Los días podían parecer una monotonía pero al ojiverde eso era lo que menos le importaba menos aun si con esas pequeñas acciones repetitivas se mantenía a un lado de su amigo, se colgó la mochila al hombro y con una sonrisa se despidió para irse a la escuela, sin olvidar antes darse una escapada a casa de su mejor amigo porque de no ser así el podría pasarse días enteros metido en la tina.
-Haru. Llamo con voz suave de pie en la entrada.- Haru. Llamo un par de veces mas antes de adentrarse a la casa, ocultar sus sentimientos se estaba haciendo más difícil pero tenia que hacer un esfuerzo si no quería que su amistad se perdiera, tomo una bocanada de aire.- Haru se nos va a hacer tarde. Se quejo acuclillándose cerca de la tina.
-Hum. El nombrado poso la mirada azul en su amigo sacando un poco el rostro y volvió a sumergirse como si nada.- ahora voy. Dijo una vez que se puso de pie con el cabello chorreando agua y pegándosele al rostro, se despejo de los rebeldes cabellos que caían y miro a su amigo que había apartado la mirada-
-Guardare el almuerzo en tu bento. Dijo alejándose a la cocina con rapidez
-ah Gracias. Respondió aburrido el peliazul que tomo el camino hacia su habitación para ponerse el uniforme y elegir cual seria el traje de baño que llevaría esta vez a la escuela, los puso todos sobre su cama y los observo aunque no pudo concentrarse mucho en eso… la acción de Makoto había sido inesperada, estaría notando como se sentía respecto a el. Estar a su lado le hacia sentir calma tanto o tal vez mas que el agua.
Se puso rápidamente ropa limpia, tomo la mochila que descansaba en un rincón olvidado de la habitación y salio. Camino hasta donde Makoto que se encontraba de espaldas cerró sus ojos y recargo su cabeza en la espalda ajena.
-¿Listo?
El tono con el que Makoto había pronunciado la pregunta sonó tímido ¿Nervios? ¿Vergüenza? Fuese lo que fuese su corazón latía desenfrenado solo por esa acción, solo eso había logrado ponerlo nervioso, tomo aire para intentar calmarse.
-Makoto. Dijo en un susurro sin apartarse. Le había dado vueltas al asunto muchas noches y siempre llegaba a la misma conclusión, sentía algo diferente por el ojiverde, no era cariño como con Nagisa o Rei mucho menos podía compararse con lo que sentía por Rin era algo mas fuerte.
Todo el tiempo anhelando quedarse a solas con el.
Makoto no se había dado vuelta aun, dándole a Haru tiempo suficiente para decidirse… para dejar sus miedos a un lado.
-Estoy enamorado. Dijo Haruka en un susurro, Makoto por su lado sintió que le faltaba el aire, no podía pensar que era el de quien su amigo estaba enamorado… y le dolía pensar en las posibilidades y la que mas brillaba era Rin, un torbellino de emociones se aglomero en su garganta y tubo que aferrarse a la mesa para no caer, el peliazul se quedo esperando la respuesta.
-De quien. Fue lo único que pudo pronunciar, el ojiazul permanecía recargado en su espalda y el corazón no dejaba de latirle, estaba feliz por que Haru confiara en el pero no podía negar que estaba celoso, aun si eso a el le parecía tonto. “No puedes estar celoso de alguien que no esta contigo” se dijo así mismo.
Haru supo que era el momento, tenia que decírselo aun si era un todo o nada, podía decirle que era broma pero si no lo hacia ahora terminaría ahogado con sus propios sentimientos, tomo aire apretó las manos y abrió la boca dispuesto a decirlo sin mas, un calor inundo su cuerpo y se extendió como reguero de pólvora coloreándole las mejillas, “¿Podré transmitir mis sentimientos adecuadamente?” se pregunto antes de hablar…
-de Makoto, estoy enamorado de Makoto. Dijo con calma pero de manera que el oji esmeralda se giro a mirarlo con el rostro iluminado y una amplia sonrisa.
-Haru. Dijo el más alto emocionado y confundido.
El nombrado solo sonrió delicadamente, aun era mas bajo que Makoto por lo que tubo que impulsarse y parándose de puntas utilizando los hombros del mas alto como sostén se acerco a los labios ajenos, cerro los ojos al mismo tiempo que las orbes esmeralda se entrecerraran al sentir la calidez del aliento de su amigo contra sus labios, En el momento que sus labios se unieron el mundo pareció quedarse quieto, las bocas inexpertas se movían ansiosas de probar todo lo que había por ofrecer, Makoto envolvió la cintura de Haru para fundirse mas con el, se separaron un minuto después para tomar aire, con respiración jadeante y una mirada ardiente.
-Yo también estoy enamorado de ti Haru. Dijo el ojiesmeralda inclinándose a abrazar a su amigo acomodando su cabeza en el hombro ajeno, contento por la respuesta el solo respondió el abrazo y cerró los ojos