermanito?!

Inoue negó abatido, apoyándose en una de las puertas junto a un hermoso caballo alado negro. Mientras se rodeaba con sus brazos recordaba esos sucios ojos negros, mordiéndose preocupado su labio inferior.

-¿Qué sospechas, chéri?- pregunto agudo Sakurai, sintiendo sus pensamientos por su enlace. Inoue suspiro.

-Conozco esa mirada, Dai. Conviví con ella casi toda mi vida… y nunca fue bueno.

-¿Quién?- se sorprendió el vampiro viéndose preocupado aun más que Inoue. Él le miró fijamente, pasándole mentalmente la imagen y recuerdos que tenia del malvado padre de Miyagi. –No, no, no…

-Tú lo viste igual que yo… -negó Inoue desviando su mirada, desesperado por estar equivocado.

-¡Demonios! ¡¡No puedo permitir que alguien así trate a mi hermano!!

-Si es verdad lo que sospecho, él quiere entrar a la familia reinante, solo entonces mostrara su verdadera cara con total plenitud… -susurro Inoue. Viendo al inquieto vampiro caminar de un lado a otro, Inoue lo detuvo por su brazo, mirándolo fijamente. –Tu hermano no es tonto ni inocente, Daisuke. Él se dará cuenta de las cosas y no dejara que eso pase. Es seguro pronto se dé cuenta de la verdad…

-¿Y si no, chéri? ¿Y si esta enamorado de ese bastardo? No conoces aun a plenitud a los vampiros, Inoue… -negó Sakurai desesperado. –Nosotros no vamos y entablamos una relación estable con cualquiera, amor. Hare sonar a todos muy promiscuos, pero preferimos no relacionarnos con cualquiera a largo plazo y mejor ir de persona en persona buscando a nuestro Elegido. Solo con alguien muy especial nos establecemos y renunciamos temporal o definitivamente a buscar a nuestra mitad…

Inoue lo soltó con un pequeño gemido aterrorizado.

-¿Y no harán nada? ¡Él evidentemente no es su Kypher od mi Sjol! No dejaran que este con alguien así, ¿verdad?… ¡¿Verdad?!- exclamo mas fuerte Inoue cuando Sakurai no respondió. -¡Mon amour!

-No podemos hacer gran cosa, chéri… -jadeo Sakurai rendido, mirándolo triste. –Keigo ha sido mayor desde hace mucho tiempo. Es su elección… -susurro, elevándose de hombros. –Además, incluso si le decimos, o prohibimos que lo vea… ¿De verdad crees que nos hará caso? Aun es joven, no tiene más de cien años. La necesidad por su mitad lo hará tomar decisiones tontas…

-Esto no puede ser… -gruño Inoue alterado.

El Príncipe le recordaba tanto al dulce e inocente Johnny, con esos enormes ojos, dulzura y amabilidad. La linda sonrisa inmediata que le dio a Inoue y su aceptación cuando vio que él no le haría daño a Sakurai.

Tal vez era que Keigo fuera el más pequeño, su aspecto o el instinto de Inoue que le decía que el chico saldría herido, pero desesperadamente quería protegerlo de los horrores de la vida y de aquel ser en el que confiaba y lo traicionaba tan descaradamente que daba rabia.

¡Pensar que probablemente el pequeño Príncipe dejaba que ese asqueroso hombre lo tocara íntimamente!

-Padre no lo permitirá… -intervino en sus pensamientos Sakurai, viéndose también desesperado. –Confió en que él ya este enterado y deje que por el momento Keigo se encargue de todo. Si las cosas se ponen peor, él no lo permitirá. Y si le hace daño… Los dioses salven a ese maldito…

Inoue miro largamente a Sakurai antes de asentir, mordiéndose sin darse cuenta su labio.

Si el Rey no hacia algo pronto, Inoue sin importarle intervendría. Mataría al bastardo si tocaba al dulce Príncipe.

-Oye, basta. Ven… -Sakurai le tomo de la mano y lo guio hasta lo más profundo del establo. –Dijiste que sabias montar a caballo, ¿cierto?

-Lo hice, pero no en este tipo… -susurro Inoue un poco aterrorizado por el ejemplar en completo negro, metro y medio de alto e imponente. Era un muy fuerte caballo que parecía mirarlo con altanería, batiendo sus largas y anchas alas.

-No es muy diferente de los que tú frecuentabas… -rio Sakurai guiándolo ante otro caballo más tranquilo, preciosos ojos miel y color café oscuro. Sus alas tenían cierto brillo cuando las movía, y al mirar a Inoue hizo una reverencia de cabeza casi como si lo reconociera. Instantáneamente le gusto.

-¿Su nombre?- sonrió, haciéndole mimos en su nariz.

-Oh… ¿nombre?- dudo Sakurai, mirando curiosos al animal y después a Inoue.

-Perdón, pensé que aquí le daban nombres a los caballos- rio Inoue divertido. Volviendo al hermoso caballo, sonrió. –Miel… ¿Te gusta?- le pregunto cómo idiota al corcel, que solo relincho. –Genial, le gusta. Dime que es mío…

Sakurai solo rio abriendo la puerta del establo, acariciando la sedosa crin café, mirando con cariño a Inoue.

-Él era mío cuando recién aprendía a montar. Ahora es tuyo…

-Perfecto, soy dueño de un viejito caballo… -rio Inoue entrando y tocando al animal que relincho de nuevo. –Lo siento, pequeño. No eres viejo, ese soy yo. ¿Me disculpas y dejas que te monte, precioso?

Inoue sonrió plenamente cuando el animal bajo por completo su cabeza y guardo sus alas pegándolas a su cuerpo, permaneciendo quieto. Él se subió en un fluido movimiento que aprendió mucho tiempo atrás con caballos tres veces más grandes. Sakurai solo lo miraba impresionado.

-¿Sin silla? ¿Cómo lograste eso, chéri?

-S-e-c-r-e-t-o… -dijo lentamente, moviendo un dedo levantado mientras con la otra mano se agarra suavemente al pelo del animal. -¿Vamos a dar un paseo o solo querías verme aquí arriba?

Sakurai rio y le ayudo a sacar a Miel. Mientras Inoue salía del lugar y esperaba a su compañero desde el alto lugar, se preguntó que cosas más lo esperarían en esos dos meses que planeaba quedarse en Azelleb.

Continuara…

Notas finales:

*Aclaracion: Sí, para los conocedores y observadores, el regalo de Mitsu seria como el Felix Felicis de Harry Potter~
En mi imaginacion, solo alguien tan diestro en la magia como Mitsu lograria hacer esa especial pocion, y teniendo en cuenta cuan poderosa y peligrosa puede ser, solo seria obsequiada a alguien tan merecedor como el Rey Christian~ xDD (?)

*Kitsune: http://es.wikipedia.org/wiki/Kitsune

 

Y la verdad es que me divierte mucho que todas pensaran que en realidad el Rey pretendiera algo travieso con Inoue xDD

Vamos, que el hombre solo lo quiere sonrojar y enojar a su normalmente-tranquilo hijo xDDDD

Y pues asi~

Una vez mas, lamento lo mucho que me tardo en actualizar, pero entre que estos capitulos de Inoue son eternos y tengo que poner muchas cosas en muy pocos capitulos, y que el fic de Haruhiko/Gaby ya llega a su fin, tengo que revisar que nada me falte por aclarar *suspiro*

Y asi se me va el tiempo. Lo siento u__u

Me retiro por hoy. Cualquier duda, ya saben donde va.

Cuidense muchisimo. Nos leemos .w./

 

Y por supuesto, no lo olvido, el hermoso dibujo:

https://scontent-b-sjc.xx.fbcdn.net/hphotos-xap1/t1.0-9/936057_439692366171791_119995154640086849_n.jpg

Chris-chan.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).