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our secret por Song_HyeBin

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Notas del fanfic:

ya e dicho que soy amante forever del Kaisoo. pliz son perfectos el uno para el otro

Notas del capitulo:

Este es otro de mis adorados sueños que se continúan de una noche a otra… enserio, no sé como lo hago para lograr que mi mente produzca estas cosas. Y lo que tampoco comprendo es porqué Kyungsoo siempre acaba recibiendo algún golpe T.T

Kai miró a Kyungsoo que estaba en el otro lado de la pequeña mesa donde se encontraba el grupo comiendo. Había una cámara delante de ellos, como de costumbre pues estaban grabando un programa. Él estaba en una de las esquinas de la mesa, con Tao a su lado y justo en frente tenía a Kyungsoo, que estaba comiendo sus fideos al curry con deleite, entre Xiumin y Luhan.

Era duro el disimular cada vez que estaban los otros chicos cerca, pero lo era aun más cuando había cámaras delante. Bueno, solo unas horas más, se repetía el menor una y otra vez cada vez que lo miraba.

 

Cuando llegaron a los dormitorios, como de costumbre, cada uno se dejó caer donde primero encontró, pues entre las presentaciones, los programas de radio y ahora el Showtime…

Kai fue directo a su cuarto para prepararse la ropa y ducharse en cuanto Tao y Sehun salieran del baño. Notó una presencia a su espalda y supuso que serían Suho o Chen, pero al girarse se encontró con el dueño de todos sus pensamientos. Estaba parado en la puerta abrazando a una bolita de ropa y lo miraba con nerviosismo.

-¿Ocurre algo hyung? –preguntó acercándose y él solo negó fuertemente con un movimiento exagerado de cabeza.

-Queda poca agua caliente por lo que Suho ha dicho que será mejor que nos bañemos en parejas –alzó el rostro para mirar a su alto donsaeng que parecía que nunca dejaría de crecer –. Podemos meternos juntos.

Kai sonrió y asegurándose de que nadie pasaba posó sus labios contra los del mayor. Apenas fue un roce pero Kyungsoo se sintió arder y se relamió los labios.

-Claro.

-Entremos los últimos entonces –dijo el mayor.

-¿Dónde está el resto? –preguntó Kai al escuchar la casa tan en silencio.

-Casi todos están en la sala picoteando y Kris, Lay y Xiumin han salido a comprar unas cosas que faltan para la cena –sus mejillas se tiñeron de rojo cuando notó como el menor lo metía a la habitación despacio y cerraba la puerta tras de él. Miró a otro lado cuando le quitó la ropa que llevaba entre las manos y volvió a acercarse. Le alzó el rostro y tragó saliva con nerviosismo.

-Era más fácil cuando compartíamos cuarto.

-Éramos solo seis en casa… ahora somos más –tragó saliva y sintió las manos de Kai bajar por su cuerpo hasta que lo aprisionó por las caderas y lo estampó contra la puerta, haciendo un poco de ruido.

Lo besó de nuevo pero esta vez se tomó su tiempo. Se deleitó y saboreó esos labios. Tocó esa piel exquisita y ascendió hasta que rozó su tembloroso cuello. Se habían besado cientos de veces, pero cada vez que lo hacían, Kyungsoo se sentía como el primer día. Se sentía como el inocente niño enamorado que había sido en esa época de aprendiz.

Pero Kai era una fiera salvaje y pronto su lengua rondaba por dentro de su boca y pedía a gritos que le devolviera ese salvajismo. Y sí que se lo devolvió. Lo abrazó y se agarró de su nuca, enredando los dedos por las finas hebras de su cabello negro. Hacía tanto tiempo que no tenían un momento a solas que sus cuerpos se pedían mutuamente.

-Jongin –murmuró sobre sus labios –te necesito.

-Kyungsoo, yo también te necesito.

Kyungsoo se mordió el labio y acurrucó su rostro en el surco de su cuello.

-¿Cuándo fue la última vez que hicimos el amor? –preguntó besando cada porción de piel que dejaba a la vista la camiseta del menor.

Kai negó y lo abrazó con delicadeza.

-Te echo de menos…

 

Pero parecía que la suerte estaba de su lado, pues unos días después y coincidiendo con la fecha de cumpleaños de Kai, los dos se quedaron solos en el piso pues los otros miembros habían salido a comprar sus regalos al menor y como D.O ya lo tenía desde hacía tiempo, él era el encargado de entretenerlo, y no le costaría mucho trabajo.

-No sé a qué hora volverán los otros, pero la comida tenemos que hacerla nosotros –Kyungsoo fue interrumpido por un beso en los labios y enseguida notó como las manos de Kai recorrían su cuerpo.

-Solo me apetece comerte a ti.

El mayor soltó una risita y enseguida el otro lo levantó en peso. Kyungsoo lo rodeó con las piernas y notó los mullidos cojines del sofá bajo su cuerpo.

-¿Vamos a hacerlo aquí? –le preguntó el mayor mientras ya sentía las manos frías del menor recorrer su torso por debajo de la ropa.

-No llegaríamos al cuarto –dijo Kai mordisqueando su cuello, se alzó y se deshizo de su propia camisa para acto seguido besarlo de nuevo y murmurar sobre sus labios -, acabaríamos antes en el pasillo.

Kyungsoo sonrió y entonces empujó a Kai para que quedara sentado en el sofá, él se colocó a horcajadas sobre él y se quitó su camisa, Kai deslizó sus manos hábiles por su espalda ya desnuda y subió hasta que llegó a su cuello, tiró de él y lo besó de nuevo, esos labios carnosos, tan parecido a los suyos y que se amoldaban tan a la perfección con los suyos. Kai miró a esa pequeña criatura tan indefensa y se mordió el labio.

Recordó el día que besó esos labios por primera vez, fue unos dos años antes de debutar, más o menos cuando ya estaban la mayor parte del grupo dentro de la compañía. Jongin no podía quitar los ojos de encima de ese hyung tan callado y que adoraba cantar más que bailar, todo lo contrario de él, que no hacía otra cosa más que bailar y bailar.

Descendió su mano por su pecho hasta que llegó al filo del pantalón, Kyungsoo dio un blinco, ansioso, llevaba ya mucho tiempo sin ese simple contacto y no aguantaba más, se puso de rosillas para que la tarea le resultara más fácil al menor, que con manos agiles le bajó los pantalones y se los quitó con torpes movimientos por parte de los dos.

Kai no esperó más y del bolsillo del pantalón sacó un pequeño sobrecito el cual abrió y dejó que su contenido callera sobre sus dedos. El aroma de esa sustancia viscosa llegó a las fosas nasales de Kyungsoo, que reconoció a la perfección como el lubricante con sabor a fresa que solían utilizar para algunos de sus jueguecitos sexuales.

-Me encantaría prepararte sin necesidad de hacer esto –dijo Kai liberando su miembro con una mano mientras con la otra, ya untada con el lubricante, introducía dos dedos en el interior del mayor, que dejó salir una exclamación de sorpresa acompañada de un pequeño gemido cuando comenzó a abrirse paso -, pero estoy tan ansioso que no puedo esperar.

-Y… y no sabemos cuándo vendrán el… el resto…

Kai sonrió y con una sonrisa malévola en la cara comenzó a penetrarlo con sus dedos con cada vez más rapidez. Kyungsoo enredó sus dedos en las hebras recientemente teñidas de su donsaeng, que hasta hacía poco habían sido rubias, pero que volvían a estar de su color oscuro de siempre. A él le gustaba más así, el pelo rubio hacía muy niño a su querido Jongin.

Aunque debía de admitir que le daba un toque morboso…

Jongin no aguantó más y masturbándose para lubricar su miembro con los restos que habían quedado entre sus dedos, se posicionó en su entrada y lo hizo descender con lentitud sobre él.

Kyungsoo abrió la boca ahogado y dejó ver su clara mueca de dolor por el repentino intruso que no tenía nada que ver con unos simples dedos, y es que Kai no dejaba de crecer a cada día que pasaba. Además de en altura, ese mocoso había crecido mucho durante los últimos meses.

-¿Te duele? –Kai le lamió los labios y sintió como el mayor le clavaba las uñas en la nuca cuando se dejó caer por completo sobre él, quedando totalmente conectados. Kyungsoo negó y se abrazó a su cuello.

Fue el mayor el que comenzó a moverse, de manera lenta y poco a poco con un poco más de ritmo comenzó a galopar sobre su donsaeng, que, gimiendo y con el rostro marcado por el placer, lo sostenía con fuerza por las caderas y lo ayudaba a moverse.

Pero eso estaba acabando con el poco control que le quedaba y sosteniéndolo de las caderas, lo tumbó contra el sofá y comenzó a embestirlo ya sin controlarse. Kyungsoo arqueó la espalda y se sostuvo de su cuello, pues estaba siendo empujado por el menor y tenía el caerse del sofá que parecía crujir bajo ellos.

La cama también crujía, pero Kyungsoo pensó que siempre una cama era más segura que un sofá.

-Jongin…

-¿Qué ocurre hyung? –Kai gemía sobre él y buscó su rostro para poder observas a esa hermosa criatura. Kai siempre había pensado que la expresión de placer del mayor era la más hermosa del mundo, y se estaba acercando, podía verlo en sus ojos empañados y en esas cejas arrugadas, ya reconocía cada una de las expresiones de su amante de memoria y sabía que estaba a punto de correrse.

-Jongin ya… ¡Ya!

-Vamos hyung –le animó y comenzó a masturbarlo lo que izo que el placer en su rostro se intensificara aun más –vamos córrete.

-No… no me des… ¡ah! –Kyungsoo golpeó a Kai con el brazo y se estremeció cuando una ola de placer lo recorrió de pies a cabeza dejándolo ciego y sordo por unos segundos, los mismos segundos que duró ese maravilloso orgasmo que Kai dejó grabado en su mente, como los anteriores que habían tenido, en su mente.

Kai al sentir las contracciones contra su miembro también se corrió y escondió el rostro en el surco del cuello del mayor para amortiguar así su sonoro gemido de placer.

Solo se podían escuchar sus agitadas respiraciones y pronto una risita por parte del menor, que con un gruñido salió del interior del mayor, el cual suspiró al sentirse de nuevo vacío.

-¿Qué me ibas a decir, Kyungsoo? –Kai lo miró y vio las mejillas aun sonrojadas del mayor, que reparaba, como él, de manera pesada.

Kyungsoo lo cogió del pelo tirando de él y lo acercó hasta que sus rostros quedaron a milímetros.

-Te estaba diciendo que no me dieras órdenes –dijo, y plantó un pico sobre sus labios.

Kai sonrió.

-Si sabes que te gusta.

Kyungsoo volvió a golpearlo en el brazo y ambos se abrazaron. Sí, hacía mucho que no tenían esos momentos de intimidad, pero lo que ninguno de los sabía era que esa paz no duraría mucho.

 

Habían pasado apenas unos días cuando estando reunidos todos en la casa, a punto de ver una película en el salón cuando una noticia trasmitida en la televisión los dejó a todos de piedra.

Kyungsoo palideció y de sus manos cayó el cuenco con las palomitas rompiéndose en pedazos, cuando vio aquellas imágenes, claramente censuradas pero aun así demasiado claras, donde se podían ver a él y a Kai, en el mismo sofá donde ahora estaban sentados algunos de sus amigos, manteniendo un momento demasiado íntimo, en el día del cumpleaños de Kai.

De pronto una mano se estrelló en su cara y muchos gritos resonaron por la habitación, pero Kyungsoo aun estaba impactado por las imágenes, que la presentadora estaba dando como última noticia. Al parecer el video había tenido ya más de un millón de descargas por internet y la noticia había revolucionado a medio país.

-¿Qué cogones significa esto? –escuchó que decía Xiumin, que por un extraño motivo acababa de entrar por la puerta de la casa con una tablet en la mano y mostrando las mismas imágenes que se estaban viendo en la tele, pero estas sin censura, subida a YouTube.

-¡Kris, cálmate! –Podía escuchar a Luhan decir -¡Y Kai por favor relájate tú también! ¿Kyungsoo? ¡Kyungsoo reacciona!

Pero él en ese momento solo podía ver esa imagen que se había quedado grabada en su retina, no sentía el dolor del labio partido ni notaba el pequeño hilillo de sangre que corría por él. Tampoco había notado la pelea entre Kai y Kris. Sí, había sido Kris el que lo había golpeado…

-¡Kyungsoo! –Suho se puso delante de él y lo zarandeó, pero el menor solo agachó su cabeza y miró el bol ya roto en el suelo, con las palomitas desparramadas por el suelo y sus manos temblorosas.

-He encontrado la cámara -escuchó decir a Chanyeol -. ¡Esto es ilegal! –decía el alto mientras se acercaba a Kris, que se frotaba la cara y le pedía perdón a todos por haber reaccionado de esa forma.

-Kyungsoo –Kai entró entonces en su campo de visión, tenía la mejilla golpeada y le acariciaba las mejillas –Kyungsoo, vamos. Esto se solucionará, ya lo veras.

Kyungsoo solo asintió y miró a su alrededor, donde el resto de sus amigos los miraban a ambos entre preocupados y sorprendido. No había miradas de rechazo, ni de asco.

Sus ojos se humedecieron y se llevó la mano al la mejilla golpeada, donde ya empezaba a sentir cierto picor.

 

-¿¡Es que queréis que el grupo se deshaga?!

    Estaban los dos de pie, con las manos a la espalda, frente Lee SoonMan, el jefe de la compañía, que junto a su manager lo miraban incrédulos.

-No, señor –murmuró Kyungsoo nervioso.

-¿Entonces como vais a solucionar este escándalo?

-Diciendo la verdad –dijo Kai agarrando con fuerza la mano de su novio.

-¿Entonces –comenzó el señor Lee -, vais a darlo público?

Kai iba a hablar, pero Kyungsoo se adelantó.

-No hay nada que se pueda cambiar, ese video lo dice todo, ¿porqué mantenerlo en secreto?

-Esto puede hacer que las cosas vallan mal, muy mal. Pensad en las fans…

-Discúlpeme –comenzó el manager de EXO que se acercó a la ventana y solo con abrirla, los gritos de las fans se colaron por la habitación -¿está usted seguro de eso? Míralas, tienen incluso pancartas dando su apoyo.

El señor Lee SoonMan se frotó los ojos bajo las gafas de vista y miró a los chicos. Sí, la verdad era esa, las fans preferían verlos a ellos juntos antes que con una chica.

-Me da igual lo que hagáis, -dijo entonces y los dos chicos sonrieron –. Pero no quiero más videos de esos circulando por la red.

-¡Si señor! –dijeron los dos a la vez haciendo una reverencia.

Entonces Kai apretó con fuerza la mano de su novio.

-A partir de ahora solo mostraremos nuestro amor a las fans en los conciertos.

-Sí, eso mismo –dijo el señor Lee, pero cuando se dio cuenta de sus palabras miró enfurecido al niño que acababa de burlarse de él -¡¿No te acabo de decir que seáis discretos?!

Kai tiró del brazo de Kyungsoo para que lo siguiera y los dos salieron dl pequeño despacho del jefe de la compañía, que aun discutía con el manager para al menos poder aclarar las imágenes.

Kyungsoo sintió la mano temblorosa de Kai y entonces frenó en seco tirano del menor, que al girarse lo miró extrañado.

-Jongin estás temblando –le dijo y le acarició la mejilla. Kai se aferró a esa mano aun tembloroso y dejó salir todo el aire de sus pulmones.

-Que miedo tenía hyung –dijo aun sin mirarlo a los ojos u sujetando su mano con fuerza y sintiendo la calidez de la otra en su rostro -. Tenía miedo de que nos separasen.

Kyungsoo le alzó el rostro para que sus ojos se cruzaran y le sonrió.

-¿Por qué iban a separarnos?

-No lo sé –sus ojos estaban temblorosos al igual que su labio inferior y agachó de nuevo la mirada -, sentía que todo se iba a ir… que el grupo se iba a disolver y que nosotros –lo miró directo a los ojos y lo abrazó con fuerza -… que nosotros íbamos a tomar caminos distintos.

-Nada de eso va a pasar –la voz de Kris sonó a sus espaldas y los dos chicos se dieron la vuelta para mirar a las escaleras donde estaban todos sus compañeros. Los dos lideres se adelantaron y mientras el alto le acariciaba con fuerza la cabeza a Kai, Suho le sonrió con ternura a D.O.

-El grupo no se va a disolver –dijo Suho –jamás dejaríamos que eso sucediera y lo sabéis.

-¡Líder! –Chanyeol gritó con emoción a la vez que se tiraba a abrazar a la recién reconocida pareja y al líder del K, que intentó separarse de la fuerza del grandullón.

Qué bien, pensó Kyungsoo, era bueno saber que tenía amigos así.

 

Al llegar a casa Chen los sentó en el sofá y él se puso en frente, sentado sobre la mesa con los brazos cruzados y aire de superioridad. Los dos chicos lo miraban, Kai enfadado y Kyungsoo con algo de miedo en los ojos.

-¿Desde cuándo estáis liados?

-¡Chen! –Xiumin le dio una colleja y le dio un tirón de orejas –Si ellos quieren, nos lo dirán. Pero no los fuerces.

Dijo el mayor, pero aun así se podía ver su curiosidad en el rostro, al igual que en la del resto de los miembros, que ya habían asimilado la relación de ambos.

-Desde antes del debut –dijo Kai y se cruzó de brazos –, creo que… prácticamente desde que hyung entró a la compañía.

-Un mes después… -las mejillas del mayor se tiñeron de rojo de repente y agachó la mirada, la sonrisa de pervertido de Chen lo estaba poniendo nervioso.

-Que prematuros –Chen hizo un movimiento de cejas y recibió otra colleja por parte del mayor del grupo – ¡No me pegues hyung!

-Pues no seas malpensado.

-¿Y siempre es Kai el que está arriba?

La mejillas de Kyungsoo se tornaron de un color tan rojo que se salía de la escala de colores. Todos miraron a Tao, que curioso, había hecho la pregunta y ahora ganaba la mirada de todos sus compañeros de grupo.

-¡Tú! –Kyungsoo lo señaló con un dedo acusador –Eres un enfermo, ¿cómo haces esas preguntas pequeño pervertido?

-Creo que desde que estamos saliendo solo han sido dos veces las que hemos cambiado los puestos –Kai habló con toda la tranquilidad del mundo como si fuera lo más normal del mundo y Kyungsoo le tapó la boca pero Kai lo miró extrañado y se separó de él cogiéndole las muñecas -. Todas las demás veces yo he sido el dominante.

-¡Jongin! ¡Cállate!

Chen comenzó a reírse y siguió recibiendo golpes del mayor.

-Que mono que eres Dyo. ¡Eres lo más adorable del mundo! Y tú Kai, -se tocó la barriga y siguió riéndose –tú eres un caso perdido. ¿Y por qué solo esas dos veces? ¿No te gusta como lo hace Kyungsoo, Kai?

Kai en vez de enfadarse como lo había hecho Kyungsoo, le siguió el juego.

-Lo que pasa es que tú no has visto la cara de Kyungsoo cuando llega al orgasmo –Chen alzó las cejas sorprendido -. Es el rostro más hermoso del mundo.

Chen se quedó mudo y esta vez fue Kai el que se rió de él.

Kai cogió a Kyungsoo de la mano y tiró de él saliendo de la sala. Sí que era lo más bello del mundo ver a Kyungsoo en ese estado de embriadez a causa del placer. Y lo que no sabía Chen era que para su desgracia lo iba a descubrir.

 

Solo pasaron unos días más y la cosa se había calmado, la SM había intentado encubrirlo como pudieron para que el escándalo no fuera más allá de algo de fanservice hecho por los chicos, pero claro estaba que era muy difícil encubrir unas escenas que habían tenido millones de descargar alrededor de todo el mundo.

El video había desaparecido de la red y habían localizado a la chica que había subido las imágenes a la red y había colocado las cámaras en la casa y había sido denunciada por la compañía, no solo por tomar las imágenes y hacer lo que hizo, sino por haber entrado a una casa ajena y haber colocado dispositivos de imagen y escucha. Y por otra parte, Kyungsoo y Kai ya pasaban de ocultar lo que eran en realidad.

Si que no iban anunciándolo en público como una pareja normal y corriente, pero sí que disfrutaban haciendo buenos espectáculos en los conciertos cuando las fans pedían a gritos que se hiciera fanservice. Kyungsoo había sido besado por el menor en mitad de un concierto.

Kai se había vuelto en el nuevo Kim Heechul, que robaba besos cuando sus compañeros estaban desprevenidos, solo que lo que Heechul-hyung no tenía sentimientos, los besos que había entre Kai y Kyungsoo, por el contrario sí que estaban cargados de emociones y sentimientos.

-Os habéis ganado muchísimas fans –dijo Chanyeol algo cabreado cuando llegaron a los dormitorios –ahora sois la pareja más deseada y admirada de la SM.

-¿No es mejor así? –Preguntó Kai encogiéndose de hombros –Sinceramente es mejor esto a tener que seguir ocultándome, ya estaba cansado.

Suho sonrió y se acercó a la pareja feliz.

-Enhorabuena por vosotros, pero os agradecería que no hicierais tanto ruido por la noche –los dos se miraron entre ellos y luego a Suho que solo suspiró resignado –En fin, que os controléis un poco cuando estéis en casa.

-Ya lo hago –Kai se echó encima de su hyung recostándose en su regazo como un gato y este comenzó a acariciarle el pelo -, si no lo hiciera ya te habrían entrado ganas de mudarte de piso.

Kyungsoo se detuvo cuando Kai soltó eso y escuchó como Chen, Chanyeol y Baekhyun, desde la cocina silbaban y decían cosas sin sentido.

Suho corrió a donde estaban para que parasen con el numerito y Kai sonrió acurrucándose y haciéndole carantoñas a Kyungsoo para que continuara tocando su cabecita.

-Te quiero –susurró Kai y Kyungsoo bajó la cabeza para besarlo con delicadeza.

Le sonrió bajo la atenta mirada de los demás miembros del grupo que sentían que le iban a dar una subida de azúcar de tanta dulcera que emanaban la pareja y acabaron huyendo del salón, donde Kay y Kyungsoo se miraban con eterna adoración, como si no hubiera mañana.

-Yo también te quiero Jongin.

 

Fin

Notas finales:

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