¿Quién eres? Bueno, yo soy Dante Sparda, es una pregunta fácil.
¿De dónde viene el mundo? Hay varias teorías, todo ha tenido un principio y todo tendrá un final, una de ellas dice que Dios lo creo todo… Pero ¿Quién creo a Dios? ¿Se creó a sí mismo? Imposible, todo tiene un inicio, y todo tiene un final ¿Cuándo llegara el final de Dios?
¿Qué eres? Soy… ¿Qué soy? Soy un hombre que está condenado a vagar por el mundo de los vivos buscando algo que perdió muchas veces.
Hace mucho que comencé a vagar por este mundo, pero como todo en el mundo, tuve un principio, nací hace casi 200 años, mi madre era una doctora, y nunca supe mucho de mi padre, solo que murió cuando yo era pequeño, tenía un hermano gemelo, Vergil, yo era muy callado cuando era joven, me encantaba leer, y sobre todo escribir, pero poco a poco fui cambiando, hasta convertirme en lo que ahora soy.
Me enamore como cualquier adolescente se ha enamorado, era una chica de mi edad, Virginia, pasábamos mucho tiempo juntos, fuimos novios un tiempo, ella soñaba con casarse y formar una familia, pero para ella era un sueño inalcanzable, era una chica con una enfermedad en el corazón, un día le dijeron que le quedaban apenas unos meses de vida como mucho, como todo loco adolescente enamorado, hui con ella, nos casamos, quería hacer que todos sus sueños se hicieran realidad, pero su tiempo se agotaba, y un día, todo termino, ella murió, y yo, me quede, pero no con las manos totalmente vacías.
Un par de años después, mi propio hermano, me rebelo los verdaderos sentimientos que tenía hacia mí, me veía como alguien más que a su hermano, tarde un poco en asimilar esos sentimientos, pero al final, termine aceptando lo que yo también sentía por él. Entramos a la universidad, y comenzamos a vivir en un pequeño apartamento cerca de ahí, teníamos una relación, desde la muerte de Virginia, comencé a sentirme feliz y enamorado de nuevo, pero la felicidad no es para siempre. Una mañana salimos los dos rumbo a la universidad, era muy temprano, no había nadie en la calle, entonces un ladrón, me apunto con un arma, me disparo, la bala nunca llego a su destino original, no me había dado a mí, sino a mi hermano que se interpuso para protegerme, ese día no solo perdí a mi hermano, también a mi amante y unos pocos días después también a mi madre. La muerte de mi hermano la devasto, la tristeza le mato.
Cuando termine la universidad, me convertí en un profesor de literatura, y paso lo que no creí que volvería a pasar, una de mis estudiantes se enamoró de mí, Lara, y poco después, yo de ella, claramente eso resulto un total fracaso, cuando sus padres se enteraron, la enviaron a estudiar al extranjero.
El mismo día que ella se fue renuncie a ser profesor, no quería serlo más, comencé a escribir una novela, más bien, mi historia con Virginia, era una historia que quería tener escrita solo para mí, escribiendo cada detalle, una amiga y excompañera de universidad, comenzó a trabajar en una editorial, la deje sola con mi computadora unos minutos, y al otro día recibí una llamada de esta misma editorial diciéndome que mi novela era fantástica, y que sería un placer para ellos trabajar conmigo. Y lo que escribí con la intención de recordar a mi primer amor, termino convirtiéndose en un bestseller. Con lo que gane por ese libro, compre una casa, dos pisos, un baño, 4 recamaras, abajo solia ser un local, la arregle y se convirtió en mi nuevo hogar.
La editorial me asigno una Editora, Tania, una mujer muy bella, comencé a escribir más novelas, según ella, todas eran buenas, ella siempre trataba de levantar mi ánimo, y siempre quería que le hablara sobre mí, por alguna razón, esos ojos verdes nunca dejaban de mirarme fijamente, se le notaba que estaba interesada en mí. Gane un premio a la mejor novela romántica de la década o algo así. Esa noche, festejamos mucho, estaba borracho, y cuando llegue a mi casa, llegue con mi editora, solo tomamos dos copas más y… paso lo que tenía que pasar. Al día siguiente hablamos sobre eso, no estaba muy seguro de si quería una relación con ella más allá del trabajo, pero esos ojos tan persuasivos me convencieron. Era una mujer muy madura, nunca había salido con una mujer así, que tomara la iniciativa en todo, poco a poco, entre miradas, conversaciones y otras cosas, logro conquistar mi corazón. Como siempre, la perdí, pero no porque la muerte me la arrebatara, como ocurrió en el pasado, era una mujer muy bella, así que un hombre rico se interesó en ella, y se fue con él, lo irónico de la situación es que cuando ella y ese hombre viajaban en un crucero, según me dijeron, ella estaba ebria y salto al mar, su cuerpo fue encontrado a la semana de buscarla.
Meses después, cuando me estaba pensando en que la vida no podía ser tan cruel con un ser humano, como para quitarle 4 veces a la persona que más amaba, Lara regreso, entro a mi casa, como una mujer, ya no era la adolescente que había entrado a mi departamento hace años, esa vez llego para quedarse, sus padres ya no tuvieron ningún inconveniente con dejarla que se casara conmigo, ya que era un escritor famoso y acaudalado. Un día, me caí de un banco tratando de cambiar un foco fundido, fui con uno de mis amigos de la secundaria que se convirtió en médico, para sacarme unas radiografías
-Dante, tus radiografías….
-¿Qué me rompí?- pregunte con burla
-Nada, y eso es genial, lo que me preocupa es que…
-Dime que no tengo un tumor y seré feliz
-Eso tampoco, lo que pasa es que, según tus radiografías tienes 26 años
-¿Que? ¿Estás seguro de que son mías?
-Totalmente, las saque yo mismo
-Oye, he vivido 34 años, es demasiada diferencia
-Voy a hacerte un análisis de sangre- tomo una jeringa y extrajo algo de sangre con ella de mi brazo, la observo en el telescopio casi por una hora- Dante, extiende tu brazo, tal vez te duela pero quiero comprobar algo- obedecí, y con un bisturí he hizo una herida de unos 4 centímetros, inmediatamente comenzó a salir sangre, pero apenas salía, la herida se cerraba al instante sin dejar huella alguna.
-¿Pero qué demonios…?
-Tus células… están regenerándose al instante, no te están dejando envejecer
-¿Eso es posible?
-No… nunca había visto nada igual, voy a investigar un poco, vuelve a casa, te llamare si averiguo algo
Así pasaron los años, y yo no envejecía, pero mi amada Lara si, después de 70 años de pasar una gran vida a su lado, ella falleció, me dio una gran vida, pero eso mismo me hizo sufrir más perderla.
Por mucho tiempo el alcohol fue mi nuevo compañero inseparable, conocí a dos chicas iguales a mí, con una historia similar, Trish, una mujer rubia de ojos azules con cabello muy largo, y Lady, una chica de cabello corto negro y ojos bicolores, su nombre me resultaba extraño, pero nunca se dio a conocer de otra manera.
Según me contaron ellas estuvieron juntas durante mucho tiempo, buscando un nuevo amor.
Decían que nosotros éramos llamados antiguamente “Romeos” El nombre Romeo significa “Siempre enamorándose” la leyenda contaba que los “Romeos” eras seres inmortales que vagarían por el mundo en busca de su otra mitad, y no podrían morir hasta que no la encontraran.
Durante unos 20 años, me la pase a lado de esas dos mujeres, viajando de ciudad en ciudad, de bar en bar, de cama en cama, ellas decían que mi aspecto exótico me daba cierto toque irresistible, seguramente hablaban de mi cabello blanco y ojos azules.
Me arte de vivir así, me separe de las chicas, no sin antes decirles a donde pensaba ir, las invite a ir a mi casa cuando lo desearan.
Tome un avión de regreso a casa, estaba ansioso por ver la casa que había abandonado hace 20 años, seguramente estaría en ruinas, pero la arreglaría, y la dejaría como nueva.
Al fin, estaba parado frente aquella casa, se veía muy deteriorada, abrí la puerta y entre, el polvo estaba muy acumulado, seguramente debería traer a alguien que limpiara primero, suspire con pesadez, cuando escuche unos pasos acercarse a mí, inmediatamente me voltee hacia atrás, y evite que un jarrón me golpeara la cabeza, un niño de unos 16 años de cabello blanco y ojos azules me había lanzado aquel objeto, después se fue sobre mí, pero lo esquive y le deje caer al suelo, su expresión era de enfado.
-¿Quién eres?- pregunto aun en el piso
-Soy Dante- respondí