Realmente no hay necesidad de mayores esfuerzos a la hora de provocarme. Ser susceptible a veces tiene sus ventajas(¿o desventajas?), sin importar tu propio estado solo basta algo tan sencillo como un toque sensual para que te contagies de ese ánimo.
Actualmente hago mucho uso de esta extraña empatía. En verdad MUCHO.
Me sobresalta el sonido de la puerta, casi a punto de voltear la taza de café entre mis dedos. Intenté no mirar demasiado, simular que no veía, pero cada paso vibraba suavemente en mi nuca, lo suficiente para ponerme alerta.
Probé volver a concentrarme en los bocetos frente a mi, me recordé que no se harían solos.
-Haru.
Con un suave respingo vuelvo mi vista hacia él, nerviosamente mirándolo al hombro.
-¿Q-que?
-¿Que haces?-su presencia se deslizó lentamente a mi lado y miró los torpes rayones sobre el papel-.
-Tareas para el instituto...-respondí casi calmado, volviendo la vista al papel-.
-Mhm...-masculló pensativo-.
Mis ideas permanecieron congeladas un momento, luego pude volver a bocetar levemente. Me dije que no intentaría nada raro ya que estoy ocupado y con esa idea pude continuar.
Sentí como sus dedos me rozaban los hombros mientras el se ubicaba detrás de mi, se siente un poco extraño que se acerque de esta forma.
Sus manos juguetean en mi camisa, soy excesivamente consciente de la forma en que las baja hasta rozarme el pecho.
-N-nh...-intenté centrarme y no parecer demasiado desesperado por sus toques lentos. Me esta incitando-.
Mis manos empiezan a sudar y a entumecerse, por lo que las líneas se tornan un poco mas torpes de lo normal, percatándome de su aliento cerca de mí por fin me decido a reclamar.
-C-Cain e-espera... ¿Q-que haces..?-mi espalda se arquea y sus dedos trazan suaves espirales en mi pecho y clavícula-.
-Nada. Tú sigue.-sus labios me acarician la oreja-.
Comprendo lo que hace. Es un juego. Un juego para comprobar cuánto tiempo tardaré en sucumbir. O aún peor, intenta hacerme perder la cordura.
Suspirando ligero, intento mantener los trazos firmes en el papel. Mis ideas se tornan algo difusas cada tanto, y no puedo evitar el constante pensamiento de mandar todo al demonio y gemir como si estuviera en celo. Pero eso no pasará... al menos no hasta que haya completado mi objetivo.
-Ah...-jadeé de repente-.
Sus dedos alcanzaron mis pezones, sin torturarlos demasiado y con simples roces fue endureciéndolos. Por un momento mi mano se había detenido pero tan pronto como superé la sorpresa inicial volví a escribir. No sin dificultades pero al menos legible.
Sus manos bajaban y subían rondando mi estómago, el cual se contrae abruptamente en espasmos.
Temí en ese momento que pudiera escuchar el sonido que hacía mi corazón, por que a mi realmente me estaba aturdiendo en conjunto con mis propios jadeos.
Incapaz de satisfacerse con esto, mi camiseta fue retirada por completo, yo no lo impedí ya que estaba algo acalorado. Todo fue peor desde ahí.
Mientras tomaba un segundo recorrido por mi cuerpo ya encendido, yo intentaba vagamente bocetar una tipografía la cual quedó totalmente amorfa y retorcida ante la humedad de su saliva en la superficie de mis orejas.
No estuve seguro de que tanto pude completar de mi trabajo hasta mucho después, ya que a partir del momento en que él puso su mano en mi entrepierna, me vi incapacitado para pensar.
-¡Cain...!-pronuncié su nombre torpe y atropelladamente cuando mi espalda se arqueó-.
-¿Que? ¿Ya terminaste con tu trabajo?-su mano me dió un suave apretón que hizo que mi cabeza subiera y bajara entre el cielo y el infierno-.
-C-como si pudiera... ¡Ngh!-mis caderas se tensaron-.
Sentí la vibración de su risa en mi cabello. Se esta divirtiendo, este malvado sádico.
-Te veías algo tenso, pensé en hacer que te sintieras mejor.-dijo inocentemente, masajeándome entre sus dedos-.
-S-si...claro- ¡Ah! E-espera, tu mano... ah... ¡Esta fría!-me retorcí incómodo ante el tacto seco y fresco de su mano en mi erección-.
-Se calentará pronto.-ronroneó en mi cuello, besándolo romántico y sensual-.
Entre jadeos dije su nombre, temblando por el agradable masaje.
-Haru... espero no te moleste tener que empezar de nuevo esa página.-dijo risueño-.
-¿Eh?-enfoqué mi vista en los papeles que había estado bocetando desde el día anterior, notando la forma en que estaba firmemente aferrado al lápiz con el cual acababa de hacer un enorme garabato "de placer", tachando casi todas las ideas que alguna vez pudieron habitar la blanca hoja.
En realidad no me importa, todo procedimiento queda registrado en mi memoria si lo he hecho al menos una vez, no representaría problemas.
No pude permitirme divagar ni un poco más cuando la presión aumentó en mi parte baja.
-¡Ahh!-me encorvé un poco y puse una mano sobre las suyas sobre la tela del jean.- N-no hagas eso, ¡Duele!
Gemí cuando la presión se tornó mas suave y él movió su mano para acariciarme.
-Ah.. ah...-mi mano seguía firme en el lapiz, el cual ya estaba haciendo mas torpes líneas en la mesa.-
Fui arqueándome, intentaba contener cada sonido de forma estúpida e inútil. Al menos hasta que sentí como sus dedos forzaban la entrada a mis labios y hacían presión en mi lengua.
-¡Nnn!-No podía ni siquiera protestar, pero los roces resultaron agradables, en forma extraña-.
Entonces cada sonido fue parcialmente oprimido por sus dedos.
No pude evitar el impulso de succionarlo al estar en mi boca, totalmente excitado.
-¿Te gusta esto?-susurró divertido moviendo los dedos, dando suaves toques en mis dientes y paladar. Hace cosquillas-. Estas chupando muy fuerte...
De hecho me excita mucho, pero no me atrevería a decirlo en voz alta cuando estoy tan sonrojado. Agradezco tener la boca ocupada.
El silencio no aparece, cierro mis ojos escuchando el movimiento de su mano en mi ropa interior, el cual varía entre rápido y lento. Mis labios emiten gemidos parcialmente ahogados, además de un sonido húmedo de succión.
La saliva se escapa por una de mis comisuras y me siento avergonzado. Al intentar retirarla con una de mis manos, siento como su mano se aparta de mi boca y mi rostro es tirado a un lado. Entonces su lengua tibia acaricia mi barbilla y aprovecha el movimiento para pasar por mis labios e introducirse en ellos. Esta caliente.
-Ahn~
Mis caderas tiemblan por el beso, estoy embriagado en una sensación insoportable de sofoco y placer. Gemí y me arqueé cuando sus dedos hicieron mas presión alrededor de mi miembro. Intenté vagamente decir que se detuviera entre mis oprimidos labios, intenté tomar su muñeca pero mis manos estaban entumecidas y no se movían con suficiente fuerza para interrumpirlo.
Me ahogué entre su beso devorador, y la falta de oxígeno. Tomó mi lengua y apretó la punta entre sus dientes, debajo de la tela en mis pantalones había una revolución. Su mano se mueve cada vez mas rápida e insoportable.
-Hnn... nn...
Con jadeos cada vez mas cortos y retorciéndome por completo doy evidencia de estar en el límite.
Sin dejar de besarme, rozando mi pecho con su mano libre y masturbándome sin ningún tipo de contemplación, Cain me mira con detenimiento.
No puedo resistirme en lo mas mínimo a esto. Por algún motivo soy tan débil a su mirada, siento que me estoy derritiendo y a la vez no puedo apartar mis ojos.
No quiero que me vea desde tan cerca cuando estoy así, la sensación es intolerable... demasiado.
-¡Mmgh!
Gemí ahogado mientras tenía mi orgasmo, mi cuerpo se tensó por varios segundos antes de separarme del beso en busca de oxígeno.
Cain me sonreía totalmente divertido mientras retiraba su mano húmeda de mi ropa interior.
-¿Te falta mucho para terminar tu trabajo?-dijo besando mi frente y acariciándome con ternura-.
-...¿Tiene sentido que preguntes ahora?-susurré jadeando-.
-No en realidad.-con un beso corto en los labios y con sonrisa triunfal se apartó de mi-.
-Eres malvado.-suspiré levantándome y llevando mi camiseta en mano-.
Estoy pegajoso... quiero un baño.