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Butterfly por Jezzi Mc

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Notas del fanfic:

Otro de mis fic raros, todo comenzó un 27 de Julio (¿?), esta historia también será subida en Facebook.

Espero que les guste y le encuentren coherencia, también espero que ntiendan mi forma de narrar, en todo caso si es muy rara ._. díganmelo.

Notas del capitulo:

Sin nada que decir, a leer, buen provecho (?)

            “Solo  espero poder extender mis alas libremente, algún día espero convertirme en mariposa y ser libre, poseer aquella sensación.”

 

                            Sus pequeños brazos  en ese momento no alcanzaban la antigua caja con bombones sobre aquella  gigante repisa -para ese entonces-  que adornaba el living en casa de su abuelo, Ki Bum resoplo frustrado, no quería solicitar ayuda de su hermano mayor, se negaba a rebajar su orgullo, ¡Jonghyun debía disculparse primero!.

 

   Pero en ese momento le apetecían esas sabrosas bolas de chocolate rellenos de diversos contenidos, sentirlas derretirse dentro de su boca, aquellos era  los favoritos de Ki Bum, sobre todo los de frutilla, amaba de sobre manera los dulces… todo lo contrario a su Hyung, eran tan distintos y a veces el menor dudaba de su familiarización.

– Jjonggie – Ki Bum maldecía mentalmente, odiaba aquello, siempre debía doblegar su orgullo frente al mayor, Jonghyun era un bruto.  – Jjonggie ¿Podrías escucharme?

Jonghyun sobre la cama del abuelo, de forma perezosa giro hacia Ki Bum observándolo cautelosamente,  aun conservando un deje de enojo sobre su serena expresión.

– Adelante Ki Bum.

Ki Bum.

Ki Bum.

El pequeño parpadeo rápidamente, ¿Dónde quedo el cariñoso “Bummie” en los labios de su hermano? ¡Su Hyung verdaderamente estaba enojado!

– ¿Sigues enojado conmigo Jjong? – Al no obtener respuesta de su mayor, Ki Bum se encamino a su lado. – ¿Podrías perdonarme Hyung?

– ¿Por qué tendría que hacerlo Kim Ki Bum? ¿No conoces el espacio personal?

El chico de labios rositas trago saliva pesadamente, había oído mil veces repetir a su madre sobre el contacto en sus partes íntimas, que nadie debía tocar aquellas zonas, y es por eso que Jonghyun estaba molesto, pero todo había sido un accidente, Ki Bum nunca quiso tocar esas “Zonas Prohibidas” de su hermano, ¡Y es que se estaba cayendo!  ¿Acaso tan malo era aquello?, ¡Venga ya!, Jonghyun era todo un chillón.

– ¡Fue un accidente! – Ki Bum colocando su mejor rostro de arrepentimiento se abalanzó sobre el cuerpo del mayor.

– ¡Suéltame Ki Bum!

– ¡No hyung!  ¿Realmente dejaras de amarme, Jjonggie? 

– ¡Ki Bum! – El moreno sonriente abrazo a su hermano por la cintura, apretándolo hacia su cuerpo – sabes que jamás dejare de quererte. ¿Algún día se acabará el amor que me tienes, Bummie?

– Ya babo, deja tus loqueras Hyung ¿Ya me has perdonado?

– Sipidipi, Bummie. ¿Sabes?  Aquello se sintió extraño.

El pequeño odió ser tan blanco en esos momentos, sus mejillas ardían, aquellos instantes Ki Bum deseó ser un avestruz y así esconder su acalorada cabeza bajo el suelo.

– Ya Hyung, ¿Vamos  por chocolates?

  

                            Para Ki Bum esos eran recuerdos de su ahora distante infancia, porque hace ya cinco años su vida se había convertido en un infierno, las suaves y serenas melodías de los labios de su madre cada noche antes de dormir se habían desaparecido e implacables gritos de suplicas los habían remplazado.

Pero a pesar de todo, Ki Bum rogaba que la noche llegara rápido cada día.  Los fuertes brazos de su hermano de ya dieciséis años envolviendo su cuerpo le entregaba una sensación indescriptible, que Ki Bum a sus doce cortos años aun no descubría.

      Pero lo confundían, aquellas caricias confundían a Ki Bum de sobremanera.

 

 

              Los sollozos del de mirada felina los tragaban aquellas pequeñas paredes de la casa del árbol de su mejor amigo, MinHo. Ambos pequeños se habían conocido hace 4 años cuando por accidente  Jjong, de manera torpe intentando por fin aprender a manejar una bicicleta había arroyado a la mascota de MinHo, y desde ese día el moreno y mayor de todos,  juró nunca más ocupar aquel objeto.

 – Han vuelto a gritar, MinHo – Ki Bum respiraba dificultosamente intentando modular sus palabras – Y estuve solo, Jjong aún no regresa del colegio y papá ha vuelto a tirar de mis cabellos llamándome “marica”. 

– ¿Te ha jalado de verdad? ¡Ki Bum! ¿Es que acaso no te defiendes?

– ¿Qué quieres que haga?, genio. ¡Es mi padre!

– Eso no justifica las cosas Ki Bum,   ¿Quieres acompañarme por un helado?

– Anda rana, ya hablaste.

    Y MinHo sabia como mejorar de forma notable los deprimentes días en la vida de Ki Bum.

     La cocina de la casa era un desastre las ollas junto a los cubiertos estaban esparcidos escandalosamente, unos cuantos platos rotos yacían tirados bajo la desordenada mesa y Jonghyun desesperadamente intentaba  dar con el paradero de su hermano menor, Ki Bum no estaba por ningún lado.

– ¿Ki Bum?, ¿Mamá? – el cuarto estaba vacío, extrañamente ordenado en comparación hacia la cocina.

– ¿¡Mamá!? – al escuchar suaves sollozos provenientes del cuarto de sus padres, el moreno corrió en su dirección. – ¿Qué ha pasado mamá?  ¡Mira como ha dejado todo!

– Es mi culpa Jonghyun, no he podido detenerlo.

– ¡Deja una maldita vez de defenderlo por dios!, ¿Es que acaso no puedes abrir los ojos, mamá?  ¡Esta convertido en todo un desgraciado!

– No hables de esa manera, es tu padre después de todo.

– ¡Eso no hace diferencias! , ¿Dónde está Ki Bum? – la voz del mayor de los hermanos Kim asustó a la madre en sobremanera, el,  jamás se había enojado por esas situaciones. –  ¿Se lo ha llevado el “Gilipollas”?

– ¡Basta Jonghyun! No volví a verlo, él ha salido espantado.

Y solo eso bastó para encender la preocupación en el cuerpo de Jonghyun, bajo apresuradamente las escaleras y en cosas de segundos sus pies se encontraban corriendo rápidamente sobre el asfalto en dirección cualquiera, intentando así encontrar el pequeño cuerpo de su hermano, pero le era inútil, Ki Bum no aparecería en base a su desesperación.

– Coge el Celular Ki Bum, cógelo – sus ruegos eran silenciados por un molesto nudo posado sobre su garganta, justo arriba de su nuez.

  

                 Los colores lucían apagados, aquel ligero aire que tiraban los coches al pasar por la carretera chocaba de lleno sobre su cara, y sus mejillas casi no las sentía al igual como la punta de su nariz.

– ¿Por qué no contestas Ki Bum?

– MinHo, es mi hermano, no quiero oír sus gritos también.

– KiBummie, puede estar preocupado.

– No me controles rana, que estamos a punto de llegar, me gustaría alejarme de todo, realmente me gustaría.

 

Y el resto del camino fue de forma silenciosa, ambos estaban cómodos con ello, sabían que las palabras sobraban.  A veces Ki Bum, sentía un toque de envidia hacia MinHo porque su vida era perfecta, sus padres lo amaban y daban todo lo que el alto pequeño necesitaba, pero en ocasiones, el corazón de Ki Bum rebosaba porque nadie en el mundo, ni si quiera MinHo y su vida perfecta tendrían, nadie jamás a excepción de él, tendrían un Hyung como Jjong.

 

 – ¿Crees que algún día volvamos a ser felices? – Ki Bum inflo sus mejillas después de los segundos que su amigo guardó silencio.

– No es cosa de volver a serlo junto a tu familia Ki Bum, puedes serlo tú solo.

– Pero, ¿Y qué hay de Jonghyun?

– Si eres feliz con él, pues, así es mejor.

            Y en la mente de Ki Bum, una serie de imágenes comenzó a pasarse como una película, Jonghyun siempre había estado a su lado, acompañándolo, aceptándolo, protegiéndolo, y sobre todo amándolo, porque Jonghyun con apenas cuatro años más que los propios le había entregado mucho más amor que sus padres. ¡Jonghyun era la única persona que le quería en este mundo!, bueno y quizás MinHo.

 

En su vida, jamás el cuerpo le había pesado tanto, y no es que estuviera pasado de kilos, de hecho, su físico ya empezaba a marcarse con pequeños abdominales, cosa por la cual estaba orgulloso, al fin sus ejercicios daban frutos, pero últimamente su plan por conquistar a la perfecta “Shin Sekyung” –la cual era la razón por comenzar a trabajar su cuerpo– empezaba a flaquear, sus ganas de estar a su lado habían desaparecido casi mágicamente, y un tremendo lio en su mente lo había reemplazado.

– Hyung – Unos ligueros toques sobre su puerta hicieron al mayor sobresaltarse, en toda la tarde no había encontrado rastros de su hermano menor, y como un loco desesperado, Jonghyun recorrió todos los lugares cercanos intentando encontrar a ese pequeño, pero sus resultados habían sido nulos – ¿Hyung, estas ahí?

Sin importarle lo cansado que pensaba estar, Jonghyun saltó como un animal en dirección a la puerta, y allí estaba Ki Bum, con esa mirada profunda confundida llena de preguntas sin respuestas.  Tan pequeño y flaquito, tan débil y carente de amor.

– Bebé – Y eso era lo que más le gustaba a Ki Bum de su hermano, el moreno era tan de piel y cariñoso que poco le importaba a Ki Bum estar siendo prácticamente asfixiado  en los brazos del mayor, pero de igual forma le molestaba, Ki Bum sentía volver a ser pequeño, porque con sus apenas inexperimentados doce años, Ki Bum se creía todo un adulto.

 – Ya Jonghyun, muero – Con sus pequeñas manos Ki Bum intento separarse de su Hyung – ¡Kim Jonghyun! 

– ¡Kim Ki Bum! – Ahora, para más enojo del menor, Jonghyun comenzó a morder toda la extensión delgada de su hombro, pero Ki Bum lejos de sentir molestia aquello que Jonghyun hacia sobre su cuerpo  le gustaba.

– Jjonggie, suéltame  –Agarrando de sus cabellos Ki Bum alejo a Jonghyun de su lado, sintiéndose vacío, porque por muy extraño que pareciera a él no le agradaba estar lejos de su hermano. 

– ¿Dónde estabas, Bummie? – El serio rostro de su mayor preocupo a Ki Bum, y con todas sus fuerzas esperaba que el moreno no estuviese enojado.

– Jonghyun Hyung, no es momento para esto, mamá ha llamado, dice que la cena esta lista.

Su madre tarareaba una canción romántica mientras servía la cena, se veía delicioso aquel platillo. Y Jonghyun se sintió extraño, ella lucia muy feliz como si la escena que probablemente su borracho padre había montado en su ausencia jamás hubiese ocurrido, y le molestaba, le molestaba demasiado como la mujer que les había concebido la vida ignoraba los sentimientos que aquellas peleas generaban en el interior de Ki Bum, porque aunque el pequeño jamás hablase de aquello, Jonghyun sabía que le afectaba  de una forma u otra.

– ¿Ha venido Papá? – en ese momento Jonghyun odio la inocencia y emoción en las palabras de Ki Bum, pero aunque tratara de engañarse a sí mismo, sabía que Ki Bum aunque pareciera muy maduro en el fondo de su ser seguía siendo un niño, un pequeño que no sabía lo malvado que solía ser el padre de ambos.

– Vayan, vayan a lavar sus maños chicos – El nerviosismo en la voz de su madre le dejo todo en claro, y Jonghyun esperaba que el desgraciado al cual tenían que llamar “padre” no volviera a aparecer en el resto de la noche.

Porque él sabía que su madre no tenía culpa de nada, ella solo estaba aún enamorada de su “padre”. La cena iba relajada, las pequeñas risitas de Ki Bum sin duda alegraban el lugar y Jjong se preguntó ¿Qué sería de su vida sin aquel pequeño mocoso?

 

En el cuarto de baño Jonghyun sintió la puerta principal abrirse, poniendo todos sus sentidos alertas, cerro la llave haciendo así más silencio, sin duda su padre nuevamente había regresado. Y lo odiaba, odiaba que llamara a Ki Bum de esa forma tan cruel, si, Kim Jonghyun odiaba muchas cosas en su vida.

– ¿Dónde está el “marica”?

– ¡No le digas de esa forma! –  Su madre también se había cabreado al escuchar al progenitor de su pequeño hijo llamarlo de esa manera.

– ¿Dónde mierda está metido?

– ¿Appa? – Jonghyun observando a través de la puerta vio a Ki Bum salir debajo de una caja.

– ¡Ven Ki Bum que papá te tiene un juguete! – el silencio se hacía eterno y los sollozos de su madre se hicieron presentes.

– ¡Déjalo  JiEun! ¡Deja a Ki Bum! – desde su perspectiva Jonghyun no podía observar bien los movimientos, pero lo que le hizo hervir la sangre fue el escuchar como la palma de la mano de su padre chocaba contra el delicado rostro de su madre, y lo desesperados gritos de la anterior rogando que dejara en paz a Ki Bum, seguido de los sollozos de este, lo hizo armarse de valor y salir a enfrentarlo, porque Jonghyun sin querer admitirlo, tenía miedo de su padre.

– ¡Suéltalos ya JiEun!

– ¡Tú no te metas Jonghyun! – Su padre tomando por lo hombros a Ki Bum comenzó a zamarrearlo.

– ¡Suéltalo! ¡Suéltalo maldito hijo de!…

– ¿Insultaras a tu abuela ahora, Jonghyun?

– ¡suéltalo maldita sea! ¡Estas enfermo, JiEun! ¡Enfermo!

JiEun rodo sus ojos sarcásticamente, ahora tomando a Ki Bum por los cabellos – ¡Entiende Ki Bum! ¡Esto te pasa por marica! – Y la pequeña cabeza del menor era enterrada cruelmente en los cojines de los sillones de su hogar.

Jonghyun sin ser capaz de seguir viendo aquello, desesperado al sentir sus lágrimas como pudo tomo uno de los jarrones con los cuales su madre decoraba con tanto afán su sala de estar, y  partiéndolo sobre la cabeza de su “padre”  comenzó a golpear a este sobre su pecho.

– ¡Ándate Ki Bum! ¡A la habitación!

– ¡No marica, te quedas aquí! – un puño llegó hasta su nariz haciendo sangrar al hombre de ya avanzada edad. 

– ¡Tu no hables JiEun! vete, te odio, te odiamos ¿Es que no lo entiendes? ¡Te queremos fuera de nuestra vida!

– ¡NO ME HABLES DE ESA FORMA! Soy tu padre

– ¡Y una mierda! ¿Crees que me importa? ¡Vete al demonio!

– ¡No podrán estar más de una semana sin mí!

– ¡Ándate si no quieres que te muela en pedacitos! ¡Fuera JiEun!

Y Jonghyun pensó que deshacerse de su padre le sería más difícil, pero el hombre mayor estaba borracho y después de todo no sabía lo que hacía, su padre era un mal nacido.

Su rostro adopto una expresión de sorpresa al ver sobre su cama en la habitación a Ki Bum sin rastros de movimientos, el pequeño estaba petrificado y lo único audible eran unos pequeños hipidos que delataban el anterior llanto, Jonghyun sintió su corazón encogerse y rogaba a dios porque Ki Bum  ahora no tuviera traumas.

– ¿Jjonggie?  ¿No me has abandonado? – aquella pregunta por parte del menor lo dejo sin palabras ¿A qué se venía toda esa pregunta?

– Jamás lo haría Ki Bum, recuérdalo, Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona ni te olvida.

– Eres un buen perrito Jjonstitch.

– ¡Calla Keylilo! ¿Vamos a dormir? ¿No quieres?

– Solo espero que me abraces Jjonggie. Por favor Hyung, tú nunca me dejes.

– ¿Qué es lo que te preocupa Bummie?

Pero la pregunta de Jonghyun fue callada, Ki Bum todo el día se había planteado aquello, hace un tiempo el sentía una especie de curiosidad y ahora, las ganas de responder esas raras preguntas de su mente tuvieron oportunidad de ser aclaradas y sin dudarlo por un segundo al sentir la proximidad de sus cuerpo, sentir el calor de Jonghyun envolviéndole, había incitado al menor de llevar a cabo su gran hazaña.

¡Ki Bum lo estaba besando! Y una revolución en su interior había iniciado, las mariposa habían comenzado a explotar dentro de el al igual que unas palomitas de maíz. Sus pequeños suaves labios se presionaban con temor sobe su boca y fue hasta allí que continuaron con aquello, porque el menor mordió sus labios dándole paso a experimentar algo más profundo que una simple presión sobre sus carnes ¡Ki Bum estaba mordiendo su lengua! Y en ese entonces Jonghyun se dejó hacer, disfrutando de los pequeños ardientes besos que Ki Bum dejaba sobre sus labios.

Notas finales:

¿Y Bien les gusto la historia? ¿Quieren que la continue subiendo aquí?


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