Era una tarde normal, claro para mí obviamente. Me presento mi nombre es Byun BaekHyun, tengo 16 años, vivo en el bosque, junto a mis tres pequeños hermanos. Yoogeun de 7 años, Lauren de 6 años y por último el pequeño Leo de 6 años de edad. Y la parte más importante es que somos vampiros, sí vampiros. Bueno como les dije era una tarde normal. Estábamos sentados comiendo mientras charlábamos.
Helmago, ¿Cansdo me vasar epsenar a cazarksr? –Sí, ese era Yoogeun, que hablaba mientras comía un pedazo de carne cruda.
Primero come, después habla –Dije con una pequeña sonrisa.
Lo siento. Hermano, ¿Cuándo me vas a enseñar a cazar?
Ya hablamos de esto Yoogeun, cuando tengas al menos 10 años te enseñaré a cazar. –Dije sin importancia.
Abuu..Hermano anda no seas malo, yo solo quiero ayudar. –Dijo mientras me hacía uno de sus pucheros más adorables.
No y punto final. Y ahora si me disculpan tengo que ir a cazar para el resto de la semana. Quédense aquí y no salgan por ningún motivo, ¿escucharon? –Dije aquello mientras tomaba la manilla de la puerta girando esta para así abrirla.
Sí –Dijieron todos al mismo tiempo.
Salí de la casa, me adentre en el bosque confiado en que me harían caso, pero claro, fue todo lo contrario.
Post normal.
Hermano, ¿adónde vas? –Dijo la dulce voz de Lauren.
Voy a cazar, necesitamos más comida. –Yoogeun se estaba preparando, llevaba una mochila y en esta llevaba una cuchara, y un palo.
Pero BaekHyun dijo que no podías hacerlo –Dijo Leo entrando en la habitación en la que se encontraban los más mayores.
Sé muy bien lo que dijo pero yo quiero ayudar. –Miró a los menores con un pequeño puchero.
Bueno pero, ¿Cómo sabrás que nosotros no diremos nada? –Esa era Lauren que preguntaba con uno de sus dedos en la boca.
Por favor no digan nada.
Solo con una condición –Dijo Leo levantando la manito.
¿Cuál? –Dijo Yoogeun mirando a ambos. Estos se miraron y sonrieron.
¡Vamos contigo! –Dijieron ambos.
De acuerdo, ahora ¡vamos! En busca de la aventura –Dijo dando pequeños saltitos mientras se dirigían a la puerta.
¡Sí! –Gritaron los más pequeños que iban detrás del mayor.
El más grande de los hermanos abrió la puerta encontrándose frente a frente con unos hombres extraños, esperen ¿hombres? Más bien parecían de todo menos hombres. Tenían un aspecto asqueroso, la cara completamente desfigurada, casi no tenían nariz. Su piel era blanca más bien como un celeste muy claro como el agua, tenían la espalda encorvada y no tenían pelo Tampoco tenían casi dientes y su olor era horrible.
Hm..Disculpe señor, ¿Quién es usted? –Dijo Yoogeun mientras sus hermanos se escondían detrás de él. El ‘Hombre’ No dijo nada, solo observo al mayor de los hermanos y luego desvío su mirada a los más pequeños. Sonrió, con su sonrisa sin dientes.
Hmm..Hola, pequeños, ¿no está su hermano mayor? –Dijo aquello inclinándose a la altura de Yoogeun.
¿BaekHyun? No, él no está. Salió a cazar hace un rato. –El ‘hombre’ solo frunció el ceño.
¿Así que no está, eh? Pues entonces ustedes vendrán con nosotros..
hermanos, cerró la puerta con seguro y luego tomo su palo de la mochila y espero a que se escuchará algo. Sintió como la puerta se abría lentamente, su corazón comenzó a latir con fuerza. Tenía el palo en las manos mientras que estas temblaban. Escucho su nombre junto con una voz conocida..
Post BaekHyun.
Estaba caminando por el bosque listo para cazar a la primera criatura que se atravesaba, justo vi a lo lejos a un pequeño venado, se veía tan delicioso. Me acerque para asecharlo, lo observe por unos minutos, me iba acercando lentamente, justo iba a saltar sobre el cuándo escuché un ruido. Era un grito y provenía de mi casa, ¿podría ser? Sí, era el grito de Lauren. Corrí lo más rápido que pude, mi corazón latía con fuerza. Sí algo le pasaba a mis hermano enserio que me mataba. Llegue hasta la casa, la vi desde afuera y se veía normal, pero había un extraño silencio, cosa que nunca había pasado. Corrí hacía la puerta y la abrí, no había nadie. Mis hermanos no estaban y habían algunas cosas botadas en el suelo. Pensé lo peor, me horrorice, comencé a alterarme, mi corazón latía con fuerza. Sólo podía hacer dos cosas. Una: Gritar como nena y salir corriendo gaymente y dos: buscar a mis hermanos. Obviamente me decidí por la dos, así que grite llamándolos.