Miraba por la ventana del edificio principal cuando a lo lejos, en el parque central del pueblo, pudo verlo. Sus ojos lo siguieron como si fuera una presa, analizando cada movimiento que este hacía. Tenía un gran porte para ser un pueblerino cualquiera y todas las miradas se posaban en él, al parecer o eso le pareció ver al pasar al lado de un puñado de soldados que fumaban montando guardia en la plaza.
- Señor Odinson, señor- parpadeo rápido y se concentro en el informe que recibía de la batalla que se libraba al norte del poblado, a cientos de kilómetros de ahí, aún por la noche si te concentrabas bien podías escuchar los disparos y bombardeos. Lanzo su mirada por arriba de su hombro
- Lo siento Balder, hoy, justamente hoy, en este día lluvioso y nublado mi concentración se ha ido, prosigue- saco su reloj de bolsillo, marcaban las 12 del medio día, casi la hora más sagrada para su familia. La comida. El joven que leía el reporte era el hermano menor del general, con un gran suspiro y pesadez dejo el informe en el escritorio
- - Thor, no has dormido bien en los últimos días, estás mas pálido que nunca y tus ojeras son horribles, profundas, oscuras- su hermano mayor le lanzo una mirada seria y siniestra que el menor no fue capaz de soportar – lo siento, seguiré con el informe señor – el rubio puso sus manos detrás de su espalda, se puso recto y volvió a mirar al parque. Donde esa figura tan bella se había desvanecido “maldición” pensó el ojiazul
Al terminar con el reporte, convoco a una reunión con sus allegados para planear y sustentar una buena contienda al día siguiente. La junta había durado hasta el anochecer. Las puertas de la oficina del general Odinson dieron salida a los mejores capitanes y soldados de su ejército.
- Señor, por el triunfo que hemos tenido este día ¿nos acompañaría a tomar algo?- dijo atrevido la mano derecha de este, Hogun
- Sabes que no soy un hombre que ame la bebida, vayan ustedes , va por mi cuenta- el otro le sonrió y todos salieron a festejar- …aún no puedo festejar una batalla, cuando gane la guerra contra el enemigo, lo haré hasta perder la cabeza –
Su carro lo esperaba afuera de su “fortaleza roja” como le llamaban mucho, ya que la mayoría de los fusilamientos de los prisioneros de guerra eran asesinados, llenando las paredes del lugar del rojo sangre. Donde la gran sonrisa del “Dios del trueno” se dibujaba todos los días al ver a sus enemigos caer. Siempre teniendo las manos limpias.
- ¿a dónde vamos señor?- limpiaba la nieve que caía de su sombrero, al sacudirlo levanto la mirada al sentir que algo lo llamaba: lo vio de nuevo en medio del parque. Con su gran porte que puso como un sabueso, inhalo y dio indicaciones al su chofer.
Era peligroso estar fuera a esas horas, sobre todo teniendo al pueblo asediado por el enemigo. Apresuro su paso al sentir que algo malo pasaría. Cuando entro todo mundo gurdo silencio. Apretó con sus manos el gran cuello de piel de lobo donde guardaba calor su delgado y fino cuerpo, hundió sus mejillas en él al ver la tensión del lugar. Se quito lentamente los guantes negros de gamuza y los coloco en su bolsillo, abriéndose paso con semejante diversión tomo del mesero la botella de coñac y la fiesta comenzó. Su trabajo comenzó.
Dejo a la botella vacía sobre la barra y se escabullo a su camerino, dejando el costoso abrigo de piel y sus guantes. Todos regalos de sus pretendientes. Tomo rápido el cambio del “segundo acto” y se coloco, unos pantalones de cuero negro entallados, botas negras abiertas, unos tirantes cubriendo sus pezones y un sombrero negro. La audiencia comenzó a aullar como lobos al ver su presentación. Durante sus minutos de estrella pudo sentir la mirada sobre él todo el jodido tiempo, en el momento en el que le toco hace el acto con la silla y el látigo sus ojos se encontraron. Esos ojos azules llenos de odio, sin luz, vacios, tristes y fríos como el hielo de la tierra donde se encontraban. El resto del baile no quito sus penetrantes ojos de encima del exótico bailarín, se relamía los labios una y otra vez, aunque solo una lámpara lo alumbraba el bailarín pudo percatar su gran erección. ¿Cómo por todos los dioses había podido poner al gran Odinson en semejante aprieto? Al terminar el baile, Loki, le hizo el gesto más lascivo que sabía hacer, tomo un dedo de queso y comenzó a lamerlo de arriba abajo, sentado en la barra hasta que de una sola mordida lo devoro. Tomo sus cosas y salió de escena. Dejando a un Thor con la mirada sostenida y llena de ira.
- Maldición- pensó entre sí. El que el general estuviera ahí era un peligro para él y la gente que trabajaba ahí, tenía que sacarlo de ese lugar a como diera lugar pero nada sería fácil.
Tocaron a la puerta , era un par de soldados bien armados, casi la tiraron al entrar, haciendo que el ojiverde saltara del susto, quien ya estaba más que vestido, de nuevo con su capa , con cuello de piel.
- Su presencia ha sido requerida por el general Odinson- vaya que era terco y testarudo ese niño grandote, coloco sus guantes y salió escoltado por los soldados hasta el lugar donde había dejado un Thor enojado y con una erección que le dolía hasta el…
- No hay servicios privados- dijo con un tono serio el moreno, el general con su mano hizo una seña y el lugar quedo solo por completo- ¿qué ha hecho con la gente del lugar? – el general se recargo en la silla y por fin se había relajado y cambiado ese semblante de…de ogro
- ¿cuál es tu nombre? – el moreno se cruzo de brazos y arqueo la ceja
- Loki Laufeyson , general- lo vio de reojo, seguía teniendo esa mirada horrorosa y de dolor en el rostros
- No eres de aquí ¿verdad? Eres muy refinado y educado para ser una prostituta de cabaret- eso hizo que la sangre del moreno hirviera y le diera una cachetada al otro, al darse cuenta de lo que había hecho temía por su vida, por miles de vidas.
- ¿qué es lo que quiere?- dijo apretando los dientes y esperando al reacción del rubio, quien dejo caer sus cabello rubio sobre ese uniforme de color negro con toques rojos y dorados , se limpió la sangre del labio y la lamió frente al otro
- No te dispare solo por el hecho de que tú no eres de fiar y antes de eso tengo que hacerte un interrogatorio, hacer que hables, no eres un pueblerino ordinario ¿o sí?- no podía hablar, no solo su vida dependía de su inteligencia
- Creo que es lo mejor – el rubio lo tomo del brazo y de un solo movimiento hizo que se sentara sobre él de frente, al hacerlo sintió la erección , rozando sobre las telas pero haciendo que el moreno gimiera
- Eres responsable de esto, te vi esta mañana y decidí que serías mío, prisionero de guerra o no, lo serás – eso hizo poner sus pelos de punta, ¿ser un prisionera de guerra? No era lo mejor en esos tiempos
- ¿qué quieres? – el otro lo tomo del cabello y lo jalo hacía atrás, haciendo que chillara
- Ntch, ntch, no, no, no me tutees , General Odinson- cerro los ojos y soporto las ganas de querer escupirle en la cara
- ¿qué es lo que desea General Odinson?- este último lo dijo con un arrastrar en las letras
- Cuéntame todo de ti, Loki- se acerco a él y lo beso salvajemente, obligando que el moreno abriera su boca para ser violada por la del otro , un beso demandante y lleno de asco – no me hagas hacerlo de la mala manera – le susurró al oído y tomo la mano del moreno para llevarla a su entre pierna- te harás cargo de esto, pequeña puta- lo alzo y lo dejo en el suelo, haciendo que si hincara, bajo su cierre y saco su gran miembro- abre bien la boca y si me muerdes, mataré a todos tus amigos- sin mas opción abrió su boca y comenzó a masturbarlo, llorando por el asco que sentía , por la repulsión que Odinson le ocasionaba, no lo dejo ir hasta que el ojiazul eyaculara dentro de la boca del moreno, haciendo que tragara todo- bien hecho, se que aún no hablaras, así que irás en calidad de “prisionero privado” a mi prisión , Loki. ¡GUARDIAS! – un puñado entro y tomo al prisionero , esposándolo y llevándolo como perro- ¡BALDER! – su hermano menor se hizo hacía él – si alguien pone un dedo encima de él, juro que yo mismo lo mataré , lentamente ¿oíste?- el otro asustado asintió- advierte los demás
Loki aun sentía en su boca el sabor amargo y caliente del semen de Odinson, contuvo el vomito. Todo estaba tan bien, tenía trabajo, un hogar, todo. Maldita sea la guerra. Tenía que salir pronto de ahí, pronto , la única manera era ser sometido por el gran troll que tenía por capturador. Su naturaleza no era ser sometido, eso le costaría su dignidad.
Esperaba una celda pero, fue llevado directamente al cuarto de Odinson, esposado a la cama.
- ¿dónde está él? Exijo hablar con él – Balder desvió la mirada - ¡CONTESTAME! – los ojos azules del menor vieron a los esmeraldas del otro
- El no vendrá esta noche, ha pedido otro cuarto, así que descansa. No trates de huir si quieres salir con vida- vaya una persona con juicio sano al fin- que nadie toque al prisionero, sino su castigo será la pena de muerte
¿Por qué era tan importante para el bruto de Thor?
El agua caliente lavaba su cuerpo fornido, bajo su mano por el pecho hasta el vientre bajo, tomando su aún erecto miembro y comenzó a masturbarse, repitiendo una y otra vez el nombre de su prisionero. Imaginaba penetrar ese delicioso ano, haciendo que gritara su nombre, moviendo sus caderas como un animal en celo, marcándolo por todo el cuerpo y llenándolo con su esencia.
- Ngngnh….Loki- susurró, golpeo con todas sus fuerza el azulejo del bajo- maldición.