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Amor Yaoi
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RuidoBlanco por Grell Walker Luna

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Notas del fanfic:

Son drabbles pero como son muy pequeños los pongo juntos.

Notas del capitulo:

Disclaimer: Magi: The Labyrinth of Magic! Pertenece a Shinobu Ohtaka.

Advertencias: SinJa, Simbad x Ja’far. Pareja homosexual y heterosexual, Yaoi. Leve insinuación de un casi lemon. 

Drabbles sin coherencia ni sentido, no están ni entrelazados ni continuados.

-o-o-o-o-o-

Ellos dicen, nosotros decimos.

 

Dicen que el amor es como un buen vino, a veces amargo y otra veces suave y sutil pero  con la potencia de emborrachar hasta el más experto.

El amor a palabras de Simbad  era eso, un buen vino. A veces barato como el cigarrillo que se desgastaba entre sus labios y nada más servía para una noche de tragos.

Pero para Ja’far  el amor era aquella cosa rara y extraña que le revolvía el estómago y le hacía palpitar el corazón. 

Ambos de perspectivas diferentes,  pero ambos enamorados hasta la medula. Era ese tipo de amor que te hace sentir idiota;  pero que con su dulzura te alivia las penas  más banales. A un que sus peleas fueran absurdas y no coincidieran casi en nada, ambos sabían que eran lo que necesitaban en sus vidas.

Los generales decían que eran como una pareja casada, si no es que lo eran.

Aladdin decía que el Rukh de ambos era una cosa viciosa y alegre que se llegaba a comparar con un buen plato de comida, de esas que le sirven a Simbad por ser el rey, pero que Ja’far ordenaba que le dieran a él por ser su niño- palabras no dichas pero si demostradas, no que Aladdin se negara a los placeres y mimos que ofrecía el peliblanco.-

Alibaba con su mente de adolescente observaba la interacción de ambos, sus conclusiones era que se comportaban como una pareja de casados, una pareja dispareja; pero si él hubiera podido elegir a sus padres, hubiera elegido a Simbad y Ja’far, sin duda ellos son lo más cercano a una figura paterna que el tenia.

Y Morgiana, pues a opinión de Morgiana, ambos le gustaban a su manera extraña. Ella sentía y percibía, con esos extraños  sentidos subdesarrollados que tenía, que era algo más que amor, tal vez eran almas destinadas a buscarse entre sí.

Pero en lo que todos coincidían es que verlos a ambos como pareja era natural y no es que se opusieran pero a veces les gustaría que el Rey de los siete mares fuera menos  exhibicionista a la hora de profesar su amor por Ja’far. 

-¿Vez que somos la pareja perfecta? –

-Simbad, por el amor al Rukh, termina el papeleo.

 

-o-o-o-o-o-

Y el beso sabía a tabaco y pasión.

 

Y ahí estaba ella con sus desgastados jeans y una camisa remangada, con sus labios carmín alrededor del delgado tubo blanco, con su piel lechosa y sus pómulos rosas adornadas de pecas.

Su mirada grisácea le inundo de sentimientos encontrados, el cabello blanco amarrado con desgane, sus piernas largas y sus senos amplios apenas cubiertos por su camisa. Se veía a la mujer floreciendo en aquel rostro de niña. El cuerpo de una mujer asomándose por sus caderas  y la postura de una diosa en sus movimientos. Suspiro y el amago de una sonrisa floto de sus labios, no sabía que le atraía de ella  pero su corazón latía fuertemente al verla.

Un amor tierno diría su madre, un deseo carnal diría su padre. Tal vez era un poco de ambos, solo tal vez necesitaba corromper ese cuerpo delicado y solo tal vez necesitaba el calor de esos menudos brazos enroscados a su alrededor.

Con una sonrisa cruzo la calle donde le esperaba.

Solo tal vez necesitaba verla y confirmar sus temores.

-Sin, llegas tarde.

Le sonrió y sin darle tiempo quito el cigarro de sus labios, le dio una calada y dejo flotar el humo.

-Ja’far

 Unió sus labios en un beso húmedo, con el sabor a tabaco y menta, ella le rodeo con sus brazo y el la abrazo de su cintura. 

-o-o-o-o-o-

 

Me guardo tu recuerdo, como el mejor secreto.

 

Era un día cualquiera, una fecha de tantos y un año de muchos, cuando Ja´far conoció a un tal Simbad. Lo recuerda a un en su mente, un hombre que con su presencia era capaz de opacar al sol, con esa sonrisa brillante y esos ojos amables.

Era joven, un muchachito explorando la vida y con expectativas. No recuerda la fecha pero si la sensación de humedad en su piel, sus labios carnosos y su tacto dócil. Recuerda el hotel barato y la cama magullada, el olor a jabón combinado a su piel morena. 

-¿Te gustan las cebollas Ja´far?

Le había dicho como quien habla del clima, y el siendo un mocoso había fruncido el ceño y un sonrojo había  adornado sus mejillas.

-A mí sí, me recuerdan tu piel blanca y cuando las como siento que estoy devorando tus secretos. – Una sonrisa y un beso en el cuello le habían seguido. – Me gustaría que realmente fueras una cebolla, así podría tenerte y  nunca dejar que te fueras Ja´far.

Después de esas palabras siguieron más besos, caricias, toqueteos juguetones y una eyaculación en su ser.  El peliblanco agotado acaricio despacio y con ternura el rostro de Simbad, trazo planos y tejió ríos en su piel, Simbad le dio una sonrisa y beso en su frente.

Ja´far a un recuerda a Simbad y su sonrisa, recuerda su tacto y recuerda sus palabras. Pero él no era más un chiquillo idiota y la vida le había enseñado que  Simbad no volvería, porque  era un alma libre y porque Simbad siendo él, no renunciaría a su amada libertad y menos a sus sueños.

Pero aun así  no podía evitar recordarlo, aun teniendo a su pareja, porque un primer amor no se olvida y menos uno como el de Simbad.

-o-o-o-o-o-

 

Notas finales:

Y eso es todo, espero les guste y no me quejo por que dejen reviews *sonrisa*  bye!


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