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El salvador que necesita ser salvado. por christalchii268

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Notas del capitulo:

¡Que horror, perdi la nocion del tiempo! ¡¡Lo siento!! DX

 

Disfruten de este dulce capitulo. Aqui quise marcar la relacion de Inoue con sus estudiantes, dandome cuenta que de hecho no lo menciono mucho xD

Tambien aparicion especial de Gaby-chan y que yo ya habia olvidado~ xDD

*Reparte chocolate de San Valentin*

Capítulo 9: “¡Inoue tenía conocidos tan terroríficos!”

 

-…Es fácil en teoría, Matsue-san, sin embargo es lo que el autor ha querido desmentir con su libro.

-Simplemente he quedado maravillada, profesor Kazuhiko. La profundidad y sentimiento que manifestó ese escritor, siendo tan joven en un mundo plagado por guerra, sufrimiento… Esa fe porque su propia gente recapacitara…

-No olvides que lo hizo… -rio Inoue divertido.

-Ya, pero él no lo sabía aun. La misma ambientación lo señala.

-Entiendo tu pensar, jovencita, pero debes considerar que muchas veces existen instintos que no puedes explicar y simplemente te salvan del desastre a ti y a tus seres queridos…

-O a tu gente… -asintió ella tristemente. –Lamentablemente no escucharon…

-Tuve la oportunidad de hablar con el autor sobre eso… -menciono lentamente Inoue, llamando inmediatamente la atención de su estudiante. –Me dijo que sin importar el tiempo, él no se creía el inicio de ese tipo de escritura. Para él, solo quería que las historias que escucho no quedaran en el olvido. ¡Incluso estuvo considerando cambiar el final!

-¿En serio?- gimió la bella chica deteniendo un poco su caminata al lado de Inoue.

-Sí, y fue exactamente de eso a lo que me aferre para recordarle que fue el maestro de escritura narrativa.

-No puedo creerlo, profesor- rio la estudiante negando. –Solo usted puede actuar así…

-Oye, que no puedo mantenerme calmado cuando alguien niega su más evidente habilidad solo por falta de autoestima… -bromeo Inoue, riendo después junto con la mujer.

-Aunque entiendo su punto, yo solo espero que no fuera tan agresivo…

-¡Me ofendes, Matsue-san!- sonrió Inoue, haciendo sonrojar levemente a su estudiante.

-Gracias por aclararme eso, profesor… -murmuro abochornada la chica cuando ambos llegaron al salón de clases. –No estaba muy segura de sí podía preguntarle.

-Bueno, espero y no se vuelva a repetir. Soy tu profesor, así que cualquier cosa que desees aprender, para eso estoy. Se libre de preguntar incluso en clase. No podemos esperar que pases tus exámenes si no has entendido…

-Lo hare, profesor. Gracias…

Inoue sonrió tranquilo y entro con ella, siendo asaltado como siempre por los cuchicheos típicos de sus estudiantes antes de que la campana sonara. Mientras se despedía de su estudiante y revisaba de reojo toda el aula, noto que un puñado de chicas, las más bulliciosas y populares, se juntaban más cerca que de costumbre y sus gritos eran más emocionados. Varios otros alumnos también conversaban interesados y entretenidos.

-… ¡No te creo! Tengo que verlo con mis propios ojos.

-Oh, Raquel. ¿Me tratas de mentirosa?

-¡Solo no puedo creer que tal chico exista!

-Pues lo hace, estúpida. ¡Y me hablo solo a mí!

-No te sientas especial, Kana. Por lo que escuche, ese apuesto bombón ha rondado mucho por aquí~

-¿Pero a quien ronda?

-No lo sé, pero le tengo mucha envidia a la afortunada. ¡Dicen que le trae obsequios carísimos!

-Demonios, tan guapo como es no lo necesita.

-¡Tonta, eso es lo mejor! No solo es rico, apuesto y educado, sino que es todo un caballero…

-Juro que tengo que verlo. ¡Yo solo no puedo imaginar a alguien así a parte del profesor Miyagi o el profesor Kazuhiko!

-Y solo por decir eso les perdonare que sigan hablando en hora de clase… -intervino Inoue divertido, sobresaltando a todas las chicas que se avergonzaron en diferentes tipos de rojo.

-¡Profesor!- se quejó la líder agitando sus pestañas a Inoue como siempre.

-La campana ya sonó, chicas. Después pueden cotillear tranquilas y contarme sobre ese “bombón”. –Inoue les hizo una seña para que se acomodaran y se retiró, sonriendo levemente cuando escucho la risita burlona del resto de su clase.

-De nada servirá, profesor. Ese hombre ya esta apartado… -sonrió uno de sus estudiantes varones, siguiendo el juego.

-¿Por ti, Tyler?- sonrió Inoue sentándose en la punta de su escritorio.

-¡Ya quisiera!- exclamo sin vergüenza el rubio chico. –Pero uno de mis amigos dijo que entrego un presente de ese chico a un profesor, y que menciono que iba muy enserio. ¡Incluso rechazo a un grupo de chicas de Ion!

-Vaya… -susurro impresionado Inoue al igual que muchos otros. Las estudiantes procedentes de Ion eran las más bellas, con cierto encanto mágico que Inoue solo había visto en Mitsu.

-¿No te dijo en que profesor iba?

-No, pero hay muchos prospectos… -rio el chico, viendo a Inoue traviesamente, haciéndole levantar una ceja. –Aunque dudo que logre algo con el profesor Kazuhiko.

-¡Es verdad!

-¡Nadie llega a los estándares del profesor!

Inoue giro dramáticamente los ojos ante el apoyo entre divertido y serio de sus estudiantes. ¿En qué momento su clase tomo ese curso?

-¡Bien, ya basta!- rio Inoue aplaudiendo para llamarles más la atención. –Digan lo que quieran no les subiré puntos. ¡Todos saben que mi amor lo tiene el Chaton Shinobu!- bromeo.

-¡Que el profesor Miyagi no le escuche!- advirtió risueña una chica.

-Y por eso mejor regresamos al itinerario, chicos- rio Inoue. Apartando su cabello miro a sus alumnos con tranquilidad, manteniendo su sonrisa. –Ahora… ¿Quién ha leído el nuevo libro de Kazamiya Mitsu y que me pueden decir sobre eso?…

 

 

-¿Has escuchado los nuevos rumores, Miyagi?- pregunto Inoue girándose en su silla para verlo, apagando la pantalla de su brazalete después de contestar el mensaje que le llego.

-¿Rumores?- repitió el hombre continuando escribiendo en uno de los proyectos de sus estudiantes.

-Sobre un guapo hombre que pretende a algún profesor… -sonrió, aun divertido por eso.

-Hablas de Sakurai… -menciono Miyagi sin alterarse. Inoue lo miro sorprendido.

-¿Qué?

-¿No lo sabias? Ese tipo utilizaba muchas veces a estudiantes varios para hacerte llegar los regalos. Él tuvo relativa suerte eligiendo a discretos chicos que no dijeron nada, pero uno de ellos hizo correr la noticia. Ahora todos saben de él, pero curiosamente no de ti…

Inoue permaneció viendo a la nada, completamente impresionado. ¡¿Cómo no lo había visto antes?!

-Oh, mierda… -gimió en voz baja sujetándose la cabeza.

-Deberías hablar con él acerca de eso. No lo sabe, pero los estudiantes pueden llegar a ser un gran problema si esto sigue. Eres un profesor muy popular, Inoue. Tanto pueden amenazarlo como a ti por la fama que ese tipo está logrando.

-Sakurai. Su nombre es Sakurai, Miyagi- gruño Inoue sin poder contenerse.

-Lo se… -devolvió igual de irritado Miyagi. –Solo díselo, ¿sí? No quiero tener que intervenir más en las acciones imprudentes de ese tipo…

-¡Eres insoportable!- exclamo Inoue alterado. Miyagi lo vio de reojo con una divertida sonrisa. –Oh, vamos. Solo cállate. ¿No tienes a un Chaton cretino a quien ya molestar?

-Lo tomare en cuenta, Protector… -rio Miyagi levantándose y cerrando su trabajo para ir a su siguiente clase. –Pero lo digo muy en serio, Inoue. Tú y yo sabemos a qué extremos pueden llegar los estudiantes en esta universidad…

Los recuerdos sobre lo que sucedió con Sakuragi Aoki llenaron la habitación repentinamente, dándole peso a sus palabras.

-Se lo diré…

Miyagi asintió y reunió su material. De vez en cuando veía al pensativo Inoue sin decir algo. Inoue sabía que estaba reuniendo valor para decir algo, así que no lo presiono aunque sospechaba lo que quería decir.

-Me encargare yo del resto. ¿Por qué no te vas por hoy?- propuso Miyagi dándole la espalda. Inoue sonrió entretenido. Eso no era lo que en realidad Miyagi quería decir, pero serviría.

-Lo hare, gracias. No te olvides de terminar la redacción para la directiva.

-No… Cuídate, ¿sí?- pidió retirándose, logrando un suspiro de Inoue.

-Lo hare…

 

 

Sakurai sonrió sorprendido viendo el identificador de llamada de su brazalete. Si no mal recordaba, esa era la primera vez que su amado profesor se ponía en contacto con él.

-¿Señor?- llamo uno de sus empleados. Sakurai le callo con un gesto de su mano.

-Después continuamos. Revisa esa cláusula del contrato entre tanto. Te llamare… -despidió Sakurai sin dejar de ver su brazalete. El joven hombre de traje le miro sorprendido pero rápidamente se retiró sin replicar. Solo cuando salió por completo él contesto la video-llamada.

-Hola… -saludo nervioso Inoue apareciendo en la pantalla holográfica enfrente de él.

-Celes está a punto de acabar… -dijo Sakurai cretino, bromeando con el hecho de que Inoue iniciara contacto. El profesor entrecerró suavemente sus preciosos ojos, haciendo reír bajo a Sakurai.

-Veo que estas ocupado. Lo siento… -exclamo el chico haciendo ademan de terminar la conversación.

-¿A que debo el honor, chéri?- pregunto suave y provocativamente Sakurai, deteniendo sus acciones. Inoue le miro un poco sorprendido antes de encogerse de hombros y sonrojarse dulcemente.

-Te quería agradecer por lo de la otra noche… -susurro tímido, seguro refiriéndose a las flores.

-Me hubiese encantado permanecer más tiempo contigo ayer. Lo siento… -susurro Sakurai, realmente odiando que solo acompaño al hombre a su departamento y tuvo que volver al trabajo. Inoue desvió la mirada aparentemente indiferente, pero Sakurai alcanzo a ver la duda y tristeza en sus ojos.

-No te preocupes por eso. Yo mismo estoy ocupado a veces con el trabajo…

-Hoy no lo estoy, sin embargo. Concédeme unos minutos.

Inoue levanto su rostro de nuevo, mirándolo con esos hermosos ojos azules brillantes de emoción. Lamentablemente el gesto duro muy poco y fue remplazado por el seductor gesto del profesor mordiendo su labio inferior.

-No puedo, lo lamento. Desde hace semanas quiero ver a uno de mis amigos Chaton y no he podido porque ha estado viajando con su familia. Me aviso que ya regreso a Celes y voy a verlo…

-Oh… -solo dijo Sakurai absteniéndose.

¡Y con un demonio! Sakurai iba a estar sumamente ocupado por un par de días. Días que no quería pasar sin antes convivir un poco con su conquista ahora que el camino se le estaba facilitando un poco a comparación con el pasado.

-¿Tienes que estar toda la tarde con él?- pregunto tranquilo, sin presionar nada. Inoue solo se mordió más su labio.

-No toda, pero no creo que sea una visita corta…

-Te acompañare… Después te puedo robar para que cenemos… -sonrió, amando aún más el sonrojo de las pálidas mejillas.

-¿Vestido así?- señalo Inoue la escasa ropa que alcanzaba a ver Sakurai. –Sospecho que tu idea de una cita para cenar es en un elegante y carísimo restaurante, y yo saliendo de la escuela voy con Gaby. ¡No iré vestido así!

Sakurai rio en voz baja, algo sorprendido de que Inoue leyera su mente tan a la perfección. Sus planes para visitar uno de los más lujosos restaurantes donde era cliente preferente se desvanecieron.

-¿No gustas de esos lugares, amor?- pregunto, algo temeroso de que nunca pudiera cortejar a Inoue de esa manera.

-Yo no diría eso… -susurro el profesor girando un poco en su silla. –Solo no tengo mucho tiempo o ganas para frecuentarlos. De hecho la última vez que acudí a un lugar similar fue en la cena de la boda de Risako y Stavros… -desestimo en su propio pensamiento.

Entonces no estaba descartado para siempre. Era bueno, pues Sakurai tenía varias ideas sobre una cita especial aprovechándose de los favores que reunió en lo largo de su trabajo en Celes.

-Mm… No puedo ir hoy, pero a cambio… ¡Y claro, si no te molesta!… ¿T-te puedo invitar a mi departamento? Soy bueno en la cocina y no tengo que vestir de etiqueta en mi casa…

Un sonido fuerte sonó del lado de Inoue, sobresaltando a ambos y robándole la respuesta sorprendida a Sakurai.

-Lo siento, debo irme. Al parecer unos chicos están peleando en el pasillo… -apuro profesional Inoue levantándose, viéndose hermoso mientras se convertía en ese digno profesor y hombre del que Sakurai ya estaba colgado.

-Claro, atiende eso. En unos minutos te recogeré. Piensa en que preparar, chéri… -sonrió Sakurai, viendo borrosamente la expresión abochornada del chico que corto la comunicación y maldijo en voz baja.

Inoue era un hermoso y coqueto profesor.

 

Sin importar las veces que Inoue se encontrara en frente del complejo de departamentos no quitaría la impresión de asombro y un poco de intimidación. ¡El maldito lugar era tan lujoso e impresionante! Aun no podía creer que un chico tan dulce y sencillo como Gaby viviera en un sitio como ese.

-Lo que me recuerda… Sakurai, ¿dónde vives?

El vampiro claramente despreocupado por lo pretensioso del lugar se sorprendió de la pregunta de Inoue, girando toda su cabeza para mirarlo con aquellos misteriosos y hechizantes ojos rojo profundo y brillante.

-En el sector uno…

-Oh, claro… -agrego Inoue recordando que ese sector en especial mantenía una estrecha relación con el mundo Claridad, en donde Sakurai mantenía la sede principal de su empresa.

Sakurai rio un poco y tomo la mano de Inoue con suavidad cuando entraron al edificio.

-Y solo para que lo sepas, mi departamento no es tan caro como este lugar… -menciono con un gracioso tono bromista.

-¡No lo dudo! Es solo un lugar de un par de semanas cada pocos meses, ¿no? Tu verdadera casa en Claridad debe ser de miedo… -rio Inoue cubriendo su sonrisa con un poco de vergüenza.

-Si logra intimidarte eso, tú no quieres visitar mi bello hogar en Azelleb.

Si… Inoue aún estaba tratando de asimilar la idea de que existía un mínimo de posibilidad de que se convirtiera en el Consorte de un Príncipe. De uno de los Herederos vampiros…

Inoue logro suspirar algo aliviado cuando llego al elevador y dio una gentil cabezada con dirección al portero, quien como siempre le miraba impresionado y coqueto, apoyándose en el mostrador de la recepción sonriendo. Sakurai a su lado siseo levemente y acerco posesivamente a Sakurai, sorprendiendo en igual de manera al empleado e Inoue.

-Contrólate… -le susurro Inoue al hombre, jalando un poco su mano. Sakurai lo ignoro y solo lo siguió adentro del elevador. -¿No te preocupa que descubran tu procedencia?- le pregunto curioso sin verlo, solo teniendo atención al limpio piso.

-Tampoco lo estoy ocultando, chéri. Nunca negare mi raza o linaje…8

-Yo no dije eso. Solo existe algo llamado “prudencia”. Estoy muy orgulloso de mi Poder de hielo, pero aun así no me ves usándolo sin cuidado en lugares públicos…

-Y sin embargo a mí me gustaría ver la reacción de la gente a esa eventualidad… -rio divertido Sakurai.

-Imposible… -se lamentó por lo bajo Inoue, distraídamente recordando a Miyagi.

El resto del protocolo para llegar al hogar del Chaton paso en relativa calma. Avisaron al chico y esperaron en silencio enfrente de la protegida puerta principal, Sakurai sin soltarlo ni por un segundo ni Inoue luchando por eso.

-¡Nii-sama!- grito una infantil voz solo abrieron la puerta. Inoue rio en voz baja atrapando con sus desarrollados reflejos al pequeño Chaton de pocos años de edad.

-Hey, Hide, pequeño…

-Yo no soy pequeño… -se quejó con un dulce puchero encantador.

-¡Eres una motita!- replico Inoue haciéndole cosquillas, provocando la musical risa del niño y del padre.

-Disculpe, Kazuhiko-san. Se me escapo.

-No te preocupes, Gaby. ¿Cómo están?- pregunto sin dejar de mimar el cabello del niño en sus brazos, viendo ahora al orgulloso padre que sonreía deslumbrante.

-Me encuentro en perfecto estado. Muchas gracias por su preocupación. Pero pasen, por favor. ¡Están en su casa!- invito feliz, haciéndose a un lado en el recibidor para que ellos pasaran.

-Gracias- sonrió Inoue entrando con el risueño pequeño. Sakurai se resegó inseguro, viendo de reojo al Chaton que solo sonrió y apresuro suavemente.

-Disculpe la intromisión… -susurro Sakurai entrando atrás de Inoue, escuchando con asombro la conversación alegre y despreocupada de su conquista con el niño, que le contaba desde los viajes de sus padres y a los cuales acompaño, como cuanto había crecido y su avance en aprender dos idiomas más que el propio original.

-Hide, amor… No abrumes al profesor… -regaño paternalmente el Chaton mayor viendo a su hijo con cariño.

-Lo siento, papi… -se disculpó el niño con su angelical rostro.

-Sabes que no me molesta, Gaby. ¡Al contrario! Siempre me impresionare de lo rápido que crece esta motita… -dijo Inoue, terminando por hacer saltar en sus brazos al risueño infante.

-¡Le enseñare mi cuaderno de dibujo, Nii-sama!- anuncio entusiasmado el pequeño.

-Anda, haz eso… Mientras estaré platicando con tu papi…

-¡Si~!- exclamo el niño y se salió de los brazos de Inoue como pudo, corriendo a una habitación lejana en el amplio y caro departamento inundado de la luz solar que aun había de la avanzada tarde. Incluso si el sol de Celes no le afectaba a Sakurai, la iluminación brillante de ese lugar irrito un poco sus sensibles ojos.

-Gaby, déjame presentarte a Sakurai Daisuke… Sakurai, él es mi amigo, Usami Gabriel. Hace un par de años se casó con su pareja de años y viven aquí con su hijo Hidehiko, a quien brevemente ya conociste… -presento Inoue riendo un poco. Sakurai devolvió la cabezada educada del Chaton a la presentación, un poco sorprendido de la similar mirada del chico con la de Inoue.

-El famoso hombre… Debo decir que estaba ansioso por conocerle… -sonrió traviesamente el chico cruzándose de brazos, agitando tranquilamente su larga colita rubia. Al lado de Sakurai, Inoue se sentó en uno de los sillones suspirando.

-Johnny… -solo dijo en una lamentación. El chico rio y descruzo sus brazos.

-¿Gustan algo de beber?- pregunto sonriente el Chaton cruzando la sala hacia un pequeño mini bar que no tenía alcohol, solo bebidas diversas de varios mundos. Sakurai logro sorprenderse de la variedad.

-¡Por supuesto!- exclamo emocionado Inoue haciendo brillar su rostro. -¿Tienes más de esa cosa blanca que me invitaste la última vez?

-Nos surtimos hace poco… -asintió riendo el chico y pregunto con la mirada más joven a Sakurai.

-Gracias… -asintió él, un poco incómodo.

El Chaton serenamente sirvió una ronda de bebidas y las acomodo en una bandeja de servicio con un poco de aperitivos.

Sakurai de reojo observo la belleza exótica del chico de finas fracciones y voz suave. Sus ojos eran parecidos a Inoue, pero tenían un distintivo extraño añadido a las singularidades de su raza. También en las lagunas azules se veía menos tormento y dolor, aunque Sakurai podía leer la sombra de algo oscuro digno del más temible ser despiadado sobrenatural de su mundo de origen.

La inocente y dulce apariencia del chico, contrariada por la verdad de sus ojos y la ropa moderna, cara y oscura era un contraste tan abrumador que Sakurai no se dio cuenta que estaba observando abiertamente al Chaton hasta que Inoue bufo irritado y le dio un suave golpe en su brazo.

-Luce encantador y todo, pero si pretendes algo con él, Usami Haruhiko podría desmoronar tu empresa, Sakurai… -informo cerrando sus ojos. Sakurai sonrió internamente por los celos evidentes del profesor y continúo con la plática.

-No preocupes por eso, chéri. El señor Usami y yo ya mantenemos cierto contacto empresarial… -informo, guiñándole suavemente un ojo al enfurruñado chico.

-Ahora, eso es algo que yo no sabía. ¿Requirió un servicio de mi esposo?- pregunto curioso el Chaton regresando y entregándoles educadamente sus correspondientes vasos.

-En los inicios de su compañía hizo el estupendo trabajo de crear mi sede aquí en Celes. Muchas de mis oficinas extras en Claridad las llevo su gente de una satisfactoria manera digna de elogios… -comunico honestamente Sakurai. El chico sonrió orgulloso y asintió levemente.

-No lo dudo de Haruhiko… -murmuro para sí sentado enfrente de ellos.

-¿Y cómo les fue en su viaje, Gaby?- intervino Inoue rápidamente, esta vez en su turno de verse algo incómodo.

-De estupenda manera. No tuvimos mucho tiempo para curiosear, porque solo lo acompañábamos, pero aun así fue muy gratificante. Él sabe que me encanta viajar por los mundos… -rio el Chaton, seguro refiriéndose a su esposo.

-¿No causo problemas en su trabajo?- pregunto Inoue curioso.

-Haruhiko llego a un momento en que simplemente no le importo eso… -sonrió nostálgico el chico jugando con sus dedos en el vaso que sostenía. –Le dije que bien podía hacer este viaje solo y que le esperaríamos, pero él no atendió. Solo nos llevó con él y no escucho a nadie más si tenía algo negativo que decir…

-Lo cual dudo… -aseguro su profesor serio, bebiendo de su vaso. –Eres un excelente Chaton, Gaby. Y su pareja… -recalco terminando de beber, mirando igual de seguro al chico que se sorprendió visiblemente.

-Tiene razón… -musito el chico mirando por el amplio ventanal a unos pasos de la espaciosa sala.

-No imagino a Hide-kun en la nave… -rio Inoue distrayendo al Chaton. Ambos después rieron cómplices.

-¡Ni lo recuerde! Me hizo prometerle que le enseñaría la teoría de manejo que poseo. Le recordé que necesita de más edad, pero no atendió. ¡Es igual de necio que su padre!- se quejó juguetón el Chaton con una amplia sonrisa.

-Ambos- señalo igual de divertido Inoue.

Ambos chicos empezaron a conversar sobre cosas relacionadas con el niño hasta que el mismo pequeño regreso con una triste mirada desesperada.

-Papi… no encuentro mi cuaderno… -comunico tristemente a su padre que relajo su expresión y extendió una mano para llamar a su hijo.

-Oh, mi amor. ¿Recuerdas donde fue la última vez que la viste?- pregunto sentándolo en su regazo con dulzura.

-No… ¡y ya busque por toda mi habitación!- exclamo lloroso el menor.

-Hey, Hide. ¿Quieres que te ayude a buscarla? Tengo unas habilidades pequeñas en búsqueda… -susurro Inoue tranquilizador, apoyando sus codos en sus piernas para acercarse un mínimo más al niño.

-¿Lo harías, Nii-sama?- pregunto ilusionado el pequeño cambiando su expresión.

-Tu solo confía en mí… -sonrió Inoue y miro al agradecido Gaby. -¿Te molesta?

-¡Para nada! Adelante… -dijo bajando suavemente a su hijo y acariciando de pasada sus pequeñas mejillas. –Enséñale al profesor tu cuarto, Hide…

-No tardo… -murmuro Inoue a Sakurai antes de levantarse y seguir al niño, tomando su pequeña mano y agachándose un poco para escuchar lo que le decía mientras lo guiaba más adentro del departamento.

Un silencio tranquilo se expandió entre ambos mientras Sakurai veía por donde se fue su conquista, aun asimilando esa dulce faceta en el hombre cuando se encontraba con un pequeño.

Acostumbrado toda su vida a un buen ejemplo paternal, Sakurai podía decir con una certeza asombrosa que Inoue sería un digno y cariñoso padre, aunque no dudaba que Inoue lo negaría energéticamente, seguro sacando a colaboración amarga su pasado en su mundo.

-Kazuhiko-san siempre es tan amable con mi niño… -asintió el Chaton, llamando la atención de Sakurai. Cuando le miro, el chico sonrió tristemente devolviéndole la mirada. –Si lo que Johnny-kun dijo es cierto, debe ser consciente de eso…

Sakurai aparto la mirada de nuevo al lugar donde desapareció Inoue. La idea tentadora de una familia con el profesor rondando con mayor fuerza su cabeza.

-Sin ninguna pretensión… ¿Cuántos años tiene su hijo?- pregunto sereno Sakurai sin ver al chico.

-Celebramos su cumpleaños tres en nuestro viaje. En Celes solo tendría dos… -sonrió terminando por beber de su bebida. Sakurai distraídamente hizo cuentas mentalmente.

-¿Lo concebido aun siendo un Chaton sin derechos?- cuestiono sorprendido sin saber porque.

-No tenía derechos ante Celes, pero no así en la opinión de mi pareja… -comunico el chico teniendo una enamorada mirada.

-Lo siento. No quise sonar tan agresivo… -se disculpó rápido Sakurai también bebiendo. La “cosa blanca” era dulce y refrescante.

-Oh, no se disculpe, por favor. Entiendo la curiosidad de la gente… Estoy perfectamente acostumbrado y solo continuo con la cabeza en alto, como mi doctora me dice siempre- sonrió el chico orgulloso. Sakurai supuso que se refería a algún tipo de terapia, uno de los puntos esenciales por los que lucho su profesor al luchar por la libertad de los Chaton.

-Su hijo se lo agradecerá… -asintió serio Sakurai. El chico se sonrojo avergonzado bajando su cabeza, murmurando un agradecimiento.

Sakurai sin embargo no mintió ni fue obligada su declaración. Él estaba muy orgulloso y feliz por la digna y confiable persona que era su padre. No dudaba que en un futuro el pequeño Chaton estuviera igual de orgulloso en lo referente a su propio padre, que lucho toda esa batalla por su propio bien personal y de su familia.

Gaby en determinado momento rio dulcemente y se inclinó para dejar el vaso en la mesa de centro, mirando entre sus largas pestañas a Sakurai.

-Debo confesar que me sorprende, Sakurai-san. Tanta polémica ha causado con la familia del profesor que inevitablemente lo imagine de una completamente diferente manera… -rio tapando su sonrisa, claramente divertido. Sakurai solo giro sus ojos irritado.

-No lo dudo… -murmuro algo resentido.

-Debe comprenderlos, por favor. Ellos llegaron a ser tan unidos como una familia de verdad, unida por lazos de sangre… Kazuhiko-san siempre fue en teoría el centro de todo eso, ayudando a todos y cuidándolos, manteniéndolos felices sin muchas veces ver por él mismo… Era simple lógica que sus acciones desinteresadas causaran una similar reacción en sus seres queridos y quisieran lo mejor para él desesperadamente…

Sakurai nunca dudo acerca de eso. Desde el principio vio la fidelidad y entrega del hombre en aquel primer encuentro, donde el profesor ejerció su naturaleza de “Protector” y cuido del profesor Miyagi, sin detenerse a pensar en el peligro que quizás tendría que enfrentar su propia seguridad. Esa faceta del hombre era solo una de las razones por las que Sakurai sabía que su decisión era la acertada.

-Pero… -continuo suavemente el Chaton en su propio tren de ideas- Kazuhiko-san siempre se ha colocado en la parte más baja de cualquier situación. No desestimo que si lo permitiera y demostrara, Kazuhiko-san brillaría con luz propia en su profesión, incluso tal vez eclipsando al profesor Miyagi… Sin embargo él siempre se está castigando… sin sobresalir a menos que esté obligado de alguna manera por un tercero… -El chico le miro seriamente y susurro suplicante. –Por favor, no deje que renuncie fácilmente a esto, ¿sí? Kazuhiko-san debe empezar a ser recompensado con creses todas sus buenas acciones…

Él solo asintió, sin palabras satisfactorias para una petición tan desesperada. El Chaton se vio complacido con eso y sonrió bellamente, regresando a su anterior dulce y tranquilo comportamiento.

Sin duda, la actitud de aquel sobreviviente sorprendía e intrigaba de diversas maneras a Sakurai.

-¿Puedo preguntarle algo, señor Usami?- pidió Sakurai lentamente. Una sonrisa divertida se extendió en los labios del menor quien asintió igual de lento. -¿Por qué lo llama por su apellido? Se notan muy cercanos para eso… ¿no?

-No tanto para merecer tal honor- rio el Chaton agitando emocionado su colita delgada. –Solo he escuchado el nombre a secas del profesor en la boca del profesor Miyagi y su esposo. Nadie más tiene ese privilegio hasta donde yo sé. Solo personas muy importantes y cercanas… con quienes pasas lo peor y mejor, tienen esa satisfacción y acceso…

Sakurai gimió internamente apretando sin darse cuenta sus puños.

-¿Ni siquiera su demás familia lo llama por su nombre?- pregunto afectado.

-No… De hecho fui testigo de una vez que el profesor realmente enfureció cuando un desconocido jugo con eso… Pobre tipo… dudo que alguna vez lograra calentar su cuerpo de nuevo después del hechizo con hielo del profesor… -rio el Chaton divertido, volviendo a tapar su sonrisa.

-¿Tan importante es?- murmuro, recordando su anterior platica con su conquista.

-Sip… así que debe estar realmente agradecido de tener ese honor, Sakurai-san… -musito el Chaton misteriosamente, logrando sorprenderlo de diferente manera cuando vio aquel monstruo más visible en los intensos ojos.

-¡Lo encontramos!- llegaron gritando Inoue y el niño, llamando la atención de Sakurai y el Chaton. Viendo la feliz sonrisa del profesor Sakurai se olvidó por un momento del extraño chico dueño de la casa.

-Oh… ¡Muchas gracias, profesor!- sonrió inocente Gaby atrapando a su hijo cuando este corrió hacia él. -¿Dónde estaba, cariño?

-Bajo una pila de ropa sin arreglar… -respondió Inoue por el avergonzado chico. Gaby y Sakurai rieron en voz baja mientras Inoue volvía a sentarse.

-Papá no va a estar feliz de eso, Hide… ¿Qué te dijimos acerca de no desordenar tu cuarto?- pregunto gentil el chico a su pequeño que bajo la cabeza.

-Lo siento… -murmuro este con una delgada voz.

-Bien… Más al rato quiero que me ayudes a arreglar, ¿de acuerdo?- el chico asintió regañado, viéndolo con esos bellos ojos azules heredados de su padre. Gaby solo sonrió y beso suavemente la frente del infante.

Inoue converso un poco más con el Chaton mientras Sakurai los escuchaba y el pequeño en el regazo de su padre tarareaba mientras pasaba las hojas de su cuaderno de dibujo. Los chicos estaban riendo felices de una singular experiencia en uno de los mundos donde visitaron la familia cuando la puerta se abrió y una bella mujer vestida de oficina interrumpió la amena charla.

-Oh, Hanata-san… Le contaba al profesor aquella vez donde quedamos atascados en aquella cosa que llamaban plataforma… -informo risueño el chico a la irritada chica.

-¡No me lo recuerde, Gaby-san! El señor estuvo molesto con eso largo rato después de eso… -negó la chica algo dramática. El Chaton rio más alto al igual que su hijo. –Un gusto volver a verlo, Kazuhiko-sama… -saludo la mujer al sonriente Inoue.

-Un gusto idéntico, Hanata-san. ¿Cómo se encuentra su bebé?- pregunto, dando un vistazo rápido al vientre algo abultado de la sonrojada chica.

-En perfecto estado, muchas gracias.

-Me alegro de escucharlo. Por favor salude a su esposo también… -pidió gentil Inoue. La chica sonrió resplandeciente asintiendo, acariciando distraída y brevemente su estómago.

-¿Paso algo, Hanata-san?- intervino Gaby cuidadosamente. La mujer parpadeo un segundo antes de volver a su anterior profesional actitud, digna de una buena empleada, seguro de la empresa del mayor de los hijos Usami.

-El señor me mando a comunicarle que tiene una cena con Hatori-sama. ¿Deseas acompañarlo?

Gaby se mordió su labio inferior conflictivo. Con una culpable mirada vio a Inoue que solo rio.

-No te preocupes por mí, Gaby. Ve y molesta por mí a Yuu-kun…

-¡No me pida eso, profesor! La última vez que me metí con ese Chaton tuve que protegerme atrás de Chiaki-kun como única salvación… -bromeo en un puchero. Inoue rio a carcajadas solo él entendiendo la referencia.

-¿Gaby-san?- llamo la chica con una débil sonrisa divertida.

-Iremos. Te encontraremos en unos minutos en la oficina. Gracias, Hanata… -sonrió el Chaton. La chica asintió y reverencio, retirándose después.

-Bueno, entonces nosotros nos retiramos por hoy… -menciono Inoue con una tranquila expresión. Gaby se disculpó una vez más y apuro a su hijo a cambiarse, no antes de que se despidiera de Inoue y Sakurai.

-Disculpe, profesor. La próxima vez me asegurare de tener más tiempo para charlar… -prometió el Chaton acompañándolos a la puerta.

-¡Que no te preocupes, Chaton!- rio Inoue saliendo antes que Sakurai. –Cuídate y cuida mucho a Hide, ¿sí?

-Siempre… También hazlo tú… Nos mantendremos en contacto- sonrió el chico uniendo con suavidad sus manos enfrente de él mirándolo.

-Saluda a Usami-san de mi parte- despidió Inoue con una sonrisa.

-Lo hare… -rio el chico, dejando que Inoue se alejara unos pasos para detener a Sakurai y gruñir fuertemente amenazador en susurros acercándose a él. –Si le hace cualquier mínimo daño al profesor me encargare personalmente de asesinarlo a distancia con un arma sin que se dé por aludido de nada… -aseguro fríamente, soltándolo igual de rápido, sonriendo de manera burlona. –Por lo demás, que tenga un buen día, Sakurai-san…

¡Inoue tenía conocidos tan terroríficos!                                                                    

Continuara…

 

Notas finales:

Y empieza un curioso y divertido momento para Sakurai, oh, si~ xDDDD

 

Espero les haya gustado y me comenten, por favor >w<

Mañana mi regalo de San Valentin para todos ustedes~

 

Nos leemos. Cuidense mucho y gracias por continuar leyendo :3

Christal C.


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