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Cosas que pasan. por Lizali12

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Marshall

Di vueltas por lo que reconocí era el sofá-cama, me dolía la cabeza (de seguro y tenía resaca), no podía girar bien el cuello (había dormido mal), me sentía pegajoso (sudor de seguro), además tenía hambre (¡Genial la resaca me había secado el cerebro y con ello el cuerpo!) ¡Y qué decir de la sed! Arg me moría por un vaso bien lleno de agua con hielo, pero primero debía tomar algo dulce, la fructosa ayuda a bajar más rápido el efecto. Sí, debo beber algo, pero primero un baño, me siento demasiado pegajoso por el sudor.

Y con ese pensamiento en la cabeza me levante, me palpe el cuerpo puesto que lo sentía pesado  y noté que aún llevaba puesta la ropa del día anterior (lo cual se me hizo raro debido a que yo soy de esas personas que duermen sólo en bóxer o pantalón), pero como de seguro bebí más de lo debido y sólo llegue y me bote en (la ahora) cama le reste importancia, me vi lo pies también (si llevaba la ropa de seguro y ni los zapatos me había quitado) hmm, esos no los tenía, da igual, me fui al baño que tenía la casa del árbol.

─ Me duele la cabeza, no vuelvo a beber tanto ─. Me dije, pero lo más seguro es que lo volvería a hacer, después de todos eso es lo de siempre.

Tengo una seria creencia en que te dices “No vuelvo a beber tanto” pero lo cierto es que lo haces.

Me desnude por completo con rapidez y me metí al cuadro que conformaba la regadera, abrí ésta y sentí cómo las finas gotitas me mojaban la cara y en escasos segundos el cuerpo.

Oh, se sentía tan bien.

 

Gumball

Después de sentir que Marshall se despertara me dije a mí mismo que debía irme, pero lo cierto es que no lo hice.

Cuando Marshall se levantó lo vi tambalearse sobre sus pies y me preocupe ¿Qué tal si me iba y le daba un desmayo o se ahogaba en su propio vomito? Vale que después de lo de ayer (sí, ayer, todo el jolgorio sucedió antes de media noche) debería de sentirme indignado, pero si algo le pasaba a Marshall me sentiría culpable.

Así que decidí esperar.

Escuche caer el agua de la regadera durante aproximadamente veinte minutos  hasta que escuche la perilla de la puerta del baño girar y me entro pánico.

 ¡Marshall iba a salir ya! Y sino recordaba nada y me veía se preguntaría qué hacia yo ahí. Así que opte por lanzarme de nuevo a la cama y cubrirme con la sábana que había usado la noche anterior.

Escuche un golpe seguido de unas maldiciones y el sonar de unos saltos hasta que sentí que algo se hundía a mí lado.

─ Maldición, me duele. ¡Estúpido mueble! ─. Maldecía Marshall.

Que tonto se había golpeado, hice amago de contener la risa, no me creía que él fuera tan tonto por las mañanas.

─ Pffff, jajajaja ─. No aguante más y me eche a reír.

─ ¿Gum…? ¡Gumball! ¡¿Qué haces aquí?! ─. Grito él mientras empezaba a rebuscar entre las sábanas para dar conmigo.

Y lo hizo.

─ Perdón -mencione- es que ¡Eres tan estúpido en las mañanas! Jajaja ¡Mira que golpearte tan temprano! ─.

─ No soy estúpido, no recuerdo a ese mueble ahí ¡Estoy seguro de que estaba en otra parte! ─.

─ Jajaja, sí claro. Mágicamente llego ahí ─. Y me seguí riendo.

─ Ahora veras ─. Contesto Marshall y puso una risa maliciosa mientras se abalanzaba sobre mí y empezaba  a hacerme cosquillas ─ Pequeño pillo, sufrirás ─. Menciono mientras seguía haciéndome cosquillas y yo perdía la respiración de tanta risa.

─ Ah jajaja… ya no jajaja ─.

─ ¿Ya no? pues toma un poco más ─. Y siguió haciéndome cosquillas.

─ No, que jajajaja me… jajaja quedo sin… aire jajaja ─.

─ Toma, esto y esto ─. El muy tarado me seguía haciendo cosquilla mientras yo me quedaba sin oxígeno.

─ ¡Ya no! ─. Grite y le di un manotazo a Marshall en el pecho.

─ ¡Ay, joder! ─. Grito y se empezó a sobar el pecho. ─ Mierda Gumball, eso dolió ─.

─ Pe-pe-perdón ¿Te dolió mucho? ─.

─ ¡Claro que sí! ¡Mira me dejaste rojo! ─. Y me mostro su pecho.

Marshall sólo llevaba puesto los pantalones de anoche y la camisa me figure que la había dejado en el baño o en alguna parte de la cama, así que pude ver perfectamente la desnudes de su torso y la cinturilla de su bóxer.

Desvíe la mirada.

─ Oops… ─.

El torso de Marshall (que por lo general era pálido según pude notar ayer) tenías la marca de mis dos palmas enmarcadas en un rojo perfecto y delineado, hasta podía hacerse pasar por tatuaje si él quería.

─ ¿Oops? ¿Es todo lo que tienes que decir? ¡Me has dejado rojo y con escozor! ─. Grito, por un momento pensé que estaba enojado, pero lo cierto es que tenía una sonrisa contenida en los labios por lo tanto sólo estaba fingiendo enojo.

─ Por lo menos mi marca no se te ve ─. Susurre.

─ ¿Qué has dicho? ─. Pregunto Marshall acortando la distancia que había entre nosotros dos.

─ Que es tarde, hay que cambiarnos e ir a la escuela, apenas es el cuarto día lo recuerdas ¿No? ─. Como pude me salí de debajo de Marshall quien aún me sostenía por las caderas debido a las cosquillas que me había hecho y me levante del sofá-cama.

─ Oh, sí. Pero antes de eso ¿Qué hacías aquí? ─. Pregunto cuando yo ya estaba fuera de mi sitió y parado frente a él. A Marshall no se le escapa nada.

Además, él en serio olvido lo de anoche. Y por alguna extraña razón no me gusta, no me gusta que a él se le olvidara lo acontecido.

─ A-ayer ─. Tartamudee, no quería hablar. No había razón para hacerlo, si a él se le había olvidado ¿Qué sentido tenía recordarle lo sucedido?

─ Ayer… ─. Me incito a que yo continuara.

─ Ayer estabas muy borracho y yo te traje a casa, pero cuando me iba a ir te pusiste a llorar y a decir que no me fuera ─. Solté, no era mentira. No le estaba contando todo, pero no mentía sólo había decidido qué contar y qué no. ─ Así que llame a mi hermana y le dije que me quedaría en tu casa ─.

─ Oh, ya veo. Perdón ─. Se disculpó y se rasco el cuello. ─ Debiste pasar una vergüenza conmigo ─.

─ Supongo que, mientras dure nuestra amistad las vergüenzas serán algo de siempre ─.

─ La verdad, sí, así que mejor prepárate ─. Marshall soltó una leve risita y a su vez yo le seguí.

Nuestra amistad no era tan mala. Rara quizá, pero no era mala

Marshall

─ Bueno, supongo que quieres bañarte para ir a tu casa ─. Gumball asintió cuando le propuse la idea. ─ Oh, pero debo decir que debes bañarte aquí, debido a que el baño de mi casa, me refiero a mi casa verdadera no a está de árbol -mencione al ver la cara de duda que ponía- está en la parte de arriba y si vamos ahorita despertaremos a mi hermana y mi madre, además como has dicho no tengo mis llaves para abrir la puerta y…─.

─ ¿Y qué? ─. Pregunto Gumball al ver que yo no proseguía.

─ Y… Bueno, tendrás que desvestirte aquí debido a que el baño de ésta casa del árbol es pequeño y no hay dónde pongas tu ropa, y con aquí me refiero a aquí donde estamos ahora o sea enfrente de mí ─.

Gumball chasqueo cuando le mencione lo desvestirse enfrente de mi.

─ Hmm, mejor no me baño ─. Vale, eso no me sonaba bien ¿No se quería bañar, o no quería quitarse la ropa frente a mí?, esperaba que fuera lo primero, porque de otra forma no me gustaría saber que a él le incomodaba mi presencia.

─ No seas sucio Gumball, hueles a alcohol ¿Bebiste? ¡¿Y el jugo qué?! Se suponía era para ti ─. Ladee los labios a modo de risa ante la imagen de Gumball bebiendo jugo en una fiesta donde todos tomaban alcohol, el sólo pensarlo me causo ternura.

─ ¡No bebí! Vale que huelo a alcohol, pero no es por lo que tú crees sino por otras razones ─. Refuto.

─ ¿Y se puede saber cuáles son esas razones? ─

─ No, porque…─ Gumball calló por un instante, instante en el que le vi removerse incómodo. ─ Bueno el caso es que no bebí y punto. La razón del hedor a alcohol es otra ─.

─ Bueno, bueno. Entonces metete al baño y báñate que lo necesitas ─.

─ Está bien, l-lo haré, pero voltéate ─.Para esto Gumball tenía un ligero matiz rosáceo en las mejillas, estaba apenado. Pero lo cierto es que eso sólo aumentaba mi malicia.

─ Vamos Gumball, ambos somos hombres, no hay nada que tú tengas que yo no ─. Carraspeé.

─ Marshall, no me voy a desvestir enfrente de ti y hablo en serio ─. Y para hacer énfasis en lo dicho se cruzo de brazos y me dio una mirada demandante.

─ Bueno, pues yo no pienso voltearme para complacerte ─. No sé cómo eran las personas con él ni cómo le trataban en su casa, pero si Gumball era caprichoso yo era el doble que él, además no iba a ceder a sus deseos. Así que decidido y bien puesto en mi lugar me pare del sofá-cama y me puse enfrente de él. ─ Puedes ir a bañarte ya, ¿O acaso quieres que tu hermana te regañe por llegar sudoroso y con olor a alcohol? ─. Obvio lo estaba chantajeando, pero con suerte y me hacia caso.

─ Pues me invento una excusa y listo ─.

─ Vamos Gumball que tú no puedes ni mentir decentemente, deja de andar de reacio y ve a bañarte ─. Gumball pareció pensárselo claramente y después de un chasquido de dientes me hecho una mirada furibunda.

─ ¡Arg está bien! Por hoy has ganado ─. Dicho y hecho empezó a quitarse la ropa de mala gana. Primero los calcetines que quedaron en algún lugar bajo la cama, después le siguió el pantalón que lo tiro a mi cara con toda la intención (y debo decir woah, Gumball tenía unas piernas muy bonitas, ¡Mierda que si alguien más las veía me entrarían los celos! Eran delgadas para ser de hombre pero no tanto como para parecer de mujer, claras de color y largas. No por nada él bien podía competir con mi estatura, y ooh maldición el bóxer le quedaba ceñido a la cintura pero algo flojo de los glúteos ¡Mierda, maldición, joder! Qué tentador) por último cuando solo le quedaba el bóxer (Jodido y erótico bóxer)y la camiseta celeste se detuvo.

─ ¿Qué pasa? ─. Pregunte, anonadado por la vista. Iba tan bien.

─ N-no, nada. Ya me desvisto ─. Gumball empezó a desabotonarse la camiseta con una lentitud que bien podía hacer competencia a la de un caracol. Cuando hubo terminado se la quito con ávida rapidez y me la lanzo (también ésta iba destinada a mi cara, pero la atrape en el vuelo) pude ver cómo corría hacia el baño con la única pieza de ropa que se había dejado puesta, malditos bóxer.

***

Gumball tardo alrededor de treinta minutos, treinta minutos en los que yo aproveche para cambiarme y buscar algo de mi ropa que le quedara para poder prestársela. Cuando salió del baño llevaba enrollada en la cintura una toalla que siempre estaba en el baño para mí cuando yo durmiera ahí, Marceline se aseguraba de lavarla siempre junto con las otras ropas.

─ Te conseguí algo de mi ropa…─. Al voltearme no esperaba ver la imagen que se posaba frente a mí. Gumball era… oh… estúpido de mí no sé cómo describirlo, hermoso se quedaría corto.

Yo ya me había dado cuenta de que él era de facciones finas, pero jamás pensé que esas facciones se desencadenaran en otras partes de su cuerpo. Torso delgado con una ligera voluptuosidad de músculos (demasiado ligera) brazos delgados y largos con uno que otro lunar en ellos, hombros anchos, quizá no tanto como los míos, pero si lo suficiente para ser llamativos la unión de la clavícula en el pecho sobresalía escasamente, el cuello era fino y claro como… espera… eso es ¿Una marca de beso?

¡¿Gumball tiene un chupete?! ¡¿Quién coño se lo hizo?!

─ Gumball, podrías acercarte a mí ─.

─ ¿Ah? Mejor ven tú a mí ─. Genial seguía enojado por obligarle a hacer algo que no quería. Poco me importaba, me acerque a él y noté que intento retroceder por inercia pero no lo hizo. ─ ¿Qué- qué quieres? ─. Temblequeó en sus palabras.

─ Sólo ver algo ─. Respondí, para esto ya tenía agarrada la mandíbula de Gumball y volteaba su cuello para poder apreciar mejor la marca. Pase mis dedos por el contorno del leve morado que sobresalía de su cuello, alrededor de ésta había marcas de dientes, los dientes caninos eran los que se podían ver más claramente los otros no eran exactamente claros pero si lo suficientemente nítidos como para poder apreciarlos. Reconocí la marca.

Eran míos, solo yo mordía al hacerlos.

Temble de miedo ante la idea de haberle forzado a hacer algo indebido y de lo cual yo me lamentara.

─ ¿Te hi-hi-hice algo ayer? ─. Pregunte con cierto temor, temor a que Gumball me contestara afirmativamente.

─ ¿Qué quieres decir con eso? ─

─ Gumball, vuelvo a repetir la pregunta ¿Te hice algo ayer? Algo que no quisieras, ¿Te obligue a algo? ─.

─ N-no te entiendo Marshall─. Tartamudeo.

─ ¡Me refiero a esto! ─. Presione el lugar donde estaba la marca y Gumball soltó un leve chillido.

─ E-escucha, n-no es lo que crees ─. Tomo mi mano que posaba en su cuello y la apretó levemente, su tacto se me hizo cálido y gentil. ─ No hiciste nada que yo no permitiera ─. Empezó a hablar.

─ ¿Te lo hice yo? ─. Gumball sólo asintió.

─ No tienes que preocuparte, no me violaste por si lo estás pensando ─. Me sonrío, él me sonrío y yo ni siquiera era merecedor de aquella sonrisa tan reconfortante.

─ ¿Qué paso? ─.

Gumball me volvió a relatar la historia que me había contado no hacia mucho (está vez toda la historia sin falta de detalles) el estado de ebriedad en el que me encontraba al llegar a mi casa, la forma en la que chille y llore cuando él ya se iba, cómo fue que terminamos en la casa del árbol porque no tenía las llaves de la casa, la forma en la que le dije que tenía ganas de besarlo y que si no lo hacia no le dejaría dormir. Me relato que al principio sólo le bese los labios, pero que la cosa empeoro y fue así como él termino con un chupetón mío en su cuello. Que yo no lo había violado ni obligado a hacer algo que no quería, que sí se le hacia raro que yo quisiera besarle “Estoy consciente de que para algunos parezco mujer por mi físico y que mi cabello rosado no ayuda mucho exactamente, pero tú ya sabías que yo era hombre por lo tanto no sé cómo llegaste a la situación de querer besarme” fue la razón que me dio del porqué le quería besar.

─ Perdón. Tuviste que cuidar de mí y además terminaste en una situación poco agradable ─. Mencione.

─ No te preocupes, para eso están los amigos, además el ridículo sólo fue entre nosotros no tienes que preocuparte de nuestros compañeros ─. Me consolaba, Gumball era demasiado buena persona.

─ Para la próxima tienes permiso de golpearme ─. Le alenté.

─ Lo haré no lo dudes ─. Contesto con una sonrisa en su rostro.

Me pregunte qué haría si le dijera que me gustaba, cuál sería su reacción. Si me rechazaba.

¿Podríamos seguir siendo amigos o nos distanciaríamos?

 

 

 

 

 


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