Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Primer Amor por Sunciel

[Reviews - 211]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ok ya estoy de regreso aunque mas lenta que una tortuga no puedo ser.

Bueno primero me disculpo por no haber podido subir ayer pero es que todavia no puedo escribir ni hacer muchos esfuerzos y da un poco de pena dictar algunas cosas, ademas que no lo hacen como yo quiero y demas.

Tuve ciertos problemas al escribir este capitulo y no estoy convencida del todo asi que espero saber su opinion.

Este capitulo va dedicado a todos aquellos que me brindaron su apoyo y comprension ¡¡GRACIAS!!

verona, albi, lady sisi, Akira Akuma, fer lopez, yuri ^.^, saya, STARS, Naruke, cristal, RozenDark, hotarutomoe, Isao, jessib29 y mino

Gracias de veras y esto es para ustedes y todos aquellos que esperaron pacientemente por este capitulo.

CAPITULO XI:


En el capítulo anterior:


— Te amo — dijo sin titubear. — Te amo con todo mi corazón. El brazo que lo rodeaba lo giro para verlo de frente y el solo atino a cerrar los ojos esperando una respuesta, cualquiera, pero jamás imagino recibir una como la que oyó.


— Yo también te amo — respondió una voz grave, dulce y sensual, una voz que no era la de Sasuke. Un rayo ilumino el ambiente revelando frente a él a una persona de ojos aguamarina y cabello rojo. La persona que menos espero estaba frente a él abrazándolo protectoramente y con amor. No podía creerlo.


*****L*O*V*E*****


— Vaya, con que este es tu gran campamento de verano — miro a su prometido — Es genial — dirigió su mirada hacia las demás persona — Hola chicos — levanto la mano en son de saludo cuando sus ojos recayeron en Sasuke su mente hizo un click—Hey, yo te conozco… mmm… eres el hombre del teléfono — sonrió con cordialidad.


— Así es — contesto algo serio intentando dibujar una sonrisa en su rostro, sin lograrlo. Algo en ese hombre no le gustaba, pero aun no descubría que.


— ¿Cómo estás? — Pregunto por cortesía, recordó cómo se conocieron — ¿Qué haces aquí? — el azabache sintió una manito que se aferraba a la suya, miro hacia abajo. El pelirrojo siguió la mirada del varón y vio al pequeño niño castaño y sonrió cálidamente, el también deseaba tener un pequeño al cual darle todo su amor. — ¿Él es tu Naruto?


—Hmp, él es mi Naruto — contesto el moreno, levanto su mirada y la dirigió hacia el rubio presintiendo lo que venía a continuación.


Gaara se acercó hacia el rubio se paró detrás de él y lo abrazo con cariño y posesividad.


— Él es mi Naruto — apoyo su barbilla en el hombro del ojiazul, girando un poco su rostro para besarlo en la mejilla y luego mirar fijamente al pelinegro. Naruto abrió los ojos con sorpresa e incredulidad y miro a Sasuke el cual solo sonrió de lado.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


Capitulo actual:


¿Por qué tenía que pasar esto justo ahora? ¿Por qué justo cuando por fin lograba que haya un avance entre Naru-sensei y su oto-san?


Al principio solo pensaba en cumplir la última voluntad de su querido oto-chan, pero cuando conoció al rubio, cuando convivio con él, cada palabra que el rubio le dirigía, cuando lo miraba y lo mimaba, cuando pasaba todo eso el realmente, realmente deseaba tener al rubio junto a él, en su familia, como su oto-chan de ahora en adelante. Desde que tuvo uso de razón se preguntó porque Kami decidió llevarse a su oto-chan antes de que el pudiese conocerlo en persona, no podía evitar mirar a los demás niños que tenían a su oto-chan o su oka-san junto a ellos, en esos momentos se sentía solo, había un hueco que ni siquiera su oto-san, con todo el amor que le daba, podía llenar; pero cuando el ojiazul lo había consolado, ese hueco se llenó de un cariño y un deseo tan grande que sentía que su corazoncito se desbordaría de ese sentimiento.


¿Ahora qué haría? Debía pensar en algo para evitar que su oto-san y Naruto-sensei se separen otra vez, su oto-chan dijo que ellos debían estar juntos, ese era su destino, pero ¿Cómo hacia eso? Su pobre cabecita retumbaba desesperada buscando ideas, definitivamente no se rendiría, no, no lo haría.


— Kamisama por favor cúmpleme esta petición, no permitas que Naru-sensei se aleje de mí y de mi oto-san, te lo ruego desde el fondo de mi corazón. Te prometo que lo cuidare muy bien, lo voy a querer muchísimo, pero por favor no me lo quites. — esa era la oración que salía desde el fondo del corazón del pequeño.


*****L*O*V*E*****


Ya pasaban de las 11 de la noche y aún no podía dormir, esas palabras resonaban en su cabeza una y otra vez “él es mi Naruto”. No entendía, que es lo que sucedía ¿Por qué Naruto no le había dicho que tenía pareja? ¿Por qué? Eran amigos, se supone que los amigos se cuentan eso y más si son mejores amigos como lo eran él y el rubio, entonces ¿Por qué? No entendía ¿Por qué estaba tan molesto? Le molesto tanto oír esas palabras, se le revolvió el estómago al ver los brazos de ese pelirrojo alrededor del ojiazul y mucho más al ver que este se dejaba hacer tan tranquilo de la vida, pero ¿Por qué?


Varias horas despierto sin encontrar una respuesta lógica y aceptable para sí mismo llevaron a su cuerpo hasta su límite, limite que no pudo resistir y el sueño termino venciéndolo, ya mañana seria otro día y probablemente todo solo sea una horrible pesadilla.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


Se levantó sin muchos ánimos, después de la escena de la noche anterior no sabía con qué cara salir, suspiro fuertemente, lo bueno era que los niños no habían visto nada a excepción del pequeño Naru-chan y… Sasuke. ¿Qué pasaría ahora? No podía evitar pensar que eso no debería de haber pasado, pero no por ello iba a quedarse encerrado en su cuarto, hace años había tomado una decisión y hace poco había dado un paso importante para comenzar una nueva vida.


Pensando de esa manera y ya listo, salió dirigiéndose hacia la cocina a supervisar como iba la preparación del desayuno y el menú del día.


— Buenos días baa-chan, ¿Cómo va el desayuno? — saludo a la anciana que dirigía en la cocina, la cual se movía como pez en el agua entre todos sus ayudantes, ollas y demás trastes.


— Buen día Naru-chan ¿Cómo despertaste? — la anciana se giró a verlo y le sonrió cálidamente, lo consideraba su nieto ya que eran años que lo conocía.


— B-bien — respondió con una sonrisa nerviosa y desviando los ojos al lado contrario a la mujer.


— mmm — lo miro intensamente — No sabes mentir, menos a mí y lo sabes.


— Hmp — desvió la mirada un tanto avergonzado — Y ¿Qué es el desayuno? — intento cambiar el tema.


— Ensalada de fruta, leche y tostadas — contesto entendiendo que por el momento el rubio no quería hablar al respecto, sin embargo se hacía una pequeña idea, no por nada decía que lo consideraba su nieto.


— ¿No hay ramen? — hizo un puchero — Hace días que no como ramen — comenzó con su berrinche cuando de pronto sintió como unos brazos lo envolvían desde atrás, se sobresaltó por lo repentino del acto, su primera reacción fue golpear a su atacante, acosador desconocido. Levanto el pie listo para dar un fuerte pisotón cuando oyó la voz del desconocido.


— Soy yo — advirtió divertido al darse cuenta de las intenciones del rubio — Buenos días amor ¿dormiste bien?


— ¡Gaa-chan! — reprocho el rubio volteando su rostro a un costado para poder mirar a su prometido — Sabes que no me gusta que me sorprendas así — hizo un puchero.


— Ja ja lo siento — le dio un suave beso en los labios provocando el sonrojo en el rubio — ¿Dormiste bien? — lo miro cariñosamente.


— Hmp — asintió lentamente sin poder apartar su mirada de esos ojos aguamarina.


— ¿No quieres que esta noche me quede a dormir contigo para hacerte… compañía? — hablo el varón en tono sensual.


El doncel se sonrojo a mas no poder, agacho la cabeza para evitar que su pareja lo viera así, aun así sus orejas rojas lo delataban; sin embargo él no era el único sonrojado, muchos de los donceles y doncellas allí presentes también tenían un sonrojo en su rostro al entender el doble sentido de aquella frase. Un carraspeo los sacó de su burbuja, el rubio kitsune levanto su rostro cayendo en cuenta recién del lugar donde se encontraba, provocando que todo su rostro se pusiera del color del cabello de su prometido.


— ¡¡Gaa-chan!! — grito alterado intentando soltarse para así salir corriendo de allí. — ¡Pervertido!


— Ja, ja, ja, ja — estallo en carcajadas el varón, lo beso nuevamente tratando de que se calmara — Ya, tranquilo. Me voy, te veo en el comedor. — dejo al rubio estático y salió de la cocina.


— Con que él es tu prometido — hablo suavemente la señora — Parece una persona muy amable.


— Si, es muy amable ttebayo, pero también puede enojarse — respondió mirando por donde se había el pelirrojo.


— Y se nota que te ama mucho.


— Hmp — no pudo evitar agachar la mirada al oír lo que dijo la anciana.


*****L*O*V*E*****


Se despertó con tremendas ojeras bajo sus ojos, se miró en el espejo y creyó que veía a su hermano mayor, definitivamente no le gustaba no dormir sus horas completas, no le gustaba parecerse a su baka aniki, a duras penas soportaba que le dijeran que los dos eran como dos gotas de agua y que lo único que los diferenciaba eran las ojeras y el pelo largo de su hermano mayor.


Ya listo y presentable se dirigió hacia el comedor porque ya era la hora del desayuno y seguro que si no se apresuraba el dobe vendría a fastidiarlo como siempre, sonrió divertido al pensar en ello. A su mente vino la imagen de un pelirrojo diciendo “él es mi Naruto”, anoche había tenido una pesadilla horrible y extraña, cuando viera al rubio en el comedor le contaría al respecto y reirían juntos por los estúpidos sueños que tenía.


Llego un poco más animado, busco con su mirada una cabellera rubia, no lo veía por ningún lado, de pronto sintió unos bracitos aferrados a su cintura miro hacia abajo y sonrió más ampliamente al ver a su pequeño castañito.


— Buen día oto-san — saludo con entusiasmo el doncelito.


— Buen día peque — correspondió su abrazo — ¿Qué tal dormiste? — le revolvió el cabello.


— Bien — mostro una sonrisa reafirmando su respuesta.


Ambos se sentaron y estuvieron hablando de cómo se divirtieron anoche y demás, ninguno menciono nada sobre el último suceso de la noche. El comedor se fue llenando rápidamente con varios niños riendo y charlando entre sí, jugando y demás.


Todos oyeron una risa por demás escandalosa, alegre y muy contagiosa, una risa conocida por todos; por la puerta salía un rubio kitsune cargando una bandeja en sus manos con varios tazones de fruta encima.


— Bien niños todos acomódense en sus lugares para recibir su desayuno — les dijo sonriéndoles, comenzó a repartir junto a varios donceles y doncellas que eran asistentes del rubio a de la anciana jefa de la cocina.


El azabache al ver que aún no terminaban de repartir el desayuno decidió ir a la cocina y ofrecer su ayuda, sin darse cuenta que no era el único que pensó aquello.


*****L*O*V*E*****


En la cocina


— ¿Necesitan ayuda? — entro un pelirrojo.


— No es necesario — dijo el rubio doncel mirándolo con terror — Si ayudas estoy seguro que la cocina explotara sin remedio.


— No es cierto — le reprocho divertido — Sé que no se me da muy bien cocinar, pero…


— ¿No se te da muy bien? — Lo miro burlonamente el rubio — Eres un peligro andante en la cocina.


— Naru~ — advirtió — Además no me estoy ofreciendo a cocinar, solo ofrezco mi ayuda para llevar las bandejas y repartir el desayuno.


— Dicen que más vale prevenir que lamentar, así que mejor no — el doncel se dispuso a darle la espalda.


— Bueno — contesto el varón, no se daría por vencido aún tenía una carta bajo la manga — Pensaba ayudarte para así terminar rápido y darte algo que compre precisamente para ti, pero como no quieres mi ayuda y yo ya tengo hambre, mejor voy a comérmelo yo solo… esos deliciosos… fi-de-os — hablo lentamente provocando que el rubio se detuviera de golpe al escuchar la palabra fideos ¿Acaso era lo que el creía?


— ¿F-fideos? — se giró lentamente viendo como el pelirrojo se daba la vuelta dispuesto a marcharse y cumplir lo que había dicho. Talvés le estaba mintiendo, pero no podía arriesgarse a perder, si era lo que suponía, su tan preciado ramen. — ¡Puedes ayudar!


— Ya no tengo ganas — hablo caminando sin dar señal de detenerse.


— ¡Gaa-chan! — Se abalanzo a su espalda — Vamos… necesito tu ayuda — le dijo meloso olvidando todo a su alrededor, ahora lo único que ocupaba su mente era su precioso… RAMEN.


Gaara se dio la vuelta bruscamente asustando al rubio, el cual se soltó y por poco va a parar de cara al piso, sin embargo antes de que cualquier cosa sucediera el pelirrojo lo atrapo y lo acerco hacia él.


— mmm necesito un incentivo para pensármelo, lastimaste mis sentimientos con esa falta de confianza — le dijo con un tono dramático.


El doncel que estaba algo avergonzado por la situación solo tenía un objetivo en mente: ramen, ramen, ramen. Se acercó lentamente y beso su mejilla.


— ¿Ya? — pregunto inocente.


— ¿Solo eso? No me convence.


— … — se acercó nuevamente y dio un suave y corto beso en sus labios. — ¿Ahora?


— Todavía falta algo más — sin decir nada más besó con más intensidad al kitsune.


*****L*O*V*E*****


Justo en ese momento un pelinegro ingresaba por la puerta a ofrecer su ayuda para así apresurarse y poder hablar con el rubio. Vio la escena frente a sus ojos sin poder creérselo, Naruto, su rubio Naruto se estaba besando apasionadamente con un pelirrojo, con el mismo pelirrojo de sus pesadillas y no hacía nada para alejarlo.


Ahí cayo en cuenta que todo lo vivido la noche anterior fue real, ese pelirrojo había llegado diciendo que Naruto, su mejor amigo, era de él. Sintió que su pecho se estrujaba o ¿sería otra cosa? Un malestar subía por su garganta, le quemaba las entrañas, sin pensar en nada, se acercó dispuesto a alejar al rubio de ese pelirrojo y moler a golpes a ese hombre que se había atrevido a tocar al doncel, no pensó en que ese hombre era la pareja de su mejor amigo, no pensó que el rubio era solamente su mejor amigo y por lo tanto no le pertenecía, no pensó que no tenía derecho a hacer semejante cosa, no pensó en nada, simplemente actuó.


Ya estaba a unos centímetros de su objetivo, solo un poco más y su mano sujetaría el brazo del ojiazul, solo un poco más y alejaría al doncel de ese mapache sin cejas. Un carraspeo saco a tres personas de su mundo, el pelinegro reacciono dándose cuenta de lo que estuvo a punto de hacer; el rubio y el pelirrojo se separaron.


Naruto miro a Sasuke e inmediatamente su sonrisa desapareció, Gaara se alejó un poco del rubio pero no lo soltó, miro al azabache que estaba parado frente a ellos y distinguió en lo profundo de esa mirada una enorme rabia y molestia ¿Por qué?


— Buenos días — saludo cordial el pelirrojo.


— Buenos días — respondió serio y escueto sin apartar su mirada de los ojos aguamarina, como si lo estuviese retando. — Dobe — dirigió su mirada hacia el rubio y sonrió de lado, con su típica sonrisa marca Uchiha.


— Buenos días Sasuke — saludo incomodo por la situación, los recuerdos de la noche anterior regresaban a su mente confundiéndolo, esa mañana había decidido seguir con lo que ya había comenzado entonces ¿Por qué con solo ver al moreno las dudas regresaban? Una sensación conocida y a la vez diferente llenaba su pecho.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


El día había pasado lento y sin poder, ni querer evitarlo el azabache andaba detrás del rubio evitando a toda costa que este permaneciera solo mucho tiempo con el pelirrojo. ¿Hace cuánto serian pareja?


— ¡Teme! ¡¡Deja de seguirme que me cansas!! — le grito dándose la vuelta y mirando retadoramente al azabache.


— De que hablas dobe, yo no te estoy siguiendo. Solamente camino por aquí mirando algunas cosas.


— Aja, y yo soy el Ratoncito Pérez. — respondió con sarcasmo.


— No lo sé, pero si lo fueras serias un ratoncito amante del ramen en vez del queso — respondió divertido.


— ¡¡Teme!! Hablo en serio ttebayo.


— Yo también


Lo había seguido todo el día, cada que veía que el pelirrojo buscaba al kitsune, él se encargaba de alejarlo con cualquier excusa. Prefería esto que aguantar ver como ese mapache abrazaba y besaba al doncel, odiaba esa sensación y odiaba aún más ver como el ojiazul se sonrojaba por las acciones o frases en doble sentido que le dedicaba ese pelirrojo. Cada que no podía evitar que se encontraran sentía un terrible malestar y unas ganas tremendas de lanzarse sobre ese atrevido varón y darle unos buenos golpes para que aprenda a “respetar”.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


Ya habían pasado unos días desde la llegada del pelirrojo y eso era una tortura para el azabache que cada vez le costaba más controlar sus impulsos, sus celos y su dolor. Aun no entendía que es lo que pasaba en su corazón, algo había cambiado pero ¿qué?


Parado en el puente miraba pensativo su reflejo en el lago, Naruto prácticamente lo había echado a patadas de su lado diciéndole que ya estaba harto de que le siguiese todo el tiempo; le daba bronca pensar que el rubio lo hecho porque quería pasar más tiempo con su n-no-novio, aghh como le costaba pronunciar e incluso pensar en esa palabra. En toda esa tormenta de algo estaba agradecido aunque también le molestaba, ese algo era que su precioso hijo se había hecho un buen amigo de ese mapache pelirrojo. Ese simple acontecimiento le aliviaba porque así el pelirrojo casi nunca estaba a solas con el ojiazul ya que su hijo siempre estaba ahí, pero le molestaba que su hijo pasase demasiado tiempo junto a ese hombre.


FLASH BACK


Estaba yendo a una de las clases de baile que estaba dando el rubio, quería acompañarlo sentía que hace tiempo que no hablaba con él aunque hace unas horas lo haya hecho, justo cuando llegaba vio como el ojiazul fue empujado sin querer por uno de los pequeños, rápidamente corrió hacia donde estaba para ir a sostener a su amigo pero alguien se le adelanto. Un pelirrojo sostenía al doncel de uno de sus brazos.


— ¿Estas bien Naru? — le hablo preocupado.


— Si, gracias dattebayo — sonrió acomodándose la ropa e intentando soltarse del agarre del varón.


— ¿No crees que merezco una recompensa? — traslado una de sus manos hacia su cintura.


— Gaa-chan~ — advirtió.


— Vale, vale — aun así acerco su rostro para robarle un beso, cuando de pronto…


— Gaara-san — grito un pequeño castañito llamando la atención de los mayores impidiendo de esa manera que el beso se efectuara. — ¿quiere jugar conmigo y mis amigos? — sonrió ampliamente de una manera inocente, muy similar a la sonrisa del ojiazul provocando que el pelirrojo no se pudiera negar.


— Claro — diciendo esto se alejó de su prometido aunque no muy satisfecho ya que no logro lo que quería. — Nos vemos al rato amor.


Cerca de ahí con un espectador azabache se podía ver como este si sonreía muy satisfecho, estaba tan orgulloso de su hijo porque antes de llevarse de ahí al pelirrojo le dirigió la mirada a su oto-san y le sonrió como diciéndole “misión cumplida” definitivamente era todo un Uchiha.


FIN FLASH BACK


Muchas escenas parecidas se sucedieron a lo largo de la semana hasta que ocurrió lo inevitable. Se supo la noticia, aquella noticia que por alguna razón el rubio había hecho todo lo posible para tratar de ocultarla de todos.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


Era fin de semana y Naruto junto con los auxiliares y ayudantes decidieron que ese día seria “libre” durante la mañana jugarían con los niños a distintos juegos infantiles y demás y por la tarde los dejarían libres para que hiciesen lo quisiesen sin causar problemas por supuesto.


La mañana paso divertida y muy alocada y por la tarde cada quien la paso por su lado. Gaara convenció al rubio, con base a sobornos, ruegos y hasta amenazas, a salir con él y dar un paseo por los alrededores; durante el paseo el pelirrojo le pregunto porque no quería que nadie supiese que estaban comprometidos, recibió una respuesta no muy convincente pero lo dejo pasar


La razón de no decir nada sobre su compromiso tenia nombre y apellido: Sasuke Uchiha. Naruto se encontraba confundido, a pesar de que intento convencerse a sí mismo de que la decisión que estaba tomando era la correcta había algo en su interior que había cambiado, que se había revuelto y la duda lo carcomía, no podía evitarlo. El paseo fue relajante y le ayudo a encontrar una solución, ese mismo día cuando regresara al campamento hablaría con Sasuke y le preguntaría que es lo que sentía con respecto a su relación de amigos, dependiendo de la respuesta marcaría el camino a seguir.


*****L*O*V*E*****


Busco por todos lados al azabache, pero no lo encontraba por ningún lado, estaba nervioso por lo que sucedería de ahora en más. Sabía que aun con estos diez años de distancia no había logrado olvidar su primer amor, aun cuando tenía a alguien tan maravilloso como el pelirrojo a su lado; pero era ahora o nunca, esta sería la última batalla. Le diría a Sasuke que lo amaba, que lo había amado por mucho tiempo y esperaría a saber cuál era su respuesta, saber si esta vez sus sentimientos eran correspondidos.


*****L*O*V*E*****


Estaba frustrado hacia horas que Naruto se había ido a “dar un paseo” con ese pelirrojo, aun no entendía que es lo que pasaba con él, porque se molestaba tanto ¿será que sentía algo por el rubio? Por supuesto que lo quería, era su amigo, casi su hermano ¿verdad? Talvés el problema era que sentía que si su el rubio tenia pareja lo dejaría de lado y entonces perdería nuevamente a su pilar más importante. Si, seguro solo era eso.


Por eso mismo no tenía derecho a tratar de alejar al rubio de su pareja porque aunque no quisiese admitirlo se notaba que el mapache amaba de todo corazón al ojiazul. Conocía lo suficiente a su mejor amigo por lo tanto si estaba con ese hombre era porque también lo amaba ¿cierto? Entonces lo único que le quedaba por hacer era… apoyar su relación y desear de todo corazón que Naruto sea muy feliz como alguna vez el lo fue, aun si eso significaba que sentiría un dolor en su pecho por mucho tiempo, pero si lograba hacerle entender a su corazón que el rubio estaría en buenas manos, seguro y amado, talvés así se tranquilizaría.


Sin querer ahondar más en el tema, sin querer abrir los ojos se sumió en sus recuerdos con aquel que fue su luz y que ya no está aquí, intento con todo su corazón entender que solo podía amar a una sola persona, su Haku. Se marchó y no podría volver pero estaba seguro que algún día lo volvería a ver, además todavía podía verlo en su pequeño hijo. Sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.


*****L*O*V*E*****


Naruto vio a lo lejos una figura, se acercó dándose cuenta que era Sasuke; por fin lo había encontrado. Era el momento de escuchar respuestas y elegir su camino. Firme y seguro de sí mismo se acercó al azabache, cuando estuvo lo suficientemente cerca abrió los ojos como platos por el asombro, las lágrimas corrían libremente por las mejillas del moreno ¿Por qué? ¿Por qué lloraba?


— Sasuke — susurro suavemente para no sobresaltarlo.


Al oír su nombre siendo pronunciado por esa dulce voz abrió sus ojos viendo frente a él un bello ángel rubio cuyo rostro reflejaba preocupación.


— ¿Qué sucede? — pregunto con preocupación, sin embargo la única respuesta que recibió fue cuando el azabache se lanzó hacia el en un abrazo necesitado, no sabía porque lloraba por lo que simplemente correspondió el abrazo con fuerza tratando de transmitirle seguridad, apoyo, comprensión, amor…


Una vez que el pelinegro se hubo calmado se separaron y el doncel volvió a preguntar.


— ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras teme?


— No es nada — agacho la cabeza y tratando de disimular lo más posible se dio la vuelta y se limpió los ojos.


— Como que no es nada, estabas llorando así que cuéntame que sucede — olvido absolutamente todo lo que quería decir y saber desde un principio, olvido el motivo por el cual buscaba al azabache,


— Solo recordaba — miro hacia el cielo estrellado.


— ¿recordabas?


— Si


— ¿Qué cosa?


— A Haku — esa respuesta quebró las esperanzas del ojiazul.


— ¿Lo extrañas mucho?


— Demasiado, me hace mucha falta.


— Ya veo — intento fingir la voz para que no se diera cuenta de cuanto le dolía que dijese eso.


— Él era mi otra mitad, con el me sentía feliz, pero ya no está.


— Lo siento.


— No tienes porque, eso pasa y no lo podemos evitar. Solo me queda guardarlo por siempre en mi corazón — giro su rostro para mirar al rubio — Por eso te dije una vez Naruto, nosotros nacemos, morimos, nos enamoramos y nos casamos solamente una vez en toda nuestra existencia, así es como son las cosas.


Con esa palabras las esperanzas de Naru terminaron de romperse, el azabache noto el dolor en la mirada del doncel atribuyéndolo a su tristeza por él, sonrió con tristeza. Cuando lo abrazo y sintió los brazos del rubio rodearlo se sintió completo y feliz, quiso decirle eso pero sin saber cómo las palabras que salieron de su boca fueron otras.


— Ahora tú tienes alguien a quien amas y que te ama, espero seas feliz como yo lo fui con Haku y que tu amor dure mucho, mucho tiempo. Te lo mereces porque eres la persona más maravillosa que he conocido y deseo de todo corazón que seas muy feliz — le dijo el azabache sonriéndole cálidamente pero con un dejo de tristeza.


— Gracias ttebayo — hablo tan bajo que apenas lo escucho el moreno, lagrimas comenzaron a descender por las mejillas del doncel porque no había podido decir las palabras que tanto deseo, porque aun antes de poder decirlas el pelinegro las aplasto dolorosamente y sin saberlo. Sasuke pensó que el rubio lloraba en agradecimiento por su apoyo sin saber que él era el causante del más grande sufrimiento del ojiazul.


*****L*O*V*E*****


Ya eran pasadas las 11 de la noche y aun no podía conciliar el sueño, no podía sacar de su mente la imagen del rubio llorando, su pecho dolía al pensar en ello. Sin meditar mucho más salió de su carpa a dar unas vueltas, talvés así luego podía dormir un poco aun cuando sea. Camino y camino sin fijarse a donde iba o por donde iba, solo quería despejar su mente de todo lo que sucedía estos últimos días.


Cuando miro a su alrededor, tratando de ubicarse, se dio cuenta de que estaba en la cancha de básquetbol, miro hacia el suelo y vio un balón, sin pensarlo mucho lo cogió y comenzó a botarlo corriendo hacia el arco para encestar. Durante todos esos años había practicado con un único objetivo en mente, reencontrarse con su mejor amigo y jugar básquet nuevamente con él, se colocó a media cancha y arrojo el balón encestando sin problemas.


— Oh, wow — oyó una voz a su costado, atrapo la pelota y miro al pelirrojo que se acercaba a el — Eres bueno jugando, estoy casi seguro que igualas a Michael Jackson — hablo el de ojos aguamarina con una amable sonrisa.


— No soy tan bueno, me vencieron — contesto sin mirarlo, rebotando otra vez el balón. Si había dicho que aceptaba que saliese con el rubio entonces por lo menos debía intentar tratar con él y así conocerlo mejor.


— No lo creo ¿Te derrotaron? ¿Quién? — pregunto intrigado, porque realmente le parecía un buen jugador.


— Naruto — contesto de manera simple.


— ¿Tu Naruto? — lo señalo, enfatizando sus palabras.


— No… — se dio la vuelta y devolviendo el gesto contesto — Tu Naruto.


— ¿Mi Naruto? — se señaló a sí mismo, totalmente asombrado por descubrir dicha hazaña.


— Hmp


— ¿Jugaba básquetbol?


— Hmp — asintió.


— Cuéntame ¿Qué tipo de chico era en ese entonces? — mostro un sonrisa sincera, a pesar de que no conocía muy bien a ese pelinegro si era amigo de su amado rubio entonces era una buena persona y le podría contar lo que él no sabía del doncel aunque se había dado cuenta que todos estos días lo miraba con recelo como si le estuviese quitando algo — De verdad quiero saber.


— Él era la vida y la alegría para todos los que lo rodeábamos — contesto el moreno sonriendo al recordar al ojiazul en esas épocas. — Todo el mundo se acercaba a él con sus problemas… él era el sol que iluminaba en la más profunda oscuridad.


— Entonces nada ha cambiado, incluso yo vine a él con mi problema. — ambos miraban hacia el piso.


— ¿Cuál es tu problema?


— Que lo amo demasiado, él es mi sol, mi vida y mi alegría ¿sabes? — lo miro a los ojos, el pelinegro lo vio sorprendido en los ojos del pelirrojo solo había una imagen: un rubio de ojos azules.


— Lo sé — eso fue todo lo que pudo decir, el ver el inmenso amor en esos ojos aguamarina lo descoloco, le molestaba, pero no había nada que pudiera hacer.


— Lo sabes… por cierto ¿Qué tipo de amigo eres? — pregunto el pelirrojo mirándolo seriamente.


— ¿Eh? — el azabache estaba confundido.


— Es que ni siquiera te apareciste en nuestro compromiso.


— ¿S-se comprometieron? — agacho la cabeza, al oír eso algo en su interior se quebró, quería creer que Naruto no le había dicho nada porque su relación era reciente, pero por lo visto no era así. Pronto… pronto Naruto se casaría y otra vez se alejaría de él, dolía pensar eso, dolía mucho. Trato de componer su sonrisa y miro nuevamente al hombre que estaba parado frente a él.


— Si, pero hubieron muchos problemas — sonrió un tanto molesto — La boda será en diciembre, espero verte ahí a ti y a tu Naruto — le palmeo la espalda, se dio la vuelta para irse, de repente paro giro de nueva cuenta viendo al azabache — ¡Ah! Y dile a tu mejor amigo que si no se casa conmigo en diciembre… entonces… me casare con lo primero que vea — y burlonamente vio al moreno a los ojos dándole a entender lo que pasaría.


Ambos rieron por la ocurrencia del pelirrojo, simplemente no podía culparlo a él, no tenía derecho de odiar al pelirrojo por estar con Naruto, era buena persona y estaba seguro que haría muy feliz a su… mejor amigo. Se despidieron y el varón de ojos aguamarina se marchó hacia su cuarto.


El azabache se quedó parado en su mismo sitio cuando de repente vio una cabecita castañita que pasaba frente a él mirando el cielo y contando las estrellas, lo agarro de la parte trasera de su pantalón evitando así que se alejase y lo jalo para ponerlo a su lado.


— Nacemos, vivimos y morimos solamente una vez — hablo el moreno, el menor contaba con sus deditos lo que el mayor decía — Nos casamos solo una vez — otra vez el pequeño conto con sus deditos — Y nos enamoramos solo… — antes de que pudiese terminar la frase, el castañito le jalo del hombro para llamar su atención y con su dedito índice levantado mostro el numero uno dando a entender “una vez”.


Sonrió por lo que veía y asintió ante la muda respuesta del niño, este mostro su pulgar levantado diciendo “Ok”, el pelinegro respondió con el mismo gesto y al final el niño señalo hacia el frente preguntando en silencio “¿ya me puedo ir?” asintió viendo como el pequeño se alejaba contando las estrellas. Hiroki era un niño extraño que a pesar de ser pequeño entendía el corazón de las personas.


— Naruto — susurro al viento.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


Ya era un nuevo día y en la cocina la actividad comenzaba desde temprano, había tantas cosas que hacer. Atareados preparando el desayuno estaban varias chicas y donceles jóvenes y un poco alejados de todos ellos estaban un rubio ojiazul y una azabache ojinegra. Ambos preparaban las tazas, acomodándolas en bandejas, el día de hoy prepararon una rica chocolatada con leche. La dama miraba al doncel de reojo mientras acomodaban las servilletas y demás cosas.


— Los varones son muy débiles — hablo suavemente la mujer llamando la atención del rubio — Son ellos los que crean los principios y al final no los pueden realizar porque ningún principio esta sobre el corazón — miro fijamente al doncel — Debemos recordar que las ligaduras del corazón se basan en los sentimientos y no en principios. Aunque muchos sentimientos sean dolorosos y provoquen una herida en nuestro corazón debemos recordar que solo hay una cura para eso: el amor. Y el amor se da y es correspondido de muchas maneras, por eso, por eso dile lo que sientes Naruto. — la voz de la dama comenzaba a quebrarse.


— Algunas veces cuando uno dice lo que siente puede lastimar a más personas — contesto el ojiazul.


— Pero si no lo dices no podrás ser feliz y también lastimaras a otros. — ante semejante respuesta el rubio se quedó en silencio, sus ojos se humedecieron a causa de las lágrimas contenidas, agacho la cabeza sin decir nada más.


*****L*O*V*E*****


Esa misma mañana el rubio les había contado a todos en el campamento que estaba comprometido con el pelirrojo y que pronto se casarían, muchos se sorprendieron con lo dicho pero luego se alegraron por el doncel. Esperaban que fuese muy feliz.


*****L*O*V*E*****


Después del desayuno los niños tenían hora libre y podían hacer lo que quisieran, al salir del comedor varios niños lo rodearon afuera y comenzaron a girar en torno a él, varios de los pequeños sostenían globos en forma de corazón y coreaban una canción.


Felicitaciones y celebraciones, deseamos con todo nuestro corazón que Naruto-sensei tenga una feliz vida de casado.


De pronto una voz gruesa se unió a los cantos infantiles, Naruto se puso rígido al reconocer la voz de Sasuke cantando la misma canción de los pequeños, el azabache se paró frente al rubio aplaudiendo al son de la canción.


— Dobe, ¿Por qué no me dijiste nada? — Lo miro burlonamente, aunque su mirada no reflejaba precisamente burla — Fue Gaara quien me dijo que se comprometieron y que se van a casar en diciembre. — a medida que hablaba la sonrisa burlona que plasmo en su rostro se iba borrando poco a poco, vio la mirada dolida del ojiazul y trato nuevamente de sonreír — ¡Hey! Felicitaciones — agarro una de las manos del kitsune y realizo su saludo especial, aquel que crearon para ellos dos. — ¿Estas feliz? — Pregunto y no obtuvo respuesta alguna — Estas feliz ¿verdad?


Continuará…

Notas finales:

Ok eso fue todo ¿que tal?


Saben algo que me divirtio muchisimo fue que en los reviews mucho odiaron a Sasuke en los primeros capitulos pero en el anterior habian algunos que sentian lastima por el o que terminaron odiando a Gaara por arruinar su oportunidad de confesion jajaja. Pero si lo piensan Sasuke no siguio a Naru y por eso no estuvo ahi para oir la confesion, si lo hubiese seguido probablemente Naruto se le habria declarado a el y Gaara hubiese visto todo como un espectador ¿no creen?


El siguiente si es el ultimo capitulo.... creo.


Bye, besos y abrazos. gracias por esperar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).