Era el día en el que iniciaría una nueva faceta de su vida, a partir de ese momento él comenzaría a trabajar en la mansión Takahashi, aunque aún no sabía lo que le esperaba. Y ahí estaba justo enfrente de su puerta el sujeto que le daría un giro de 360º a la vida que hasta ahora llevaba.
Al otro lado de la puerta, dentro de la mansión se escuchaba una ligera discusión cuando en ese momento se abrió la puerta y se asomó un niño de ojos verdes que eran tapados por su cabello castaño, era lo más hermoso que había visto en su vida, quedo atónito por tanta belleza.
- Joven amo no debería escapar así…emm quien es este jovencito que está en la puerta.
- Emm…lo…lo siento soy Yuuma Oshiro y he venido por petición del señor Takahashi.
- Ho ya veo << así que al fin has llegado>>…joven amo este muchachito es quien estará a cargo de usted, si necesita algo solo pídaselo… será suyo, puede hacer con él lo que quiera.
Yumma nunca se imaginó que aquellas palabras y ese niño con mirada angelical y hermosa apariencia serían su perdición.
<<! Por qué tengo que recordar eso ahora!, han pasado diez años de eso, bueno no es como si todo fuera a ser como antes, no dejaré que ese niñito mimado y malcriado me vuelva a utilizar de aquella manera>> Yuuma se encontraba camino a la mansión Takahashi por primera vez desde hace cuatro años, ya que tuvo que partir para poder estudiar en el extranjero pero ahora estaba de vuelta y tendría que adaptarse a la vida que le esperaba.
El deseaba desesperadamente no regresar ahí pero ya que la familia Takahashi fue quien pago sus estudios se sentía con la obligación de devolverles el favor. Lo único que le quedaba era esperar a que en su nuevo puesto no le tocara nada relacionado a Izumi Takahashi…el niño que se encargó de hacerle la vida miserable mientras vivió ahí.
Cuando al fin llegó, Yuuma fue recibido por el mayordomo de la casa. Hubo muchos saludos e intercambios de experiencias durante el tiempo que estuvo ausente, también lo puso al día y le comento que Izumi, aquella persona que más despreciaba en el mundo, se había convertido en un gran y famoso modelo y que él sería su manager.
Él quería decir que no podría hacerlo, no era eso…él no quería, pero tuvo que guardar silencio al escuchar que era una orden directa del señor Takahashi. Así, después de cuatro años de tranquilidad lejos de cualquier cosa que lo relacionara con el linaje Takahashi, ahora tendría que estar día y noche aguardando por el bien de su malcriado modelo Izumi.
<< ¿Cómo paso esto?>> Yuuma se encontraba en su habitación acomodando el equipaje que traía consigo, quería salir huyendo de ahí, pero también pensó que sería una buena oportunidad para vengarse de Izumi, así que se esforzaría en su nuevo cometido, ahora sería èl quien lo utilizaría y quien lo manejaría a su antojo.
En el primer piso se escuchaba mucho ruido por lo que Yuuma sintió curiosidad y decidió bajar para ver qué era lo que pasaba. Al llegar ahí se dio cuenta de que todo el personal se encontraba formado a los lados de la puerta como formando un pasillo humano, por el cual pasaría la persona que se encontraba dentro del auto estacionado afuera frente a la mansión <>
Cuando al fin se abrieron las puertas del auto bajo quien menos se esperaba, era Izumi lo reconoció por el color de sus ojos y su mirada única, pero era lo único que podía distinguir de él, sin duda había cambiado mucho en esos últimos cuatro años, aún seguía igual de hermoso o incluso más que cuando era niño, pero definitivamente ya no era el mismo que recordaba en más de un sentido.
Al verlo aproximarse hacia él, Yuuma quedo cautivado por lo que veía y recordó aquella ocasión en que lo vio por primera vez, lo que aquella vez sintió dentro de si volvió a resurgir en su interior. Tubo que recuperar la noción cuando Izumi se aproximó hacia èl con mirada intrigadora y le pregunto quién era, claro que Izumi no era el único que había cambiado en un tiempo
- Es el joven Yuuma Oshiro, al fin ha vuelto de estudiar en el extranjero.
Dijo el mayordomo cuando se aproximaba para tomar la chaqueta y el maletín que Izumi tenía en las manos
- Ya veo, Yuuma cuanto tiempo, pero mira sí que has cambiado…ya se te extrañaba por aquí.
<< Al parecer no soy el único que ha cambiado>> Izumi pensó que en eso tenía razón, <> ambos tenían la mirada fija en el otro, la atmosfera entre los dos se sentía pesada.
- En ese caso creo que será un placer trabajar de nuevo contigo – dijo Izumi con un tono burlesco mientras se daba media vuelta y se aproximaba a las escaleras para luego devolverle de nuevo la mirada a Yuuma, una mirada muy fría –será mejor que estés preparado para lo que vendrá, siendo yo la persona a la que debes de estar pegada las 24 horas del día. –y luego prosiguió su camino, hacia el segundo piso.
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