3 meses han pasado exactamente, desde que deje de prender la televisión en los canales de noticias donde hablaban del asesinato de un joven de 19 años descuartizado brutalmente por traficantes de órganos en el poblado de Incheon, no se tenían antecedentes respecto de los culpables, y ni siquiera se conocía el lugar donde se llevó a cabo el homicidio, los forenses no sabían que órganos fueron extraídos del cuerpo del muchacho, porque este aún no estaba completo y tampoco ayudaba a resolver el misterio, el líquido esparcido en partes claves del cadáver que lo desfiguraron por completo, dejando así una vaga evidencia.
La humilde familia del joven rogaba que los culpables se entregaran e hicieran menos dolorosa la carga que tenían sobre sus hombros, y por supuesto grabarse la última imagen de los fríos e inertes trozos de carne de su amado y único hijo, no aminoraba el dolor permanente de la pérdida de un ser amado, ciertamente yo conocía mejor que nadie ese tipo de dolor.
Los funerales se llevaron a cabo en china, específicamente en Beijing, su ciudad natal, aunque más que un funeral propiamente tal fue una despedida simbólica a un ataúd vacío. Mi participación fue incipiente pero no por eso pase desapercibido, después de todo fui la última persona con la que él paso sus últimas horas, de hecho las más importantes para resolver el homicidio. Sus padres me llenaban de preguntas e insultos, primero por convertir a su primogénito en un maricón, segundo porque desconfiaban de mí y tercero porque Kyungsoo les llenaba la cabeza de mierdas que los hacían dudar aún más de mi participación en los acontecimiento. Yo no podía culparlos, no es como si fuera inocente del todo, pero mi austero ego me pedía estrangular a Kyungsoo por levantar sospechas innecesarias acerca de mí. Sin embargo y gracias a los contactos de mis padres, nadie más desconfiaba de la veracidad de mi historia, tan planificada que hasta yo mismo la creía, pero a la vez tan desoladora que me hacía regurgitar sin razón aparente.
Con el tiempo las personas que habitaban el mundo personal de mi victima dejaron de acusarme, hasta me olvidaron, con el mismo tiempo el vacío inexistente se hacía más grande en mi interior, la pequeña espina de la culpa se clavaba más profundo gracias a las noches solitarias, el recorrido habitual de regreso a casa se volvió aún más lacerante, casi estresante, por su puesto los afiches con su rostro feliz e iluminado no ayudan en absoluto a alivianar la carga que yo mismo me había puesto en los hombros.
De un día para otro me vi envuelto por las sombras de mis fantasmas, la fortaleza que construí poco a poco se derrumbó, la soledad y las penurias se volvieron mis amigas infaltables. Su nombre se paseaba por mi cabeza perturbada, constante e intermitentemente , sus gritos, sus desgarradores gritos de dolor, aquellos que me hicieron pensar en parar todo lo que tenía planeado, aquellos que por un momento me hicieron ver la horrible persona que siempre fui golpeándome con el insondable pensamiento del “me convertí en lo que siempre odie”. El espanto de ese día, cada escena se reproduce a diario como una película vieja y de mala calidad, de aquellas que te dejan reflexionando sobre lo que has hecho y que deberías hacer desde ahora pero remediarte por tus malos actos. Los cortes propinados a su lechosa, pura y blanca piel, tan reales en mi propio ser se sienten cada vez que trato de tomar un cuchillo para cortar algún vegetal u otro similar. El carmesí de los fluidos que se derraban sin piedad como grandes cascadas, feroces, efusivas. Ese olor indescriptible de la sangre calando hondo en mis fosas nasales, haciendo agudizar hasta el menos sensible de mis sentidos. Era todo y nada cuando se trababa de Luhan, ese chico flaquito y despistado, inocente pero mentiroso, amable pero descortés, ese chico perfecto en anatomía para salvar la vida de la persona que siempre ame, el problema ahora es que en realidad asesine a la única persona que podía romper esa unilateralidad de amor que sufría. El problema es que asesine a la única persona que hizo latir ese musculo viscoso lleno de cavidades, el cual desconocía que se encontraba en mi interior.
- Sehunnie, Estas ocupado ¿Verdad?
- No, dime
- Te molestaría que… saliéramos a comer hoy, hay algo de lo que quiero hablar contigo
- Claro, pero… ¿es necesario una comida para que hables conmigo?
- Es que… es.. es..
- Está bien Luhan no te preocupes dime a donde y ahí estaré
- Gracias, te envío la dirección por mensajes, nos vemos
Lo cierto es que… nunca me considera la clase de chico que se arrepiente fácilmente de las cosas que hace para obtener lo que desea, mucho menos soy de los que siente lastima de las condiciones del mundo actual en general, mi bienestar propio satisface las necesidades de mi mundo personal, sin embargo, ¿Por qué me siento tan vacío ahora mismo?, ¿Por qué extraño tanto sus niñerías, sus mentiras?, ¿Por qué la alegría que debería sentir se vuelve nada cada vez que los recuerdos vuelven a mí?, ciertamente debería sentirme afortunado ahora mismo, porque logre mi objetivo, engañe al chico tonto que nadie extrañaría excepto sus padres y un par de incipientes amigos, pero simplemente no puedo seguir engañándome a mismo, no puedo seguir forzando las puertas de mi destino porque lo construí a base de mentiras, lo construí robándole el alma a alguien más, quizás hasta robándomela a mí mismo.
- Y bien… llevamos horas aquí y no me has dicho nada importante, así que… soy todo oídos
- Sehun yo… no quiero que te burles de mi cuando te diga esto
- Somos amigos ya desde hace un tiempo considerable, durante todo ese tiempo pensé que eras más seguro de ti mismo
- Por supuesto que soy seguro de mí mismo, no digas tonterías, es solo que no se si lo que te diga te disgustará, pienso que quizás no quieras verme mas
- ¡Vaya! Entonces si es importante… solo suéltalo, prometo no molestarme contigo, sea lo que sea
- Me gustas Sehun
Desde pequeño, a la única persona a la que le agrade fue a la joven niñera que se convirtió en mi primer amor, claramente ella no pondría sus fichas en un mocoso de 13 siendo una mujer de 19 años, pero eso no le impidió robar la virginidad que inocentemente quería guardar para el día en que me casara con la persona indicada. Después de aquella noche nunca más confié en nadie, permanecí encadenado en mi burbuja, alejando a todo ser viviente que tratara de corromper en mí pacifica vida, hasta que conocí a Zi Tao, un moreno despampanante, que me dejo sin habla desde el primer momento en que choco conmigo. Envuelto en la situación más bizarra de toda mi vida, me acerque a él de forma amorosa, y habiendo iniciado mi vida sexual temprana y abruptamente, podríamos de decir que casi sexualmente también. Todos mis intentos fueron fallidos, sin embargo nunca me rendí, fue entonces cuando un puñal invisible dio una dolorosa estocada en uno de mis pulmones dejándome sin aire, llenando de negro mis pupilas, apagando mi visión. El muchacho del que me encontraba enamorado padecía una extraña enfermedad al corazón, una enfermedad que no podía asegurar su permanencia en este mundo a no ser que se encontrará un donante que salvara su vida.
Envuelto en una pena infinita, elabore el más macabro y absurdo plan que se me pudo haber ocurrido, engañar a un tonto que cubriera todos los requisitos para ser el donante de Zi Tao, un tonto con las condiciones perfectas para ser descuartizado, un tonto que salvará a la persona que en realidad nunca me amaría.
- ¿Por qué te sigues riendo de mí? no he dicho nada gracioso, estoy siendo contigo lo más honesto que puedo, sabía que no tenía que decir nada, soy un verdadero idio..
- Lo siento, lo siento, es que me has pillado por sorpresa, ¿Qué yo que?
- Nada Sehun tu solo olvídalo, no he dicho nada
- Luhan por favor somos personas adultas
- A si… ¿entonces porque te estas riendo de mí como un tonto?
- Ya te lo dije me has pillado desprevenido, además, me acabas de decir que te gusto que más podría hacer yo
- Rechazarme es una buena opción ¿no crees?
- ¿Por qué haría algo como eso?
- Porque te estas burlando de mí, en mi cara ¿no es razón suficiente?
- Ya te dije porque, además no todos los días se te declara un chico atractivo, que más quieres que haga
- ¿Has dicho…?
- Si Luhan Atractivo
Desafortunadamente, la situación supero mis expectativas y cuando menos lo pensé, y ya habiéndole prometido a Zi Tao una solución a su problema, me vi a mi mismo colado por la persona que se suponía no debía sentir nada.
Colado así como estaba, me negaba determinadamente que esto pudiera estar pasando, Luhan para mí solo debía ser la solución de un problema que prometía fortuna y buena vida, para mí y Zi Tao, lo cierto era que esa felicidad implícita nunca llegaría, porque negando lo que realmente sentía solo alejaba la satisfacción de mí y en su lugar abría un torbellino de amargura nada permisivo que clavaba más y más profundo la daga que atravesó lentamente mis entrañas.
- Eso quiere decir que…
- ¿No es obvio?
- No para mí, debes ser más explicito
- Entonces… ¿quieres que sea más explícito aquí mismo? ¿no te da vergüenza?
- ¿de que estas hablando?
- ¿quieres que te bese? ¿Aquí? ¿ahora?
- ¡Por Dios! Estamos en un lugar público, además no quiero que hagas algo solo por hacerlo, podrías arrepentir luego
- Me gusta Luhan, no me arrepentiría jamás
- Vaya eso si fue explicito
- ¿y te gusto?
- Me encantó
- Entonces puedo hacerlo más seguido… solo si… ¿Aceptas ser mi novio?
Quien diría que fieles palabras de amor se volverían en vagas blasfemias en mi boca, mentir siempre fue lo mío, pero mentir a Luhan, con el tiempo dejo de ser fácil más bien se volvió dañino, quería ser sincero, pero no podía y sigo sin poder serlo incluso si ya no está conmigo, sigo traspasando la barrera de la honestidad solo para no verme a mí mismo con la bestia que soy, solo para no odiarme lo suficiente.
La noche en que aceptaste ser mi novio, sellamos el trato con un cálido beso, fue la primera vez que sentí fuegos artificiales a mí alrededor, o como dicen la chiquillas enamoradas, fue la primera vez que sentí mariposas revolotear en mi estómago, esa noche llenaste por completo el vaso que por años estuvo casi vacío, tu tacto tibio, tímido pero fuerte y eficaz, me robaron sonrisas sinceras que no voy a olvidar, y aunque sé que he tardo en reconocerlo, te asesine por las razones más egoístas del mundo, por las superficialidades tal vez, y el precio que estoy pagando por ello es alto, porque cuando menos lo esperaba te había encontrado, tú la pieza del rompecabezas que faltaba, tú las burbujas de mi batido, tú el brillo constante en mis mañanas, todo tu pero a la ves nada.
Una vez una persona sabia me dijo que no quería ayudar para ser reconocido, sino porque sentía que le debía una mano al destino, esa misma persona me dijo que los pequeños gestos son los que nos hacen grandes, esa persona no sabía lo que le esperaba en el futuro, y aun cuando sufrió y tuvo una muerte dolorosa, nunca dejó de sonreírme, nunca dejo de mirarme con amor incluso estando frio ya.
Siento que no me alcanzarán los minutos del día para pedir perdón, es tanto que no me canso de pedirlo cada noche antes de tratar de dormir, amordazado por los recuerdos, pero no porque lo siga haciendo quiere decir que me perdones ¿Verdad?
Luhannie te enamore sabiendo que no te amaba, y te deje ir sabiendo que lo lamentaría incluso aunque corriera tras tuyo, ¿Sabías que… soy un tonto?
…
“Sehun, sabias que el corazón es el órgano central de la circulación de la sangre, que en los animales inferiores es la simple dilatación de un vaso y en los superiores es musculoso, contráctil, y tiene dos, tres o cuatro cavidades.”
Fue lo último que en realidad pude escuchar…