No sabía qué hacer, ya estaba harto de la situación, si bien no le gustaba la idea de estar enamorado de la peor persona no podía hacer nada, suspiro derrotado y siguió su camino, intentando esconderse de aquel Hitman, que lo seguía. De nuevo.
Lambo comenzaba a molestarse, seguía sin saber porque tuvo que enamorarse del asesino de patillas rizadas, por Dios se suponía que lo odiaba y viceversa maldita su suerte, ¿Por qué tuvo que besarlo por error? El no tuvo la culpa, lo único que estaba haciendo era;
Huir de Reborn y sus disparos.
Nunca espero que ese tipo fuera a ponerse frente a el…
El guardián del rayo corría agitado estaba más que seguro que ahora si el Ex Arcobaleno lo mataría de verdad. Se maldecía internamente, si no hubiese interrumpido la “sesión de amor” de Reborn y aquella mujer en estos momentos no estaría en estos aprietos.
¿Por qué tuvo que interrumpir?
Esa era su cuestionamiento, el chico Bovino no entendió, sus piernas se movieron solas y en un acto de ira, abrió la puerta de golpe, dando a ver al Hitman con una mujer…para el chico eso fue lo peor, sabía que el otro era un desgraciado que se podía acostar con quien quisiera, pero eso…eso le dolía y lo peor no sabía porque.
Ahora lo único que le venía a cabeza era, correr, pues el de traje lo estaba siguiendo con un arma. El chico vaca sabía que ese asesino no dudaría en dispararle…como odiaba tener que huir de Reborn cuando estaba molesto, pero para el chico era una de las pocas veces en las que Reborn se concentraba solo en el…lo malo era que siempre era con la finalidad de golpearlo o darle su merecido.
-Estúpido Roborn…-Soltó al aire el muchacho mientras daba vuelta en una esquina.
Quería evitar aquel desenlace: donde el terminaba siendo golpeado por el otro, solo esperaba que el destino y la suerte estuvieran de su parte esta vez. Lástima, en cuanto dio la vuelta se encontró con la silueta de aquel hombre.
-Te encontré, vaca estúpida.-Menciono el Ex Arcobaleno del sol al momento de dar una sonrisa.
Esto le demostraba a Lambo una vez más que el destino y la suerte no estaban de su parte, pero sí de parte del Hitman azabache. El de ojos verdes no pudo evitar sorprenderse al ver como el mayor se ponía frente a él, evitándole cualquier vía de escape. Sin embargo, Lambo no se rendiría, quería prolongar su salud física por un poco más, por lo cual no detuvo su correr, estaba seguro que el de patillas rizadas se movería, pero se equivocó de nuevo, el guardián se olvidó, de que Reborn era Reborn y que ese tipo no iba a retroceder, pero el tampoco lo haría, continuo corriendo, y lo siguiente que paso fue en cámara lenta; el chocando con Reborn, mientras caían al suelo…y sus labios chocando por error…
De nueva cuenta los ojos verdes de Lambo se abrieron desmesuradamente, con pánico el muchacho se separó del otro lo más rápido que pudo. El chico vaca creyó que el otro iba a estar molesto, pero el mayor solo se levantó, ni siquiera pareció que le afecto, pues el azabache continuaba con su usual mirada inexpresiva.
No dijo nada, en cambio evito al chico, para luego irse sin siquiera mirarlo.
El muchacho suspiro con pesadez.-Definitivamente, me va a matar.
Para el joven guardián por desgracia…disfruto de aquel contacto, aunque fue solo un roce que duro apenas unos segundos, le gusto…pero, eso era lo menos que quería, Lambo estaba consciente de que el otro lo odiaba, y para su mala suerte era imposible que el mayor fuera a quererlo, no recordaba cuando es qué cambio su propósito. Al principio estaba más que decidido a matar al Hitman, si bien al principio fue odio, ese odio se convirtió en envidia, y la envidia en admiración…y para acabar su mala suerte aquella admiración se tuvo que transformar en amor. En esos momentos el muchacho se encontraba frustrado, no solo por haberse enamorado de ese asesino, sino también por no saber cómo decírselo al otro sin que este lo mandara a volar de una patada.
Después de aquel día el Ex tutor del décimo Vongola, había ignorado olímpicamente al de vista esmeralda, aunque el de la familia Bovino no se extrañaba, siempre lo ignoraba por cualquier cosa, pero esta vez lo ignoraba aún más si eso era posible. Como odiaba ser ignorado por el Ex Arcobaleno, las únicas veces que le ponía atención eran cuando el de patillas rizadas lo seguía con la intención de darle una paliza, como lo había pensado antes, por lo cual decidió molestarlo, de nuevo, de todas formas su racha de mala suerte no podría empeorar, y justamente por eso, le tiro café en la cara al otro…y este a su vez, empezó a seguirlo para darle una buena paliza…es esa la razón por la cual el muchacho corría intentando buscar un buen escondite, un escondite que ni el mismo Reborn pudiera encontrar…sin embargo le era difícil creer que Reborn no lo fuera a encontrar, ese tipo siempre terminaba encontrándolo, sin hacer mayor esfuerzo.
El chico vaca suspiro con pesadez, no sabía a donde ir, pensó en varias opciones, pero igual entendía que Reborn lo encontraría, sin siquiera volver a pensar, Lambo decidió entrar a la cocina, un escondite que ya había usado innumerables veces. Quizás fue un grave error…
Estaba a punto de entrar mas no lo hizo, un rubio salió disparado desde adentro, Lambo miro atónito al hombre, este se reincorporo mientras daba una sonrisa de victoria, el de vista color verde no pregunto qué fue lo que ocurrió, pues ya se estaba dando una idea de lo que paso ahí dentro.
-Valió la pena…-Pronuncio Dino, al momento de sobarse la cabeza.
Era sin duda algo extraño, el joven guardián solo se limitó a observar como el otro se comenzaba a alejar del lugar, para finalmente entrar, dando a ver a Kyoya bastante molesto.
-Estúpido, herbívoro…mira que besarme, maldito desgraciado…-Mencionaba Hibari, al mismo tiempo que guardaba una de sus tonfas, sim embargo logro divisar al Bovino.-¿Qué haces aquí…?
Ahora el de la familia Bovino supo la razón de porque Cavallone estaba contento a pesar de haber recibido una paliza...no dijo nada solo entro, a su vez el guardián de la nube observaba detalladamente al otro, el de ojos verdes no le había respondido su pregunta por lo cual decidió encararlo.
-Te pregunte qué haces aquí.-Dijo Kyoya con tono amenazante, dispuesto a sacar sus confiables armas, y lo hizo, puso sus dos tonfas frente al otro.-Responde.
-Yare, yare…está bien, pero guarda eso…-Comento nervioso el guardián del rayo, que para su suerte el azabache mayor hizo caso y guardo sus armas.-Solo quiero esconderme de Reborn, asi que si viene dile que no estoy aquí, por favor.
-Nunca pensé que un herbívoro como tú, fuera tan cobarde. Deberías recibir la paliza que te darán...es bastante tonto el que quieras huir, de todas formas sabes que te encontrara sin que yo tenga que decirle donde estás.
-Ya lo sé…pero, no sé qué más hacer…
-De verdad que los herbívoros son tan fáciles de comprender.-Soltó Kyoya mientras observaba la cara de confusión del muchacho.-Los problemas amorosos, me dan nauseas. Es bastante patético que te guste Reborn…
Los ojos del chico se abrieron con sorpresa, nunca creyó que alguien fuera a descubrirlo, a parte de Lal Mirch o Tsuna, pero ahora ¡Hibari Kyoya! Lo sabía, eso dejaba a Lambo más que conmocionado,
-¿C-cómo puedes creer eso…? Es ridículo que eso pase.-Intento contradecir al otro.
-Hmp…deberías de dejar de ser tan cobarde.-No supo cómo es que empezó a hablar con el otro chico, eso le resultaba extraño a Kyoya, ya que él no era una persona que hablara mucho, pero ahora estaba hablando con ese idiota.-Lo único que deberías decirle a ese tipo debe ser; “Tienes una gran tonfa entre tus pantalones” a los tipos como el, le han de gustar ese tipo de “halagos”
-¡¿Q-qué estás diciendo?!-Cuestiono ofendido.-¡¿Qué acaso quieres que me mate de verdad?!
El azabache suspiro.-¿Qué acaso no quieres decirle algo? Si le dices eso tal vez y se te cumpla.
-Yo nunca le diré eso.
-Entonces solo dile; “Reborn, solo follame” no creo que se resista a eso.
El de vista color verde, no sabía que creer con lo que escuchaba de Hibari, era lo más raro que podría escuchar de su parte, quizás si fue un error entra ahí, pero lo más extraño del asunto era que el guardián mas fuerte le estuviera dando consejos, eso dejaba a Lambo más que extrañado, es más hasta había olvidado que debía esconderse.
-¿Por qué me dices todo esto?-Cuestiono curioso el joven.
-No deberías preguntar el porqué de mis acciones, solo lo hago porque quiero, pero de todas formas me resulta bastante extraño de mi parte el “ayudar” a un estúpido herbívoro a no ser mordido hasta la muerte.-El azabache miro fijamente al menor.-Si de verdad quisieras escapar de Reborn no hubieras entrado a este lugar.
-Sigo sin entender.-Para el de vista color verde, la charla con Hibari comenzaba a incomodarlo, esta era la primera vez que ese guardián entablaba una conversación con él.
-Olvídalo, de todas formas se te acabo el tiempo…-Comento tranquilo Kyoya mientras veía una singular silueta caminar hasta la cocina.-Que mala suerte tienes, herbívoro, pero aun así te diré algo…-El azabache se acercó al oído del otro, este a su vez se sonrojo y no dijo nada.-Tal vez eso cambie el desenlace de esto…
El de la familia Bovino no reprocho ni dijo nada, solo se limitó a ver como Kyoya salía del lugar, para luego ver a Reborn entrar con León transformado en arma. La cara de Lambo cambio de sorprendido a asustado, definitivamente había olvidado que el otro lo seguía, no supo que hacer, miro a todos lados intentando encontrar una vía de escape.
-Me pregunto ¿Por qué sigues escondiéndote en este sitio?-Hablo Reborn al momento de que se acercaba al de vista esmeralda.-Es demasiado estúpido esconderse en el mismo lugar más de dos veces…pero te puedo asegurar algo, nadie que me tire café en la cara vive para contarlo.-Sonrió juguetón el Hitman.
Intento escapar, pero le fue imposible, de nueva cuenta ese hombre estaba frente a él, como detestaba eso, como detestaba ver esa sonrisa de satisfacción en su arrogante rostro, lo único que podía hacer Lambo era empujarlo. Lo intento. Pero no tuvo mucho éxito, el de patillas rizadas seguía frente a él, sin siquiera inmutarse.
-Estas muerta, vaca estúpida.-Comento el asesino, mientras ponía el arma en la frente del chico.
No supo que hacer, estaba asustado, ya no recordaba cuantas veces había sido amenazado de muerte por Reborn, pero ahora estaba seguro que ese maldito lo iba a matar…miraba al otro, este solo observaba cada movimiento que hacía, y esto incomodaba aún más al joven guardián. Sin nada más que hacer, solo recordar lo que le dijo Hibari Kyoya antes de irse, el de la familia Bovino desvió su mirada y hablo.
-Reborn…
-¿Qué, acaso son tus últimas palabras?
El chico suspiro derrotado.-Reborn…estás…estás…bien sensual ¿Lo sabias?-Y lo dijo, aquella frase que Kyoya menciono en su oído, en ese momento el guardián del rayo quería correr y huir, es mas eso fue lo que hizo.
El muchacho empujo al otro, y esta vez lo logro, gracias a que el Ex Arcobaleno del sol, se encontraba extrañado…Reborn solo enarco una ceja, mientras veía como el menor corría fuera de la cocina.
¿Qué mierda había dicho Lambo?
No pudo evitar sorprenderse, pero al final no resulto tan mal, el Hitman sonrió de lado, para luego divisar a Hibari, entrando nuevamente al lugar.
-Me debes una pelea.-Fue todo lo que dijo el guardián de la nube.
-Está bien, pero será después, ahora tengo algunos asuntos con esa vaca tonta. –El azabache mayor fijo su vista en Kyoya.-Debiste haberle dicho, otra frase más…”romántica”.-Hablo con sarcasmo el de patillas rizadas.
-Hmp…
Y así sin más el Hitman, se encamino en la búsqueda del joven guardián, pero ahora con otro propósito en mente…quizás tener a Hibari Kyoya de aliado no fue tan mala idea.