El día era magnificamente espectacular, de aquellos donde a pesar de relucir el sol no hacía calor, perfecto para el día más importante de su vida; su matrimonio.
La conoció siendo un simple universitario, en su segundo año la vio salir de la cafetería con un hermoso vestido rojo y un ligero chaleco color pastel; en su corta vida no había visto mujer más bella, y desde aquel momento lo supo, supo que ella era la mujer con la que deseaba pasar el resto de su vida, y sus sospechas no hicieron más que confirmarse cuando sus miradas se cruzaron.
Días más tardes la noticiase dio a conocer por todo el campus; Choi Siwon y Jung Jessica eran novios.
Los días, semanas y años pasaron tan rápido que no recordaban en qué momento ya estaban viviendo bajo el mismo techo, todo era como el mejor sueño del moreno y un sueño del que no quería despertar. Jessica era la mujer con la que deseaba pasar el resto de su vida y formar una familia, nada le haría cambiar de opinion.
Ahora, ansioso esperaba el inicio de la ceremonia junto a sus padres y su pequeño hermano en el patio de la bella iglesia que su mujer había escogido.
- Siwon Hyung ¿Por qué el alfabeto tiene ese orden? -Escuchó cuestionar a su pequeño hermano, suho, el cual parecía ser más inteligente que todos los adultos presentes sin tener más que seis años.
- No lo sé, Su-ah... -Contestó con una amable sonrisa el moreno, haciendo relucir su blanca dentadura.
- Suho, no hagas preguntas estúpidas. -Le regañó con cierto enfado la madre de ambos, haciendo que el pequeño Suho resoplase con cierta exasperación. Siwon, para hacer relajar la expresión en el rostro de su hermano colocó su palma sobre los suaves cabellos ajenos, revolviendo éstos hasta que el perfecto peinado del infante quedara totalmente deshecho
- Madre, no seas tan dura...
- Siwon, deberías estar preocupado por la ceremonia... ¿Los votos ya están listos? -Cuestionó su madre antes de comenzar a observar con aire crítico todo a su alrededor, reparando posteriormente en un pálido joven que le era desconocido, más su preocupación se vio reemplazada por alivio al notar que el chico solo era el florista.- Las flores son realmente hermosas ¿Cómo consiguieron al encargado?
- Cosas de Ssica -Contestó el moreno empleando el apodo con el cual llamaba a su ya futura esposa, girando el rostro en dirección a la mirada de su madre con curiosidad.
Al escuchar mencionar aquello a su madre había reparado en lo bonito que había quedado todo, por lo que buscó con su mirada al florista para agradecerle de forma apropiada.
Solo una exalación salió de los labios carnosos de Siwon al ver una cabellera castaña sosteniendo un arreglo de rosas blancas.
Cuando pequeño siempre le contaron historias sobre los ángeles, sobre sus ojos azules y sus cabellos dorados como el sol, pero siempre pensó que todo eso era mentira, una vil y tonta mentira ¿Por qué tenían que ser así?.
Finalmente al observar a aquel chico supo que si los ángeles existian, él debía ser la imagen exacta de uno, con sus pómulos sobresaliendo en una risa que por la distancia no logró escuchar. Sintió como su estómago hacía una revolución al simplemente observar la profundidad de aquellos ojos marrones, los cuales a su vez le observaban con cierto asombro. ¡Lo sabía! era un ángel...
No fue hasta que se sintió falto de equilibrio que se dio cuenta que había contenido la respiración por más de un minuto. Al finalmente recordar como volver a respirar pudo salir de aquel trance, su mirada viajó por todo aquel cuerpo y no pudo hacer más que encontrarlo perfecto. Un regalo de Dios.
Si alguien más hubiese visto su cara de espanto al ver como ese angel encarnado caminaba habia él se hubiese reído en su cara, y de paso le hubiese insultado.
Vagamente escuchaba a su madre hablar, pero no era más que un murmullo sin consistencia, no entendía ni una sola palabra, y no es para menos teniendo en cuenta que toda su atención estaba depositada en el castaño.
- Muchas gracias...
Siwon sintió como nuevamente su estómago estallaba en una emoción difícil de explicar al escuchar su exquisita voz. ¿Realmente era humano?... Si lo era, era el humano más hermoso que había visto.
- ¿Cual es tu nombre, querido? -Escuchó el moreno al finalmente prestar atención a las palabras de su madre.
- Cho Kyuhyun, señora. -Contestó el castaño, haciendo que una deslumbrante sonrisa apareciese en el rostro del moreno.
- Es realmente hermoso... -Comentó Siwon haciendo que su madre le observase con una sonrisa complacida, más el castaño le miró con cierta sorpresa y un tímido rubor se expandió por sus pálidas mejillas.- Muchas gracias, Kyuhyun-Ssi... Por las flores.
Ya comenzaba a ser una costumbre que el estómago de Siwon revolotease ante cada expresión u acción del recién conocido castaño, esta vez solo deseó continuar observando las expresiones que mostraba el castaño, quería ver como su rostro se transformaba ante la alegría, la tristeza y el miedo. Quería conocer todas las fascetas de aquel chico, porque de alguna u otra forma sentía que era especial.
- No es nada... Ehm, si me disculpan tengo que ir a terminar de organizar el lugar donde harán la fiesta.
- Claro, joven Cho, espero más de su buen trabajo. -Escuchó comentar a su madre antes de dirigir su mirada a ella, sintió como su brazo era apresado por la diestra de ésta.- Siwon, querido, ya es hora de entrar... El novio tiene que ingresar antes que la novia.
Ésta vez lo que pudo observar en el rostro del joven florista fue sorpresa, y a medida que comenzaba a avanzar su mirada no se despegó de Kyuhyun, como si fuera un imán imposble de apartar. Cuando sus pies toparon con la escala de piedra a la entrada de la iglesia, regresó su vista al frente, pero al terminar de ascender por éstas giró su mirada en busca del castaño, pero él ya no estaba allí.
Sus pensamientos eran un caos, él no creía en la reencarnación, pero entonces ¿Por qué se sentía tan unido a un desconocido?. El moreno gozaba de una muy buena memoria, por lo que estaba seguro que no lo había visto nunca, pero lo que sentía le hacía sentir tan inseguro de sus valores, tan inseguro de si mismo...
No se había dado cuenta cuando sus piernas ya le habían dirigido a los pies del altar, su mejor amigo y padrino se situó junto a él y posó con cierta rudeza una palma contra su espalda.
- ¿Listo para dejar tu libertad atrás? Espero que estés conciente que tendras que ser un esclavo a tiempo completo desde hoy en adelante. -Comentó un chico con un rostro gracioso, todo el mundo le ponía apodos extraños como "mono" o "anchoa", Siwon siempre se sintió cercano con él, desde que estaban en primaria que practicamente eran inseparables.
- No digas eso, Ssica no es así.
Y en aquel momento finalmente se dio cuenta.
Se recriminó mentalmente por ser tan desconsiderado, sus pensamientos deberían ser todos para su prometida, y no para un extraño en un día tan importante como aquel.
¿Que estaba haciendo? Era un idiota. Se obligó a desechar aquel cabello castaño y esponjoso de su mente para volver a retomar atención a las palabras de su amigo mientras observaba con renovadas ansias la gran puerta de roble de la capilla.
- Eso dices ahora, todas las mujeres cambian luego del matrimonio, Teuk me habló de eso el otro día... Por cierto, es una pena que no pudiese venir...
- Vamos Hyuk, todo el mundo sabe que JungSoo Hyung te trata como si fueras un hijo y estás más que feliz por no verlo aquí.
- Tsk, en su boda no pude ligarme a nadie, siempre estaba pendiente de lo que hacía... Tú no harás lo mismo ¿Verdad?
Un respingo les asaltó a ambos, la música ya comenzaba a sonar y no pudo evitar que en sus mejillas se formasen dos divertidos hoyuelos ante una amplia sonrisa, las puertas finalmente se abrieron dejando ingresar a su prometida junto a su suegro, realmente lucía hermosa, era una flor envuelta en las telas más ricas del mundo.
El moreno sentía su pulso en la garganta, y para tranquilizar un poco su creciente nerviosismo buscó a su hermano entre las bancas, pero mayor fue su sorpresa al observar que su hermano no estaba solo.
Kyuhyun le observaba con atención, sentía como aquella mirada deseaba transmitir un mensaje que nunca llegó a desifrar. Al finalmente poder despegar su mirada de los atrayentes ojos castaños regresó su mirada hacia Jessica, la cual se hayaba a mitad de camino.
La sonrisa ya había desaparecido, y solo un fantasma de ella se podía ver en sus labios.
Nuevamente regresó su vista hacia el lugar donde había visto a Kyuhyun y no le encontró, registro los alrededores con su mirada y le vio recorriendo uno de los pasillos laterales en dirección a la salida, nuevamente sus miradas se cruzaron.
Siwon sentía que aquello no estaba bien, que no estaba en el lugar correcto.
Con cierta angustia observó nuevamente a Jessica, se obligó a sonreír nuevamente tomando la delicada mano de ésta para dar un último vistazo al pasillo y al no encontrarle regresó la mirada a su prometida, la cual le observaba con una radiante sonrisa.
Culpa, su cuerpo se estremecía con culpa.