Rianimatore*
Drable 1
—¡Usagi! ¡Maldito pervertido!... ¡Sácame de aquí!.
Su voz retumbo en las paredes de la habitación, se removió nervioso y maldijo al darse cuenta que era imposible liberarse.
La noche anterior había salido a beber con Sempai, o eso había intentado antes de que Usagi llegara en su flamante deportivo rojo y lo llevara de regreso. Y no importo cuanta resistencia "opusiera", ni cuanto se "negara", todo había acabado en una sesión de sexo sorpresivo en la recamara de su tutor.
Pero esa no había sido la sorpresa, al despertar se percató de que cada una de sus extremidades estaban atadas al muelle de la cama, algo que llego a ser bastante excitante, aunque después de tres cuartos de hora había perdido las esperanzas de que Usagi regresará con un látigo vestido a lo playboy, resignándose a la triste realidad.
El muy bastardo se estaba vengando, eso o la inspiración había llegado de golpe y lo había dejado ahí, latente para "continuar" si tenía un "bloqueo de escritor" y eso solo podía significar estar a la merced de Usagi por tres meses (aunque secretamente eso no le molestaba en lo más mínimo)
—¡Usagi…!
Repitió con una nota de pánico en su voz, ¿era su imaginación o los osos de peluche lo estaban mirando de una manera bastante demoniaca…?
La puerta rechino un una silueta se materializo frente al umbral…
—¡Tu maldito perverti…
Misaki no podía recordar un solo momento en el que no hubiera amado a su hermano, incluso en el momento en el que tomo el corazón de Usagui-sensei alto y lo arrojó al suelo dejando que se rompiera en trozos, pequeños, fríos y difíciles de unir.
—"Pero aun así tú lo lograste".
Y eso era todo, amar (aceptar amar) a un hombre como Usami Akihiko había sido un logro en su vida, algo (que a diferencia de sus notas en la Universidad) merecía ser enmarcado y colgado en la puerta de su casa.
Claro, si tuviera alguna.
Pero ser encontrado por tu hermano, atado a la cabecera de la cama de tu tutor no era el momento ideal para pensar en corazones rotos, notas universitarias, patrimonios a corto plazo o la forma en que te miran los ositos de felpa.
Se removió incomodo sobre la cama, tratando de sonreir…
—Esto… Hermano…Yo…
Takahiro seguía ahí, observándolo y Misaki deseo poder llamar a su compañía de seguro para ampliar su paquete a "Mi hermano descubrió mi relación homosexual con su mejor amigo"
—"Buen Dios, si me sacas de esta con vida y la mayoría de mis dedos…"
—La próxima vez dile a Usami que utilice esposas en lugar de sogas.—Hizo un gesto vago, señalando sus muñecas.—Irritan menos y no cortan la circulación…
Dicho esto giro y cerró la puerta tras de si, el sudor frio termino por descender en el borde de su clavícula, recordó el toque familiar y jugueteos de un par de labios, pensó en Usagui, y maldijo
—"Dios, perdóname pero voy a cometer un homicidio…"