LuHan ya estaba fuera de su casa caminando calmadamente escuchando “My Turn To Cry”, melodía que lo hacía relajar para que su paso fuera más pausado, disfrutando de las personas que entraban y salían de los lugares de trabajo mientras que él, iría al Terminal de Buses de la ciudad a ir a buscar a su persona especial, sumamente tranquilo, hundido en sus pensamientos.
Viajaba por el metro y jugaba con la ventana de su asiento, impulsando hacia la ventanilla su aliento y hacer distintas figuras graciosas, haciendo reír también a un pequeño niño con solo dos dientes en su pequeña boca y ojos muy rasgados que estaba enfrente de él, sentado en las piernas de su madre. La sonrisa del niño y la de Luhan era una imagen verdaderamente adorable, dando saber a la mujer que él era un chico amable y divertido. Con una sonrisa también de la señora, se despidió con el niño en una parada antes de la suya y él miró la ventana un poco más calmado.
Bajó del transporte y subió las escaleras para darse cuenta de la nieve tan blanca y fresca, puesta en distintos lugares que sus ojos podían apreciar. Autos, árboles, faroles y muchos edificios tapados con la sábana blanca natural, un poco más motivado se dedicó a caminar con la compañía de esa hermosa vista. Nuevamente sonriendo, camino hacia el terminal ya más tranquilo y ansioso.
Entró al gran Terminal de Buses, un edificio realmente gigantesco, sin ni una mancha por dentro ni siquiera por fuera. Luces potentes que iluminaban el camino de Luhan hasta donde los buses paraban para que los choferes y ayudantes descansaran y la gente se dispersara para todos lados, tanto como para volver como para irse.
Se sentó en un asiento de cemento, que tenía de “decoración” cuadros cortados alrededor del asiento, ¿Ventilación? ¿Decoración? No lo sabía, solo quería sentarse a esperar el bus.
Una vez más sus ojos de bebé pero hermosos se dedicaban a ver a la gente, el paisaje y sentir muchas cosas viendo distintos colores, porque Luhan es muy observador y eso es lo que más le mataba el tiempo… Sentir y ver con sus propios ojos, tener empatía en todo momento, es por eso que sus amigos lo aprecian mucho, y viceversa.
Luhan podrá ser el chico callado y tranquilo, pero tiene la sonrisa más hermosa que hayas visto, una sinceridad a través de sus palabras que te dejan atónito, queriendo saber más de él, pero es imposible. Porque él es simple, y ama ser así. Solo viendo lo que sus ojos ven puede ser un escape para que los problemas se vayan en algún momento. Ha sido blanco de miradas lujuriosas y de cosas que no sería sano hablar, Luhan lo sabe muy bien, pero simplemente no ha tomado interés en alguna persona en especial, menos ahora, que está por venir su mejor amigo, Xiumin.
Extrañamente, el corazón de Luhan se volvió tenso al mirar a dos parejas, coincidiendo con una línea diagonal en frente de él. Una de esas parejas se estaban abrazando fuertemente, el hombre le daba un beso en la cabeza a la chica, ambos con mochilas y otros objetos en frente de él. Al parecer, iban de viaje juntos.
Decía él, sonriéndole al suelo al darse cuenta de eso.
Sin embargo la pareja que estaba un poco más atrás de ellos se abrazaban sin verse a los ojos. La chica estaba teniendo pequeñas convulsiones pero no para estar en peligro… sino porque lloraba sin importar que la gente la vea, sus lágrimas brotaban mientras que el chico acariciaba su cabello tratando de tranquilizarse. En sus pies se encontraba un bolso rosado deportivo. Al parecer… se iban a separar.
Luhan se cuestionaba el porqué de la gente que tiene estas situaciones. Separarse de la persona que amas quizás por cuánto tiempo... será un día, un mes hasta un año, y se sentirá una eternidad, no sentir los besos los abrazos de la persona que te lleva a las nubes, pero la situación de separarse unos kilómetros, los hacen caer fuertemente al suelo, escapando de la vida color de rosa que ambos personajes tenían en su mente. Una de las situaciones en que el chico se alegra de no tener a alguien en especial pero que al mismo tiempo tiene curiosidad.
Si bien el chico con rostro de ciervo y delicado nunca había tenido novio o novia, hubieron situaciones en el pasado en que muchos de sus amigos tenían a su persona especial en esos tiempos y él se sentía un mal tercio en casi todas la ocasiones, un insensible, un amargado… Nunca cree ser así de cariñoso y sensible hacia el otro género o del mismo. En vez de un abrazo, da golpes de cariño. En vez de besos en la cabeza o en la mejilla, era lanzar algo pegajoso y difícil de quitar a la persona que estaba al lado.
Así era con sus amigos. ¿Cómo será con la persona que diría ser su pareja?
Sí… un Luhan con malos hábitos con una faceta de chico tímido.
Quitó ese pensamiento de pena de su cabeza sacudiéndose de un lado otro, mientras le rogaba a los cielos que Xiu Min apareciera para ir a tomar unas cervezas.
La voz femenina que se oía cada 10 minutos alteraba al muchacho a ratos porque habían pasado ya 40 minutos desde que estaba en ese lugar. La música se vuelve pesada en sus oídos y decide guardar sus audífonos y escuchar las voces en su alrededor.
Miraba sus zapatos cafés que tenían encima rastros de nieve y jugaba con su aliento, viendo como su respiración se condensa en el aire por el frío que hacía, haciendo un humo blanco. Los buses comenzaron a llegar, y llenando algunos espacios para estacionarse. Distintas personas comenzaban a amontonarse en los buses y era un verdadero caos. Luhan se divertía cómo algunos niños sacaban con todas sus fuerzas algunas maletas pequeñas, más pequeñas que ellos y sus gestos lo hacían sonreír.
Chicas verdaderamente hermosas sacaban con delicadeza sus bolsos rosa y rojas y una que otra chaqueta para dirigirse a la entrada, antes de guiñar el ojo a Luhan y caminar hacia su destino.
“Espero que no sean así con todos, pierden su dignidad” Pensó él mirándolas, pero un estruendo haciéndolo saltar debido al susto. Miró donde provenía el sonido y quedó perplejo.
Su corazón comenzó a palpitar a horrores, avergonzado de su estado cardíaco, pensando que todos lo escucharan de alguna u otra forma.
Un chico de cabello plateado estaba en el suelo mostrando muecas de dolor, a sus costados había papeles y una funda de guitarra. Al parecer se golpeó muy fuerte ya que no se podía levantar por sí mismo. Luhan sin pensarlo dos veces se acercó trotando hacia el muchacho y se arrodilló ante él.
Lo hizo por ser buena persona… ¿verdad?
.- ¿Estás bien?- dijo él tomándole de los brazos y hacer que lo mirara, esperando que respondiera.
“Mala idea, LuHan.” Pensó él.
El chico tenía unos ojos cafés oscuros y finamente rasgados. Las facciones de su rostro no eran para nada de un chico menor que él, pero la preocupación y el dolor del chico hicieron a Luhan algo débil, ya que se quedó contemplando al que tenía -casi- en brazos.
.- Sí, pero… mis partituras.- susurró. Se soltó suavemente de él y comenzó a juntar los papeles manchados con residuos de comida y agua en el piso, Luhan lo ayudó y juntó los suficientes para que él uniera los suyos, teniendo un leve roce entre ambos. Una pequeña sonrisa no faltó para que el chico ciervo tenga un pequeño sonrojo al mirarlo. Tenía la sonrisa de un bebé recién nacido, pura, inocente y sus ojos estaban más pequeños. Una imagen que Luhan no tardó en desaparecer para levantarse primero y tender su mano hacia él.
.- Me alegro que estés bien. Soy Luhan.- Dijo él con una sonrisa. El de cabellos finos y plateados tomó la mano del ciervo e hizo presión hacia su cuerpo para levantarse y quedarse enfrente de él como personas normales.
.- Gracias. Me llamo Sehun.- Dijo el chico con una voz particular que Luhan no dudo en sonreír al saber que le había hablado. El llamado Sehun ordenó sus maletas y las llevó a la banca en que Luhan se sentó anteriormente.
.- Sí que eres un viajero.
Sehun rió.
.- Tengo otra parada, mi bus sale en unos minutos.
El corazón de Luhan dio otro vuelco, pero éste era incómodo. Pero no dejó que Sehun lo viera, ya que estaba guardando sus pertenencias en su mochila algo desgastada pero que tenía estilo. No se había percatado de lo bien vestido que se veía, con unos jeans algo rasgados y con un chaleco de color vino, que honestamente se lucía con la figura que tenía.
Luhan miró a otros lados tratando de que su sonrojo no se hiciera notorio, pero fue imposible, porque Sehun se dio cuenta.
.- ¿Te sientes bien? Pareces estar acalorado…
.- N-No, estoy bien, gracias…- Dijo él riendo nervioso y decidió hablar del tema.- ¿Compones canciones?
.- Sí, de vez en cuando.- Se sentó en la banca y sacó su estuche, dejando ver una guitarra de color negro muy bien cuidada y Luhan se sentó a su lado, sin dejar de ver la belleza de… la guitarra.
Pero su mente no hacía muy buen trabajo para nada. Hacía lo contrario.
Pensar más en la persona que afinaba su guitarra con sumo cuidado.
Sehun parecía un buen chico, amable. No se negaba el hecho de que el chico era realmente lindo, que su sonrisa es inusual en su vida, que su voz es la más destacada de las personas que conoce.
Sehun sin dudas sería una de las personas recordada por Luhan hasta el fin de sus días.
El silencio de las voces hizo que Luhan se diera cuenta de que había muy poca gente a esas horas de la noche, las luces de alto voltaje comenzaron a aparecer en las cabezas de todos, indicando que anochecía… en cambio Sehun, sin mirar los acordes de la guitarra, miraba con más detalles al chico que lo ayudó de la caída.
Sehun siempre ha tenido una inclinación sexual de querer más a los hombres. Mucha gente lo criticó y eso fue lo que hizo que viajara de país a país o ciudad en ciudad. En el momento en que sus pies se entrelazaran con otros pies cuando iba por su equipaje, y cayera en medio de toda la gente, quería obviamente desaparecer.
Risas.
Es lo que escucha desde que confesó ser homosexual. Risas de ironía, risas tristes, risas en las que las palabras “Maldito Gay” se hacían sonar en los oídos de Sehun.
Ahora esas risas desaparecieron cuando Luhan le sonrió y le ayudó. No se sintió criticado, ni mal visto, se vio… como alguien normal.
El de cabellos castaños miró a Sehun y por un momento se quedó sin aliento.
Ambos se miraban. Y no pestañeaban. Era simplemente una atracción que ninguno tenía las agallas de dar el primer paso.
Sehun tosió falsamente por el nerviosismo que los ojos brillantes de Luhan le hacían sentir y centró su mirada en su guitarra bien cuidada y su compañera de viaje. Comenzó a tocar una melodía tranquila, fácil de hacer y relajante. Una fría tarde debía terminar con una canción hecha por el chico menor, para que entrara la noche, y los sueños de ambos fuesen de ensueños cuando cierren los ojos en los brazos del famoso Morfeo.
Los largos dedos de Sehun encajaban en los espacios para las notas musicales que usaba, con la uñeta de color negro que raspaba suavemente las cuerdas para hacer los sonidos que se dirigían al corazón de Luhan.
Él sonrió mirando las manos de Sehun jugando con las cuerdas en una canción más pegajosa, riéndose del pequeño juego de Sehun.
Luhan aplaudió animado cuando terminó de tocar.
.- De verdad eres bueno, Sehun. Me sorprende que no estés en una empresa musical.
.-Gracias, eres el primero que me lo dice.- dice avergonzado con una mano en su nuca y sonrojándose un poco, Luhan lo encontró muy adorable.
.- Deberías ir a una empresa musical, de seguro te contratarían.- dijo sonriendo, con un distinto brillo en los ojos.
.- No lo sé, creo que me gustaría tocar para mis cercanos que a gente desconocida..
.- Aún así yo creo que eres un gran artista.- dijo él jugando con sus pies. No tenía el cerebro funcionando, se quedó sin palabras. Luhan no está siendo él mismo, siempre ha sido conversador y amable pero ahora ni siquiera él mismo se conoce.
.- ¿Qué edad tienes?- preguntó Sehun interesado.
.- 24.- le dijo Luhan.
.- ¡Oh! Entonces eres mi hyung, tengo 21.- y le sonrió.
.- Pareces mayor.- dijo confundido. Más bien, impresionado.
.- No eres el primero que me lo dice.- Dijo mientras escribía en una hoja de pauta.- Pero eres el único que no me lo dice con tono seductor.
.- ¿Es una técnica de seducción decirte que pareces mayor?- dijo Luhan.
.- Para las noonas y hyungs lo es. En cambio tú, pareces menor.
.- Tampoco eres el único que me lo dice.- dijo Luhan usando las mismas palabras que Sehun.
Y estaba en lo cierto. Pero nunca le tomó importancia. De hecho, pensaba que era una ofensa el hecho de que le dijeran que parecía un chico menor de lo que su edad aparentaba. De todas maneras, era signo de burlas pero del chico que está sentado frente de él... ahora ese dato es el cumplido más lindo que haya podido escuchar.
.- Me lo imagino, también creo que te dicen lo lindo que eres cuando te sonrojas.- Luhan miró a Sehun escribiendo como si nada. El de cabellos castaños se sonrojó y arrugó un poco de frente.
.- ¡O-oye! ¡Pero qué dices, ni siquiera me conoces, no soy lindo!
.- ¿Ah no? Y ese puchero que hiciste con tus labios no es lindo…- dijo Sehun riéndose y tomando su barbilla. Luhan se apartó rápidamente sonrojado y un poco ido.- Luhan, que grata sorpresa haberte conocido aquí.
.- ¿Qué cosas dices? Ni siquiera me conoces en realidad.
.- Me hubieras dejado en el piso.
.- Fue de buena persona.
.- Te sonrojas cada vez que me miras.
.- Porque eres atemorizante.
.- Pero no te alejas de mí.
.- No me gustaría hacerlo.
Listo. Eso bastó para que el corazón del ciervo casi se vaya por la boca, gracias a esa confesión poco conocida.
.- ..........................
.- ............................
Un silencio rotundo se sintió entre estos dos.
Para nada tranquilizador, es ruidoso para Luhan.
Luhan se maldijo por hacer que su mente hablara por sí sola, por confundir los sentimientos que tiene por Sehun aunque se conocieron hace minutos, por creer que diciendo eso, Sehun se quedaría.
Pero no lo hace. Siente que se levanta y Luhan cierra los ojos agotado y muy sentido, pensando que él se había ido al otro lado del terminal
Pero no.
Siente unos labios en su frente. Labios delgados, un beso pequeño, pero poderoso.
Luhan abre los ojos y se da cuenta de que Sehun es el que le da el tibio beso, el chico de los ojos rasgados se aleja para mirarlo nuevamente.
.- ¿Qué haré el resto de mi vida sin verte de nuevo, Luhan?
¿No te puedes quedar? Pensó mientras dejaba de hablar y bajaba su mirada.
.- No puedo quedarme.- Dijo él como si le leyera la mente.
.- ¿Porqué no?- Dijo con tono algo lastimoso para Sehun, que hizo que sus sentidos se fueran lejos, pero los hacía volver al pensar más y más en ello.
.- Porque no sería especial para ambos. Me gustas mucho, pero mi deber no es estar aquí.
.- ¿Entonces… al irte en el bus… no te volveré a ver?- dijo algo dudoso por saber la respuesta. Se levantó al igual que Sehun y se miraron a los ojos.
Luhan piensa que está loco, que está jodidamente loco. Pero no podía evitar la belleza del chico que tenía ante sus ojos, diciéndole que es lindo y su peculiar modo de expresarse. Jamás se lo había imaginado en su vida que le iba a pasar de conocer a alguien, jamás pensó en el amor a primera vista…
Pero ahí está.
Lamentándose en creer en esas cosas, porque esa creencia hace que el dolor en su corazón le llegue más y más al alma, al pensar que Sehun se iría para siempre.
Sehun iba a contestarle pero una voz de más lejos despertó a Luhan.
.- ¡Luhannie!
.- ¿X-Xiu min…?- Preguntó algo ido y al ver al chico con ojos de gato y sonrisa de niño pequeño saludando hacia donde estaban, se dio cuenta de que de verdad era él. No lo dudó ni un segundo y se fue a abrazar a su amigo.- ¡Minnie! Qué gusto verte otra vez, ¿Qué ocurrió?
.- Lamento la tardanza, es que tuvieron problemas en el motor del bus y por eso llegue con casi…- Miró su reloj.- Media hora de retraso. Debes tener frío, será mejor que vayamos a tomar algo, yo invito.
.- Me parece bien…- Sonrió. Se dio la vuelta y ahí estaba Sehun con las manos en los bolsillos mirándolo fijamente.- Espérame afuera, Minnie. Iré en un segundo.- Xiu min asintió lentamente y se fue al lado de Sehun sin darse cuenta. Luhan desapareció su sonrisa y se acercó a él lentamente.- Debo irme.
.- Sí, ya me di cuenta de eso. ¿Es tu novio?- dijo sonriendo.
.- Por supuesto que no, es mi mejor amigo. Si tuviera más tiempo te lo presentaría.- Dijo sonriendo a pesar de que él se iría.
.- Bueno…- Le tendió la mano a Luhan.- Este es…
Luhan sorpresivamente tomó la mano de Sehun y lo acercó hacia él dándole un abrazo. Fue sorpresivo para Sehun pero quedó encantado por la reacción de él, aceptando el abrazo recorriendo sus brazos en la espalda de él.
Para el ciervo fue un bonito impulso, ni a Xiu min le había hecho eso. Los ojos de Luhan se cerraron en el acto y quedaron así unos momentos, para así Luhan rojo como un tomate rompieran el abrazo.
.- Este será un lindo recuerdo.- Dijo Sehun.
.- No digas que es un recuerdo.
.- Revisa el bolsillo de tu chaqueta a lo que el bus salga.- Sonrió
.- ¿Qué?
.- Adiós Luhan. Le dio un último beso en la frente para dirigirse a su bus. Luhan observó cómo sus cosas eran guardas dentro del maletero del bus y Sehun se dirigía a las escaleras del transporte, sonriéndole a Luhan y guiñándole el ojo.
Luhan aún seguía parado en frente del bus cuando las ruedas comenzaron a irse en reversa y mirar el perfil de Sehun mirando hacia su teléfono y sin mirar a la ventana. “Voltea, mírame…” Pensó internamente. Pero nunca lo hizo. El bus se hacía más lejano hasta desaparecerse en una esquina.
No sintió que se fue para siempre, y eso lo encontró extraño. Revisó la chaqueta de su bolsillo y encontró un papel arrugado en las puntas. Lo abrió con cuidado y había un mensaje en él escrito en grafito, lo suficiente para que se destacara.
“¿Te dije que eres la cosa más linda que mis ojos hayan visto?
Espero que no, porque quiero ser el primero.
Te dejo mi número de teléfono.
Llámame cuando estés libre y así podremos conversar.
Nos volveremos a ver, LuHan.”
Al reverso estaba su número de teléfono.
Luhan sonrió y rió un poco al darse cuenta de lo atento que era el desconocido llamado Oh Sehun.
Sin duda, ha sido el mejor día de su vida. Agradecía el bus de Xiu Min por atrasarse tanto.
.- ¿Quién era el que se despidió de ti?- Dijo Xiu min a lo que se acercaba. Luhan lo miró sonriendo.- Está bien, tú no sonríes tanto… ¿De qué me perdí?
.- Nada en especial, sólo… es un amigo. Uno muy especial.
.- ¿Y lo volverás a ver? ¡Ni siquiera me lo presentaste!- Dijo Xiu min haciendo un puchero.
.- Tranquilo, lo haré cuando pueda… Vamos, está helado.
Y los dos así se fueron fuera del terminal para así irse a una cafetería tranquilos y conversando del viaje de Xiu, pero Luhan no dudó en enviarle un mensaje al personaje ya ido de esta historia.
“Sí, SeHun… nos volveremos a ver.”
Envió el mensaje dándose cuente que eso apenas comenzaba, y tomando su café mirando la ventana, imaginando su regreso, quizás como algo más que amigos.