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Soy Byun Baekhyun por R-E-D

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Notas del fanfic:

One-shot?

Notas del capitulo:

Lean las notas finales, gracias.

Un cuerpo golpeó  contra el propio, provocando que su mochila girara al mismo tiempo que su cuerpo y poder contemplar como aquel hombre se peinaba y acomodaba la corbata en la garganta. Medía más de 1.80, a pesar del alborotado cabello, sus rizos se hacían notar.

Bufo molesto. Las personas pasaban de largo como si tuvieran algo importante que hacer, como si fuera importante, sea lo que sea, algún día esa acción desaparecería de las memorias de quienes los habían formado. Incluso desaparecerían quienes los crearon. 
“Todo desaparece en esta vida” pensó JongIn. “¿Para que esforzarte en la misma si todo terminará? Ya sea bueno o malo, eso no cambia las cosas.”
Volvió a tomar su camino, hacia ningún lugar. Eran pasadas las 11 de la noche y como de costumbre esperaba ver si algo sucedería esa noche, aunque probablemente terminaría comiendo una hamburguesa al lado de Kris mientras éste se fumaba un cigarrillo y jugaba con el humo desprendido de aquel. Odiaba los cigarrillos. Aunque lo aceptó  porque, como mencionó con anterioridad, algún día el rubio también tendría que morir... desaparecer. ¿¡Qué importaba si lo hacía antes o después de la fecha que le fue asignada!?
Suspiró pesado. Las nubes comenzaban a tornarse de un color opaco, gris, sus brazos desnudos al viento se congelaban con cada caricia del mismo. Frunció el ceño molesto. Detestaba el frío, tomo la decisión de frotar sus manos contra los mismos en un intento de volver a su temperatura corporal normal. Cada vez se volvía más frío, su alma, su cuerpo, sus sentimientos. “Probablemente muera de hipotermia... sería una buena manera de fallecer.” Aquellos pensamientos no dejaban de atormentarlo, después de una semana aun no superaba el abandono, cosa que lo guío a odiar el pasado. Por ello siempre miraba al futuro y las cosas malas que venían con él. Si había una pareja romántica abrazada en un parque, deducía que era porque comenzaban a conocerse, una vez que terminarán de hacerlo, detestarían cosas que antes amaban y su nuevo pasatiempo sería hablar pestes uno del otro... a pesar de todos los buenos momentos que hayan vivido juntos. “Porque así son los humanos. Toman sin dar nada a cambio y a pesar de conseguir todo lo que quieren, siguen sin ser felices, por ello yo no fui hecho para ese tipo de relaciones.” Una gota de agua golpeó su azabache cabello, sacándolo de sus pensamientos y volviendo a percibir lo que lo rodeaba, seguido de otra que está vez fue a caer en uno de sus pómulos. Levanto la mirada para observar lo que era más que obvio, las nubes se remolinaban sobre la ciudad amenazante de romper en una gigante tormenta.
Maldijo al ver como el cielo lloraba sobre él. Sin pensarlo dos veces comenzó a mover sus piernas, corriendo desesperado por un lugar del cual cubrirse. Siguió recto, dando vuelta por una esquina seguido de un salto para no tropezar con una piedra, volviendo a girar en otra calle... siguió y siguió. Su piel bronceada se encontraba húmeda por la lluvia, aquella tez se encontraba pegada contra la camiseta sin mangas negra, haciendo combinación con su pantalón. Decidió detenerse. Aun hacía falta para llegar a aquel que era su destino, pero aun así, ya estaba empapado, ¿para qué seguir corriendo?  Pateo un charco molesto por su falta de suerte, la cual empeoro al darse cuenta donde fueron a parar aquellas gotas de agua salpicadas por sus ya desgastados converse.

Un joven, un poco más bajo que él, estaba parado ahí, a media calle, dejando que las gotas de agua cayeran en su cuerpo sin problema alguno, acariciando su tez pálida. Se avergonzó por haber mojado un poco el pantalón del contrario. Intento disculparse, pero se dio cuenta de que el rubio ni se había inmutado, no se percato del pequeño accidente. Busco su mirada con la propia, pero no consiguió nada pues éste tenía la cabeza baja. Rasco su nuca perplejo. “¿Debería dejarle solo? quiero decir...Soy un extraño.” Un sonido nuevamente logro sacarlo de aquellas dudas. El joven había estornudado. Parecía encontrarse en un trance pues ni eso había logrado sacarlo de sus pensamientos.
-¿Quién eres?- se le adelanto, quería comprobar de que no era un loco, aunque probablemente en esas circunstancias el loco era él.
Y no hubo respuesta. “Quizá debería dejarle solo...eso es lo que él desearía,” Una sonrisa orgullosa se poso sobre sus labios adornando su rostro. “O quizá, solamente quizá, necesite que alguien le ofrezca un paraguas.”

Instintivamente tomó su mano, así como lo hacía Kris cuando no quería ir al médico para recibir sus inyecciones, aunque esa mano era diferente, era tersa, suave, delicada...deliciosa al tacto. Despejo su mente con pequeños movimientos proporcionados por su cabeza de un lado a otro,

¿Pero qué coños pensaba con eso? Inicio su caminata, de nuevo sin un rumbo fijo. Pero ahora no se encontraba solo, se encontraba con un desconocido el cuál seguía con la mirada baja. Igual de frío y empapado que él.

La lluvia siguió arrasando con el cielo, no pararon de caminar hasta encontrar un cyber-café. JongIn fue el primero en pasar y despeinarse, intentando quitar el exceso de agua de su cabello. Poso su mirada en su compañero nuevo, nada había cambiado en él. Un fugaz recuerdo paso por su mente, llevaba un suéter azul en su mochila la cual había olvidado que llevaba cargando en su espalda. Golpeó con la palma de su mano su frente, molesto con sigo mismo.  Podría haberlos protegido a ambos de la tempestad, si no hubiera sido por haber intentado conseguir pensar en una manera de impedir que el rubio se empapara. Irónico. Saco un brazo por una de las cintas, después hizo la misma acción con su brazo izquierdo, se inclino para poder dejar la maleta (ahora empapada) en el suelo y sacar ese suéter. Sonrió, orgulloso al comprobar que seguía intacto, sin una gota de agua, pues toda la tela externa de su morral había recibido el impacto del agua. Volvió a incorporarse, despojo al joven de su chaleco, por fin mostró señales de vida. Dio un respingo por el tacto ajeno, pero a JoingIn solamente le interesaba cubrirlo con algo más cálido. Metió de un golpe dicho saco a su mochila, que ahora tenía aspecto más de bolsa que de mochila, y lo vistió con su humilde jersey. Solamente le importaba que tuviera algo seco con que mantener la temperatura de su cuerpo.
Entonces  lo vio.  Se quedo petrificado. 
El joven contrario levantó la mirada lentamente, sus ojos parecían cansados y algo tristes, pero aun así eran hermosos a la vista. Cautivantes. 
Y lo cautivaron, al igual que su tímida sonrisa al asomarse detrás de esos labios tan perfectos. ¿Perfectos? JongIn así lo creía. Cosa que lo tenía completamente aterrado. 
Le aterró que le gustara, le aterró haberse preocupado por un extraño, le aterró comenzar de nuevo a sentir calor en su interior, ahí, donde descansaba el alma.
Le aterró que las primeras palabras pronunciadas por él mayor rebotarán en las paredes de su mente sin control.
-Mi nombre es BaekHyun… Byun BaekHuyn...

Notas finales:

El "resumen" es en realidad una canción de un chico llamado Blake Swift más conocido como "Shadyvox".

Yo tuve la oportunidad de hablar con él y tenerlo como amigo en facebook (lol) y aunque hoy en día ya no sea así me gusta mucho su voz y como sabe  interpretar algunas canciones.

El escrito es algo que escribí pensando en alguien y decidí dejarlo así, como un solo capitulo, ¿debería considerarlo un one-shot?

En fin, solamente quería darle los creditos al respectivo autor de la letra de la canción al inició y aclarar que no habría más capitulos. 

 

Disculpen las faltas de ortografía. 


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