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Cosas que pasan. por Lizali12

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Marshall


Me levanté con la mente fresca y el ánimo en su máxima potencia, pellizqué mis mejillas y cuando confirmé el dolor solo podía pensar en si realmente había vivido todo o si simplemente había sido un sueño pero por obvias razones no podía hablar a Gumball, el que yo despertara temprano solo por haber dormido demasiado bien anoche no significaba que fuera lo mismo para mí lindo novio...

Mi lindo, adorable y aterradoramente seductor novio quien apenas hacía unas horas acababa de darme un orgasmo fenomenal.

Me hice un ovillo con las mantas y procesé toda la situación; primero Gumball había pasado de tímido a fogoso en un periodo de tiempo muy pero muy corto, segundo; ¿Qué rayos causó tanta desinhibición? Sé que me dijo sobre un paseo pero ¿Qué clase de paseo da este tipo de cambios? Gumball fue súper varonil y seductor que no pudo haber sido un paseo normal. Además me había dicho que se la pasaría viendo películas...

Bien, hay un dicho que a caballo regalado no se le mira... ¿dientes? Lo que sea, es entendible por dónde va el asunto. Si mi novio quería probar cosas lo dejaría.

Marshall

Ayudaaaaaa, creo que abducieron a mi novio o me lo intercambiaron por alguien nuevoooo. Me gusta mi antiguo novio, quiero al antiguo, el nuevo no está mal pero seré devorado si sigue así.


Flame solía tener horarios de sueño muy bizarros, a veces le enviaba mensajes de madrugada y contestaba y en otras no, así que esperaba este día fuera de los primeros, realmente necesito el sabio consejo de alguien mayor y prudente.

Flamebird

¿?

Marshall


El vino ayer a mi casa cerca de la tarde y joder tío, fue súper seductivo. ¡No es broma! Me dio una paja esplendorosa y si no estoy mal insinuó algo así como chupármela y... soy débil, te dije que no haría nada pero no puedo no actuar cuando Gumball está poniéndose en bandeja de oro y diamantes de manera tan encantadora...

Viejo, no me dejes caer.

Envié y en cuestión de segundos despues de que el mensaje se viera como leído una llamada entró.

—¿Podrías por favor repetir? Creo que me perdí en ¡Donde tu novio menor de edad al que conocí bonito e inocente te sedujó, te hizo una paja y todavía insinuó algo más!

—¡Es justo eso! El dijo que tuvo una caminata reveladora, yo quiero una de esas, quizá y descubro el motivo de la vida, o ve tú a saber qué. ¡Ademas me había dicho que se la pasaría viendo películas apenas en la tarde! Y luego de un rato apareció en mi casa, todo adorable y desinhibido. ¡Fui atacado! ¿Entiendes? ¡Atacado!

Rie tuvo unos momentos de silencio hasta que suspiró.

—¿No será la edad? Escucha, sé que no somos exactamente unos ancianos pero él es como un bebé o algo así, bueno no algo así —divagó— ¡Es un bebé! Está siendo atacado por las hormonas, quizá quiere experimentar. ¡Pero ya te dije que si algo sucede no quiero saber, estoy aceptando bajo protesta!

Pensaba lo mismo, no podía decir sobre las hormonas, yo mismo habia sido muy activo, pero eso es un pasado oscuro que no quiero recordar y que realmente no gusto de tener, así que no era quién para juzgar. Solo... ¿Podría mi lindo y tímido novio volver?

—Mira, viejo —Flame prosiguió su perorata— habla con él, quizá y te dice la razón del porqué fuiste atacado. Mi consejo; ¡No hables con él solo! Podrías robar su virtud, o bueno, él podría hacer que se la robes y ¡Estoy en contra!

—Ya sé que estás en contra pero, no puedo prometer que no resistiré. Me gusta mucho como para negarme. Me encanta, Flame, él es súper adorable y si no fuera por él mismo no hubiera descubierto que puede ser malditamente sensual cuando se lo propone —suspiré— resistire tanto como pueda, pero mi fuerte es de ramitas endebles.

Hubo una carcajada del lado de Rie y después de eso me habló de otros temas, y terminamos en él acordándome que debía ir a la Nocheosfera ese mismo día. Colgué y bajé a desayunar.

Gumball

—Gumball ¿De qué quieres tu jugo? ¿O prefieres beber otra cosa?

—Café está bien, creo que llevó un rato sin tomarlo.

Mi hermana terminó de hacer el café mientras yo acomodaba la mesa y me ponía a lavar los platos de nuestro desayuno, una vez hecho me senté y comenzamos a tomar nuestras respectivas bebidas; ella jugo y yo café.

—Sabes que no me gusta que tomes café a esta edad, retrasa tu crecimiento.

—sabes que eso no está comprobado.

Mi hermana frunció el ceño —Independiente de si está comprobado o no, lo que sí puedo afirmar es que luego te pones extremo de activo.

Bubblegum era demasiado protectora en ese sentido, yo no podía hacer mucho contra ella, y creo que de nada le valía que el café fuera descafeinado.

—Hermana, me gustaría hablar contigo sobre algo...

—¿Si? 

—Yo... mmm.

No sabía si era correcto o no hablar de estos temas con Bubblegum, pero mi hermana siempre había estado para mí en todo, siempre me había mostrado apoyo en mis ideas por muy raras que estas le parecieran y no quería hacer esto sin decirle, pero sentía que si no lo hacia y ella se enteraba no podría con lo decepcionada que estaría de mí.

Inhalé y exhalé, bien, yo podía.

—Me gustaría tener relaciones sexuales con Marshall.

Listo, ahí. Claro y directo. Levanté la vista de mi taza y la fijé en mi hermana, ella parecía anonadada, tenía los labios fruncidos y el entrecejo no se veía mejor. No esperaba sonrisas y aceptación pero al menos esperaba que la bomba no la engullera.

—Perdón cariño, creo que escuche mal. ¿Dijiste que querías iniciar tu vida sexual? ¡¿Ahora?! ¡Gumball tienes 16! ¡Apenas y eres un niño! 

—Muchos tienen sexo a mi edad, ¡algunos hasta más jóvenes!

—Muchos no son tú y tú no eres ellos. No porque la mayoría haga algo quiere decir que los demás también deben de hacerlo.

—Pero yo quiero.

—¿Quieres o es algo que piensas que quieres? ¿Acaso Marshall, él...?

—¡Yo quiero! —interrumpí, sabía por dónde se iba su pensamiento y no quería que pensara eso de él, él que me había dicho claramente lo mismo que ella. Demasiado pequeño. —No pienses mal de él, es como dijiste; es un buen chico, me dijo lo mismo que tú. Que era demasiado pequeño, no quiere... —jugueteé con mis dedos mientras hacía mohínes— yo sé que soy corto de edad, pero lo pensé, a fondo y claro. Marshall no quiere porque dice que luego podría arrepentirme y hay algunas cosas que no pueden ser devueltas una vez hechas. Pero no lo haré, no me arrepentiré.

—¿Te estas escuchando siquiera? Gumball, si tú quieres pero Marshall no, no está bien obligarlo a tu voluntad. ¡Y tú no sabes si te arrepentirás después! El futuro es desconocido.

Sé que mi hermana estaba hablando porque no quería que saliera herido, pero la decisión era mía y si me conocía bien sabía que lo haría con su permiso o sin él. Generalmente no causaba problemas pero también era cierto que era terco y si había algo que quería lo haría.

—Te dije porque te respeto, y porque quería saber que lo aprobabas. Lo haré de todos modos, te estaba diciendo no preguntando.

Me levanté deprisa y con dirección a la salida. Caminaría un rato hasta despejar la ira y luego volvería... bien, quizá iría con Marshall.

—¡Bien! —gritó mi hermana— ¡Has lo que quieras! —y antes de que saliera se asomó por el corredor— al menos usa protección. Sé que estas en plena edad hormonal pero también me gustaría que te mantuvieras casto hasta el matrimonio, sé también que es un deseo egoísta pero hey, eres mi hermano menor. Para mí siempre serás ese bebé que vi en el hospital recién salido de nuestra madre.

Con cada paso que daba se acercaba más, siguió hasta llegar a mí y cuando la tuve de frente habló otra vez —: Solo, por favor, si llegas a más, promete que te cuidarás y luego una vez lo hayas hecho debes saber que estaré aquí para ti. Conmigo puedes hablar de todo, lo sabes. Que yo esté de acuerdo es otra cuestión, pero tú y yo no tenemos secretos, hermanito.

Bubblegum me abrazó un largo rato, y después de haber satisfecho esa necesidad tomó mi rostro entre sus manos, me dio un beso en la frente y se alejó.

—Anda, sal. ¿Ibas con Marshall no? Promete que lo hablaras con él, dale mis saludos.

Y salí con rumbo a casa de Marshall en lugar de ir a pasos tonto sin destino fijo.

 

Gumball

¿Estás en tu casa?

Marshall

Por ti bebé, hasta vuelvo a ella.

Sonreí, era todo un adulador cuando se lo proponía. Un poco difícil creer que haya sido engañado por su ex. Marshall no merecía eso, merecía mucho amor y afecto. Me gusta pensar en mí pudiendo dárselo sin problemas.

Gumball

Encantador


¿Eso quiere decir que no estás?

Marshall

Voy saliendo, la Nocheosfera me espera. Flame quiere verme y bueno, no puedo estar todo el día encerrado.

Aunque deseo.

Espera... ¿Estás viniendo?

Gumball

Sí.

Pero si ya saliste puedo volver a mi casa.

No volvería, la verdad es que quizá me iría a caminar por ahí.

Marshall

No, espera.

Marshall llamando


—Ey, ¿Qué pasó?

—¿Dónde andas? Podemos encontrarnos.

—Por la casa del perro que te persiguió.

—¡¿Qué?! Bebé —un gemido de frustración se escuchó del lado de Marshall— podría verte en la esquina siguiente. Realmente no confió conmigo viendo a ese animal.

—Me parece bien, aunque creo que yo le agrado.

—Por supuesto que sí, eres muy lindo.

—Adulador.

—Solo por ti.

—Eso espero.

Unos pasos más y llegué a la esquina donde él ya estaba esperándome. Iba con las típicas botas y pantalones mezclilla negros, la camiseta era una azul marino manga corta de botones que iba desabrochada y debajo de esta podía ver una camiseta blanca. Los cabellos negros revueltos que parecían haber sido peinados solo con la mano. Me sonrió, dientes blancos y labios finos.

—Vaya, qué belleza tan encantadora me he topado —. Marshall extendió su brazo para que lo tomara —No te esperaba hoy, y no es que me desagrade la sorpresa pero unos minutos más y no estaría cerca.

—Perdón, solo iba a caminar y luego me encontré dirigiéndome a tu casa.

—Ya, bueno. No sé si toda la pandilla esté ahí, yo voy por otro asuntos así que no quiero que te aburras.

—Está bien, esperaré.

Entrelacé nuestras manos y seguimos caminando.


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