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Cosas que pasan. por Lizali12

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Notas del capitulo:

Bueno estoy actualizando temprano porque debo aclarar algunas cosas.

1-. Estuve tratando de arreglar algunos errores en los primeros capítulos debido a que en los primeros me comía letras o cosas así, no sé si lo hice bien espero y sí.

2-. Tuve un error cuando escrbía, en vez de poner "Bubblegum" puse "Bubbline", lo estuve arreglando y ahora ya no aparecerá "Bubbline" sino "Bubblegum" xD pueden matarme si quieren.

3-.Este capi se dividira en dos partes :v tengo algo planeado para la fiesta e_e soy tan mala Bwajajaja

4.- Este capítulo empieza con Marshall antes de que se pusiera en el lavamanos. O sea que el capítulo mostrara lo que pasó en el baño antes de que él saliera y fuera a lavarse las manos :3

5.- Y por último, el capítulo seguira su curso cuango lleguéis a los asteriscos "***" o sea que al llegar a estos la historia continuara su curso :3 

Bien sin más les dejo para que lean, ya saben si algo no les agrada pueden tirarme tomates :v y sino me entendiern algo en las explicaciones podéis preguntarme y aclarare sus dudas.

 

Marshall

Me encontraba en el baño, bueno para ser más específico en el último cubículo ¿Haciendo qué? ¡Esperando a que una puta erección descomunal se calmara!  Rayos ni yo mismo me la podía creer, había tenido un estúpido sueño calentorro en donde le hacía a Gumball tantas guarradas que sinceramente verle ahora no sería lo mejor.

Muy probablemente si le veía, tendría una erección en cuestión de segundos.

─ Oh, joder ─. Mencione mientras evitaba tocarme. Sabía que lo mejor era de plano ir al grano y masturbarme, pero mucho remordimiento tenía ya con saber que mi erección era por tener sueños eróticos hacia Gumball y sinceramente el masturbarme pensando en él no ayudaría a sentirme menos culpable. ─ Soy un mal amigo ─. Me dije, mientras empezaba a bajar el cierre del pantalón.

Debía liberarme.

Gumball

Hacia un buen rato que Marshall se había ido al baño, el profesor se había impacientado porque él no volvía así que me mando a buscarle.

Minutos después estaba enfrente de la puerta del baño.

─ ¿Marshall? ─. Susurre por lo bajo mientras entraba a los baños de hombre. El baño consistía en seis cubículos seguidos uno de otro del lado derecho de la puerta, enfrente de estos los urinarios y hasta el fondo el lavamanos (que era bastante grande debo decir) el lavamanos contaba con un espejo que estaba encima de estos (el espejo también era grande, bueno no grande sino más bien largo). ─ ¿Marshall? ─. Volví a hablar con la esperanza de que él me contestara.

Lamentablemente no fue así.

Escuche unos sonidos extraños provenientes del último cubículo, usualmente me hubiera ido porque yo era conocedor de que los baños escolares suelen ser usados para drogarse, llorar, fajar y etcétera de cosas. Pero podía ser Marshall el que estuviera en el cubículo.

─ ¿Marshall? ─. Volví a mencionar con la voz un poco más fuerte y como contestación recibí un leve quejido.

La voz sonaba algo ronca y rasposa, Marshall tenía una voz grave y profunda así que quien fuera que estuviera en el baño posiblemente no sería él. Así que me decidí a salir del baño y regresar al salón e informarle al profesor que no había encontrado a Marshall, tenía cierta esperanza de que al llegar él ya estuviera en su pupitre, dormido quizá, pero en su pupitre.

Marshall

Oh joder, jamás en mi vida de estudiante me había masturbado en un baño (un baño de la escuela) y debía decir que, ahora entendía la adrenalina que sentían los deportistas extremos. Yo sentía la adrenalina en ese momento, sentir que en cualquier momento podía entrar algún profesor o alumno que me pudiera descubrir me hacía sentir aún más placer.

Sostenía mi miembro en una mano mientras que con la otra me alzaba la camisa para que cuando llegara el momento de eyacular no se manchara, el sentir mi mano bajar y subir en mi palpitante erección mientras yo estaba en un pequeño baño, con la posibilidad de ser encontrado me excitaba en gran manera. Jamás había hecho algo así pero… oh joder se sentía tan malditamente bien; podía sentir mi sudor bajar de mi frente, sabía que estaba a punto de llegar al orgasmo.

Pero no pensé que llegaría de esa forma.

Había escuchado a alguien entrar y por lo tanto yo me había mantenido callado evitando (ante todo) ser escuchado.

No pensé que fuera él.

Escuchar la voz de Gumball en lugar de ponerme flácido por la culpa, hizo que me calentara aún más. Él estaba buscándome por la forma en la que mencionaba mi nombre levemente y con duda de si yo estaba ahí o no, y sinceramente me sentía aún más culpable (si se podía) porque en lugar de detenerme lo único que hizo fue que yo me lo imaginara ahí en el baño conmigo, ambos encerrados en ese pequeño espacio sintiendo su cuerpo pegado al mío, sudoroso y con las mejillas aún más rojas de lo que ya las tenía, poder sentir su aliento, escuchar sus gemidos (gemidos que yo causaba) lamer esos labios finos suyos y finalmente llegar al orgasmo juntos.

Mierda, el saber que estaba tan cerca de mí hizo que mis pensamientos fueran aún más nítidos, llegue al orgasmo en cuestión de segundos cuando él menciono mi nombre por última vez.

Su voz tan dulce y tan tranquila me hizo sentir culpable. Él no se merecía esto, no se merecía el que yo me masturbara pensando en él, era como una traición a la confianza que me había depositado, él me había mostrado su amistad ¿Y cómo se lo devolvía yo? Masturbándome en un baño de la universidad mientras pensaba en él.

Oh joder ¿Con qué cara le vería ahora?

Tome un poco de papel que había en el baño y me limpie (para bien o para mal la única evidencia de mi acto se la llevaría el drenaje pues mi semen no me había manchado) salí del cubículo con la culpabilidad latente.

─ ¿Marshall? ─

Gumball

Volví al salón con cierta tristeza pues no había encontrado a Marshall en el baño y como no podía pasarme la clase buscándole regrese al salón con la esperanza de que él ya estuviera ahí.

Pero no fue así.

Al regresar al salón el primer lugar que vi fue su pupitre, el cual estaba vacío puesto que Marshall aún no había llegado.

─ Joven Gumball veo que no encontró a su compañero ─. Me dijo el profesor al verme en la puerta del salón.

No sabía qué decir, puesto que si mencionaba que no le había encontrado en el baño posiblemente regañarían a Marshall o algo peor.

─ Vi-vi- viene de-de- detrás de mí ─. Fue lo único que se me ocurrió con tal de evitarle un castigo pero al tartamudear estaba seguro de que no me creería.

¡Como me molestaba el hecho de no poder mentir!

─ Pase joven Gumball ─. Fue todo lo que me dijo el profesor.

Y yo me fui directamente a mi pupitre con la esperanza de que Marshall apareciera pronto.

 

Marshall

─ ¿Ethan? ¡Viejo qué haces aquí! ─. Grite de la emoción al ver a uno de mis compañeros de juerga.

─ Joder contigo Marshall aquí estudio, te lo mencione la última vez que nos vimos ─. Dijo mi amigo mientras se me acercaba para abrazarme.

Ethan era uno de los poco amigos que aún conservaba de la preparatoria, por alguna razón nos llevábamos bien.

Éramos muy opuestos en la preparatoria pero de alguna forma nos habíamos hecho amigos.

Nuestra amistad inicio una tarde de prepa cuando yome dirigía a mi casa, había pasado por un callejón en el cual vi como un tipo se estaba peleando con otro, al principio no me intereso puesto que peleas que no tuvieran que ver conmigo me interesaban en lo más mínimo pero ver la forma en la que se estaba llevando a cabo tal suceso hizo que me quedara a ver.

La cosa fue a mal cuando los del bando perdedor se amontonaron a golpear al chico que había ganado y obviamente como había sucedido el primer día que conocí a Gumball termine metiéndome a ayudar al chico.

Ese chico era él.

Basta con decir que luego de eso creció el rumor de “los reyes del callejón” debido a que solo nosotros dos habíamos golpeado a un grupo grande personas.

Lo demás concluyo en una buena amistad.

Ethan menciono dónde estudiaba y su edad, grande fue mi sorpresa cuando resulto que ambos estudiábamos en la misma preparatoria sólo que él en un grado superior.

Ethan es un año mayor que yo.

─ Perdón, ya sabes que no soy bueno recordando cosas ─. Mencione en mi defensa.

─ Y que lo digas, aún sigo sin creerme que te aprendiera mi nombre ─. Bromeo.

─ Sería cruel de mi parte no aprenderme el nombre de mi compañero de juerga ─.

─ Ya, que mal que solo me recuerdes por eso ─.

─ No menciones eso, matas el momento ─. Le conteste mientras me dirigía a lavar las manos, las empezaba a sentir pegajosas.

─ Es la verdad ─. Me respondió.

Ethan era bisexual, lo descubrí cuando uno de nuestros muchos días de juerga intento besarme.

Al principio creí que era efecto del alcohol, ya sabes esas cosas te apendejan mucho. Pero al día siguiente se me confesó me dijo que le gustaba y que quería algo más que mi amistad, pensé que era broma puesto que desde que éramos amigos siempre le había visto con tías jamás con un tío.

Lamentablemente no fue así. Yo le rechace, le dije que no le veía de esa forma y después de eso las noches de juerga empezaron a ser tan escasas hasta que ya no hubo ninguna más.

─ ¿Qué estudias? ─. Me pregunto, con tal de volver al momento de camaradería. Se lo agradecí internamente.

─ Bellas artes ─.

─ Debí imaginarlo, en la prepa cuando no estabas conmigo o haciendo quien sabe qué, siempre estabas dibujando ─. Menciono mientras empezaba a entrar a un cubículo. ─ Cuando dibujas te encierra en tu mundo viejo ─.

No podía objetarle nada, ciertamente para mí dibujar era mucho más gratificante que estar escuchando las tonterías de las personas.

─ ¿Y tú qué estudias? ─. Pregunte, cuando termine de lavarme las manos

─ Para Arquitecto ─.

─ Ya ─. Fue lo único que pude decir, ya no se me ocurría como seguir la plática así que me decidí a despedirme e ir al salón, Gumball había venido a buscarme si me iba ahora quizá llegara justo detrás de él.

─ Te gusta alguien verdad ─.

─ ¡¿Qué?! ─. Grite, más por la conmoción de que él se hubiera dado cuenta que por cómo se dio cuenta.─ ¿Se me nota o algo? ─. Pregunte mientras me palpaba la cara como si tuviera “algo” que me delatara, no sé un letrero o la cara diferente ¡Algo!

─ Así que es verdad ─.

─ ¿A qué te refieres con eso? ─. Él no lo haría… ¿O sí?

─ Sólo pregunte al azar, pero por la manera en la que te exaltaste veo que es verdad ─. Maldito, lo había hecho. ─ ¿Y quién es la afortunada? ─

─ Estúpido no pienso decirte nada ─.

─ Así que no es “ella” sino “él” ─. Menciono, ¡Carajo cómo odiaba que hiciera eso!

─ Sabes que odio que hagas eso ─. Dije con la voz irritada debido al enojo y a… situaciones que no hacia mucho habían pasado.

─ ¿Hacer qué? ─. Pregunto Ethan, claramente se estaba haciendo el desentendido.

─ Saber las cosas antes de que yo te las diga ─.

Odiaba que lo hiciera, Ethan era muy perceptivo y debido a eso a él no le podía mentir, no es que no quisiera sino que lo había intentado y había fallado con mucho éxito. Nos llevábamos bien siempre y cuando él evitara hacer su lectura de mente.

Él debería estudiar para psicólogo, no para arquitecto.

─ No es mi culpa, sólo pasa. No lo puedo evitar ─.

─ Da igual, me voy a clase ─. Chasqueé la lengua y me dirigí directo a la puerta, debía irme antes de que Ethan supiera algo más.

─ Así que va en tu salón eh ─. Oí decir cuando yo estaba cerrando la puerta.

─ ¡Arhg! ¡No lo hagas! ─. Grite estando fuera del baño.

 

***

Gumball

Las clases fueron de lo más tranquilas, para mi fortuna Marshall llego momentos después de que yo entrara al salón así que el profesor lo dejo pasar y pues como él en serio llego tras de mí pues técnicamente no mentí.

Después de eso las últimas clases transcurrieron de lo más normal, excepto que Marshall parecía evitarme.

─ ¡Hey! Marshall ─. Grite mientras corría hacia él.

Las clases ya habían terminado así que nos dirigíamos a casa, habíamos acordado irnos juntos… pero. Marshall se había adelantado dejándome atrás.

─Hmm Gumbal ¿Qué pasó? ─. Me pregunto mientras se volteaba a verme

─ Eso es lo que quiero preguntar ─.

─ ¿Por qué? ─. Dijo. Mientras continuábamos nuestro camino para coger autobús.

Algo había pasado ¿y si estaba enojado por mi culpa? Al menos que me diga qué hice. Digo así por lo menos me puedo disculpar.

─ Después de que llegaste del baño hoy en la mañana no me has hablado ¿Te hice algo? Porque si es de esa forma dime el qué para que yo pueda disculparme ─.

─ No hiciste nada ─. Y volteo a ver a otra parte.

─ ¡Entonces por qué no me ves ¡Me evitas! ─. Grite. Odiaba que me ignoraran y aún más que me ocultaran cosas, era claro que le había hecho algo si no fuera así no me evitara.

─ N-no te evito, no te veo ahora porque estamos caminando si te veo chocare con algo ─.

─ Has tartamudeado ¡Lo haces! Dime qué dice -baje mi voz- si hice algo que no te agradara lo siento, a veces digo cosas que hieren a la gente pero no lo hago a propósito, y no sólo ahora me evitas también lo hiciste en clases ─.

─ No es tu culpa, mira ayer no dormí bien y es por eso. No has hecho nada, tranquilo ─.

─ ¿Estás seguro? ─. Pregunte con la duda en la voz.

─ Si, estoy seguro. Apurémonos a llegar a casa hay que arreglarnos para la fiesta de Betty ─. Y Marshall apresuro el paso conmigo detrás de él.

Algo me decía que eso era mentira, pero si yo no era el culpable como él había mencionado entonces no me preocuparía. 

 

 

Notas finales:

Nos vemos luego, tratare de subir el siguiente capítulo está semana, no sé, quizá y con suerte mañana ya estara la segunda parte :3


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