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Cough syrup por Unicornprince

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Notas del fanfic:

¡Hola! 'SUP

Este es mi primer fanfic/oneshot que publico en algún sitio, no planeaba publicarlo pero alguien (mi prima) me obligo a hacerlo :c

Anyway, soy feliz :3

El Hunhan es mi fuente de inspiración(?), todas las cosas que llevo escribiendo son Hunhan, mas adelante -cuando las termine- las publicaré c:

Notas del capitulo:

Para que entiendan mejor el one shot; esta escrito de los momentos vividos por ellos, algo así como varios drabbles.

PD: Uso muchas comas, lal.

Disfruten

—Estate quieto, Luhan, joder.— Kyungsoo lo regaño.

¿Como podría atinarle a la vena indicada si su amigo no paraba de moverse a su lado?

—Más.— Luhan tiro su cabeza hacia atrás.

—No, si no, no quedara nada para mí. — Su amigo río y hablo dificultosamente, no era nada cómodo hacerlo con un pedazo de goma en la boca. Acerco la jeringa a su brazo y aterradoramente familiarizado con la situación, inyecto el liquido.

Luhan volteo a verlo y observo cuan calmado en realidad se encontraba su amigo.

—Aún no entiendo como te lo haces tú mismo, me da terror. — Luhan río un poquito, en voz bajísima.

—Eres un maricón, Luhan.

—Tu también, Kyungsoo, cierra la puta boca.

Kyungsoo le regalo su sonrisa en forma de corazón y sus mejillas resaltaron, sus ojos se asemejaron a dos medias lunas. Luhan se pregunto como mierda tenia un mejor amigo tan jodidamente adorable.

—Hola, bebe.

Detrás de Kyungsoo apareció Jongin con una cerveza en la mano y un cigarro a medio consumir, beso su cuello y su oreja.

Kyungsoo río coquetamente y se giro para besarlo apropiadamente.

A Luhan no le agradaba Jongin, el moreno era un idiota, aunque era caliente y a su amigo lo hacia feliz así que podía ignorar el hecho de que tuviera la capacidad mental de una hormiga con problemas cerebrales.

Luhan comenzaba concentrarse en la sensación que recorría sus venas, era demasiado agradable como para que fuera real, parecía como si a su alma le estuvieran dando un relajante masaje. Cerro los ojos y recostó su cabeza en el respaldo del sofá, escucho gemidos detrás de él, seguro alguna pareja follando.

—Oye Luhan— el castaño abrió los ojos somnoliento y miro a un Jongin expulsando humo espeso por los labios—te presento a un amigo, Oh Sehun.

Luhan observo a la persona que Jongin señalo despreocupadamente con el pulgar; era un chico de su edad o tal vez mayor, de cabello rubio y alborotado, piel blanca y sexy, jodidamente sexy pensó.

Sehun bebió de su cerveza y lo miro, saludándolo en silencio.

Luhan miro a Kyungsoo, quien estaba encima de Jongin besando su cuello, levanto su rostro y mordió su labio inferior para después guiñarle un ojo.

Acaba con él escuchó susurrar a Kyungsoo.

Luhan sonrío y cuando giró su rostro se encontró con que junto a su lado estaba Sehun, lo miró y este seguía tomando cerveza.

Lo siguió observando, era realmente apuesto.

Lo que Luhan no encontraba apuesto en el muchacho era el olor a marihuana que este desprendía. Eso lo hacia apenarse.

Sehun giró su rostro y miró las cosas de la mesita frente a Luhan.

—Así que te has estado divirtiendo tú también—dijo sonriendo.

Luhan lo miró y sonrió, asintiendo, mientras miraba el cuerpo apresado por cuero negro al lado del suyo.

Sehun sacó una pequeña bolsa con pastillas de colores.

—¿Quieres, precioso?

Luhan pensó cinco segundos en si aceptar o no, termino estirando su mano.

—¿Por qué no?

Recibió la pastilla, una color rosada, que bonita pensó.

Si solo la vida fuera como esa linda pastillita.

Tomó una bebida suya que tenia hace ya mas o menos media hora y bebió el liquido con la pastilla, el sabor era agrio y horrible a diferencia de su adorable apariencia.

—¿Alguna vez te han dicho lo hermoso que eres?—, Luhan sintió las palabras tocar su oreja y su piel se erizo gustosa.

Lloriqueo internamente cuando sintió un pequeño beso en el cuello.

Y mientras se besaban en el sofá, en medio de todo el escándalo, con sus sistemas nerviosos alborotados por los estimulantes, Luhan pensó que su vida era una mierda.

Que quizás, tan solo quizás debería cambiar.

Cuando su camiseta comenzó a subirse Luhan quería cerrar los ojos y llorar, la heroína esta vez le estaba jugando una mala pasada y servia como depresivo, tal vez debería empujar al chico que se encontraba encima suyo y lanzarse a los brazos de Kyunsoo... siempre encontraba alivio allí, pero el seguro estaba ocupado mamandosela a Jongin ahora mismo.

Sehun metió su mano dentro de sus pantalones. Luhan supo que algunas veces se equivocaba demasiado.





Luhan estaba acostado mirando el techo de la habitación de Kyungsoo. Ya no lo quedaban cigarros, suspiro por esto y por aquello, porque el chico que estaba acostado a su lado no sabia nada acerca de él.

No sabía que le fascinaban los ositos de goma, ni que estaba perdidamente enamorado de las películas de terror, muchísimo menos que le encantaba la criminologia y le aterraban los insectos, tampoco que tenia records impresionantes al resolver el cubo rubik y menos que este fue un obsequio de su padre antes de marcharse.

Se dio cuenta que no podía cambiar su vida, que cambiar una vida era demasiado complicado.

Tomó su celular para saber que hora era.

Eran las seis de la tarde.

Luhan sintió a Sehun moverse y se giró a verlo; su cabello era un desastre, uno que le sentaba perfectamente, se veía relajado, sus labios estaban semi abiertos. Y luego todo lo que observo fue piel. Piel, piel y mas piel, una muy clara y lisa.

Le entraron ganas de tocarle.

Y lo hizo.

Toco su espalda, sus hombros y su cuello.

—¿Que crees que haces?

Luhan no se inmuto.

—Te toco, ¿a caso no es obvio?

—Lo sé, genio. ¿Por qué lo haces?

—Me gusta tu piel.

Sehun se sentó en la cama y dio un largo bostezo.

—¿Tienes un cigarro?

—No, se me acabaron.

Luhan quería desaparecer, pero no de la habitación, oh no, quería desaparecer de la realidad... y esta vez no uso ninguna droga, uso los labios de Sehun.

Sehun lo tomo del cuello y profundizo el beso, no sabía a que venia tan repentina acción, querrá repetir pensó.

Y la idea le gusto demasiado.

Lo tomo de la cintura y lo hizo quedar debajo de su cuerpo.

Mientras besaba su cuello, con sus labios y su saliva limpia, escucho a Luhan decir:

—Llévame lejos, por favor.

—Te daré el mejor orgasmo de tu vida, dulzura.

Luhan quiso decir tantas cosas con esas simples cuatro palabras, tal vez Sehun no entendía la profundidad en lo dicho pero a Luhan no le importo, quería irse lejos.

En el momento que se encontraba en medio de él gimiendo y las increíbles habilidades que poseían las caderas de su amante, pensó que se arrodillaría y rogaría por otra tarde como aquella.

—O-oh de-emonios.

Luhan se desvanecía en suspiros, nombraba a dioses a los que jamas les había rezado, creía que jamas había sentido tanto placer junto.

Todo pasaba en aquel hombre, no, en aquel niño.

Y mientras rasguñaba la espalda de Sehun sintió que brotaban alas de su espalda y que podía volar lejos de todo.



13 de junio de 2014.
18:20 pm.
Luhan tuvo alas al lado de Sehun.



—¿Cuantos años tienes?—preguntó Luhan interesado.

Sehun miro su café y luego los ojos de Luhan, le gusto mucho que estos sean almendrados, no se imaginaba otro color allí.

—Veinte ¿y tú?

—Veintitré- ¡oh dios mio! ¿que hora es?

Luhan salto de la silla y tomo su celular, eran cinco minutos para las siete de la tarde.

—¿Sucede algo?

Luhan se ruborizo cuando se dio cuenta de la clase de reacción que tuvo frente a Sehun, oh bien hecho, imbécil; se dijo a si mismo.

—N-no es s-solo que... ¿quieres ver un maratón de películas de terror?

Sehun abrió los ojos. No se esperaba aquello, tampoco se esperaba encontrar adorable a Luhan mientras este se sonrojaba avergonzado.

—Me agradan las de terror.

Tampoco se espero que al decir aquello Luhan sonriera tan hermosamente, ni que encontraría hermosa su sonrisa, pero lo hacía, es más, estaba seguro que todos deberían hacerlo.

Mientras veían Halloween II Sehun se perdió en las expresiones de Luhan, era realmente divertido, se lo veía con vida.

—Me gustas.

Luhan se volteo a verlo, no sabía que decir.

—Em, gracias... Tu también me gustas... supongo.— Luhan se rasco la cabeza, incomodo.

Sehun lo beso de un momento para otro, mas a Luhan no le importo, le encanto que hiciera eso. Comenzaba a sentir como sus alas empezaban a florecer de su espalda, de nuevo.

Y cuando se separaron escasos centímetros Sehun le dijo:

—Sal conmigo.

—Y-yo no lo se, esto es muy repentino y-

Luhan se quería resistir... pero ¿quien lo haría junto a tan encantador hombre? Luhan sabía que al menos el no podría.

—¿Que quieres que te prometa?

Sehun sabía que las personas se aferraban a las promesas, a las esperanzas, y quería usar eso a su favor. El podría cumplir las mil y una cosas que Luhan le pidiera.

Le regalaría estrellas, crearía nubes con las formas preferidas de Luhan, dibujaría sonrisas para él... todo lo que quisiera.

—Prométeme que no me dejaras solo... nunca, que me regalaras una vida, prométemelo y seré tuyo.— Luhan se hallaba desesperado.

Pidiéndole cosas a un extraño que estaba dispuesto a hacerlo feliz.

—Te lo prometo.

Y cuando Sehun volvió a besar sus labios, las palomitas de maíz ya no estaban calientes ni tan dulces, la actriz principal de la película estaba gritando por su vida, y ambos celulares tenían mensajes que reclamaban por sus dueños, entonces Luhan sintió que sus alas se agrandaron, que las plumas eran mas suaves y blancas que antes, que era feliz y que tenía esperanzas.

Pero no le basto solo con eso, Luhan quería sentir sus alas aun mas grande.

Así que se abalanzo encima de Sehun, lo beso y lo acaricio, y no se equivoco... sintió sus alas se alzaban gigantescas, hermosas.

 



—Vamos, cariño, sal.

Sehun estaba cansado de esperar en la cama solo, aburrido. Y es que Luhan no quería salir del baño, estaba demasiado apenado.

—No, te reirás.

Sehun sonrió divertido.

—Te aseguro que lo que menos haré es reírme. Vamos, sal.

Luhan abrió solo un poco la puerta, asomo su cara por la puerta su pelo colgaba y se movía fácilmente, las pestañas demasiadas largas y artificiales les molestaban un poco y se puso a pensar si el labial estaba bien colocado.

Sehun lo observo y pensó que jamas había visto una mujer tan hermosa.

Luhan al ver la cara de Sehun, se animo y abrió la puerta por completo, bajo la cabeza. Estaba demasiado avergonzado.

Su falda era muy pomposa y se alzaba demasiado así que tenia que mantenerla baja con las manos.

Mientras Luhan pensaba que:

Los tacones le hacían doler los pies y seguro luego tendría que estar usando banditas para las ampollas.

El sostén era molesto e incomodo.

La blusa era muy corta.

La peluca le picaba.

Sehun no se podía decidir de que manera arrancarle la ropa y hacerlo suyo.

Esa noche Luhan quiso detener el tiempo justo allí, cuando las manos de Sehun no se despegaban de su piel, cuando no tenían aliento, cuando sus cuerpos eran uno, cuando por fin luego de tantos años entendió y conoció lo que era la felicidad.





—¿Sehun dónde estás? Me tienes preocupado.

Luhan estaba preocupado, Sehun debería haber llegado del trabajo hace mas o menos una hora y no le había dicho nada.

—Oh, Lu, lo siento. Me quede sin saldo para avisarte que debería quedarme más tiempo en el trabajo, no es nada.

Luhan dio un suspiro, estaba mas tranquilo ahora, aunque las cosas no le cerraran del todo.

—Cuando sea así debes llamarme, no te he estado reprendiendo por cuatro años como para que no sepas que me preocupo con facilidad cuando se trata de ti.

Luhan fingió enojo con su voz aunque en sus labios había una sonrisa. Pero esta se borro de pronto cuando escucho una aguda risa de fondo, de una mujer, claro.

—Sí, lo sé amor, se me paso. Oye debo colgar, estaré ahí en media hora, duerme si quieres, es tarde.

Y Luhan se dio cuenta que por su tono de voz estaba sonriendo.

¿Por qué estaría riendo en una situación como aquella? No es que deseara que Sehun fuera un miserable serio las veinticuatro horas del día, es solo que le parecía raro, nada más.

—¿Sehun hay alguien contigo?

Luhan no era una persona celosa, oh no, el era un humano con sentimientos e inseguridades, tal vez un poco más sentimental e inseguro que algunas personas.

—¿Que dices cariño? No puedo oírte bien. Estamos aquí con un compañero y su esposa, te veo en casa.

Sehun no le dijo palabras cariñosas. No le recordó que lo amaba. Ni siquiera le presto atención.

Luhan se sintió devastado porque era un chico de veintisiete años, con un esposo guapísimo que cualquier persona miraría con deseo.

Se sintió mal. No le hizo caso a Sehun; no se fue a dormir, no se tranquilizo, solo se quedo en el sofá de su casa y cuando pasaron cuarenta y cinco minutos Luhan supo que Sehun no llegaría temprano y mucho menos en medio hora y tampoco que lo vería esa noche.





Cuando Luhan despertó eran las once con dieciséis minutos de la mañana y estaba solo en su cama. Se dirigió al baño y se encontró con Sehun tomando una ducha.

Sehun se asomo por la cortina del baño y le sonrió.

—Buenos días, bebe.

—Buenos días, amor. Sabes... — Luhan soltó la pasta de dientes y bajo la mirada — anoche te espere.

—Si, lo sé, te vi durmiendo en el sofá. Lo siento mucho, ven aquí.

Luhan miro triste la mano que se le ofrecía, luego miro los ojos de Sehun y su tristeza se profundizo, peor fue cuando lo acepto y se abrazo con fuerza a su cuerpo bajo el agua.

Sehun se sintió mal cuando Luhan lo abrazo de aquella manera, y es que sabía de los problemas de autoestima con los que el mayor cargaba. Sin embargo él lo amaba mas que a cualquier cosa.

Porque Sehun era una persona normal que algunas veces quería quedarse mas tiempo en su trabajo para charlar con sus amigos

Pero Luhan era inseguro, demasiado.

—¿Que ha estado pasando por esa cabeza tuya?

Luhan en el momento que se aferro a él comenzó a llorar en su hombro.

—Dime que me amas, solo eso. Por favor.

—Te amo, más que a nadie.

Y en ese momento Luhan desato su llanto completamente, hipando y deshaciéndose en los brazos de Sehun.

—Te lastimas siendo de esta manera, Luhan. Sabes que jamas habrá nadie más que tú.

Sehun tomó con sus dos manos el rostro del más bajo y beso su coronilla, luego sus labios y luego le dijo cuantas veces lo amaba.

La vida había sido dura con Luhan... pero ahí estaba Sehun, para remendar todo lo malo en su corazón, en los corazones de ambos.

Porque ellos se amaban y se sostenían el uno con el otro.

Porque el hilo que los unía era mas fuerte que cualquier cosa.





—¿Recuerdas cuando nos conocimos?

Luhan se encontraba acostado encima del cuerpo de Sehun, estaban en la cama viendo la televisión.

Mientras Sehun le acariciaba la mano lentamente, Luhan pensó cuando le gustaba que le hiciera eso.

—Santo Dios, sí, lo hago. — Luhan negó con la cabeza, ¿como no iba a recordar la vez que conoció a su esposo? Le dio vergüenza el solo recordar que lo había conocido en tremenda situación. — Estaba hecho un desastre.

—Ambos lo estábamos.

Sehun rió al recordar su adolescencia, al recordar a Luhan y como lo conoció.

Rió porque a su lado tenía a la persona que mas amaba.

Porque aunque hubieran demasiadas cosas que arreglar en la relación, ambos tenían algo en claro, se enredarían en los brazos del otro hasta el fin de sus días.

Y porque si uno caía, el otro también lo hacía y porque si uno no caminaba, el otro no avanzaría sin él.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y cada cosa que les haya molestado o alguna critica que tengan para hacer, estaré contenta de leerlas nun

Muchas gracias, de verdad, para las personas que leyeron a mi bbe<3


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