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Mi Primer Amor por Sunciel

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Notas del capitulo:

Hi!!! Pues aca traigo el segundo capi de este fic jeje como ya se los habia dicho en el primer cap este fic esta basado en una pelicula que me encanto cuando la vi hace 5 años y la volvi a ver gracias a una lectora que me dejo el titulo en el review que me envio se los dire en el siguiente cap vale????


Agradesco de todo corazon a todos los que me dejaron un review Thank you los quiero mucho... soy tan feliz.


Bueno a leer se ha dicho. ^_^

CAPITULO II:


Capitulo anterior


El pequeño Naruto leía la carta que su oto-chan había dejado para su octavo cumpleaños…


“—jeje a veces los hábitos no cambian ni con el tiempo… bueno Naruto como hoy ya eres un niño grande entenderás lo que te voy a contar… Hoy voy a contarte un cuento… acerca de tu oto-san, de mí y de Naruto”


— ¿Naruto? dijo el pequeño doncel con una interrogante en sus bellas orbes negras mientras se disponía a seguir leyendo lo que su oto-chan quería contarle en la carta.


~~~~~#~M~I~#~P~R~I~M~E~R~#~A~M~O~R~#~~~~~


“—La historia comienza incluso antes de que yo apareciera… todo comenzó en la universidad…”


==10 años atrás==


En una cancha de básquetbol se veía a un rubio de 18 años con el pelo corto totalmente revuelto, vestía un polera manga larga negra y un deportivo ancho color naranja, realizaba ejercicios de calentamiento mientras esperaba a su mejor amigo y rival.


Por otro lado se veía a un joven azabache de 18 años corriendo apresurado al encuentro con su amigo, se le había hecho tarde mientras trataba de conseguir el número de teléfono de un doncel de su universidad el cual era realmente lindo. Paso apresurado por la cancha de futbol deteniéndose un momento a observar a las y los porristas del equipo con sus cortitos y faldas cortas, se veían realmente bien, saluda a una que otra chica o doncel mientras apresuraba todavía más el paso, seguramente su amigo le echaría en cara su retraso. Se paró frente a la puerta de entrada de la cancha inhalo e inmediatamente puso su mejor expresión de seductor, abrió la puerta mirando como su rubio amigo volteaba a verlo seriamente.


— Llegas tarde como siempre teme — le dijo seriamente revelando su ceño fruncido como única señal de enfado.


—Hmp, me quede dormido dobe


— Oh, así que te quedaste dormido… no será que ¿tenías miedo dattebayo?


— ¡Eh! Que cosas dices dobe — lo miro altaneramente señalándolo con el dedo — Sasuke Uchiha no tiene miedo de nada, así que no te confundas do-be.


— Oh si, el gran Sasuke Uchiha no tiene miedo de nada — dijo haciéndole burla tratando de imitar su pose y su voz.


— Aja — le dijo con orgullo el azabache, ignorando la burla de su amigo.


— Pero ¿sabes? — El rubio miro intensamente al moreno — Aun así Sasuke Uchiha siempre pierde ante Naruto Namikaze cuando juegan un partido de básquetbol. — maniobrando en sus manos una pelota de básquetbol.


— No es cierto — dijo con el ceño fruncido.


— Si lo es ttebayo— dijo botando la pelota al suelo y haciéndola rebotar.


— Entonces juguemos para ver si es verdad. — le quito la pelota mientras el rubio la rebotaba.


— ¿Para qué? Si de todos modos vas a perder — le dijo desganado.


— Pues hoy no perderé


— Dices eso todos los días — le dijo con un puchero.


— Pues veamos — le dijo acercando bruscamente la pelota al rostro del rubio como si fuera a golpearlo con ella, sin llegar a hacerlo en realidad. El rubio lo miro molesto.


— Ok, veamos — respondió moviendo bruscamente su mano cerca del rostro del azabache como si lo fuera a golpear, sobresaltando al moreno, el cual solo sonrió divertido.


Comenzaron el partido de ese día, cada vez que podía jugaban un partido de básquetbol para ver quién era el mejor sin embargo siempre ganaba el rubio doncel, el cual se llamaba Naruto y era el mejor amigo del azabache de nombre Sasuke. Ya llevaban 4-2 del marcador a favor del rubio.


— Naruto… no, no lo hagas — repetía el moreno mientras cubría al ojiazul buscando un momento para arrebatarle la pelota, sin poder evitar que este encestara de nueva cuenta aumentando el marcador a 6-2.


— ¡Sí! Si sabía que lo lograría — salto con alegría el rubio —nananananana— comenzó a tararear mientras saltaba alrededor del moreno haciendo gestos de burla. —turururururu— seguía tarareando mientras le quitaba la pelota, ya que Sasuke la había recogido.


El azabache le miraba molesto por las burlas y por el encesto del rubio doncel — Tu estas muerto — dijo haciendo un gesto con su mano como si se cortara el cuello.


El marcador llevaba ya un 8-2, en un momento dado el azabache pudo obtener el balón, alegre por tenerlo por fin en sus manos comenzó a rebotarla provocando al rubio.


—Nanananana— dijo haciéndole gestos — Vamos, vamos — dirigiéndose a encestar, aunque para ello debía pasar primero a Naruto, lleno de confianza fue directo hacia el en un reto personal mientras rebotaba constantemente la pelota —Nananana, si, si, vamos — decía feliz porque realizo un giro cuando llego donde su rival y así había pasado al rubio sin problemas, miro su mano con la cual rebotaba la pelota dándose cuenta que no había ningún balón allí — ¡Oh, no! — grito, se volteó rápidamente hacia atrás solamente para ver al doncel con balón en mano.


Naruto corrió hacia la canasta para encestar el balón robado, Sasuke corrió a su lado para evitar que el rubio entrara en la canasta, el rubio dio un salto dispuesto a arrojar la pelota, cuando el azabache vio la oportunidad lo único que se le ocurrió fue empujar por un costado a  Naruto tirándolo al piso evitando así que enceste y encestando el en su lugar.


— Si, lo logré — se alabó a sí mismo el moreno.


El rubio miraba furibundo al azabache desde el suelo, se levantó lo más rápido que pudo y o encaro.


— Hey, si no sabes jugar, por lo menos no hagas trampas dattebayo — le dijo molesto por lo que hizo el azabache.


—Hey, no me llames tramposo, no te atrevas — le miro seriamente señalándolo con el dedo en advertencia.


— Pero eso es lo que eres… un tramposo de primera, teme tramposo, tramposo…


— Dobe, no me llames tramposo. — dijo advirtiendo con su mirada.


— Sasuke es un tramposo, es un tramposo, tramposo — Comenzó a repetir como una canción el rubio acercándose retadoramente al azabache.


— Naruto — seguía advirtiendo acercándose también al rubio. —Hey, no lo hagas. ¡No soy tramposo! — grito el pelinegro.


— ¡Tramposo! — grito a su vez el ojiazul, mirándolo retadoramente. Ambos tenían los rostros tan cerca como si fueran a besarse sin embargo la expresión que ambos tenían era de enojo.


Sasuke al ver como lo miraba el rubio lo agarro desprevenido de un brazo para luego girarlo y así presionar el brazo atrapado contra su espalda a lo que el kitsune comenzó a hacer berrinche.


— No, suéltame, suéltame ttebayo… teme suéltame ahhh. — gritaba mientras se retorcía para soltarse del agarre del pelinegro, este solamente hizo un gesto de molestia y se tapaba un oído con su única mano libre.


— Ya deja de gritar como doncel — le dijo.


—Hey— miro a todas partes como si temiera que hubieran escuchado — No me digas doncel. — le dijo con un puchero.


— Si, tienes razón, tú de ninguna manera podrías ser un doncel. — lo soltó del agarre al que lo sometía.


— Al menos yo soy mejor que todos esos donceles a los que cazas — le reprocho el rubio — Yo por lo menos no ando tras un chico casanova como tú.


— ¡Oh! Discúlpeme señorito — le dijo con burla haciendo una reverencia de respeto.— Pero eso no es del todo cierto, yo no los cazo son ellos los que me cazan a mí.


— ¡Wow! Sasuke es tan lindo, tan dulce y tan guapo que nadie se le puede resistir — decía jalándole los cachetes a Sasuke para molestarlo. — Y tiene un lindo cabello — jalándole levemente un mechón de cabello.


— Sí, tengo un hermoso cabello… pero definitivamente tú tienes un mejor bigote.


— ¿Eso es una broma?


— Por supuesto


— No me gustan las bromas — dijo el rubio sacando la lengua.


— No me gustas tú — correspondió el gesto el pelinegro.


Se miraron con rabia, ambos giraron sus cabezas al lado contrario — Baka — gritaron ambos yéndose en distintas direcciones.


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Todos en la universidad murmuraban sobre ambos, el rumor de que ambos habían peleado corría de persona a persona, prácticamente todos en ese lugar sabían que tanto el rubio como el azabache habían sido buenos amigos desde la secundaria y anteriormente solo pelearon una vez durante todo el trayecto de su amistad, pero ahora parecía que la pelea iba en serio.


Tanto chicas como chicos amigos de ambos trataban de convencerlos de que se reconciliaran.


— Vamos Naru, no armes una montaña de un grano de arena y habla con Sasuke — le aconsejaba un castaño que tenía unas marcas triangulares en cada mejilla, cuyo nombre era Kiba.


— Yo no hago ninguna montaña dattebayo — decía el rubio con un puchero —El baka del teme hizo trampa en el partido y me empujo todo porque es un pésimo perdedor, que culpa tengo yo de ser mejor que él.


— Naru es lógico que un varón se sienta incomodo si un doncel le gana en algo. — le seguía hablando.


— ¡Kiba! Sabes que no me gusta que me digan doncel — le grito — Además ¿Cómo se te ocurre decir eso si tú también eres doncel? Nosotros no somos como todos esos donceles que se arreglan solamente para conseguir un chico que les cumpla sus caprichos — Miro fijamente a Shino — Lo siento Shino, sé que tú y Kiba no son como esas parejas tontas jeje— sonrió alegremente.


— No te preocupes — le dijo con una leve sonrisa el pelinegro de nombre Shino, este llevaba un canguro con la capucha puesta.


— Teme baka, solo sabe hacerme enojar — murmuraba decaído el rubio. —Le encanta fastidiarme. Está loco.


— Pero de todos modos Naruto-kun, Sasuke es tu mejor amigo — le hablo una peliazul de ojos grises casi blancos llamada Hinata.


**********L**O**V**E**********


En otro lado…


Sasuke estaba sentado en una banca en el patio con una expresión molesta, a su alrededor estaban sus amigos tratando de hacerle entender que no valía la pena que este molesto con el rubio.


— Sasuke, vamos, ¿No crees que estas exagerando con todo esto? —Le decía un peliceleste— Si perdiste tienes que aceptarlo como un hombre— el azabache lo miro con el ceño fruncido.


— Además hiciste trampa por lo que nos cuentas, por lo tanto no tienes razón para estar molesto, tú eres el que debería pedir disculpas — le decía un castaño de pelo largo y ojos grises de nombre Neji.


— Yo no hice trampa, el dobe se cayó solito y me culpo a mí solo porque enceste aprovechando su caída. — le reprocho con un gesto casi infantil. — Dobe baka, se molesta conmigo por algo tan simple. — murmuraba el azabache. — Está loco.


— Pero Sasuke… Naruto es tu mejor amigo — le dijo un pelinaranja, llamado Juugo.


**********L**O**V**E**********


Paso como mucho una hora, ambos chicos se sentían extraños… la sensación de haber peleado los incomodaba. El azabache estaba acostumbrado a los regaños y la voz chillona y bulliciosa del rubio. El rubio estaba por demás acostumbrado a regañar, hacer enfadar, molestar y despeinar al azabache porque sabía que eso era lo que más odiaba en el mundo entero.


Se pusieron de pie y comenzaron a correr hacia el lugar en el que se habían visto por última vez, cuando llegaron agitados a la cancha se miraron fijamente, se acercaron. Sin saber exactamente qué hacer, el moreno extendió ambas manos con las palmas hacia arriba esperando la respuesta de su mejor amigo… el rubio al ver la acción del azabache sonrió, levanto las manos con las palmas hacia abajo y las choco con las de su mejor amigo de toda su vida, las volvieron a chocar y con el dedo índice tocaron la punta de la nariz del contrario. Ese era su saludo, su señal, su código de amistad.


Sonrieron con alegría al ver resuelto su problema anterior, el pelinegro le hizo una seña para que se acercase, se abrazaron y escucharon un silbido, voltearon sorprendidos al ver que casi todos sus conocidos estaban allí presentes presenciando la “reconciliación”


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Naruto vivía en una casa de estudiantes donde solamente habían mujeres y donceles, su familia no se encontraba en esa ciudad así que vivía allí con muchos otros compañeros, el encargado del lugar era un doncel de nombre Iruka, era un doncel de 27 años, cabello castaño amarrado en una coleta, tenía una cicatriz que atravesaba de mejilla a mejilla por encima de la nariz sin embargo aun así era muy lindo, amable y tierno, pero aun así poseía una carácter fuerte y firme; debía tenerlo ya que estaba a cargo de por lo menos una docena de mujeres y donceles.


Iruka andaba revisando los materiales de higiene para saber si faltaba algo; caminaba tranquilamente por el pasillo de la habitación ya que todos los estudiantes dormían en una misma habitación la cual era realmente grande donde estaban dispuestas diez camas, 5 a cada lado, junto a cada cama había una mesita de noche y entre ellas había un pequeño sillón. La habitación estaba bellamente decorado, mientras el castaño pasaba por allí una toalla le cayó en la cabeza deteniéndolo en el acto, con una venita en la sien.


—¡Oh, por Dios! Miren semejante desorden — dijo señalando la habitación con toalla en mano —Ahhh, ustedes me volverán loco — miro frente a él como una muchacha rubia pasaba llena de rulos en el pelo —Hey, ¿Qué es esa montaña sobre tu cabeza? — detuvo a la chica.


— Son rulos Iruka-san — dijo la rubia coquetamente tocando con sus manos su cabeza.


— Oh, sí. Son rulos Iruka-san — se mofo de la rubia. — Los rulos no impresionan a los chicos. Créeme.


Una castaña se acercó sensualmente a Iruka, agarrándose de su brazo, sentándose ambos en uno de los sillones de la habitación.


— Entonces díganos ¿Qué es lo que impresiona a los chicos? — cruzo una de las piernas por encima de la otra.


—Ahhh, pero ¿Qué es lo que llevas puesto? — viendo la minifalda que llevaba la chica y tapándola con la toalla que sostenía.


— Vamos dínoslo — rogo la castaña quitándose la toalla de encima.


—No lo se


— Por favor, dinos ¿sí? — intento poner una cara de perro regañado que no le salió para nada bien.


—No


—Por favor — repitieron los demás donceles con mascarillas en la cara, las mujeres con rulos en el cabello, acercándose a Iruka.


— Pues… — pensando un poco — Los chicos se fijan en la manera de andar con sensualidad — dijo comenzando a caminar contoneando las caderas. — La manera de hablar — dijo haciendo gestos con las manos — Y…


— ¿Y? — se acercaron más al doncel como si este les fuera a contar un secreto, a lo que Iruka los miro molesto.


— No lo sé — respondió alejándose de los jóvenes — Ustedes hablan mucho, vamos ordenen de una buena vez este lugar — ya se encontraba cerca de la puerta, cuando de pronto una pelota lo golpeo en la cabeza —Ahhh— grito.


Un rubio con tres marquitas en cada mejilla se acercó sonriente al castaño para recoger su balón de básquetbol.


— ¡Oh, Dios mío! ¿Qué voy a hacer contigo? Naruto ¿Qué es lo que llevas puesto? — mirando de arriba abajo al rubio.


— Oh, esto es coolIrukasensei— mirando su ropa que era un deportivo rojo con negro.


— ¿Cool? Por lo menos trata arreglarte un poco más a veces — le revolvió el cabello — No te digo que seas tan coqueto como ellos, pero no te haría mal de vez en cuando.


— Oh, siempre dices lo mismo Iruka sensei ¿Qué no te cansas de repetirlo? — reprocho el rubio cruzándose de brazos dándole por unos segundos la espalda al castaño. De repente su sonrisa volvió a su rostro — Sabes, otra vez le gane a Sasuke en el partido de básquetbol — mientras abrazaba a su superior por los hombros.


— ¿Sasuke? ¿Otra vez con ese chico? — se quitó el brazo que el rubio tenía sobre el — Debes tener cuidado con el — le dijo en forma de regaño.


— ¿Por qué? Él es mi mejor amigo, es mi rival — levanto el puño con estrellitas en los ojos de la emoción.


—Ahhh — suspiro con resignación el encargado — Quien sabe y después ya no solo será tu mejor amigo sino algo más. — le advirtió.


— Quien ¿Sasuke? Por favor. Eso es imposible Iruka sensei. — mientras en su rostro se reflejó la sorpresa y algo de desagrado como si le hubiesen dicho algo absurdo y horrible.


— Sí, sí, eso dicen todos — murmuro más para sí que para el menor — Ten te traje esto para que lo comas como postre — le entrego un potecito de ramen instantáneo, cuando el rubio vio lo que era se lanzó a los brazos del mayor y abrazo con fuerza.


— Gracias Iruka sensei, te amo mucho dattebayo.


— Ya pequeño, suéltame — forcejeaba para lograr que el rubio lo suelte del abrazo de oso al que lo tenía sometido. Lo miro seriamente a lo cual el kitsune le dio un beso en la mejilla y se fue corriendo, tenía muchas cosas que hacer ya que hoy era un día especial.


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El rector de la universidad caminaba por el patio, era un hombre de pelo castaño y barba de unos 38 años llamado Asuma Sarutobi; revisando que no se incumplan ninguna de las reglas, cuando llego a una banca alta de cemento, paro en seco y vio con “horror” un grupo de chicas y donceles todos sentados con una pierna cruzada sobre la otra y todos absolutamente todos llevaban una minifalda o un short muy pequeño mostrando sus estilizadas piernas.


— No faldas cortas, ni shorts cortos en la institución por favor — les llamaba la atención — Me quejare a sus padres diciéndoles que llevan ropa no adecuada para este lugar — continuaba hablando, cuando por su lado paso una señorita con un saco hasta por debajo de las caderas y una minifalda empujándolo levemente —Disculpe — miro la ropa que esta llevaba puesta — Oh… ¿acaso no sabe que las minifaldas están prohibidas aquí? — la señorita se volteó sorprendiendo en el acto al rector. — Oh, miss Mitarashi


—¿Dijo algo señor rector?


— mm…mm — se aclaró la garganta — Decía que las faldas cortas están prohibidas en la universidad.


— ¿Por qué? Si ésta es la moda de hoy Señor Rector — puso expresión de sorpresa. — Yo pienso que todas las señoritas y donceles deberían ponerse un poco más a la moda.


— ¿en serio?


—Así es, Señor Rector…… además ¿acaso no le parezco hermosa el día de hoy?


— Oh, sí. Muy hermosa. — dijo un poco avergonzado por decir esas cosas — Pero si usted sigue haciendo este tipo de exhibiciones… entonces estos jóvenes… — miro tras de ellos a muchos jóvenes y señoritas.


— A ¿qué se refiere con “estos jóvenes”? ¿Acaso yo no le parezco joven?— dijo coquetamente.


—Si, por supuesto, usted es muy joven.


— Pero Señor Rector siempre lo veo vestido con ropas muy simples — mientras pasaba su dedo por el pecho del hombre en una traviesa caricia.


— Eso es porque desde que murió mi esposa ya no me importa realmente como me visto. — mirando su saco largo de color beige, la ropa lo hacía ver mucho mayor.


— ¿Qué es lo que quiere decir? — el castaño solamente la miro — Pues… Sr. Sarutobi— lo señalo — Srta. Mitarashi— señalándose a sí misma — Sra. de Sarutobi. — volvió a señalarse avergonzando a al rector. Luego de eso se fue dejándolo con la duda.


Mientras estaba metido en sus pensamientos alguien lo sobresalto por la espalda.


—¡Buenos días Señor Rector! — grito una voz estridente en su oído.


—Ahhh— grito del susto el rector — ¡Namikaze! No me des esos sustos — regaño.


— Esto es para usted — agarro la mano del mayor atando en su muñeca una pulsera de color verde.


— ¿Qué es eso? — dijo el mayor mirando extrañado su muñeca.


— Es una pulsera para usted… ¡Feliz día de la amistad! Se la doy porque usted es mi amigo. — decía un rubio feliz de la vida. — ¿le sucedió algo bueno? Lo veo feliz.


— ¿A qué te refieres?.


— Pues eso parece que le paso algo bueno.


— Ah, es que mi hijo volverá de Londres para estudiar sus últimos años en esta universidad. Después de todo nuestra universidad no es menos que las de otros países.


— ¡Tiene toda la razón ttebayo! Su hijo volverá jeje pero ¿Por qué estaba en Londres? — preguntaba el rubio con duda.


— Ah, mi querido Haku, antes toda mi familia vivía alla, pero desde que mi esposa murió yo ya no fui capaz de quedarme y la deje para que terminara sus estudios en la secundaria — suspiro con nostalgia — Tú te harás cargo de guiarlo cuando llegue ¿cierto?


— Sí señor. — dijo haciendo el saludo marcial viendo cómo se iba el rector.


El rubio se disponía a irse con su mochila cuando oyó la conversación de dos donceles detrás de él, la curiosidad nata lo obligo a escuchar que locuras estaba haciendo ahora su querido amigo Sasuke.


— Mira, esta pulsera me la dio Sasuke y dijo que la trajo solamente para mi ¿no te parece excitante? — hablaba un doncel de pelo largo azabache.


— Si es genial, que bien por ti. — respondía otro con una envidiosa sonrisa mirando la muñeca de su compañero.


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Un azabache se encontraba amarrando una pulsera en la muñeca de un doncel de cabello naranja.


— Conseguí esta pulsera precisamente para ti — decía de manera seductora.


— ¿En serio Sasuke? — hablaba el pelinaranja acercándose más al moreno.


— De veras Yahiko. — lo abrazo hacia su cuerpo, acariciando su espalda.


— Oh, Sasuke


— Oh, Yahiko— bajaba lentamente su mano más debajo de la cintura.


— Para Sasuke — subiendo nuevamente la mano del azabache a su cintura, en ese momento paso un doncel pelirrojo saludando al moreno y guiñándole un ojo, a lo que el azabache respondió mandándole un beso aéreo.


— Oh Nagato — dijo el pelinegro pensando en el pelirrojo que paso hace unos momentos olvidándose con quien estaba abrazado muy acaramelado.


— Me llamo Yahiko — hablo el pelinaranja mirando con sospecha a su acompañante.


— Oh si, es que tienes unos ojos tan hermosos que me perdí en ellos y hasta me olvide tu nombre — respondió galantemente el Casanova.


Detrás de ellos los veía haciendo gestos de burla un rubio kitsune, se acercó sin que se dieran cuenta y saco del bolsillo trasero del pantalón de su amigo todas la pulseras que este pensaba regalar a otros donceles y mujeres.


— Oh, Sasuke— llamo la atención de su mejor amigo.


La pareja volteó a mirar a pelirrubio, viendo la cantidad de pulseras que sostenía en su mano.


— Se te cayo esto — le dijo sonriente al pelinegro.


— Eres un… mentiroso, tramposo — decía indignado el pelinaranja alejándose rápidamente del lugar.


— Espera… Nagato… Yashiko…mmm ¿Cuál es tu nombre?


— Yahiko — contesto su amigo a su pregunta.


— Vete. Me hiciste perder media hora ¿cómo pudiste hacerlo? Por poco lo conseguía. — reprocho el moreno quitándole bruscamente las pulseras a su rubio amigo.


— ¿No estas cansado de correr detrás de estos chicos? — Señalo en la dirección que el otro doncel acababa de irse — ¿Por qué no te consigues un chico lindo e inteligente y sientas cabeza de una buena vez?


— ¿Alguien hermoso e inteligente? ¿Dónde lo podre conseguir? — abrazo al rubio por los hombros.


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En la puerta de la universidad se veía a un doncel de pelo castaño largo, de una figura muy hermosa ingresando a la institución mirando hacia todos lados.


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— Me divierto con mis conquistas porque aún no ha aparecido la persona indicada — decía comenzando a caminar hacia el aula.


— ¿Indicada?


— Hmp


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Un montón de muchachos seguían a un doncel de pelo castaño para ver si conseguían por lo menos su número de celular, aunque ninguno se atrevía a acercarse y hablarle todavía. El doncel se giro hacia atrás e inmediatamente todos voltearon disimulando muy mal.


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— Busco a alguien que cambiara algo en mí — le explicaba Sasuke a Naruto.


— ¿Algo como que? — lo miraba no entendiendo muy bien mientras caminaban hacia el aula.


— Tocara mi corazón — respondió volteándose mientras caminaba de espaldas.


— ¿Hara que?


— Algo pasara en mi corazón… no entenderías dobe.


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El doncel subía las escaleras del interior de la institución buscando la oficina principal.


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— Su forma de caminar todo el mundo lo mirara y cuando se detenga será como si todo el mundo se hubiese detenido. Y cuando el me mire…


— El, el, el, y ¿Qué harás cuando lo encuentres?


— ¿Que qué hare? — Vio asentir a su mejor amigo — Entonces me arrodillare frente a el y le diré… ¡Hey! No importa quien seas. Te quiero — hablaba el azabache caminando de espaldas mirando seriamente a su amigo, en ese instante giro bruscamente y choco de frente con el bello doncel castaño que llego recién a la institución. Ambos se miraron fijamente sin pronunciar palabras.


Continuara…

Notas finales:

Eso es todo por hoy espero con ansias sus hermosisimos review.


Las actualizaciones seran los miercoles junto con el otro fic que tengo gracias por su apoyo


Bye, cuidense mucho.


Atte: Sunciel


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