Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El salvador que necesita ser salvado. por christalchii268

[Reviews - 92]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Yo... aun no estoy completamente satisfecha sobre este capitulo :/

Pero espero a ustedes si les guste y si no, me lo digan >___<

Por favor, disfruten~

 

Capítulo 21: “¿Cuál es tu verdadera personalidad, Inoue?…”

-Gracias, hijos. Pueden retirarse…

Taki suspiro un tanto aliviada mientras seguía a Rio, regresando a la improvisada fiesta privada, sin en cambio el Rey detuvo con un suave movimiento a Sakurai de también irse, esperando hasta que sus hermanos se retiraran lo suficiente para encararlo. Su mirada gentil, su cuerpo recargado en la pared del pasillo. No era ya mas el Rey, era ahora solo el padre de Sakurai.

-¿Qué es lo que te inquieta, Tercer Príncipe?- cuestiono con suavidad, mirándolo. Sakurai dejo vagar su mirada.

Él no tenía ninguna inquietud apremiante que recordara. Aunque al principio le costó aceptar la idea de sus hermanos, ahora agradecía sus deseos para hacer sentir bienvenido a Inoue. Sakurai también disfrutando de la noche en compañía de su familia, como muchos años, por no decir siglos no lo hacía.

Inoue estaba a su lado y relajado, sus hermanos también y él estaba feliz. No veía porque su padre preguntara… De no ser por…

-¿Tiene conocimiento ya de quien fue el líder del atentado de ayer, padre?

Christian negó con tristeza. Sus ojos inmediatamente fueron a la inmensa puerta de madera que daba paso al salón.

-El único que estuvo en contacto directo con su empleador se suicidó solo llegaron a las mazmorras. Los demás no sabían nada y aceptaron con innecesaria arrogancia el castigo. Son enemigos declarados a la corona.

-Lo que aclara porqué aceptaron el trabajo, pero no por qué centrarse solo en Inoue…

-Ellos en realidad no hicieron eso, Sakurai… -recordó con precaución su padre, pero Sakurai solo gruño.

-Él era el blanco, Rey. Solo tomaron de rehenes al aquelarre y amenazaron a los Príncipes por venganza. Usted lo dijo, son enemigos a la corona. Cualquier involucrado con la familia real están en sus planes. Pero Inoue era a quien querían. ¿Por qué? ¿Quién fue?

-La lista de sospechosos es interminable, hijo. Él es ahora un Príncipe Consorte… 

-¡Lo sé!- gimió Sakurai, dejando ver su angustia a su padre. –Sé que él está en peligro, tanto como que Inoue solo puede protegerse, nuestra gente y familia lo protegerá, y es mi deber y honor hacerlo… Pero eso no quita que esa maldita daga de ayer pudiera haberlo matado… A mí no me hizo daño alguno. A un humano no le habría lastimado mas que la herida, pero para alguien con las habilidades de Inoue… Alguien de Imi-nashi habría muerto…

-Aclara, Príncipe… -se alarmo Christian, reincorporándose y volviendo a ser el digno Rey que era.

-Inoue es un Protector de Imi-nashi, usted lo sabe, Rey. Su mundo pudo desaparecer hace años, pero sus habilidades no. Llegar a Azelleb hizo que su Poder de Hielo sobresaliera, y todos lo ven a simple vista… -Sakurai se pasó una mano por el cabello y camino en el solitario pasillo. –Inoue me conto sobre un artefacto que inhibe su Poder. Esta en resguardo del gobierno de Celes, pero Inoue esta muy atento para que no caiga en manos equivocadas…

-¿Insinúas que el enemigo de ayer tiene parte del conocimiento sobre eso?

-Solo sé que Inoue al contarme eso fue muy detallista… Ayer, mientras él me abrazaba, recordé eso… Y sentí claramente como la daga tenia similares efectos… Ese sujeto… Hilde, creo… uso el aparato en Miyagi-san e Inoue… pero podría decirse que nunca estuvo en contacto directo con ellos… pero esa estúpida daga…

-Habría entrado en contacto con su sistema… -asintió Christian, entendiendo rápidamente. -¿Tus sospechas son que al contacto con su sangre, la daga de alguna manera manipulada lo dañaría? ¿Restringiría su Poder?

-Inoue posee el Hielo… -Sakurai paro un segundo su paseo, recuperando la información que Inoue le dio, entonces volvió a moverse. –Solo el Viento y el Fuego son capaces de “mantenerse estables”… Inoue en su juventud tuvo mucha educación para aprender a manipular su elemento… Se podría decir que perdía el control y constantemente tiene que mantener fluyendo, restringiendo, manipulando… conviviendo con el Hielo…

Sakurai suspiro, negó y vio a su padre agitado. Christian lo miro de la misma manera preocupada.

-Si restringen su Poder de cualquier manera…

-Inoue podría morir sin complicación… -termino Sakurai asintiendo. –Rey, esto es muy grave. Lo de ayer sospecho solo fue una advertencia… “Mira lo que podemos hacer en cualquier momento sin que te des cuenta”… Inoue podría estar con toda la Guardia y nadie podría evitar en un simple segundo de descuido que lo corten con algo como ayer…

-Esa persona debió saber que tú te interpondrías… Fue una amenaza para ti… -afirmo Christian cada vez más enojado. –Si su real objetivo fuera matar al Príncipe Consorte… solo lo habrían hecho. Sin mas… -El Rey permaneció un momento en silencio, en sus pensamientos. -¿Quién es, Sakurai?

-No tengo certeza… -suspiro Sakurai apretando sus puños.

-¿Pero?- apresuro Christian conociendo a su hijo.

-Tengo varias sospechas… Magno Hayes encabezando la lista con creces… El bastardo me odia…

El Rey no pregunto mas, solo indago en la mente de Sakurai, descubriendo la información sobre el hombre en cuestión y recibiéndola. Solo unos minutos después, Christian le daba la razón a su hijo.

-Ordenare más seguridad para el Príncipe… En el momento en que ambos se enlazaron, él ya es poseedor de toda nuestra protección. Nadie lo tocara… -siseo enojado. -Debes informarle, Sakurai…

-No sé si quiero recordarle a ese imbécil… -gruño Sakurai apretando los dientes. –He visto como lo afecta. Traje a Inoue aquí, no solo para que los conociera, padre… también para que olvidara parte de su pasado. Para que lograra ser él mismo sin un constante recordatorio de todo lo que sucedió en Imi-nashi…

-Sospecho que su historia es dura, Tercer Príncipe, pero no estarás respetando su unión si le ocultas algo tan importante… Él debe aprender y tener la seguridad de poder confiar en ti…

Y ahí otro de los problemas de Sakurai que bien podía afligirlo, como su padre pregunto al comienzo.

Christian inmediatamente lo noto, sin embargo no le presiono y solo con sus ojos cuestiono si deseaba hablar. Sakurai sin saber que hacer hasta que la necesidad de decirlo a alguien pudo más con él.

-Yo… amo a Inoue, padre… No como mi Kypher od mi Sjol… solo como a mí Inoue… -Sakurai jadeo y se derrumbó en la pared, evitando a su padre.

-Él no lo sabe… ¿Por qué, Príncipe?

-Inoue… él es tan… tan complejo… -rio nervioso, alejando su llanto. –Juro por lo más sagrado que cuando lo conocí, yo simplemente no sabía que él sería tan… complejo. Su historia, su pasado, su personalidad, su familia… Su todo. –Sakurai respiro agitado. –Fui un idiota al pensar que todo sería tan fácil como conquistarlo y convertirlo en mi Consorte. Y ahora estoy aquí, castigado por el Destino, amándolo, siendo su otra mitad… y sin poder hacer absolutamente nada en realidad…

-¿Pero por qué, hijo? No lo entiendo… Él es tu otra mitad…

-¡No están fácil!- se rompió Sakurai mirando al Rey impaciente. -¿No lo entiende, padre? Al final no es solo… encontrarlo, preguntarle su nombre y decidir juntos en que departamento viviremos y cuando nos casaremos. No con Inoue… La cifra supera las mil personas que asesino, quizá el mismo número de hombres con los que compartió cama… Una constante y larga tortura mental, insistiendo en que él no debía ser feliz, que no debió haber nacido, que era una deshonra, que el universo lo odiaba y quería verlo sufrir… Fueron siglos de eso… Y yo no puedo hacer nada por ayudarlo a olvidar, padre… ¡Soy su maldito Kypher od mi Sjol y no puedo hacer nada!

-Por favor, para, hijo… -negó Christian abrazándolo, tratando de controlar el temblor impotente que dominaba a Sakurai. –Claro que puedes hacer… y mucho. Tú y todos los que lo rodeamos. Entiendo que tengas mucho miedo por confesar tus sentimientos, entiendo que no quieras hacerle más daño… Lo entiendo, pero eso no quiere decir que no puedas hacer nada y tengas que sentirte así…

-¿Qué es lo que debo hacer, padre? Solo quiero verlo feliz… Tengo tanto miedo de enamorarme aun más de su sonrisa y que un día la pierda… No quiero que mi Inoue se apague… Él no lo merece… ¿Qué puedo hacer?

-Amarlo como lo estás haciendo… Hazle ver que lo amas con todos sus defectos y cargas, como por su sonrisa y corazón. No digas nada, solo muéstrale sin palabras como amas lo impuro y lo perfecto en él. No sucumbas a la desesperación, Daisuke… Para bien o mal, ahora él depende de tu valor y respaldo. Si en el pasado se aseguraron de dejarle claro que no era deseado y centraron sus acciones en dañarlo… tú y todos los que lo apreciamos haremos lo contrario. Es mucho más fácil que él se acostumbre al lado amable de la vida, es esa mi certeza que te otorgo…

Christian acaricio la cabellera de su hijo, quitándole la corona de Príncipe y siendo el consuelo que Sakurai tenía que lograr ser para ese hombre. En silencio, sacrificándose y solo esperando con anhelo que su esfuerzo diera frutos.

-¿Cree que sea el indicado para esta tarea, padre?- susurro Sakurai su mas grande miedo. Christian sonrió.

-Por supuesto, Daisuke… Eres su Kypher od mi Sjol. Tienes el apoyo del Destino para tu tarea. En cualquier otra persona el peso seria muy complicado, incluso para esas personas que lo aman y quieren verlo sonreír. Tú, sin embargo, tienes esa ventaja, hijo. Tienes en tu poder ese título y bendición. Él también tiene la prueba de que puede confiarse a ti. La lucha seria bastante más difícil si ambos no fueran destinados. Él no te habría permitido llegar tan lejos en él de no haber ocurrido lo que sucedió, ¿cierto? Lo constataste antes de saber quién era para ti…

Sakurai tuvo que darle la razón a su padre. El tiempo entre conocerlo, cortejarlo y enterarse de la verdad solo fue una locura desordenada, pero fue después del descubrimiento que ellos estaban relacionados, que Inoue pudo abrirse y Sakurai sintió verdaderamente que tenia una oportunidad.

No fue porque Inoue no tuviera otra opción, siempre habría tenido la ruta de rechazarlo. Fue que Inoue decidió confiar en que el destino hacia lo correcto y que, Sakurai al ser su único destinado, el correcto sin margen de error, no lo dañaría y sus palabras eran ciertas.

Inoue decidió confiar en Sakurai y bajar sus defensas con él porque ambos contaban con la bendición del destino.

-No me gusta que no le demuestres con palabras tu amor. Entiendo porque no lo haces, pero no me gusta… -negó Christian sonando contrariado. –Sé que decírselo lo confundirá, hará que se desespere y piense que no lo merece. Puedo incluso ver que podría hacerse daño en su confusión…

-Inoue no estaba completamente preparado para recibir amor… -rio Sakurai interrumpiendo a su melancólico padre. –Con su familia no tuvo opción. También todo fue repentino, sin objeciones… En un momento ellos ya contaban con el título e Inoue con su amor. No fue de un segundo al otro, pero él cree que sí. No se da cuenta que la gente puede llegar a enamorarse de su gentileza. Y llegue yo… con mi estúpido actuar…

-¿Y de verdad crees que no decirle la verdad ayudara, Daisuke?

-No sé si lo hará o no, padre… solo sé que no quiero aturdirlo más. Él ya está lidiando con todo esto de estar enlazados, ser un Príncipe Consorte y tener que pasar, sin opción alguna, su eternidad conmigo. Un paso por paso adelante… No lo quiero confesar y que él sienta que debe corresponderme porque ya estamos enlazados. No quiero que se sienta mal por no saber que siente, o si quiera si quiere darme una oportunidad…

-Suenas como que estarás satisfecho estando a su lado siempre sin ser correspondido, Daisuke… y eso no es cierto. Puedo ver en tus ojos tu desesperación y frustración cada vez que lo miras. Es apenas visible, pero pronto te alcanzara. Tu naturaleza como vampiro solo hará que en un futuro exija la misma entrega por su parte. Querrás oír su respuesta. Será muy triste el desenlace si él te rechaza al no conocer sus sentimientos… No podrás soportarlo…

-Sé que puedo enamorarlo… -gimió Sakurai separándose y volviendo a caminar. –Solo lo sé. El destino no sería tan cruel para darme una pareja que no me ame… ¿cierto? Si Inoue me rechaza… ¿le hare daño? No quiero eso. Es precisamente por eso que no le he dicho nada. No quiero que él sufra de ninguna manera por mis sentimientos…

-No le harás daño por su rechazo, Daisuke. Pero tu personalidad, tanto como tú naturaleza, querrá saber la verdad en algún momento. No podrás ocultarlo por mucho tiempo. ¿Crees de verdad conquistarlo antes de perder el control?

-No lo sé… -Sakurai rio agudamente y miro rendido a su padre, alzándose de hombros. –La verdad no importa, padre. Sé muy bien lo que intenta decirme. Lo amo… tan desesperadamente, y nada me haría más feliz que el que me corresponda. Puedo sentir que llegare a mi límite pronto y se lo diré… Solo… quiero darle tiempo antes de eso… Y si no logro nada… viviré con ello. Lo tratare… Tengo la esperanza de que él me amara… Es Kypher od mi Sjol… Y si no… será muy incómodo… -rio llorando. -¡Sera malditamente incomodo, pero no lo dejare porque lo amo! Yo solo espero… solo espero que Inoue no se culpe por no lograr amarme… Porque lo único que quiero es que sea feliz.

-Daisuke… -susurro Christian, por primera vez en mucho tiempo sin saber que decir ante su vulnerable hijo.

-Estará bien, padre… Se me otorgo un precioso regalo que no dejare ir ni aunque salga lastimado. Quiero evitar eso último, pero lo aceptare por Inoue. Mínimo tengo la satisfacción de ser su destinado, algo que nadie mas tiene. Nadie mas esta tan cerca de él… y que yo sepa, nadie se ha acercado tanto como yo… Ya soy feliz con eso…

El Rey solo pudo asentir frustrado por no hacer nada para ayudarlo. Solo limpio con amor sus lágrimas, esperando lo mejor para su amado hijo y que de verdad no sufriera demasiado.

Sakurai se sintió liberado por primera vez desde que supo la verdad sobre Inoue. Decirlo a su padre fue un gran alivio y sintió su coraje volver. Su determinación a hacer lo mejor que podía, y si eso no servía aceptarlo sin más.

Ambos cerraron los ojos cuando Christian beso la frente de Sakurai, un gesto que solo le había ofrecido de niño.

-Estoy orgulloso de ti, hijo. Daría todo por ahorrarte sufrimiento, pero tengo fe en que el destino sabe que hace. Existe una balanza en nuestra vida, y la de tu destinado esta muy ladeada de manera negativa. Rezo porque el enlace contigo sea lo que equilibre su balanza y él conozca su recompensa a su sufrimiento… como tú.

-Gracias, padre… Por todo… Ahora por fin siento que puedo seguir a su lado, conviviendo con él, cuidándolo, cortejándolo… Necesitaba esto… -sonrió un poco abochornado. El Rey no dijo nada viéndolo recuperando su compostura. –Una cosa que Inoue me dijo cuando descubrimos nuestro enlace es que… él soporto muchísimo, incluso aun lo hace, pero pudo mantenerse cuerdo por cosas como estas… -se señaló y a su padre, refiriéndose a su conversación. –Ahora veo que es cierto. Agradezco darme cuenta antes de que fuera tarde…

-Si sientes que es demasiado… -divago Christian sin palabras. Sakurai le entendió y correspondió con una sonrisa.

-Lo sé, padre. Siempre podre contar con usted. Soy afortunado por eso. Espero Inoue acepte lo mismo de usted…

-Es uno más de mis hijos… -dijo lo evidente Christian. Sakurai rio.

-Y yo espero que usted no solo llegue y le diga eso… Enloquecerá…

Christian asintió lentamente, recuperando su control y su sonrisa pacifica. Ambos en silencio dejando las preocupaciones para tratarlas cuando llegara el momento.

-Vuelve a su lado, Daisuke… Y no te vayas de ahí hasta que él entienda que también existe lo bueno en la vida.

-Lo hare… -asintió seguro. Tomando una necesaria respiración alejo toda tristeza y volvió al salón, buscando inmediatamente a Inoue, que reía a carcajadas rodeado de sus hermanos.

-¡Mon amour!- salto Inoue cuando lo vio llegar. -¿Dónde estabas? Te perdí de vista un segundo y ya no te vi. ¡Además, cerraste nuestra comunicación! ¡¡Odio cuando me hacen eso!!

-Lo siento, chéri… Platicaba con mi padre… -susurro, dudando un momento al ver los ojos brillosos y extraños de Inoue.

Su profesor lucia diferente. Su cabello desordenado, un pequeño rubor en sus mejillas. Su aliento olía mucho a alcohol y una pequeña y tonta risita permanecía en él incluso si lo que decía era serio.

Si Sakurai no supiera que era imposible, diría que estaba borracho.

-¿Estas bien, Inoue? Estas extraño…

-¿Mmm? ¿Mas de la cuenta?- rio en voz demasiado alta, aferrándose a Sakurai cuando perdió algo de equilibrio. –Yo solo estoy muy feliz, feliz, feliz… Me gusta Azelleb… -canto lentamente, con dificultad. Sakurai noto que de hecho también sus acciones eran torpes y débiles.

Alzando la cabeza cuando escucho risitas, Sakurai noto que sus hermanos lucían demasiado felices para ser bueno. Él los conocía, creció con ellos y compartían los mismos genes. Sabía que eran traviesos y malditos cuando querían.

-¿Por qué no le dices a Sakurai lo que nos contabas, Kazuhiko-chan?- sugirió con maldad evidente Muldor, rodeando con sus brazos al incomodo Andrew que evitaba a Sakurai. Primera señal de que lo que hicieron los Príncipes no era bueno para nada.

-¿Cuál de todo, Nii-chan? Ustedes desde hace tiempo me están acosando mucho… -Inoue hizo un puchero encantador, rodeando con sus brazos el cuello de Sakurai y balanceándose. Sakurai tuvo que sostenerlo con más cuidado para no ser tirado por su peso.

-Cierto… Bueno, bueno… ¿Algo que quieras decir ahora?

-Antes de que calles para siempre… -añadió Haruka. Sakurai los fulmino sin entender.

-Mmm… no se… -mascullo Inoue y miro suspirando a Sakurai. –Yo solo quiero que esta noche no acabe.

-¡No, Príncipe Consorte! ¡Debe decir algo mas… interesante!- rio Taki descaradamente. Todos rieron, incluido Inoue.

-Ya vi lo que hacen, mimados Príncipes. No crean que por mi estado soy idiota, y no caeré…

-¿Tu estado?- pregunto Sakurai, pero Inoue solo tenía atención para los Príncipes.

-No me importa lo demás, pero lo que diga a partir de ahorita, no les incumbe- rio, haciendo un gesto torpe con su mano para alejarlos como si fueran una molesta mosca.

-¿Eh? ¿Eso quiere decir que lo que dijiste lo querías decir pero hasta este momento encontraste valor? Interesante… -asintió risueño Keigo, sosteniendo una copa de vino. La imagen extraña, porque su hermano no bebía alcohol.

-¿Es que el Rey los tiene tan consentidos que ya no ven que hacer mas que molestarme? ¡Déjenme solo, hermanitos!- gimió Inoue infantil antes de reír sin control, sosteniéndose de Sakurai y tambaleándolo.

-Oficialmente no entiendo. ¿Qué está ocurriendo aquí?- pregunto Sakurai ahora molesto. Inoue le parpadeo seductoramente, acercando su cuerpo y bajándolo a su altura para hablarle al oído.

-No preocupes, mi dulce… Yo solo paso tiempo con tus hermanos… -ronroneo y en un rápido movimiento se separó de él, pero por alguna razón su destreza no paso de ahí. Él fue sostenido de caer antes que Sakurai, por Muldor y Rio, quienes se veían preocupados por el risueño hombre.

-Kazuhiko-chan, basta. Será mejor que lo dejemos por hoy… No pensé que serias tan energético… -se lamentó, ayudado por el Cuarto Príncipe a reincorporarlo. Inoue lo miro con los ojos muy abiertos.

-Eso que acabas de decir fue un insulto muy grande a mi persona, Heredero. ¿Qué es lo que quiso decir con eso?

-Que te retires a descansar. Vamos… -guio Muldor hacia el confundido Sakurai.

-¡No, yo quiero seguir en la fiesta!- se quejó Inoue y comenzó a resistirse en un muy bien logrado berrinche. -¡Nii-chan, basta! ¡¡Yo quiero, yo quiero!!

-¡¿Sakurai, vas a ayudarme?!- exclamo con dificultad Muldor, viendo a Sakurai con pánico, sosteniendo al inquieto profesor. –Kazuhiko-chan, ya. Ve con el Tercer Príncipe, anda… Juega con él a cosas de adultos. ¿Qué te parece?

-¡No soy un niño, así que no me trates como tal!- gruño Inoue y le dio un golpe en su cabeza. Muldor rio y entrego a Inoue con Sakurai que lo cargo. -¡Daisuke, tus hermanos son unos malditos sádicos, pero son divertidos! Vas a tener que decirme cosas con las que molestarlos. Me estoy cansando de ser un blanco fácil…

-Si, si, chéri… -contesto Sakurai caminado a la salida, pero cuestionando fríamente a sus hermanos.

>>Lo siento, Dai… Nosotros no creímos que llegaría a esto…<< Se disculpó inseguro Haruka. >>La mezcla se le bajara en unas horas, no te preocupes… <<

>>¿Qué jodida mezcla?<< Gruño, parando su camino para mirarlo con furia.

>>Yo solo le di tantito vino con tantita sangre tuya… Los vampiros se emborrachan más fácilmente de esa manera, así que pensé que sería lo mismo con Kazuhiko. Yo no pensé que en un descuido él tomaría tanto y se emborracharía más de la cuenta… Él dijo que no lo lograría, así que no se supone se pondría así… <<

>>Es que son imbéciles…<< Siseo Sakurai a todos en general. >>¿No pudieron pensar que Inoue, por nunca lograr embriagarse, le afectaría mas de la cuenta? ¿O que por su Poder como Protector eso aumentaría los efectos?<<

Evidentemente ninguno lo considero. Sakurai gruño enojado, decidiendo mejor llevarse al desinhibido Inoue antes de hacer algo que lamentara con sus hermanos.  

>>Ya tratare con ustedes después. Por el momento los quiero ver explicarle a padre porque utilizaron la reserva de mi sangre que tenemos almacenada, para sus estúpidos planes. ¡Él no estará feliz y espero los castigue como es debido!<< Sakurai parando en la puerta los miro sobre su hombro. >>Y no detendré a Inoue si él quiere venganza<<

Inoue mientras se lo llevaba seguía quejándose sobre no querer irse, sin embargo sus quejas eran casi un susurro, ausentes y distraídas, luciendo que en cualquier momento terminaría completamente dormido.

Sakurai por su parte no cabía en lo enojado que estaba con sus hermanos. Él amaba a cada uno de ellos, con sus defectos y virtudes, pero no podía entender como fueron tan descuidados.

Inoue podía tener miles de argumentos por los cuales su naturaleza era inmune al alcohol, el problema radicaba en desafiar eso y emborracharlo a la fuerza, sin considerar cuales consecuencias podía tener en un cuerpo que no consideraba alguna vez lograr ser afectado por alcohol.

¡Vamos, que pudo tener consecuencias irremediables!

-Cuando cerraste nuestro enlace te sentí vagamente, y estabas muy triste… Ahora estas muy enojado, y en ninguna de las dos ocasiones me lo estás diciendo… ¿Tanto desconfías de mí, Daisuke?- pregunto en un susurro atormentado Inoue, viéndole con tristeza.

-¡Por supuesto que no, Inoue!- exclamo sorprendido Sakurai, mirándolo con horror.

-Solo quería socializar con tus hermanos… acercarme a ellos… Discúlpame… Deje que me afectaran y ahora tú estás enojado con nosotros… -Inoue gimió un poco y se mordió el labio, viéndolo con los ojos brillosos. –No te enojes con ellos. Son lindos chicos… Mimados, pero buenos. No querían hacerme daño…

-Chéri…

Sakurai paro sus pasos y suspiro exasperado, sabiendo perfectamente que lo que decía su destinado era cierto.

Debía tomar la travesura de sus hermanos como lo que era, una broma que ellos solo habían hecho sin maldad. Además, Inoue había admitido darse cuenta de sus planes casi desde el principio. Si él pensara por un minuto que su vida estuviera en peligro, habría hecho algo al respecto. Inoue tenía mucho por lo que vivir, incluso si él no quería.

Así que toda esa escena Inoue la permitió simplemente por pasarla bien con los Príncipes, incluso si era frustrante para Sakurai que sus hermanos no pensaran bien antes de hacer semejante locura.

-Ya entendí. No estoy enojado contigo, chéri. Irritado con ellos… pero eso después lo veremos…

-¡Genial!- sonrió Inoue felizmente, volviendo a enredar sus brazos en su cuello.

Lo que empezó como un inocente beso de alguna manera termino en algo mucho más apasionado. Sakurai en un momento se encontró restringiendo a Inoue en una de las paredes del pasillo lejos del salón, tomando sus muñecas y sosteniéndolas mientras devoraba su boca, siendo correspondido con la misma entrega por Inoue, quien gemía y se retorcía contra él.

Repentinamente Sakurai estaba muy excitado y necesitaba de Inoue con urgencia.

Pensando en su habitación se ahorró problemas y los trasporto ahí, empujando violentamente a Inoue contra el colchón, viéndolo rebotar mientras reía dulcemente. Al reincorporarse y mirarlo, Inoue tenia una muy caliente y seductora mirada, mordiéndose de nuevo el labio de una exquisita manera mientras movía un dedo llamándolo.

Sakurai rio y se arrodillo entre sus piernas extendidas, agachándose para volver a tomar sus labios, mordiendo el mismo labio que Inoue llevaba lastimando. Este gimió y lo tomo por sus hombros acercándolo más.

-¿Estas seguro de esto, mon ame? ¿No me culparas mañana por aprovecharme de tu estado?- rio, comenzando a desnudarlo. Inoue también rio, extendiendo su cuello permitiendo que Sakurai lamiera y mordiera juguetonamente ahí, gimiendo y jadeando, tratando de contestarle.

-Esta bien… Yo… siempre quise saber… como se sentía no pensar… Esta bien…

Sakurai tuvo que parar cuando Inoue comenzó a sollozar. Sus lindos ojos le mostraron sufrimiento antes de que él apartara su rostro, limpiando con desesperación su llanto, un pequeño hipo asaltando su cuerpo.

-Oh, dioses… Lo siento, lo siento… ¡De verdad que lo siento, Dai!… Detesto arruinarlo… Juro que estoy tratando de ser fuerte y ya no ser débil, pero no puedo evitarlo… Lo siento… Solo… dame unos minutos… Estará bien… Lo siento… ¡Solo dame unos jodidos momentos y dejare de llorar!

-Inoue, tranquilízate. Esta bien… Solo estas así por el alcohol…

Inoue rio un poco antes de negar, volviendo a limpiar sus ojos incluso si mas lagrimas caían.

-Eres tan dulce, Daisuke… Tanto que casi no lo puedo soportar… -Inoue sorbió su nariz y apoyo su mano en su mejilla, viéndolo a los ojos y sonriéndole tristemente. –De verdad que odio que el destino te castigara teniendo que soportarme… ¿Por qué fue tan cruel contigo?… Soporto mi parte, ¿pero porque hacer lo mismo con persona que aprecio?… ¡Dioses, soy tan patético!- volvió a reír, dejando a Sakurai y empujándolo un poco. –Esta bien. Puedes irte si quieres. Ya arruine todo…

-¿De qué diablos hablas, Inoue? No estoy contigo solo por el maldito sexo… -gruño Sakurai en su límite.

-Pero bien que ayuda, ¿no?- rio Inoue amargamente, dejándose caer en la cama, cerrando los ojos. -¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¡¿Por qué no puedo ser la persona que mereces, Daisuke?!- grito, completamente fuera de sí. -¿Por qué, mi amor? ¿Mi dulce, dulce, tesoro? ¡¡Lo siento!!

-Inoue… basta, amor. Basta… Esta bien… -consoló Sakurai abrazándolo, soportando llorar también. Una vez al día era suficiente, y ya había pasado su tiempo. Era el de Inoue ahora.

-De verdad que lo siento, Dai… Trato de dar lo mejor de mí, pero algunas veces simplemente es imposible… Algunas veces solo quiero mandarlo todo al infierno… ¡Pero no puedo! No entiendo porque ella me trajo al mundo… porque nunca me amo… ¿Por qué nadie lo hizo? ¿Y por qué ahora apareces tú?… ¡Yo simplemente no quiero pensar que diría Miyagi!… ¡¡Él va a estar tan enfadado conmigo por volver a pensar así!!- grito riendo desesperado, tapando con sus brazos su rostro. –Él es tan dulce también… me hace sentir aceptado, cálido y me hace reír… Y me hizo tener una razón para vivir… Prometí no pagarle de esta manera, pero no quería pagarte a ti así a cambio…

-Esta bien, Inoue. Puedes ser tan débil como quieras conmigo.

-¡Pero no está bien, Dai!- jadeo Inoue viéndolo anegado en llanto. –Ve este maldito lugar. Todo es lindo, caro, perfecto… Tu perteneces a esto, a estas personas que te aman y cuidan, sin obligarte a cosas como estas… ¿Qué se supone tendrás entonces conmigo?… Mírame, ni siquiera te puedo dar mi cuerpo porque ya estoy mostrándote lo indigno que soy… ¡Eres un idiota por seguir aquí conmigo!… ¡¡¿Por qué continuas aquí?!!

-¡Porque eres mi Kypher od mi Sjol y quiero estar contigo!- exclamo convencido, agitándolo un poco por sus brazos.

-¿Pero por qué?- gimió Inoue luciendo que de verdad no entendía. Sakurai suspiro derrotado.

-Preguntas por qué, chéri… No me pidas una explicación lógica para un sentimiento por completo ilógico… -sonrió Sakurai, repentinamente divertido. Tanto que término riendo histéricamente, cayendo al lado de Inoue en la cama.

Inoue permaneció unos segundos viéndolo sorprendido antes de empezar también a reír. En un momento ambos estaban riendo sin razón alguna, viendo al techo sabiendo que la situación era por completa estúpida, pero no podían parar. Solo querían deshacerse de los malos pensamientos en compañía del otro.

Sakurai tomo su mano y permaneció en silencio junto con su amante. A Inoue le costó un rato dejar de llorar para después ponerse de lado y acurrucarse en su pecho, haciendo que Sakurai lo abrazara, cosa que hizo sin dudar.

-Recuérdame no volver a dejar que tus hermanos se salgan con la suya. Esto apesta…

-Lo hare, chéri… -sonrió acariciando su desnudo hombro. Inoue suspiro y se acercó mas a él, soltando una risita.

-Me gusta cuando me llamas así… Siempre vi a Miyagi llamar a Shinobu con palabras dulces y yo les tenía mucha envidia… También a Mitsu y Kaoru… Pero ahora tengo eso contigo… Me gusta.

-¿Si? A mí también me gusta…

-También me gusta cuando me abrazas y eres posesivo… ¿Puedes hacerlo más seguido?- susurro inseguro, ocultando su rostro con más fuerza en su pecho. Sakurai mordió su sonrisa aunque Inoue no lo veía.

-Lo hare, chéri. ¿Algo más?

-Ahora que lo dices, sí. Me gustaría que dejaras de preocuparte tanto por mí. Puedo cuidarme solo, ¿sabes? Eso no quiere decir que te aleje. Solo que me siento incomodo de que tú lo hagas. Prometí apegarme a las reglas de este mundo, y me estoy esforzando, pero te pido no me hagas quedarme quieto si alguien a quien quiero esta en peligro.

-Lo siento, no lo hago a propósito…

-Oh, y también deja eso. No me des la razón solo por evitar un desacuerdo. ¡Si algo te molesta, dilo! Tendremos peleas en un futuro, somos dos personalidades diferentes, pero lograremos conseguirlo…

-Lo anterior no fue el caso, pero también lo tomare en cuenta… -sonrió divertido Sakurai.

-Ya que estas tan complaciente… ¿me puedo aprovechar y pedirte una manzana acaramelada todos los días?- rio tímidamente Inoue, pegándose más a él. Sakurai solo pudo encontrarlo encantador mientras lo abrazaba fuerte.

-¿Cuál es tu verdadera personalidad, Inoue?… ¿Esta, la tímida, o esa que finges a todos?

-No se… Ha pasado mucho tiempo para que me acuerde… -Inoue suspiro y levanto una mano, buscando a Sakurai para entrelazarla con la suya, al mismo tiempo compartiendo imágenes de su pasado con él. –Recuerdo que me gustaba bromear mucho con Miyagi, pero en algún momento eso simplemente paro. Yo nunca lo entendí y me siento muy triste por eso… pero sé que él es feliz con Shinobu, así que esta bien. Lo mismo con Risako y William.

-Ahí esta una señal, Inoue. Eres amable y dulce con personas que te importan…

-¿Cómo no serlo con personas como ellos, Dai? Ellos son los dulces y amables… Creo que lo mínimo que merecen es eso. Me hacen muy feliz y quiero que sean igual de felices a mi lado. Los quiero a todos, incluso al quisquilloso de Keiichi. Sé que él también necesita cariño, pero nos pateara el trasero a todos si somos descarados con eso…

-Él es muy afortunado por tener una familia así…

-Somos un daño colateral del lindo Johnny… -se encogió de hombros risueño. –Me pregunto… ¿Ellos como me verán?

-¿No lo sabes?- se extrañó Sakurai, sospechando fuertemente que los demás le demostrarían mucho apoyo.

-Supongo una parte de mí siempre ignoro eso… Tienes que entenderlo, Dai… Mi naturaleza es para proteger. Si no tengo eso no me siento bien… Teniéndolos a todos ellos me tranquiliza, pero no me permite ver por mí, solo por ellos. Algunas veces es difícil, porque siento la carga muy pesada… pero sé que si les digo esto ellos no querrán que cuide de ellos nunca mas… ¿Y entonces que tendré yo?

-A mí… -susurro Sakurai. Inoue le miro sorprendido, quizás un poco receloso, pero al final sonrió tranquilamente.

-A ti… -suspiro, volviéndolo a abrazar. –Tengo que hacerme a la idea, ¿verdad? Ya no soy solo yo… Es raro, pero creo que lograre acostumbrarme. Ya me siento muy tranquilo y feliz a tu lado, Dai… Me gusta sentirme querido y protegido contigo. Nunca me sentí así con nadie, ni con Miyagi… Tú eres especial…

Vaya… tanto esperar una confesión similar para que Sakurai no pudiera disfrutarlo plenamente sabiendo que Inoue solo lo decía por su estado etílico. Simplemente perfecto… pero no lo desaprovecharía.

-Inoue, ¿puedes hacerme una promesa?

-¿Mmm? Eso depende de que es lo que quieras, mon amour… -rio traviesamente, parando al verlo tan serio.

-Prométeme que ya no te contendrás, chéri. Ya no es necesario, amor… 

-No te entiendo, Dai. ¿Qué quieres decir?

-Puedo sentirlo… -susurro Sakurai tocando su frente con su dedo índice. –Siempre te abstuviste en su presencia. Tu verdadera personalidad- aclaro, sonriéndole tristemente. –Lo entiendo, todo fue por cuidarlos. Sentías que si te descuidabas, riendo, disfrutando, siendo despreocupado, ellos podían estar en peligro y tú no te darías cuenta. Eso no es cierto, chéri. Tú puedes ser tú mismo sin problemas y aun así ser el perfecto protector de ellos. Es también parte de ti eso. No cambiara porque disfrutes y te descuides. De hecho, ahora incluso me tienes a mí y mi familia, todo el poder de mi reino para cuidarlos. Puedes ser tú…

-¿Pero y si…?

-No, nada de eso, Inoue… -negó Sakurai tomando con suavidad su rostro, besándolo igual de cuidadoso. –Ya basta de sacrificarte. Lo único que logras con eso es preocupar a las personas que te queremos, amor. Comparte conmigo parte de tu carga. Se feliz, libre, disfruta de la vida… Serán más felices si sonríes junto con ellos.

-¿De verdad puedo dejar de hacer eso, Daisuke? Toda una vida de enseñanzas…

-Los Chaton lo hicieron, ¿cierto? Muchos apoyándose de ti…

-Eso es diferente… -se quejó, mas diciéndose a sí mismo. Sakurai lo miro con atención.

-¿En que sería diferente, chéri?

-¿Y si no les gusta… quien soy en realidad?- susurro completamente indefenso.

-Como si eso pudiera suceder… -rio Sakurai, besándolo, intentando demostrar todo lo que sentía. –Hazlo, Inoue, y solo las demás personas te apreciaremos mas…

Inoue hizo una linda mueca de preocupación, pensando en muchas cosas, la gran mayoría para contradecir a Sakurai y salir de problema, pero una pequeña parte de Inoue se cuestionaba si lo que él le pedía seria lo correcto, admitiendo que en gran parte Inoue siempre quiso hacer eso, sin embargo nunca pudo. Y ahora Sakurai le otorgaba la oportunidad y solo tenia que aceptarla.

Él espero pacientemente, solo observándolo. Inoue inmerso en su decisión no se percataba de que estaba haciendo muy tiernas expresiones con su rostro, mordiéndose el labio y luciendo encantador como el infierno.

Sakurai una vez más se preguntó si debajo de todas esas barreras, sufrimiento y entrega, un ser casi infantil se escondía, saliendo muy brevemente cuando lograba tranquilizarse y sentirse a salvo. Después de todo, y por lo que sabía, Inoue no tuvo una infancia propiamente dicha, obligado desde muy temprano a ser independiente.

¿Qué tantos secretos y actitudes guardaba Inoue sin darse cuenta?

Su profesor levanto muy lentamente su mirada hacia él, mirándole a través de sus pestañas mientras una dulce sonrisa tímida se asomaba en su boca.

-Creo que esa promesa será otra de las cosas por las que me esforzare en cumplir, mon amour…

Una batalla ganada, faltaban muchas más.

Sakurai sonrió satisfecho y volvió a besarlo, simplemente rosando sus seductores labios. Inoue se derritió en su contra, suspirando y rodeándolo una vez más por sus brazos, devolviéndole el gesto entregado.

Al separarse ambos tenían la respiración profunda y la excitación volvió a su cuerpo.

-¿Podemos volver a lo que estábamos antes?- pregunto risueño Inoue, pasando muy lentamente sus manos por su pecho. Sakurai cerró la boca y lo tomo por su cintura, pegándolo más a su cuerpo y respondiendo su pregunta con un beso más intenso, devorándolo por completo y robándole el aliento. Inoue solo gimió.

Jugando con su lengua, acariciando su espalda, sintiendo el frio cuerpo contrarrestar con su calor. Todo lo encendió más. Su concentración solo en Inoue, tanto que no noto que en la habitación aparecía hielo pero sin afectar la temperatura del lugar. Solo Inoue estaba tan entregado y borracho que no controlaba su Poder por completo, aunque a ninguno de los dos pudo importarle en ese momento.

Inoue peleo un momento con él hasta lograr separarlo. Con un pequeño jadeo rio y le miro suplicante.

-¿Puedo estar arriba esta vez?

-¿Qué?- jadeo Sakurai completamente sorprendido. ¿Inoue le estaba pidiendo ser el activo en el sexo?

A Sakurai particularmente no le preocupaba mucho. Claro que sería la primera vez para él, pero si era Inoue suponía estaba bien… aunque aún le daba un poco de nervios. Su profesor era de hecho el único hombre con el que había tenido una relación sexual propiamente dicha. Anteriormente había preferido mujeres, precisamente para no ceder el control y las muchas acciones en el acto.

Inoue rio desesperadamente negando, subiéndose encima de él. Sus mejillas más rojas y sus lindos ojos llenos de diversión y ternura distrajeron a Sakurai eficazmente.

-Yo estaba pidiéndote mas estar en esta posición que ser el activo, Dai. Aunque me halaga que puedas pensar así, yo también prefiero las cosas como están. No te preocupes. –Inoue rio un poco más y se agacho a besarlo, sujetando su rostro y apoyando su frente en la de él al terminar. –De verdad eres demasiado para mí, amor… -suspiro.

Sakurai no pudo evitar sonrojarse, otra cosa que solo Inoue podía causar en él. Su amante también era especial y único para él. Solo esperaba Inoue algún día correspondiera y supiera en que gran cantidad lo estimaba.

Inoue termino por aburrirse de solo estar ahí quieto, tratando de controlar su temblor. Apoyando sus manos en su pecho y tomando una muy necesaria respiración, se quitó la última ligera prenda que cubría su pecho y soltó su cabello, amarrándolo cerca del final para mantenerlo fuera del camino en lo que fuera que planeaba.

-¿Inoue?- llamo Sakurai sin entender cuando el profesor se levantó y busco por la habitación. Poco después regreso inseguro, evitando su mirada mientras le entregaba una de sus corbatas rojas de seda.

-Yo… ya que me has hecho prometerte eso… pensé que tal vez…

-¿Quieres que te ate?- termino por él, leyendo claramente sus pensamientos. Inoue asintió con los ojos cerrados, completamente sonrojado. –Oye… ven- llamo Sakurai un poco preocupado, jalándolo gentilmente hasta sentarlo a su lado en la cama, tomando su barbilla y haciéndolo que lo mirara.

-Perdón, es solo que… me hace sentir un poco incómodo esto… -susurro Inoue viéndolo un segundo antes de evitarlo. –Antes todo esto era normal para mí, pero ahora… -Inoue mordió su labio y suspiro, tomando fuerzas y mirándolo completamente honesto. –Yo quiero que me conozcas completamente, Daisuke. Aun no estoy seguro sobre esa promesa, pero mínimo… y si se trata de ti… yo quiero sepas este tipo de cosas… Ya que estaremos juntos por mucho tiempo y todo eso…

-Gracias, Inoue. Por intentarlo y ofrecerme este gran honor… -susurro Sakurai conmovido. Inoue solo dio una risita nerviosa, mirando sus manos en su regazo entrelazadas.

-A mí me gusta el dolor en el sexo, lo admito. Antes era solo una distracción, pero contigo es diferente. Si puedes aceptar eso, esta bien, tanto como si no. Leo en tu mente que quieres intentar experimentar todo eso conmigo y yo solo quiero tratar de darme una oportunidad con todo esto. Creo que eso está bien para los dos, ¿no?

-Por supuesto. Tratare de ir lentamente, si eso te hace sentir mejor.

-¡Genial!- jadeo Inoue abochornado. Sakurai no pudo soportarlo más y lo jalo a su lado abrazándolo fuertemente para la consternación de Inoue que jadeo sorprendido.

-Inoue, eres encantador así…

-O-oye, basta… Me haces lucir como alguien muy tierno… -se quejó Inoue infantilmente. Sakurai lo separo un poco y levanto su ceja, haciendo que Inoue riera por lo bajo. –De acuerdo, ya entendí. Es solo que en este momento no lo puedo evitar. Llevo rato sintiéndome muy ligero y algo mareado, y desde el principio me di plenamente cuenta que mi filtro entre mi cerebro y boca se fueron al demonio… -Inoue rio más alto y cayó en la cama, aun dando risitas. –Es divertido y molesto. Y mañana los Príncipes se arrepentirán tanto como yo…

-¿Y que tal yo?- pregunto divertido Sakurai apoyando ambos brazos a los lados de Inoue, acercándose a él. Inoue abrió los ojos y le miro cariñosamente, completamente tranquilo mientras negaba.

-Solo estoy tan calmado ahora porque admito que esto me ha ayudado a estar más cerca de ti, mon amour. Soy un idiota que piensa mucho. Lo siento. Solo ocasiones como estas me ayudan… Aunque espero y no hagamos de esto algo recurrente. Odiaría decir todo lo que pienso sin contenerme. Eso es peligroso… -rio estirándose. Sakurai le dio la razón a sus palabras, sabiendo que prefería la verdad de su compañero por su propia decisión consiente.

Inoue le miro entre sus pestañas, luciendo travieso. Sakurai solo pudo reír por la absurda ruta que tomo todo inesperadamente. Él ni en sus sueños mas locos imagino alguna vez ver tan sumiso e inseguro a su amante. Sin embargo, y de nuevo, él no lo desaprovecharía.

Disfrutando un poco mas sobre la dulce vista de su compañero debajo de él, Sakurai termino por inclinarse y lamer sutilmente su labio inferior, provocándolo. Inoue soltó un ruidito extraño antes de cerrar los ojos y dejar que él entrara en su dulce boca, buscando respuesta y simplemente poseyéndolo con un simple beso.

Cuando Inoue comenzó a removerse y gemir constantemente, Sakurai recorrió lentamente con tortura todo su expuesto pecho, sus brazos, hasta hacerse de sus muñecas sin dejarlo de besar. Tan concentrado y perdido estaba Inoue en devolver el gesto que no se dio cuenta que Sakurai sin dificultad lo amarro gentilmente a la cabecera carísima y pesada, que solo otorgaba un gravado de alas con huecos para que Sakurai atara la corbata.

Solo cuando Inoue quiso rodearlo con sus brazos, se dio cuenta que ya estaba inmovilizado. Un dulce rubor cubrió sus mejillas y probó a resistirse, exhalando un tanto excitado viendo los planes en los ojos de Sakurai, que sin decir nada cerro su comunicación para que Inoue no predijera nada. Inoue solo rio y tembló nervioso.

-¿Quieres que te cubra los ojos?- bromeo Sakurai al notar que Inoue simplemente no quería ver todo lo que hacía. Inoue se sobresaltó y mordió una vez más su labio, asintiendo sin abrir los ojos.

Sakurai permaneció largos minutos viéndolo, tratando de asimilar todo. Su compañero completamente indefenso respirando agitado, su pálido y sensual cuerpo desnudo a su entera disposición mientras estaba amarrado con los brazos sujetos por encima de su cabeza. Su rostro no dejaba de verse ansioso e inseguro, con un inusual y atractivo rubor ya fuera por la vergüenza o excitación. Sus labios hinchados, dejando salir pequeños jadeos y esperado pacientemente su siguiente movimiento.

Él aun no podía entender porque a Inoue le gustaba ser atado y dominado, sin embargo no lo juzgaba. Viéndolo debajo de él en tan excitante posición, tuvo que admitir que podía darle una oportunidad a hacer de eso algo cotidiano. Inoue solo lucia exquisito así.

Sakurai tuvo que controlar su propia necesidad, regulando su respiración. Ya seguro de que simplemente no atacaría a Inoue y no le daría un poco de juego, se levantó de la cama, buscando rápido y encontrando uno de los lazos que formaban parte del vestuario de los Consortes. Aunque en esa ocasión sirvió convenientemente para vendar de los ojos a Inoue y añadirse a sus restricciones.

Haciendo uso de todo su conocimiento previo, Sakurai se tomó su tiempo para tocarlo. La espera y nervios solo serían una pequeña parte y ayudarían a dejarlo pensar sobre que hacer.

-¿Dai?- pregunto Inoue nervioso, buscándolo por la habitación. Sakurai rio un poco y tomo con gentileza su mejilla, besando su frente y relajándolo inmediatamente.

-No te dejare, chéri. Confía en mí…

-Me tienes atado a la cama y borracho… ¿Y todavía me preguntas eso?- rio Inoue nerviosamente, estremeciéndose cuando los húmedos labios de Sakurai se desviaron a su cuello, una zona erógena que solo después de conocerlo fue tan sensible a la mas mínima caricia.

Sabiendo lo anterior Sakurai se tomó su tiempo en besarlo y lamerlo, solo seduciéndolo con esas acciones sin tocarlo más. Inoue ya se encontraba desesperado con tan poco, moviéndose e inconscientemente luchando con su atadura, elevando su cuerpo para rozarlo con el de Sakurai en un muy vano intento de que lo tocara. Pero él no cedió.

Su lengua bajo lentamente por su pecho agitado, haciendo círculos alrededor de su pezón ya erecto, nunca tocándolo directamente y solo dejando que la expectativa lo llenara. Y cuando por fin tomo el pequeño círculo de carne en su boca, Inoue grito de placer y sorpresa, tensándose y perdiendo energía, dejando que hiciera lo que deseara sin oposición alguna.

Sakurai se tomó su tiempo, siendo lo más lento y provocador posible, siendo sutil y provocándole muchos escalofríos que fácilmente detectaba por su cercanía. Sus manos ayudándolo cuando empezó a tocarlo solo con la punta de sus dedos, viendo con satisfacción a su amante seguir su camino inclinándose.

-Te ves hermoso, Inoue… -susurro Sakurai en su oído. Inoue solo gimió y se encorvo, exponiendo sin ser su intensión su cuello. Sakurai tuvo que apartarse para no sucumbir a la tentación. En cambio, y sorpresivamente, solo se hizo de la erección mas que dispuesta que se humedeció mas a su tacto, Inoue gritando sin control y removiéndose salvajemente.

-¡Dai! ¡P-por favor!- suplico Inoue moviendo de lado a lado su cabeza. Sakurai sonrió viéndolo perdido, dándole un fuerte apretón de advertencia. Su profesor por instinto obedeció, tratando de no moverse, notoriamente con dificultad.

Sus manos fueron a más, masturbándolo con un constante y firme ritmo que solo logro que Inoue perdiera su aliento, jalando sus muñecas amarradas y tensándose cada vez más.

La mano libre de Sakurai acariciaba su pierna derecha, solo observando los inútiles esfuerzos de Inoue, deleitándose de lo que sus acciones le provocaban. Su estremecimiento, sus gemidos, su placer muy brevemente expresado en su rostro y como se mordía su labio sensualmente. Su cuerpo entero entregándose sin reservas y aceptando todo lo que Sakurai le daba.

Era casi demasiado.

Inoue comenzó a frustrarse que Sakurai no le dejara terminar. En el poco tiempo junto que llevaban, él sabía perfectamente que acciones fácilmente le otorgaban un orgasmo, pero formaba parte de sus planes esa noche atrasarlo. Inoue evidentemente no estando de acuerdo volvió a resistirse en el toque desesperantemente seductor.

-¿Deseas algo, mon ame?- se burló Sakurai lamiendo su pecho. Inoue por mas que pudo responder, él no le dejo, siempre cambiando de ritmo su mano y deteniendo sus palabras.

-¡De-demonios, Dai!- gimió ya complemente desesperado. -¡¡Haz algo!!

-¿Algo como esto?- pregunto Sakurai con diversión, acompañando su burla dejando su excitación y tocando con la punta de sus dedos su dispuesta entrada. Inoue asintió desesperado, apretando sus labios y moviéndose de tal manera que Sakurai pudiera entrar en él, Sakurai dejando que lo hiciera.

Preparándolo ya sin tanta angustiante lentitud, él se reincorporo una vez más y le beso, dejándolo sin aliento muy rápido. Inoue sin poder rodearlo con sus brazos solo elevaba su torso, acercándose lo más que podía a él.

Robando sus gemidos, insistiendo que Inoue le correspondiera y tocando constantemente el pequeño punto de placer en su interior. Sakurai podía notar claramente que Inoue en cualquier momento terminaría. Su cuerpo un segundo se tensó y al siguiente se curvo sin control gritando cuando se derramo.

Inoue simplemente termino exhausto y se dejó caer en la cama sin fuerza alguna. Casi parecía haber terminado dormido, su respiración muy lenta y acompasada después de unos minutos que bajo de su nube de éxtasis.

Sakurai espero unos momentos mas, aprovechando que Inoue estaba demasiado perdido para notar sus acciones. Con cuidado libero sus brazos, sin dejar que su compañero se percatara antes de cambiar de posición y ponerlo encima de él en un rápido movimiento. Inoue rio sorprendido y se sujetó de él, aun sus muñecas atadas. Sakurai solo desato la parte que lo ataba a la cabecera.

-Tu querías estar arriba, ¿no, chéri?- sonrió Sakurai tomándolo por su cadera. Inoue rio, formando sus puños en su pecho luciendo encantador.

-¿Quieres que mantenga el equilibrio así?- pregunto sin ocultar su diversión.

-Y sin quitarte la venda. ¿Crees que puedas?- provoco, elevándolo solo un poco para sentarse y dejar a Inoue con mas margen para sostenerse. Así también podía él tocarlo y ayudarlo.

Inoue suspiro y se recargo en él, dejando que Sakurai entrara gentilmente en sus ardientes entrañas. Él solo paso sus manos sujetas por su cuello y permaneció un poco quieto, dejando que su cuerpo se acostumbrara antes de comenzar a moverse torpemente.

Sakurai se dedicó a besar su rostro, reprimiendo las ganas de moverlo rápidamente. Quería que Inoue entendiera que no importaba en que situación se encontraran, él siempre tendría la opción de participar.

Se lo había dicho antes. Él quería ser su compañero, no su dueño. Incluso si aceptaba que eran divertido ese tipo de juegos, no quería someter completamente a Inoue. Iría lentamente, complaciéndolo y explorando en que cosas él se sentía cómodo también.

Lento, tenían toda la eternidad para eso… pero esa maldita noche ya no.

Sakurai perdió su control cuando Inoue comenzó a estremecerse de nuevo, apretando deliciosamente su interior. Con fuerza lo tomo por su cadera y lo inclino un poco hacia atrás, moviéndolo casi violentamente. Inoue solo pudo dejarse hacer, volviendo a dejar caer su cabeza mientras expresaba su placer en forma de pequeños y ahogados gritos. Sakurai sin poder detenerse en esa ocasión y probando de su seductora y deliciosa sangre.

Su boca llena de aquella ambrosia solo tomaba sin control, al mismo tiempo moviéndolo incluso aunque se complicó un poco con Inoue tensándose casi dolorosamente. Su cuerpo apresándolo con calor, Inoue gritando sin parar su nombre dejando que hiciera con él lo que quisiera, sintiendo el enlace mutuo solo intensificándose como cada vez que hacían el amor o compartían sangre.

Y eso precisamente falto para que Sakurai se sintiera tan satisfecho como su compañero. Inundado del pacer que sentía fluir de Inoue, un poco afectado por el alcohol que aun tenia en su sistema, Sakurai se separó de él y se contuvo de liberarse en su interior, dejando que Inoue continuara moviéndose delirantemente aun disfrutando de los restos de su orgasmo. Con rapidez mordiendo su lengua y besándolo, compartiendo de su sangre con Inoue que sin dudar acepto con locura.

Inoue parecía desenfrenado al moverse rápidamente, succionando su lengua y bebiendo de la poca sangre que Sakurai le ofrecía. Sus brazos le hacían un poco de daño al aferrarse de él aun atado, y su cuerpo moviéndose de arriba abajo, apretándose, fueron su perdición. Inoue incluso robándose su exclamación de gozo al terminar adentro de su cuerpo dispuesto.

Su compañero gimió y se aferró a él, bajando el ritmo pero aun moviéndose acompasadamente. Inoue parecía mas agitado que él mismo cuando se apoyó en su cuerpo, jadeando en su oído, calmando el sofocante calor con su aliento frio. Sakurai solo en ese momento noto que Inoue rápidamente se enfriaba, pero no parecía afectarle.

Quizá esa era una desventaja de embriagar a un Maestro de Hielo y tener sexo explosivo con él.

Sakurai tuvo que separarlo de su cuerpo antes de él mismo convertirse en hielo. Inoue no parecía entender nada y lucho con él para permanecer abrazados. Su cuerpo lentamente volviendo a su fresca temperatura sin afectar también a Sakurai, lo cual fue un enorme alivio.

-¿Estas bien?- pregunto solo para asegurarse. Inoue asintió distraído, notoriamente cansado. Sakurai sonrió y beso su sien, acariciando su espalda tranquilizando su cuerpo agitado. -¿Sabes que estas congelando la habitación?

-¿Lo hago?- gimió Inoue angustiado, separándose bruscamente de él, olvidando que aun estaba amarrado y jalando su cuello con sus muñecas y la corbata. Sakurai rio cuando Inoue entro en pánico sin poder ver, luchando por liberarlo y al mismo tiempo ser gentil. Al final, él tuvo que ayudarlo para evitar ser estrangulado.

Inoue lucio terriblemente arrepentido cuando le quito el lazo de los ojos. Su linda mirada volviéndose avergonzada al verlo y después notar efectivamente el hielo que aun estaba en la habitación.

-Lo siento… -susurro muy bajo, elevando sus manos aun juntas y desapareciendo todo. Sakurai solo lo miro intrigado, proponiéndose aprender como Inoue lograba hacer eso.

Según su compañero, cuando realizaran formalmente el Pacto Sagrado, él mismo adquiriría algo de “Poder”, según lo que su familia e Inoue descubrieron con el Chaton Shinobu. Entender todo lo relacionado era casi una obligación, mas notando en esa ocasión que estando realmente distraído podía provocar eso.

Inoue aun en su estado era un muy buen dominante del Hielo, pero Sakurai lograría ser un novato con todo eso. No quería hace ningún tipo de daño, menos en el sexo. La idea era divertida y peligrosa.

Inoue bostezo tapándose su boca con sus manos que de alguna extraña manera mientras Sakurai divagaba, desato sin ayuda extra. Eso lo impresiono, agregado que Inoue no tenía marcas incluso aunque había estado jalando bruscamente sus ataduras. Tal vez era su poder de regeneración que lo ayudaba en eso.

Su compañero parpadeo adormilado y Sakurai decidió pensar en todo eso al día siguiente. Para Inoue ya había sido un día de lo más movido e inesperado. Tenia que recordarse que él necesitaba dormir regularmente.

Rápidamente lo limpio y tapo, sonriendo cuando Inoue simplemente se durmió indiferente de todo. Aun y cuando Sakurai se acomodó a su lado, decidiendo descansar también un poco antes de comenzar con su trabajo, Inoue se movió y lo rodeo con sus brazos, acurrucándose en su pecho, suspirando antes de volver a dormir profundamente.

Viéndolo dormir, Sakurai se permitió una ilusión tonta de que si solucionaban todo y se convertían verdaderamente en la pareja que debían ser, Inoue terminaría siempre de esa manera en sus brazos, confiado y correspondiéndole.

 

 

Inoue jadeo dolorosamente. Su cabeza dolía como si hubiese sido utilizada como balón para algún juego violento. Punzaba, zumbaba y simplemente dolía incluso el sonido de su respiración agitada.

Su cuerpo y mente se sentían cansados y abrumados, y su boca sabía a cartón. Y la maldita cabeza le estaba matando. Incluso si alguna vez fue sometido a alguna tortura, ninguna se acercó al maldito dolor de cabeza que estaba muy cerca de matarlo.

Inoue sintió movimiento a su lado e inmediatamente se tensó. Él había estado demasiado inmerso en su dolor para tratar de recordar como termino de esa manera.

En su vida logro un malestar igual, y estaba casi seguro que quien fuera que estuviera a su lado seria el causante… eso hasta que escucho una risita muy conocida.

-A quien debes molestar es a Haruka, amor. Solo y simplemente a él… -rio Sakurai, besando su sien y reincorporándose en la cama. Inoue gimió por el ruido y los vagos recuerdos.

El vino con sabor adictivo… El Segundo Príncipe había dicho que tenia sangre de Sakurai, y como el vampiro era adicto a la sangre de Inoue, el efecto era el mismo al contrario. Al beber alcohol con la sangre de su destinado su cuerpo haría una cosa extraña y… ¡El jodido principito logro emborracharlo, el muy bastardo!

Inoue no pudo ni siquiera con su rabieta mental. Su cabeza verdaderamente le mataba. Sentía que en cualquier momento se partiría por la mitad, añadido con las náuseas cada vez más fuertes.

¿Cómo en el pasado había querido probar semejante cosa?

-Anda, amor. Toma esto… solo de verte me lastima, y ni siquiera hablemos del enlace compartido… -susurro Sakurai extendiéndole una pequeña botella con lindo líquido azul.

-Oh, Dai… por lo que más quieras, cállate… -gimió Inoue lo más bajo que pudo, tomando la porquería que le daba su destinado y bebiéndolo sin preguntar. Ya fuera una medicina para resaca o un veneno, Inoue lo tomaría con tal de que el dolor desapareciera de una maldita vez.

Sakurai soltó una risita dulce que de alguna manera no molesto a Inoue. Entreabriendo los ojos noto que todo era aun oscuro, así que bien pudo dormir toda la claridad de Azelleb o menos de eso. Cual fuera el caso, la luz no molestaba sus ojos y lo único que brillaba ante él era su compañero que lo miraba de especial manera. Un sentimiento único que Inoue asocio su nacimiento la noche anterior, de alguna manera.

-Te traeré café y el desayuno. Trata de dormir un poco más. Te ayudara… -Dai lo alcanzo y beso suavemente lo que se alcanzaba de Inoue sumergido en sabanas. –Vuelvo en unas horas. Si deseas cualquier cosa…

-Que guardes silencio y me traigas café… Solo eso… -gimió, sintiéndose demasiado avergonzado para verlo, metiéndose de lleno en las sabanas pero aun oyendo su risa. -¡También mata a tu hermano por mí!- mascullo Inoue un poco más alto, valiendo la pena la fuerte punzada en su cabeza.

-Te daré el privilegio de dar el golpe final, chéri. Por el momento recupérate antes de cobrar venganza… -rio Sakurai suavemente para no molestarlo, retirándose igual de silencioso.

Inoue espero a no escuchar nada para salir de su escondite y mirar por donde se había ido su compañero. Imágenes borrosas y vergonzosas vinieron de vuelta a Inoue, haciéndolo sentir realmente abochornado, añadiéndose al sinfín de síntomas que ya tenía. ¡Perfecto!

Viendo con la única luz de vela que había en la habitación su muñeca, Inoue no pudo evitar sonreír un poco. Apenado y todo, pero no podía negar que la noche anterior logro ser única y perfecta… solo que odiaba tener que pagar la velada de esa manera.

Por muy satisfactorio que fue el sexo, Inoue no creía que fuera justo pagarlo con tal resaca… No tanto… quizá… A lo mejor. ¡¡Demonios!!

Inoue sollozo contrariado y volvió a sumergirse en la cama, deseando que al despertar la mayor parte del día anterior desapareciera… Eso o encontrar la fuerza necesaria para asesinar dolorosamente a su cuñado.

 

 

-Nunca pensé que llegaría el día en que mi hermano mayor temiera a un hombre treinta centímetros más bajo que él… -rio Sakurai entrando a la sala de descanso donde frecuentaban sus hermanos pasar el tiempo relajándose. Sus hermanas acompañadas de sus parejas y Muldor rieron a lo dicho.

-Aunque a su regreso, Haruka negara todo y pondrá de pretexto su aquelarre… -negó Muldor, mitad risa, mitad verdad. Sakurai desvaneció su sonrisa y se reincorporo.

-¿Que fue lo que sucedió?- cuestiono preocupado. Su hermana Hokuto suspiro y negó.

-Han ocurrido muchas reacciones por vuestro enlace, Tercer Príncipe… -comunico mirándolo inquieta. –Todos nos hemos tomado tiempo para regresar al Castillo, así que nuestra gente no conoce de nada al nuevo Príncipe Consorte que no fueran los rumores por el anterior altercado. Ninguno de nosotros ha aclarado nada…

-Haruka fue a aclarar a su aquelarre, pues el suyo ha sido el más confundido… -termino Taki con una mueca. –Los demás ya hemos dado un mensaje. Nosotros regresaremos por unos días para mantener todo controlado con nuestra gente… -susurro viendo a su esposo, ambos manejando el séptimo aquelarre juntos.

-Temo decirlo, Sakurai… pero debemos presentarlo formalmente pronto. Nuestra gente no estará tranquila hasta el Baile… Kazuhiko-chan no es un simple humano o vampiro… Es especial y ellos lo saben…

Sakurai suspiro y cerró los ojos, sabiendo que era evidente eso. Él solo había querido evitar una visita a todos los aquelarres para presentar a Inoue con todos. Era cansado y peligroso, y cuando un Consorte llegaba a la familia no era necesario eso, pero Inoue… él era especial.

-Lo pensare, aunque no prometo nada. Ni Inoue ni yo estamos obligados a eso… -nego Sakurai seguro. Sus hermanos asintieron sonriendo tranquilizadoramente.

-Por supuesto, Tercer Príncipe. No te preocupes… -susurro Sebastián seguro.

-Bueno, yo venía a advertir al Segundo Príncipe, pero si no esta aquí… -se lamentó Sakurai haciendo una despedida con su mano. Muldor rio y se levantó, acomodando su capa dirigiéndose a él.

-Ya después Kazuhiko-chan se puede vengar. Por el momento, tu uniforme ha llegado. Cámbiate inmediatamente. Detesto verte tan desarreglado en casa… -señalo con desprecio su traje. Su hermano siendo el único que podía llegar a decir eso con su ropa cara y elegante. Sakurai rio.

-Lo hare, Heredero. Gracias…

-Y el regalo para Kazuhiko-sama también llego… -susurro Remi deteniéndolo de irse. Sakurai paro de golpe, paralizado y sorprendido, viéndolos aterrado más aun cuando todos sonrieron seguros.

-Deja eso. Ya te dijimos que esta bien. Todos decidimos que él debe ser el elegido. Estuvimos de acuerdo… -sonrió Aarón tranquilo, su esposa al lado también sonriendo.

-Pero… ¿Muldor?- pregunto inquieto viendo a su hermano. El Heredero se sobresaltó un poco antes de sonreír nostálgico, negando y suspirando un poco dejando vagar perdida su mirada.

-Haruka y yo estuvimos de acuerdo que pueden pasar siglos para que encontremos a nuestros Destinados, Daisuke. Incluso persiste la opción de que nunca los encontremos. Kazuhiko-chan es un muy lindo hombre, hermano. Muy digno y amable. No dudo que Mamá también apoyaría nuestra decisión. Él debe tener el collar.

-Si lo acepta, claro… -intervino Taki nerviosa.

Sakurai se preguntó lo mismo. Seria especial que Inoue lo hiciera, pero no era cuestión de sus deseos, sino de lo que su compañero quisiera y se sintiera seguro.

Suspirando y completamente nervioso, Sakurai negó y se retiró sin más palabra. Sus pasos dudando al llegar a su habitación y encontrar las cajas con su nuevo vestuario y el antiguo estuche sencillo que tenia aquel collar tan especial para todos y que ninguno dudo en dárselo a Sakurai e Inoue.

El enojo de la noche pasada desapareció y se convirtió en un cariño por su familia.

Mimados, traviesos y acostumbrados a su elevada posición, pero nunca dejaban de ser unos buenos hermanos.

 

 

Inoue se sentía un infierno mejor. Su rostro ya no se veía tan demacrado y con ojeras. En su cabeza solo permanecía un muy sutil zumbido lejano que ya no le molestaba en lo mas mínimo.

Él no sabía que le había dado su compañero, pero funciono realmente rápido y eficaz. El baño con sales especiales del mundo y un desayuno en su mayoría siendo café muy caliente, trajo a Inoue del infierno de dolor en el que había despertado y casi lo mato. Ahora por fin se sentía él mismo y tranquilo.

Enfrente del espejo Inoue observaba a las doncellas, Mai y Jenny, amarrar su cabello en un peinado sencillo que sujetaba la corona que lo identificaba como Príncipe Consorte. Todo su largo cabello cayendo con gentileza y dejando ver su rostro por completo, su cuello y sus orejas, las ultimas casi siempre ocultas. Inoue encontró eso divertido y extraño.

-¿No le molesta de alguna manera, Alteza?- pregunto Mai terminando por poner el ultimo prendedor. Inoue le sonrió a la tímida mujer y negó con su mano para no molestar el trabajo de ella.

-Solo ustedes lograrían hacerme cómodo con este peinado, chicas. No se preocupen… -dijo Inoue honesto, provocando una mirada orgullosa y feliz en ambas por el halago. Jenny de hecho rio nerviosa, acomodando la capa de Inoue en educados y suaves gestos.

-Es una pena que usted no nos permita más, Príncipe Consorte. Es usted tan atractivo que podría resaltar aun más…

-¡Jenny!- gimió Mai y negó, retirándose de Inoue y reverenciando. –Pido disculpas por ella, Alteza…

-Oh, vaya. No debes… Jenny-chan tiene razón… Creo que les permitiré más cosas… Ustedes son muy talentosas. Yo solo soy muy quisquilloso con mi apariencia, pero ya solucionaremos eso. Te mencione que no debes ser tan tensa conmigo, ¿cierto?- recordó a la nerviosa doncella. Ella asintió roja.

-N-no lo seré, Príncipe Consorte. Ruego me perdone… -susurro alterada. Inoue solo suspiro algo divertido.

-Ya, no te preocupes. No era un regaño o… Solo olvídalo- termino cansado. Las mujeres se vieron de reojo y se sobresaltaron cuando la puerta se abrió. Inoue vio en el espejo a su compañero llegar. Y entonces toda su respiración se fue y su rostro se llenó de calor.

-Con su permiso, mis señores… -susurraron las chicas nerviosas. Haciendo una reverencia, las dos se retiraron con prisa y educación, dejándolos solos.

Sakurai avanzo en la habitación y se recargo en el sillón cercano al tocador. Su sensual mirada viendo por completo a Inoue en la túnica ligera que acepto llevar. El vampiro solo haciendo tiempo nervioso para que Inoue dijera algo acerca de su propio uniforme que llevaba.

Su compañero lucia simplemente irresistible. Su traje militar era idéntico al de sus hermanos, de tela gruesa y cara, de color rojo sangre oscuro y con muchos botones de plata. Era bastante ajustado, adaptándose perfectamente a su cuerpo esculpido y elegante. Con tantas cosas entre cinturón, hombreras, emblemas y botas, Inoue no podía decidir que era lo que lo hacía ver tan poderoso… y sexy.

Simplemente parado ahí, con su cabello negro un tanto desordenado, su corona de Príncipe y su capa colocada de lado, él lucia imponente y erótico más allá de la imaginación.

Inoue moría por descubrir que había debajo del saco cerrado de siete botones acomodados del lado izquierdo con el emblema de la familia. En realidad, Inoue solo quería desnudarlo y tenerlo en la cama. La simple vista de su atuendo lo excito insoportablemente.

¿Quién diría que terminaría teniendo un fetiche por los uniformes?… Aunque Inoue llevaba un tiempo sospechándolo.

Sakurai rio, claramente leyendo sus pensamientos por la mirada brillosa en sus hechizantes ojos. Inoue comenzó a caminar hacia él seductoramente, deseando tener un pedazo de atención, sin embargo Sakurai lo detuvo cuando él apoyo sus manos en el fuerte pecho cubierto.

-Espera, tengo algo para ti. ¿Recuerdas que te mencione el primer día que faltaba algo a tu vestimenta, pero debía pedírsela al Rey?- pregunto luciendo nervioso. Inoue sonrió y recorrió con sus manos su uniforme, sintiendo lo firme de la tela y lo duro y frio de los adornos de plata.

-Lo recuerdo. Tú no quisiste decirme que era… -replico algo resentido. Sakurai respiro profundamente, llamando su atención. -¿Qué pasa, Dai?

-¿Puedes darte la vuelta? Quiero colocártelo… -susurro. Inoue ladeo un poco su cabeza pero cumplió curioso lo pedido, viendo en el espejo de cuerpo completo del tocador especial como Sakurai buscaba en su bolso, dudaba un poco y después suspiraba, sacando en puño su mano.

Inoue tapo con su cuerpo la vista de lo que fuera que tenia en su poder. Tan concentrado en la expresión nerviosa y alegre de Daisuke casi no dio en cuenta que lo rodeaba con sus brazos. Sakurai lo beso en su cabello y en el proceso le coloco un hermoso collar de plata con un lindo dije de compleja figura, pero que Inoue creyó identificar como una flor enredada en una gema de brillante color blanco.

-Mi madre nunca fue de la realeza. Ella era una simple cocinera. Mi padre la conoció en un viaje que hizo a su aquelarre e inmediatamente decidió con solo una mirada que ella será su compañera. Fue entonces, el día de su boda, que Mamá le dio este collar a Padre. En Azelleb es común regalar o heredar alguna joya a sus hijos. Esta reliquia ha estado desde hace mucho en la familia de mi madre, pero con la muerte de sus padres y al no tener hermanos o más familia, mi madre lo tuvo y se lo dio a mi padre. Ellos juntos decidieron después de mucho tener hijos y cuando nosotros llegamos a ocho, mi madre nos indicó que nosotros decidiéramos quien lo tendría y a quien se lo daría. Para nosotros, lo más importante y cercano, es nuestra pareja…

-Dai, esto no… -gimió Inoue entendiendo a donde iba todo. Daisuke negó y lo abrazo más fuerte, interrumpiéndolo.

-Era claro para todos que Muldor lo heredara, pero con la muerte de Mamá, ninguno lo quiso portar. Decidimos que el primero de nosotros en encontrar pareja lo tendría y podría dárselo. Hokuto y Taki conocieron a sus Destinados al mismo tiempo, pero fue la Quinta Princesa quien se enlazo primero, justo cuando Remi también descubrió a su Destinado. Fue muy divertido eso, y todos nos preguntamos quien de las tres lo tendría, porque ellas tenían el derecho. Pero ninguna lo acepto, argumentando que sería raro darle el collar a un hombre por parte de una mujer…

Sakurai rio y lo miro a través del espejo, su honestidad asomándose en sus ojos rubí antes de ver el collar reflejado.

-Cuando tú y yo nos comprometimos, poco antes de venir a Azelleb, Muldor se puso en contacto y me dijo que estaban trayendo el collar desde su lugar de resguardo. Entre en pánico y le dije que esperaran a conocerte. Mi hermano dijo que lo hizo con el altercado con el que te conocieron. Entonces ellos no quisieron saber nada más y me lo están entregando a mí… y yo claramente te lo doy a ti. –Él paro un momento e Inoue jadeo. –Sé que tienes una particular opinión sobre el regalo de un collar, Inoue. Sé cuál fue el papel de eso con tu herencia. No quiero que lo aceptes por obligación. De hecho, para cerrarlo definitivamente… tienes que aceptarlo verbalmente.

-Dai… algo tan especial… ¿Tus hermanos están seguros?- jadeo Inoue nervioso. Sakurai sonrió y asintió, por su enlace mental compartiendo la breve conversación que tuviera con sus hermanos y cuñados solo unos minutos antes. Inoue suspiro y toco el dije, cerrando los ojos brevemente.

Por alguna razón él sintió un profundo calor en su interior. Imagino a la hermosa y gentil Reina entregarle tan importante collar a su amado, el único para ella y a quien entregaría su corazón. Era lo último de su anterior vida antes de entrar en la realeza, pero ella se lo entrego de buen grado a él, demostrando cuán grande era su amor. Y después de su partida, Christian lo cedió a sus hijos como eran los deseos mutuos de ellos.

E Inoue era el siguiente. De vuelta un collar que lo ataba a algo… solo que esta vez tenia la opción a negarse.

Recordó ese maldito collar que se vio obligado a portar. Siempre visible, recordándole el sufrimiento de sus antepasados también obligados por ese objeto. Su madre algunas veces veía el collar y parecía aliviada de que él lo tuviera y la maldición lo siguiera a él. Pero Inoue cambio eso horrible a algo reconfortante.

Johnny se veía encantador con la joya. Él no lo lucia porque era demasiado especial para él. Aun lo aferraba como un consuelo estando lejos de su familia. Le recordaba en días tristes que su actual vida no era una simple fantasía creada para huir del tormento. Era real y tenia de prueba el collar. Era su posesión más valiosa.

La Reina acepto su collar como un recuerdo cálido de su familia ya apartada de ella. El Rey como símbolo de la entrega total de su compañera. Sakurai lo aceptaba como un recuerdo a su madre y todo lo que ella significaba… y si Inoue lo hacía, seria solo para recordar que Sakurai le entregaba todo como la Reina lo hizo con el Rey. Algo tan valioso, viéndolo siempre en Inoue y recordando a su madre y lo feliz que seria si Inoue estuviera a su lado.

Si lo aceptaba, Inoue esperaba tener la misma suerte de dicha y cariño que los Reyes tuvieron en su momento, amándose y necesitándose incluso si no eran destinados. Uno sobreviviendo a pesar de su perdida, sin olvidarla.

Inoue se volteo y rodeo a Sakurai con sus brazos, susurrando su aceptación por su enlace mental, sin poder pronunciar las palabras en voz alta. El momento siendo demasiado especial y sobrepasándolo.

Sakurai exhalo aliviado y feliz. Inoue alcanzo a ver como el vampiro cortaba con su colmillo la punta de su dedo y con la sangre que goteaba, manchaba el broche del collar. Inmediatamente Inoue sintió un escalofrió recorrerlo, sintiendo casi como parte de su cuerpo el obsequio. Aquel calor del principio instalándose cómodamente en su pecho, sintiéndose al principio extraño, pues su cuerpo era frio, pero aquello… era extraño y cálido. Agradable.

-Puedes verlo como en tu Pacto Sagrado, chéri. Ahora nadie lo puede quitar excepto tú. Con esto, mi olor siempre permanecerá en ti, y cualquiera con alguna habilidad sobrenatural sabrá que eres mi pareja.

-Vaya, que territorial… -rio Inoue nervioso, rodeándolo con sus brazos, temblando. Sin palabras. –Eres muy cruel, Daisuke… ahora yo no tengo nada tan valioso que darte cuando nos casemos como en mis costumbres… -susurro. Sakurai le alzo el rostro y sonrió.

-Solo dame tu corazón, Inoue. Es lo único que pido…

Y de verdad Inoue se esforzaría por olvidarse del pasado y poder entregárselo. Solo suplicaba que Sakurai le tuviera la paciencia necesaria, porque sabía eso le tomaría un tiempo.  

Aunque por el momento, podía aceptar ese collar y la promesa que le dio la noche anterior.

Continuara…

 

 

Notas finales:

Y asi ._.

Wua, odio que sea tan largo. Sigo pensando que hay personas que no les gusta que sea mas largo que la biblia (?)

Por favor, si tienen alguna duda, consejo o queja, comentenmelo >____<

 

Espero y sigan leyendo. Mil gracias por eso <3

Nos leemos pronto. Cuidense mucho .w./

Chris.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).