Capítulo 7: “Son muy cercanos… ¿eh?”
Sakurai gruño mientras terminaba su décimo cigarrillo. Dando vueltas algo paranoicas, volvió a mirar a su alrededor, ignorando a los alarmados paseantes y varias otras personas que paraban su camino para mirarlo atolondrados.
Él le había dado a Inoue su voto de confianza. Ambos en términos tranquilos quedaron en tener una cita en el parque Ueno, pero ya habían pasado diez minutos de la hora de encuentro y el profesor aun no aparecía.
¿Se arrepintió a último momento? ¿Le habría atacado otro enemigo de Sakurai y su familia? ¿Tuvo un contratiempo en su trabajo?… ¿Simplemente recapacito mejor las cosas y prefirió no involucrarse con Sakurai? Después de todo nada lo unía a esa promesa de cita. En cualquier segundo Inoue podía retomar su vida sin contratiempo.
-Demonios… -susurro Sakurai tirando la colilla al suelo. Su mente era un desastre mientras se torturaba solo con miles de pensamientos tontos.
Era casi como una colegiala nerviosa esperando a su novio. Ni Sakurai era tan inocente, ni Inoue su novio… aun. ¡Debía calmarse!
Un golpe en su nuca lo hizo gruñir y mostrar sus colmillos. Inoue inmune solo se cruzó de brazos fulminándolo con la mirada.
-Está prohibido tirar basura, así que levanta eso ahora… -ordeno firme. Sakurai solo lo miro aturdido.
-Viniste…
-Y me iré si no levantas esa basura… -gruño. Sakurai se apresuró a levantar la colilla sin dejar de mirar a su cita. No deseaba que en un segundo de descuido solo desapareciera de su vista.
Inoue satisfecho y con una dulce sonrisa asintió y jugó con sus manos entrelazadas enfrente de él.
-Disculpa mi retraso. Unos estudiantes me abordaron al final de mi clase y no podía ignorarlos…
-Claro- cedió rápido Sakurai. –Solo me alegro que no huyeras de mí, chéri…
El profesor se sonrojo un poco desviando su mirada. Sakurai encontrándolo encantador se acercó solo un poco más a él.
-Ya estamos aquí, genial. ¿Y ahora qué?… -pregunto casi mordaz el hombre.
-Bueno… ¿Qué hacen las parejas normales de Celes en estas circunstancias?
Inoue le miro ceñudo, seguro irritado por su manejo en la palabra ‘pareja’ cuando ellos aun no tenían nada formal.
-Pasear, comer y platicar… Tal vez alguna broma y acompañar a la damisela a casa… -respondió con sarcasmo. Sakurai sonrió de lado tomándole de la mano.
-No temas, cariño. Ya yo te acompañare cuando oscurezca.
El hombre se soltó bruscamente de él no sin antes bufarle.
-¿Pretendes molestarme todo el bendito día?
-Solo si sigues poniendo esa expresión tan dulce- se sinceró, viendo el brillo salvaje en los profundos y bellos ojos.
-¿Qué tal mi rodilla en tu entrepierna?
-Prefiero tu boca, mi amor… -dijo travieso adelantándose para poner espacio entre ellos. Sorprendentemente el chico no lo golpeo, aunque al parecer la broma sexual lo dejo sin palabras ni violencia. En cierta manera fue bueno.
Ellos en silencio caminaron. Sakurai logro sentirse mal por su desplante viendo tan pensativo a su conquista.
Él de verdad esperaba que Inoue no pensara que Sakurai lo quería presionar para tener sexo. Si bien no negaba que deseaba el acto, lo esperaría el tiempo que fuera necesario. Quería que ese día llegara y fuera especial, no cualquier encuentro casual, no con la persona con la que esperaba pasar el resto de su vida.
Sakurai se encontró deteniéndose un poco cuando sus propios pensamientos hicieron eco en su aturdida mente.
De verdad esperaba pasar toda su eterna vida con ese hombre. Vaya…
-¿Sakurai?- pregunto extrañado Inoue viéndolo por encima de su hombro.
-L-lo… lo lamento, chéri. Solo…
El profesor lo vio un segundo antes de cambiar su expresión a desesperación, sorprendiéndolo. ¿A que temería para verlo tan alterado?
-¿Podemos solo hablar? Cualquier cosa sirve… -farfullo rápidamente, caminando el par de pasos que los separaban. -Secreto o Verdad. Es un tipo juego que hace años se hizo muy popular entre mis alumnos que eran amigos íntimos o pareja. ¿Lo intentamos?
Sakurai rio mentalmente por los nervios evidentes del hombre. Él de verdad estaba dando todo de sí para que su cita fuera bien. Si eso no decía mucho…
-¿Y exactamente de qué va?- cuestiono ya tranquilo Sakurai, volviendo a tomar con delicadeza la mano de su profesor, volviendo a caminar. Inoue se sonrojó y no lo miro, pero permitió el contacto.
-El nombre lo dice, tonto. O dices un secreto o una verdad. Todo aleatoriamente… Si yo digo un secreto, tú también debes decirlo y después decir de nuevo un secreto o verdad y yo respondo lo mismo, y así seguimos…
-Correcto. Empieza tú…
Inoue se lo pensó un poco mientras recorría el solitario parque. Sin dar en ello, ambos caminaron por un bonito e iluminado camino custodiado por altos arboles de tenues colores amarillos y rojos. El calor era dulce y un débil viento soplaba perfumándolos del salvaje olor de vegetación.
-Verdad… Está en mi primera cita en mi vida… -confeso tiernamente Inoue. Sakurai se tragó su sonrisa mientras apretaba más la fría mano. No podía romper la racha del juego diciendo que de hecho también era su primera cita.
-Eres la primera persona fuera de mi familia que espero después de la hora acordada… -repuso Sakurai. -Verdad… es la primera vez que vengo a este lugar, y me gusta mucho…
Inoue rio un poco, levantando su rostro al viento que acariciaba su rostro y movía su cabello. Sakurai viéndolo de reojo se quedó idiotizado viendo la belleza y disfrute del hombre.
-Verdad… este es mi segundo lugar favorito del mundo. Secreto… Mi lugar favorito es mi oficina en la universidad…
Vaya. ¿Quién lo diría? El hombre no parecía un adicto al trabajo y Sakurai sabía que su confesión traía más cosas implícitas. Después tendría tiempo para preguntar por eso…
-Secreto… Disfruto mucho viendo el amanecer de Celes… Más teniendo en cuenta que es de los pocos mundos que su sol no me afecta… -agrego, viendo la pregunta en los hermosos ojos. Inoue dio una cabezada con una sonrisa de conocimiento. -Secreto… Mucho dulce me provoca dolor de cabeza…
-Secreto, varias veces para distraerme horneo pasteles… Muy, muy dulces- termino riendo, Sakurai acompañándole. -Verdad, me gusta mucho cocinar aunque no lo hago muy seguido.
-Verdad, soy pésimo cocinando. Secreto… Mi madre antes de morir me prohibió la entrada a la cocina por casi quemar todo el Palacio…
Inoue sonrió levemente parando de caminar, sus ojos soñadores mientras lo miraba con dulzura y entrega.
-Secreto… Siempre me pregunte por mi padre que nunca conocí…
-Chéri… -gimió Sakurai. Inoue solo negó con una débil sonrisa volviendo a su paseo jalando a Sakurai para que le siguiera.
-Verdad… A no ser que de verdad este muy cansado, no puedo dormir con la luz encendida…
-Verdad, no puedo dormir con almohadas en la cama… -confeso sonriendo. Inoue se carcajeo mientras se tapaba la sonrisa con su mano libre. -Secreto… admiro muchísimo a mi hermano mayor, pero nunca se lo diré…
-Secreto… admiro y respeto mucho a mi amigo Chaton, Shinobu… pero nunca se lo diré por el bien de todos los mundos… -rio, logrando que Sakurai se interesara. -Verdad… no puedo estar más feliz con tener a la familia que tengo…
-Verdad, yo deseo con desesperación conocer a tu familia… -repuso Sakurai sonriendo de lado sin verlo, evitando que su nerviosismo sobre ese tema no fuera visible. -Verdad, muero por presentarte a mi familia…
-Verdad, estoy asustado por lo que acabas de decir… -dijo algo nervioso, tomando después una rápida respiración. -Secreto, estoy curioso sobre tu mundo…
Sakurai rio. Ese tipo seria su muerte con su compleja y perfecta personalidad.
-Secreto… Celes es mi mundo favorito después de mi mundo original… Verdad… me gustaría vivir permanentemente aquí…
-Verdad, adoro vivir aquí… -sonrió Inoue casi infantil. -Secreto, extraño solo un poco el cielo dorado de Imi-nashi…
-Secreto, extraño la hora privada que pasaba mi padre con todos nosotros después de la cena… Verdad, me cuesta mucho soportar sin decir nada sobre los prejuicios ante mi raza…
-Verdad, me es difícil callar si encuentro algo injusto… Secreto… Me… me encanto mucho cuando me regalaste rosas…
Sakurai lo miro atontado abiertamente. Inoue se aclaró la garganta evitando su mirada mientras su rostro se trasformaba en rojo.
-Secreto… en todo momento deseo besarte… -susurro Sakurai acercando a su profesor por la cintura, hablando cerca de su boca. -Verdad… te besare ahora…
-S-secreto… quiero que lo hagas…
-Eso no iba, hermoso…
-Lo se… -jadeo Inoue rodeándolo con sus brazos para acortar distancia y besarlo. Sakurai lo recibió dichoso, abrazándolo mientras devoraba los dulces labios.
Besar a Inoue era como besar electricidad. Todas las veces robaba todo pensamiento y dejaba libre sus más primitivos deseos. Él solo deseaba reclamar al hombre y no dejarlo ir, todo para que esa exquisita sensación al besarlo no desapareciera.
Solo Inoue lograba afectarlo de esa manera con su suave toque. Sus entregadas manos acariciaban su cabello mientras Sakurai acariciaba el interior de la caliente boca. Provocando su respuesta, delineando el contorno de los sensuales labios, bebiendo del chico que pronto tendría su corazón a disposición plena.
-Secreto… No deseo que termine este momento… -le susurro Sakurai en su oído. Inoue soltó una risita baja mientras escondía su rostro en su cuello, dejando que Sakurai lo abrazara por su cintura mientras él lo rodeaba con un brazo su cuello y una mano la dejaba descansar en su pecho.
-Los vampiro de verdad tienen pulso, ¿eh?… -menciono totalmente de improvisto. Sakurai miro lo que se alcanzaba a ver de él y noto con pánico como Inoue pegaba su oreja a su acelerado corazón. -Un fuerte pulso…
Sakurai no podía evitarlo. Todas las veces que veía a Inoue se alteraba y encontraba difícil controlarse. Temía y amaba esa sensación.
-Te dejare comprarme una manzana acaramelada… -sonrió Inoue separándose de él. Sakurai deposito un suave beso en su mejilla mientras Inoue cerraba los ojos.
-Solo si prometes quedarte todo el tiempo así…
-Promesa… -susurro Inoue sin separarse de sus brazos mientras continuaban con su cita.
Johnny rio en voz baja cuando vio llegar a Inoue. El apuesto profesor parecía una chica enamorada mientras se despedía de un hombre alto y oscuro en el lobby de su edificio. Ese chico debía ser ‘Sakurai’.
-Deberíamos irnos… -le susurro Keiichi mordiéndose su sonrisa. Johnny se arropo más en su brazos mientras negaba.
-Me gustaría, pero mañana es el último día en un tiempo en que veré a Nii-san… Tengo que informarle personalmente.
-Travieso, mi niño… -rio Keiichi besando su sien. -Debo confesar que nunca pensé ver así a Kazuhiko…
-En el fondo yo si… -confeso, pensando en lo similar que era con su hermano mayor.
Inoue camino hacia ellos sin darse cuenta, sobresaltándose y soltando un gritito al verlos. Keiichi y él fueron unos profesionales al no empezar a reír con la vergüenza y nervios del hombre al verse descubierto.
-¡¿Q-q-que…?! ¡¿Que hacen aquí?!…
-Sorpresa- sonrió Keiichi logrando la risa de Johnny. A Inoue no le pareció tan gracioso mientras endurecía su mirada.
-Venimos a verte, Nii-san.
-Eso es evidente, Johnny-chan… -se lamentó derrotado el profesor mientras dejaba caer su cabeza. -Mi pregunta iba más a porque están aquí y no esperando en mi casa…
-Solo venimos de pasada. No tenemos mucho tiempo si queremos disminuir al mínimo la diferencia de horario entre Celes y Moonless… -informo tranquilo Keiichi.
-Oh, claro… -Inoue miro sonriendo a Keiichi y a Johnny. Sus ojos brillando con alegría mientras los veía juntos. -¿Y bien?
-Kei va a tener mucho trabajo en el próximo mes y yo acabo de ser seleccionado en mi universidad para un evento, así que no tendremos tiempo para venir a divertirnos…
-Wua, ¿y ya le comentaron eso a Risako y Shinobu?
-Lo hicimos… -gimieron a la vez.
Ambos, Risako y Shinobu solían ser los más preocupados por Johnny. También lo era Inoue, pero el profesor solía darles su espacio y voto de confianza. Sus otros familiares por su parte eran más paranoicos.
-Mínimo estarán en video-llamada, ¿cierto?- agrego Inoue sonriendo.
-Tú lo entiendes, ellos no… -exclamo Keiichi irritado.
-Ya, ya. Ellos solo quieren mucho a nuestro pequeño… -molesto a Johnny. Él hizo un puchero.
-Ya no soy un niño, Nii-san…
-En Moonless aun eres menor legalmente- recordó Inoue. Keiichi giro los ojos al mirarlo.
-Mañana tenemos un par de horas. Hemos quedado a ir a cenar. ¿Viene, Kazuhiko-san?
-Claro. ¿Por qué no?- Inoue sonrió y acaricio amistosamente a Johnny en su cabello. -Cuídense mucho, ¿sí? Cualquier cosa que necesiten no duden en buscarnos…
-Por supuesto- agrego Keiichi serio. Johnny sonrió tranquilo mientras se hundía más en los brazos reconfortantes de Keiichi.
-Gracias, Nii-san… Y tu secreto está bien guardado- guiño travieso. Inoue se sonrojo un poco gruñendo bajo.
-Necesitas dejar de pasar tanto tiempo con Risako y Shinobu…
-Algún día… Nos vemos… -rio Johnny dejándose guiar por Keiichi para transportarse. Recordándose ya demasiado tarde que no le había deseado suerte a su hermano sobre su relación.
Inoue reía mientras todos se despedían. Shinobu molestando a Sumi era divertido de ver mientras Miyagi y Stravros evitaban una pelea física inexistente.
Todos lo sabían, pero nadie lo decía. Esos dos disfrutaban discutir así, compitiendo por la atención de Johnny. Eran como niños mientras se lanzaban de todo, Inoue sabiendo que de hecho Sumi no había tenido a muchas personas en su vida que lo trataran tan violentamente en su vida.
-¡Mañana tengo la primera clase! ¿Pueden dejar de flirtear para que me pueda ir?- molesto Inoue, riendo cuando ambos chicos le miraron molestos.
-¡Nii-san!- se quejó Johnny, estremeciéndose un poco, seguro con la idea de su amante teniendo algo con Shinobu.
-Me adelantare- sonrió Inoue haciendo un ademan de despedida. Él beso la mejilla de la emocionada Risako, que horas antes había anunciado su embarazo. -Luego me cuentas todo con lujo de detalles, ¿si, futura madre?
-Todo sucio detalle- ella rio algo llorosa separándose de él. Inoue le dio una palmadita a Stravros y se alejó.
Su mente por si sola se fue hacia Sakurai. Todo había ido bien en su cita, encontrando que el tiempo iba despacio y placentero cuando Inoue simplemente disfrutaba del momento sin sobre analizar todo.
Su corazón se sentía tranquilo al recordar la bella tarde que compartieron juntos, contándose secretos y diciendo tonterías. La brecha había desaparecido un poco, Inoue un poco más seguro y ya no tan paranoico mientras pasaba más tiempo con el hombre, descubriendo mucho de la personalidad de Sakurai que lo empezaba a hechizar.
Siempre veía por él, le decía muchas cosas dulces y varias veces sus acciones decían más que sus palabras. Inoue estaba empezando a reconsiderar varias cosas.
Sin dar en eso, Inoue estaba reconsiderando de verdad entregarse…
-¡¡Inoue!!
-¡Cuidado!
Un enorme escudo de tres Poderes protegió a Inoue mientras él ponían sus palmas enfrente suyo. Mirando con sorpresa a una exuberante mujer de cabello verde largo y nariz puntiaguda, seguida de varias otras mujeres menos agraciadas.
Un clan de brujas.
-¡¿Quién demonios son?!- grito Miyagi llegando con Inoue. La barrera de fuego que protegió a Inoue despareció al mismo tiempo que la barrera de viento de Shinobu. El Chaton reviso de vista rápido a Inoue antes de ver a las mujeres que lo atacaron.
-Él no está aquí ahora- exclamo enfurecido Inoue sin quitar su barrera de hielo, protegiendo a sus amigos a ambos lados de él. La evidente líder soltó una risa ronca y nada atractiva, haciendo estremecer a Shinobu.
-No buscamos al Príncipe… Yo nunca dañaría a un posible sirviente.
-Oh, querida. Sakurai se fijaría en ti tanto como lo haría por Miyagi- se lamentó Inoue señalando al aturdido profesor. Shinobu repitió sin voz el nombre de Sakurai.
Él no había querido que su secreto fuera descubierto de esa manera, más viendo la fiera expresión de Miyagi. Ambos chicos no debían estar ahí involucrados en eso.
-Acábenlos… -gruño la bruja mirando con rabia a Inoue. El líbero su Poder mientras le sostenía la mirada y fortalecía su escudo.
Lo único bueno de tener a Miyagi y Shinobu apoyándolo era que las brujas con toda su magia oscura no lograron someterlos. De hecho, ninguno de los tres se movieron de su posición mientras lanzaban su Poder en diversas formas para detener los conjuros de las mujeres y finalmente derrotarlas. La única al final de pie fue la líder que parecía analizar detenidamente a Inoue.
-Veo que los rumores son ciertos… El nuevo Príncipe Consorte no es la débil mujer que se creía…
-Entiendo tu error. Soy demasiado bello para provocar esos pensamientos- dijo burlón Inoue viéndola, su vestimenta negra, rasgada al final de su largo vestido. Su llamativo sombrero en punta y sus ojos opacos y sin vida.
-El Príncipe Sakurai… Muchos rumores solían señalarlo como el legítimo Heredero… Paso el tiempo y el hombre solo se fue, dejándole la oportunidad entera al mayor, Muldor… Ahora, al ser el primer varón en emparejarse de verdad es el descendiente fidedigno… -sonrió dando un paso adelante.
-Sí, sí. Ninguna hermana de Sakurai ya emparejada pidió el trono. Al presentarme y formalizar el ritual, Sakurai podría heredar… Buscas derrotarme, hechizarme para que deje que continúe con todo, y ya Sakurai en el poder matarme y tu tomar mi lugar… -desestimo Inoue los baratos planes. Ella volvió a reír socarronamente.
-Muchos rumores en Azelleb dicen que está dudando acerca del enlace… -sonrió la bruja.
-Oh, vaya. ¡Fantástico! Soy tan popular en un mundo que ni siquiera conozco- se vanaglorio Inoue sonriendo hipócritamente, haciendo enojar visiblemente a la mujer, que con cada palabra y gesto de Inoue iba perdiendo belleza.
>>Inoue… ¿Qué pretendes? ¡Deja de provocarla!<<
>>Tranquilo, Shinobu-chan. Si no lo hago, ella solo será un peligro…<< Devolvió Inoue rápidamente.
Miyagi solo tomo por un codo a Inoue, advirtiéndole, sin embargo él lo ignoro. No iba a dejar que esa bruja se acercara a ellos de nuevo… o en todo caso, pretendiera cualquier cosa con Sakurai.
-Buscar semejante espécimen… La realeza ha caído tan bajo… -musito roncamente la mujer oscureciendo su rostro.
-Lo sé. ¿No es molesto?- le pregunto despreocupado Inoue a Shinobu.
La líder bruja actuó tan rápido que Inoue apenas la vio. Con una serie de movimientos invoco un tipo de humo verdoso brillante y apunto hacia ellos. De no haber sido por Sakurai que apareció y partió a la mitad el conjuro con una llamativa espada dorada, el escudo de Inoue hubiese perecido.
-¿Le gusta, Baba Betsabé? Padre mato a todo un clan de cien… ¿Probamos su eficacia con una de las brujas más ancianas de mi mundo?
-¡Príncipe!- gimió ella cayendo de rodillas, apresurándose a hacer reverencias hasta tocar su frente con el pavimento. -Yo sería incapaz… Solo buscaba librarlo de ese hechicero que claramente lo tiene encantado. ¡Todo Obscurité Alleb lo sabe! Estamos muy preocupados por usted… Ese hombre…
-¡¡Calla!!- grito imponente Sakurai desatando su potencial enfrente de todos los aturdidos espectadores.
Sus ojos brillaron, su piel palideció y tomo un sutil tono blanco brillante. Sus colmillos se veían largos y peligros, y las garras negras al final de sus dedos no ayudaban en otorgar paz. Sombras profundas y arremolinadas parecían desarrollarse a su alrededor y un viento macabro se esparció provocando que incluso Inoue y Miyagi se estremecieran con el mal presentimiento que ese efecto producía.
Inoue dando un paso atrás protegiendo a sus amigos por primera vez sintió miedo de Sakurai.
-¿Cómo te atreves a divulgar falsedades con esa podrida boca?- gruño Sakurai avanzando hacia la paralizada por el miedo, bruja. -¿Cómo osas manchar la pureza de mi protegido con barbaries insanas, bruja condenada? Mereces morir, castigada a miles de siglos de tortura a manos de los depravados demonios del infierno del que tú y tus allegados fueron rescatados por los míos…
-¡Piedad os suplico! ¡¡Piedad!!
-Cállate maldita- grito de nuevo Sakurai blandiendo la espada provocándole una herida profunda en su rostro. -Desaparece de mi vista antes de que cometa un deseo depravado al verte destrozada. Más no huyas… El precio aun esta por cobrarse por tu falta, bruja…
La mujer desesperada desapareció tras un movimiento de muñeca de Sakurai. Este poco a poco recobro su compostura mientras era evidente tomaba fuertes y profundas respiraciones.
-Juro que solo tu logras esto, chéri. Por todo mi linaje, yo no deseaba que vieras esto…
Inoue se quedó sin palabras a la vista de los amables y lamentados ojos rojos. Eran esos mismos que siempre le observaban con dulzura y cuidado, brillando de alegría o picardía. Los mismos que le seguían en sueños e Inoue estaba aprendiendo a ceder y anhelar.
La vista del cambiado vampiro fue opacada por Miyagi que se colocó enfrente de él. El profesor desapareció a la fuerza el escudo de hielo y lo remplazo con uno de fuego candente, dejando en el a Inoue y Shinobu.
-¡Espera, Miyagi!… ¿Que…?- Shinobu estiro un brazo e impidió que Inoue avanzara más. Él entro en pánico cuando vio a Miyagi desatar su Poder viendo a Sakurai y Shinobu paralizo a Inoue con su propio Poder. -¡Para, Miyagi! ¡¡Él no tiene la culpa de nada!!
-¿Cómo puedes decir eso, Protector?- murmuro colérico Miyagi sin voltear a verlo. -Le concedí momentáneamente la valiosa oportunidad de pretenderte y la desperdicia poniéndote en peligro…
-Temo que esto no es algo que le incumba, Miyagi You… -susurro igual de amenazador Sakurai. -Le recomiendo que deje en libertad a Inoue… tanto de elegir como de actuar…
-¿Tienes idea de quién soy?- gruño Miyagi acechándolo. Sakurai permaneció estoico y superior mirando sus movimientos.
-El Príncipe de un mundo destruido… -respondió cretino.
-¡Sakurai!- se alteró Inoue.
-¿Crees que un título y un poco de riqueza te hace digno?
-¡Miyagi, basta!
-¡¿Y un par de llamitas lo hacen a usted?!
-¡¡He dicho que basta!!- grito imponente Inoue liberando de nuevo su Poder, desestabilizando a Shinobu y alcanzando a los tontos hombres que se miraban como animales furiosos.
El alrededor empezó a nevar mientras Inoue corría hacia ellos. Llegando dio una fuerte cachetada a Sakurai quien no dijo nada y solo lo miro en blanco.
-No le vuelvas a hablar así a mi hermano y mejor amigo o lo lamentaras, Sakurai Daisuke… -gruño colérico Inoue escupiendo por la rabia. -¡Y tú!- grito volteándose a Miyagi. -Vuelves a someterme de esa manera, y las rabietas del pasado te serán un paseo en el parque, ¿he sido completamente claro? ¡También te incluye, Chaton!
Miyagi y Shinobu tragaron nerviosos. Inoue temblando de rabia solo tomo la muñeca de Sakurai y pensó en su departamento, rápidamente apareciendo ahí solo ellos dos.
-¡Simplemente no puedo creerlo!- vocifero alterado caminando por toda su sala. -Nunca, y he dicho nunca, he visto tal actitud deplorable de dos dignos Príncipes…
-Chéri…
-¡Cállate y escucha, maldición!- señalo Inoue, haciendo que inconscientemente Sakurai atendiera y se sentara en el sillón.
-En mi carrera como docente nunca vi algo similar. ¡Parecían niños estúpidos midiendo quien tenía el pene más largo! ¿Es esa la clase de visión que desean dar, ustedes, que se supone son ejemplo de perfección y dicha? ¡¿Es de esa burda e inútil manera que esperas que te ceda alguna oportunidad?! Pretendiendo dañar a mi familia… ¡Y no me vengas con estupideces que sin usar mis habilidades puedo percibir!- interrumpió Inoue la posible queja de Sakurai. -¡Es increíble!
Inoue dio otro corto paseo paranoico balbuceando tonterías. Su lado lógico bloqueo el contacto mental con su preocupada y adversa familia, sabiendo que cualquier cosa que dijera en ese estado lo lamentaría después.
No era el preciso caso con Sakurai, así que siguió reprochándole.
-¿Pensé que querías conocer a mi familia? No mencionaste querido que les amenazarías…
-¡Él empezó!- se defendió Sakurai rápidamente. Inoue puso los ojos en blanco olvidando momentáneamente su enojo. Sakurai al darse cuenta de lo infantil que sonó solo gruño frustrado. -No puedes culparme solo a mí, chéri. ¡Si me provocan, respondo!
-¡No me digas!- respondió sarcástico Inoue. -¡Y no me taches de injusto! Tú eres el primero en recibir gritos solo por ser el más cercano… -agrego, perdiendo su energía conforme hablaba. Para el final él estaba ya jadeando y frustrado. -Demonios, necesito una copa…
-Es una suerte que no te afecte el alcohol… Sigues ese camino y te conviertes en alcohólico… -murmuro Sakurai, recibiendo un ceño fruncido de Inoue.
-No provoques más, Sakurai… -gruño bajo Inoue sirviéndose una pequeña copa, vaciándola en un trago.
Sakurai dejo salir su respiración para calmarse. Cuando no sintió tan grande su deseo de sangre se levantó, alzo su espada y logro conjurar el hechizo que hizo que el arma se evaporara.
-¿Pensé que no tenías magia?- cuestiono Inoue medianamente tranquilo desde la pequeña barra. Sakurai lo vio rendido mientras miraba su palma derecha.
-Magia propiamente dicha no poseo. Si quieres saber sobre esto… -levanto su mano- es una habilidad especial de muchos paranormales que luchan. Soldados, les llamarías…
-Creo haber leído sobre eso… -susurro Inoue viéndolo. -Es un conjuro vinculante… El arma es parte de ti, oculta e invocada bajo ciertos rituales…
-En mi caso, mi padre… -asintió, algo sorprendido de que su profesor supiera sobre eso. -Mi padre dice que todo el que tenga una parte de nuestros genes tiene esa habilidad, solo hay que despertarla… En mi familia la ceremonia de nacimiento conlleva en cierta parte este ritual… -volvió a mostrar su palma.
-Mencionaste que la espada era de tu padre… -recordó algo suspicaz Inoue.
-No, dije que mi padre la utilizo para una batalla muy sonada en mi mundo. Depende del máximo portador, las espadas hechas por duendes en mi mundo adquieren los poderes. Padre al usarla en esa lucha la doto de habilidades diversas. Esta espada me fue entregada desde mi nacimiento… Aunque muchos de nosotros no solemos ocuparlas mucho…
-Claro, prefieren la batalla con sus propias habilidades… -señalo vagamente las manos de Sakurai, tal vez refiriéndose a las garras que él lograba mostrar cuando lo deseaba.
-Puedes tacharnos de sedientos de pruebas- se encogió de hombros caminando hacia él. Sin verlo se sirvió solo una copa, bebiéndola más lentamente que su conquista. -¿El Chaton que vi era tu famoso Shinobu?- pregunto, tratando de no traer de regreso el enojo del hombre. ¡Vaya, que incluso su propio padre hubiera huido de Inoue!
-No es mío, pero su nombre si es Shinobu… -aclaro recargándose en la madera fina. -Su apellido es Miyagi, dado que se casó con mi amigo… Es estudiante mío y uno de los causantes para el juicio por los derechos de los Chaton…
-Es bastante famoso… -susurro Sakurai su conocimiento.
-Sí, lo es, aunque a él no puede importarle menos. Shinobu-chan siempre hace las cosas a su ritmo llevándose con él a Miyagi, y muchas veces a mí mismo… La vida nunca es aburrida a su lado- sonrió, volviendo a ser el mismo.
Sakurai asintió jugando con el contorno de su copa. Su mente inevitablemente volviendo al enfrentamiento anterior.
-Estoy en problemas con Miyagi You, ¿cierto?- susurro, permitiendo a través de su tono demostrar que no estaba feliz con el resultado de todo. Inoue lo vio entre sus pestañas antes de suspirar.
-No lo podemos culpar… Desde siempre Miyagi quiso protegerme, pero diversos factores nunca lo permitieron… Soy su Protector, simplemente estaba mal que el cuidara de mí también… -se encogió tristemente de hombros. -Miyagi cree estar en deuda conmigo, así que ahora que teóricamente no tenemos ninguna obligación similar y que somos familia, él se esfuerza por cuidar de todos… teniendo un poco de obsesión por mí…
-Por su pasado… -añadió Sakurai asintiendo. Inoue también lo hizo mirando por su amplia ventana de piso a techo.
-Sakurai… he perdido la cuenta de cuantas veces me apuntaron un arma o algo similar por protegerlos a ellos… Recuerdo especialmente cuando amenazaron a Shinobu-chan con un arma y literalmente Miyagi y yo no podíamos hacer nada para salvarlo… Esa imagen aun ahora me persigue y… solo logra asustarme… -susurro abrazándose a sí mismo. -Sé que lo mismo pasa con Miyagi… Ellos están unidos de una manera tan íntima y especial, que me pregunto cómo logro Miyagi sobrevivir cuerdo a tantas veces que Shinobu-chan fue amenazado… Nosotros… Miyagi y yo tenemos un similar lazo, así que comprendo ese afán por protegerme, porque yo mismo siento lo mismo hacia mi mejor amigo…
Sakurai hizo una mueca sin poder evitarlo. Él no quería ser un maldito y empeorar las cosas, pero simplemente no podía evitar sentirse irritado y celoso de la relación de ambos hombres.
-Son muy cercanos… ¿eh?
-Si… -sonrió Inoue divertido. -Le dijimos a Shinobu-chan que trasformados a años de Celes teníamos más de doscientos años de amistad. Pero en realidad esos años exactos serian de Imi-nashi- rio jugando con un mechón de rubio cabello.
-¿Y en realidad cuantos años tendrías?- cuestiono curioso. Inoue le miro travieso, haciéndolo tragar. Lo que no podría hacer con esa sensual mirada…
-Muchos más que tu… -solo dijo.
Sakurai logro asustarse. Él no había mentido sobre tener trecientos veinticuatro años, transformados a años de Celes.
-Por favor, no hagas nada que provoque que te ataque con mi instinto de Protector… -suplico Inoue sorprendiéndolo.
-¿Perdón?
Inoue sonrió melancólico, caminado hacia atrás hasta que se apoyó en la pared. Su tono triste casi hizo que Sakurai fuera a abrazarlo para alejar todo su sufrimiento.
-Miyagi es mi mejor amigo… Siempre, siempre fue lo más cercano que tuve de calidez en mi vida… No tuve una linda actitud nunca, Sakurai. No conoces esa parte de mi… -sonrió mirándolo derrotado. -Pero Miyagi siempre me acepto… Muchos podrían pensar que lo hizo por deber, sin en cambio nuestro especial enlace hizo que me diera cuenta que él era sincero… Lograba ser gentil conmigo, quien no lo merecía…
-¿Chéri?- pregunto temeroso Sakurai. Inoue estaba hablando casi como si recordara a un anterior y querido amante.
Ellos no pudieron… ¿verdad?
-S-solo deja que yo me encargue de todo, ¿sí?- pidió inquieto Inoue. -Si le explico todo a Miyagi, seguro entenderá. Él solo exploto esta noche porque el ataque y tu aparición fueron muy rápidos. Además que tu verdadero poder no ayudo en nada a calmar sus preocupaciones… -termino riendo nervioso.
Sakurai solo permaneció viendo sus acciones desesperadas y ansiosas. El nerviosismo de Inoue al darse cuenta de su suave tono al hablar solo enojo a Sakurai.
-Inoue…
-Ya es tarde, Sakurai… Mañana tengo un ocupado día… -murmuro Inoue evitando su mirada. Con torpes pasos se alejó un poco, solo detenido por Sakurai que lo tomo de su muñeca sin voltearlo.
-Todo suena muy lindo, y no dudo que sea verdad… Sin embargo…
-Suéltame… -pidió desesperado el profesor, forcejeando.
-¿Cuál fue tu verdadera relación con ese hombre, chéri?- cuestiono más firme Sakurai, apretando su agarre.
-Estas insultándome muy fuerte, Sakurai. Detente…
-¡Solo respóndeme!
-¡No tengo nada que responder!- exclamo agudamente Inoue. Sakurai en un fluido movimiento empujo a Inoue hacia la pared y lo sometió por ambas muñecas a cada lado de su cabeza. Los hermosos ojos llorosos lo evitaban mientras Inoue volteaba a un lado toda su cabeza.
-¡Dime!- exigió con voz poderosa. Inoue tembló levemente apretando sus labios antes de hablar y encararlo.
-Miyagi y yo nunca tuvimos nada, ¿de acuerdo? Nuestra relación solo fue de amigos, casi hermanos. Señor-Protector, solo eso. ¿Feliz?
-No…
No podía con esa mirada vencida en el profundo azul. Sakurai apretó sus dientes aprisionando su grito de rabia.
-Puede y su relación haya sido esa, pero tú no lo viste así…
-Sakurai…
-Lo amabas, ¿cierto?- presiono, aprisionando más a Inoue que volvía a forcejear.
-¡E-eso no es de tu incumbencia!
-¡Respóndeme, Kazuhiko Inoue!
-¡No tengo porque responderte ninguna maldita mierda!- gruño enojado Inoue, sus ojos transformándose en blanco brillante.
Esta vez Sakurai no le tuvo miedo ni precaución, solo el primitivo sentimiento de posesión adueñándose de él ante el pensamiento de su profesor enamorado de otro hombre. El maldito mismo hombre que ocupaba un importante lugar en su corazón incluso aunque su relación era diferente.
-Inoue…
-¡No soy nada tuyo! Así que déjame de exigir cosas, Sakurai… -jadeo Inoue, su mirada dudando al decirlo.
Sakurai lo miro duramente un momento antes de perder paciencia y cordura.
Violentamente tomo ambas muñecas y las coloco arriba de su cabeza, sujetándolas por una sola mano ante la consternación del chico. Sus colmillos descendieron mientras se acercaba a su rostro con solo centímetros separándolos.
-¿Sabes con quien estás hablando, Inoue? No es cualquiera, piénsalo… Es el dueño de tu corazón…
-¡Eso no es…!- gritoneo Inoue a medias, Sakurai rápidamente besándolo para callarlo.
Sin buscar respuesta devoro los labios, la sensual y escurridiza lengua que lo evitaba y gimoteaba protestas acalladas. Sakurai solo apoyo parte de su peso en el delgado cuerpo mientras continuaba besándolo, recorriendo lentamente con la punta de dos de sus dedos el torso tembloroso.
-P-para… -gimió Inoue logrando separarse de él. Sakurai lo ignoro y jugueteo con el pezón que se endureció debajo de la delgada camisa blanca.
-Eres solo mío, chéri. No lo olvides… -susurro amenazadoramente en su oído, continuando con sus acciones. Inoue siguió mordiendo sus labios, evitando demostrar sus gemidos. Sakurai arreglando rápido eso lo volvió a besar más violentamente, pellizcando la dura carne de su pecho que con la caricia constante se impregno de calor.
-Sa… Sakurai… Por favor… -jadeo excitado Inoue, volteando su rostro por vergüenza, dejando a la hambrienta vista de Sakurai el delgado y provocador cuello.
-Inoue… -se quejó Sakurai bajando su mano hasta tantear el creciente bulto en los pantalones. Inoue se dobló lanzando un ahogado gemido-queja. -No me tientes, hermoso… -susurro cerca de su oreja. -Ya muero por probar tu sangre, amor mío… No me provoques más…
-¡Hazlo, por favor!- suplico el chico acercando más su erección. Sakurai decidió concentrarse mejor en eso que en morder la tentativa sangre que desde su posición podía imaginar correr.
Con seguridad desnudo lo necesario al entregado chico y lo tomo entre su mano, cubriendo todo su largo y bombardeándolo fuertemente, logrando las quejas exquisitas del profesor que solo lograban encenderlo aún más, obteniendo por consiguiente que aumentara su velocidad, esparciendo el líquido claro con la yema de su pulgar.
-Sakurai… sí… Más, por favor… -Inoue entregado solo se inclinó para reclamar los dispuestos labios de Sakurai.
Al parecer a su profesor le gustaba que fuera algo brusco…
-Pronto… muy pronto, chéri- le murmuro roncamente. Acompañando sus palabras paso la punta de su lengua por todo su cuello, exactamente donde su pulso se hacía presente de manera acelerada.
-¡Sakurai!- gimió el hombre embistiendo su mano que no aflojo.
-¿Te gusta, mi amor? Se sentirá mejor cuando me entierre en ese sensual culo tuyo y al mismo tiempo beba de ti… -Sakurai siguió lamiendo su cuello, jugando con aquello que deseaba, pero no podía tomar… aun.
-¡Hazlo, hazlo, hazlo!
-Todavía no… -sonrió Sakurai en la curva de su fresco cuello. -Ese día será especial… Te otorgare el mejor placer que hayas experimentado, chéri… -Sakurai lamiendo sus colmillos le miro a los oscuros ojos con pasión. -¿Sabías que solo morderte te puede provocar un orgasmo? El mejor de todos…
Inoue pareció esperar esas sucias palabras para desbordarse en su mano, manchándola de su blanca liberación.
Sakurai le miro extrañado un segundo antes de sonreír y robar su inestable respiración en otro abrumador beso. Su respuesta fue igual de entregada que la de Sakurai mientras gemía el resto de su éxtasis en su boca.
>>¡¡Dai, hermano!! Necesitamos tu ayuda ahora mismo enAzelleb. ¡¡Apura!!<<
-Demonios… -gruño Sakurai separándose de Inoue. Su hermano Muldor no pudo elegir un peor momento.
>>¡¡Voy, demonios!!<< Respondió enojado, mirando en físico a su satisfecho y jadeante profesor.
-Debo irme, chéri…
Inoue abrió sus ojos y le miro triste y desesperado. A Sakurai le partió el corazón verlo tan afectado después del perfecto momento que pasaron, pero no podía ignorar el llamado de su familia por mucho que quisiera.
-Volveré y pasaremos a lo siguiente… -prometió besando con suavidad sus labios.
-¿Lo prometes?…
-Siempre volveré a ti, mi amor. Nunca lo dudes… -susurro antes de desaparecer.
Continuara…