-¡Gracias! -no pensé que me sentiría feliz porque Yunho acepto que me quedara. Le vi caminar hacia la salida y me regala una mirada que no supe interpretar. Organice mis cosas en los pocos muebles que habían y me tomé el día limpiando la casa que se veía un desastre. Yunho debía extrañar mi atención a las cosas limpias y ordenadas.
Preparé la cena y me senté a esperarlo. Reflexionaba que en mi había nacido un cariño por Yunho. Ese espectro como le llamaron necesitaba de alguien que Cuidara de él y no le rechazara. Era increíble ver como las personas basadas en un aspecto físico podían creer que él había matado a alguien o que no pudiera defenderse de las personas que le trataban mal porque sería un agresivo.
-hola -le dije a mi acompañante y él traía un brazo detrás de su espalda ocultando algo -¿Que escondes? -demandé
-quiero disculparme -le miré confundido esperando que el agregara más -ese día, te empuje y caíste al suelo
-ahh... si recuerdo, me lastimé -le dije aunque no era cierto
-de verdad lo siento, te traje esto... espero te guste -le recibí en mis manos una barra decorada con papel, lo abrí y le miré con ojos muy abiertos
-¡Chocolate! -el asintió. Es un dulce muy caro y solo quienes estaban a la altura de los reyes podían comerlos. Claro él era un príncipe... -¡Me encanta! -le regalé una sonrisa que produjo lo mismo en su rostro –ve a comer –le señale la mesa donde ya estaba su tazón servido. Él lo come todo y me mira
-¿quieres ir conmigo a dar un paseo?
-eh… si
Yunho había preparado un caballo para mí y me ayudó a subir, él me guía durante el trayecto y fuimos a la orilla de un rio, el lugar era hermoso, lleno de mucha vegetación y lo mejor de todo es que no habían personas, solo nosotros
-¿quieres bañarte? –él me pregunta y le digo que sí. Me quité mi camisón y me dejé los pantalones. Me lancé al pequeño lago que se formaba con la corriente y disfrutaba del agua, era delicioso sentir la naturaleza plena sobre tu piel. Yunho solo me observaba sentado desde una piedra grande. Me sonreía y yo me hundía en el agua para mojar mi cabeza. Se me ocurrió tardar un poco más en subir y cuando lo hago Yunho está de pie esperando por mí, ¿se preocupa?
Me divertía verlo así y de nuevo me hundo aguantando la respiración
-¡Jaejoong! No es divertido lo que haces –me grita y se sienta de nuevo sobre la piedra
Seguí nadando y disfrutando del baño cuando mi pierna se tensiona y siento un fuerte dolor con solo moverla. Empecé a bajar sin poder subir y me desesperaba. Mi acompañante me grita y no logro entender nada, el dolor se volvía más fuerte ante cualquier movimiento y de pronto siento a Yunho tomando mi brazo y subiéndome para poder respirar
-aahhh –sentí aire en mis pulmones –mi pierna –pude mencionar y Yunho me carga para sacarme del agua y sentarme sobre la piedra en la que estaba. Él se queda de pie y me mira
-¡¿era una broma?!
-¡no! De verdad no sé que me pasó –él estaba furioso y busca mi camisón para entregármelo
-¡nos vamos!
-pero… -quise protestar y él ya se había ido por los caballos.
Caminaba con un poco de dificultad y aun le veía enojo en su rostro
-puedes calmarte –comenté y me miro con odio. Lo pensé muy bien y suspiré para acercarme y darle un abrazo. Nunca lo había hecho y él se quedo congelado. Le ayudé a rodear mi cintura con sus manos y él me aprieta fuerte –hey!!! Me haces daño –le dije con dulzura para que no me uniera tan fuerte a él
-lo siento –se apena y me suelta por completo. Me ayudó a subir al animal y regresamos a casa.
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Esa mañana estaba lloviendo y hacia un frio delicioso, no quise levantarme de la frazada y me cubrí mucho más con las cobijas, sin querer mis ojos se cerraron de nuevo y me dormí unas horas más. Me levanté aun con sueño y fui a la habitacion de baño, Yunho iba saliendo de la cubeta y vi su cuerpo desnudo
-¡aaahhh! ¡Lo siento! ¡Lo siento! –le dije y me giré para salir de la habitacion
Me desperté de inmediato. Reproducía en mi mente su cuerpo, se conservaba perfecto, no tenía cicatrices como su rostro. El color de su piel era atractivo y su… trague saliva… su hombría aun sin dureza se veía muy bien, ¡¿en qué estoy pensando?! Siento mis mejillas rojas y no quisiera verle por vergüenza.
-Jaejoong… he salido de la habitacion –me dice y yo no supe que responderle. Me quedé sentado en mi dormitorio tratando de calmar el color de mis mejillas. Pasaron unos minutos en los que me obligué a dejar de pensar en ese cuerpo y me calmé.
-Jaejoong… ¿puedes venir? –le escucho a Yunho en la sala y respiré para ir a verle
-si… buenos di… -me quedé en silencio observándolo
-¿Qué pasa? ¿Qué tengo? –él interpreta mis gestos
-tu… has cambiado
-¡¿Qué?! –me le acerqué
-tus ojos… -los toqué -ya no están hinchados y… –con mis dedos pude retirar esas dos plumas que lo cubrían -no tienes ninguna cicatriz
-¡¿Qué?! –ahora fui por sus labios y los abrí un poco para mirar sus dientes, estaban perfectamente alineados
-espera… voy por un espejo –recordé que él no tenía porque odiaba mirar su apariencia. Regresé y le mostré. Él se sorprendió
-¿podría ser? –él susurra
-Yunho ¿Qué pasa? –mi mente se adelantaba un poco pero no quería especular
-siéntate –me pide ubicando sus manos en mis hombros para conducirme a la silla más cercana –hay algo que debes saber –él se sienta a mi lado y me mira
–yo fui embrujado años atrás para salvar a mi esposa. Ella dijo que me amaba y pensé que eso era suficiente para darle mi juventud a la hechicera a cambio de su recuperación. Me convertí en ese espectro y ella me abandonó, el día de mi cumpleaños descubrí que se casó con mi primo y por eso odiaba esa fecha –el me toma de las manos -Parece que tus cuidados hacia mi han hecho que el embrujo se fuese rompiendo y… el hecho de que me gustes también ayuda –me sonrojé con esa última parte –Jaejoong… tu… ¿sientes algo por mi?
-ehh??... –me pregunta esto cuando se está convirtiendo en alguien tan atractivo, cuando he visto su cuerpo desnudo, cuando no he podido controlar el rojo de mis mejillas… él se reía
-estas ruborizado
-¡¿Qué?! –me toqué ocultando mis pómulos y él seguía sonriendo hermosamente, me fijé en sus labios y giré mi mirada de inmediato
-¿estás nervioso Jaejoong?
-yo… no –le mentí y me coloqué de pie para alejarme de su cercanía. Caminé de un lado a otro como si pensara en algo que decirle
-¿Qué es lo que quieres saber?
-¿regresaras con tu familia?
-te dije que no tengo familia –él se me acerca y me atrapa en sus brazos obligándome a verle su rostro. Ha cambiado demasiado y es mucho más atractivo de cerca –tú me gustas… y mucho ¿te quedaras conmigo? –mi mirada busca sus labios gruesos y carnosos deseándolos probar por primera vez y sentía que su deseo era el mismo, mi corazón latía a mil. Él se acercó lo suficiente para respirar mi aliento y yo abría mi boca respondiendo a él. Me estoy desesperando por besarlo y él sonríe antes de atrapar mi labio inferior con los suyos en una delicada conexión, los suelta como si fuesen frágiles y los atrapa de nuevo reproduciendo una corriente por todo mi cuerpo que me eriza la piel e incluso promueve mi excitación.
-lo siento –pronuncia con lentitud con nuestras bocas a escasos centímetros. No me atrevía a abrir los ojos, no quería, quería que él regresara a probarlos pero no lo hace y entonces le veo sonriendo feliz de ver mi reacción -¿te quedaras conmigo?
-sí, claro que si… siempre –había algo en mí que me hacia ser honesto, mis mejillas se coloran de nuevo y él se muestra feliz. Me da un beso en las manos y me pide que le espere en casa unas horas.
Me senté en la silla sonriendo como tonto por recordar ese beso de Yunho. Todo lo que produjo en mí, las emociones que despertó y el deseo que nunca había sentido, que solo había leído en libros y que no creía que realmente ese sentimiento era tan poderoso que me haría entregarle mi vida, si me lo pidiera. Y entonces es así como puedo pensar que lo amo. Amo a Yunho y quiero estar a su lado siempre.
Me fui a bañar y me vestí elegante. Quiero estar lindo para él y hacer que me bese de nuevo. Que me desee sería lo mejor y que me abrace por largo tiempo. Le sentí llegar y corrí a abrir la puerta
-hola –le veo vestido como un príncipe, elegante, hermoso y muy atractivo. Me quedé en silencio y él sonríe, últimamente lo hace mucho desde que me ruborizo. Toqué mis mejillas y las sentí calientes. Él me abraza sin poder contenerse de no hacerlo y yo rodeo su cuello con mis brazos
-¿Cómo supiste que te llevaría a un lugar? –él me pregunta viendo que vestía un traje
-no lo sabía –le miré y le pedía un beso, le rogaba en mi interior que lo hiciera, él lo entendió y me acerca más a su rostro para extender esas ganas enormes de contacto. No me pude resistir y le beso ¡yo tomé la iniciativa! Pero su respuesta me tranquilizo. Pruebo sus labios inferiores y los encierro varias veces, abríamos nuestras bocas para conectarnos de nuevo y me sentía en las nubes. Yunho sella nuestros labios en un beso final para luego besar mi mejilla y abrazarme oliendo mi cuello y dando ligeros toques con su boca
-aun quiero llevarte a cenar –salimos de casa y fuimos a un castillo que conocía por fuera pero nunca supe quien era el dueño
-Jaejoong… soy un príncipe –se supone que yo no conocía de esto y debía confesar que lo sabía cuanto antes, iba a mencionar algo y él lleva su dedo índice a mi boca para que callara –no tienes que preocuparte. Mi mejor amigo, vive aquí y le he pedido su habitacion de invitados. Tiene un jardín hermoso que me gustaría que lo conocieras –yo asentí y entramos a una casa de tamaño mediano. A primera vista observe la mesa de comedor gigante con dos platos listos para ser servidos.
Yunho me ubica en mi silla y él se sienta frente a mí. Pide a los servidores que lleven la comida y olía delicioso
-disfruta mucho
-tú también príncipe Yunho –le produje una sonrisa y me pide que no le llame así. Comimos entre risas coquetas y miradas tiernas que delataban nuestra atracción
-es hora de caminar –Yunho me ofrece su brazo para que lo tome mientras iba a su lado y fuimos al jardín. Era un espacio grande y no mintió cuando dijo que era uno de los más bonitos. Las luces que acompañaban las flores y plantas le daban un toque romántico y en mi mundo solo existíamos él y yo.
El jardín tenía una silla de madera frente a una fuente rodeada de flores de colores y luces amarillas pequeñas. Nos sentamos y yo descanse mi rostro en el hombro de Yunho, tardamos unos minutos así hasta que mi acompañante pronuncia
-así que me besaste esta tarde –él se refería a que yo había dado el paso primero. Me alejé de su hombro y le vi a su rostro de sonrisa burlona –parece que estoy muy guapo ahora… ¿Qué dices? –Yo no decía nada, estaba apenado –dime Jaejoong –él ahora se mostraba menos burlón -¿yo te gusto? ¿Has empezado a enamorarte de mí?
-si –le confesé y mencioné en voz baja –me gustas mucho Yunho
Su mano busca mi barbilla para mirar mis labios que deseaba besar. Lo hace, unimos nuestros labios por tercera vez en un mismo día y esta vez su lengua toco la mía en un movimiento sutil, yo nunca había sentido esa caricia, era mucho más placentera, era tanto que me estaba excitando, endureciéndome y me alejo de inmediato
-¿Qué pasa?
-ehh… nada
-¿quieres regresar a casa?
-si, por favor
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Moría de nervios, en el camino de regreso a casa Yunho no deja de darme besos en el cuello y sé que esa entrega de amor va a pasar, porque las ganas de amarlo hasta el final están muy presentes en mi cabeza. Él baja primero del caballo para ayudarme y entramos a casa. Yunho me toma de la mano y me conduce a mi dormitorio, veía la frazada y le veía a él
-si no deseas… -le callé con mis dedos en su boca y la miraba, me aferré a su cuello y él me atrapa por la cintura con fuerza y pegándome a su pecho lo que más podía. Nos besamos con mucha pasión. Con demasiada profundidad queriendo conocer el interior húmedo de cada uno. Mi lengua se enredaba con la de él empujándola hacia adentro para sentirla mucho mejor. Nos detuvimos y Yunho me lanza a la frazada quedando sobre mí
-Yunho… -susurre mirando a sus ojos –yo… nunca…
-oh… ¿de verdad? –asentí y él se detuvo un momento
-pero quiero hacerlo contigo… ahora –él me sonríe de la forma en que me vuelve loco y beso su boca atrayéndolo a mí, le necesitaba, mi calor debía ser calmado con su piel, con su peso sobre mí y él sigue sus caricias en mi cuello. Me quita mi camisón y él hace igual, su piel empieza a endurecerme y a anhelarle aun más. Luego nuestros pantalones fueron removidos.
Su miembro abultado rozaba al mío y gemía de placer, de tanta pasión que creaba nuestro contacto, su espalda era suave y ancha, deseaba llenarla de besos. Yunho retira mi ropa interior y lame todo mi pecho bajando hasta mi parte más sensible… ¡ohhh! Siento que voy a explotar. Él lo masajea encerrándolo en su mano, con movimientos ascendentes y descendentes
-¡uuhhh! Mmhhoo –me corrí, vi su mano bañarse del líquido que expulsé y me ruboricé. Había terminado todo para mí… ¿y él?
-ha sido rápido –él comenta y yo me avergoncé
-lo siento, lo siento… déjame ayudarte
-no tienes de que disculparte –él me tranquiliza con una sonrisa pero deseaba verlo correrse. Me ubiqué esta vez sobre él y así como él me beso el pecho, esta vez yo lo hice y ver su pene erecto hizo que mi boca le quisiera probar. Su rostro me pedía que lo hiciera y sin pensarlo mucho metí la punta a mi boca
-¡OOHH! Jaejoong –su voz sonó tan sensual que repetí la acción esta vez probando más allá de la mitad. Su hombría era grande y dura, suave y me excitaba probarla con mi lengua. Mi cuerpo de nuevo se estaba calentando y me sentí duro a medida que subía y bajaba de su sexualidad. Yunho me detiene y busca mi boca para besarla queriendo comérsela y me sube las piernas ubicando su pene cerca de mi entrada. Lo iba a meter, lo iba a hacer y mi cuerpo temblaba de miedo pero al mismo tiempo también quería sentirlo.
-esto podría doler –me advirtió pero le dije que lo hiciera y hace la primera entrada
-¡ahhh! –Me quejé –estoy bien –le mentí un poco
-ohhh… Jaejoong… te deseo –su instinto le decía que se moviera y con lentitud lo hacía al principio para acostumbrarme. Poco a poco dejaba de sentir tanto dolor y empezaba a disfrutar de esa abundancia en mi interior. Mi cuerpo empezó a sudar y sentía la sangre recorrerme con rapidez
-Yunhooo… ahí… -él había tocado un punto que me elevó al cielo, era preciso en su penetración y le pedía que se moviera más rápido. Mi cuerpo se tambaleaba por la fuerza de mi amante sobre mí y se acercó lo suficiente para darme un beso y quedarse allí viendo mi rostro excitado
-Teee… aaamo… ¡ohh!… Jaejoong –pronunciaba con su boca a escasa distancia de mi rostro mientras seguía penetrándome. Mis manos en su espalda fueron compasivas en rozar la yema de mis dedos por su piel suave. Quería arañarlo pero la sola presión de mis manos por todo su dorso me era suficiente para desearlo más adentro de mí
-Yunhooo –amaba decir su nombre y saber que era él quien me llenaba de su cuerpo. Me auto masajee y me corrí por segunda vez mojando nuestros abdómenes de mi esencia y segundos después siento un liquido espeso bañar mi interior y escucho a Yunho gemir fuerte ante su orgasmo.
Yunho sale de mi cuerpo y nos quedamos abrazados, él sobre mí recuperando el aire y el desgaste de la primera entrega de amor. Él mira mi rostro y yo me perdí en sus ojos, retiré algunos mechones sudados de su frente y le dije que lo amaba. Él me sonríe y se acuesta a mi lado totalmente cansado de la actividad.
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La mañana se mostró y me levanto de la cama para preparar el desayuno. Yunho se une a mi dándome un abrazo por detrás diciendo que huele delicioso lo que cocinaba. La puerta de casa suena y nos pareció muy extraño, nadie se acercaba. Yunho se apresura en abrir
-¡Jung Hye! ¿Qué haces aquí? –él se muestra sorprendido
-¡hermano! ¡Eres tú! ¡Yunho! ¡Estás vivo! –ella le da un abrazo fuerte y él le responde pero su confusión debía ser aclarada, cuando la separa de su pecho ella se da cuenta de mi presencia –no sabía que estabas acompañado –ella me mira con detenimiento –pero… ¡tú! –Me reconoció y presentí lo peor -Prometiste decirme donde estaba mi hermano… ¿Por qué no me dijiste?
-¿De qué hablas? –Yunho pregunta a su hermana
-él sabía quién eras, yo le conté tu historia ¿Qué pretendías? Querías hacerte importante para él porque es un príncipe
-¡¿Qué?! ¡No! ¡No es así!
-entonces… ¿todo el tiempo supiste quien era? –me interroga Yunho
-sí, pero…
-Jung Hye déjame a solas con él –la hermana asiente con el rostro y le pide que le esperará afuera