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Culpable por Matildespitzenberger

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Notas del fanfic:

Este es un oneshoot que escribí para un concuerso, espero lo disfruten.

 

A leer~

CULPABLE

_____________________

 

La situación le parecía ridícula y si se trataba de visualizar desde afuera solo como mero testigo, pues él se llevaba la peor parte. Quizás era algo parecido a un bastardo.

 

Porque no toleraba ver llorar a Tao  y por primera vez se sentía imponente consigo mismo por ser el motivo de su dolor. El mayor lloraba en su pecho mientras sus fuertes manos se fundían en su camisa con fuerza, mojando todo  su alrededor. Él estaba ridículamente inmóvil, sin ni siquiera ser capaz de abrazarle.

 

Se sentía una mierda.

 

Todo comenzó por una insignificante pelea, siempre partían así. Donde ambos bromeaban sobre el otro, hasta que el calibre de sus burlas subía de tono para llegar a los golpes insignificantes y se terminaba cuando Tao lloraba de la impotencia, manipulando la situación a su favor, para descargar toda la frustración que sentía de esa relación.

 

“Qué le amaba pero odiaba su expresión seria”

 

“Qué le excitaba pero detestaba que al acabar solo se voltease al otro lado de la cama y se durmiera sin decir nada”

 

“Que lo enloquecía de amor pero definitivamente no pasaba lo borde e hiriente que podría llegar hacer”

 

Y era en ese preciso momento que se preguntaba ¿por qué diantres estaba con él, si habían tantas cosas que no le agradaban?.

 

Y para variar, no se lo pudo guardar esas palabras en su garganta.

 

-¿Si hay tantas cosas que no te gustan de mí, por qué sigues a mi lado?- preguntó cortando el ritual de llanto de Tao, logrando que este le observara desencajado y preparado para armar otra escena de aquellas.

 

-¡Porque te amo!- le respondió logrando que él se mofara de sus palabras, no le creía.

 

¿De qué clase de amor hablaba ese idiota?

 

-Seamos sinceros Tao. Te hago mal-

 

-¿Quieres ser sincero, Sehun?- preguntó limpiando sus lágrimas con lo poco de dignidad que le quedaba- eres un imbécil- y le dio toda la razón, asintiendo fuertemente- pero eres el imbécil que no puedo sacar de mi cabeza…- confesó logrando que su acento extranjero se notara aún más, provocando que el resto de corazón que le quedaba a Sehun se desvaneciera por su sonido quejumbroso- Eres lo único que pienso, cuando mi día ha sido una mierda, a ti recurro cuando extraño mi hogar…- prosiguió sin quitarle la vista de encima, mientras sus palabras no hacían otra cosa que taladrar su conciencia- Contigo olvido todo lo que me falta...-

 

A Sehun definitivamente le costaba aceptarlo.

 

-Tao, soy el primero en hundirte.Soy el que te hace recordar tu hogar con historias de mi infancia y soy el que prácticamente te jode el día con un mal comentario de como combinaste tu ropa. Reacciona, no soy lo que necesitas-

 

-¡Basta!- le cortó golpeando su hombro de forma histérica- ¡Entiende de una vez, solo te quiero a ti!- y continuó con sus golpes de la impotencia.

 

Sehun terminó cabreándose  y tomó las muñecas del mayor y le lanzó con brusquedad al sofá, logrando que su perfecta figura revotara en aquel caro mueble.

 

-No sigamos con esto- sentenció tomando su chaqueta- me largo-

 

Y Tao vio lo que le quedaba de vida alejarse con Se Hun, como si nada. En silencio.

 

-Odio que actúes como si todo pudiera terminarse tan fácilmente…- susurró cortando sus movimientos- Odio que no me digas lo que sientes y que siempre termines por largarte, sin decir una palabra...-

 

Si había algo que Sehun detestaba era hablar de sus emociones, por eso cada vez que la conversación se dirigía a este tema en particular huía sin vergüenza, porque a diferencia de Tao, él tenía un gran desastre en su interior y no podía ser tan sincero y directo como el moreno.

 

-Me gustaría que al menos me dijeras, que te tengo harto, que me odias pero no me dices nada… quizás por eso exploto tanto- explicó aun con su voz marcada por la tristeza- más que tu presencia Sehun, busco llegar a tu corazón pero si no me dices lo que hago mal o bien yo…-

 

Y no continuó porque los fríos labios de Sehun le callaron, reconocía que el mayor le ponía de malas pulgas, ambos lo hacían pero también debía darle crédito a que cada vez que se ponía de esa forma tan frágil, lograba que algo en su interior se encienda, algo reconfortante y cálido.

 

Porque al final de todo lo malo en su vida Tao era el único que se preocupaba por él al terminar el día.

 

Luego de haber engañado a Jongin con la figura que ahora si cobijaba entre sus brazos, ya no tenía amigos, ya no tenía un lugar en ese mundo. Solo a Tao.

 

-¿Quieres saber lo que siento?- susurró sentándose a su lado, temblando sin apartar sus frentes y dejar de acariciar su larga y delgada espalda.

 

-Si…- susurró impaciente.

 

Cerró sus ojos fuertemente mientras prestaba su quijada, por un momento aguantó la respiración. Nunca había estado tan molesto.

 

-Odio sentirme culpable- declaró mirándole intensamente, aún sin mostrar emoción alguna en su rostro- Odio haber traicionado al que fue el primer hombre en mi vida y mi mejor amigo. Detesto sentirme tan solo y dejado de lado por los que creía mis hermanos, pero lo que más odio es descargar todo esto en ti…-

 

En un principio el tono de Sehun alcanzó un nuevo record en sus propios oídos, la verdad no sabía que su voz era tan grave cuando se enojaba, menos que podía mostrar una gama de expresiones raras pero al finalizar  se tranquilizó y susurró su más grande frustración percatándose que Tao, ya no podía con sus propias emociones.

 

Y se sintió peor.

 

Volvió a cobijarlo, notando que eso hizo que Tao temblara aún más. Así que decidió no tocarlo, quizás solo así podría consolarlo.

 

-No es que te odie- susurró convencido- conocerte sin duda, ha sido una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en la vida… es solo, que me gustaría tenerte y también conservarlos a ellos… era un malcriado, era el más joven, todos me cuidaban, yo solo hacía de las mías molestándolos, robándoles su dinero.Nos conocemos desde que éramos niños del jardín de niños desde ese entonces era un imbécil- se autodenominó logrando que entre lo alterado que estaba Tao riera por ello- y cuando por primera vez estuve con ellos, supe que iba ser para siempre…- terminó decepcionado por sus palabras, porque al final no fue así.

 

-En dos meses las cosas han cambiado mucho- continuó Tao- para mí tampoco ha sido fácil, te había notado cascarrabias por lo solo que has estado y te he visto dar vueltas por el departamento como león enjaulado. No es gracioso- al final le retó golpeando su hombro como ya era costumbre pero esta vez era diferente, esta vez no dolía- pero las cosas se van a solucionar… tengo fe en eso-

 

-Tao, si yo te engañara ¿me perdonarías?- preguntó dejándolo callado- probablemente Jongin nunca me perdone, es algo con lo que tengo que aprender a lidiar…-

 

Y ambos recordaron como comenzó todo. En la universidad, en los pasillos ocultos de la biblioteca y en ese departamento. Cuando Sehun vio a Tao sabía que se había metido en un gran problema, porque solo le bastó verle para saber que acabaría enredado con él. Lo malo fue que no dio por terminada su relación con Jongin, y  terminó siendo descubierto por KyungSoo, quién rápidamente corrió a contarle a su expareja, desatando todo ese tormento.

 

-¿Enserio no te arrepientes de haberme conocido?- preguntó indeciso acurrucándose a su lado jugueteando con su mechón rubio.

 

-No…- susurró observándole, notando que había conseguido que Tao se sonrojara. Esa confesión hizo que su pareja se derritiera ocultando su rostro en su hombro melosamente y él como nunca lo dejó, depositando a su paso un beso en su negra cabellera.

 

Las caricias eran sutiles en la tela del chino, la verdad es que a Sehun le encantaba su estilo, su aroma, su cuerpo, su voz… sus labios. Si bien sabía que traicionar a Jongin sería su muerte, no lo dudó, simplemente siguió la corriente y si sacaba un balance de su vida, sinceramente muy en el fondo de su corazón, no podía sentirse más satisfecho porque más que ser mimado a él le gustaba mimar y Tao era una constante máquina de deseos que él estaba ansioso por cumplir.

 

Tao se removió y se las ingenió para sentarse en su regazo, le miró tratando de deducir que planeaba hacer pero solo recibió una adorable sonrisa que adornó su rostro perfecto. Una hermosa y genuina muestra de felicidad, que el mismo imitó encantado.

 

-Yo realmente te amo, Sehun- le confesó directamente cortándole la respiración- Aguantaré tus rabietas, una y mil veces pero no me abandones nunca- le susurró cerca de sus labios.

 

-Idiota, esa frase es mía- se quejó avergonzado por la imagen adorable de su novio- Te haré feliz Tao. Juro por mi vida que serás feliz a mi lado- le prometió tocando besándole al fin con ternura, porque se merecía eso y más y no descansaría hasta cumplirlo, hasta dejar de sentirse culpable.

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué tal?, dejen sus comentarios :)

 

Nos leemos pronto~


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