El Sol calienta. La hierba es verde. El cielo azul claro manchado con pequeñas nubes blancas que parecen tener complejo de algodón. La temperatura es perfecta. Pequeñas brisas de aire fresco contrarrestan el calor del Sol. Se podría decir que es un día perfecto. Pero no es eso lo que le hace más perfecto.
No hay nada más perfecto que arreglar una cosa tras un fallo cometido. Poner remedio a los errores y que las cosas continúen bien es tan perfecto como el día que hace hoy. Cuando las personas acuden al diálogo para dejar las cosas en su sitio correctamente puestas. A pesar de las espinas que queden, que vuelvan a dibujarse sonrisas en el rostros de todos sin tener que fingirlas.
La mentalidad de un niño está en formación, por eso en ocasiones se les regaña para que hagan las cosas bien. El problema es cuando la mentalidad de un niño se suma al conocimiento de un adulto. Pero siempre se puede intentar corregir y que de días de tormentas vuelvan a salir rayos de luz, desaparezcan las nubes y el cielo brille en su esplendor.
Afortunadamente, Yong Guk y Jong Up han conseguido solucionar los malos entendidos que habían tenido con Jun Hong. Him Chan en cambio, no, también los ha solucionado. Quizás haya sido más difícil por su parte, pero sabe que a Jong Up no le gusta que estén mal y es por él por el que ha hecho un mayor esfuerzo.
Hoy, el día en que todo lo malo ya no está y quedó atrás los cuatros se encuentran perdidos en un parque tirados a la sombra de un árbol.
-¿Cuándo vamos a patinar? – pregunta Jong Up.
-Hace mucho que no patino. – responde Jun Hong – Voy a besar el suelo, algo me lo dice.
-Vamos a ir con vosotros no vais a besar nada. – añade Him Chan.
-Me tendría que haber traído el skate. – se queja Yong Guk incorporándose – ¿Vamos?
Los cuatro se ponen en marcha en busca de suelo cimentado para que Jong Up y Jun Hong puedan patinar. Cuando llegan, se sientan en un banco para que los dos se puedan poner los patines.
-No sé si hemos hecho bien al venir aquí. – dice Jun Hong mientras se abrocha los patines – Esto está en cuesta, veo aquel poste de allí en mi cara.
-Que no vamos a dejar que os comáis nada. – repite Yong Gul la frase de Him Chan de hace un momento.
-Estoy muy lejos del suelo. – empieza a decir Jun Hong entrando en pánico cuando se pone de pie con ayuda de Yong Guk – Me voy a matar yo lo sé. – termina diciendo riéndose histéricamente.
-Ay, que no me acuerdo de como iba esto. – interviene Jong Up intentando dar pequeños pasos – Yo antes sabía patinar muy bien. – dice quejándose.
-Solo es cogerle el tranquillo. – dice seguro Jun Hong empezando a moverse.
-Tú ten cuidado, te agarro. – dice Him Chan sujetando de un brazo a Jong Up.
-Que ya lo tengo. – dice muy seguro Jun Hong deslizándose más deprisa.
-¡Cuidado con la cuesta! – grita Him Chan.
-¡Socorroooo! – empieza a gritar Jun Hong – ¡El paaalo!
Yong Guk no tarda ni medio segundo en salir corriendo a ayudar a Jun Hong. Antes de éste llegue al palo consigue atraparlo por la espalda.
-Me he visto sin cara. – dice Jun Hong aferrándose a los brazos de Yong Guk que le rodean.
-Te lo tendrías que haber comido por inteligente. – dice Him Chan mientras va detrás de Jong Up con los brazos dispuestos a cogerle en el caso de que lo necesite.
-Cállate a ver si me voy a caer yo. – interviene Jung Up – Mierda, la cueeesta. – dice cuando empieza a tomar velocidad.
-Te tengo. – dice Him Chan parándole.
Continuaron así hasta que terminaron la cuesta la cual parecía ser infinita.
-Perfecto, y ahora este trozo de suelo está hecho mierda. – se queja Jong Up – Ahora que creíamos que había pasado lo peor viene esto.
-Mientras que no os caigáis por el puente todo está bien. – dice Him Chan mirando el río por la barandilla.
-No es nada. – dice Jun Hong quitándole importancia – Vamos rápido que allí está el suelo muy bien.
-Sí, tu corre que como te caigas te voy a meter yo una hostia más grande que la que te metas tú contra el suelo. – dice Yong Guk desesperado.
-Vamos Jong Up, despacio. – se limita a decir Him Chan ignorando a los otros dos.
Si la cuesta fue terreno peligroso, esto es un infierno. Jong Up a pesar de ir despacio con las piedras y los baches tiene que ser socorrido en más de una ocasión por Him Chan. Y Yong Guk casi opta por tirar a Jun Hong por el puente.
-Ya, ya lo tengo. – vuelve a decir victorioso Jun Hong deslizándose solo sobre las ruedas de sus patines dejando atrás a Yong Guk – ¡No! – espeta seguido agitando los brazos – No lo tengo… ¡Y hay una alcantarilla!
-Éste es tonto perdido. – es lo único que sale de la boca de Yong Guk antes de salir corriendo otra vez y salvarle de que se quede sin sonrisa.
Finalmente consiguen salir del puente y llegar a asfalto liso en el cual Jun Hong y Jong Up empiezan a patinar sin problema alguno. Yong Guk y Him Chan se sientan a un lado a observarles. Ambos ven como hacen el tonto de un lado a otro hasta que Yong Guk se da cuenta de algo que no le gusta nada. Him Chan está hablando con Yong Guk y cuando ve que no le hace caso mira en dirección a donde se dirigen los ojos de su amigo.
-¿Qué le miras a esas chicas? – pregunta sin entender Him Chan
-La pregunta es, qué están mirando ellas. – corrige Yong Guk con el ceño levemente fruncido.
Ahora Him Chan sigue la mirada de las chicas y llegan hasta Jun Hong y Jong Up.
-Entiendo. – dice Him Chan como si fuese una obviedad.
-¿Cómo que entiendes? – pregunta Yong Guk – ¿El qué entiendes?
-Ignóralo. – es lo único que dice como si le aburriese el tema.
-¿A dónde se creen que van? – vuelve a pregunta Yong Guk cuando ve que las chicas se aproximan en sus patines a los dos chicos justo cuando estos parecían dirigirse a Yong Guk y a Him Chan – Espérate que v…
-Quieto ahí fiera. – dice Him Chan agarrándole del brazo – ¿A dónde te crees que vas?
-¿Pero tú has visto a esas dos? – pregunta Yong Guk sin quitar la mirada de ellas – Déjame que les voy a decir un par de cosas.
-Tú te estás aquí quitecito y esperas a que los chicos vengan. – dice Him Chan con tono serio.
Yong Guk se resigna y contempla la escena sintiendo como algo le quema por dentro. Intenta poner buena cara cuando los chicos ya se aproximan hacia ellos, pero solo consigue que su cara muestre mayor cabreo.
-¿Qué pasa? – pregunta Jong Up mirando a Him Chan y sobretodo a Yong Guk
-¿Quiénes eran esas? – pregunta Yong Guk mirando a Jun Hong ignorando totalmente a Jong Up.
-Unas chicas. – se limita a responder Jun Hong con miedo por la mirada que le lanza.
-¿Qué querían? – vuelve a preguntar Yong Guk seco.
-Nos han pedido nuestros números de teléfono. – dice tan tranquilo Jong Up – Yo no se lo he podido dar porque tú tenías mi móvil. – continúa mirando a Him Chan – Y no me acordaba del número.
-¿Y tú si se lo has dado? – pregunta una vez más Yong Guk a Jun Hong olvidándose de todo lo demás.
-¿Por qué no se lo iba a poder dar? – pregunta el interrogado ahora asustado.
-Cambiaros que nos vamos. – dice seco Yong Guk levantándose dejando a los otros tres solos.
Him Chan se queda con ellos hasta que se cambian los patines. Luego van en busca de Yong Guk quien se encuentra mirando al infinito por la barandilla del puente. Cuando llegan a él sin decir nada se ponen en camino al metro para volver a casa. Jun Hong no para de darle el coñazo preguntándole por qué está mal sin recibir respuesta alguna.
-¿Qué le pasa a Yong Guk? – pregunta Jong Up a Him Chan en un susurro.
-¿A caso no te das cuenta? – responde con otra pregunta el cuestionado.
-Eh… ¿No? – se limita a responder Jong Up haciendo reír a Him Chan.
Van juntos en el metro. Jun Hong se ha enfurruñado cual niño pequeño tras no conseguir saber que le pasa Yong Guk. Y Him Chan no puede evitar reír por lo bajo a la vez que Jong Up no se entera de nada. Cuando llega el momento de separarse Him Chan y Jong Up se van en otra dirección a la de Jun Hong y Yong Guk.
Una vez están solos, Jun Hong se pregunta si debería volver a preguntar por el estado de Yong Guk. Mientras van en el vagón Jun Hong mira el rostro de Yong Guk a través del cristal que hace efecto espejo. Sin saber el motivo algo se pone en su pecho que le molesta a ver la mirada del otro clavada en el suelo. Sin saber como pasan las paradas llegan finalmente a su destino y lo que quiera que sea no se va del pecho de Jun Hong. Algo en él le dice que no le pregunte más que le pasa, pero se para a pensar un momento en lo sucedido: ¿qué ha hecho mal esta vez para que se haya molestado tanto?
-¿Me vas a decir que he hecho mal ahora? – pregunta firme Jun Hong.
Yong Guk se para en seco y vuelve a mirar durante no más de dos segundos al infinito antes de voltear a mirar a Jun Hong.
-¿¡Qu…
Antes de que a Jun Hong le dé tiempo a decir nada Yong Guk le empotra en la pared del subterráneo uniendo su boca a la de él.