La vida, se torna aburrida después de tanto tiempo, llega a ser repetitiva y sin ninguna emoción, no logras entender por qué estás aquí, quieres saber cuál es tu razón de vivir, quieres saber si algún día llegaras a ser feliz y quieres saber si algún día encontraras el amor. Sueñas con tener un trabajo decente, sueñas con tener una familia…en fin, esas cosas dejaron de importarme hace mucho, desde que me convertí en asesino.
Ciertamente, mi hobby que se trataba de asesinar, lo convertí en mi trabajo, sin embargo, esto que antes me llego a gustar por ver a las personas sufrir un dolor sin igual, que me saciaba…ya no me gusta. Ahora solo lo hago por dinero, por esto mismo ya no me divierte, lo que antes me gustaba, ahora me aborrece…
En estos momentos camino por una calle concurrida de Japón, buscando a mi víctima. Estoy harto y cansado de esto, yo ya no soporto estar aquí, buscar al hombre que debo de asesinar se tornó cansado, se suponía que aquel inútil, me iba a llamar para decirme donde se encontraba el tipo de la fotografía, sin embargo ese idiota que yo autonombre mi esclavo, no se dignó a llamar, es un inútil.
Sigo sin entender cómo es que termine trabajando con ese tipo…
Camino por varios minutos y al fin logro dar con aquel imbécil; sentado en una cafetería, mientras come un pastel, como si fuera una persona normal, como si fuera una persona inocente y eso definitivamente es incorrecto, ese sujeto esta tan podrido como yo, aunque no lo parezca por la cara de imbécil que tiene.
Continuo con mi camino, para llegar con ese inútil, choco con personas, pero las hago a un lado, detesto los lugares concurridos, estoy a punto de llegar, sin embargo siento chocar con alguien, no le tomo importancia al tipo que cayo, eso a mi no me importa, continuo con mi camino, pero aquella persona tirada en el suelo, sujeta mi brazo. Volteo molesto y logro dar con esa persona; Un mocoso.
No le veo el rostro, tiene la cabeza gacha y parece que llora, pero lo único que hago es zafar mi brazo de su agarre, me dispongo a marcharme del lugar, yo no tengo tiempo para estar desperdiciándolo con un mocoso llorón, le doy la espalda y comienzo a caminar, sin embargo su llanto vuelve a escucharse, me detengo y lo miro, al fin ese chico levanta su mirada y los veo; aquellos ojos verdes cubiertos por lágrimas, aquellos ojos están empapados de lágrimas por mi culpa, no supe porque, pero lo seguí observando, esos ojos verdes me hipnotizaron, el mocoso solo llora por el dolor de la caída, sigue sentado en el suelo, esperando a que lo ayude a levantarse.
No puedo.
Lo dejo sentado en el suelo…esperando una ayuda que jamás vendrá, yo solo sigo mi camino y no vuelvo a ver aquellos ojos…aquellos ojos verdes llenos de lágrimas e ingenuidad.
Dejo atrás al mocoso y llego con el idiota de Skull, su tranquilidad se va al verme frente a él, y comienza a alardear cosas sin importancia, me invita a sentar y lo hago. Habla y habla, sin embargo no le hago caso, a decir verdad nunca lo hago, pero esta vez si hay una razón, esos ojos verdes no logro sacarlos de mi mente…esos ojos cubiertos de lágrimas por mi culpa…por mi culpa…no lo entiendo he hecho llorar a mucha gente, tanto que ya ni le tomo importancia, pero el llanto de ese mocoso es diferente, no sé porque me siento mal al recordarlo…yo no soy asi….
No entiendo ¿Por qué le tomo importancia a eso? No logro entender porque me preocupo por aquello, no entiendo porque me preocupo por alguien que nunca volveré a ver.
-Reborn…-Aquel idiota me llama y lo fulmino con la mirada, se queda callado, para luego volver a hablar.-Perdón…Reborn-Senpai…-Logro ver en su cara molestia por llamarme de ese modo, no recuerdo porque lo obligue a llamarme senpai, supongo que lo hice por humillarlo o algo, sinceramente ni me importa.
-¿Qué quieres?
-Bueno…quería saber si usted….
De nueva cuenta ignoro su comentario y la razón es el mocoso de nuevo, que entro a la cafetería, luce mejor, tal parece dejo de llorar, lo sigo con la mirada hasta que se sienta en una mesa frente a la mia, veo su espalda, pero yo quiero ver sus ojos, quiero verlo de frente…
Me muevo un poco intentado ver su cara, pero no lo logro, el idiota de mi lacayo no me deja verlo bien, asi que lo pateo, escucho reproches de parte de este mas no le tomo importancia, sigo intentando ver el rostro de aquel mocoso.
No logro verlo…no sé qué me pasa. Yo necesito ver su rostro…pero no sé porque…
-¿Me estas escuchando?-Lo escucho quejarse.-¿Por qué me pateaste?
Veo al idiota, y al verlo me surge una idea, sin embargo sigo sin saber porque la urgencia de ver el rostro de aquel chiquillo. Tomo una servilleta y una pluma que tenía en mi bolsillo, entonces comienzo a escribir.
-Cállate, no molestes.-Su cara muestra enojo ante mi comentario.-Ten, dale esto al chico que está en frente.-Le doy una servilleta.
La cara de confusión no se hace esperar, el idiota me mira confundido, no lo culpo yo haría lo mismo, pero esa servilleta tiene escrito algo, no sé porque escribí en ella un “Scusate” lo siento en italiano, mis manos lo escribieron por si solas. Skull me sigue viendo, no debo decirle porque quiero que le de esa servilleta, porque ni yo lo sé.
Le doy una patada por debajo de la mesa y con eso entiende, se levanta y va directamente con el mocoso, no logre escuchar lo que este imbécil le dijo, solo pude ver otra cara de confusión esta vez por parte del chico. No logre ver su rostro, solo vi su perfil…y sin duda alguna es hermoso…ahora quiero ver con más ganas su rostro completo…pero ¿Qué estoy diciendo? No logro entenderme. El chiquillo sonríe y su perfil se ve más hermoso…no sé qué me pasa….yo no soy así. Skull le da la servilleta y nuevamente no escucho lo que le dice, camina hasta aquí, pero le prohíbo hacerlo, le digo que se vaya a otra mesa, me hace caso y de nuevo centro mi mirada en la espalda del chico, quien voltea a todos lados, seguramente buscando a la persona que le mando la servilleta.
Continuo observando su espalda, no recuerdo por cuanto tiempo lo mire. Skull me observa molesto desde otra mesa, pero no le tomo importancia, giro mi vista de nuevo y veo entrar a una chica que sujeta su cabello en dos trenzas, la veo dirigirse con el mocoso, eso me molesta, no puedo evitar mandarle una mirada de odio a aquella mocosa. La pequeña mujer le sigue hablando con una sonrisa…
Me molesta.
He llegado a odiar a alguien que ni siquiera conozco. Y lo peor de todo, es que no sé porque me molesta.
Y Finalmente después de hablar por diez minutos, el chico se levanta y sale del lugar con la mocosa, no logre ver su rostro.
Odio a esa estúpida niña…se llevó al mocoso…la odio…
-¡¿Por qué me hiciste eso, maldito?!-Escucho gritar al estúpido de Skull, lo ignoraría como siempre lo hago, pero odio admitir que necesito su ayuda…no sé qué me pasa…
-Cállate, lo hice porque quise.-El tipo se calla y me vuelve a mirar. Tengo su atención.-No hagas preguntas, no me preguntes porque, pues ni yo mismo lo sé. Lo único que harás es seguir mis órdenes, sino te va ir muy mal.
Miro su rostro, está asustado, es tan fácil dominarlo. Lo observo por unos segundos, estoy dudoso de si confiar en él, pero a estas alturas ya no importa, necesito su ayuda, quiero ver al mocoso de frente y este estúpido es el único que puede ayudarme. Después de pensarlo un poco decido decirle una mentira. No confió en el, mejor dicho no confió en nadie.
-Aquel mocoso, tienes que seguirlo.-Skull está a punto de hablar, pero yo me adelanto.-No preguntes…ese niño, creo que tiene que ver con el sujeto de la fotografía.-Ni yo sé cómo se me ocurrió semejante mentira. Sin embargo me cree, después de todo un idiota es un idiota.
Rápidamente sale del lugar, estaba seguro que ese idiota lo iba a arruinar. Al igual que Skull, salgo de ahí, no sin antes tomar otras dos servilletas, necesito escribirle algo, quiero que sepa de mi existencia. Esto me molesta, escribirle algo a alguien…ni yo mismo me lo creo.
Me siento como un estúpido al hacer esto, yo nunca había hecho algo asi, sin embargo solo conocí a ese mocoso por 4 horas y ya no puedo dejar de pensar en él, ya no puedo dejar de escribirle.
Escribo en Italiano, supongo que asi sabrá que no soy de este país, quiero que piense que soy diferente, “Scusate” aquel lo siento en italiano que puse en la primera servilleta…estoy preguntándome si logro entender mis disculpas. Le doy mucha importancia, comienzo a estar confundido, yo nunca me había disculpado, sin duda es extraño.
Estuve sentado en una banca por más de dos horas esperando que Skull llegase, lo veo venir, con cara de molestia, se dirige a mi con pasos cansados, y finalmente escucho su reporte.
-No sé por qué quieres que siga a ese niño, no tiene nada en especial.-En esos momentos me dieron ganas de golpearlo.-Lo único que hiso fue; caminar con la otra niña, estaban hablando de la escuela.
-La mocosa…¿Sabes qué relación tiene con él?- No pude evitarlo, la curiosidad me carcomía, y aquella mocosa iba a morir si tenía alguna relación con el chico vaca…no lo entiendo…yo no soy asi.
Chico vaca, supongo que ese apodo que le puse no es muy bueno, pero fue lo único que se me ocurrió al ver que llevaba una camisa con manchas, como si se tratase de una vaca.
-¿Cómo quieres que sepa algo asi?
-Tienes que saberlo, ¿Qué no te mande a espiarlos?
El imbécil se quedó callado.
-Lo siento, no volverá a pasar, pero el niño le dio la servilleta a la chica…
Sin saber porque, tome a Skull del cuello, me puse furioso solo por eso…sin embargo siguió hablando logrando con ello calmarme.
-Espera, eso no es todo, tal parece que se la dio para que le dijera que decía la servilleta.
-¿Cómo puedes estar seguro de eso?
-Lo sé, porque ella le dijo que lo que estaba escrito, estaba en italiano y que significaba “Lo siento”.-Volvió a quedarse callado, para luego volver a mirarme.-No preguntare porque escribiste eso. Pero si quieres puedo seguirlo de nuevo.
Con eso ultimo lo solté de mi agarre supongo que, este idiota no es tan idiota como parece.
-También escuche otra cosa, el niño dijo que mañana volvería a ir a esa cafetería. Además se dónde vive, tal parece la chica solo lo acompaño a su casa.
Aquella noticia logro dejarme de buen humor, sin siquiera mirarlo comencé a caminar rumbo al hotel, con aquella información, podía hacer mucho o eso pensaba...
Rápidamente llegue a mi destino. Tome una PC y comencé a investigar al chico. Sin embargo no tuve mucho éxito pues no sabía su nombre, me sentía extraño…es decir estaba espiando y siguiendo a un mocoso, nunca creí que fuera a hacer esto, a los únicos que espiaba eran a mis víctimas. Aunque por investigar al chico, olvide completamente mi trabajo…se suponía que vine a Japón para matar a alguien pero en vez de eso estoy intentando ver el rostro del chico vaca…me siento como un imbécil.
Estaba tan pensativo, que no supe cuando termine dormido, esa fue la primera vez que logre dormir, esa fue la primera vez que quise dormir para despertar…tenía un propósito. Un propósito ridículo, realmente ridículo.
Era la primera vez en mi vida, en la que me levante de la cama con ganas, definitivamente quiero ver el rostro del chico vaca. Con rapidez logre llegar a la cafetería, no sabía a qué hora iba a ir el mocoso, asi que estuve ahí sentado por medio día, estaba dudando, el chico, no llegaba…miraba la puerta y cada vez que está se abría tenía esperanza de que fuera el mocoso, sin embargo siempre era alguna otra persona, hasta llego el idiota de Skull, bueno a él si lo necesitaba… le di la servilleta a mi lacayo y le dije que le diera esa servilleta al chico vaca cuando llegara y entrara. Esta vez le escribí “Il tuo profilo é bello” no sé si logre entender lo que escribí, pero lo único que puse en ese pedazo de papel fue mi opinión yo solo puse, “Tu perfil es hermoso”. Nunca creí escribir algo asi, mi comportamiento…no logro entenderlo.
Finalmente a las 4:15 p.m llego, otra vez no logre ver su rostro pues tan rápido como llego, se sentó en la misma mesa que el día de ayer, y nuevamente lo único que logre ver fue su espalda y su perfil cuando Skull le dio la servilleta, y otra vez el chico volteo a los lados en busca de la persona que le envió aquello.
No sé cuántos días pasaron, tal vez una semana, donde lo único que hacía era verlo. Mi rutina se había hecho solo con un propósito; ver al chico vaca. Esto era una mierda, lo único que hacía era verlo, y no sé porque carajos comencé a darle flores…yo no soy asi.
“Mi piacciono i tuoi Capelli” con esa frase le envié una rosa.
“I tuoi occhi sono carini” le regale dos rosas.
“Il tuo sonriso é la piú bella che abbia mai visto” le envíe cinco rosas.
Cada día iba a esa cafetería, cada día le enviaba una servilleta y cada día me daban más ganas de verle el rostro. Sin embargo las servilletas ya no fueron suficientes, sin saber porque, empecé a creer que él merecía más, entonces no pude evitar que por cada servilleta que le enviaba, le mandaba un regalo y una rosa…el chico vaca me obsesiono, y no sabía la razón. Cada vez que el mocoso recibía la servilleta y el regalo, volteaba intentando buscar a la persona que le mandaba los regalos, volteaba; a la izquierda, a la derecha y al frente, pero nunca miraba hacia atrás…nunca miraba en la dirección en la que me encontraba…nunca miraba hacía atrás…
Pasaron los días, y yo ya no solo quería verle el rostro, yo ya quería otra cosa…necesitaba tenerlo. El chico vaca era hermoso, su sonrisa me gustaba, su cabello me gustaba, sus ojos me encantaban…lo necesitaba…no supe cómo es que comenzó todo esto, es decir solo lo vi llorar y de un día para otro le estaba escribiendo cosas que ni yo mismo pude llegar a saber que sentía.
Mis sentimientos por el ya no podían seguir solo con palabras en las servilletas. Creo que estaba comenzando a sentir aquello que llaman amor, por alguien que no conocía y por alguien que desconozco su nombre, me siento como un imbécil.
Sin embargo…no podía dejar de enviarle aquellas servilletas, intentaba dejar de hacerlo más me era imposible, en vez de eso cada vez tenía más ganas de verlo de frente y hablarle. Estaba confundido, primera vez que estaba dudoso de hablar con alguien, no sabía si podía hablarle bien, porque yo no trato bien a los demás…a decir verdad los trato como si se tratasen de idiotas. Lo peor de todo es que, me gusta un niño, ahora además de ser un asesino, soy un pedófilo, sin duda soy un asco de persona.
No se por cuánto tiempo lo pensé, pero…
Finalmente, me decidí y le envié la servilleta por medio de Skull, sino lo hacía ahora nunca lo haría.
“Voglio vedere il tuo viso cara. Si vogliono sapere di me inviare una risposta al messaggero…
Ps:Sei carina”
Con aquella invitación le di un ramo de flores. Me siento extraño…
Nuevamente el chico miro a los lados, observe como se formaba una hermosa sonrisa en sus labios, vi como escribió algo en la servilleta, para luego entregársela a Skull. Quería saber que respondió, pero no lo sabría hasta que él se fuera del lugar. Después de 20 minutos el chico vaca se retiró y seguido de esto el idiota se acercó a mí, para entregarme la servilleta. Me sorprendió el ver que el chico puso su respuesta en italiano.
“Si voglio vedert. Ci vediamo nel mio casa. Il messaggero sa dove vivo.
Ps: La ringrazio molto per i fiori.”
No pude evitar sentirme feliz, el chico vaca no me rechazo más bien le caí bien o algo, pues me invito a su casa…pero no me dijo que día ni a qué hora, estaba a punto de sentirme mal, sin embargo Skull comenzó a hablar.
-No te preocupes, tienes que ir mañana a las 8:00.
-Gracias…-Esa fue la primera vez que le agradecí a alguien. Por dios ya ni yo mismo me reconocía. Pero ese idiota merecía que le diera las gracias a fin de cuentas sin el…no podría haber llegado tan lejos.
La espera fue horriblemente lenta…ya no soportaba las ganas de verle el rostro, quería verlo, pero…aun asi estaba dudoso…no sabía si verlo o no…tal vez me rechacé…maldición esto es una mierda, me estoy transformando en un estúpido enamorado. Continúe pensando en cosas que antes hubiera tachado como “porquerías”, la noche llego, no pude dormir, estuve toda la noche pensando en que hacer, pero nada llego a mi cabeza.
Y al fin llego la hora…continuaba dudoso, lo bueno era que Skull no se dio cuenta, me impresiono el saber que pude mantener mi rostro serio.
Caminamos por varios minutos hasta llegar a una casa de gran tamaño, suponía que el chico vaca era rico…estaba decidido, hoy iba a ser el día que le viera la cara al mocoso.
-Ya puedes largarte, idiota.-Le digo al sujeto tras de mi, volteo y se ve ofendido, sin embargo me obedece al ver que me acerco.
Lo veo alejarse, y finalmente toco el timbre. No espero mucho tiempo para que abran la puerta…y ver al tipo que la abrió. Era el. Veo su rostro…al fin logro verlo, y ese cabello que tanto me gusta convina perfectamente con sus ojos verdes logrando con ello un rostro lindo e infantil. Se me queda mirando sorprendido, supongo que no sabe quién soy. Pero aquella expresión de sorpresa cambia a una de felicidad, sonríe…esa sonrisa en él, me gusta. Me siento extraño ante su mirada…
-H-hola.-Escucho su voz, tiene una hermosa voz, tranquila pero a la vez dulce.
¡Maldita sea! Me siento como un vil estúpido al quedarme callado frente a él, sin embargo no sé qué decirle, quiero decirle algo, pero lo que le digo me sorprendió.
-¿No me vas a invitar a pasar, idiota?
No sé porque le dije aquello, esa pregunta con ese insulto salieron de mi boca por si solas. Ahora miro su cara sorprendida. Estaba seguro que se molestaría y me diría que me vaya.
-L-lo siento, perdón por hacerte esperar afuera.-De nueva cuenta sonríe. No lo entiendo, el chico vaca no le tomo importancia a lo que le dije.
Quería disculparme, pero hago todo lo contrario, lo empujo y entro a su hogar. Estoy actuando como yo, mi carácter sale a relucir…el chico se recupera del empujón y vuelve a sonreír, como si no hubiera pasado nada. Se acerca a mi para invitarme a sentar, le hago caso y tomo asiento, lo veo entrar a otra habitación para salir con algo, creo que es comida, la deja en la mesa y toma asiento.
-Yo hice algo de comer.
El chico me pone frente a mi un platillo, que no logro reconocer. Me invita a probarlo, nuevamente le hago caso y como un poco, sin embargo el sabor…no es bueno, intento alagarlo, pero otra vez hago lo contrario. Escupo aquella comida y digo lo que pienso.
-Sabe horrible ¿Qué mierda se supone que era?-No pude evitarlo, no sé cómo es que puedo escribirle cosas “lindas”, pero no puedo decírselas, en vez de eso lo insulto, tal vez mi personalidad cínica, es demasiada, no puedo hablarle “bonito”.
-Jeje..lo siento, no se cocinar.-Su sonrisa no abandona su rostro.-Quise darte algo a cambio de las flores que me diste, pero supongo que fue inútil…etto…¿Puedo preguntarte algo?
Termina de hablar, lo veo sonrojarse levemente, se ve adorable…carajo, esto no puede estar pasando estoy pensando que ese mocoso es lindo, pero no puedo decírselo…
-Está bien.
-B-bueno, yo quería saber porque me enviabas flores y esas servilletas.-Voltea su mirada, se sonroja, mientras juega con sus dedos, está nervioso, es adorable…
-No lo sé. Lo hizo porque podía y punto.
-Entonces…-Se ve decepcionado ante mi respuesta y de nueva cuenta me mira.-¿Puedes quitarte el sombrero? Quiero ver tu rostro.-Sonríe.
Quiero hacerlo, definitivamente quiero decirle que si.
-No.-Mi respuesta no es la que yo esperaba decir y supongo que tampoco la respuesta que el chico vaca quería oír.-Pero…hagamos otra cosa.-Me levanto de la silla y me acerco a él, su cara muestra confusión ante mis acciones y yo solo me acerco hasta tenerlo de frente.
-¿Qué quieres decir…?
Estoy a punto de decir una estupidez, y no puedo evitarlo. –Lo que quiero decir es esto…
No pude terminar la frase, yo no quería hacerlo, pero lo hice, tome al chico de la cintura y comencé a besarlo, este solo intentaba separarse, sin embargo no lo lograba, yo tenía más fuerza que él. Su boca era dulce, y sus labios eran más suaves de lo que me imaginaba, intentaba meter mi lengua en aquella cavidad, pero el chico mantenía cerrada su boca. Asi que mordí su labio inferior, y rápidamente este abrió su boca para quejarse del dolor, aproveche el momento e introduje mi lengua.
-¡E-espera…d-detente!
El chico vaca, gritaba, quería que me detuviera, pero no hice caso a sus suplicas, ya era demasiado tarde, me gustaba, y mi “amiguito” comenzaba a “despertar”. Tome al chico y lo avente al sillón que se encontraba en la sala, el mocoso no pudo evitar quejarse ante mis acciones, intento levantarse, pero antes de que pudiera hacerlo, me posicione sobre él. Comencé a quitarle aquella curiosa camisa a manchas, para luego comenzar a lamber sus pezones, que endurecieron rápidamente, entonces me dispuse a quitar su pantalón, lo jale bruscamente logrando con ello quitárselo. El chico vaca continuaba gritando, y empezaba a…llorar, yo no quería verlo asi, estaba dispuesto a detenerme más me fue imposible al ver su cuerpo desnudo, aquel cuerpo era perfecto.
No me detuve, en vez de eso, termine frente a su miembro, el chico estaba comenzando a excitarse, asi que introduje su falo en mi boca, empezando a chupar y lamberlo.
-¡Para..ha…por favor…!-Hice caso omiso a su petición y seguir succionando su miembro, el chico se retorcia intentando alejarme de él.
Finalmente, el mocoso dejo salir su semilla. Nuevamente me acerque a su rostro, estaba totalmente sonrojado, se veía adorable, era imposible que me detuviera con aquellas expresiones de parte del chico vaca. No lo soporte más, levante la pierna del chico y la puse sobre mi hombro, y asi sin prepararlo anteriormente, entre en aquella estrecha entrada.
-¡¡Sácalo…me d-duele…!!-Sus gritos de dolor en vez de afectarme, conseguían excitarme más.
Su interior era cálido y estrecho, empecé a dar embestidas, aquel interior se sentía genial, sus paredes apretaban mi pene de una forma que nunca había sentido, continúe con las estocadas, sin embargo después de tiempo sentí algo cálido bajar, por su trasero…sangre, el mocoso sangraba, pero no me importo, no le tome interés a la sangre, ni a las lágrimas del chico.
Soy un asco de persona, ahora no solo era un: Asesino y pedófilo, en estos momentos me convertí en un violador, y lo peor de todo era que…no me importaba, los gritos y suplicas de aquel muchacho, me gustaban, su llanto que antes no me gustaba, comenzaba a gustarme. Estoy enfermo…soy un sádico, y ahora todo lo que quería decirle al chico vaca se fue, lo único que estaba haciendo era saciarme.
Tome al chico de la cintura para lograr unas embestidas más fuertes. Creí que aquel chico seguiría suplicando que me detuviese, sin embargo me equivoque, empezaba a gemir.
-¡Ha…mas…rápido…por favor…ha!-Mire impresionado a mi víctima, estaba todavía llorando, pero quería más, sus gemidos eran hermosos, eran música para mis oídos. Entonces segui embistiendo con más fuerza.
Mire de nueva cuenta su cuerpo, sus piernas, sus manos intentando aferrarse a algo, sus ojos entre abiertos y aquella boca sacando sonoros jadeos.
Me gustaba.
Este chico me gustaba demasiado, vi ese cabello negro que logró cautivarme, quise acariciarlo, sin embargo, lo jale bruscamente, para tener la cara del chico frente a mi para volver a besarlo, y está vez coopero, abrió su boca y comencé a jugar con esa lengua inexperta. Me separe de él, e intente decirle algo bonito, pero no pude hacerlo.
-Vaca estúpida.-Y nuevamente volví a insultarlo, le dije vaca estúpida, le dije un sobrenombre hiriente, no sé cómo se me ocurrió. Pero al chico no pareció importarle.
Dirigi mi mano a su pene, para masturbarlo, el muchacho volvió a gemir.
-¡Ha…Mas ha…ahh…!-Aquellos sonoros gemidos eran hermosos, y rápidamente el chico volvió a dejar salir su semilla, logrando con ello que sus paredes aparentaran mi pene, haciendo que me corriese dentro suyo.
Con aquel orgasmo, el chico cerro sus ojos…se veía cansado y se dispuso a dormir, Sali de su interior, mire y logre ver, sangre y semen, escurriendo de su ano.
Lo viole.
Sin siquiera mirarlo, me arregle y me fui de su hogar, ya no podía verlo a la cara…
Camine directamente al hotel, donde se encontraba el inútil de Skull. En cuanto entre lo vi sentado viendo la televisión, lo ignore y me dirigí al baño…tome una ducha, pero no quería hacerlo, si me duchaba dejaría atrás aquella esencia que el chico dejo. Su olor, se borraría.
Después de una larga ducha, me dispuse a dormir, lo intente.
Y al final no lo logre, la noche fue larga, no pude evitar pensar en lo que hice.
Soy un asco de persona.
Me levante de la cama, me vesti y me fui a la cafetería dispuesto a ver la espalda del joven. Skull me siguió, pero no le tome importancia. El camino fue silencioso, llegamos al lugar, y lo que vi, no me gusto.
El chico vac…no la estúpida vaca, estaba con ese sujeto, rubio de ojos azules. Mis ojos no daban crédito a lo que veían. Seguí observándolos y lo siguiente que logre visualizar, fue la gota que derramo el vaso. Ese maldito rubio beso al chico, y este le correspondió.
Quería matarlo.
-Reborn-senpai ¿Qué ese no es, el tipo de la fotografía?-Aquel lacayo me saco de mi transe, tenía razón, ese tipo rubio era la victima que vine a asesinar.-¡Usted tenía razón, de verdad el chiquillo tenía que ver con ese hombre!
Ciertamente era verdad, la mentira que dije para lograr espiar al mocoso era verdad…
-Vámonos.
-¡Espere! ¿Qué no lo va a asesinar?
-No.
Eso dije, quería dejarlo vivir, ese tipo hacía feliz al mocoso, o eso parecía, pues la estúpida vaca sonreía. Dispuesto a dejarlo vivir me fui de ahí.
Sin embargo, cambie de parecer al ver de nuevo al tipo de cabellos rubios que tenía por nombre Colonello. Lo volvi a ver dos días después, y lo que vi, me hiso enfurecer aún más que lo que había visto en la cafetería. Colonello estaba besando a una chica de cabellos azules.
Quería matarlo.
Y está vez lo haría, esto ya no era por trabajo, esto ya era, personal, ninguna persona iba a quedar viva, si le hacía algo a la vaca, eso dije la ultima vez que lo vi en la cafetería.
Ese tipo que tiene por nombre Colonello…
Iba a morir.
Con pasos calmos, llegue a donde esos dos estaban, y sin avisar le dispare en la cabeza al hombre rubio, mientras la chica veía con horror la escena, no le tome importancia a la mujer, solo la deje inconsciente. Colonello, iba a pagar…saque una navaja.
Comencé a apuñalarlo.
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No sé cuántas veces lo apuñale. Solo recuerdo haber dejado el cuerpo en un charco de sangre.
El amor que le di a ese chico vaca…se convirtió en un amor enfermizo
Era hora de regresar a Italia, no sin antes, darle una ultima servilleta. Que tenía escrito;
“Scusate”
No pude decirle otra cosa más que Scusate, como en la primera servilleta que le envie.