-AAAAAghh- bostezaba, en el trabajo.
-¡Caray, es raro ver a Kisa-sensei así de cansado! -dijo la asistente.
-Uh.. lo siento.. -me disculpo.
Caminaba por uno de los pasillos del colegio, pensativo.
No he estado durmiendo bien durante los últimos días. Desde ésa noche, Yukina no ha puesto un dedo en mí.
Pero puedo sentir todavía sus fuertes brazos alrededor mío.
Me detengo junto a la ventana. ¿Yukina? Él está afuera, en la calle, esperando a alguien, al parecer.
¿A quién estará esperando? De pronto, Yukina mira hacia arriba, hacia donde estoy, me ruborizo y me aparto.
Podría ser que.. ¿Él me vio?
Justo cuando levantaba la mano para saludarlo, veo como una mujer se acerca hacia Yukina, se disculpa con él, y luego, tomados del brazo, se retiran del lugar.
Mi mano, mi brazo, mi cuerpo entero comienza a temblar. He sido un tonto..
-¡Estoy en casa! -dice Yukina al entrar- ¡Perdón! Estaba charlando con una amiga, y me olvidé de la hora. Podría cocinar algo, si es que no has comido.
-¿Esa amiga tuya te permite pasar la noche? -digo, desde el sofá.
-¿Qué?
-Ya no eres un niño, no importa si es incómodo o no, sólo deberías volver a casa y disculparte con tus padres.
-¿Kisa-san, qué ocurre? ¿Por qué todo esto..? Tan de repente.. -dice Yukina, entre sorprendido y triste.
-Deberías saberlo bien. ¿No tienes cerebro para resolverlo tú mismo? -digo, subiendo la voz y apretando los puños, con la cabeza baja- ¡VETE DE AQUÍ! ¡NO ERES MÁS QUE PROBLEMAS! Volver como si nada hubiera pasado.. actuando como si este fuera tu lugar.. ¡Ni siquiera puedo traer un hombre a casa contigo dando vueltas!
-Kisa-san.. ¿Es lo que realmente significa, lo que dijiste..?-
-Sí.
Yo era el único que seguía esperando algo.. Poniéndome tan nervioso como un idiota, que patético de mi parte.
-¡Tu presencia me saca de nervios! ¿Por qué viniste aquí? Debe haber otros lugares a los que puedes ir también. Por favor, vete.
No quiero que él me vea de esta forma. Tampoco quiero verlo a él.
No quiero verlo mirando a otra persona, no quiero verlo mirándome como si no hubiera nada entre nosotros.
-Ya veo.. Bien, lo entiendo.. Lo siento, Kisa-san. -dice Yukina, y se va, cerrando la puerta de un portazo.
No me muevo de mi sitio.
¿Cómo es que puedes olvidarme así como así? Mientras que yo soy el único que no puede olvidar nada.. Soy un tonto, haciendo lo mismo de nuevo. Es como ver el mismo sueño, una y otra vez.
-¿Qué demonios estoy haciendo? -me pregunto en voz alta, mientras las lágrimas caen por mis mejillas.
-¡Así es! -dice Yukina, entrando a la habitación- Si vas a llorar sobre aquello, ¿Por qué no viniste a buscarme?
-¿Por.. por qué estas..?
-No me preguntes por qué. -dice- Deberías de venir detrás de mi justo ahora, a rogar para que me quede. Me quedé esperando, pero incluso así no te mostraste. El día en que rompimos.. ¿Lloraste como ahora también?
-¿DE QUÉ ESTÁS HABLANDO? -grito, levantándome de mi sitio y tomándolo del cuello de la chaqueta- ¿NO TE HABÍAS MARCHADO ESE DÍA TAMBIÉN? ¡Y entonces regresaste aquí como si nada hubiese ocurrido! ¿Qué otra cosa podía hacer además de seguirte la corriente? ¡Por qué eres siempre tan egoísta! ¡Eres siempre tan descarado, pero cuando importa, actúas todo razonable y te retiras tan fácilmente! -grito, llorando- ¡ASÍ QUE, SOLAMENTE DÉJAME SÓLO!
-Si ése es el caso.. -dice tomándome de la muñeca y acercándome a él- ¿Por qué no cambiaste la cerradura de la puerta?
Y me quedo mirándolo, pensando, esperando por qué va a decir.
-Realmente pensé que esto había terminado y que nunca te volvería a ver -explica-, francamente, estuve realmente furioso en ese momento. Pero no podía olvidarte. -dice.
Y ante sus últimas palabras, me sonrojo aún más y tiemblo.
-Incluso después de cuatro largos años, no podía soportar tirar lejos la llave -dice-. Entonces hice una apuesta: de que si tú seguías viviendo aquí, y si la llave seguía sirviendo, entonces no perdería la confianza en ti.
Y luego de decir estas palabras, me abraza, a lo que yo lloro aún más.
-¡Tú.. idiota..! Así que, estos cuatro años.. Han sido para..
-No fueron desperdiciados. En estos cuatro años, me he vuelto un mejor hombre, ¿No es así? -añade, puedo notar una sonrisa silenciosa en su rostro, y me besa.
En esta segunda ronda.. No hay forma de que te deje ir otra vez.
-Asombroso.. -dice, mientras mete y saca sus dedos de mi entrada- Estás desesperado.. Ya entran tres de mis dedos..
-Ah.. Hahh.. Detente.. -digo entre gemidos y sollozos, tirando de las sábanas- Suficiente..
-Ya está todo listo.. -dice, y saca sus dedos de mi interior, a lo que suelto un gemido de protesta- Ahora, voy a entrar..
-AAAhh.. Haah.. -grito, gimo, mientras me penetra, me embiste, una y otra vez.
Quédate aquí conmigo..
-Eres asombroso, Kisa-san.. No puedo aguantar más.. -dice, mientras me embiste a más velocidad y con más fuerza
Tocándome..
-Me vengo.. -digo, entre gemidos..
Abrazándome..
-AAAhhhh..!
..Y a cambio, te daré mi todo..
-Yu.. ¿¡Yukina!? ¿Qué estás haciendo aquí- Pregunto, ya que él está en el salón de pinturas que está al lado del colegio donde trabajo.
-Me mudaré aquí para ser pintor. Siempre he querido ser pintor -explica- Había querido ser capaz de echar a andar mi propio negocio tan pronto como fuera posible, entonces fui a prepararme a Francia cuatro años..
Él realmente se ha convertido en un buen hombre.. Pienso, mientras le sonrío de lado.
-Pasa por aquí después de trabajar, ¡Te mostraré mis trabajos!
-Claro.. -digo.
Se acerca, y susurra en mi oído:
-Está muy cerca de tu escuela.. Así que, incluso si lo hacemos demasiado duro la noche anterior, puedes dormir un poco más antes de ir a clases la mañana siguiente..
-¡CÁLLATE!- le digo, sonrojado, mientras lo golpeo.
No tendré ese sueño otra vez, probablemente.
Fin..