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ERES MI PECADO (YUNJAE) por KSSWritter

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I: Me Provoca Robarte

 

Hice como siempre mi entrada imponente al bar de música electrónica, amaba estar ahí y mezclarme con las personas ebrias y drogadas viviendo en su propio mundo

 

-Hooola Yunho –me dice Hyeri con voz sensualona, la halo hacia mí por la cintura y le doy un beso llenándola de mi saliva en toda su boca –uuuhh –ella queda satisfecha pero no lo suficiente –ámame a mí, me volveré tu esclava –la solté para que olvidara esa idea por completo. Odio las ataduras, seguí caminando y una rubia me muestra sus pechos, sonreí y los toqué pero le dije que no era lo que buscaba esa noche.

 

Me encantan las mujeres… pero también los hombres, eso sí, soy muy exigente. Este glorioso, sexy y sobretodo sexy cuerpo no era para cualquiera. Generalmente mis amantes terminaban matándose por mí para que les regalara mi atención pero eso no me importaba en lo más mínimo.

 

Me senté en una mesa con sillas acolchadas extendiendo mis brazos y dos nenas pechugonas a cada lado. Las besaba y volvía a ver la gente en su propio mundo animándoles para que hicieran cosas muy locas 

 

-Yunho –se me acerca uno de mis perros fieles –un monje pregunta por ti

 

-¡¿un qué?! –él se me acerca al oído  

 

-un monje. Dice que te dará un lingote de oro

 

-dile que me espere una hora –lo dije en voz alta y todos rieron –¡mejor dos! –volví a gritar aumentando el festejo

 

 

 

***DOS HORAS DESPUES***

 

 

 

Mi perro fiel me lleva hasta un auto donde me dice que está el monje para hablar conmigo. Ingresé y claramente veo un hombre de cabello negro peinado hacia un lado como nerd, me reí de inmediato, con unos lentes de marco negro y vestido de color marrón

 

-de seguro te has equivocado –mencioné

 

-¿es usted Jung Yunho? –Yo le miraba aun confundido –un ex agente de la policía central –en una acción inesperada por él, le tomé del cuello de su traje y lo empuje hacia mí

 

-¡¿Quién rayos eres?! ¡¿Por qué sabes eso?!

 

-so…so…soy Park… Yoochun –él estaba ya muy asustado y le apreté más fuerte para que siguiera hablando –necesitamos un favor suyo

 

-¡no hago favores!

 

-de acuerdo… me han enviado para que negociemos… -él respira profundo para seguir calmando sus nervios y le pedí que hablara cuanto antes –necesitamos que traigas a una persona a Seúl –yo le solté y comencé a reírme

 

-no soy niñero de nadie. No me interesa la oferta

 

-serian dos lingotes de oro por la misión –él tonto se apresuró en decir y me quedé callado. Sería una estupidez cuidar de alguien para que llegue a Seúl, seguramente han escuchado que soy fuerte y que no le temo a nada, ni siquiera a matar

 

-¿Dónde está? ¿Quién es? ¿Por qué a mí?   

 

-son muchas preguntas

 

-¡responda! –él acomoda sus gafas y me mira

 

-él está en las montañas frías de China, es el ser más puro que ha nacido cuyos poderes deben ser protegidos hasta que llegue aquí… y le contactamos a usted porque sabría cómo cuidarlo

 

-no veo ¿cuál es el problema? ¿Por qué no lo traes tú?

 

-escuche… en cuanto él salga del refugio lo perseguirán para matarlo. Debe llegar aquí con vida –me quedaba pensativo –confiamos en usted Jung Yunho… necesitamos a ese chico aquí

 

-¿Cuándo vuelo a China? –el monje sonreía diciéndome que organizaría todo para el viaje. Sería una tarea sencilla para realizar y el pago valía la pena. 

 

 

 

***EN CHINA***

 

 

 

Nunca había sentido tan maldito frio en mi vida, tengo el saco más grueso impermeable que he usado y aun estoy temblando, saque mi botella metálica con alcohol y si que servía. Por fin llegué al monasterio en que buscaría al inútil ese que debo llevar a Seúl. Toqué a la puerta y un chico me abre haciendo una reverencia

 

-¿Jung Yunho? –me preguntó y le digo que si –por favor sígame –debo reconocer que dentro del lugar todo era en calma, y el silencio reinaba. Él me condujo hasta la puerta de una habitacion. Él entró y yo me quedé afuera pero observando todo

 

-Jaejoong… ya es hora – decía él que me guiaba y se abrazan

 

-te extrañaré mucho Junsu… prometo llamarte –respondía el otro chico que solo veía de perfil abrazando al otro. Cuando se giró para caminar hacia mí me quedé estupefacto. Congelado. Idiotizado y boquiabierto. Su piel blanca que invitaba a comprobar si realmente era suave como se veía. Su cabello era castaño claro color perfecto y natural en él… sus ojos grandes llenos de inocencia y labios de forma semi gruesa cuyo color era un rosa pálido… es demasiado hermoso. Ambos se acercaron a mí y el guía me habla

 

-Yunho él es Jaejoong… ¿podemos hablar un minuto antes de que se vayan? –Asentí y me adelanté con él mientras esa hermosura se quedó respetando nuestra conversación –es necesario que sepas que Jaejoong… él no conoce mucho del mundo exterior, es un ser inocente, puro y siempre ha estado bajo nuestra protección

 

-¿puedo saber por qué?

 

-bueno… él nació para ser protegido… no puedo darte más detalles. Tu responsabilidad es dejarlo en Seúl y llevarlo a este monasterio –él me entrega un papel –Yunho… -él me miraba –puedo imaginar cómo es tu vida… no te le acerques mucho a Jaejoong ¿entiendes?

 

-no me digas –me molestó su comentario -¿Qué sabes cómo vivo yo?...

 

-Yoochun me lo dijo –respondió con rapidez –lo que quiero es que no juegues con él –respiré profundo conteniendo mis ganas de golpearlo

 

-me largo ya –pronuncié en tono un poco alto y voy por Jaejoong para tomarlo por su mano y llevarlo hasta la salida. Ellos se despidieron de palabra y en cuanto salimos Jaejoong mueve sus manos para que lo suelte

 

-me estás haciendo daño –me dice tocando su antebrazo y efectivamente estaba rojo con mis dedos marcados, sentí un ligero sentimiento de arrepentimiento

 

-necesito que camines –ya que el monasterio se encontraba en una montaña debíamos caminar al menos cuatro horas para llegar a la carretera principal donde había dejado el auto que renté. Me adelanté caminando rápido escondiendo mis manos dentro del impermeable. Por unos segundos no le escuché y me giré, no le vi, me regresé y él estaba acercándose a unos conejos que estaban cerca

 

-¡son hermosos! Holaa –él les hablaba a los animales –mira que animales lindos –él me lo dice como si fuera un niño de ocho años

 

-Ok. Ok –pronuncié y como lo imaginé, él no pesaría mucho. Le tomé por la cintura para cargarlo escuchando sus quejidos para que lo soltara pero no lo iba a hacer. Bajamos la montaña y para ese momento Jaejoong estaba apoyado sobre mi espalda. Le bajé y al parecer iba dormido porque casi cae al suelo pero alcancé a halarlo hacia mí para que no se golpeara. Es demasiado hermoso su rostro y sus labios son de un color muy atractivo.

 

Le iba a abrir la puerta cuando escuché un disparo. El mismo rompió el vidrio del asiento de copiloto. Metí de un empujón a Jaejoong en la parte trasera y me ubiqué en la silla de piloto. Aceleré de inmediato y pude ver más claro el carro, a los minutos me seguían detrás y seguían disparando

 

-Yunho –Jaejoong se escuchaba asustado. Le dije que se acostara para que se protegiera mientras yo me deshacía de ese auto. Aceleré lo suficiente para dar un giro de 180° quedando frente a los maleantes. Disparé perfecto afectando sus llantas y perdieron el control del vehículo estrellándose con una montaña. Sonreía porque había sido muy fácil. Jaejoong comprendió que todo se había calmado y se asoma viéndome apuntar al conductor -¡¿Qué haces?! ¡No! No los mates… matar es pecado –él me quitó el arma y la lanzó por la ventana para mirarme con esos ojos grandes encantadores que me impiden odiarlo y gritarlo. Él entendió mi enojo y se aleja. Yo aceleré y continué con el camino en silencio.

 

Me estacioné en la primera ciudad que encontramos para dejar el auto en un parqueadero y me llevé a Jaejoong de la mano caminando

 

-aquí hay muchas personas así que tenemos que ir de la mano –él asintió y me apretó fuerte. Iba feliz a su lado pero algo no me gustaba y era las miradas que él recibía de parte de todas las personas. Su hermosura sería difícil de ignorar y debía remediarlo. Me detuve para pretender arreglar su abrigo y su cabello, observando de nuevo su delicado rostro con facciones que solo pueden encantar a los ojos de quien lo ve. Le abracé como un impulso que tuve y él se sorprende sonrojándose un poco.       ­

 

Las personas pronto comprendieron que era mi pareja y dejaron de observarlo por lo cual yo sonreía de orgullo.

 

Hicimos la fila de comprar tiquetes para viajar en tren a la ciudad más cercana que tuviera aeropuerto. Afortunadamente subimos enseguida buscando la cabina para nosotros y nos sentamos de frente. Ordené comida para los dos y no tardaron en servirla

 

-Yunho -él pronuncia –siento haber tirado tu arma. Pero ibas a cometer algo malo

 

-soy una persona mala por si no lo sabias

 

-pero… te puedo enseñar a cambiar

 

-claro que no lo harás –me reía, realmente se mostraba muy inocente –dime ¿Por qué te quieren matar?

 

-en Seúl voy a curar al monje mayor que está muy enfermo. Él aun tiene que vivir para terminar de compartir su conocimiento

 

-¿acaso eres doctor?

 

-mi pureza me permite tener poderes y hay una religión que no quiere que salve al monje…  

 

-si como sea –tomé de mi botella de alcohol -¿nunca habías salido del monasterio? –él niega con su rostro. Por un momento me alegre de que nadie se hubiese aprovechado de su inocencia como seguramente yo lo hubiera hecho… pensar así me hace sentir una basura de persona

 

-¿puedo probar? –él se refería a mi botella y le dije que no

 

-es para chicos malos -le respondí y comencé con mis preguntas para saciar mi curiosidad sobre este chico. Él quiso mostrarme unas fotografías de su familia en el monasterio y se ubicó a mi lado. Yo disfrutaba más de su cercanía y deseando probar esos labios como nunca. En su primer descuido atacaría pero… su sonrisa y mirada me cuentan que confía tanto en mí y en que no tendré malas intenciones.

 

Le vi que los ojos le pesaban e hice que se apoyara en mi hombro para que durmiera y le sostuviera. Era tan perfecto que fácilmente me haría cambiar la opinión sobre el amor y sobre la vida. Me lo robaría antes de entregarlo en ese monasterio para que fuese solo mío.     

 

Me levanté para buscar una almohada arriba de nuestras sillas y ubicar la cabeza de Jaejoong en ella. Utilicé mi impermeable para cubrirlo y fui en busca de unas bebidas. Vaya misión que he aceptado, me preocupa lo que él esta despertando en mi que nadie lo había hecho. Incluso ahora me siento feliz y quisiera que este viaje durara más tiempo.

 

Iba de regreso a nuestros asientos cuando veo un hombre muy sospechoso con ganas de entrar a la cabina, me apresuré y él me reconoció, le impedí que entrara comenzando a pelear en ese espacio pequeño. Le hice que me atacara cada vez alejándome de la cabina para llegar a un lugar más grande. Le di un golpe en sus partes intimas que le hizo caer desmayado, le encerré en el baño y vi que el tren haría una próxima parada. Regresé para la cabina y Jaejoong se estaba despertando. Recogí todo y le dije que debíamos irnos.

 

Bajamos y nos apresuramos en subir al siguiente tren para huir de otras personas que nos estaban siguiendo. Le hice entrar en una nueva cabina y le dije que era por su seguridad lo que hacía. En dos horas estaríamos en la ciudad donde tomaríamos el avión.    

 

-ven a mi lado –le dije y contrario a lo que pensé, él lo hizo y le abrazo… Jaejoong temblaba de frio y le cubrí dándole un poco de calor. A veces el puede parecer tan frágil que cuidarlo se volvería una tarea divertida y que no me molestaría hacer. Las dos horas pararon rápido y entonces bajamos del tren para buscar un taxi y llegar al aeropuerto. Compré los tiquetes aéreos hacia la ciudad de Seúl. En vuelo seria en cuatro horas y pensé en llevarlo a conocer un centro comercial.

 

Encontramos uno que tenía una plaza grande con varias fuentes y juegos con aguas en cascadas, su sonrisa de sorprendido lo iluminaba todo y también me hacia estar alegre. Jaejoong comenzó a correr entre las cascadas de agua y por un momento se me perdió. Le empecé a buscar desesperado hasta que lo veo intentando liberarse de la mano de alguien.

 

-suéltalo –dije con voz autoritaria y él me abraza. El desconocido se aleja y miré el rostro de Jaejoong -¿Qué pasó?

 

-no sé, él me sonrío y yo también, se presentó y me quería llevar a otro lado

 

-¡no puedes saludar a todo el mundo! –le dije molesto

 

-¿Por qué? –Él se separa de mi abrazo -¿Qué tiene de malo?

 

-cualquiera se querrá acercar con malas intenciones

 

-tú no

 

-¡incluso yo! –no supe que lo dije rápido y sin pensar. Le atraigo de nuevo a mí tomándolo por su pequeña cintura –eres demasiado hermoso acaso ¿no lo sabes?... me provoca robarte para llenarte de besos, hacerte el amor toda la noche y tenerte a mi lado toda la vida pero… así no lo comprenderás –él me miraba completamente confundido –tener estos pensamientos hacia ti es como si cometiera pecado pero no me importaría si por besarte me iré al infierno… lo haría porque no me aguanto un minuto más –logré tener el rostro de Jaejoong lo más cerca posible, solo me fijaba en sus labios y veo una lagrima corriendo por su mejilla. Él lloraba, me separa de un empujón y sale corriendo. Se metió en medio de muchas personas en la plaza y no le podía identificar. Finalmente le vi entrando al centro comercial y corrí para atraparlo pero nuevamente lo perdí....  

Notas finales:

:O espero sus comentarios para publicar el siguiente cap. 


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