El peso del mundo
Mis hombros cargados por la eternidad
Acusan el paso del tiempo
El torso labrado por la tempestad
Subo a la merced del tiempo
Condenado a soportar el peso de la humanidad
Castigo cruel, ¿Puedo escapar? ¡No!
El siempre fue el ejemplo a seguir para sus pequeños hermanos, nunca se había preocupado por cometer algún error; dentro de su isla era difícil decir que cometería algún crimen. Él era el guardián de ese lugar, su nombre era Olivier Gaillard; así lo habían nombrado el humano y la diosa que le dieron la vida.
El había sido creado al igual que la primera mujer, Pandora, del barro y a diferencia de ella un fuego particular ya que su color era azul; algunos años después su madre descubrió que estaba embarazada. Después de que ella diera a luz, le pidió a el que se llevara lejos a sus 2 hermanos para protegerlos…
Habían pasado mucho tiempo en esa isla, realmente no sabía cuánto habría cambiado el mundo desde la última vez que lo miro; giro su mirada para encontrarse con sus 2 pequeños hermanos. Ambos niños no aparentaban más de 5 años, tenían cabello castaño y ojos verdes; lo único que parecía diferenciarlos era que uno era niño y la otra niña.
-hermano, tengo sed- hablo el niño haciendo pequeñas muecas.
-vamos al arroyo, igual ambos tienen que bañarse ya- dijo levantándose de la roca donde se encontraba sentado, tomando a ambos niños del brazo.
-pero no quiero bañarme- hablo la niña, tratando de soltarse.
-no hay escusas Yami, van a bañarse en lo que yo hago de comer- pronto se detuvo al sentir una presencia oscura detrás de ellos. Comenzó a correr con ambos niños al lado tenía que encontrar la forma de proteger a ambos niños.
Mis ojos cansados tras observar
De años el mismo horizonte
Contemplo las nubes, La tierra y el mar
Los campos, Los valles y montes
De rodillas debo estar
Es la forma de pagar
Mi maldición no puedo escapar
-¡Hikari!- grito al ver que el pequeño niño se había caído y golpeado la cabeza, sin darse cuenta había soltado a Yami para correr a auxiliar al pequeño; la oscuridad poco a poco rodeo a la niña y cuando Gaillard se dio cuenta ya era muy tarde… se la habían llevado.
Ya no sabía qué hacer, lo único que se le ocurría era poner a Hikari a salvo; salió corriendo con lagrimas en los ojos. Sentía miedo, ya que el pequeño Hikari no abría los ojos. Salió de la isla en un bote de remos improvisado rogando que Hikari estuviera bien y pronto despertara.
Soy el pilar del cielo
Titán desterrado por luchar
Contra dioses por mi libertad
Hecho tanto de menos
Muero por dentro al recordar
Que ya no te volveré a ver mas
Después de algún tiempo al fin llegaron a un pequeño país (Japón) donde se escondieron un tiempo en un orfanato; pero Gaillard no se perdonaba lo que había ocurrido con Yami. En ese momento supo que tenía que buscarla, Hikari estaría a salvo si ambos se mantenían lejos el uno del otro, se fue en medio de la noche sin hacer ruido alguno.
A lo lejos y con lagrimas en los ojos solo pronuncio un "volveré" mientras la oscuridad lentamente cubría sus pasos en lo que se convertiría en su redención, para poder volver a ver la sonrisa de su pequeño hermano nuevamente, aquella que añoraría volver a ver durante ese largo tiempo.
Algunos meses después de que Gaillard se marchara del orfanato Hikari fue adoptado por la familia Kai, cambiaron su nombre por Toshiki, aunque al principio se mantenía firme; el tiempo logro que olvidara todo recuerdo de su hermano mayor y de su gemela. Pronto llevo una vida como la de cualquier otro niño.
Sigo aquí aunque mi alma vive junto a ti
Cuerpo convertido en piedra y cadenas sobre mi
Quiero huir, El Olimpo haré pagar por hacernos sufrir
Los dioses del cielo deben morir
Cumplir mi venganza y volver junto a ti
pasaron los años, después de casi 13 años Gaillard regreso al orfanato donde había dejado a Hikari había sido abandonado; todos los niños habían desaparecido… al igual que su hermano ya no había nada que hacer… se dejo caer de rodillas y comenzó a llorar. Había perdido a sus dos hermanos.
-vamos deja de llorar- la voz de un joven lo alerto, miro hacia atrás viendo a un chico no mayor de 24 años, tés blanca, ojos verdes al igual que su cabello largo, vestido de ropa negra. El joven le sonreía tiernamente y le extendió un deck de un juego famoso en ese país llamado Cardfight Vanguard –aprende a jugar con este deck, vuélvete más fuerte que nadie, entonces te convertirás en un Quatre Knight… solo así podrás ver a tu querido hermano de nuevo-
Gaillard miro el extraño deck, sabía que no debía confiar en aquel extraño, pero su deseo de ver que su hermano menor estaba bien y a salvo era más fuerte que cualquier razonamiento que tuviera en ese momento; tomo el deck, y en ese momento olvido el rostro de su hermano menor.
-buen chico, los dioses les han hecho mucho daño a ti y a tu hermano; pero con este deck podras vengarte de ellos… vuélvete fuerte y hazles pagar el dolor que te han causado a ti y a tu hermano- el joven desapareció.
Gaillard se mostraba decidido, haría pagar a todos aquellos que le habían hecho daño a su familia. Todo para volver a ver a su hermano.
…
Aquí se encontraba el, junto a uno de los Quatre Knights Olivier Gaillard; no sabía porque pero algo en su corazón le dolía. No era el hecho de que Sendou Aichi había desaparecido, ¿Por qué dolía tanto?, ¿Por qué le dolía en hecho de que Olivier Gaillard no fuera uno de sus mates?; ellos nunca se habían conocido en el pasado. Había escuchado de él durante lo sucedido con Link Joker, pero ahora que estaban frente a frente, había una sensación muy dolorosa dentro de él.
La sentencia había ido en contra de Kai Toshiki, estaba decidido a encontrar a su hermano; pero algo en su rival le parecía extrañamente familiar. El no dudaría, no importaría cualquier emoción, su determinación estaba en encontrar a su hermano perdido.
-incluso después de ser quemado por las flamas sagradas sigues consiente, Aplaudo tu fuerza de voluntad; pero nunca me vencerás y mientras no te olvides de Aichi san voy a seguir apareciendo ante ti… ya lo imaginaba, incluso si intentas contenerte, no es fácil borrar el miedo que está grabado en el fondo de tu corazón- hablo Gaillard
-eso es ridículo, ¿dices que tengo miedo a tus flamas?- respondió Kai, el sabía que no tenía miedo, era algo más extraño surgiendo en su interior; algo que le estaba provocando un dolor más grande del que sentía en su cuerpo.
-eso es correcto, la sentencia que recibiste atreves del calor y el dolor de estas flamas azules, está grabada a fuego en tu corazón. Niégalo todo lo que quieras en tu mente, pero analizándolo a nivel psicológico nunca olvidaras ese miedo- respondió Gaillard mostrando su anillo con flamas azules
-pero aun así, te juro que encontrare a Aichi…- esas palabras… en algún momento de su vida las había escuchado, si él las recordaba muy bien la promesa vaga de que encontraría a Yami y la regresaría al lado de Hikari.
-Kai Toshiki, siempre y cuando te niegues a olvidar a Aichi san, voy a consumir tu alma una y otra vez con las llamas de la desesperación. Y estoy seguro de que tus compañeros experimentaran esa misma desesperación-
-¿Por qué?, ¿Qué se supone que significa eso?-
-mi nombre es Olivier Gaillard, soy un miembro de los Quatre Knights, yo no soy el único hay otros tres. Somos un total de cuatro personas-
-¿cuatro?-
-sí, cuatro caballeros que han asumido la misión de proteger el sueño de Aichi san mediante la destrucción de los que lo perturban, esos son los Quatre Knights- y con eso, Gaillard comienza a marcharse
-hay que darse prisa…. Debo advertirles… Aichi…-no aguanto más y se desmayo, en su subconsciente podía escuchar su propia risa junto con la de dos mas, una niña y una voz muy similar a la de Olivier; ¿Qué era ese dolor que sentía?, ¿Por qué sentía tanto dolor después de conocer a su enemigo?... tal vez pronto lo sabría.