Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Destiny por RainbowMJ

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un twoshot de mi couple favorita en todo el kpop, mis queridos Soulfighter, estará narrado en primera persona por Jaejoong... espero que les guste y lo disfruten♥

Notas del capitulo:

Primer capítulo de dos, dejen sus comentarios, si es bueno, malo, regular, que les gustó,que odiaron... todo es válido jajajaja

 


Dicen que el primer amor se supera pero nunca se olvida… puro palabrerío sin sentido, nunca pude superarlo y mucho menos olvidarlo ¿cómo olvidar y superar a alguien con quien compartes desde que tienes uso de razón? Es imposible, llevo años intentando superar todo esto y me encuentro lejos, muy lejos de lograrlo; haga lo que haga siempre su recuerdo está rondando mi mente, su rostro hermoso, su piel tostada, sus agudos ojos que al momento de sonreír se volvían asimétricos y adorables, su altura, sus largas piernas, su tono de voz… todo se mantenía intacto en mi a pesar de los años pasados y seguía culpándome a mi mismo una y otra vez. Por mis caprichos arruiné todo lo que teníamos y nunca me lo perdonaría.


Desde que soy un niño siempre estuvimos juntos, nuestros padres son socios y fundadores de la misma empresa además de grandes amigos desde antes de que naciéramos, así que lo natural era que sus hijos también fueran cercanos, después de todo heredaríamos la misma empresa; nuestros padres inclusive tenían el loco sueño de que algún día alguno de sus hijos se enamoraran entre si y unir a las familias formalmente. Yo tenía una gran cantidad de hermanas mucho mayores, era el único hombre de mi familia, el menor y consentido por todos y él… él era el mayor, tenía dos hermanitas menores, así que el sueño de unir familias se resumía a que yo al crecer me enamorara de Shim Jihyun o Shim Sooyun, irónicamente como capricho del destino terminé enamorándome de alguien cuyo apellido era Shim, lamentablemente para todos no fue ninguna de las chicas anteriores resumiendo las posibilidades a Shim Changmin, el lindo primogénito de la familia Shim, el que debería ser mi cuñado terminó siendo mi objeto de amor, deseo, obsesión y muchas otras pasiones.


Así es, Changmin y yo siempre estuvimos juntos, jugando lo mismo, nos gustaba lo mismo, compartíamos cama cuando nos quedábamos a dormir en el mismo lugar. Éramos inseparables como hermanos, luego de ir creciendo nuestras diferencias se fueron notando cada vez más, éramos muy distintos pero siempre nos manteníamos unidos. Incluso estudiábamos juntos a pesar de yo ser mayor; a él lo adelantaron un año y yo perdí uno por estar enfermo cuando era muy pequeño; así que en la escuela él me defendía cuando otros niños se burlaban de mi alegando que parecía una chica y por nunca ser bueno corriendo; así como también, yo lo defendía cuando constantemente lo llamaban nerd por estar un año adelantado y siempre tener consigo sus libros de Harry Potter u otros libros por todos lados, nunca los leí pero conocía la historia a la perfección gracias a Changmin y sus relatos.


A medida que íbamos creciendo nos volvíamos más unidos contra todo pronóstico, al llegar a la adolescencia teñí mi cabello un poco largo de rubio y el dejó crecer el suyo un poco más abajo de los hombros y solía recogerlo en una cola, creíamos tener un gran estilo y la verdad él se veía tan atractivo de esa forma, a pesar del cabello largo lucía perfecto y masculino, yo por el contrario, según muchos me veía femenino, cosa que me molestaba, no quería eso.


[…]


-       ¡Aish! – bufé molesto – es injusto, a ti todos te dicen “ohh… que guapo te ves, que buen look” y a mi solo me pueden decir “eres hermoso, por un segundo creí que eras una chica”… ¡estoy harto! Tu cabello es largo como mujer ¿por qué yo soy la chica? – continuaba parloteando locuras para descargar mi ira.


 


-       Jajajajajaajjajaja- reía moviendo sus hombros como de costumbre – Ay Jaejoong, tu y tus cosas – revolvió mi rubio cabello despeinándome – no es nada malo, eres lindo, tu rostro es e más bonito de todos… aunque parezca de chica jajajajaja – le propiné un golpe por la burla y dejó de reír – además, da igual que parezcas una chica, tu… -sonrió amargamente y bajó el tono de voz – tu realmente no eres una…


 


[…]


Fui feliz cada vez que decía que le parecía bonito, él no solía decirlo muy a menudo, muy por el contrario yo a cada segundo me encargaba de repetirle lo apuesto y alto que era ¿por qué? Simplemente estaba loco por él; en un principio no lo sabía pero paulatinamente fui aceptándolo como algo natural, como “cosas del destino”, creía firmemente en el destino y la causalidad. Durante esos tiempos de adolescencia, en lugar de tener citas y cosas comunes de chicos de nuestra edad, nosotros salíamos juntos y seguíamos de esa forma, sin aparente interés en novias y no era por falta de interés de parte de ellas; ambos éramos populares entre las chicas, Changmin tenía un buen número de pretendientes por su aura de chico serio, inteligente desinteresado y callado como personaje de manga distante, yo como siempre, contrario a él, era muy hablador y risueño, lo que hacía que muchas chicas se interesaran en mi personalidad un poco cálida. Sin embargo, nunca aceptamos los sentimientos de nadie… nunca hasta ese día.


 


[…]


-       Hola Jae--- - se vio interrumpido en su saludo cuando entré a su cuarto repentinamente y lo abracé súbitamente - ¿qué ocurre? ¿estás bien? – correspondió el abrazo y empecé a sollozar sobre su pecho – Jaejoong ¿qué tienes? No llores… -acariciaba mi espalda suavemente y así estuvo un rato susurrando cosas alentadoras mientras yo lloraba y él no entendía nada de lo que pasaba.


 


-       Disculpa – me separé un poco del abrazo – yo… yo necesitaba hablar con alguien – limpiaba los restos de mis lágrimas - ¿puedes hablar conmigo?


 


-       ¡Por supuesto que puedo! – me tomó de la mano dirigiéndome a su cama y se sentó frente a mi, muy cerca brindándome una dulce sonrisa que no solía mostrar muy a menudo – bien, habla, te escucho.


 


-       Verás… ehh un momento, antes que nada ¿me prometes que nada cambiará cuando te diga esto? – pregunté asustado de su reacción ante mi futura revelación.


 


-       Ehh… no se de que se trate pero nada cambiará hyung – me llamó de esa forma que debería usar conmigo siempre pero que solo hacía delante de sus padres o los míos.


 


-       Está bien… yo… - no tenía idea de como continuar o más bien empezar a hablar – bueno… esta mañana, ocurrió algo, una persona vino a casa, un señor de apellido Han y ehh… él… bueno…. – suspiré pesadamente – llegó diciendo que yo era… que yo era su hijo – noté como los asimétricos ojos de Changmin se volvía redondos y amplios en señal de sorpresa pero no dijo nada – yo no entendía nada y mis padres tampoco, ellos nunca habían visto a ese hombre; luego sacó fotos de cuando yo era un bebé, fotos con él y con una señora, su ex esposa y… mi madre –bajé la mirada y sentí ganas de llorar de nuevo, el chico frente a mi levantó mi rostro y limpió una lágrima con sus largos dedos y me dispuse a continuar – entonces, cuando mis padres vieron esas fotos y a la mujer en ellas se pusieron nerviosos y mamá lloraba junto a dos de mis hermanas, era todo un drama y yo quería huir de la casa pero papá dijo que ya era hora… - callé un rato.


 


-       Si no puedes continuar hablando, no te obligues a hacerlo – habló con ese tono dulce que casi nunca usaba abrazándome lo que me llenó de seguridad y ánimos para continuar contando mi experiencia.


 


-       Mis padres conversaron con el señor Han y yo me fui a mi cuarto a esperar que terminaran con él. Cuando comenzaron a hablar conmigo dijeron que me amaban y que me habían dado todo lo material y sentimental que podían, mencionaron que siempre me iban a querer sin importar que y esperaban lo mismo de mi… luego confirmaron que efectivamente aquel hombre era mi… mi padre biológico… y que la mujer de las fotos - volví a tener los ojos vidriosos –  … ella es mi madre… la verdad me parezco a ella –sonreí un poco triste al recordar las fotos – ella fue abandonada por el señor Han poco tiempo después de tenerme, luego tuvo problemas económico y no pudo seguir manteniéndome monetariamente, así que a los 3 años me dio en adopción y pasé de ser Han Jaejun a Kim Jaejoong, ni siquiera mi nombre es real, ni mi fecha de nacimiento ¿puedes creer que no nací el 26 de enero? Ese fue el día de mi adopción, en realidad nací… - pensé un poco recordando – el 4 de febrero, son solo unos días pero… ¡es una mentira! – volteé la mirada, no quería ver a Changmin – mi vida es una mentira…


 


-       ¡No digas eso! – reprochó algo molesto – ni tú ni tu vida es una mentira ¿algo cambió en ti? No, sigues siendo el mismo idiota, tierno, sentimental, cálido, torpe y gracioso chico; descubriste que biológicamente ellos no son tus padres pero ¡vamos! Te criaron, te adoran, eres un príncipe en esa casa llena de mujeres y eso no cambiará solo por lo que pasó hoy.


 


-       ¿Tú… tú crees eso? – pregunté un poco menos triste – es que… wow, son muchas cosas que debo procesar, mi vida es una locura, no se si mis padres, hermanas o… incluso tú me quieran de la misma forma que antes de saberlo – suspiré – además… quiero conocerlo todo, quiero ver a mis padres reales, que me expliquen porque el señor Han no sabía nada de mi hasta el día de hoy y ni siquiera le importó y mi madre… quiero saber de ella, solo se que se llama Oh Seo Jin y nada más ¿por qué no me quiso? – manifesté tristemente algunas de mis inquietudes ante la situación


 


-       Tranquilo, todo a su tiempo, tus padres y yo te queremos como siempre, de eso no hay duda – confesó con algo de timidez y me abrazó, estaba muy afectivo y no me quejaba de ello ya que muy pocas veces se comportaba de esa manera – si de verdad quieres hablarles te apoyaré – me aferré a ese abrazó sintiéndome más fuerte, si me herían sabía que contaba con el más alto y eso diluía mis sentimientos de soledad.


 


-       Changminnie – luego de un rato de silencio lo llamé dulcemente con mi cara enterrada en su pecho con su franela mojada por mis lágrimas – tú… tú ehhh… ¿tú realmente me quieres?


 


-       Más que a nadie – dijo sin titubear, no dije nada más pero sentí como su corazón se aceleraba por la cercanía con su pecho, lanzó un par de suspiros de resignación – Jaejoong yo… tú… verás… creo que me gustas, lo siento – dijo esto último en un todo casi inaudible ¿había oído bien? ¿dijo que le gusto o estoy alucinando? Levanté mi vista y nuestros ojos se encontraron, él volteó la mirada y yo tomé su rostro entre mis manos acercando suavemente mi rostro al suyo dejándome llevar por mi frágil estado emocional y sin pensar demasiado lo besé por primera vez en mi vida.


 


[…]


Estoy seguro que bajo otras circunstancias eso nunca habría pasado, como siempre, solía atribuirle este tipo de situaciones al destino, era el destino que nuestra unión diera otro paso y por ello ocurrió toda esta cadena de hechos que nos llevó a esta situación. Ese día mí vida cambió por completo, supe que era adoptado y mi relación con Changmin cambió para siempre, todo eso en menos de 24 horas. Luego de ello conocí a mi madre biológica, Oh Seo Jin, era una dulce mujer a la cual me parecía físicamente; ella confesó haberse arrepentido en múltiples ocasiones de haberme dejado a cargo de alguien más, por ello se mantenía en contacto con mis padres sin yo saberlo para saber que estaba bien y sentir que no se había equivocado. Con el tiempo la empecé a querer como a mis padres, sin embargo, con el señor Han nunca pasó eso, la verdad me cuesta decirle “padre”, nunca lo sentí como uno y nunca lo veo.


 


Con respecto a Changmin, él y yo asumimos esta “evolución” en nuestra relación como algo no tan extraño sino bastante natural, sin traumas ni problemas, nos besábamos cada vez más seguido, estos besos se convertían en caricias que me causaban las mejores sensaciones de mi vida, nunca creí que el contacto físico con alguien me haría sentir de esta manera y mucho menos que sería un chico el que produjera todo este remolino de emociones… éramos felices, pero estábamos conscientes que nadie debía saberlo, así que, todo este repentino amor era secreto, escondido y guardado tras las puertas de nuestras habitaciones o los momentos en los que nuestras casas estaban solas, no podíamos ser descuidados pues eso estaba socialmente mal visto y no queríamos que esto terminara.


 


Ahora bien, pasaba el tiempo y éramos una “pareja real”, nos entregamos en cuerpo y alma el uno al otro, yo lo quería en verdad pero era codicioso, no quería que nadie lo tuviera para si, que se le acercara demasiado o se divirtiera con alguien más… eso provocaba ciertas discusiones pero, al final de cuentas nada serio, después de todo éramos solo unos niños jugando al amor.


 


Luego, todo cambió… habíamos planeado estudiar juntos en el extranjero nuestras carreras universitarias así que nos postulamos para una beca universitaria en Inglaterra en la misma universidad, nos preparamos estudiando arduamente, el gran día moría de miedo pero salimos satisfechos de la sala de exámenes. Después de nuestra espera, al llegar los resultados nos reunimos para abrirlos al mismo tiempo.


 


-       Uno, dos, tres ¡YA! –gritamos al mismo tiempo y abrimos nuestras cartas, mis manos temblaban sosteniendo el sobre


 


-       ¡SI! – gritó alegremente el más alto, me abrazó alzando mi delgado cuerpo ligeramente del piso, luego me bajó y me miró con una amplia sonrisa que se desvaneció en unos segundos al ver mi sombría mirada - … no me digas que…


 


-       …   - levanté mi rostro con un par de lágrimas en las esquinas de mis ojos queriendo salir – nop, no me aceptaron – forcé una sonrisa – fe… felicidades Min – mi voz salió temblorosa y sentí sus largos brazos rodeando mi cuerpo


 


-       Tranquilo, todo está bien Jaejoong – murmuró en mi oído acariciando mis cabellos rubios.


 


-        


[…]


-       Entonces… - no encontrábamos en un café una mañana luego de varios días de lo ocurrido - ¿vas a aceptar la beca?


 


-       Por vez número mil: si Jaejoong, debo hacerlo – sostuvo mis manos sutilmente – puedes intentarlo el próximo año ¿si? – me miraba con ternura.


 


-       ¿No puedes esperarme? – pregunté pero mi voz sonó como una orden – eres muy joven, puedes tomarte un año de descanso y esperar… pasaste el examen con muy buena calificación ¿imagina que puedes lograr con más tiempo para estudiar?


 


-       Jaejoong… tú no… – suspiró con frustración – tú no puedes pedirme algo así, no puedo dejar pasar esta oportunidad y lo sabes.


 


-       Mmmh… así que eso crees – me molesté, este chico siempre sacaba todo el mal carácter que yo no solía tener – ¡eres un egoísta!


 


-       ¿Te estás escuchando? ¿me dices egoísta a mí? – alzó un poco la voz pero sin llegar a un grito por el lugar en el que nos encontrábamos – mira, tampoco quiero que nos separemos, pero no puedo detener mi vida por ti – terminó de decir rudamente.


 


-       …    - bien, ya entiendo – me levanté de la silla – yo si lo haría – dije esto mirándolo a los ojos con ira y me fui dolido por su hostilidad.


 


El me siguió hasta mi casa y yo lo ignoraba, me sentía un idiota, entró a mi casa, la cual estaba bastante cerca de la cafetería, asimismo me siguió hasta mi habitación y cerró la puerta con el seguro para mayor privacidad aunque solo había una persona a parte de nosotros en la casa.


 


-       Jaejoong… escúchame, mírame… ¡Jaejoong! – se acercó y volteó mi rostro hacía el para que lo mirara – disculpa si escogí mal las palabras – acarició mi mejilla – yo quiero estar contigo. No recuerdo haber estado sin ti jamás, eres parte de mi – se acercó y me besó suavemente pero no lo correspondí – pero entiende que esto es importante, si comienzo a estudiar, cuando tenga 22 años estaría de regreso listo para trabajar y estar juntos sin interrupciones… ¿entiendes, cierto? – calló unos segundos – además… quizás en un año no pase el examen, no quiero arriesgarlo todo.


 


-       De acuerdo… entiendo – mentía, en realidad quería encerrarlo en el closet y no dejarlo salir jamás – pero yo… yo no creo que pueda aguantar tanto tiempo sin ti.


 


[…]


Así pasaron los días y quería tenerlo más cerca, perseguí a Changmin a todos lados siempre insinuando mi deseo de que lo dejara todo e intentara el próximo año conmigo, no obstante, nunca flaqueó en su firme decisión y yo solo sentía que no me amaba suficiente, tenía miedo y me empecé a volver más caprichoso, demandando su tiempo y queriendo que me expresara su amor. Un día lo enfrenté y le pregunté “¿tus estudios o yo? Escoge”… dos días después se fue del país a su nueva vida universitaria, su nueva vida sin mi.


 


Constantemente recibía sus correos diciendo que me quería y extrañaba, sus ganas de volver lo más seguido posible, me adjuntaba fotos del campus, era precioso y con ese aire europeo tradicional que distinguía a Inglaterra; me contaba sus historias y las ganas que tenía de estar conmigo el próximo año. Yo contestaba al principio a secas pero luego fui siendo más flexible y trataba de no propiciar discusiones como los primero días que estuvo allá. Uno de esos días que lo extrañaba más de lo usual lo pude encontrar en línea, así que mandé una solicitud para una videollamada la cual aceptó, me acomodé el cabello como de costumbre y grande fue mi sorpresa al ver al otro lado a un chico con cabello castaño claro, ojos muy azules y piel blanca en lugar de mi querido novio de cabello largo y negro, piel bronceada y asiático.


 


-       ¿Tú quién eres? – hablé molesto por el micrófono, en inglés por supuesto.


 


-       Wow… eres un chico – se asombró al oír mi voz y se acercó a la pantalla para ver mejor, listo, odiaba a este idiota que creyó que era una chica – ehh soy el compañero de habitación de Changmin, el se está bañando así que contesté por el – sentí una gran molestia cuando mencionó su nombre, el nombre de MI novio, saber que estaba con alguien más, un chico realmente apuesto, belleza occidental, algo distinto a lo que puede tener aquí, saber que justamente se estaba bañando y podría ver su cuerpo, saber que compartían la misma habitación desde hace más de dos mes, dormían en el mismo lugar y quien sabe si hasta estudiaban juntos… miles de pensamientos golpeaban mi mente, fue demasiado para el inseguro Kim Jaejoong de aquellos días.


 


-       Ok… dile que Kim Jaejoong llamó y que conteste cuando pueda… o cuando quiera – dije amargamente.


 


-       Ohhh tu eres Jaejoong – sonrió el chico – él habla mucho de ti – sentí un poco de felicidad, hablaba de mi y moría por saber que decía exactamente de mi a ese chico - … bien, no te preocupes por él, está bien aquí conmigo – dijo esto y la felicidad de hace unos segundos se desvaneció, hasta pude sentir que decía eso con un tono amenazante lo que me hizo molestar aún más ¿Qué insinuaba? O más bien ¿en realidad insinuaba algo o era producto de mí atrofiado cerebro?


 


-       ¿Q… qué dices? – fue lo único que pudo articular mi boca pero esto salió en coreano


 


-       Jajajaja ¿Qué? No entiendo – rió un poco – bueno, adiós – saludó con su mano a la cámara y cerró la sesión dejando mil dudas e inseguridades en mi mente que odiaba la soledad.


 


[…]


Poco tiempo después comencé a manifestar mis celos a cada instante y Changmin solo decía que estaba paranoico, que ese chico probablemente era heterosexual y nunca había sido “raro” con él, también me mencionaba que solo tenía ojos para mi, que confiara en él; pero no podía seguir así, es por ello, que lo volví a presionar con la loca idea de que dejara todo y volviera pero siguió firme en continuar sus estudios, sentí que no me extrañaba ni un poco y paulatinamente dejé de contestar sus correos con amor hasta que luego de un tiempo … terminé con él, no podía aguantar tenerle lejos sin ver su interés en mi, odiaba estar solo.


 


Él no lo aceptó, siguió queriendo explicaciones y diciendo que quería continuar la relación a larga distancia pero yo no podía así que solo me encerraba a llorar esperando un correo que dijera “No puedo seguir sin ti, tienes razón, debo volver”… pero en su lugar dijo luego de mucha insistencia “Creí que entenderías, creí que confiarías en mi… pero si es lo que quieres, no insistiré más. Espero que sigamos siendo amigos como antes y que no olvides que aún te quiero, realmente te amo Jaejoong… consigue a alguien que sepa complacer tus caprichos mejor que yo, pero no me lo digas ¿si? No soportaría verte con alguien más…”


 


Este último correo hizo que mi corazón se volviera nada ¿por qué tenía que ser así? Debió simplemente insultarme y odiarme, pero no, debía comportarse amoroso y dolido haciéndome todo mucho más difícil; quería olvidarme de él, superar lo nuestro pero era casi imposible… nunca pude contestar su correo. Luego de lo ocurrido hablábamos de vez en cuando, casi nunca; al principio trataba de decirme cosas como cuando éramos novios pero yo le dije que parara que no podía superarlo y el muy idiota me contestó “no quiero que me superes…” paralizando todo mi sistema y haciendo que nuevamente no contestara más.


 


Nos vimos un par de veces nuevamente en Corea cuando estuvo de vacaciones en reuniones familiares a la cual tuve que asistir obligado, si no iba sería muy sospechoso, además, quería verlo, saber como estaba aunque al llegar ahí huí de todos sus intentos de acercamiento, no quería volver a caer en sus ojos, sus palabras, sus brazos… no podría aguantar. La última vez que lo había visto, me fui del lugar alegando un malestar de salud y recibí un mensaje a mi teléfono celular…


 


“Jaejoong, no creí que pudieras verte mejor hasta que te vi hoy… me agradó verte aunque finjas estar enfermo y te alejes de mi


 


PD: ¡felicidades por tus buenas calificaciones!”


 


Siguiendo mi absurda lógica no le contesté y tiré el celular lo más lejos que pude para resistir la tentación de teclear un seductor “ven a mi casa, estoy solo y te extraño” o algo similar. Se había enterado que estaba desde hace tiempo estudiando en la mejor universidad de Seúl y que estaba obteniendo muy buenas calificaciones. En eso había transcurrido mi vida estos años, estudiando locamente para no pensar en Changmin y en cierta medida para ser como el… pero no podía, me gustaba salir a menudo a beber o a fiestas, tenía muchos amigos, pero me sentía solo, nadie podía llenar el vacío de él, por más que buscara algún chico que se le pareciera para poder olvidarlo ninguno era interesante, ninguno era ni un poco como Shim Changmin.


 


[…]


De esta forma siguieron los años restantes y al fin llegó el día… ese día, Shim Changmin volvía a Corea no de vacaciones a visitar a sus padres y a voltearme la vida por unos días, volvía definitivamente a su lugar de nacimiento y yo… yo me moría de nervios, el llegaría como un brillante graduado con honores en Cambridge con escasos 22 años, era el joven y apuesto orgullo de sus padres; probablemente llegaría a trabajar en la empresa de nuestras familias o quizás a descansar un poco… no lo se pero me ponía nervioso saber que pronto lo vería y además de eso yo… yo haría las pasantías de mi carrera en un mes y por supuesto que serían en nuestra empresa, no quería topármelo todos los días pero irremediablemente nuestros padres eran socios y trabajaríamos juntos en algún momento de nuestras vidas y por mucho tiempo, es destino me jugaba la pesada broma de volver a entrelazar nuestras vidas quiera o no.


 


Quería verme diferente al desaliñado chico rubio que fue su novio hace años así que poco antes de su llegada corté un poco distinto mi cabello y lo teñí de negro, busqué ropa elegante para la fiesta de bienvenida que habían planificado los Shim, no quería lucir como un idiota ya que hace un tiempo Changmin había dejado de buscarme, de decirme “te amo” esporádicamente… ya me había superado y yo todavía estaba estancado en mi vida de hace 5 años.


 


Me arreglé, no quería lucir “débil y femenino” como en el pasado, quería parecer un gran hombre, fuerte y sin sentimientos románticos hacía su ex… aunque la verdad era que moría de ganas de correr, abrazarlo, besarlo, quizás golpearlo un poco por haberme olvidado… pero en fin, quería sentir que aún me amaba y que era mío. Lo triste es que eso era cosa del pasado, tenía que ser alguien maduro, un hombre real y no el niño caprichoso y arrepentido en el que me había convertido.


 


[…]


-       H… hola Cha… Changmin – bien, tartamudeando, empecé fatal – tiempo sin verte.


 


-       ¡VAMOS! Son los mejores amigos – mi hermana me empujó y el más alto me sostuvo en sus brazos luego de tanto tiempo así que sentí en segundos que una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo y mis piernas flaquearon ligeramente, él me abrazó y yo torpemente correspondí.


 


-       Tiempo sin verte… hyung – susurró en mi oído y sentí que literalmente me derretía en sus firmes brazos


 


-       Yo… yo debo ir ir ir… ¡ya vengo! – me separé bruscamente ante la mirada incrédula de todos los presentes y fui al baño - ¡ahhh! Kim Jaejoong, eres un idiota – dije en voz alta mirando mi reflejo en el espejo y tirándome agua en la cara.


 


¿Dónde habían quedado mis grandiosos planes de lucir masculino, fuerte, seguro de mi mismo y que lo había superado? Exacto, se fueron a la basura ¡fue tan vergonzoso!... pero es que ¡mírenlo! Estaba tan apuesto, su rostro un poco más maduro pero sin muchos cambios, había cortado ese cabello largo que amaba pero aún así se veía perfecto, podría jugar que había crecido un par de centímetros, y su cuerpo, al momento de sentir su cuerpo en ese abrazo… seguía siendo delgado pero más fuerte y definido, definitivamente estaba ejercitándose, pude sentirlo incluso a través de la ropa que usaba; no es que quisiera tocarlo de esa forma a propósito, solo pasó… además, su voz ¡maldita sea! Su voz sonaba un poco más baja de lo que la recordaba, era tan sensual y yo sinceramente no estaba preparado para todo eso… el sonido de la puerta distrajo mis pensamientos, alguien movía la perilla, pero estaba cerrada así que ni me preocupé hasta que oí que se abría y entraba una delga y alta figura por al lugar con unas llaves en su mano alzada y una sonrisita burlona en unos labios que lucían algo resecos.


 


-       Oh… hyung, estabas aquí – afirmó fingiendo inocencia.


 


-       ¡Claro que estoy aquí! No deberías entrar a un baño cerrado – reclamé elevando un poco mi tono de voz, más de lo que debería.


 


-       Conflictivo como siempre – se acercaba suavemente – verás… esta casa me pertenece, este baño me pertenece y tú… - dijo bajando el tono de voz de una forma un tanto sensual que me hizo tragar grueso.


 


-       ¡Yo no te pertenezco! – solté casi en un grito cerrando los ojos fuertemente.


 


-       ¿Ah? – levantó una ceja burlonamente - ¿qué dices? –lanzó una pequeña risita, que engreído se había vuelto – iba a decir que tu ni siquiera estabas usando el baño – bajó un poco su rostro acercándolo al mío y desvié la cara a un lado – tsk… chico raro – dijo y se fue a usar el baño.


 


Me quedé ahí de piedra unos segundos y luego fui a la puerta, tenía que huir de esa casa lo más rápido posible. Changmin era todo lo que yo quería ser esa noche, seguro de si mismo, masculino, sexy… ¡malditamente sexy! Creo que el tiempo sin verlo me hizo daño o esa nueva actitud lo hacía lucir mucho mejor que antes, el parecía un adulto y yo un adolescente muy viejo y torpe, estaba enojado, enojado conmigo, con mi idiotez desbordante; estaba decidido a huir y prepararme psicológicamente para este nuevo y mejorado Shim Changmin.


 


-       Jaejoong – me abrazó fuertemente el señor Shim – debes estar alegre ¿cierto? Al fin tendrás a Changmin para ti otra vez – reía sin saber todo lo que significaba decir esas palabras.


 


-       ¿Recuerdan que nunca hacían nada separados? Jajajaja parecían gemelos inseparables – reía una de mis hermanas; que gracioso, éramos gemelos… ¿gemelos con un buen sexo?


 


-       Si, incluso en nuestra escuela decían que Jaejoong era su esposa – dijo una de nuestras ex compañeras de secundaria y yo me tensé en segundos muerto de nervios, algunas personas aseguraban que teníamos una relación pero nunca lo admitimos.


 


-       Jajajajaj cierto – se unió otra ex compañera – disculpen, yo siempre los molestaba con eso – al decir eso varias personas rieron y yo lo hacía pero no porque me divertía, estaba nervioso.


 


-       ¿De que chiste me pierdo? – llegó elegantemente la razón de la celebración y pasó uno de sus largos brazos por mis hombros haciendo que mi cuerpo sintiera un cortocircuito.


 


-       Estábamos recordando cuando Jaejoong y tu estaban tan pegados que parecía tu esposa jajajaja – comentó la misma chica de antes.


 


-       ¿A si? – rió un poco ¿cuándo se había vuelto tan seguro al hablar? – bueno, esposa – se dirigió a mi – ya estoy en casa cocíname algo – dijo esto y todos comenzaron a reír, incluso sus padres y hermanas y yo sentí la cara caliente y unas enormes ganas de salir huyendo de aquel lugar ¿desde cuando Changmin era un comediante delante de los demás? ¿Dónde estaba el chico reservado de hace 5 años?


 


-       Tú siempre pensando en comida jajajaja – reía la mayor de mis hermanas a su lado – creo que tú esposa está enojada por el abandono – continuó bromeando un poco sin sospechar cuanta razón tenía esa estúpida broma, con la diferencia que no era ninguna esposa ni novio ni nada.


 


[…]


            Al cabo de un rato de bromas, recuerdos del pasado y unas cuantas cosas más, tenía que irme de allí, no podía aguantar más, sentía que Changmin definitivamente me había superado, no percibía amor y dulzura en su mirada, sino que sentía que solo se burlaba de mi y mi debilidad ante el, quería largarme a montar mi drama privado en mi habitación, era patético, había terminado con él ¿por qué yo era el que lo extrañaba y me arrepentía y el no?


-       Entonces… ¿no tienes una novia seria ni nada? – hablaba el padre de el que debería dejar de ser mi objeto de amor.


 


-       Lamentablemente no papá – contestó – estuve concentrado en los estudios este tiempo.


 


-       Esta bien hijo, eres un buen muchacho – lo felicitó aquel que había sido mi suegro… aunque claro, nunca lo supo – después de todo es mejor “made in korea” – bromeó en un buen inglés como el de su hijo.


 


-       ¡Oh yes! – contestó haciendo que lo odiara – por supuesto que preferiría mil veces tener una relación con alguien de Corea – sentí que me miró por 0.5 segundos pero de seguro lo imaginé.


 


-       Pero claro que si, por ahora no te preocupes por nada, tenemos unas buenas futuras candidatas para ti – sonrió su madre inocentemente sin saber que sus palabras me atravesaron como cuchillos en mi cuerpo.


 


-       Oh… genial, estoy ansioso por verlas – sonrió de medio lado y esta vez si me miró claramente, yo hundí mi rosto, realmente necesitaba irme a llorar y a beber justo ahora ¿había cambiado tanto como para que también lo hiciera su orientación sexual? O quizás solo había sido una confusión adolescente… no, eso no podía ser posible.


 


-       Ehh… disculpen, creo que ya he pasado un buen rato pero, con su permiso, debo retirarme – me levanté suavemente de mi asiento – gracias por todo y bienvenido Changmin.


 


-       ¿Tan pronto? Deberían revivir los viejos tiempos y quedarse juntos – sonrió amablemente mi ex suegra secreta – aunque como ya son unos hombres ahora eso no les apetezca.


 


-       Gracias por la invitación pero creo que esas cosas ya no podremos hacerlas, son infantiles ¿cierto? – pregunté por cortesía, solo quería huir de esa casa – somos adultos ahora…


 


-       Nunca se es demasiado grande para una noche de copas con un amigo, podemos hacer eso ahora – sonreía maliciosamente – ya sabes, cosas de adultos – dijo esto último y sentí que mi cuerpo se volvió rígido ¿solo yo lo oí como una proposición indecente? Creo que necesitaba sexo, masturbarme o algo así, no era normal creer eso – sería divertido hablar un poco y recordar el pasado – nuevamente sentí que sugería algo sucio… - ¿Qué dices Jaejoong hyung?


 


-       Ahh… ehh… yo, la verdad yo no quiero molestar – quería decir en realidad “¡NOO! Te odio Changmin, a ti con tu estúpida cara y tu estúpida forma de decir cosas indecentes camufladas, no te quiero ver idiota” pero por supuesto, no lo dije.


 


-       No molestas, eres casi parte de la familia – sonrió calmadamente el señor Shim – se que debes sentirte tímido ahora pero hasta hace 5 años casi vivías aquí – rió un poco, tenía razón, normalmente estábamos más aquí que en mi propia casa.


 


-       Eh… está bien, gracias, pero… no tengo ropa – fue mi último recurso (y el más patético te todos) para rechazar la amable oferta de la familia que me había acogido como uno más de los suyos.


 


-       No te preocupes –de nuevo me lanzó una sonrisa ladeada y maliciosa mi ex novio – no necesitas ropa… yo te presto - ¿hacía calor o era yo? ¿Por qué todo lo que decía aquel endemoniado chico sonaba como propuestas de cama para mi? Me sentí como un necesitado maniático del sexo.


 


-       Bueno… gracias, me quedaré – cavé mi tumba con esas palabras pero me habían enseñado a ser amable y más aún con gente como los Shim, los socios y mejores amigos de los Kim… maldita familia, la odiaba en estos momentos.


 


[…]


            Luego de un rato, la fiesta fue menguando, los invitados se fueron retirando incluyendo mis padres y hermanas, me estaban dejando ahí inocentes del grave peligro psicológico que corría el menor de la familia, quería irme con mamá a llorar, la necesitaba como cuando era un niño, estaba aterrado, pero lógicamente no manifesté nada de esto, me despedí de todos como si nada y traté de pensar como fingir un desmayo, un infarto, la muerte o lo que sea… no podía dormir en la misma habitación que mi súper sensual, nuevo y más perfecto que nunca ex.


-       Jaejoong – oí su voz en mi espalda - ¿qué prefieres, este o este? – alzaba dos botellas distintas de licor.


 


-       Ah, esa – señalé cualquiera sin siquiera fijarme realmente que escogí, daba igual, era licor y eso necesitaba para calmar estos nervios, él quería que bebiéramos como si nada, ya lo habíamos hecho en el pasado ilegalmente y escondidos de todos, ahora podíamos hacerlo a la vista de todos, podíamos hacer “cosas de adultos”… esa frase aún retumbaba mi mente.


 


-       Vamos arriba – me empujó un poco del brazo, subimos silenciosamente, abrió la puerta y sentí que viajé al pasado, su habitación estaba intacta, sentí una extraña felicidad mesclada con nostalgia y arrepentimiento, quería hasta llorar pero por supuesto no lo hice - ¿quieres ponerte cómodo? – preguntó al llegar.


 


-       ¿Ah? ¿Qué? – estaba en otro mundo y por alguna razón no entendía.


 


-       ¿Te quieres cambiar de ropa ya? – formuló la pregunta de otra manera y asentí con la cabeza – bien, alguna ropa vieja te debe quedar, sigues de la misma estatura y delgado como siempre o quizás más.


 


-       Mmm si, creo que perdí un poco de peso– suspiré, quizás eso me restaba más puntos en comparación con él.


 


-       Me gusta, te ves bien – dijo mirándome fijamente, su mirada era mucho más intensa ahora así que no pude sostenerla y volteé la vista – toma, usa esto – me lanzó un short y una franela sin mucho chiste y comenzó a desvestirse.


 


-       ¡Ahhh! ¿Qué haces? – le arrojé una almohada al pecho, la verdad no se porque me comportaba de esa forma, seguro era por el tiempo sin habernos visto.


 


-       Pues… cambiándome, no voy a estar así toda la noche – continuó desabrochando su camisa y sonrió un poco - ¿Por qué? ¿te incomoda? – preguntó mirándome fijamente de nuevo.


 


-       Es que… debería ir al baño a cambiarme mientras tú te… te cambias aquí – dije torpemente ¿Qué me pasaba?


 


-       Jaejoong, deja de comportarte como quinceañera virgen, somos dos chicos y… - se acercó a mi rápidamente- ya no hay nada que no hemos visto entre nosotros ¿cierto? – revolvió mi cabello negro como solía hacerlo en el pasado.


 


-       … Ci-ci-cierto – asentí, por alguna razón sentía demasiados nervios, traté de disiparlos e imité su acción cambiándome de ropa pero todo lo que hacía era mirarlo, estaba definitivamente más fuerte, se notaba que hacía ejercicio; podría durar horas viendo su espalda perfecta, sus piernas tan largas, su pecho ¡oh sus brazos!... me sentía como un pervertido pero luego caí en cuenta que de no haber sido tan idiota podría estar tocando todo eso justo ahora… era un idiota y me odiaba tanto.


 


-       Oh, hyung, no me mires así que me sonrojo – bromeó agudizando su voz sonando bastante grotesco en su intento de inocencia.


 


-       ¿Qué, qué, qué? Yo no estaba mirando nada – moví mi cabeza frenéticamente – y no hables así ¡es horrible! – sentencié para cambiar el tema, me volteé y proseguí a terminar de quitarme la ropa, a penas había desabrochado dos botones de mi camisa, mis manos temblaban y yo me odiaba por ser tan débil ante ese idiota.


 


-       Wow… Jaejoong… tu espalda – oí el moreno detrás de mi y me giré.


 


-       ¿Qué tiene? –dije asustado por su cara de sorpresa.


 


-       ¡También tu pecho! – volvió a señalar y miré, cierto, el no tenía idea de que había cogido una pasión por los tatuajes, tenía algunos en la espalda y pecho.


 


-       Ahh, cierto, me hice algunos tatuajes en estos años – dije como si nada.


 


-       Y ya no tienes tus piercing – señaló, solía tener algunos antes pero me había cansado de ellos y dejé de usarlos - ¿puedo verlos bien? – dijo refiriéndose a los tatuajes y me volteé otra vez dándole la espalda – mmm están bonitos, interesantes… me agradan – sentí su mano rozando mi espalda suavemente y me estremecí, su tacto era algo que extrañaba demasiado así que me odié a mi mismo por dejarlo nuevamente.


 


-       Ehh gracias – me volteé rápidamente – ¡mira estos!


 


-       Te volviste un chico profundo – dijo rozando con sus largos dedos esta vez mi pecho tatuado – escogiste buenas frases – sonrió y bajó su rostro acercándose peligrosamente, mis labios temblaban, estaba tan cerca… cerré los ojos y aparté la cara – me gusta – susurró a mi oído y se alejó.


 


Me quedé ahí otra vez petrificado como idiota unos segundos, me terminé de cambiar y él había servido el alcohol, hablamos trivialidades sobre la vida en Corea y la vida en Europa, comparando cosas y anécdotas, parecíamos viejos amigos y hasta cierto punto eso éramos ¿cierto? Yo bebía cada vez más rápido, era bueno con el alcohol pero Changmin tampoco era nada malo, sin embargo yo estaba bebiendo sin control alguno como si se tratase de agua.


-       ¿Sabes algo? – habló mi alto acompañante de tragos – nunca hablamos de que fue lo que pasó entre nosotros… - tocó el tema del cual NO quería hablar pero irremediablemente tendríamos que hacerlo.


 


-       …    - suspiré pesadamente – Changminnie… pasó hace años, ya no importa – dije arrastrando las palabras, estaba ebrio pero seguí bebiendo más.


 


-       A mi me importa – dijo seriamente insistiendo en el tema – aunque no me creas, nunca pude olvidarte – confesó sin titubeos y yo me llené de alegría e ira al mismo tiempo.


 


-       ¿No pudiste olvidarme? – estaba molesto, era un borracho molesto – entonces ¿Por qué no hiciste nada para recuperarme? Te quedaste allí, lejos con tú estúpido compañero de cuarto, con un montón de europeos hermosos e inteligente, ni te acordaste de mi –hablaba turbulentamente producto de la gran cantidad de alcohol en mi cuerpo.


 


-       ¿Cómo puedes decir eso? – preguntó suavemente – sabes perfectamente que todo este tiempo estuve detrás de ti, llamando, escribiendo, incluso vine unas cuantas veces a Seúl y tú solo me esquivaste una y otra vez – recordó con voz amarga - ¿Qué hice tan mal para perderte?


 


-       …   - me había quedado estático, no se si era el alcohol, que no quería admitir la culpa o que no concebía una respuesta a esa desgarradora pregunta – tú… tú solo… tú me dejaste y yo la verdad no podía soportar estar sin ti – callé y tomé el resto de lo que contenía mi vaso para darme más valentía.


 


-       No querías estar sin mí pero terminaste conmigo ¡cuanta lógica Kim Jaejoong! – añadió sarcásticamente el chico más alto que fue mi novio.


 


-       Deja de burlarte – continuaba molesto – se que soy idiota ¿bien? No soy el más listo ni el que obtuvo una beca en el extranjero y se graduó con altas calificaciones a temprana edad, no soy el que superó su antigua vida, no soy tú… - dije con algo de torpeza causada por la bebida y las repentinas ganas de llorar.


 


-       No eres yo ni te pareces a mi, es cierto –dijo con suavidad – por eso me gustas y, aunque no me creas, nunca “superé” mi antigua vida… contigo.


 


-       ¡Basta! – impedí que siguiera hablando – deja de decir cosas así, deja de jugar conmigo – comencé a sollozar un poco – tú… tú ¿crees que puedes irte por 5 años y que al volver yo me encuentre disponible y listo para ti con una sonrisa? No, no es así – la verdad si que estaba totalmente disponible pero quería saber que pensaba si creía que tenía novio, además no controlaba lo que decía.


 


-       Mmmh tienes razón – calló unos segundos mientras bebía un poco después de un largo rato sin hacerlo – tú y yo no seguíamos juntos… no estabas obligado a esperarme y estar “disponible” para mi, ya entiendo, creo que malinterpreté tus acciones, discúlpame.


 


-       ¿Ah? ¿malinterpretar que? – balbuceé algo somnoliento, no entendí bien que había dicho antes.


 


-       Yo… -rió un poco molesto – tuve la tonta idea de que estabas nervioso y torpe porque… porque aún te gustaba, pero creo que no fue así… ya entiendo porque fuiste tan esquivo conmigo – suspiró – pero está bien, hace tiempo dije que no me informaras nada sobre si estabas con alguien más… realmente no puedo soportarlo aún – culminó con un deje de tristeza y enojo.


 


-       Ahh… Changminnie yo… –mis ojos se cerraban, moría de sueño y no podía controlar mi cuerpo o articular bien las palabras – yo… - balbuceé algunas incoherencias que en mi mente sonaban a palabras bien dichas pero no eran así, creí que había entendido lo que dije, me encontraba más dormido que despierto así que me tendí en el piso cayendo dormido instantáneamente como una piedra.


 


[…]


 


 

Notas finales:

Bueno... espero que sea de su agrado y comenten lo que peinsan, es importante para mi♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).