Habian pasado ya varios días desde la última vez que lo vi, yo deje de ir a trabajar, así que no lo veia más. Realmente extrañaba a ese chico, él era el único que me hacia olvidar que pronto iba a morir. Cuando estaba con él todo era diversión y bromas, he de decir que hasta un poco de coqueteo. A mi me gustaba él, y yo le gustaba a él eso era obvio. Después de nuestro primer beso, las cosas cambiaron. Yo sabía que no podía estar a su lado pues pronto dejaría de vivir y no lo quería ilucionar ni mucho menos hacerlo sufrir. Él era muy especial para mí y supongo que yo para él también lo era desde ese entonces pues poco tiempo después de que deje de ir al trabajo él comenzó a buscarme, al principio me pareció lindo su gesto, hasta un poco romantíco me atravo a decir. Pero conforme fueron pasando los días él seguía viniendo a verme, yo por supuesto hasta esos días no le habia dicho nada sobre mi enfermedad, y para ser sincero, no pensaba hacerlo. Creí que con los días el dejaría de venir, se aburriría de hacerlo y así ambos seríamos felices, pero eso jamás paso, él venía a vusitarme todos los días a las 5:00 pm, algunas veces se le hacia un poco tarde pero siempre llegaba. A mí se me hizo la mala contumbre de esperarlo cada tarde, poco a poco su presencia me fue haciendo falta en esos días que él llegaba tarde, en un principio no vi la gravedad de esto pero cuando el momento se llego me di cuenta del gran error que habia cometido.
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-¡Hola!-saludo contento cuando abrieron la puerta de la casa.
-Creí que hoy no vendrías- espetó al pequeño chico que lo visitaba- pasa
Ambos chicos entraron a la casa y se dirijieron a la sala, el más pequeño de lo dos se sentó en el sofá justo frente a la televisión, mientras que el otro chico lo hizo en el suelo junto a la mesa de centro de la sala.
-¿Por qué te sientas ahí?- pregunto extrañado el otro chico mientras lo observaba.
-Por nada importante, sólo que aquí es bastante comodo-el chico moreno comienza a reír de lo que el mismo habia dicho y guarda unos cuantos sobres que tenía sobre la mesa en una pequeña caja color azul.
-¿Cómo te fue hoy?
-Nada interesante me pasa aquí encerrado, así que me fue bien. ¿Y tú? Cuentame sobre tu día
El chico de piel blanca y ojos grandes comenzo a relatarle con lujo de detalles al moreno todo lo que habia hecho. Desde esta mañana que se le hizo tarde porque no timbro su alarma debído a que la noche anterior habia hablado hasta tarde por teléfono con su madre, hasta lo último que habia hecho antes de llegar a la casa de Jongin.
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Ese chico hablaba mucho, le encantaba contarme todo lo que hacia, supongo que era porque sabía que yo no salia a ninguna parte y él sólo trataba de divertirme un poco. A pesar de que sus platicas podían parecer un poco aburridas, no lo eran, el chico sabía como darle la emoción necesaria a lo que me relataba. Me encantaba escucharlo hablar y hablar, aunque debo de admitir que algunas veces no le ponía atención a lo que me decia, sino al simple sonido de su voz. En mis últimos momentos junto a él me gustana verle mientras hablaba, aunque ya casi no lo hacia para ese entonces, tomo una manía de sólo cantar. Tenía una hermosa voz, algunas veces lloraba mientras interpretaba sus hermosas melodías, pero apesar de estar llorando él seguía cantando, decia que queria que recordará su voz por siempre, hizo un buen trabajo pues aún me acuerdo de su voz.
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-Jongin, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Ya me la hiciste.
-No, hablo de hacer otra pregunta.
-Esta bien, dime.
-¿Estas enfermo?
-¿Por qué?
-Te ves un poco diferente a hace unos meses que comence a venir. Estas más pálido, casi no comes y no creo que las pastillas que tomas todos los días sean vitaminas.
-Kyungsoo, creo que hay cosas que es mejor que se queden así. Tienes razón, no son vitaminas pero para mí es como si lo fueran-dijo el moreno con tranquilidad mientras miraba la pantalla de la televisión.
-Sabes que odio cuando me dejas con la duda y dices toda esas cosas que sólo me confunden. Vamos, dime. Si tú me dices que te pasa, yo te cuento mi secreto- el pequeño chico se levanto del sofá y se sento en el suelo frente al menor mirandolo con una linda cara de inocencia.
-Primero dime tu secreto y después yo te cuento el mio-sonrió dirijiendo su mirada al mayor.
-¿Y cómo sé qué si me lo vas a contar?
-Porque...-hizo una pequeña pausa y continuo- porque te lo prometo- el moreno se arrepintio al instante de haber dicho eso pero ya no se podía retractar.
-Bien-sonrió ampliamente y tomo una gran bocanada de aire- mi secreto es... es que estoy... estoy...- suspiro-... estoy enamorado.
-¿De quién?
-No te lo diré
-Entonces eso no cuenta como secreto, así que no te diré el mio.
-Lo prometiste-hizo un sueve puchero que en él se veia realmente adorable
-Cuentame tu secreto completo y te lo diré.
-Pero...-dijo al ver que su puchero no funciono- bien... estoy enamorado de..-se detuvo y miro al menor quien lo veia atentamente-... de ti..-dijo casi en un susurro pero aun así el menor alcanzo a escuchar su confesion.
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Ese día que me confeso sus sentimientos, fue la primera vez que sentí miedo, miedo a morir. Yo realmente no quería arrastrarlo conmigo pero mi egoísmo fue más grande. Le dije que yo también lo amaba y en lugar de advertirle sobre mi condicion y decirle que estaba condenado a morir, termine haciendole el amor en cada rincón de la casa. Después de ese día, habia veces que se quedaba a dormir en mi casa, por así decirlo, porque realmente no dormiamos, dedicabamos las noches a demostrarnos amor, juntar nuestros cuerpos haciendolos uno sólo. Después de un tiempo era ilogico que vivieramos separados, pues él pasaba la mayor parte del día en mi casa, así que se mudó. Con su presencia aquí me fue mas difícil ocultar mi enfermedad.
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-Jongin,¿me amas?-preguntó el mayor después de una de las tantas seciones de sexo antes de dormir que acostumbraban.
-Claro que te amo,¿por qué lo preguntas?
-Entonces si me amas, dime la verdad-se sento en la cama mirando a los ojos a su compañero- ¿qué tienes? Sé que estas enfermo de algo pero no sé de que y lo quiero saber
-Kyungsoo...-se levanto y se sento en la orilla de la cama dandole la espalda al mayor- no puedo decirlo...-el mayor se acerco a su novio abrazandolo por la espalda con fuerza- Kyungsoo...
-Si no puedes decirlo no lo hagas, entiendo. Lo harás cuando estes listo.
-Estoy muriendo...
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Nunca pensé que lo tomaría de la manera en que lo hizo, al principio se abrazo tan fuerte de mí, que creí que me asfixiaria, mientras lloraba pero después de un rato se tranquilizo. Recuerdo que esa noche no dormimos pues se la paso preguntando cosas sobre mi padecimiento, habia algunas cosas que no sabia como contestarselas. Supongo que se quedo con la duda pues a pesar de no haber dormido la noche anterior, paso el día investigando en internet sobre ello.
Los días seguieron pasando y todo continuo casi normal, Kyungsoo comenzo a cuidar más de mí, hacia comida más saludable, se deshizo de toda la comida chatarra de la casa, incluso los chocolotes que antes le gustaba llevar a casa para comerlos mientras veía su amado pororo dejo de comprarlos, decía que si yo los veía podía comerlos y entonces moriria y él sería el culpable. Esa idea siempre me parecio un poco ridicula pues no iba a morir por comer un chocolate pero yo lo amaba tanto que sólo me apegue a sus nuevas reglas. Ya no tenías sexo con tanta frecuencia como antes, aunque de igual forma pasabamos las noches despiertos hablando sobre el futuro, un futuro que ambos sabiamos que no existia. A Kyungsoo le gustaba imaginar nuestra boda y nuestra casa en el campo junto a un lindo río y lo felices que seriamos los dos, viviendo en ese lugar hasta que estuvieramos ancianos, decía que moririamos juntos en ese lugar.
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-¿En qué piensas?- pregunto el moreno sentandose al lado del mayor en el jadín de la casa.
-En el futuro-respondió mirando las estrellas del cielo nocturno.
-Cuéntame sobre el futuro- abrazo sus piernas e igual que el mayor, miro el cielo.
-El futuro es triste, en el futuro estaré solo. En el futuro no habrá nadie que se quede hablando conmigo por las noches, nadie me dirá que me ama, a nadie le diré que lo amo. En el futuro no habrá quien me consuele en esos días en los que estoy triste, nadie me acompañará en la cena...- las lagrimas brotaron de sus ojos mientras hablaba- en el futuro... en ese futuro no estas tú...
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Kyungsoo era un chico muy alegre, siempre sonreia para mí aunque por dentro sintiera ganas de llorar. Sabía lo mucho que me gustaba ver ese corazón que se dibujaba con sus labios cada vez que me sonreia. Después de esa conversación, él sonreía con más frecuencia para mí, decia que donde quiera que yo estuviera en el futuro, al igual que su voz, recordara su sonrisa. Gracias a él y todos los sueños que tenía sobre nuestro futuro, un futuro que no existiría, yo tuve la estupida esperanza de que quizá fuera a pasar, quizá milagrosamente yo me recuperaría y ambos seríamos felices. Hoy no me arrepineto de haber imagina el futuro con él, tantas veces hablabamos de como sería que ahora que lo recuerdo, es como si de verdad haya pasado.
Ese chico lo era todo para mí, y yo no quería ser todo para él, no quería que sintiera la soledad tal y como me la habia dicho esa vez, muchas veces antes de que por fin tuviera que entrar al hospital definitivamente, intenté alejarlo de mí pero todos mis intentos fueron en vano, decía que estaría conmigo hasta el último de mis días... que ese sería el último de sus días tambiém. Me dolía demasiado escucharlo decir esas palabras, en momentos como esos sí me arrepentia de haberlo dejado entrar a mi corazón, yo lo amaba y no queria estar lejos de él pero... en algún momento me alejaría de él.. para siempre.
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-Jongin, últimanente te la pasas mirando mirando esa ventana, ¿qué hay tan interesante ahí afuera?-dijo el mayor acercandose al moreno
-En realidad no veo lo que pasa afuera...
-Entonces, ¿qué haces tanto ahí?
-Pienso en cosas...
-¿Qué cosas?
-Nosotros...
-Y, ¿Qué piensas sobre nosotros?
-Pienso en nuestra vida juntos... en esas noches cuando preparemos la cena juntos y todo sea un desastre porque yo no sé cocinar, en las tardes que pasearemos abrazados a la orilla del río, en las peleas que quizá tendremos que después arreglaremos, en esas noches que pasaremos juntos platicando hasta el amanecer sobre lo mucho que nos amamos, en las mañanas donde al abrir mis ojos al despertar lo primero que veré será tu rostro... pienso en todo eso.
-Jongin...-hizo una pausa, respiro profundo, tratando de controlar las lagrímas que amenzaban con salir, para después continuar- ¿prometes que haremos todo eso?
-Lo prometo...
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Mis días en el hospital al principio no eran tan malos, pero conforme pasaron los días, todo se hizo peor, aumentaron mi dosís de medicamentos, pues mientras los días pasaban yo emperoraba más y más, me era casi imposible mantenerme despierto por larfos lapsos de tiempo. Ahí fue donde Kyungsoo comenzo a cantar, la mayoría de las canciones tenían letras tristes, otras simplemente no las entedía pues a veces cantaba en inglés, aunque yo estuviera despierto, me gustaba cerrar los ojos y solamente escuchar su voz, llenaba mis oídos y mi corazón con cada una de las palabras que salian de su boca con cada canción.
Finalmente el día llego y como lo prometio, Kyungsoo estuvo ahí, sosteniendo mi mano hasta mi último aliente de vida. Lloro tanta desde que se entero de que moriria que ese día, las lagrímas no salieron, tenia una dulce sonrisa en el rostro y me veía a los ojos mientras sostenia mi mano con fuerza. Creo que de tantas veces que hablamos sobre ese día, dimos por hecho que ya nos habiamos despedido, él me dijo todo lo que su corazón sentía y yo le dije todo lo que el mio quería decirle... aunque claro, me hubiese gustado haberle dicho muchas cosas más....
"Jongin, prometiste que haríamos muchas cosas juntos... me mentiste. Ayer, fue el día que tanto habia rezado por que no llegará pero... tú ya no estas hoy conmigo. Y tal y como te había dicho sobre el futuro, así me siento... ¿Por qué me dejaste?... Hoy ya no sé donde te encuentras, no sé si estas feliz... no sé si aun me recuerdas... espero que aun lo hagas porque... porque pronto te alcanzaré... esperame, estaré junto a ti muy pronto.
Te amo,
KyungSoo."