Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Confesionario por aiko uchiha

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaratoria: Todo escrito que sea subido aquí es de mi absoluta propiedad, pero que ha sido publicado en otro foro~

Ya tenía tres meses viviendo en la mansión Uzumaki. Siendo pariente de Naruto Uzumaki. Para Karin Uzumaki no era sencillo tener que estar cerca de dicha persona, puesto que sentía una atracción por la novia de la misma.

 

Hinata Hyûuga.

 

Siempre que ella venía tenía que aparentar que nada estaba pasando entre las dos, sin embargo, cuando tenían unos que otros encuentros su mundo se viene abajo puesto que no sabía cómo actuar con tanta inocencia frente a ella, claro que actuaba como si nada estuviera pasando y conseguía decir unas que otras palabras que sabían defenderlas como era debido, no obstante seguía siendo lo mismo, porque a los segundos recordaba que estaba lidiando con una mujer, es decir, que ella como tal puede saber perfectamente lo que estaba pasando en su interior.

 

Las semanas pasaban y claro no podían ocultarse muy bien las cosas, porque uno vez que tuvo que encerrarse en su habitación mientras que ella esperaba la llegada de su novio, quien les había avisado que llegaría un poco tarde, ya que estaba en práctica de baloncesto. En fin, ambas se encontraban en su habitación hablando trivialidades –porque nunca mantenían fijo un mismo tema–, pero a los minutos se fijaron uno, el cual era bastante familiar para los dos: noviazgo.

 

—Entonces no tiene pareja actualmente, Karin-san —comentaba con una voz angelical, que embriagaba sus necesidades  de besar sus sonrosados labios.

 

Si que se sentía tonta para estar enamorada, pero para cómo era ella estaba muy difícil no tener ese tipo de pensamientos, claro que muchas veces se regañaba a sí misma para mantenerse firme ante la Hyûuga, quien con tan ingenua mirada, buscaba comprender lo que estaba pasando por su mente. Por consiguiente es que pensaba que, si le preguntaba eso que la estaba molestando internamente, de seguro la ayudará a desahogarse un poco, a fin de cuentas, desde que empezaron a hablar, pudo notar que la de orbes rojizos se ponía a la defensiva.

 

—¿Acaso le molesta algo? La noto muy inquieta… —le lanzó su inquieto, esperando a que con eso se dispusiera a hablar.
—No es nada, puedes estar tranquila —fue todo lo que pudo decir, mientras que se levantaba de su cama para ir a su closet.

 

Tal vez con la ayuda de una buena ducha pueda controlar esas necesidades que sentía de abrazar y besar su amor prohibido. Sin embargo, ella no pensaba de la misma manera, puesto que cuando se había dispuesto a tomar camino hasta el baño, se sorprendió por completo de verla a ella de frente con su persona, mostrando en esos orbes perlas la determinación que poseía para saber lo que realmente pedía.

 

—No quiero parecer imprudente, pero realmente me urge saber lo que le pasa. Porque me sorprende mucho el que tenga este tipo de actitudes conmigo.
—Hinata… no lo creo que sea conveniente que sepas esto… —fue todo lo que pudo decir, y con temor a lo que podía pensar, desviaba su mirada para no enfrentarla.
—Por favor, dígame lo que le pasa. A fin de cuentas, lo que quiero es tener una buena relación contigo…

 

Observándola por el rabillo de los ojos, tragó hondo para seguir aguantando las ansiedades que sentía de conocerla íntimamente, porque con sólo darle un beso calmaría las agobiantes ansiedades que, noche a noche se encargaban de abundar por sus sueños para que así no pudiera pensar en otra cosa que no sea ese ángel de hebras azules, quien con suma paciencia estaba esperando a que ella contesté la inquietudes que le había lanzado.

 

Finalmente, y sin necesidad de decirle algo, la había tomando de un brazo para arrinconarla en el marco de la puerta del baño, con un leve sonrojo en sus mejillas, tomaba las de a Hyûuga para ver como compartían el mismo rubor. Detallando su rostro por una milésima de segundo, había tomado paso hasta los labios de la fémina, quien parecía estar sorprendida por tal acción, comenzaba a moverlos al compás a como Karin movía los suyos. Embriagada por el sabor de la misma, ninguna de las dos sabía con exactitud lo que estaba ocurriendo, más bien dejaba que este momento hablará por ellas, porque realmente parecían fascinadas por la comodidad que le es taba brindando.

 

Apegándose un poco a su cuerpo, las inquietas manos que tenía la prima de su novio en la cintura de la perla se comenzaban a mover con lentitud, y es porque quería saber más de ella, intimar con Hinata sería uno de los logros más grandes que podía conseguir, sin embargo, al recordar que era novia de su primo; había caído en aquella red que denominaba realidad. Por lo que directamente había cortado su tan apasionado beso para ver como la persona que fue besado intentaba comprender el impulso que había sentido. Karin por su parte lo que hacía era posar una de sus manos para ocultar sus labios, desconcertada por haberse tomado tal atrevimiento, pero…

 

No se sentía arrepentida por haberlo hecho.

 

—Karin…
—Vete Hinata, de seguro mi primo llego —dijo con la mirada desviada.
—Pero…
—¡Sólo vete! —esta vez lo gritaba para que ella, por el susto, saliera casi que corriendo de su habitación para darle un poco de espacio.

 

Sin creer lo que había sucedido, se sentía culpable ya que tenía esos pensamientos de que la estaría odiando por ello; asqueada y sin ganas de verla, todo lo que Karin se imaginaba era enfermizo puesto que la juzgaba de una manera bastante cruel, que incluso se decía una y mil veces que la Hyûuga no deseará hablar sobre el asunto. Por lo que decidió llorar hasta que no tuviera lágrimas, puesto que la gravedad de la situación le estaba afectando demasiado, y parecía difícil consolar el gran temor que estaba sintiendo.

 

Naruto nunca supo lo que pasó puesto que las dos supieron disimular muy bien las cosas, no obstante en su interior, sentía que debían hablar sobre todo esto, en especial porque sus ansiedades aumentaba y esos sentimientos que desde un principio habían sido ocultaba, le daban unos cuantos golpes para que se dieran de frente con la situación. Por ende fue que la princesa perlada –como la nombraba la pelirroja–, fue la primera en dar el paso al hacerle un llamado que consiguió confundir por completo, a la persona que estaba citando; por lo que no le había quedado de otra que esperar hasta que se hicieran las doces del mediodía para saber eso tan importante que le diría.

 

Recostada en el poste de un parque público, dejaba que esas suaves ráfagas de viento le dieran volumen a sus rojizas hebras, impaciente porque ella no llegaba, seguramente todo esto había sido una clase de broma para volver a ilusionarla, claro… de seguro ya deben haberse dado cuenta que se había enamorado de ella, pero que éste era un amor imposible, no sólo porque fueran del mismo sexo, sino porque era la novia de su misma sangre, y como tal, era traicionarlo.

 

Y eso es lo que ella buscaba evitar.

 

Cuando estaba por incorporarse, pudo divisar una cabellera azulina a una distancia de donde se encontraba, con la mirada fija en sus zapatos colegiales, parecía confundida por lo que estaba por hacer, sin saber cual eran las expresiones que poseía su rostro, al tenerla de frente y ver con más amplitud lo que ocurría, tuvo una idea de que sería ella la primera en hablar.

 

—Buenas tardes, Karin-san…
—Buenas tardes, Hinata —le sonreía con suavidad para no mostrarse nerviosa.
—Espero no haberle interrumpido en alguna de sus actividades, pero realmente necesito hablar contigo.
—No hay necesidad de que me digas eso, a fin de cuentas no tenía pensado hacer nada —confesó, mostrando curiosidad en lo otro que había dicho—. ¿Qué es eso que deseas hablarme?
—B-Bueno… es s-sobre lo que s-sucedió ese día en su h-habitación…

 

Sus mejillas sin necesidad de ser anunciadas habían conseguido ruborizarse por completo, y es que de solo pensarlo, volvía a sentir esas ansiedades de volver a besar con la misma pasión sus labios.

 

—S-Sé… que puede evadirme esto, p-pero siento que tenemos que hablarlos… —decía, acercándose un poco a ella para cortar cualquier clase de distancia—. Karin… y-yo ese día encontré sentimientos que… no había visto en Naruto-kun, m-menos cuando él me besa, y… creo que… —antes de siquiera decir lo otro que le costaba, nuevamente estaba siendo sorprendida por la fémina que degustaba por segunda vez sus labios.

 

Sorprendida por el movimiento que había dado, en estos momentos se encontraba correspondiendo d mientras que dejaba que sus brazos rodearan por completo su cintura para dejar que ésta fuera acercada a ella,  son querer tenerla lejos de su presencia, volvía a intensificar su beso cuando sus lenguas jugaban entre sí, aunque el tiempo estimado que tenían para hacerlo fuera poco, cuando se volvieron a separar miraban con atención el sonrojo de la otra, volviendo a preguntarse si realmente estaba ocurriendo todo esto.

 

—Entonces… —precedió la azulina con suavidad—. ¿Tomo eso como su respuesta?
—Solo si te vuelves mi novia y mantenemos esto en secreto… —le puso como condición, besando cortamente sus labios.
—Pero, quiero que… esto avance ya en un tiempo lejano.
—¿A qué te refieres con eso? —la cuestionó confundida.
—De que… cuando terminé mi relación con Naruto pueda decirle al mundo que estoy contigo.

 

Ahora la sorprendida era ella, y es que no se esperaba que fuera completamente correspondida por su princesa perlada.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).