Lunes, 7 de la mañana. Si hay algo que odio es tener que levantarme temprano, más sabiendo que hoy empezaba en una escuela nueva, ya la cuarta a la que me he cambiado en mis 17 años de vida.
Mientras me daba mi ducha de todas las mañanas pensaba en cómo sería empezar de nuevo… por cuarta vez, cualquiera podría creer que ya estoy acostumbrado, pero créanme… es como si fuera la primera vez.
Arreglé mi cabello, sólo un poco para que no parezca tan formal. Me puse mi uniforme y fui directamente a la cocina a preparar el desayuno, que para mi sorpresa estaba listo, se ve que mi madre se levantó temprano ya que estaba sentada en la cabecera de la mesa tomando su café.
-Siéntate Baek.- Dijo con esa voz tranquila pero inquietante.-
Mi nombre es Baekhyun… Byun Baekhyun, hijo de una de las empresarias más reconocidas de Seúl. Siempre vivimos ella y yo juntos, nunca me contó nada acerca de mi padre, tampoco tenía interés por ese tema. Mi madre sólo piensa en su trabajo, no fue la mujer más dedicada a su hijo, pero no podría reclamarle nada.
El trabajo de mi madre es la razón por la que nos tuvimos que mudar tantas veces, y esta vez llegamos a la gran ciudad, la tan temible y ruidosa Seúl.
-¿Necesitas algo, Baek? ¿Tienes dinero?- Continuó mi madre sin quitar la vista de su tablet.
-No, estoy bien madre.- Contesté sin mirarla a la cara.
-Toma, por si te arrepientes.- Dijo mientras extendía la mano dándome 1000 wons.- Ahora vete que llegarás tarde.
Tomé el dinero y mi bolso, mientras me ponía mis zapatos mi madre salió de la cocina y clavó su mirada hacia mi.
-Ten un buen día, trata de no generar problemas así no me molestas en mi trabajo, sabes que no tengo tiempo para perder.
Simplemente lo contesté con un ‘’Sí’’ y emprendí viaje a mi nueva escuela.
¿Qué me esperaría? Nunca fui bueno haciendo amigos… ¿Amores? Pfff... menos todavía… nunca tuve suerte con eso y creo que nunca la tendré -pensaba mientras me rascaba la cabeza-.
No viene al caso, tengo que enfocarme en mis estudios, de lo contrario tendré problemas.
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Caminar por unos pasillos desconocidos es algo que ya viví, pero no puedo evitar que mis piernas tiemblen a cada paso que doy, para agregar, me perdí… dos veces, no puede ser tan complicado encontrar el salón! Pero para mí sí… soy un desastre.
Llegué al salón 2-C, tarde, la profesora ya estaba allí, y obviamente todos mis nuevos compañeros apuntaron sus miradas hacia mi pálida y nerviosa persona. Crei que me iba a desmayar de los nervios.
-Bueno clase, el es un nuevo alumno que ingresa a la institución este año.- Dijo la profesora dándome una mirada dulce.- Preséntate por favor.
No no y no! Justamente yo no, no sirvo para las presentaciones, sentía que iba a desmayarme… ah ya lo dije? Bueno lo digo nuevamente.
-H-hola soy… B-Byun Baekhyun, encantado de conocerlos.-
Sentía como mis mejillas ardían, odiaba estas situaciones. La profesora me mando a sentarme al asiento del fondo al lado de la ventana, genial, no sentiría la mirada de los demás a mis espaldas y podría mirar el paisaje cuando no tuviera algo mejor que hacer.
Las horas pasaron lentamente hasta que al fin solamente quedaba una hora… la de Literatura. Cabe aclarar que hasta ese momento, no había hecho ningún amigo, aunque... no era algo raro en mi. Según los comentarios de mis compañeros el profesor titular había tenido un accidente de tránsito antes de empezar el ciclo escolar y hoy comenzaba a dar clases el profesor sustituto. Todas las voces del salón se callaron cuando se abrió la puerta, un hombre alto con cabello castaño y anteojos entró al salón, nos miró de reojo y se dirigió a su escritorio sin exclamar una sola palabra, solamente tirando su cabello para atrás con su mano derecha.
-Buenos días clase, mi nombre es Park Chan Yeol y seré su profesor de literatura hasta que el profesor titular se recupere de su accidente.- Dijo levantando la vista mientras se acomodaba sus lentes.
Al terminar su pequeña presentación comenzó a pasar lista, por una extraña razón no podía sacar la vista de él… Baek… no eres así, cálmate.
-Byun? Byun Baekhyun?.- Dijo mirando por todo el salón.
Escuchar mi nombre me hizo volver en razón.
-Pr-Presente, profesor.-
¿Por qué tartamudeé? Me sonrojé y rápidamente miré hacia la ventana para ocultar mi rostro.
La hora se pasó rápido, cuando quise darme cuenta faltaban solamente 2 minutos para irnos, al fin podría ir a mi casa después de un día lleno de vergüenzas.
-Bien clase, esto es todo por hoy, pueden guardar sus cosas.- Dijo el profesor Park.
Al escuchar el timbre cada uno se levantó de su asiento y empezaron a irse del salón, menos el profesor... y yo, ya que no había guardado mis cosas a tiempo.
-Que tengas un buen día Byun.- Dijo el profesor dejando notar una leve sonrisa y tomándome desprevenido haciendo que se me caiga un libro.
-Gracias profesor.- Contesté tímidamente mientras empezaba a sonrojarme.
Me regaló una última mirada y se retiró dejándome solo en el salón. Desde ese momento supe que, a partir de ese día esperaría con ansias la clase de literatura.