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Nunca le dejes a alguien más, algo que tú mismo puedes hacer… por SherryJaegerjaquez

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Notas del fanfic:

¡Hola! Este es mi primer fic de Gintama, y bueno lo hice porque el GinHiji (se convirtió en mi segunda pareja favorita) me enamoro XD. A parte de eso una amiga que también es fan de esta pareja me dijo: “Crea una historia de ellos” y yo como buena amiga lo hice. (En realidad me amenazo XD) asi que Valeria aquí está tu regalo

Por cierto Gintama no me pertenece es propiedad de Hideaki Sorachi c:

Notas del capitulo:

Es un one-shot espero les guste.

Las cartas de Amor, eran una ridiculez, aquellas cartas solo hacían ver a las personas como unas patéticas

Pero si eso era cierto entonces…

¡¿Por qué lo estaba haciendo?!

Suspiro resignado para luego darle una gran bocanada a su cigarrillo. Frunció el ceño al ver aquella carta tan…estúpida que el mismo había escrito, tomo la carta en sus manos y la vio de reojo. Libero el humo de su boca e intento romperla más al momento de querer hacerlo se detuvo.

El vicecomandante, Hijikata Toshiro, estaba indeciso, nuevamente puso el cigarrillo dentro de su boca. Esa carta, en todo el sentido de la palabra era “repugnante” a su parecer, no creía que esas frases las hubiera escrito el con su propio puño y letra.

Seguía mirando la carta con repudio, era algo que no podía entender ¿Cómo podía escribir aquello? Y más aún ¿Por qué se lo escribía a la persona más estúpida de todo Edo? Tal vez solo quería ¿Desquitar su “enojo” hacia dicha persona?

Termino su cigarrillo y fue por el octavo cigarro del día. Apenas eran las 10 de la mañana y el ya parecía muy estresado. 

Leyó la carta una y otra vez.

Borro.

Corrigió.

Y  volvió a borrar palabras que “no le gustaban” estaba esmerándose en hacer de esa carta la mejor, quería que ese pedazo de papel retuviera sus “estúpidos y ridículos” sentimientos, sentimientos que nunca nadie iba a ver o mejor dicho leer.

Justamente por eso odiaba sus días libres, no había momento en que no se quedara solo, aunque fuera  invitado por sus subordinados siempre terminaba  aburrido, de las tonterías que hacían, debes en cuando  se divertia, pero justamente por eso cada día libre era una pesadilla para si mismo, las ridiculeces de sus subordinados lo hacían recordar a esa larva social que era aquel tipo. Quiso contrarrestar sus pensamientos con otro cigarrillo, dirigió su mano a su pequeño paquete, lastima, que ese había sido el último. Suspiro derrotado y volvió a releer  su carta.

Estaba conforme con el resultado, la carta en si no era embarazosa, ridícula o muy cursi, era mas bien algo “normal” o eso pensaba el vicecomandante. Guardo su carta en su chaqueta sin siquiera mirarla y salió conforme de su oficina, era hora de irse a casa, no sin antes hacer su última orden al tipo de la raqueta, ya no quería hacer más trabajo, estaba cansado y obviamente podía mandar a Yamazaki a hacer su trabajo. busco con la mirada al chico, para encontrarlo “practicando” se dirigió a él con calma. Pensaba en golpearlo por su ridiculez nata de querer practicar con aquella porquería, pero esta vez no, ahora tenía algo que decirle. Finalmente lo encaro.

-Yamazaki.-Fue ignorado olímpicamente por el otro.

Si esa ofensa no iba quedar impune, debía controlarse en esos momentos, tomo al chico de los hombros y lo derribo hacia el piso. El de la raqueta solo pudo sentir un dolor en su cabeza. Sobo el lugar de donde provenía el dolor y logro dar con el vicecomandante, totalmente molesto. Nervioso por la situación intento hablar como si nada.

Hijikata escuchaba salir de la boca del otro un sinfín de incoherencias, suspiro e intento tranquilizarse.

-¿Quieres callarte?-finalmente el otro sujeto se calló y escucho lo que tenía que decir su superior.-Necesito que lleves el montón de cartas que están en mi oficina.-Ordeno

-¿Todas?-Inquirió el chico incrédulo.

Sin siquiera mirarlo el azabache le dio la espalda para luego darle la orden de llevárselas a Sougo, pues el castaño sabría qué hacer con esas cosas, salio del lugar.

El de la raqueta vio salir al otro, y se dispuso a ir por aquellas cartas. Entro a la oficina y vio una gran cantidad de ellas ¿Por qué habría tantas? Se preguntaba el chico al momento de echar los papeles en un costal, rejuntando una por una veía el destinatario sin tomarle importancia. Condujo su mano hacia el pequeño escritorio-o mejor dicho mesa- y tomo una carta con un sobre color gris. Confundido miro la carta por varios minutos, no entendía porque algo asi era tan sutil, el sobre se veía demasiado trabajado, casi parecía de esas cartas de amor que mandaban los enamorados.

Leerla o no leerla, esa era su cuestionamiento, la curiosidad innata era demasiada, ¿Qué persona de todo el Shinsengumi habría echo aquella extraña y trabajada carta? Tal vez debió ser su jefe Kondo para aquella mujer que siempre lo golpeaba, si esa debería ser o a lo mejor no. Finalmente se rindió y dejo caer la carta sobre las demás, no seria un chismoso eso seria una tontería, se puso el costal sobre su espalda y camino hacia donde se encontraría el castaño sádico. Camino por varios pasillos y por varios minutos. Estaba cansado no encontraba a Sougo y el costal era pesado ¿Quién decía que el papel no era pesado? Después de unos minutos giro en un pasillo y ahí visualizo al chico sentado, seguramente planeando como matar al vicecomandante. No queriendo molestarlo por mucho tiempo solo dejo el costal en el piso, para sorpresa de este, el castaño volteo y lo miro.

-Hijikata-san, dijo que te trajera estas cartas, y que ya sabias que hacer con ellas.-Fue todo lo que dijo para luego salir del lugar, volveria a practicar como un buen soldado.

Sougo miro el costal ¿Cómo sabría qué hacer con esa porquería? Sin duda alguna era un aburrimiento hacer algo con cartas. Desde que Kondo dijo que cada uno debía hacer una carta para alguien especial, el lugar se había hecho un caos y no de esos caos donde las cosas vuelan por el aire y los demás peleaban entre si, no ese era un caos donde todos no sabían que escribir en un papel y mucho menos a quien dirigirla y el claramente no lo iba a hacer. Tampoco creía que el vicecomandante lo haría, reviso el costal y en la cima logro dar con el sobre gris que sobresalió sobre los demás porque ese sobre gris era una cosa digna de llamarse carta, pues las demás eran un total asco. Tomo el sobre, para preguntarse ¿Quién la haría? Y mas importante a ¿Quién? Leyo el destinatario, no pudo evitar abrir los ojos como plato al  ver el nombre. Pero lo extaño es que no tenía el remitente “¿Quién la hizo?” se preguntaba el chico. Pensaba en los posibles escritores del lugar más ninguno tenía contacto con el tipo de la carta.

Sin querer darle importancia al asunto la volvió  a dejar en su lugar tomo el costal y salio del lugar, el tendría que repartir esa tonta carta, si solo una, porque esa del sobre gris era la única con pinta de carta.

Deposito cada una en su buzón correspondiente “Valla trabajo de mierda” se decía asi mismo al ir de cartero por todo Edo. Metio la mano en el costal para tomar la ultima carta, esa carta la dejo para el final pues por raro que pareciera quería entregarla personalmente. Finalmente se dirigio a la Yorozuya, rápidamente visualizo a la chica monstruo con el perro de gran tamaño. El chico de los lentes intentaba hacer su trabajo mas parecía imposible al tener que lidiar con la personalidad del de  la permanente y la de cabellos naranjas. Subio por las escaleras y se puso frente al chico que leia tranquilamente la Jump.

La vista carmesí se poso sobre él, sin importancia, era hora de darle la carta.

-Toma.-Extendió su mano hacia el chico que yacía sentado. Era sumamente extraño esa escena era demasiado perturbadora.

Gintoki tomo la carta sin siquiera mirarla, en esos momentos la jump era la prioridad. El castaño iba irse mas la chica empezó a hablar.

-Valla, ¡Gin-chan, tiene un admirador!-Grito, haciendo que el castaño frunciera el ceño-No crei que fueras un maldito Gay.-Esta vez se dirigio al del shinsengumi mientras lo apuntaba con su dedo.

-¡Cállate!

-Lo siento, pero no eres mi tipo.-El yorozuya le devolvió la carta sin despegar la mirada de su Jump.

Un tic se formo en su ojo derecho, a parte de que quiere darle la carta de buen modo, esos malditos lo tachan de Gay y lo peor aun ¡Lo rechazan! ¡Un momento, en que rayos pensaba¡ se estaba tomando demasiado enserio las bromas de aquellos. Queriendo darle fin a eso, le arrojo la carta en la cara al de ojos carmesí, para luego irse.

-¡¿Estas dolido?!-Volvio a Gritar Kagura al ver como el chico bajaba del lugar.-¡¡No te rindas, tal vez puedas conquistar su corazón, Gin-chan puede amarte!!

Estaba harto de esa niña, pero debía irse, siguió caminando no sin antes decir:

-¡¡Yo no hice esa carta!!  Alguien mas la mando ¡¡¡Imbéciles!!! ¡No entiendo como alguien puede hacerle una carta a alguno de ustedes!-Grito antes de irse.

-Y bien, Gin-san ¿No la vas a leer?-Pregunto curioso Shinpachi, quien se mantuvo callado durante un tiempo.

Sin embargo  fue ignorado, su “Jefe” seguía leyendo, con la carta tirada en el suelo. Sin importárle nada mas. El de las gafas rejunto el pequeño sobre.

-Esta…¿Carta es para Gin-san? Dudo mucho que la persona que escribió esto sepa como eres en realidad. Si no la quieres leer la leeré yo.-Aseguro el chico que se daba paso a abrir el sobre junto con Kagura que se le unió.

Gintoki no mostraba preocupación a que sus empleados leyeran aquella rara carta, en vez de eso se enfocaba cada vez mas en la revista, pues según el “One piece” se ponía cada vez mas interesante al igual que muchas otras tal es el caso de: “Naruto” “Bleach” entre otros. El yorozuya seguía en su mundo el mundo del manga, en esos momentos quería ser uno de los protagonistas, pero era demasiado flojo como para hacerlo, finalmente volteo la pagina  para darse cuenta de que, había acabado de leer. Molesto cerro su revista y poso sus ojos sobre los chicos que leían con euforia ¿Tan buena era esa carta? Con curiosidad se dirigio a ellos, de todas formas esa carta era para él.

Shinpachi estaba impresionado, no creía que alguien pudiera estar tan enamorado de Gin. Kagura por su parte reía ante tanta cursilería. Tan entusiasmados e interesados en seguir leyendo no se dieron cuenta de Gintoki que se abría paso al lugar y en un movimiento rápido tomo la carta.

-¡Gin-chan! ¿Por qué hiciste eso? Se estaba poniendo bueno el asunto-Reclamaba la chica de los chonguitos.-Eres malo.

-Ciertamente esa carta no la escribió Saa-chan.-Decia Shinpachi mientras se acomodaba las gafas.-No es su estilo.

El de la permanente rodo los ojos y se dispuso a leer la carta.

Continuo leyendo y era… ¡Por dios jamás pensó que alguien estuviera tan enamorado! Movia los ojos rápidamente al leer súbitamente la carta, cada vez se sorprendia mas del contenido de está.

Rato después termino de leerla, no sabía nada, seguramente se habrían equivocado porque el, ni era el hombre “caballeroso” y mas aun ni siquiera había entablado conversaciones con una chica, bueno tal vez si, pero no al grado de que escribiera eso. Suspiro y volteo a ver a sus empleados.

-¿Y qué paso Gin-san?-Cuestionaba el pelinegro.

Gintoki no respondio solo tiro la carta como mera basura.-Es una tontería, Shinpachi, Kagura.

Los mencionados se miraron entre si, para ver como el peligris bajaba del lugar.

 

 

-¡Maldita sea!-Maldecía al aire, mientras buscaba por todo el lugar.-¿Dónde está?

Hijikata se había dado cuenta-muy tarde- de que había  tomado el sobre equivocado en vez de eso tomo la carta “falsa” que iba a enviar, por ordenes de Kondo. Si en definitiva sus días libres apestaban.

Salio del lugar para dirigirse al shinsengumi, seguramente todavía debería estar ahí, considerando que Yamazaki era un imbécil. Corria por todo Edo como loco desquiciado,  no se imaginaba que pasaría si alguien la leyera, maldita idea de haber escrito una carta para ese idiota. Lo peor de todo era que ¡No sabía ni cuando se enamoró! Lo único que recordaba era que no podía sacar al desgraciado yorozuya de su cabeza.

Con suerte no se lo encontraría. Oh pero estaba muy, muy equivocado, en sus días libres siempre se encontraba con él, y esta vez no seria la excepción. Sintió chocar con alguien y si, ciertamente era aquel tipo, que sobaba su cabeza, vio como su mirada se ponía sobre él, era realmente incómodo.

-Hijikata-kun~-Canturreo al ver como el peli negro se veía mas rojo que una fresa ¿por qué?  Si nunca eso pasaba, el chico se veía agitado señal de que estaba corriendo.

Maldita sea su suerte, se topó con él, en el lugar y momento equivocado. “¿Y si ya la leyó?” se preguntaba, pero al ver la tranquilidad de este sabia que aun no ¿cierto?

-Y-yorozuya, ¡Quítate! Estoy muy ocupado.

-Hijikata-kun~ ¿Estas bien?-Pregunto.

Hijikata lo ignoro y se dispuso a caminar. Mas fue detenido por el otro.

-¿Por qué tanta prisa? Ni que tuvieras una cita.

-No te interesa lo que haga,  aparte de eso ¿Por qué diablos me sigues?-Le era difícil, quería irse ya.

El peli negro solo escuchaba los pretextos de Gintoki salir de su boca, de verdad era un idiota, el tipo era demasiado extraño no sabía ni porque le gustaba, sus personalidades siempre chocaban, pero lo raro era que tenían cierta “chispa” al momento de estar juntos, era como si estuvieran en una amistad/enemistad. Necesitaba un cigarrillo o mayonesa o tal vez las dos cosas, intento seguir caminando ignorando al otro quien seguía hablando de que él era un acosador. Y no supo porque pero el tipo comenzó a tocar el tema de las cartas de amor. Trago duro al pensar que este sabía de su carta. Intentando dejar ese tema hablo tranquilo.

-Las cartas de amor son una ridiculez. Tonto el que haga una.

-¿Verdad que si? Ya sabía yo que no era el único que pensaba eso.-Comentaba sin importancia.-Además es mejor decir las cosas de frente.

-¿A qué viene eso, yorozuya?-Pregunto no queriendo saber la respuesta.

-A nada, solo que recibí una carta, y no se de quien sea.

¡Maldita suerte de mierda tenía! El de la permanente ya había leído la carta, no era tan malo, no puso su nombre. Intento actuar tranquilo y burlarse de él.

-Ja, no sabría decir quien en su sano juicio le escribiera una carta a un tipo como tu, esa persona a de estar loca.

-¿Personas como yo? Y ¿Cómo soy yo? ¿Eh?-Dijo molesto por el comentario del vicecomandante.-Cualquiera podría enamorarse de mi, Hijikata-kun~

-Pues eres: molesto, flojo, mal hablado, imbécil…-Maldicion ese chico tenía demasiados defectos.-Pero…a veces eres una persona que haría todo por otra, te preocupas por los demás…

Quería callarse si seguía no sabría a donde llegaría todo. Lastima su boca seguía diciendo palabras. El yorozuya miraba con su usual mirada apática todo lo que decía aquel de su persona. No sabía si era bueno o malo escucharlo, iba a ir a jugar pachinko, pero por asares del destino tuvo que chocar con él, se preguntaba el porque de su agitación y porque cuando toco el tema de las cartas el chico se sonrojo levemente. Algo le estaba preocupando el tipo no dejaba de hablar, cansado de eso pensó formas de callarlo: golpearlo, si tal vez asi se callara, pero por “casualidad” fue empujado por un hombre regordete. Lo siguiente que vio fue en cámara lenta: el siendo empujado y cayendo encima de un Hijikata con los ojos cerrados alardeando sabe que y sus labios chocando por error.

Los ojos de los dos se abrieron como platos, Hijikata no pudo reaccionar ante aquello tan ocupado estaba hablando del yorozuya y sus defectos y cualidades que cuando volteo él estaba abajo del de ojos carmesí. Gintoki solo quedo paralizado ¿Qué mierda había pasado? Estaban tirados en la calle mientras todas las personas los miraban como bichos raros. Tranquilo él se separo del chico quien aun seguía estático.

-Hijikata-kun~, deberías levantarte.-Dijo tranquilo al ver al chico aun con los ojos mas que abiertos. Por inercia tomo de la mano al vicecomandante para poder levantarlo, paso sus manos sobre los ojos del peli negro para que reaccionara. No funciono, parecía demasiado traumado, asi que hizo lo mas normal que pudo: lo beso de nuevo. Y esta vez si reacciono, pero no de la forma que esperaba.

Hijikata formo un puño y se lo dio de lleno en la cara al otro.

-¿Por qué hiciste eso?

-No reaccionabas ¿Qué querías que hiciera?

Un silencio incomodo se formo entre ellos, mirándose el uno al otro el vicecomandante giro la vista a otro lugar, no sabia porque Gintoki lo miraba como si nada hubiera pasado, definitivamente necesitaba un cigarrillo, busco en su chaqueta por si casualidad habría uno, y si tuvo suerte al encontrar uno en su bolsillo, lo encendió y tomo una gran bocanada, para luego liberarla. Asi continuo hasta que el cigarrillo se acabo, quería otro.

Gintoki lo observaba sin ningún objetivo, comenzó a recordar, la carta se la dio uno de los shinsengumi, el contenido era bueno en la carta decía sus defectos, pero sus cualidades también, justo como las estaba diciendo Hijikata y lo peor, la carta tenía cierto olor a tabaco y Hijikata… en ese momento un clic  se escucho en su cabeza. Valla que era estúpido.

-Hijikata-kun la carta ¿La escribiste tu?

El peli negro quedo perplejo, el yorozuya no pudo darse cuenta, asi que decidió mentir.

-Por supuesto que no, como yo voy a escribir tanta cursilería en una hoja de papel, y mas aun como voy a desperdiciar mi valioso tiempo en crear un sobre gris…-Se tapo la boca.

-Valla, valla Hijikata-kun me quiere~.-Sonrio  al ver como el otro se sonrojaba.

-¡¡¡Claro que no!!!-En ese momento sintió su cara arder, acaso ¿Estaba sonrojado?

Gintoki fingió desilusión y comenzó a caminar, estaba completamente seguro que Hijikata había escrito aquello, comenzó a caminar con la cabeza gacha. El vicecomandante lo vio alejarse, valla porquería, el yorozuya se iba, estaba conforme con que se fuera, pero si… ¿Ya no le habla?

-Maldicion…¡Espera!-Lo sostuvo de la mano, para ver como el peli plateado daba un sonrisa.-Maldito.

El de ojos carmesí empezó a reir ante Hijikata, quien estaba confundido ¿Se estaba burlando de el? No eso no lo iba a permitir estaba dispuesto a darle un golpe, pero el otro le hablo.

-¿Vas a golpearme?

-Eso intento

-Hijikata-kun, eso no hacen las parejas.

El vicecomandante solo pudo sentir un rubor en sus mejillas y seguido unos labios sobre los suyos. Quizá sus días libres no eran tan malos como pensaba…

 

Notas finales:

Yyy bueno aquí acaba (?) no sabría si continuarlo eso es decisión suya, creo que todavía se puede hacer mas con esto, pensaba poner lemon, pero no me agrada ponerlo en cuanto se declaran , tal vez en otra historia XD, pero bueeeeno, que se le va a hacer.

Gracias por leer.

Nos vemos!!! n_n/


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