"PLEASE, COME BACK"
Pasaron ya unos 5 años desde aquel día en que su mundo se derrumbó, en que su corazón murió, 5 años desde el día en que 'él' se fue y se llevó consigo gran parte de su ser, sus sonrisas, sus alegrías y su corazón, dejándolo vacío y lleno de dolor y lágrimas.
Aún puede recordar con claridad todo lo que le dijo, cuanto le rogo para que no se marche, para que permanezca a su lado y aun así pareció no haberle importado.
"-Tao, no puedo volver- su voz sonaba serena a través de la línea, sin embargo el menor fue capaz de notar el leve tiriteo por parte del mayor -No puedo, lo lamento, en serio- su corazón latía tan lento que Kris pensó que estaba muriendo, la tristeza apoderándose de su ser tiñendo de culpa su rostro, sabe que el menor no lo ve por lo que aprovecha de eso para llevar una mano a su pecho para sentir los dolorosos latidos de su corazón, es masoquista pero necesita saber que aun late.
-¿Por qué no? Kris, te necesitamos... Yo te necesito- el menor es tan sincero que a ambos les duele, no contiene sus lágrimas, las deja fluir libres y dolorosas por sus mejillas; esta vez no hay nadie para secarlas, no hay palmas cálidas y pulgares suaves removiéndolas, ni besos dulces, solo hay amargura y una repentina sensación de vacío invadiéndolo.
-Taozi no digas eso...- mira por la ventana. Hay nubes oscuras y viento frio, es imposible no notar lo nostálgico que resulta el panorama. -Eres fuerte, lo se, te conozco- reprime las ganas de decirle 'amor' porque eso solo complicaría todo para los dos. Una gota de lluvia golpea el vidrio de la gran ventana mientras se oye un suave sollozo. Kris no está llorando, pero sabe que Tao sí, conoce cuan sensible es por lo que la repentina imagen del menor lleno de lágrimas cayendo de sus enrojecidos ojos y sus labios temblorosos lo torturan. Cierra fuertemente los ojos y respira tan profundo como puede. -Eres más fuerte que yo, Tao, por eso sigues ahí... Yo no pude- hay un leve temblor en su labio inferior, su voz se teñida de dolor y culpa atraviesa la línea para llegar hasta el menor acariciando sus oídos.
-No lo soy, Kris. No puedo ser fuerte si no estás, ¿No lo entiendes?- la voz de Tao arañando los oídos del mayor, sus sollozos mezclados con las respiraciones, lágrimas deslizándose en su rostro y el dolor destrozando su corazón."
5 años de dolor y soledad, 5 años lleno de noches oscuras, vacías y frías al igual que su solitario corazón. Recuerda cada roce de labios y cada caricia con claridad, lo siente tan real que quema su interior, oye su voz y visualiza su figura en todas partes y eso es demasiado tortuoso. 5 años de haber perdido lo único que amo tan profundamente. Recuerda haber rogado entre lágrimas y sollozos, recuerda la sensación de su propia saliva espesa mezclándose con lo salado de sus lágrimas y lo amargo de sus palabras. Recuerda que 'él' no lloró, aunque de alguna manera no dolía tanto como debería, tal vez porque así es, tal vez porque lo conoce suficiente como para saber que también se siente devastado.
"-Tienes que seguir triunfando, Tao- Kris habla después de unos minutos sin que ninguno de los dos diga algo.
-…- sabe que el mayor no lo ve y sin embargo niega con la cabeza porque a estas alturas le es difícil hablar, las palabras están amontonadas en su reseca garganta sin querer salir.
-Tienes que apoyar a los demás sin importar qué, ser valiente, ¿sí?- su voz suave se baña de tristeza, no es capaz de aceptarlo por completo porque no quiere hacer las cosas más difíciles para ambos pero tampoco quiere ser un insensible, no puede serlo. No con Tao.
-...No- las energías han escapado de su cuerpo. Niega débilmente mientras la respuesta sale como un suave susurro, su voz es tan suave y lastimosa que la persona al otro lado de la línea se estremece sintiendo un nudo en la garganta al oírlo. Tao está destrozado, lo conoce demasiado bien.
-Tao, tienes que...- se detiene a escoger cuidadosamente sus próximas palabras. Sabe que es uno de los momentos más difíciles y dolorosos para los dos. -Taozi, tienes que ser feliz sin mí, ¿sí?- sabe que pedirle eso es como pedirle peras al olmo, él mismo sabe cuan profundo esta tatuado en el corazón de Tao porque su 'pequeño' está todavía más profundo en el suyo, tanto que siente náuseas solo de pronunciar esas palabras. Tanto que ni siquiera está seguro de poder ser feliz sin Tao.
-...No...- respira profundo, busca fuerzas en alguna parte de su interior, las necesita más que nunca en su vida. -… No puedo, no me pidas eso... ¿Co... ¿Cómo ser feliz sin ti? ¿Cómo, Kris?- hay sollozos e hipeos amargos. No son de Kris, ambos lo notan y lo saben. Hacía mucho habían llegado a ese melancólico acuerdo, Tao lloraría por ambos y Kris secaría las lágrimas y calmaría el llanto; Tao estaba cumpliendo su parte del trato pero Kris no. Hay muchas dudas en el corazón de Tao, y hay aún más en el de Kris, pero ninguno es lo suficiente valiente para preguntar, y está bien para los dos porque ninguno está seguro de ser lo suficientemente fuertes para asimilar y aceptar las respuestas."
Han pasado cerca de 5 años desde la última vez que sonrió con sinceridad, 5 años de haber sentido la cálida piel de su ajeno contra la suya en suaves vaivenes y caricias, 5 años de haber pronunciado su último 'Te amo', 5 largos años llorando hasta dormir. Recuerda haberle hablado desde el fondo de su herido corazón, recuerda la profunda voz del mayor haber sido más suave y ronca que de costumbre y como temblaba al oírlo, recuerda haberse sentido demacrado y débil, tan sumiso y vulnerable... Por que recuerda bien que ese era el efecto que 'él' causaba en su persona. Solo que de cierto modo esta no era como las veces anteriores, que temblaba ante su voz al decirle 'Te amo', esta vez era tristemente cruel y enloquecedor.
"-En verdad te necesito, esto... esto es demasiado para mí. Vuelve gege-
-..Ah...- no podía ser tan fuerte. Se había esforzado por mantenerse fuerte hasta ese momento pero Tao había dicho la 'palabra mágica', había tocado su punto débil. No lo hacía a propósito, solo se había vuelto una cálida costumbre llamarlo así. -Yo...- no podría mucho más, no soportaría ser fuerte por tanto tiempo. -… Cariño no puedo, de verdad lo... lo lamento tanto- era enfermo amarlo de esa manera. -Sé que podrás - dolía, dolía en el fondo del alma.
Tao no era tonto, conocía bien a Kris como para saber que al menos por ese momento no volvería; sabía que lo mejor sería dejar de insistir para no seguirse lastimando.
-Solo...- su voz es tan apagada y quebradiza que se nota cuanto ha estado llorando, se nota el dolor en cada palabra, en cada respiro. -Solo espero y seas feliz en donde estés, Kris- soltó un lastimero sollozo que retumbo en los oídos del mayor a través de la línea. Sus palabras, sus sollozos, su llanto, su voz, su pesada respiración, todo estaba desarmando la coraza del mayor. -Y... espero jamás me olvides... Recuerda que te amo, YiFan gege- Kris oyó un último sollozo seguido de un silbido en la línea, entonces supo que Tao había colgado. Era lo mejor, sí seguía más tiempo se quebraría y terminaría regresando para abrazar a Tao y sentirlo una vez más debajo suyo. Sabía bien que probablemente Tao necesitaría un nuevo teléfono porque muy probablemente había aventado el que tenía contra la pared, y que Suho o Sehun tendrían que consolarlo y secar sus lágrimas, no lo quería admitir pero eso le dolía y le hacía sentir enfado consigo mismo.
-...También te amo, Taozi...- Tao ya no lo escuchaba, pero tenía la repentina necesidad de decirlo, sacar de su interior ese sentimiento que siempre considero como lo más bello que tenía y más inmenso que la galaxia entera. Necesitaba que lo supiera, pero era tarde.
Miró por la ventana las gotas caer abruptamente contra el vidrio y sintió como s su propio corazón se hubiera desprendido y cayera junto con ellas en el momento en que unas saladas y tibias 'gotas' humedecieron sus mejillas sin compasión alguna, él también estaba destrozado, solo que a diferencia de Tao, estaba solo. Tao no estaría ahí, no le abrazaría ni le acariciaría la espalda nunca más como muchas veces anteriores para calmarlo y hacerle sentir que estaba bien si se equivocaba. Las gotas de lluvia golpeaban el vidrio como las lágrimas de Tao en el corazón de Kris, intentando entrar y humedecer todo con la calidez de sus hermosos sentimientos."
Hacía 5 años que 'él' ya no estaba y sin embargo nada había cambiado. Kris podría volver cuando quisiera porque todo seguía igual. La foto de su primer aniversario sigue intacta en su habitación, así como en la de Tao, quién sigue preparando el mismo desayuno para dos que Kris tanto disfrutaba, sigue dejando un espacio a lado suyo en su cama por las noches con la esperanza de que vuelva en la madrugada a escabullirse a su lado y rodearlo con sus fuertes brazos, o negociando con Chen para cambiar de habitación. Porque él sabe y Tao sabe que puede volver en el momento que quiera; Tao no lo juzgará ni hará preguntas, simple y sencillamente lo recibirá con los brazos abiertos, hermosas lágrimas cristalinas y un 'Te extrañé' en los labios.
A Kris lo siguen esperando los abrazos y caricias matutinas, las tardes de café y las largas noches de entrega y amor total; Tao le sigue esperando como desde el primer día de ausencia, sigue guardando sus besos y caricias para Kris.
Kris sigue escuchando en su mente la lastimera súplica silenciosa en las últimas palabras de Tao: 'Regresa, recuerda que te amo'
FIN