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ERES MI PECADO (YUNJAE) por KSSWritter

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Notas del capitulo:

dejen sus comentarios... yo se que les gusto :D

III: Huyendo Conmigo


 


-¡¿Cómo que no sabes?! –le tomé por su traje


-fuimos traicionados –él me explicaba –curamos al monje mayor y en la noche alguien se lo llevo a escondidas. Seguramente usaran su sangre para curar otras personas más –eso no era posible, pensaba en la situación para iniciar con la búsqueda de la solución


-¡¿Por qué rayos no me dijiste?!


-pediste que no te contactáramos nunca más –le solté de su traje con enojo, desesperación, ira y miedo


-¡quiero saberlo todo!... ¿Quién se lo llevo? ¿A dónde lo llevo? ¿Cuándo?


-fue un compañero de nosotros, lo hemos buscado por todos los lados pero no sabemos en donde lo tiene


-debe estar en un lugar donde ustedes menos esperan encontrarlo –dije dando pasos de un lado hacia otro –su casa, su iglesia preferida… que se yo ¡dame ideas! –Yoochun lo pensaba y choca sus dedos


-¡Oh! una mezquita… él no comparte ese pensamiento. Decía que jamás iría a ese lugar 


-¡perfecto! ¿Dónde queda?


-te llevaré –Yoochun corre en busca de las llaves del auto del monasterio y me apresuro en quitarle las llaves


-no creo que manejes rápido, necesitamos llegar cuanto antes –él asiente y sube a mi lado. Aceleré y le vi asustado pero necesitaba ir lo más rápido posible para descartar los lugares donde él podría no estar.


Llegamos al lugar completamente solo. Ni siquiera alguna persona cuidaba del templo. Yoochun me dice que le siga para ingresar por una puerta pero estaba difícil de abrir. Ingresamos por una ventana pero todo era oscuro. De repente escuchamos un sonido de algo cayéndose e hicimos silencio… me detuve a escuchar bien y era de abajo


-¿crees que haya un sótano? –le pregunté a Yoochun


-debemos buscar desde afuera, no creo que esté acá adentro


Tardamos unos minutos considerables en hallar esa entrada pero finalmente encontramos la puerta de madera que daba a unas escaleras subterráneas. Yo ingresé primero y me escondí. Efectivamente ahí estaba mi Jaejoong acostado sobre una camilla con aparatos en los brazos extrayendo su sangre. Yoochun se me une y le dije que atacaría a ese monje para dejarlo inconsciente mientras él liberaría a Jaejoong. Así hicimos pero no contaba con que ese monje tendría un arma en su poder y me dispara en el muslo. Yoochun lo golpea en la cabeza con lo primero que encontró pero no fue fuerte y también recibe un disparo en su costado izquierdo


-¿Qué creyeron los dos? ¡Idiotas! –nos grita sin dejar de apuntarnos amenazando con otros disparos


-¿Por qué le hiciste esto a Jaejoong? –le reclamó Yoochun


-pagaran mucho dinero por esa sangre pura… ¡quiero ser rico! Me cansé de vivir de la caridad


-negociemos –le dije conteniendo el dolor en mi pierna pero que me recorría el cuerpo entero –tengo oro que te puede interesar


-Yunho –pronuncia Yoochun


-te doy dos lingotes de oro para que dejes libre a Jaejoong –él me miraba y lo pensaba –no estoy mintiendo


-¿de dónde sacaste ese oro? ¿Cómo se que es cierto?


-los traigo conmigo –él me extiende su mano y le entrego un lingote


-dame el otro, dijiste que eran dos


-saca a Jaejoong de aquí y te daré el segundo –él lo estaba haciendo. Desconecto a mi hermoso de esas maquinas que extraían su sangre y lo llevó afuera. Yoochun se arrastró en busca de algunos tubos de ensayo con la sangre y bebió uno. Fue conmigo y me dio un poco


-esto nos aliviara el dolor. Con mi camiseta pude sellar un poco la herida de mi muslo para luego ayudar a Yoochun que era más complicado de contener –subí las escaleras del subterráneo para salir de ese lugar con mucho esfuerzo. El monje me ayudó y le di el segundo lingote para que se fuera del lugar. Me arrodille frente a Jaejoong inconsciente y prometí sacarlo de allí.


 


***CINCO HORAS DESPUES***


 


Me aseguré de que atendieran a Jaejoong en el hospital antes de dejar que me curaran a mí. Yoochun también fue limpiado y en cuanto estaba presentable por la ayuda del doctor me levanté para sentarme al lado de mi amado


-él perdió mucha sangre –me explica la enfermera -fue necesario inyectar más para que no descompensara su cuerpo. Se pondrá muy bien, por ahora solo está durmiendo –le agradecí y tomé su mano para besarla, no tengo duda. Lo amo demasiado. Con este gesto le desperté y él me reconoce con rapidez regalándome una bella sonrisa


-pensé que no te volvería a ver –él me dijo y le di un beso en la mejilla


-fui a buscarte al monasterio para despedirme de ti, me mudaré a otra ciudad –le dije y él se sienta en la camilla con rostro de preocupación y eso me hacía muy feliz  


-de verdad… ¿te irás? –asentí y besé su mano con mucha delicadeza admirando su color de piel blanco hermoso, cuando volví mi mirada a su rostro una lagrima descendía de su mejilla y me apresuré en limpiarla


-¿estás bien? –le pregunté y empecé a odiar mi improvisado juego. Con su cortante voz me dice que si pero no era cierto -¿tienes algún motivo para estar en esta ciudad? –Sus ojos se abrieron luciendo completamente tierno y moría por morder su labio, él siempre me reprime las ganas… luego se sonroja entendiendo hacia donde iba mi pregunta y me dice que su trabajo había terminado -¿quieres irte conmigo?... no te estoy mintiendo


-llévame contigo –no podía soportar mi deseo y uno mis labios a los suyos quedándonos quietos pero sintiendo tantas ganas. El amor recorriendo nuestra piel por ese contacto –bésame Yunho –esas palabras que ordenaban a mi cuerpo a obedecer, atrapé con un poco de fuerza su labio para que él hiciera lo mismo y coordináramos esa caricia que aumentaba los latidos del corazón


-te amo Jaejoong –susurré y me daba cuenta que era la primera vez que decía algo como eso. Él solo se limitaba a sonreír y para mí era suficiente para ser feliz.


 


***UN MES DESPUES***


 


Jaejoong es mi novio, la única persona que he amado en mi vida. Al que estaba esperando para que mi corazón borrara tanto odio y días sin importancia. Lo llevé conmigo a una ciudad pequeña, quería empezar de cero con él. Regresé a la institución sin importar que hiriera mi orgullo y pedí perdón a los agentes por haber matado a quien era mi capitán ese día. Me bajaron el rango a policía y los agentes se burlaron de mí pero la estabilidad para Jaejoong era lo que más me importaba. Tendría un pago medio bueno y con eso podía darle una buena vida a él.


Mis verdaderos amigos que ahora eran parte de la policía hicieron una pequeña fiesta en mi honor por el buen rendimiento que tenia. Esperé que Jaejoong apareciera en la institución y lo presenté a todos. Jamás me había sentido tan feliz. Pronto iba a ser la media noche y mi novio me dice que quería ir a casa. Él se sentía cansado y simplemente hago lo que él quiera, así de tonto me volví por él.


En cuanto cerré la puerta de nuestra pequeña pero acogerá casa Jaejoong se me lanza a la boca abrazándome por el cuello y yo le tomé por la cintura


-amor –mencioné. Estaba sorprendido por su reacción, no recuerdo en qué momento él ya empezaba a ser más libre en cuanto a las caricias  


-Yunho… yo… quiero hacerlo –me detuve para mirarlo y sus mejillas sonrojadas eran hermosas, le di un beso agresivo y él respondió a la perfección. No le presioné a que tuviéramos intimidad, le di su tiempo y esta noche me quiere entregar su preciado cuerpo ¿Como he podido sobrevivir estos días? Lo deseo tanto. Así caminando llegamos a la habitacion y le quité su camisa besando su cuello y sus tetillas haciendo que se tensara


-tienes que relajarte –le lancé a la cama y volví a sus labios para que se calmara. Cuando supe que estaba disfrutándolo bajé por su cuello rozando mis labios por su piel tan suave dándole besos sueltos por todo su pecho –eres muy bello amor… déjate llevar –vi por un momento su rostro y él cerraba sus ojos mordiendo sus labios. Regresé a su cuello subiendo por su oreja –puedes gemir, gritar si eso deseas… no te niegues nada -él me besó mordiendo mi labio como yo se lo había hecho veces anteriores y eso me excitaba, pero quería probarlo todo de él. Besar cada parte de su piel. Marcarlo y llenarlo de mí… soy su primera vez y quiero que la recuerde con mucho amor.


Abrí el botón de su jean y lo bajé dejándolo en bóxer color blanco. Él se estaba endureciendo y baje con lentitud la tela que me daría paso a la locura


-Yunho… ¿Qué vas a hacer? –podía ver su respiración profunda marcarse en su estomago. Pasé mi lengua a lo largo de su pene y él gimió cubriendo su boca con las manos. Regresé a su oído para hablarle comenzado a masajearlo


-es placer lo que vas a sentir… quiero que grites Jaejoong… dime que ritmo te gusta –lo tocaba más rápido


-…mmm… aa… uuff… -él se retorcía ante mis manos calmando su necesidad de ser tocado


-¿te gusta así?


-mhhee –él asiente abriendo sus labios para respirar mejor. Me bajé para meterlo en mi boca y él grita


-¡oooohhhh!... aah… aahh… mmmm…. Yunho… ohhh siiii asíiii…. Yunho no pares… no pares… aaahhmmm –él se sienta un poco para ver como mi boca cubre su pene excitándolo por primera vez. Dio un gemido más alto y se vino haciendo que me tragara todo su semen. Se dejó caer sobre la cama y yo volví a su cuello ubicado sobre él


-tienes que decirme que te vas a correr para apartarme –le dije a su oído


-Yunho… lo… sien… to –él aun recuperaba su habla –eso fue genial… pero… y tu… déjame hacerte lo mismo


-yo no quiero lo mismo –le dije y él me miró con un poco de susto –quiero entrar en tu cuerpo… pero debes estar excitado de nuevo –me quité mi ropa quedando desnudo para él y su mirada tenía un poco de lujuria, me encargaría de que esos me quisieran devorar por completo. Le pedí que me masajeara enseñándole como debía hacerlo y jadeaba mostrándole a él como hacerlo


-ooww Jae…joong… me encantas –le decía y él sonreía masajeándome más fuerte –mételo en tu boca –le pedí y él lo hizo con temor, probándolo con timidez pero luego de unos segundos le fascinó y lo lamia a su antojo y como su gusto le indicara. Él estaba excitado de nuevo y sabia que necesitaba de mis manos… pero aprovecharía el momento. De la mesa de noche saqué un lubricante y le pedí que me diera su espalda. Separé su pierna derecha haciendo que su trasero resaltara y estaba más que duro necesitando de él –Yunho… -Jaejoong sintió cuando unté el gel sobre su trasero. Pasé mi hombría jugando en medio de sus nalgas y besé debajo de sus orejas


-voy a penetrarte… quizás duela un poco pero te acostumbras –me estaba volviendo loco… quería descargar toda mi fuerza en él pero debía contenerme por el momento 


-Yunhooo


-te voy a cuidar amor –hice que sus manos se apoyaran en la cama y las toqué llenándolo de besos, sin avisarle metí mi pene en su entrada y él se quejó. Me moví demasiado lento y su estrechez era la perfección… me excitaba como nadie y hasta creería que me podría venir con solo estar así de conectado –te acostumbraré a mi tamaño –entraba y salía con lentitud, él se quejaba aun pero decía que lo soportaba. Salí por completo para entrar de nuevo y moverme más rápido. Hice lo mismo tomándome el tiempo necesario.


¡Dios!... su entrada aprieta mi pene con ese roce que me está elevando de placer como nunca antes, mezclado con la realidad de que es la persona que más deseo esto no tiene comparación con nada… le estoy haciendo mío y él me lo ha permitido aunque no lo está disfrutando como yo… luego me pedirá por más y hasta me agotará pero no dejaré de penetrarlo por ahora.


-te amo… te amo… te amo… oohhhh… mmmhheeee…. Oohh Jaejoong…


Lo repetí varias veces hasta que sentí que me correría, salí de su cuerpo y le giro para que me dé su pecho. Me masajee con rapidez regando mi semen sobre su piel explotando y llegando al orgasmo más placentero de todos. Me dejé caer sobre Jaejoong escondiendo mi rostro en su hombro y él me abraza


-¿Éstas bien? –le pregunté y él asiente


-me quiero bañar –me dice pero le dije que debíamos esperar un momento que nuestros cuerpos estuviesen menos agitados, de pronto él se estaba durmiendo y yo igual pero me levanté para buscar una toalla y limpiarlo. Yo usé la misma y me acosté a su lado para cargarlo un poco en mi pecho y le cubrí con una cobija. Toqué su cabello y le di un beso en la frente. Lo amaré toda mi vida y tomaré la responsabilidad por su protección. Cerré mis ojos para dormirme con él.


La mañana llegó y él me sonríe enamorado. Le gustó lo que había ocurrido anoche y pidió que lo repitiéramos muchas veces… no le negaría esa petición


-Yunho ¿Por qué me miras así? –amaba que no supiera interpretarme del todo


-cásate conmigo… sé mi esposo y mi amante para siempre


-si quiero –él me dice y me besa. Le haría el amor toda la mañana y él no protestó.    


 


***DOS MESES DESPUES***


  


-Te ves tan feliz Jaejoong –él guardaba algo de ropa en la maleta que compartiríamos


-¡voy a ver a Junsu! Lo extraño como no tienes idea, es mi mejor amigo… o no… es como mi hermano mayor… él me enseñaba todo –realmente dudé de esta última frase ¿Qué podía enseñarle si vivía también excluido del verdadero mundo?Iríamos de nuevo a Seúl donde Junsu estaría visitando el monasterio del monje mayor. Me encantaba ver el brillo en los ojos de Jaejoong de felicidad, no me aguante y le atrapé por su espalda para darle besos en su adorable cuello. Él se gira para que le bese en sus labios cuyo sabor no logra dejar de dominarme. Él me pide que le deje seguir con su maleta y le dejo libre.


Toqué la puerta del monasterio y Yoochun nos abre siendo abrazado de inmediato por Jaejoong como saludo. Él se mostraba feliz pero cuando apareció Junsu inquieto por el alboroto se quedó en silencio e incluso lloro de felicidad. Los hermanos y mejores amigos se abrazaron por más de tres minutos haciéndome sentir un poco culpable… ¿Le había alejado de sus familiares causando daño en él? Ellos se fueron a una habitacion para hablar mientras me quedé con Yoochun. A mi acompañante lo llamaron para algo urgente y tuvo que irse lo cual hizo que la curiosidad se apoderara de mi inocente alma para que me acercara a esa habitacion


-¿Cómo te ha tratado?–pregunta Junsu


-es muy lindo… lo amo demasiado


-¿mucho? Jaejoong… ¿has… protegido tu cuerpo?


-lo siento–sonreía y estaba fascinado escuchando la conversación


-¡¿pero qué has hecho?! ¡Eso es pecado, aun no estás casado! –tuve que cubrir mi boca para no reír a carcajadas


-él dijo que nos casaríamos


-¿Por qué no esperaste hasta ese momento?


-porque… porque… así es el amor –porque entonces yo me volvería loco


-no lo puedo creer


-lo siento… ¡Junsu! Él me ama, yo lo sé además se preocupa por mi después de que deje de ser puro


-nunca pensé que pudieran hacerte algo así… -Junsu se refería cuando a Jaejoong le tuvieron que inyectar otra sangre y con ello él perdió su pureza, nunca más pudo curar a nadie ya que estaba “contaminado” –confío en que Yunho te sepa proteger


-¿Qué dices si nos casamos aquí en el monasterio? –¿Él hablaba de verdad? –quiero que estés presente y Yoochun también  


-asegúrate que  el novio aun quiera casarte contigo


-¡¿Por qué lo dudas?! –escuché los pasos de alguien y me alejé de la puerta. Era Yoochun y me invito a la cocina para darme algo de comer. Le sonreí y acompañe en las siguientes horas.


Jaejoong aparece frente a mí luego de varias horas de estar con Junsu pidiéndome que le acompañe a la fuente. Las demostraciones de cariño no estarían permitidas dentro del recinto y me contuve –como siempre- de caminar enlazado a su mano. El lugar era muy calmado y se podía decir que tenía un toque hasta romántico


-Yunho… estaba pensando que tal vez… deberíamos aprovechar que estamos aquí para casarnos


-¿casarnos? –Le miré confuso -¿te parece hacerlo aquí?


-las personas que más quiero están reunidas aquí y…


-no me gustaría –le interrumpí y él me miró con total asombro. Nunca le negaba nada y él estaba seguro de mi respuesta


-pero… es que… -él dudaba de seguir hablando -¿ya no te quieres casar conmigo? Es eso –él miraba hacia abajo –¿te has arrepentido? –le halé hacia mi pecho sorprendiéndolo. Hice que su cabeza se apoyara en mi hombro y le hablé


-de todo lo relacionado a Kim Jaejoong, yo jamás me arrepentiré de decir que sí –él se separa para darme golpes en el pecho y yo sonreía


-me asustaste ¡tonto! -Él me dice


-¡no puedes decir malas palabras en el monasterio! –comenta Junsu saliendo claramente de su escondite acompañado de Yoochun… habían escuchado nuestra conversación. Todos fuimos descubiertos y terminamos riéndonos como locos. Jaejoong busca mi brazo para que rodeara su cintura y me mira regalándome la única 

Notas finales:

FIN :p

que tal??


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