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RuidoBlanco por Grell Walker Luna

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Magi: The Labyrinth of Magic! Pertenece a Shinobu Ohtaka.

Advertencias: SinJa, Simbad x Ja’far, ligero Kouen x Ja’far. Pareja homosexual, Yaoi. Faltas ortograficas. 

Drabbles sin coherencia ni sentido, no están ni entrelazados ni continuados.        

 

-o-o-o-o-o-

 

Summertime.

Fue un 24 de Junio que Simbad recibió el primer sobre, adentro una foto en la que se encarnecía un desdibujado  y  viejo edificio en medio de un parís catatónico y en un pequeño papel  su nombre grabado en aquella letra tan conocida como olvidada por los dioses.

El cumulo de sentimientos lo regreso a su pasado mientras una vorágine de sentimientos encontrados lo invadieron.

Recordó aquellos labios pequeños y suaves. El hormigueo fluyendo entre su piel, enroscándose y lamiendo viejas heridas no dichas, observo un poco más la imagen e imagino los motivos, no podía descifrar si era una tortura o un placer que después de tantos años Ja’far diera señales de vida.

Era tan joven aquel peliblanco, tan bonito y sensual entre sus pieles, un joven con un futuro prometedor en el modelaje. 

*

Días después recibió otro sobre, ansioso lo reviso con la parsimonia de quien ve su última voluntad.  En la imagen se observaba un par de pies finos, delicados y envueltos en unas zapatillas de Channel rojo con tacón fino. Las mismas que uso cuando lo conocido,  esas que hicieron la primera tonada de una pasión limitada por la edad.

Tiempo después recibió cada semana un sobre, en cada uno venia una foto en la que se dibujaba una parte de aquel cuerpo anhelado. Hasta que en el último sobre solo se encontraba una nota y una foto de algún lugar en Italia.

 

Ponte dei Sospiri

Venecia, 5:00 p.m.

 

Simbad reconoció la letra, y antes de analizar las cosas con calma, ya estaba tomando el primer avión hacia Italia solo con un propósito.

Cuando llego a su hotel designado, dejo sus maletas y se fue.  Entre empujones, prisa y nerviosismo dio en el lugar - habiendo olvidado que si hubiera tomado un taxi hubiera sido más fácil- camino despacio observando las diferentes caras, su cuello giraba en ángulos no  vistos hasta que lo vio, a él, a Ja’far.

Tan joven como aquel día que se habían conocido pero con una madurez diferente, mientras su cuerpo era cubierto del ligero viento y su mirada le atravesaba el corazón.

Y ahí Simbad lloro al ver a Ja’far, y el peliblanco le dio una sonrisa pequeña mientras giraba sus pasos y se perdía entre toda esa gente.

 

-o-o-o-o-o-

 

Celos.

Los celos eran esos  bichitos que carcomían tu sensatez y daban a tu imaginación una gran cantidad de escenarios los cuales veías a tu pareja engañarte de mil maneras diferentes.

 Pero para su suerte Simbad no era celoso,  claro que no lo era, no le tomaba importancia a esas cosas insignificantes que la gente común tenía y no un CEO y dueño de unas de las principales empresas a nivel nacional.

Tampoco estaba espiando a su secretario y mano derecha, con ese otro  CEO, fulano y no muy guapo Kouen Ren.

Escucho sus risas mientras Kouen le daba miradas extrañas a su Ja’far, las meseras y uno que otro policía le observaban extrañados, ¿Qué no era normal ver a un hombre en una gabardina en pleno verano, con lentes  y sombrero?  Se encogió de hombros y tomo un sorbo a su café mientras entrecerraba sus ojos en las acciones que para él no eran de una simple comida de negocios.

-Eres muy sabio Ja’far, tus ideas sobre los funcionamientos de una empresa son increíbles.

- Solo lo necesario señor Kouen, no es más que lo normal para Sindria.

Kouen alzo una ceja, una sonrisa se deslizaba en sus facciones mientras disimuladamente ponía su mano en la de Ja’far.

 – Pero tú eres  muy bueno en lo que haces, señor secretario. – Le dio un guiño y de una manera sutil tomo su taza de té, la elegancia que emanaba el hombre prendo a Ja’far,  era exactamente su tipo de hombre pero ya tenía a alguien en su vida y si no lo hubiera conocido, tal vez le hubiera correspondido.

-Es muy amable señor Kouen.

Ja’far le dio una sonrisa sutil dejando que el hombre coquetear con él, al fin y al cabo Simbad estaba a unas mesas y un poco de diversión no haría daño. ¿Después de todo el hombre decía que debía divertirse no? Y qué mejor que acosta suya.  Sin más le regalo otra sonrisa perdiéndose entre las pláticas de algunos negocios que podrían tener en un futuro.

Simbad se retorció en  su asiento, sus dientes apretados y el periódico aruñado, esto había llegado a un límite y él como todo buen jefe y amante debía velar por su pareja.

Entre sus cavilaciones no se dio cuenta que ambos se habían levantado y despedido, con Kouen entregándole una tarjeta por si algún día se aburría de Sindria y prefería trabajar con él. 

-Sin ¿no tenías papeleo por firmar?

 Una ceja enarcada y el ceño fruncido del menor le dieron un susto.

-¡Hey Ja’far! No sabía que estabas aquí. 

Simbad sonrió nerviosamente mientras pasaba una mano por su pelo, el albino dio un suspiro resignado.

-Sabes que no te dejaría por nada ¿verdad?

Desvió la mirada e hizo un puchero. – Pero él te estaba coqueteando y ¡te toco tu mano!

-Sin compórtate estas llamando la atención. – Ja’far levanto su mano y acaricio una mejilla del hombre, le dio una pequeña sonrisa. – Solo era una comida sobre trabajo Sin, además del único del que estoy profundamente y absurdamente enamorado eres tú. 

A pesar de todo Simbad sintió un peso liberarle y sin más le beso, un beso casto, pequeño pero que reflejaba toda la ternura que ambos tenían, no había nada más que amor entre ellos.

-Ahora, ¿Por qué no estás en la oficina firmando los papeles?

Un aura asesina emanaba del menor y Sin sudo frio, tal vez  no había solo más que amor. 

Notas finales:

¿Review?


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