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Flavored Honey [TaoRis] por LeeEun

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Notas del fanfic:

Esto se me ocurrió mientras casi me quedaba dormida en clase de Física hace algunos días... Espero kes guste!!

"FLAVORED HONEY"

 

El primer rayo de luz del día atraviesa la habitación entera hasta reposar sobre un joven dormilón de gran estatura, iluminando sus cabellos oscuros e incomodando sus ojos que permanecen aún cerrados. Se da la vuelta dando la espalda al sofocante destello que proporciona el sol mientras anuncia un nuevo día soleado pero quizás poco caluroso.

Lentamente abre los ojos y siente una fuerte punzada en el pecho al encontrarse completamente solo en medio de su cama que, tristemente  le resultaba más grande y fría que de costumbre desde hacía ya un tiempo; cierra nuevamente sus ojos, y la imagen de un rubio alto y sonriente se cuela entre sus pensamientos y siente una calidez invadir su cuerpo entero y cree estar a punto de derretirse por dentro. El joven rubio le vuelve un guiño y su corazón tiembla al igual que sus piernas, la imagen es cada vez más real y se ve cada vez más cerca, aguarda con un hilo de esperanza por ser abrazado y recibir un pequeño beso en los labios, pero no sucede, el rubio no lo abraza, tampoco lo besa...y mucho menos se derrite, por lo que extrañamente sus ojos comienzan a arder y una cálida lágrima amenaza con escapar.

Su cuerpo se curva y abraza sus rodillas para hundir el rostro en ellas. Un crujido retumba en su interior y sabe que es su corazón que se rompe en mil pedazos por enésima ocasión. No quiere abrir los ojos porque quiere verlo una vez más, un poco más, aún si su corazón y su cerebro se hubieran aliado para torturarlo de esa manera. El primer sollozo que sale de sus finos labios es entrecortado, su aliento choca contra sus rodillas y siente la calidez de éste rodeando su piel, y por un mísero momento, imagina que es el aliento de Kris al hablarle de cerca, desliza suavemente sus dedos sobre sus propias piernas y cree sentir las manos de Kris recorrerlas como tantas veces lo había hecho, sus labios rozan sus rodillas, y se da cuenta que los labios de Kris no están ahí para fundirse con los suyos igual que tantas otras ocasiones.

Siente un extraño pero tibio líquido humedecer sus piernas y sus mejillas, e inevitablemente recuerda su primer beso, recuerda que Kris lo había besado bajo la fría lluvia pero también recuerda que ninguno tenía frío en ese momento, sus corazones eran suficientemente cálidos. Seca sus mejillas con el dorso de su mano, y por accidente recuerda la primera vez que discutieron, Kris le había ido a buscar hasta su casa y lo encontró llorando, si su memoria no le fallaba, el rostro de su novio se había llenado de angustia y culpa; recuerda que sin hablar, el mayor secó sus lágrimas con sus largos dedos y lo abrazó para depositar un beso sobre su cabello. Abre lentamente los ojos esperando ver a un Rubio desaliñado dormir plácidamente a su lado, deseando que todo sea una pesadilla, que los días anteriores tan solo y abrumado hayan sido todos una mala pesadilla, que el haberse encontrado solo esa mañana no haya sido real, pero no... Sigue solo.

Los labios le tiemblan al igual que sus manos y sus piernas, una vez más, no tiene intenciones de levantarse, porque todo le duele y no solo físicamente. Salir de su habitación sería encontrarse solo en una inmensa casa para dos personas, habitada por una sola, sería ir a la tina de baño donde tantas veces se había acomodado ingeniosamente con su novio para que ambos entrasen sin estar incómodos para disfrutar de un baño placentero lleno de caricias y mimos, sería bajar a la cocina y ver aquel delantal que solían compartir, sería usar los mismos utensilios de cocina que Kris había utilizado, salir de la cama implicaría llegar al comedor donde discretamente había observado a Kris tantas veces mientras ambos comían, donde tenían sus pláticas matutinas antes de que Kris se fuese a trabajar, implicaría estar solo en la sala, sentado en uno de los sofás en los que se había acurrucado tantas veces entre sus brazos para fingir que se interesaban en lo que sea que sucediera en la Tv, donde habían repartido caricias suaves por los brazos ajenos, donde se habían mirado a los ojos con las mejillas sonrojadas, donde se habían dado tantos besos, y habían saboreado la ya conocida piel ajena, donde habían desenfundado todo el amor que se tenían y se habían entregado uno al otro en más de una ocasión y habían experimentado la sensación de amar.

Salir de la cama implicaría torturarse con los recuerdos y la realidad. Suficiente tortura era saber que respiraba el mismo aire que él en la distancia. Su estómago gruñó un poco ruidoso, y se debatió mentalmente si bajaba o no a buscar algo de comer, habían pasado ya varios días que no comía y a decir verdad, sabía que se veía espeluznante aún sin verse en un espejo, sentía su cuerpo sin fuerzas y muy probablemente las ojeras se le habrían marcado más de lo normal. Respiró profundo y reunió toda la fuerza de voluntad posible para levantarse, no se tomó la molestia de levantar la sábana que cayó de la cama, ni de buscar sus pantuflas para que el frío suelo no le helara, simplemente caminó hasta llegar a la puerta de la habitación. Posó la mano sobre el picaporte dudó en abrir, pero su estómago volvió a hacer un crujido que le insistía en comer algo, lo que fuese, y por un momento quiso devorar los labios de su amado… Pero ya no podía.

Sin más, abrió la puerta de la habitación, y todo parecía tan desierto. En las mañanas, cuando Kris no iba al trabajo y no despertaba a Tao con besos dulces, estaba en la cocina preparando algo para cuando  Su Panda despierte mientras tenía el televisor encendido, solamente para no estar en silencio, los recuerdos de él mirándolo desde la cocina con una hermosa sonrisa en los labios lo hizo estremecer, y por un momento quiso regresar a la habitación, pero necesitaba alimentarse. Bajó las escaleras arrastrando los pasos y se adentró en la cocina sintiendo sus piernas fallarle al encontrarse con el refrigerador lleno de Post-its de colores con garabatos que parecían ser letras formando silabas, silabas que unidas eran las palabras más hermosas que Tao jamás hubiera podido leer o escuchar, todas escritas con diferente tinta, diferentes días pero la misma letra… El mismo sentimiento.

Tomó el cereal, la leche y un tazón entre sus manos y lo llevó a la mesa del comedor, se sentó tratando de ignorar que estaba rodeado por innumerables fotografías en las paredes, besando, sonriendo, acariciando o simplemente mirando a Kris y viceversa. Dolía. Dolía muchísimo. Dolía incluso más que la ocasión en la que se cayó de las escaleras por corretear a Kris para que recoja su ropa sucia del suelo, dolía más que la ocasión que se había quemado tratando de cocinar algo para él… Y quizás comenzaba a doler más que la vez que Kris empacó sus maletas y sin mirarlo a los ojos su voz entrecortada habló casi en un susurro

-Perdón...Lo siento Tao, Ya no se… No sé si aún te amo-

Esas habían sido las palabras más dolorosas que pudo haber oído en toda su vida, recordaba que por algún motivo Kris lloraba. Había pasado ya tanto tiempo de eso que probablemente las cosas no habían sido como recordaba, quizás Kris no estaba llorando, tal vez el sollozo que resonó en la habitación nunca fue el suyo mezclándose con el de Kris sino solo suyo... Tal vez Kris no lo había besado antes de irse. No pudo más y sintió un remolino de emociones agolparse con fuerza en su pecho subiendo por su garganta hasta formarle un nudo mientras las lágrimas volvían a arremolinarse en sus ojos. Un sonido parecido a un grito salió desde el fondo de su garganta raspando, su saliva se hacía espesa y el dolor que sentía su corazón tenía un sabor agridulce. Por un momento recordó la noche en que su rubio llegó con olor a alcohol, recordó que tuvo que ayudarlo a subir las escaleras, que tuvo que desvestirlo y arroparlo para dormir, recuerda que Kris lo jaló para acostarlo a su lado y besarle de manera lenta y rápida a la vez sintiendo los agitados latidos de sus corazones, recordaba que los labios de Kris tenían un sabor agridulce por el alcohol quizás, y que sus manos le resultaban más suaves que de costumbre… Esa noche como muchas otras, Tao le había entregado no solo su cuerpo, sino también su corazón.

Sonrió con la nostalgia trazando cada curva en su rostro y el dolor coloreando cada tono en su piel, ante el pensamiento que se le cruzó “Aún lejos, tienes mi corazón”. Miró hacia el techo y sintió un agudo dolor en el corazón porque, simplemente todo lo que estaba a su alrededor le hacía recordarlo y no quería seguir así, aún lo quería y eso le afectaba en demasía, porque lo amaba. Había un día hermoso afuera y simplemente no quería correr el riesgo de encontrarlo en la calle de la mano con quién había sido su mejor amigo por años, no quería encontrarlo regalándole sonrisas a quién había sido su confidente y pañuelo de lágrimas cuando discutía con SU novio, no quería ver como Lay se hacía dueño de todas las caricias que debían ser suyas, no quería sentirse más traicionado de lo que ya estaba… No quería romperse más.

El timbre se oyó un poco estridente en el interior de la casa, e incluso eso lo hice perderse en sus recuerdos… Como aquella vez que Kris fue a su casa y pidió permiso a sus padres para ser novio del pequeño ZiTao, recordaba que esa ocasión su corazón sonó demasiado fuerte en sus oídos, la cara de desapruebo de su padre, y la cara confusa pero confortante de su madre, recordaba que, el momento en el que su padre interrogó a Kris vergonzosamente sus latidos no le dejaban escuchar bien que respondía, y que el momento en que su padre respiró profundo y con voz suave y una sonrisa extraña en el rostro dijo un “Está bien, tienen mi permiso” sintió que su interior se desintegro de la felicidad. El timbre sonó otra vez, miró a la nada antes de secar sus lágrimas, en el transcurso a la puerta se topó con su antes amigo y ahora peor enemigo, el Espejo y miró lo demacrado que lucía, negó con la cabeza y giró lentamente el picaporte. Unos fuertes y cálidos brazos lo rodearon, un aroma dulce lo envolvió y unos suaves pero firmes labios susurraron en su oído un triste

-Lo siento, Panda-

Panda. El pequeño sonrió y sus manos temblorosas rodearon la espalda amplia de aquel cuerpo ajeno.

-Fueron 6 meses, Kris- un doloroso tono de voz envolvía las palabras amortiguándolas en los oídos del mayor.

-Y no habrán más, lo prometo- se separó lo suficiente para verlo a los ojos, esos hermosos ojos oscuros que lo habían enamorado hacía mucho. Una gruesa lágrima se deslizó por la pálida mejilla del mayor y Tao sintió que su corazón latió con fuerza, o tal vez era el de Kris latiendo contra su pecho.

-Necesito una explicación… Dolió lo que hiciste. Dolió que te fueras. Dolió que no te importaran mis sentimientos... Dolió que me dejaras por mi mejor amigo- las lágrimas se acumularon en sus ojos, y esta vez fue Kris quien recordó el beso bajo la lluvia, o la primera discusión, cuando fue a buscar al pequeño a su casa para disculparse.

-Lo haré, de verdad lo lamento tanto… No debí dejarte. Soy un imbécil- miró el rostro del más bajo y sintió una especie de punzada al ver el rostro de Tao tan triste y demacrado, como si hubiera pasado años llorando. El dolor y la culpa golpearon fuertemente el pecho de Kris, y pronto ya no era solo Tao quién lloraba –Ahora sé que Te amo, te amo más que el primer día que te vi, más que a nadie en el mundo. Te amo con todo el corazón, Taozi.

-Te amo Kris… No… No me dejes- se sintió estúpido porque a pesar de haberlo hecho sufrir, le estaba pidiendo que se quede y que no lo deje. Sintió el cuerpo del rubio vibrar contra el suyo y unos fuertes brazos oprimirlo, como si le estuvieran reteniendo

-No lo haré… Nunca más lo haré-

Se miraron por un breve segundo antes de que sus labios se vuelvan a encontrar y sus lenguas comenzaran a re-explorar sus bocas, quizás comprobando que el sabor y la textura eran como lo recordaban. No había prisa, no había tristeza, no había dolor... Había lágrimas, rostros húmedos y tiernamente sonrojados, dos corazones latiendo como uno y un beso con sabor a sal por las lágrimas y sabor a miel por el amor.

Notas finales:

Hola!!! Pues como ya dije antes, esto es producto de mi aburrimiento en clase de Física -por es no es tan bueno- Espero les guste y dejen un Review -acepto tomatazos(?)- Gracias y Chau~


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