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Tan dulce como la miel por AlmaGTOP

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Notas del fanfic:

Les confieso que tenia planeado hacerlo un fanfic, pero por una causa u otra no pude hacerlo, así que lo hice solo one shot. Tal vez le haga una segunda parte. Realmente no sé, todo depende de si les gusta o no xD. 

Sábado Cuatro de la mañana y aún no podía dormir, seguía pensando en ese tema y aún no se decidía a aceptar la realidad. Daba vueltas por toda su cama arrugando las sabanas intentando encontrar otra solución posible, pero por más que lo pensaba no parecía haber otra explicación más que esa. Mañana era el día y aún seguía discutiendo consigo mismo. 
Sabía que desde un principio se había sentido atraído hacia esa persona pero tanto como estar "enamorado" era algo que no podía aceptar tan fácilmente. Siempre había tratado de autoconvercerse que era solo "atracción pasajera", frustrado soltó un resoplido, al parecer iba siendo hora de aceptar la realidad, pero... ¿porque era tan difícil?
Quizás porque nunca había pasado por su cabeza el enamorarse de un hombre, pero es que todo cambio cuando él apareció. Todos sus pensamientos se vieron invadidos por él de un día para otro... “Tengo que verlo otra vez”, "Esa camisa se ve preciosa en él", "Siempre se ve tan guapo y lindo". Con el último pensamiento se sorprendió ¿Cómo puede un hombre llamar guapo y lindo a otro? Definitivamente estaba enamorado no había más explicación.
Habiendo aceptado plenamente su sentir se puso a recordar, una sonrisa surco por su rostro al regresar al día en que se conocieron.

Flashback. 

Era un caluroso día, llevaba horas caminando visitando tiendas. Se arrepentía de haber aceptado acompañar a su amiga Ji Min de compras, pero es que no se había podido negar al puchero que ella le había mostrado. Un pequeño golpeteo en su hombro le saco de sus pensamientos.

- Mira Seung, esa tienda de allá vende accesorios, es lo único que me falta para completar mis atuendos, vamos -le decía una chica de pelo largo.

-Estoy cansado Min, ¿podemos descansar un rato?

-Pero si apenas llevamos 3 horas de compras Seung, no es para tanto - Seung hizo un gesto de inconformidad- Aish, siempre es lo mismo. La próxima vez mejor vengo sola -soltaba enojada-

- No te pongas así Min, sabes que me gusta acompañarte pero... hay veces que exageras con las compras.

- Esta bien Seung, descansa tu mientras yo voy a ver los accesorios -

- ¿Pero no estas enojada? - decía el pelinegro un poco asustado

- No, no estoy enojada -soltó un suspiro- mira si quieres espérame en ese café -decía señalando un local de más adelante- en un rato regreso contigo, no tardo.

- Ok, te espero allá entonces.

Caminó directo al café, devolvía de vez en cuando la cabeza para ver en donde se metía su amiga, una vez comprobó donde entro apuro su paso y se internó en aquel local.

Un aroma dulce se internó en sus fosas nasales, se dirigió a la barra dispuesto a pedir un frapuchinno.
Pero al llegar, sus ojos inmediatamente se posaron en un fino cuerpo. De espaldas se encontraba ese divino ser, enfundada en un pantalón negro ceñido dejando ver sus largas y delgadas piernas, haciendo juego con una blusa blanca y un mandil negro cuyas correas se envolvían sobre esa cintura pequeña cual maniquí de aparador, añadiéndole al ya de por si hermoso cuerpo un sedoso y brillante cabello corto color castaño. A las chicas últimamente les gustaba el pelo corto, quizá fuese por el clima caluroso que reinaba en esa época.

Ni tardo ni perezoso ideo un plan, a lo mejor después de todo no sería un desperdicio total de su día. Igual y hasta conseguía una cita. Sus labios se curvaron dejando ver una sonrisa.

- Hola guapa, podrías darme un frapuchinno por favor- soltó en tono seductor.

Aquel cuerpo joven, se dio la vuelta revelando su rostro y su verdadera identidad. Oh sorpresa ¡Era un hombre!

-Oh - Fue todo lo que pudo pronunciar Seung, se había quedado helado. - Y...yo no sabia, perdón.

- No se preocupe señor en un momento lo atiendo, puede usted tomar asiento en un momento le llevo su orden - respondía un castaño con el rostro sonrojado, cosa que no pasó desapercibida por Seung.

Asintió levemente y se dirigió a una de las mesas tomando asiento. Aquel lugar era cómodo, colores neutros lo adornaban era como si fuera algo retro, le agradaba. Quince minutos habían pasado desde que llego y el seguía contemplando el lugar, hasta que noto como una figura se encaminaba hacia él.

La primera imagen que vio del rostro de aquel chico volvía a su mente.

Ojos color avellana cubiertos ligeramente por un flequillo, nariz delgada y afilada que concordaba con todo su rostro, mejillas sonrojadas ocasionadas por aquel pequeño malentendido que lo hacían lucir lindo. Pero lo que más llamo su atención fueron esos ligeramente gruesos y carnosos labios rojos que pedían a gritos ser besados.

¡Diablos! Pero en que rayos estaba pensando, sus pensamientos se detuvieron de golpe justo cuando aquel castaño depositaba su pedido en la mesa. Largos y delgados dedos se dejaron ver en ese acto. 

-A...aquí esta su orden señor - el sonrojo del menor era evidente, tal pareciera que la precencia de Seung hacia mella en él- ¿gu...gusta algo más? - nerviosamente balanceaba su pie derecho de izquierda a derecha.

El pelinegro quería, deseaba y necesitaba saber su nombre, así que reunió algo de valor y pregunto

- De hecho sí... podrías - no pudo terminar la frase ya que Min entro al lugar. Rápidamente se puso de pie y la llamo con la mano. En cuestión de segundos la chica se encontraba a su lado tomando asiento.

- Un té helado por favor - decía a la vez que volteaba a platicar con Seung, el chico no se había movido ni un poco así que la chica chasqueo los dedos molesta para sacarlo se su ensoñación.

- Lo lamento, en un momento se lo traigo - un pequeño gesto de molestia se pudo ver en su rostro, y no era precisamente por la actitud de la chica, sino porque sentía que había interrumpido algo importante, algo relacionado con lo que el pelinegro le diría. 

Seung solo alcanzo a ver como aquel joven se retiraba, volteo a ver a su amiga e inmediatamente le recrimino su actitud poco amable.

- Podías ser un poco más amable Min.

- Como sea Seung - le miro un poco molesta - después de acabar aquí, nos regresamos a casa.

Comenzaron una plática en la que Seung no estaba pendiente, pareciese como si la escuchara pero si prestabas atención podrías ver que toda su atención era dedicada al castaño en el mostrador.

Ambos terminaron y pidieron la cuenta, a punto de salir de aquel local Seung giro la cabeza y vio al castaño dirigirle la sonrisa más pura y hermosa que jamás haya visto. 

Un último pensamiento llego a si cabeza, tenía que regresar... no, definitivamente regresaría.

Fin del Flashback

Y lo hizo, tal vez no al siguiente día pero si a la semana siguiente. Cada visita era igual, pedía algo y se sentaba en una mesa donde tuviera plena vista del mostrador, podía pasar horas observando el trabajar de ese chico. Entre una de esas visitas al local tomo la decisión de saber más de él, sin embargo le tomo unas cuantas vistas más el volver a tomar valor y preguntar su nombre.

Ji Yong, ese era. Nunca un nombre le había parecido lindo hasta este entonces. Pero es que no podía evitar gustarle cada cosa, cada acción, cada parte del castaño. También se había enterado de su edad, era un año menor que él. Tenía 21. Otro dato importante que había descubierto era el hecho de que no tenía novia, no podía olvidar la gran sonrisa que apareció en su rostro al enterarse de eso.

Es por eso que un día se dispuso a invitarlo a salir, claro en plan de amigos según él. Grande fue su sorpresa al recibir un "si" como respuesta. La cita estaba acordada, era el siguiente domingo. 

- Mañana- suspiro

Ahora que asumía que era lo que sentía, su corazón se sentía más ligero. Sonriendo como tonto al pensar que mañana lo tendría para él y prometiéndose a si mismo que lo enamoraría cayó rendido en brazos de Morfeo.

Lo que él no sabía era que sus sentimientos eran correspondidos, y no solo eso sino que aquel castaño también iba con la intención de enamorarlo. 

Pronto ambos se verían enredados en una telaraña llamada amor.

********************************************************

Pov. Ji Yong 

Hoy era el día, mi interior me decía que sería un día especial. Había decidido avanzar con Seung, nuestra relación era solo amistad pero, tenía en claro que quería ser más que un amigo. Lo quería y no precisamente como un hermano, lo que quería como hombre, estaba totalmente enamorado de él. Me arregle lo mejor que pude, bueno siempre me vestía bien pero… hoy precisamente puse mi mayor esfuerzo. Mire el reloj y de hecho faltaban menos de 15 minutos para nuestra cita. 
-Demonios – Masculle. Tome las llaves del auto y partí rumbo a aquel parque, solo esperaba que no me tocara un tráfico de muerte. 
Cinco minutos… cinco minutos tarde, espero que Seung no se moleste por el retraso. Lo busque con la mirada pero no lo encontré, quizás tardaría un poco más. Camine hasta toparme con un árbol y me senté a su sombra, esperaría por él.
¿Qué hora era?.. Me había quedado dormido, intente removerme pero un peso sobre mi hombro me lo impidió. Gire el rostro y él estaba ahí, durmiendo… apoyado en mí. Su cabeza descansaba sobre mi hombro derecho, podía escuchar su respiración incluso. Un lento y suave respirar que era como una hermosa melodía. 
Instintivamente deslice mis dedos por su cara. Cejas pobladas y un par de pestañas espesas que eran el marco perfecto para esos profundos ojos negros. Nariz afilada, y… esos delgados pero carnosos labios rojos. Estaba a punto de tocarlos cuando empezó a despertar.
-Mmm… Ji – me llamo. Sus ojos se fueron abriendo poco a poco, cuando logro enfocarme bien, una sonrisa surco por su labios. ¡Demonios! Se veía tan lindo. No pude evitar sonrojarme. 
-Ho- hola Seung - ¿Por qué diablos estaba tartamudeando? 
Otra vez, otra vez está sonriendo. Maldita sea Seung, deja de sonreírme así porque no creo que pueda contenerme.
-Hola Ji, lamento el retraso. Anoche me dormí muy tarde y me quede dormido –
-No te preocupes hyung, fueron… ¿cosas del trabajo?
- de hecho no, no podía dormir porque estaba pensando en ti-i…- ¡Mierda! Que había dicho, ¿dijo que… no durmió por estar pensando en mí? ¡Oh Dios mío! ¡Oh dios mío! ¿Qué hago? ¡QUÉ HAGO!
-Este… emmh – de mi boca no salía nada y tal parece que él se quedó en las mismas. Ambos solo nos mirábamos con las caras sonrojadas y los ojos ligeramente abiertos. 
-Di-disculpa si te incomode Ji, creo que será mejor que hablemos en otra ocasión- Se levantó rápidamente y empezó a caminar.
Se va, se va. Maldita sea Ji Yong ¡Reacciona!
Como pude me levante y corrí a alcanzarlo. Estaba por llegar a la fuente cuando le tome del brazo. Volteo a verme y entonces hable.
-¿Por qué? – mi voz salió casi como un susurro
-¿Por que qué Ji Yong? – parecía no entenderme, así que volvió a formular mi pregunta. Necesitaba que me dijera porque me había dicho eso.
- ¿Por qué estabas pensando en mí?- vi cómo se mordió el labio inferior y dudaba en responderme.
- Vamos Seung contéstame ¿Por qué?
- Pues… porque… esto… aishh, es tan difícil – se removió el cabello con una mano y dijo - Me gustas Ji Yong, me gustas mucho. 
¡Oh Dios! ¡Oh Dios! Pellízquenme, alguien pellízqueme. Díganme que este no es otro de mis malditos sueños. 
-Seung, yo… yo – Por más que intentaba decir algo mi mente aún seguía en shock por aquella confesión.
-Ji, tal vez esto te parezca extraño, no se quizás hasta repulsivo, pero en verdad te quiero. Amo todo de ti, tus gestos, tus sonrisas, tus pucheros, la forma en que arrugas la nariz cuando algo te disgusta, todo. Todo de ti me encanta. Hasta ayer no aceptaba mis sentimientos, pero ahora, estoy completamente seguro de lo que quiero y te quiero a ti. Puede que ahora quieras alejarte de mí lo entiendo – cállate – lo aceptare si esa es tu voluntad pero – que alguien lo calle, por favor- por favor no me pidas dejar de amarte
-¡Cállate idiota!- No me resistí más y lo abrasé. Me amaba, me amaba como yo lo amaba a él. Era tan feliz. – Yo también te quiero tonto – Me separe un poco de él y por fin uní nuestros labios.
Sus labios eran tan dulces, tan suaves, ese toque fue lento, tranquilo, disfrutando de cada roce, de cada movimiento. Aun con los ojos cerrados nos separamos de aquel contacto, sus manos se posaron en mis mejillas acariciándolas.
-Te quiero- lo oí susurrar y abrí instintivamente los ojos– no, te amo Ji Yong. Te amo y quiero estar contigo ahora y siempre. Quiero cuidarte, quiero formar parte de tu vida de ahora en adelante, estar a tu lado en las buenas y en las malas- no pude evitar reír ante sus palabras- ¿qué pasa?- pregunto curioso
-pues que suena como si estuvieras leyendo tus votos matrimoniales – una risilla escapo de mis labios otra vez.
- tonto, rompiste el momento – me miro con indignación fingida.
-Bueno, en que estábamos- Rodeé su cuello con mis brazos
- Mmh en nada, te estaba diciendo adiós- intento zafarse, pero apreté mi agarre
-¡Seung!- grite, ahora el que estaba riéndose era él.
Dejo de reírse y en un movimiento rápido atrapo mis labios nuevamente, esta vez era un beso más fuerte, más necesitado. Estaba cargado de todo ese sentimiento puro y hermoso llamado amor. Nos separamos del beso de a poco y unimos nuestras frentes, nuestras respiraciones eran agitadas. No hacían falta más palabras, todo había quedado más que claro. No sonreímos cómplices y al mismo tiempo un “Te amo” se escuchó.
Fin Pov Ji Yong

A lo lejos se podía divisar una silueta de dos jóvenes enamorados. Sonriéndose el uno al otro, con las manos entrelazadas y con los ojos iluminados… iluminados por el amor. Un amor que era solo de ellos. Un amor que les llenaba el alma. Un amor infinito. Un amor que era… tan dulce como la miel.

Notas finales:

Pues eso es todo xD

Si no les gusta pues... se aguantan(? xDDD

ya en serio cualquier cosa, haganmela saber en un rr. 

Gracias por leer <3


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