Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Realidad por AokiLu

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una pequeña idea que desarrollé, y al final ha acabado siendo lo contrario a todo lo que tenía pensado.

Notas del capitulo:

Una pequeña idea que desarrollé, y al final ha acabado siendo lo contrario a todo lo que tenía pensado. Espero que os guste (^_^)

¡A leer!

La mayoría de los niños tienden a tener un amigo imaginario, por la simple causa de poder compartir algo que con los demás les es imposible. Al llegar a una edad, ese amigo imaginario acaba desapareciendo, la razón suele ser la misma en la mayoría de las ocasiones, nuevos amigos, nuevos entretenimientos, algo que te hace olvidarlo, y así, desaparecen, ya que se alimentan de la imaginación del creador.

 

Eso es lo que me contaba mi padre todas las noches cada vez que le decía que iba a salir o iba a ir a jugar con Reno y esta no iba a ser distinta.

 

—Hijo, cuantas veces tengo que decírtelo, no existe un tal Reno, métetelo en la cabeza, venga, duerme o estudia para la universidad, que te llegan los exámenes finales.

 

Siempre igual, me contaron que de pequeño yo siempre hablaba de Reno, ellos se lo tomaban a risa ya que era un niño y muchos de mis amigos de aquel entonces actuaban al igual que yo, pero conforme iba creciendo, cada vez se preocupaban mas por mí, porque yo seguía con que iba a quedar con Reno. Ellos seguían sin creerme.

 

Reno es real, joder, mi único amigo.

 

Nunca se me ha dado bien socializar, era un niño de mama y me gustaba estar con ella, hasta que cuando yo tenía unos 10 años la diagnosticaron demencia frontotemporal, y dos años después murió dejándome solo con papa, la de veces que la he echado de menos…

 

Durante esos dos años, mama siempre me repetía que era un chico especial y que ignorase todo lo que me decía papa, al parecer ella también tenía una amiga la cual papa no se creía que tenía, y siempre decía que papa estaría loco o algo así, yo siempre reía con sus palabras y su sonrisa me tranquilizaba muchísimo…

 

Desde que el señor se la llevo, papa siempre ha intentado que salga mas de casa y haga amigos, aunque era difícil que el me controlase, ya que el era jefe de policía y pasaba las mínimas horas por casa, algo bueno para mí.

 

Esta noche tampoco pude dormir, llevaba unos cuantos meses sin poder echar ojo, papa me llevó al medico y me dijeron que seguramente padecía de insomnio, por lo que me dieron unas pastillas para así por lo menos poder descansar un poco. Los primeros meses me iban de perlas, pero estos últimos, como si no las tomase, además siempre se repetía la misma pesadilla, yo intentando cruzar por un puente, al final de el podía observar a mi madre llamándome, yo cruzaba el puente corriendo pero a la mitad se rompía, aunque noche a noche, avanzaba un poco mas del camino hacia ella.

 

Cuando desperté, papa no estaba, miré el calendario y hoy tenía turno durante todo el día, por lo que por que no aprovechar para invitar a Reno a casa.

 

Cogí el teléfono y marqué su número de teléfono.

 

—¿Dígame?

 

—¡Reno! Soy Shin.—se me dibujó una sonrisa en la cara.

 

—Shin, ¿Quieres que nos veamos? ¿Paso por tu casa?

 

—Si, mi padre no estará durante todo el día.

 

—Ahora voy.

 

Colgó el teléfono y apareció al de unos minutos, siempre vestía ropa muy parecía, tanto que parecía que siempre llevase la misma.

 

—Siempre vas igual, deberías de cambiar un poco tu estilo.

 

El me acarició la cabeza.

 

—Se que aunque digas eso en realidad te gusta que vaya así, si en verdad fuese que no, ya me la hubiese cambiado hace tiempo.

 

Tenía razón, me encantaba el en si.

 

No hicimos mucho, nuestras tardes se resumían en ver un poco la televisión y jugar un largo rato a videojuegos, los solía traer el, y no tenían sentido alguno, aun así disfrutábamos.

 

Siempre nos divertíamos así, quedando y haciendo cosas que nos gustasen a los dos, esto era tener un amigo, alguien con quien te sintieses cómodo, alguien con quien pudieses compartir todo tipo de cosas, alguien como el…

 

—Bueno Shin, Voy a irme, ¿Si?

 

—¿Es tan tarde?

 

—Me alegra que el tiempo se te pase rápido, eso es que no te has aburrido.—sonrió.

 

—Claro…mañana nos vemos.

 

—Mañana tienes que ir al médico con tu padre, ¿Ya te has olvidado?

 

Tenía razón, desde que me empecé a encontrar cada día peor mi padre decidió pedir cita en el médico para que me hiciesen un análisis completo, desde que mi madre se fue, mi padre se había vuelto un paranoico y la mínima cosa temía que fuera algo grave, ya que lo de mi madre debió de haber comenzado con unos simples picores.

 

—¿Te veré después?

 

—Claro, y me cuentas, no te preocupes por nada, ¿Vale? ¿Recuerdas lo que te dije hace tiempo?

 

—¿Qué no dejarías que volviese a estar solo de nuevo?

 

—Eso es.—me besó.

 

 

Esto era nuevo para mí. Mi mejor amigo me estaba besando, no sabía si apartarlo o salir corriendo, aun así, simplemente entreabrí un poco mas la boca para poder dejar paso a su lengua.

 

—Me voy, ¿Vale?—se apartó suavemente de mi mientras sonreía.

 

—Claro…

 

—Cuídate Shin.—salió por la puerta.

 

Recogí todo y fui a la cama, por primera vez debo admitir que tuve un sueño y no una pesadilla, uno en el que el mundo estaba hecho para mi, y Reno estaba a mí lado, como ha estado siempre hasta ahora.

 

A la mañana siguiente fui al hospital con mi padre, hice unas pruebas y exámenes básicos.

 

—Bueno…teniendo en cuenta las cosas nuevas que habrás ido notando, las que tenías antes y las que los exámenes y tests nos han dado…me parece que esto es algo de lo que hay que preocuparse…

 

—¿Es grave?—mi padre se alertó.

 

—¿Me da permiso para sacar el historial de su mujer?

 

La cara le cambo completamente a mi padre.

 

—Si. Sáquelo.

 

Fue a buscar los ficheros y saco el de mi madre, llegó hasta las ultimas páginas de el y sacó una hoja la cual detallaba todo sobre la enfermedad de mi madre. Al lado colocó la mía.

 

—Lean los síntomas.

 

Al leerlos encajaban en todos y cada uno de ellos: Impulsivo, alucinaciones, insomnio, terrores nocturnos, disociación y confusión.

 

—¿Qué me quiere contar con esto doctor?—le pregunto mi padre mientras se le hinchaba la vena del cuello.

 

—Me gustaría poder hacerle un examen mas fuerte a su hijo para poder determinar si efectivamente tiene demencia frontotemporal o no como su esposa.

 

—Lo que haga falta, por supuesto.

 

Bien—me miró—el procedimiento va a ser bastante fuerte, te meteremos en un escáner para poder tomar imágenes de tu cerebro, nada mas verlas podre decir que es lo que en verdad sucede.

 

Asentí con la cabeza, y después de que mi padre firmase unos cuantos papeles, me cambiaron vistiéndome con una bata gris y nos dirigimos al laboratorio donde otro medico nos atendió.

 

Me explicó el procedimiento, debería de tumbarme en la camilla y ella por si sola entraría dentro del escáner, una vez dentro escucharía un ruido muy fuerte, como si estuviesen golpeando cemento a milímetros de mis oídos, pero debía de soportarlo y mantener la cabeza quieta.

 

Cumplí el procedimiento y todo salió bien ya que no tuve que repetir nada, al cabo de unos minutos el doctor se junto con los dos.

 

—Lo siento mucho.

 

Lo que mas temíamos, lo confirmaron, padecía de demencia frontotemporal al igual que mi madre. ¿Qué era lo malo de esta enfermedad? Que no tenía cura. Varias áreas del cerebro empiezan a encogerse hasta quedarse inservible del todo, y mueres. Lo peor vino cuando nos dijo que lo habíamos detectado demasiado tarde como para tener un margen de tiempo en la cabeza, pero en las imágenes del cerebro casi todo estaba rojo, por lo que podía ser en cualquier momento.

 

El camino a casa fue de los mas incómodo, mi padre ni me habló.

 

Gracias papa, cuando mas necesito ayuda no me la das, que buen padre eres.

 

—Papa…

 

—Dime cielo.—el seguía conduciendo.

 

—¿Puedo invitar a Reno a dormir a casa? Me gustaría poder contárselo…

 

Frenó en seco, se giró hacia mí y me pegó una gran bofetada que resonó por todo el coche.

 

Me llevé la mano a la mejilla y lagrimas comenzaron a brotar pos mis ojos.

 

—Ah…

 

—¡¿Todavía no te das cuenta?! ¡Ese tal Reno no existe, joder! ¡Es solo tu puta imaginación! ¡Céntrate en otras cosas! ¡Nunca lo hemos visto, siempre has estado solo!

 

—¡Mama lo veía!

 

—¡Tu madre era otra loca como tu!

 

 

Salí del coche. Ojalá le cayese un puñetero meteorito encima y se desintegrase por completo.

 

Fui al cementerio, solamente quería ir a visitar a mi madre.

 

Cuando llegué me arrodille frente a la tumba, coloqué las manos juntas y cerré los ojos.

 

—Mama…tenías razón…no tenía que hacerle caso a papa…¿Sabes…? Me han diagnosticado la misma enfermedad que a ti…—sonreí— aun así estoy feliz…¿Podré verte? Es lo que me pregunto en realidad, aunque otra parte de mi este siendo egoísta y solamente quiera quedarse aquí para poder continuar mi vida con Reno…¿Le voy a echar de menos mama? ¿Una vez allí olvidas todo lo que ocurrió aquí? ¿Voy a olvidarlo? ¿Tu…te acuerdas de mi, mama…?

 

—Claro que se acuerda de ti.

 

Giré la cabeza y Reno se acercaba a donde nosotros.

 

—Reno…—me levanté y lo abracé.

 

—No me queda mucho tiempo tampoco Shin…

 

—¿Ah…? Qué quieres decir…

 

—Cuando a algo se le acaba la batería, a menos que la recambies no podrás volver a utilizarlo, y el cerebro no es algo que se pueda cambiar tan fácilmente.

 

—…

 

—Tu padre tenía razón, pero eras tan feliz…cómo iba a decirte que el único amigo que has tenido durante toda tu vida…era producto de tu imaginación…nos llevábamos bien, y me caes bien, pero la razón es porque tu has creado a la persona perfecta para ti…

 

—Por que me dices esto ahora…—solamente quería llorar.

 

—Porque te voy a echar mucho de menos aunque no lo parezca.

 

—…¿No voy a volver a verte…?—mis ojos se estaban enrojeciendo.

 

—Cómo vas a volver a verme si mi fuente de energía se esta destruyendo poco a poco dentro de ti…

 

—Reno…no quiero…—lo abracé—no quiero irme…por favor…tengo miedo…no quiero volver a estar solo…por favor…por favor…

 

—Shh…relájate…—me acarició la cabeza—es indoloro—me sonrió.

 

—Me da igual…—lo miré—¿Por qué la vida se tiene que acabar cuando me doy cuenta de que vale la pena continuarla?

 

—Porque el destino siempre tiende a jugárnosla.—me besó.

 

Lo correspondí, no quería terminar ese beso…lo amaba…quería estar con el, durante tanto tiempo tenía la razón de mi existencia enfrente, me da igual que fuese o no real para el resto de la gente, para mi lo era, mis sentimientos eran reales joder, porque nadie me creía…

 

—Oye…—me miró.

 

—Dime…

 

—No me olvides, ¿Si?—volvió a sonreír.

 

Las lagrimas cada vez inundaban mas mi rostro.

 

—Te quiero…te quiero…—podría pasarme diciéndoselo por vida…

 

—Y yo a ti…mucho…

 

Lo besé y para cuando me di cuenta Reno ya no estaba.

 

Eso solamente significaba el final.

 

Quien pensaría que aquel día, cuando hallaron mi cuerpo encima de la tumba de mi madre, se celebro el funeral y colocaron la mía justo al lado de la suya, en el epígrafe estaría escrito: “Shin & Reno, nacidos y enterrados juntos, gracias por hacer a mi hijo feliz, cuídalo como has estado haciendo hasta ahora, continua haciéndole sonreír...por favor.”

 

Notas finales:

¿Qué tal? Espero que os haya gustado (^_^) Que conste que me ha costado profundamente tratar así a Shin...

Dejar algún review para que pueda saber vuestra opinión.


¡Nos vemos en otro fic!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).