Estoy como todos los días en la iglesia. Desde niño he sentido devoción por la iglesia, como mi familia; Bautismo, comunión, primario y secundario religioso, con un 10 en religión en cada cuatrimestre, y ahora, ya con veinte años, me siento dispuesto como para intentar ser sacerdote, conseguir tal título respetado. El sacerdote de la iglesia de mi barrio ya posee como 70 años. Es mi segundo padre. Ya que siempre he venido a colaborar con la iglesia en almuerzos para los indigentes, y ahora en alcohólicos anónimos.
-¿Ya han llegado los miembros? - Dije con una sonrisa gentil, como cada día, mientras acomodaba mis redondos lentes en el pasillo-
- Llegarán en unos minutos, ya todo está listo…-
-Oh ¡Perfecto!-
-Este, hijo mío, ¿Por qué usas siempre ese traje negro?-
-Se asemeja mucho a la ropa de un sacerdote, me da un poco de aliento usarlo.-
-En verdad has trabajado muy duro- decía sonriendo el gran sacerdote- Sería un honor que algún día me reemplazases tú-
-Wooaah- ¡Qué emoción que el padre diga eso! En verdad cada día me siento con más ganas de ser un sacerdote- ¡M…muchas gracias padre!-
Espero que la voluntad de Dios me permita llegar a tal papel…pero hasta entonces, será mejor que me concentre en hacer lo que se me ha comandado.
-Oh, espera.-
-¿Sí?-
-Veras, siempre las reuniones de alcohólicos anónimos suele ser grupos de gente…pero hay un miembro en especial que solemos atender aparte, exclusivamente-
-Oh, ¿Por qué?-
-Podría ser un mal ejemplo…para el resto. Suele ser algo irritable y ha pasado por cosas realmente terribles, que ni ningún miembro del grupo podría soportarlo o comprenderlo…-
-¿Y qué debería hacer? ¿Acaso quiere que me encargue de él hoy?-
-Pues…parece que tienes un espíritu fuerte y un alma pura. Tal vez el estar con un buen ejemplo le haga ponerse en su lugar … Sé que si cumples con esta misión podré cederte el puesto con seguridad-
-Esto… ¡Por supuesto!- Demonios…¿Qué clase de persona es esa?... ¡Oh, dije una mala palabra! Eso es un Rosario, debería ponerme a rezar ya mismo, pero, eso es imposible en estos instantes, debo preparar todo…
¡Bien, todo se ve precioso! El color del cuarto es de un color vainilla, y se ve una gran ventana cubierta con unas cortinas transparentes y el suelo es de un azulejo blanco que resplandece por cómo lo he fregado repetidas veces.
-En serio hijo, no deberías ser tan preocupado-
-Oh, no lo soy, solo quiero que los miembros estén cómodos.-
-Bueno, siempre fue un frenético de la limpieza…-susurra...Bueno, de todos modos es bueno ser limpio, ¿No?
-¡Ya son las 13.30!- corro a la puerta del pasillo para saludar a quienes llegan, y así tal vez encontrar a mi nuevo amigo al cual ayudaría con sus problemas. Pues, me ha gustado siempre ayudar a la gente… Es llamativo, mucha gente bebe alcohol para ahogar sus penas, pero aquí todos se ven muy deprimidos. Yo no he bebido nunca a excepción del trago que recibo en las hostias de cada domingo, tampoco tomo ningún estupefaciente, y me siento muy feliz.
¡Ya ha pasado tiempo y el chico no viene aún! Qué mala educación, yo aquí parado intentando ayudarlo y este no se presenta… Ah, recién ha entrado un chico. Vaya, su cabello es color vino y sus ojos lilas, lleva ropa muy desordenada y está muy despeinado. Su rostro está en estado de pura indiferencia, con unas pequeñas ojeras bajo sus ojos. Oh, pobre alma caída, debe ser a quien debo atender…aunque da algo de miedo.
-¡Buenas tardes!...-
-¿Dónde está el padre Domingo?- dijo fríamente, sin siquiera mirarme a los ojos.
-Oh, yo le atenderé a usted hoy-
- Y tú eres...-
- Grey Apricot-
- Apricot-san- decía en mal modo- realmente no quisiera tener que otro gesto de desprecio de más personas, así que, solo suelo hablar con el padre-
-Sabe, yo si tengo suerte, podría volverme sacerdote, así que puedo ayudarle-
- De acuerdo…. Soy Roshi Hairo-
Empezamos a caminar al aula desolada y algo pequeña en compasión a las otras.
- No debería llegar tan tarde-
- ¿De qué hablas? Apenas han sido diez minutos-
-Exacto-
- pff, qué paranoico- susurró. ¿Qué la gente cree que estoy sordo o qué?
Encendí la luz. La verdad es que es bastante pequeña esta habitación. Tan solo hay dos sillones y una de esas camillas típicas de psicólogos.
-Puede acostarse-
-Realmente no acostumbro a ponerme allí, mas bien, nos sentamos en los sillones.-
-Como le parezca cómodo.-Nos sentamos-Antes que nada quiero que sepas, que puedes contar conmigo para lo que sea. Dime lo que te pase y te ayudaré sin juzgarte.
Sonrío gentilmente, pero el chico sigue con la misma mirada indiferente…aunque…al menos ahora me está mirando a los ojos.
-De acuerdo-
-Cuéntame bien tu vida, tu infancia-
-Argh…¿es necesario?-
-Así puedo conocerte mejor…-
-De acuerdo…-
---------------------¨Anécdotas traumantes después…¨-----------------------------
Dios qué impactante…
-¿Estás bien?-
- Oh…sí…- ¿Eso puede considerarse infancia?...Ahora entiendo por qué bebe tanto…
-Puedo ir con el padre, si te pareció demasiado-Ya no se ve tan indiferente…
-¡No te preocupes! Continuemos.- No me gusta que me subestimen, si quiero ser un sacerdote, debo esforzarme al máximo.
-…Gracias por oírme…-
-¿De qué hablas? De eso trata esta sesión- Ya sueno a psicólogo.
- Ni el padre Domingo me ha pedido que le cuente mi infancia... ha sido liberador…creo que eres a la primera persona que le cuento esto…-
- Bueno, es bueno que nos tengamos confianza, Roshi-kun ja ja- Otra vez mi sonrisa gentil. Suelo hacerla todo el tiempo. Casi es el único gesto que sé hacer con la cara. ¡Diantres! Este chico se ha levantado de de golpe y se ha abalanzado sobre mí…¿Qué es esto?...Es una sensación embriagadora en mi boca…¿Esto…es un beso?... ¿Qué demonios?- ¿Qué está haciendo? Aunque forcejee es inútil, sus manos toman mis muñecas con una fuerza descomunal, su cuerpo cubre el mío, que intenta refugiarse débilmente en el sofá, mientras su boca venda la mía. Su lengua recorre cada centímetro de la mía, dejando el sabor amargo del vino, sofocando mis gritos.
Con un movimiento rápido ha tomado ambas muñecas con una mano y con la otra ha tapado mis labios.
- No grites…-
-¿Qué haces?- digo con dificultad a este bastardo…¡Qué demonios! Me hace decir blasfemias….
- Tan solo le estoy demostrando mi confianza -
- ¿Es acaso una tradición suya o qué?...-
-Podría decirse…sí.-
- No la vuelva a hacer por favor…-
-De acuerdo…- ¡L…lo ha vuelto a hacer!... Si tan solo fuese menos débil y más valiente…es que ese chico, puedo incluso con tan solo olerlo lo terroríficamente fuerte que debe ser.
- ¿Qué hace?...De…Deténgase…¡Por favor!...-
- No puedo evitarlo- decía con una sonrisa.
Su mano se desliza por mi cuerpo tan cubierto de estas prendas oscuras hasta llegar a mi…oh, dios…nunca pensé que debería decir esto, ni esa palabra cual completa la oración que dejé inconclusa…De mis labios lubricados por su líquido sabor amargo, salen pequeños gemidos, acallados por sus labios, que sigan tapándome como si estuviesen amordazados. Nunca nadie me ha tocado allí…y…este monstruo…me lo arrebata todo…
Sus manos han soltado mi cuerpo y han tomado mi rostro…que…de algún modo lo siento más cálido…
He encontrado la oportunidad, y…¡lo he empujado! Pero… demonios, me ha agarrado antes de que pudiese salir del aula.
-Aún la sesión no ha terminado, Apricot-san-
-…- No puedo irme sin finalizar mi trabajo…
-De acuerdo, pero que no vuelva a repetirse…-
-Jmm…jmm-
-¿Qué le pasa?-
-Estás rojito-
-¿Eh? No me mienta-
- He visto en el ligero reflejo de la ventana, y a pesar de su transparencia, he notado el tono rojizo de mi rostro… ¿Por qué esto?- ¡Es mentira! ¿Por qué miente?-
-Tu eres el único mentiroso-
-Bueno…acabemos con esto-
-Sabe, de algún modo siento que en esta sesión he avanzado más que en todos estos años-
-No exagere- Roshi soltó una ligera risa.
La reunión de AA, pero individual, continuó por media hora. Fue extraño ver como en una hora, aquella cara indiferente se había vuelto en una ligera sonrisa. La luz del sol empezaba a entrar a pique por la ventana, junto con unos vientos frescos. Las cortinas se mecían continuamente, y el joven hablaba en un tono algo ronco y bajo. Es extraño, ahora que lo pienso, en los AA, suelen ser reuniones de jóvenes que se entienden entre sí y un mediador. Pero yo no tengo idea de nada, aunque, sin embargo, creo que hemos avanzado mucho.
El tiempo había finalizado, la gente salía a montones por la puerta, alguna se reunía a salir junta, y por la otra puerta, salíamos nosotros.
-Bueno, estoy contento que esto haya acabado- dije feliz, ya que al fin podía salir de allí, y sacarme de encima el miedo de ser besado de vuelta.
-¿De qué hablas? Esto solo fue una sesión, debemos vernos la semana que viene, y la que viene, y la que viene, y… ¡Oh! La que viene… -
-¡OH mi señor, ¿Por qué me haces cargar con esta desgracia…?!- Me arrodillado me he empezado a dar la cabeza contra el suelo.
-¡¿Se encuentra bien?! ¿Hijo mío?-
-¿Eh?....- Al levantar mi cabeza, veo al padre arrodillado tomando mi hombro con una cara de preocupación, mientras toda la gente me mira algo impactada, y nadie de esa gente es Roshi, que parece haberse ido…
-N…no padre, estoy bien- No debo rendirme, el padre confía en mí… “Sé que si cumples con esta misión podré cederte el puesto con seguridad”…No queda otra…más que seguir con este chico...hasta que se recupere…